“No temas” murmuré
“Nuestro destino es estar juntos”
Me sentí repentinamente sobrepasada por la verdad de mis propias palabras.
Este momento era tan perfecto, tan correcto.
No había forma de dudarlo.
Sus brazos me envolvieron,
Estrechándome contra él…
Sentía como si cada terminación nerviosa de mi cuerpo fuera una corriente eléctrica.
“Por siempre” acepto.
“Nuestro destino es estar juntos”
Me sentí repentinamente sobrepasada por la verdad de mis propias palabras.
Este momento era tan perfecto, tan correcto.
No había forma de dudarlo.
Sus brazos me envolvieron,
Estrechándome contra él…
Sentía como si cada terminación nerviosa de mi cuerpo fuera una corriente eléctrica.
“Por siempre” acepto.
“La niñez no es del nacimiento a cierta edad y hasta cierta edad.
El niño crece, y se guarda las cosas infantiles.
La niñez es el reino donde nadie muere.”
El niño crece, y se guarda las cosas infantiles.
La niñez es el reino donde nadie muere.”
Edna St. Vincent Millay
Prefacio
HABIA TENIDO MÁS QUE MI CUOTA CORRESPONDIENTE DE EXPERIENCIAS cercanas a la muerte. No
era algo a lo que realmente te acostumbras.
Parecía curiosamente inevitable, sin embargo, enfrentar la muerte otra vez. Como si realmente estuviera
marcada para el desastre. Había escapado repetidas veces, pero esta seguía volviendo a mí.
No obstante, esta vez era tan diferente a las demás.
Puedes correr de alguien que temes, puedes tratar de luchar contra alguien que odias. Todas mis reacciones
habían sido dirigidas hacia aquel tipo de asesinos – los monstruos, los enemigos.
Siendo la persona que estuviese matándote, alguien quien amaras, no tendrías opción que seguir. ¿Cómo
podrías correr, cómo podrías luchar, cuando al hacerlo lastimarías a tu amado? Si tu vida fuera todo lo que
tuvieras que darle a tu amado, ¿cómo podrías negársela?
¿Si fuera alguien a quien realmente amaras?
1. COMPROMETIDA
Nadie te esta mirando, me prometí a mi misma. Nadie te esta mirando. Nadie te esta mirando.
Pero, porque no podía mentirme convincentemente ni siquiera a mi misma, tuve que echar un vistazo.
Como estaba sentada esperando por las tres luces del tráfico en el pueblo que se volvieran verdes, mire a
escondidas a la derecha -en su minivan, La Señora Weber dio vuelta completo su torso en mi dirección. Sus
ojos perforaron los míos y me estremecí, preguntándome por qué no bajaba su mirada o se veía avergonzada.
Todavía se consideraba rudo mirar fijamente a la gente, ¿no era así?, ¿ya no se aplicaba más eso a mí?
Entonces recordé que estas ventanas estaban recubiertas de un color tan oscuro que probablemente ella no
tenia idea si incluso yo estaba aquí, quedando claro eso alcance su mirada. Intente encontrar algún alivio
en el hecho de que no tenía la vista fija en mí realmente, sólo en el auto.
Mi auto. Suspiré.
Eche un vistazo a la izquierda y gemí. Dos peatones estaban tiesos en la acera, perdiendo su oportunidad
de cruzar mientras miraban fijamente.
Detrás de ellos, el Señor Marshall estaba embobado a través de la vidriera de su pequeña tienda de recuerdos.
Al menos no tenía la nariz pegada contra el vidrio. Todavía.
La luz se volvió verde y en mi apuro por escapar pisotee sobre el pedal del gas sin pensarlo - la forma normal
en la que hubiera golpeado a mi viejo monovolumen Chevy para que se moviera.
"¡Argh!" grite sofocada mientras buscaba a tientas el freno. Tranquilizándome, simplemente golpe de forma
ligera el pedal. De todas formas el auto se tambaleo hasta detenerse absolutamente.
No aguante mirar alrededor a la reacción. Si había habido alguna duda de quién estaba manejando este auto
antes, se había ido ahora. Con la punta de mi zapato, suavemente presione el pedal del gas hacia bajo un
milímetro y medio, y el auto se movió hacia adelante otra vez.
Conseguí alcanzar mi meta, la gasolinera. Si no hubiera estado funcionando ---No hubiera llegado al pueblo
del todo. Iba sin muchas cosas estos días, como Pop-Tarts (galletitas dulces) y cordones de zapatos. Para
evitar gastar tiempo en público.
Moviéndome como si fuera en una carrera, tuve la ventanilla abierta, la tapa del depósito de gasolina abajo,
la tarjeta escaneada y el inyector en el tanque dentro de segundos. Por supuesto, no había nada que pudiera
hacer para que los números en el marcador aceleraran el paso. Ellos hacían tic-tac perezosamente, casi como
si lo hicieran sólo para enojarme.
No estaba soleado - un típico día lluvioso en Forks, Washington - pero aún sentía como si un foco me
apuntara, atrayendo la atención al delicado anillo en mi mano izquierda. En momentos como este, percibiendo
los ojos en mi espalda, se sentía como si el anillo se estuviera moviendo rítmicamente como un aviso de
neón: Mírame, Mírame.
Era ridículo estar tan acomplejada y sabía eso. Además de mi papá y mamá, ¿realmente importaba lo que
la gente estuviera diciendo sobre mi compromiso?, ¿acerca de mi nuevo auto?, ¿acerca de mi misteriosa
aceptación en el Ivy League Collegue? ¿Acerca de la brillante tarjeta de crédito negra que centelleaba en mi
bolsillo de atrás ahora mismo?
"Sí, a quién le importa lo que piensen" Murmuré respirando bajo.
"Uhm, ¿señorita?" la voz de un hombre llamo.
Me di vuelta, y entonces desee no haberlo hecho.
Dos hombres estaban parados al lado de un lujoso todo terreno con flamantes kayaks atados en la parte
superior. Ninguno de ellos estaba mirándome, ambos miraban el auto.
Personalmente, no lo entendía. Apenas estaba orgullosa de poder distinguir los símbolos de Toyota, Ford
y Chevy. Este auto era negro brillante, elegante, y bonito, pero seguía siendo sólo un auto para mí.
"Lamento molestarla, pero ¿podría decirme qué tipo de auto esta manejando?" preguntó el alto.
"Uhm, un Mercedes, ¿si?"
"Sí," dijo el hombre cortésmente mientras su amigo de más baja estatura entorno sus ojos a mi respuesta.
"Lo sé. Pero me estaba preguntando... ¿esta manejando un Mercedes Guardian?" el hombre dijo el nombre
con reverencia. Tuve la sensación de que este tipo se llevaría bien con Edward, mi... mi prometido (no había
realmente vuelta que darle a esa verdad con la boda sólo a unos días) "Se supone que no están disponibles
en Europa todavía" el hombre continúo "y mucho menos aquí."
Mientras sus ojos examinaban los contornos de mi auto -no se veía muy diferente de otros Mercedes para
mi, pero ¿qué sabia yo? - Contemplaba brevemente mis problemas con palabras como prometido, boda, esposo,
etc.
Tan solo no podía ponerlas juntas en mi cabeza.
Por una parte, había sido criada para que se me pusieran los pelos de punta al simple pensamiento de
esponjosos vestidos blancos y ramilletes. Pero más que eso, tan sólo no podía conciliar un formal, respetable,
aburrido concepto como esposo con mi concepto de Edward. Era como moldear a un arcángel como un
contador público. No podía visualizarlo en ningún rol banal.
Como siempre, tan pronto comencé a pensar en Edward fui atrapada por un excitante revuelo de fantasías.
El extraño tuvo que aclarar su garganta para tener mi atención: todavía estaba esperando por una respuesta
acerca de la compañía que hizo el auto y el modelo.
"No lo sé" le dije honestamente.
"¿No le importa si me tomo una foto con él?"
Me tomo un segundo procesar eso. "¿En serio?, ¿quiere tomarse una foto con el auto?"
"Claro--nadie va a creerme si no tengo una prueba".
"Uhm. Okay. Bien."
Puse de lado rápidamente el inyector y me arrastre lentamente en el asiento delantero para esconderme
mientras el entusiasta extrajo de su bolso una gran cámara que se veía profesional. Él y su amigo hicieron
turnos posando por el capo, y entonces fueron a tomar fotos a la parte trasera.
"Extraño mi monovolumen" me queje.
Muy, muy conveniente -demasiado conveniente- que mi monovolumen haya dado su último respiro sólo
semanas después de que Edward y yo hayamos acordado nuestro anómalo compromiso, un detalle el cual
era que él tenia permitido reemplazar mi monovolumen cuando este pasara a mejor vida. Edward juro que
eso sólo era esperable, mi monovolumen había vivido bastante y entonces había expirado por causas naturales.
Según él. Y, por supuesto, yo no tenia forma de verificar su historia o tratar por mi misma de revivir mi
monovolumen. Mi mecánico favorito--- detuve ese frío pensamiento, negándome a terminarlo. En lugar de
eso, escuche la voz del hombre afuera, atenuada por las paredes del auto.
"... en el video online venían con un lanzador de fuego. Ni siquiera arrugo la pintura."
"Por supuesto que no. Puedes pasar un tanque sobre este nene. No hay mucho mercado para uno aquí.
Diseñado por diplomáticos del Medio Oriente, traficantes de armas, y los lideres que manejan drogas, en
su mayoría."
"¿Crees que ella es algo?" preguntó el de baja estatura en voz más suave. Agache mi cabeza.
"Huh," dijo el alto, "Quizás. No puedo imaginar para qué necesitas vidrios a prueba de misiles y dos toneladas
de armadura por aquí. Debe ser conducido en alguna parte más peligrosa."
Armadura. Dos toneladas de armadura. ¿Y vidrios a prueba de misiles? Genial. ¿Qué había pasado con el
buen pasado de moda antibalas?
Bueno, al menos esto hacia algún sentido --si tenias un retorcido sentido del humor.
No era como si no hubiera esperado que Edward se aprovechara de nuestro trato, para cargarlo de su lado
de modo que él pudiera dar más que recibir. Estuve de acuerdo en que podía reemplazar mi monovolumen
cuando necesitara ser reemplazado, no esperando que ese momento llegara tan luego, por supuesto. Cuando
fui forzada a admitir que mi monovolumen se había convertido en no más que un tributo de naturaleza
muerta a los clásicos Chevys en mí acera. Sabía que su idea del reemplazo iba probablemente a desconcertarme.
Hacerme foco de miradas y cuchicheos. Había estado de acuerdo en esa parte. Pero ni siquiera en mis más
oscuros pensamientos había previsto que él me daría dos autos.
El auto "anterior". Me dijo que era un auto prestado y que lo devolvería después de la boda. Todo esto no
tenía absolutamente ningún sentido para mí.
Hasta ahora.
Ja ja. Porque yo era tan frágilmente humana, tan propensa a los accidentes, tan victima de mi propia peligrosa
mala suerte, aparentemente necesitaba un resistente tanque como auto para mantenerme a salvo. Muy
divertido. Estaba segura que él y sus hermanos habían disfrutado un poco de la broma a mis espaldas.
O quizás, tan sólo quizás, una pequeña voz susurró en mi cabeza, no es una broma, tonta. Quizás él esta
realmente preocupado por ti. Esta no era la primera vez que él se volvía un poco exagerado tratando de
protegerme.
Suspiré.
No había visto el auto de "después" todavía. Estaba escondido bajo una sabana en el rincón más profundo
del garaje de los Cullen. Sabía que la mayoría de la gente habría mirado a hurtadillas hasta ahora, pero
realmente no quería saber.
Probablemente no había armadura en ese auto - porque no la necesitaría después de la luna de miel.
Virtualmente indestructible era una de las muchas ventajas que yo estaba buscando. La mejor parte acerca
de ser un Cullen no eran los autos caros ni las impresionantes tarjetas de créditos.
"Hey," llamó el hombre alto, poniendo sus manos en el vidrio en un esfuerzo por tratar de ver hacia dentro
"Ya estamos listos. ¡Muchas gracias!"
"De nada." contesté de vuelta, y entonces tensa mientras encendía el motor moví el pedal con cuidado -
siempre tan suavemente- hacia abajo...
No importa cuantas veces haya conducido el familiar camino hacia mi casa, aún no podía hacer que los
anuncios mojados por la lluvia se descoloraran en el fondo. Cada uno de ellos, sujetado con grapas a los
postes de teléfono y pegados en las señalizaciones de las calles, era un golpe frío en la cara. Un bien merecido
golpe en la cara.Mi mente fue absorbida en el pensamiento. Antes había sido interrumpido inmediatamente.
No podía evitarlo en este camino. No con fotografías de mi mecánico favorito pasando delante de mí a
intervalos regulares.
Mi mejor amigo. Mi Jacob.
Los carteles de ¿HA VISTO USTED A ESTE CHICO? no fueron la idea del padre de Jacob. Habían sido idea
de mi padre, Charlie, quien imprimió anuncios y los esparció por todo el pueblo. Y no sólo en Forks, sino
en Port Angeles y Sequim y Hoquiam y Aberdeen y en cada pueblo de la Península Olímpica... Se había
asegurado que todas las estaciones de policía en el estado de Washington tuvieran el mismo anuncio colgado
en la pared, también. Su propia estación tenía un mural entero dedicado a encontrar a Jacob. El mural estaba
generalmente vacío, para su gran decepción y frustración.
Mi papá estaba decepcionado más que con la falta de respuestas, con Billy, el padre de Jacob --y el amigo
más cercano de Charlie.
Por Billy no estar más involucrado con la búsqueda de su "fugitivo de 16 años". Por Billy negándose a poner
anuncios en La Push, la reserva en la costa que era el hogar de Jacob. Por su aparente resignación a la
desaparición de Jacob, como si no hubiera nada que él pudiera hacer. Por decir "Jacob esta madurando ahora.
Él volverá a casa si quiere hacerlo."
Y estaba frustrado conmigo por irme al lado de Billy.
Yo no ponía carteles, tampoco. Porque ambos, Billy y yo, sabíamos donde estaba Jacob, más o menos, y
también sabíamos que nadie había visto a este chico.
Los anuncios situaron el usual gran y gordo nudo en mi garganta, las usuales escocidas lágrimas en mis
ojos, y estaba contenta de que Edward estuviera fuera cazando este domingo. Si Edward viera mi reacción,
sólo lo haría sentir terrible, también.
Por supuesto, había inconvenientes en que fuera domingo. Mientras me daba vuelta lenta y cuidadosamente
sobre mi calle, pude ver la patrulla de policía de mi papá en el camino de entrada de nuestra casa. Se había
saltado la pesca hoy otra vez. Aún enfurruñándose acerca de la boda.
Así que no pude ser capaz de usar el teléfono adentro. Pero tenía que llamar...
Me detuve en la acera detrás de la figura del Chevy y saque el celular que Edward me había dado por
emergencias de la guantera. Marqué, manteniendo mi dedo en el botón de "colgar" mientras el teléfono
sonaba. Por si acaso. "¿Hola?" Seth Clearwater respondió, y suspire de alivio. Yo era demasiado cobarde para
hablarle a su hermana mayor Leah. La frase "arráncame la cabeza con los dientes" no era totalmente en
sentido figurado cuando venía de Leah.
"Hey, Seth, es Bella."
"¡Oh hola, Bella! ¿Cómo estas?"
Atragantada. Desesperada por consuelo. "Bien."
"¿Llamando para ponerte al día?"
"Eres psíquico"
"Apenas. No soy Alice -tú sólo eres predecible," bromeo. Entre la manada Quileute allá abajo en La Push,
sólo Seth se sentía a gusto mencionando a los Cullen por su nombre, menos aún bromear acerca de cosas
como mi próxima cuñada casi sabe lo todo.
"Sé que lo soy". Vacile por un minuto. "¿cómo esta él?"
Seth suspiró. "Igual que siempre. No quiere hablar, aunque puede oírnos. Esta tratando de no pensar como
humano. Sólo yendo con sus instintos."
"¿Sabes donde esta ahora?"
"En alguna parte del norte de Canadá. No podría decirte qué provincia. Él no presta mucha atención a los
limites entre estados"
"Cualquier indirecta que él pudiera..."
"Él no va a volver a casa, Bella. Lo siento."
Tragué saliva. "Este bien, Seth Lo sabia antes de preguntar. Es sólo que no puedo evitar anhelarlo."
"Sí. Todos nos sentimos igual."
"Gracias por aguantarme, Seth. Sé que los otros deben estar haciéndotelo difícil."
"No son grandes admiradores tuyos" convino alegremente. "Una tontería, pienso. Jacob hizo sus elecciones,
tú las tuyas. A Jake no le gusta la actitud de ellos sobre esto. Por supuesto él no esta súper entusiasmado en
que lo estés inspeccionando, tampoco"
Me quede boquiabierta. "¿pensé que él no te hablaba?"
"No puede escondernos todo, por mucho que trate."
Así que Jacob sabia que estaba preocupada. No estaba segura de cómo sentirme acerca de eso. Bueno al
menos él sabía que no había saltado hacia el horizonte y lo había olvidado por completo. Puede ser que él
me haya imaginado capaz de eso.
"Supongo que te veré en la... boda." dije, forzando la palabra a través de mis dientes.
"Sí, yo y mi mamá estaremos ahí. Fue genial de tu parte que nos preguntaras."
Sonreí al entusiasmo en su voz. Aunque invitar a los Clearwaters había sido idea de Edward, estaba contenta
de que hubiera pensado en eso. Tener a Seth iba a ser bueno --un vínculo, no obstante poco convincente, a
mi padrino de boda perdido.
"Dile a Edward que le mando saludos, ¿si?"
"Seguro"
Agité mi cabeza. La amistad que había surgido entre Edward y Seth era algo que aún aturdía mi mente.
Aunque era una prueba de que las cosas no habían tenido que ser de esta manera. Los licántropos y vampiros
podían llevarse bien, muchas gracias, si tuvieran la voluntad de hacerlo.
No a todos les gustaba esa idea.
"Ah," dijo Seth, su voz se quebró una octava. "Er, llegó Leah."
"¡Oh, adiós!"
La llamada se corto. Deje el teléfono sobre el asiento y me prepare mentalmente para entrar a la casa, donde
Charlie estaría esperando.
Mi pobre padre tenia tanto con que lidiar en estos momentos.
Jacob-el-fugitivo era solo uno de los tantos problemas que tenia que aguantar en su sobrecargada espalda.
Estaba más o menos preocupado por mi, su apenas-una-adulta-legal hija quién estaba a punto de ser Señora
en sólo unos pocos días más.
Caminé lentamente a través de la ligera lluvia, recordando la noche que le contamos...
Así como el sonido del auto de Charlie anunciaba su regreso, el anillo de repente pesaba cincuenta kilos en
mi dedo. Quería meter mi mano izquierda en el bolsillo, o quizás sentarme arriba de ella,
“Deja de moverte nerviosamente, Bella. Por favor trata de recordar que no estas confesando un asesinato
aquí.”
“¡Es fácil decirlo para ti!”
Escuché el siniestro, fuerte y bullicioso sonido de las botas de mi padre chocar contra el pavimento. Las
llaves sonaban en la puerta ya abierta. El sonido me recordó a esas partes de las películas cuando las victimas
se dan cuenta que olvidaron cerrar el pestillo…
“Cálmate Bella”, Edward susurró, escuchando la aceleración de mi corazón. La puerta golpeó contra la
pared, y me estremecí como si hubiera sido atacada con un arma de electrochoque.
“Hola, Charlie,” Edward lo saludó totalmente relajado.
“¡NO!” pité bajo mi respiración
“¿Qué?” Edward susurró de vuelta.
“¡Espera a que cuelgue su pistola!”
Edward soltó una risita entre dientes y pasó la mano por su despeinado cabello bronce.
Charlie salió de la esquina, aún en su uniforme, aún armado, y tratando de no poner caritas cuando nos ha
espiado sentados en el sofá de dos plazas. Últimamente, se ha esforzado mucho para que Edward le agradara
más. Por supuesto, esa revelación de seguro estaba por acabarse inmediatamente.
“Hola, chicos. ¿Qué pasa?”
“Nos gustaría hablar contigo,” dijo Edward. “Tenemos buenas noticias.”
La expresión de Charlie pasó en un segundo de tensa amabilidad a oscura sospecha.
“¿Buenas noticias?” gruñó Charlie, mirándome fijamente.
“Toma asiento, Papá.”
Levantó una ceja, me miró por cinco segundos, entonces con paso ruidoso se sentó en la orilla del reclinador,
su espalda estaba recta.
“No te exaltes, Papá”, después de un momento de silencio se lo dije.
“Todo esta bien.”
Edward hizo una mueca, y supe que había una objeción en la palabra “Esta bien”. Él probablemente habría
usado algo parecido a “maravilloso” o “perfecto” o “glorioso”.
“Seguro Bella, seguro que sí. Si todo es tan genial entonces ¿Por qué estas tan nerviosa?”
“No estoy nerviosa,” mentí.
Me ladeé lejos de su feroz ceño fruncido, avergonzada hacia Edward, e instintivamente limpié mi frente con
mi mano derecha para remover la evidencia.
“¡Estas embarazada!”. Charlie explotó “¿Estas embarazada, no es cierto?”
Pensando que la pregunta estaba dirigida a mi, él estaba mirando a Edward, y puedo jurar que vi su mano
dirigirse a su pistola.
“¡No! ¡Por supuesto que no lo estoy!” Quise darle un codazo en la costilla a Edward, pero sabia que ese
movida sólo me podría proporcionar un moretón.
¡Le había dicho a Edward que la gente probablemente sacaría esa conclusión! ¿Qué otra razón posible habría
para que personas cuerdas se casaran a los dieciocho años?
(Su respuesta hizo que mis ojos giraran. Amor. Claro.)
La mirada llena de ira de Charlie se aclaró. Usualmente cuando estaba diciendo la verdad mi cara lo dejaba
bastante claro, y el ahora me creía.
“Oh, lo siento”
“Disculpa aceptada”.
Hubo una larga pausa. Después de un momento me di cuenta que todos estaban esperando a que dijera algo.
Miré aterrada a Edward. No había manera de que me salieran las palabras. Me sonrió y entonces dobló sus
hombros hacia mi padre.
“Charlie, me he dado cuenta de que no he hecho esto en orden. Tradicionalmente, debería haberte preguntando
primero. No quise faltarte el respeto, pero como Bella ya ha dicho que sí y no quiero empequeñecer su
decisión en este asunto, en vez de pedirte a ti su mano, estoy pidiendo tu bendición. Nos vamos a casar,
Charlie. La amo más que nada en este mundo, más que a mi vida, y por un extraño milagro ella me ama de
esa forma también. ¿Nos darías tu bendición?”.
Sonaba tan seguro, tan calmado. Por un instante, escuchando la absoluta confianza en su voz, experimenté
un raro momento de entendimiento. Podía ver, fugazmente la manera que el mundo se veía para él. En lo
que duraba un latido del corazón, esta noticia hacia perfectamente sentido.
Y entonces capté la mirada de la expresión de la cara de Charlie, ahora sus ojos estaban mirando el anillo.
Aguanté la respiración mientras que su piel cambiaba de color, un aceptable rojo, de rojo a violeta, me
comencé a parar, no estaba segura que tenia planeado hacer; tal vez utilizar la maniobra Heimlich.
De seguro él no estaba ahogado, pero Edward apretó mi mano y murmuró “Dale un minuto” tan bajo que
sólo yo pude escuchar.
El silencio fue mucho mas largo esta vez. Entonces gradualmente, matiz a matiz, el color de Charlie volvió
a la normalidad. Sus labios estaban apretados, y sus cejas estaban arrugadas; reconocí su expresión de
“pensamiento profundo”. Nos estudió con la mirada a los dos por un largo momento, y sentí a Edward
relajarse a mi lado.
“Supongo que no estoy tan sorprendido”, se quejó Charlie. “Sabia que tendría que lidiar con esto tarde o
temprano”.
Suspiré.
“¿Estas segura de esto?” demandó Charlie mirándome.
“Estoy cien por ciento segura de Edward”, le dije sin titubear.
“Contrayendo matrimonio, ¿aunque? ¿Cuál es el apuro?” Me miro sospechosamente otra vez.
El apuro era debido al hecho de que me estaba acercando cada vez más a los diecinueve años todos los
apestosos días, mientras que Edward estaba congelado en sus diecisiete años de perfección. No es ese el
hecho de que en mi libro este asociado al casamiento, pero el matrimonio era requerido debido al delicado
y enredado compromiso que Edward y yo habíamos hecho para llegar a este punto, al borde de cualquier
transformación de mortal a inmortal.
Estas no eran cosas que podía explicarle a Charlie.
“Nos vamos juntos a Darthmouth en el otoño, Charlie,” Edward le recordó. “Me gustaría hacerlo, bueno,
de la manera correcta. Es como fui criado”. Dijo encogiendo sus hombros.
No estaba exagerando exactamente; ellos habían sido grandes moralistas pasados de moda en la Primera
Guerra Mundial.
La boca de Charlie estaba torcida de un lado. Mirando por algún ángulo para rebatir. Pero ¿Que podía decir?
¿Prefiero que vivas en pecado primero? Era un papá; sus manos estaban entrelazadas.
“Sabia que venia esto” dijo para si mismo frunciendo el ceño. Entonces de repente, su cara pasó perfectamente
a suave y en blanco.
“¿Papá?” pregunté ansiosa. Miré a Edward, pero no pude leer su cara, tampoco cuando miraba a Charlie.
“¡Ja!” Charlie explotó. Salté en mi asiento. “¡Ja, ja, ja!”
Miré sin creer como Charlie se doblaba de la risa, todo su cuerpo se sacudía.
Miré a Edward por una traducción, pero Edward tenia sus labios juntos, tensamente presionados, como si
estuviera tratando de contener una carcajada.
“OK, esta bien” dijo ahogado. “Cásense”. Otro ataque de risa lo sacudió.
“Pero…”
“¿Pero qué?” demandé.
“¡Pero tú tienes que decirle a tu madre! ¡No le diré ni una palabra a René! ¡Eso es todo tuyo!” estalló en
carcajadas de la risa.
Paré con mi mano en la manilla, sonriendo. Seguro, en ese momento, sus palabras me aterrorizaron.
La Ultima Condena: decirle a René. Un matrimonio a temprana edad estaba en lo más alto de su lista negra,
más que hervir vivos a pequeños cachorritos.
¿Quién podría haber previsto su respuesta? Yo no. Charle ciertamente no. Quizás Alice, pero no pensé en
preguntarle
“Bueno: Bella,” dijo Renée después de haberme atragantado y tartamudeado con las palabras imposibles:
Mamá, me caso con Edward. “Estoy un poco ofendida que hayas esperado tanto para decirme. Los pasajes
de avión cada vez se ponen más caros. Oohh, se inquietó, “¿Crees que Phill no tendrá yeso para entonces?”
Arruinaría las fotos si no esta con traje.”
“Espera un segundo, Mamá.” dije boquiabierta. ¿A que te refieres con que esperé tanto? Recién me comp…”
No podía forzar a salir la palabra comprometida “las cosas se fijaron, tú sabes, hoy”.
"¿Hoy día? ¿En serio? Eso es una sorpresa. Asumí…”
“¿Qué asumiste? ¿Cuándo lo asumiste?”
“Bueno, cuando viniste a visitarme en Abril, se veía como si todo estuviera arreglado, si sabes a lo que me
refiero. No eres muy difícil de leer, cariño. Pero no dije nada por que sé que no habría hecho nada de bien.
Eres exactamente como Charlie”. Suspiró, resignada. “Una vez que decides algo, no hay forma de razonar
contigo. Por supuesto, exactamente como Charlie, te apegas a tus decisiones, también.”
“No estas cometiendo mis errores, Bella. Suenas como si estuvieras muerta de miedo, y creo que es porque
tenias miedo de mi”. Soltó una risita tonta. “De que voy a creer, y sé que he dicho mucho sobre el matrimonio
y otras estupideces, no estoy retractándome, pero necesitas darte cuenta de que esas cosas específicamente
se aplican a mi. Tú eres una persona completamente distinta a mí. Tú cometes tus propios errores, y estoy
segura que tendrás tu parte correspondiente de arrepentimientos en tu vida. Pero el compromiso nunca fue
tu problema, cariño. Tienes mejores opciones para hacer que esto funcione, mucho mas que gente de
cuarenta años que conozco”. Renée se reía otra vez.” Mi pequeña hija de mediana edad. Por suerte, al parecer
haz encontrado otra alma vieja.”
“¿No estas enojada?” “¿No crees que estoy cometiendo un gran error?”
“Bueno, de seguro desearía que esperaras unos cuantos años más. Me refiero a que, te parezco lo
suficientemente vieja para ser suegra? No contestes eso. Pero no sobre mí. Es sobre ti. ¿Eres feliz?"
“No lo sé. Estoy teniendo una experiencia extrasensorial ahora mismo.”
Renée soltó una risa suave. “¿Él te hace feliz, Bella?”
“Sí, pero-”
“¿Pero qué?”
“Pero no dirás que suena exactamente como cualquier otra encaprichada adolescente como en la antigüedad?”
“Nunca has sido una adolescente, cariño. Sabes lo que es mejor para ti”.
En las últimas semanas, inesperablemente, Renée se vio inmersa en los planes de la boda. Pasa horas todos
los días al teléfono con la madre de Edward, Esme, no hay preocupaciones en que las suegras se lleven bien.
Renée adora a Esme, pero entonces, dudo que alguien pueda evitar reaccionar de esa manera a hacia mi más
adorable suegra.
En seguida me dejó descolocada. La familia de Edward y mi familia, juntos estaban a cargo de los preparativos
sin dejarme hacer, saber o pensar mucho sobre ello.
Charlie estaba furioso, por supuesto, pero la parte más dulce fue que no estaba enojado conmigo. Renée era
la traidora. El contaba con que ella fuera la difícil. ¿Que podía él hacer ahora, cuando la última amenaza –
decirle a Mamá – había resultado completamente en vano? No tenía nada, y lo sabia. Entonces lloriqueaba
alrededor de la casa, murmurando que ya no podía confiar en nadie en este mundo…
“¿Papá?” lo llamé cuando abrí la puerta de la calle. “Estoy en casa.”
“Espera, Bella , quédate ahí.”
“¿Ah?" pregunté, parando automáticamente.
“Dame un segundo, Ouch, lo hiciste, Alice.”
¿Alice?
“Lo siento, Charlie,” La vibrante voz de Alice respondió, ¿Cómo es eso?
“Estoy sangrando.”
“Estás bien. No pase la piel" – confía en mi.
"¿Qué esta pasando?" demandé, dubitativa en la puerta de entrada.
“Treinta segundos, por favor, Bella,” me dijo Alice. “Tu paciencia será recompensada.”
“Hhmm” añadió Charlie.
Golpeé con mi pie en el suelo, contando cada segundo. Antes de entrar a la sala de estar.
“Oh” exhalé. “Aw. Papá. ¿No te ves –"
"¿Tonto?" interrumpió Charlie.
“Estaba pensando en 'elegante'”
Charlie se sonrojó. Alice tomó su codo y tiró de la manga, lo dio vuelta en circulo para exhibir el traje de
color gris pálido.
“Ahora sácame esto, Alice. Me veo como un idiota.”
"Nadie que ha sido vestido por mi se ve como un idiota."
“Tiene razón, Papá. ¡Te ves fantástico! ¿Cuál es la ocasión?“
Alice giró sus ojos. “Es la prueba de talle final. Para ambos. “
Despegué la mirada del inusualmente elegante Charlie y por primera vez vi el la temida bolsa blanca de ropa
recostada cuidadosamente a través del sofá.
“Aahh"
“Ve a tu lugar feliz, Bella. No nos tomará mucho“
Respiré hondo y cerré mis ojos. Manteniéndolos cerrados, me tropecé dirigiéndome hacia las escaleras a
mi habitación. Me desnudé hasta quedar en mi ropa interior y mantuve los brazos arriba sin rodeos.
“Creíste que estaba metiendo astillas de bambú bajo tus uñas,” Alice murmuró para si misma cuando me
seguía.
No le presté atención. Estaba en mi lugar feliz.
En mi lugar feliz, toda la confusión de la boda se terminaba y listo, quedaba atrás. Reprimida y olvidada.
Estábamos solos, sólo Edward y yo. El entorno era confuso y estaba constantemente en flujo – cambiaba de
un brumoso bosque a una ciudad cubierta de nubes a una noche ártica – por que Edward estaba guardando
en secreto el lugar de nuestra Luna de miel para sorprenderme. Pero no estaba particularmente preocupada
acerca de dónde.
Edward y yo estábamos juntos, había cumplido mi parte del compromiso perfectamente. Me casaría con él.
Ese era el mayor. Pero también había aceptado todos sus exorbitantes regalos y estaba inscrita, aunque
inútilmente, para asistir a la escuela de Darmouth en el otoño. Ahora era su turno.
Antes de que me transformara en vampiro – su gran compromiso – él tenía otra condición que cumplir.
Edward tenía una obsesiva preocupación acerca de las cosas humanas a las que estaba renunciando, las
experiencias que no quería que me perdiera. Pero había sólo una experiencia en la que yo insistía. Por
supuesto era la que él habría deseado que olvidara por completo.
Así era la cosa, difícil. Sabía como seria cuando todo se acabara. He visto vampiros neófitos de primera
mano, y he escuchado las historias de mi pronto a ser familia sobre los salvajes primeros días. Por varios
años, mi mayor rasgo de personalidad será estar sedienta. Tomaría tiempo volver a ser yo otra vez. Y aún
cuando estuviera en control de mi misma, nunca volvería a sentir de la misma forma que me siento ahora.
Humana… y apasionadamente enamorada.
Quería la experiencia completa antes de haber intercambiado mi calidez, frágil, un cuerpo plagado de
feromonas por algo hermoso, fuerte y desconocido. Quería una Luna de miel real con Edward, y a pesar del
miedo que sentía al peligro en que me colocaría, él aceptó intentarlo.
Estaba vagamente conciente de Alice y el suave roce de satín en mi piel. No me importaba por el momento
que el pueblo entero hablara de mí. No pensaba en el espectáculo que tendría que protagonizar muy pronto.
No me preocupaba de tropezarme con mi cola o de reírme en el momento equivocado o de ser muy joven o
de la audiencia mirando o incluso del asiento vació donde mi mejor amigo debería estar.
Estaba con Edward en mi lugar feliz.
2. NOCHE LARGA
“Ya te extraño.”
“No necesito irme. Me puedo quedar…”
“Mmm.”
Estuvo en silencio por un largo momento, sólo el golpe de mi corazón martillando. El ritmo deshecho de nuestra respiración entrecortada, y el susurro de nuestros labios moviéndose en sincronización.
A veces era muy fácil olvidar que estaba besando a un vampiro. No porque pareciera normal o humano –nunca podría olvidar ni por un segundo que estaba sosteniendo a alguien más ángel que humano en mis brazos- sino porque él lo hacía parecer como si no fuera nada tener sus labios contra mis labios, mi cara, mi garganta. Él afirmaba que ya tenía mucho tiempo que había pasado la tentación que mi sangre solía ser para él, que la idea de perderme le había curado cualquier deseo de ella. Pero yo sabía que el olor de mi sangre todavía le causaba dolor –todavía le quemaba su garganta como si estuviera inhalando llamas.
Abrí mis ojos y encontré los suyos abiertos, también, mirando fijamente mi cara. No tenía sentido cuando él me miraba de esa manera. Como si fuera el premio en lugar del escandaloso afortunado ganador.
Nuestras miradas se encontraron por un momento; sus ojos dorados eran tan profundos que imaginé que podía ver todo el camino a su alma. Parecía tonto que éste hecho –el de la existencia de su alma-siempre había estado en duda, incluso si él era un vampiro. Él tenía el alma más hermosa, más hermosa que su mente brillante ó su incomparable cara ó su glorioso cuerpo.
Él me volvió a mirar como si pudiera ver mi alma, también, y como si le gustara lo que veía.
Él no podía ver dentro de mi mente, sin embargo, de la manera que veía la de los demás. Quién sabe por qué –algún extraño fallo en mi cerebro que lo hacía inmune a todas las extraordinarias y atemorizantes cosas que algunos inmortales podían hacer. (Sólo mi mente era inmune; mi cuerpo todavía era un tema para los vampiros con habilidades que trabajaban de diferentes maneras que las de Edward.) Pero estaba seriamente agradecida con el mal funcionamiento que fuera que mantenía mis pensamientos en secreto. Era simplemente muy vergonzoso considerar la alternativa.
Tire su cara hacia la mía de nuevo.
“Definitivamente me quedo,” murmuró un momento después.
“No, no. Es tu fiesta de soltero. Tienes que ir.”
Dije las palabras, pero los dedos de mi mano derecha se aferraron a su cabello bronce, la izquierda presionaba con fuerza su espalda. Sus manos heladas acariciaron mi cara.
“Las fiestas de solteros están diseñadas para aquellos que están tristes por ver pasar sus días de solteros. No podría estar más ansioso de tener los míos detrás de mí. Así que no tiene sentido.”
“Cierto.” Respiré contra la piel fría como invierno de su garganta.
Esto era muy cercano a mi lugar feliz. Charlie durmiendo inconsciente en su cuarto, que era casi tan bueno como estar solo. Estábamos acurrucados en mi pequeña cama, entrelazados lo más posible, considerando la espesa manta en la que estaba envuelta como en un capullo. Odiaba la necesidad de la manta, pero arruinaba un poco el romance cuando mis dientes comenzaban a castañear. Charlie se daría cuenta si prendía el calentador en Agosto…
Por lo menos, si tenía que ser abrigada, la camisa de Edward estaba en el piso. Nunca salí del shock de cuan perfecto su cuerpo era –blanco, frío, y pulido como el mármol. Dirigí mi mano hacia su pecho de piedra ahora, trazándolos a través de la plana superficie de su estómago, simplemente maravilloso. Un ligero escalofrío lo recorrió, y su boca encontró la mía de nuevo. Con cuidado, dejé que la punta de mi lengua presionara contra sus labios como el vidrio, y él suspiró. Su dulce aliento pasó –frío y delicioso- sobre mi cara.
Él comenzó a apartarse –ésa era su respuesta automática cuando decidía que las cosas habían ido muy lejos, su reflejo cuando él quería sobre todo seguir. Edward había pasado la mayoría de su vida rechazando cualquier tipo de gratificación física. Sabía que era aterrador para él tratar de cambiar esos hábitos ahora.
“Espera,” dije, agarrando sus hombros y abrazándome más cerca de él. Liberé una pierna y la enrollé alrededor de su cintura. “La práctica hace la perfección.”
Él se rió por lo bajo. “Bueno, deberíamos estar bastante cerca de la perfección a estas alturas, entonces, o no? Has dormido algo en el último mes?”
“Pero éste es el ensayo para el vestido,” le recordé, “y sólo hemos practicado ciertas escenas. No es hora de jugar seguro”.
Pensé que él reiría, peor no respondió, y su cuerpo estaba inmóvil con estrés repentino. El oro en sus ojos pareció endurecer de un líquido a un sólido.
Analicé mis palabras, dándome cuenta qué podría haber oído en ellas.
“Bella…,” susurró.
“No empieces esto de nuevo,” dije. “Un trato es un trato.”
“No lo sé. Es muy difícil concentrarse cuando estás conmigo así. Yo – yo no puedo pensar con claridad. No seré capaz de controlarme. Saldrás herida.”
“Estaré bien.”
“Bella…”
“Shh!” presioné mis labios contra los suyos para detener su ataque de pánico. Lo había escuchado antes. No se iba a salir de su trato. No después de insistir en que me casara con él primero.
Me regresó el beso por un momento, pero sabía que no estaba tan involucrado como antes. Preocupándose, siempre preocupándose. Qué tan diferente sería cuando él ya no necesitara preocuparse por mí. Qué haría con todo su tiempo libre? Tendría que buscarse un nuevo hobby.
“Cómo están tus pies?” preguntó.
Sabiendo que no lo decía literalmente, respondí, “Entrando en calor.”
“En serio? No ideas de apoyo? No es demasiado tarde para cambiar tu decisión.”
“Estás tratando de abandonarme?”
Soltó una risita. “Sólo asegurándome. No quiero que hagas algo de lo que no estás segura.”
“Estoy segura acerca de ti. Con lo demás puedo vivir.”
Él vaciló, y me preguntó si pondría mi pie en mi boca de nuevo.
“Puedes?” preguntó en voz baja. “No me refiero a la boda –que estoy seguro sobrevivirás a pesar de tus reclamos- pero después… qué pasa con Renée, qué pasa con Charlie?”
Suspiré. “Los extrañaré.” Lo peor, que ellos me extrañarían, pero no quería darle ningún combustible.
“Angela y Ben y Jessica y Mike.”
“Extrañaré a mis amigos, también.” Sonreí en la oscuridad. “Especialmente a Mike. Oh, Mike! Cómo podré seguir?”
Soltó un gruñido.
Reí pero después era en serio. “Edward, hemos pasado por esto y por esto. Sé que será difícil, pero esto es lo que quiero. Te quiero a ti, y te quiero por siempre. Una vida es simplemente insuficiente para mí.”
“Estancada para siempre en los 18,” murmuró.
“El deseo de cualquier mujer hecho realidad,” bromeé.
“Nunca cambiar… nunca seguir adelante.”
“Qué significa eso?”
Respondió lentamente. “Recuerdas cuando le dijimos a Charlie que nos casábamos? Y pensó que estabas… embarazada?”
“Y pensó en disparate,” supuse con una risa. “Admítelo –por un segundo, él honestamente lo consideró.”
No respondió.
“Qué, Edward?”
“Deseo… bueno, deseo que él haya estado en lo correcto.”
“Gah,” lancé un grito apagado.
“Más que había una forma en que el pudo haber estado. Que nosotros tuvimos esa clase de potencial. Odio quitarte eso, también.”
Me tomó un minuto. “Sé lo que estoy haciendo.”
“Cómo puedes saber eso, Bella? Mira a mi madre, mira a mi hermana. No es tan fácil el sacrificio como te imaginas.”
“Esme y Rosalie se las arreglan bien. Si es un problema después, podemos hacer lo que Esme hizo –adoptaremos.”
Suspiró y luego su voz era feroz. “No está bien! No quiero que hagas sacrificios por mí. Quiero darte cosas, no quitártelas. No quiero robar tu futuro. Si fuera humano-.”
Puse mi mano sobre sus labios. “Tú eres mi futuro. Ahora detente. Sin depresiones, o llamaré a tus hermanos para que vengan y te lleven. Tal vez necesitas una fiesta de soltero.”
“Lo siento. Me estoy deprimiendo, o no? Deben ser los nervios.”
“Están tus pies fríos?”
“No en ese sentido. He estado esperando un siglo para casarme con usted, Señorita Swan. La ceremonia de la boda es algo que no puedo esperar-“ Él interrumpió su idea. “Oh, por el amor de todo lo que es santo!”
“Qué sucede?”
Apretó los dientes. “No tienes que llamar a mis hermanos. Aparentemente Emmett y Jasper no me van a dejar retirarme esta noche.”
Lo agarré más cerca por un momento y luego lo solté. No tenía una oración para ganar unas vencidas con Emmett. “Diviértete.”
Hubo un chillido contra la ventana –alguien deliberadamente arañando con sus uñas de acero el cristal para hacer un sonido horrible, de cúbrete tus oídos, como gansos golpeándote la columna. Me estremecí.
“Si no mandas a Edward afuera,” Emmett –todavía invisible en la noche- silbó amenazante, “entraremos por él!”
“Ve,” reí. “Antes de que destruyan mi casa.”
Edward puso los ojos en blanco pero se puso en pie en un fluido movimiento y tenía su camisa puesta en otro. Se inclinó y besó mi frente.
“Duérmete. Tienes un gran día mañana:”
“Gracias! Eso seguro me ayuda.”
“Te veré en el altar.”
“Seré la de blanco.” Sonreí con la forma tan perfectamente de época soné.
Él se río, diciendo, “Muy convincente,” y luego de repente se hundió agachándose, sus músculos flexionados en un brinco. Se desvaneció –lanzándose fuera de mi ventana demasiado rápido para que mis ojos lo siguieran.
Afuera, había un golpe sordo, y oí a Emmett maldecir.
“Más les vale que no se retrase,” murmuré, sabiendo que podían escuchar.
Y luego el rostro de Jasper miraba a través de mi ventana, su cabello color miel, plateado en la débil luz de la luna que trabajaba a través de las nubes.
“No te preocupes, Bella. Lo llevaremos a casa con suficiente tiempo.”
De pronto estaba muy calmada, y todas mis dudas parecieron poco importantes. Jasper era, a su propia manera, tan talentoso como Alice con sus increíblemente precisas predicciones. El medio de Jasper eran los humores en lugar del futuro, y era imposible de resistir sentirte de la manera que él quería que te sintieras.
Me senté incómodamente, todavía envuelta en mi sábana. “Jasper? Qué hacen los vampiros para las fiestas de solteros? No lo vas a llevar a un strip club, verdad?”
“No le digas nada!”Emmett gruñó desde abajo. Hubo otro golpe, y Edward rió por lo bajo.
“Relájate,” me dijo Jasper –Y lo hice. “Los Cullen tenemos nuestra propia versión. Sólo unos pocos pumas, un par de osos pardos. Muy parecida a una noche normal fuera.”
Me pregunté si alguna vez sería capaz de sonar tan indiferente sobre la dieta “vegetariana” de los vampiros.
“Gracias, Jasper.”
Hizo un guiño y salió de mi vista.
Estaba completamente en silencio afuera. Los ronquidos amortiguados de Charlie zumbaban a través de las paredes.
Me recosté sobre mis almohadas, ahora adormilada. Mire las paredes de mi pequeño cuarto, pálidas decolorada a la luz de la luna, bajo pesadas capas.
Mi última noche en mi cuarto. Mi última noche como Isabella Swan. Mañana en la noche, sería Bella Cullen. Aunque toda la experiencia del matrimonio era una espina dentro de mí, tenía que admitir que me gustaba cómo sonaba.
Dejé a mi mente vagar libremente por un momento, esperando que el sueño me llevara. Pero, después de unos minutos, me encontré más alerta, la ansiedad regresaba sigilosamente a mi estómago, retorciéndolo en posiciones incómodas. La cama parecía muy suave, muy tibia sin Edward en ella. Jasper estaba muy lejos, y todos los pensamientos tranquilos y relajados se fueron con él.
Iba a ser un día muy largo mañana.
Estaba conciente que la mayoría de mis miedos eran estúpidos –sólo tenía que olvidarlos. La atención era una parte inevitable de la vida, no podía confundirla siempre con el escenario. Sin embargo, sí tenía preocupaciones específicas que eran completamente válidas.
Primero, estaba la cola del vestido de boda. Alice claramente dejó a su sentido artístico dominar a lo funcional en esa. Maniobrar la escalera de los Cullen en tacones y una cola sonaba imposible. Debí haber practicado.
Luego estaba la lista de invitados.
La familia de Tanya, el clan Denali, estarían llegando antes de la ceremonia.
Sería delicado tener a la familia de Tanya en la misma habitación con nuestros invitados de la reserva Quileute, el padre de Jacob y los Clearwater. Los Denali no eran fans de los hombres lobo. De hecho, la hermana de Tanya, Irina, no vendría a la boda. Ella todavía esperaba una vendetta contra los hombres lobo por matar a su amigo Laurent (sólo que él estaba a punto de matarme). Gracias a ese rencor, los Denali abandonaron a la familia de Edward en su peor hora de necesidad. Había sido la inverosímil alianza con los lobos Quileute que había salvado nuestras vidas cuando la horda de vampiros neófitos atacó…
Edward me había prometido que no sería peligroso tener a los Denali cerca de los Quileute. Tanya y toda su familia –además de Irina- se sentían horriblemente culpables por ese defecto. Una tregua con los hombres lobo era un precio pequeño para reconciliar algo de esa deuda, un precio que estaban preparados para pagar.
Ése era el gran problema, pero había un pequeño problema, también: mi frágil autoestima.
Nunca había visto a Tanya antes, pero estaba segura que conocerla no sería una experiencia agradable para mi ego. Había una vez, probablemente antes de que naciera, ella había hecho su jugada por Edward –no es que la culpe a ella o a alguien más por quererlo. Aún así, ella sería hermosa por lo menos y magnífica por mucho. Aunque Edward claramente –e inconcebiblemente- me prefería, no sería capaz de evitar hacer comparaciones.
Refunfuñé un poco hasta que Edward, que sabía mi debilidad, me hizo sentir culpable.
“Somos lo más cercano que ellos tienen a una familia, Bella,” me había recordado. “Todavía se sienten como huérfanos, sabes, incluso después de todo este tiempo.”
Así que se lo concedí, escondiendo mi ceño fruncido.
Tanya tenía una gran familia ahora, casi tan grande como los Cullen. Había cinco de ellos: A Tanya, Kate, e Irina se les unieron Carmen y Eleazar casi al mismo tiempo que a los Cullen se les unían Alice y Jasper, todos ellos unidos por su deseo de vivir más compasivamente que los vampiros normales.
Para toda compañía, sin embargo, Tanya y sus hermanas estaban aún solas de una manera. Todavía de luto. Porque mucho tiempo atrás, ellas habían tenido una madre, también.
Me podía imaginar el hueco que dejó esa pérdida, incluso después de miles de años; traté de visualizar a la familia Cullen sin su creador, su centro, y su guía –su padre, Carlisle. No lo podía imaginar.
Carlisle había explicado la historia de Tanya durante una de las muchas noches que me quedé hasta tarde en casa de los Cullen, aprendiendo todo lo que podía, preparándome lo más posible para el futuro que había escogido. La historia de la madre de Tanya era una entre varias, una historia preventiva ilustrando una de las reglas de la que necesitaría estar pendiente cuando me uniera al mundo inmortal. Sólo una regla, de hecho –una ley que se rompe en mil facetas diferentes: Mantén el secreto.
Mantener el secreto significa muchas cosas –vivir discretamente como los Cullen, mudándose antes de que los humanos sospechen que no están envejeciendo. O mantenerte libre de humanos completamente –excepto a la hora de comer- la manera en que nómadas como James y Victoría habían vivido; la manera en que los amigos de Jasper, Peter y Charlotte, aún vivían. Significa mantener el control de los nuevos vampiros de crearas, como Jasper había hecho cuando había vivido con Maria. Como Victoria había fallado en hacer con sus neófitos.
Y significaba no crear algunas cosas en primer lugar, porque algunas creaciones eran incontrolables.
“No conozco el nombre de la madre de Tanya,” había admitido Carlisle, sus ojos dorados, casi del mismo tono de su rubio cabello, triste al recordar el dolor de Tanya. “Nunca hablan de ella si pueden evitarlo, nunca piensan en ella por gusto.
“La mujer que creó a Tanya, Kate e Irina –que las amaba, creo- vivió muchos años antes de que yo naciera, durante un tiempo de plaga en nuestro mundo, la plaga de los niños inmortales.
“Lo que estaban pensando, aquellos antiguos, no lo empiezo a entender. Ellos crearon vampiros de humanos que apenas eran más que bebés.”
Tuve que tragarme la bilis que subió en mi garganta mientras me imaginaba lo que estaba describiendo.
“Ellos eran muy hermosos,” había explicado Carlisle rápidamente, viendo mi reacción. “Tan simpáticos, tan encantadores, no te lo imaginas. No tienes sino que estar cerca de ellos para amarlos; era algo automático.
“Sin embargo, no se les podía enseñar. Estaban estancados a cualquier nivel de desarrollo que hubieran logrado antes de ser mordidos. Adorables niños de dos años con hoyuelos y ceceos que podían destruir media aldea en una de sus rabietas. Si tenían hambre, se alimentaban, y ninguna palabra de advertencia podía contenerlos. Los humanos los veían, historias circularon, el miedo se propagó como fuego en maleza seca…
“La madre de Tanya creó un niño como esos. Como con los otros antiguos, no puedo comprender sus razones.” Tomó una profunda, regular respiración. “Los Volturi se involucraron, por supuesto.”
Me encogí como siempre lo hacía con ese nombre, pero por supuesto que la legión de vampiros italianos –realeza en su propia opinión- era el eje de esta historia. No podría haber una ley si no hubiera castigo; no podría haber castigo si no hubiera nadie para repartirlo. Los antiguos Aro, Cayo y Marcos gobernaban las fuerzas Volturi; sólo los había visto una vez, pero en ese breve encuentro, me pareció que Aro, con su poderoso don que lee mentes –un contacto y sabría cada pensamiento que una mente hubiera tenido –era el verdadero líder.
“Los Volturi estudiaron a los niños inmortales, en casa en Volterra y alrededor de todo el mundo. Cayo decidió que los jóvenes eran incapaces de proteger nuestro secreto. Y por eso tenían que ser destruidos.
“Te digo que eran encantadores. Bueno, los aquelarres pelearon hasta el último hombre –fueron completamente diezmados- para protegerlos. La matanza no fue tan difundida como las guerras sureñas en este continente, pero más devastadoras en su propia forma. Aquelarres establecidos durante mucho tiempo, viejas tradiciones, amigos… La mayoría se perdió. Al final, la práctica fue completamente eliminada. Los niños inmortales se volvieron innombrables, un tabú.
“Cuando viví con los Volturi, conocí a dos niños inmortales, así que conozco de primera mano el atractivo que tenían. Aro estudió a los pequeños por muchos años después de que la catástrofe que habían causado había acabado. Conoces su carácter inquisitivo; él tenía esperanzas que pudieran ser domesticados. Pero al final, la decisión fue unánime: los niños inmortales no podían ser permitidos a existir.”
Había olvidado a la madre de las hermanas Denali cuando la historia regreso a ella.
“No es precisamente claro lo que le sucedió a la madre de Tanya,” Carlisle dijo. “Tanya, Kate, e Irina eran completamente inconscientes hasta el día que los Volturi llegaron por ellas, su madre y su creación ilegal ya como sus prisioneros. Fue la ignorancia lo que salvó la vida de Tanya y sus hermanas. Aro las tocó y vio su total inocencia, así que no fueron castigadas con su madre.
“Ninguna de ellas había visto al niño antes, o soñar de su existencia, hasta el día que lo vieron quemarse en los brazos de su madre. Solo puedo suponer que su madre había guardado el secreto para protegerlas de éste exacto resultado. Pero por qué lo habría creado en primer lugar? Quién era él, y qué había significado para ella que la motivó a cruzar ésta línea que no se puede cruzar? Tanya y las otras nunca recibieron una respuesta para cualquiera de éstas preguntas. Pero no pudieron dudar de la culpabilidad de su madre, y no creo que jamás la hayan perdonado verdaderamente.
“Incluso con la perfecta garantía de Aro que Tanya, Kate, e Irina eran inocentes, Cayo quería quemarlas. Culpables por asociación. Fueron afortunadas de que Aro se sintiera compasivo ese día. Tanya y sus hermanas fueron perdonadas, pero dejadas con corazones incurables y un muy saludable respeto por la ley…”
No estoy segura cuándo exactamente el recuerdo se volvió un sueño. Un momento parecía que estaba escuchando a Carlisle, mirando su cara, y luego un momento después estaba mirando un gris, árido campo y oliendo la espesa esencia de incienso quemándose en el aire. No estaba sola allí.
El conjunto de figuras en el centro del campo, envueltas en capas cenicientas, me deberían haber aterrorizado –sólo podían ser Volturi, y yo era, contra lo que ellos habían decretado en nuestro último encuentro, todavía humana. Pero yo sabía, como a veces lo hago en sueños, que yo era invisible para ellos.
Esparcidos alrededor de mí había montones humeantes. Reconocí la dulzura en el aire y no examiné los montículos muy de cerca. No tenía deseos de ver los rostros de los vampiros que habían ejecutado, medio temerosa de que pudiera reconocer a alguien en las ardientes piras.
Los soldados Volturi se hallaron en un círculo alrededor de algo ó alguien, y escuché sus susurrantes voces creciendo en agitación. Me acerqué despacio a las capas, obligada por el sueño a ver que cosa o persona estaban examinando con tanta intensidad. Movimiento cuidadosamente entre las altas y silbantes figuras envueltas, finalmente ví el objeto de su debate, creciendo en un pequeño monte sobre ellos.
Él era hermoso, adorable, justo como Carlisle había descrito. El niño era un pequeño todavía, tal vez dos años de edad. Rizos café claro enmarcaban su cara de querubín con sus redondas mejillas y labios rellenos. Y él estaba temblando, sus ojos cerrados como si estuviera muy asustado para ver la muerte acercarse más cada segundo.
Fui golpeada por una poderosa necesidad de salvar al adorable, aterrado niño que los Volturi, a pesar de todo su peligro devastador, ya no me importaban. Los empujé para pasar, sin importarme si ellos se daban cuenta de mi presencia. Liberándome de ellos completamente, corrí hacia el niño.
Sólo cuando me tambaleé al detenerme fue cuando tuve una clara visión del monte en el que él estaba sentado. No era tierra y roca, sino una pila de cuerpos humanos, desangrados y sin vida. Demasiado tarde para no ver las caras. Los conocía a todos –Ángela, Ben, Jessica, Mike… y directamente bajo el adorable niño estaban los cuerpos de mi padre y mi madre.
El niño abrió sus ojos brillantes color rojo sangre.
3. MATRIMONIO
Mis ojos se abrieron.
Estuve temblando y jadeando en mi cama durante varios minutos, tratando de liberarme del sueño. y luego rosado mientras esperaba que mi corazón redujera la marcha.
Cuando volví a la realidad de mi cuarto sucio, familiar. Me molesté un poco conmigo misma. ¡Qué sueño para tener la noche antes de mi boda! Esto es lo que consigo obsesionándome con las historias inquietantes a mitad de la noche.
Impaciente por quitarme la pesadilla. Me vestí y me dirigí a la cocina mucho antes de que yo lo necesitara. limpie los cuartos, y luego cuando Charlie se levantó le hice unas tortitas. Yo estaba demasiado nerviosa hasta para tener cualquier interés en comer el desayuno. Me senté en mi sitio mientras el comía.
"Tienes que recoger al Sr. Weber a las tres en punto." Le recordé
“No tengo mucho que hacer además de acompañarte, Bella. Probablemente no olvidaré mi único trabajo. “Charlie había tomado el día libre entero para la boda, y al final no serviría para nada. De vez en cuando, sus ojos miraban furtivamente a la puerta cercana bajo la escalera, donde él guarda sus instrumentos para pescar.
“Ese no es tu único trabajo, también tienes que estar vestido y presentable" Él frunció el ceño en hacia sus cereales y murmuró las palabras "El traje de mono " bajo su aliento.
Alguien tocó enérgicamente la puerta de la calle.
“Tu piensas que lo tienes mal " Dije, mientras me levantaba " Alice trabajará en mí todo el día " Charlie cabeceó pensativamente, concediendo que él realmente tenía los menores problemas. Bese lo mas alto de su cabeza Él se ruborizó y tosió. Seguí caminando para abrirle la puerta a mi mejor amiga y mi-pronto-hermana.
El pelo corto negro de Alice no estaba en sus habituales puntas despeinadas. Tenía preciosos bucles cayendo alrededor de su cara de duendecillo, que le daba una expresión contrastadamente seria. Ella me arrastró fuera de la casa diciendo un leve " ¡Eh!, Charlie " cuando salió.
Alice me examinó cuando entré en su porsche.
"¡Ah, Dios, mira tus ojos!" Dijo con reproche " Qué has hecho? ¿Quedarte despierta toda la noche? "
"Casi" Ella frunció el ceño.
“Sólo he planeado tanto tiempo para que quedes perfecta y tu no estas ayudando, Bella "
“Nadie me espera perfecta. Creo que el problema más grande es que yo podría dormirme durante la ceremonia y no ser capaz para decir "Si quiero" en la parte correcta y Edward se irá a la fuga. “Ella se rió. "Te lanzaré el ramo cuando estés cerca"
"Gracias."
“Al menos usted tendrá mucho tiempo para dormir sobre el avión mañana. "
Levanté una ceja. Mañana, reflexioné. Si nosotros nos fuéramos esta noche después de la recepción, nosotros todavía estaríamos sobre el avión mañana ... bien, nosotros no íbamos a Boise, Idaho. Edward no había dejado caer solo una indirecta. Yo no debía haber acentuado el misterio, pero era extraño el no saber donde dormiría mañana por la noche. O quizás no dormiría...
Le pregunté a Alice si iba a regalarnos algo y ella frunció el ceño. "Esta todo empaquetado y listo" Ella dijo distraerme.
¡¿Ha hecho eso?! "Me gustaría que me dejaras empaquetar mis cosas"
"Eso habría sido demasiado."
"Descarta tu oportunidad de comprarme algo"
"Tu vas a ser mi hermana oficial en diez horas... es hora de quitarte esa aversión a la ropa nueva"
Yo saqué la cabeza por la ventanilla hasta que llegamos a la casa.
"¿El ya ha llegado?" Pregunté.
"No te preocupe. El estará antes de que la música empiece. Pero no puedes verle, no hasta que el vuelva. Lo haremos de la manera tradicional."
Yo grité. "¡Tradicional!"
"Sí, novios aparte"
"Ya sabes que el habrá echado una hojeada."
"No- Soy la única que te ha visto con el vestido y no el pensado en el mientras Edward estuviera cerca"
"Bien." Dije cuando giramos hacía la carretera. "Vuelves a usar la decoración de la graduación" Tres millas de calle estaban otra vez llenas de miles de lucecitas. Esta vez ella añadió banda de satén blanco.
"La basura no, no quería. Disfrútalo por que no volveras a ver esta decoración por mas tiempo." Entró en el cavernoso garage de la entrada principal, el jeep de Emmett también estaba.
"¿Segura respecto a que la novia si puede ver la decoración?" Protesté.
"Sí ella es responsable. Quiero que tu mayor impacto sea cuando bajes las escaleras"
Ella puso una mano delante de mis ojos cuando entramos en la cocina. Yo estuve inmediatamente atacada por el olor.
"¿Qué es eso?" Estaba sorprendida de como ella me dirijía por la casa.
"¿Es demasiado?" Con la voz absolutamente preocupada "Tu eres el primer humano aquí. Deseo que esté bien"
"¡Huele genial! - Le aseguré - algo intoxicada pero no del todo lleva, el balance de diferentes fragancias me llenaba "Amapolas naranjas... lilas---- y algo mas... ¿estoy en lo correcto?
"Muy bien, Bella. Tu solo olvidaste la Fresia y las rosas."
Ella no destapó mis ojos hasta que estuvimos en el baño. Lo habían convertido en un salón de belleza y me empezé a sentir somñolienta.
"¿Es todo realmente necesario? Voy a parecer simple cuando me vea.
Ella me empujo hasta una silla rosa. "Nadie se atreverá a llamarte simple cuando termine contigo."
"Sólo por que tendrán miedo de que les chupes la sangre." Dije. Me apoye en la parte de atrás de la silla y cerré mis ojos. Yo iba a estar muy cansada despues de esto. Realmente podría haberme dormido. Casi lo conseguí mientras ella enmascaraba, arreglaba y espolvoreaba cada superficie de mi cuerpo.
Fue despues de la hora de comer cuando Rosalie abrió la puerta del baño y entró ocn su rubio cabello recojido en un suave moño encima de la cabeza. Estaba tan hermosa que me dieron ganas de llorar. ¿Iba a tener que desvestirme con Rosalie delante?
"Han vuelto" Dijo Rosalie, inmediatamente el corazon se me paró. Edward estaba en casa.
"Que no se acerqué"
"El está cambiandose todavia." Dijo Rosalie. "El valora mucho su vida. Esme tiene que terminar unas cosas. ¿Quieres ayuda? ¿Puedo arreglarle el pelo?
Mi mandibula se abrio. Intenté recordar como se cerraba.
Rosalie nunca fue mi persona favorita del mundo.
Ella estaba ofendida por la opción que yo había elegido. Ella tenia su belleza imposible, su amorosa familia. Y aquí estoy yo, tirando todo lo que ella quiso por la basura. Exactamente esto me asustó.
"Por supuesto" dijo Alice. "Tu puedes empezar planchandolo. El velo va aquí debajo." Sus manos peinaban mi pelo torciendolo, levantandolo y mostrando detalladamente como lo quería. Cuando termió, sus manos fueron sustituidas por las de Rosalie. Formando mi pelo suave y rapidamente. Alice movió hacia atras mi cara.
Alice me hizo estar de pie de modo que ella pudiera pasar el vestido sobre mi pelo y maquillaje. Mis rodillas temblaban tanto que Alice tuvo que abrochar los botones de satén en mi espalda.
" Toma aire, Bella " Alice dijeron. " Intenta calmar tu corazón. No sudes tu nueva cara" Le di la mejor expresión sarcástica que yo podría hacer "Lo conseguiré"
"Vamos a vestirnos ahora. ¿Puedes arreglártelas sin nosotras durante dos minutos?"
"Ella rodó sus ojos y salió corriendo por la puerta.
Me concentré en mi respiración, conté cada movimiento de mis pulmones, y miré fijamente en el espejo del baño y las luces que hacían que la tela de mi falda brillase. Tuve miedo de mirar al espejo - con miedo a que la imagen de mí en el traje de novia me enviaría al borde en una crisis de pánico a escala natural.
Alice volvió antes de que yo hubiera respirado doscientas veces, en un vestido que caía sobre su cuerpo delgado como una cascada plateada.
"Alice - wow"
"No es nada. Nadie me mirará hoy. No mientras tu estés en la habitación”
"Difícil"
"Ahora, ¿Tienes control, o tengo que traer a Jasper?"
"¿Ellos han vuelto? ¿Ha llegado mi madre? "
"Acaba de entrar. Está subiendo"
Renée había volado hace dos días, y yo había pasado cada minuto que podía con ella - cada minuto que podía llevarla lejos de Esme y las decoraciones, en otras palabras. Por lo que yo podría decir, ella tenía más diversión con esto que un niño en Disneyland todo el día, De alguna forma, me sentí casi tan engañado a Charlie. Todo el terror que tuve respecto a su reacción.
¡" Ah, Bella! “Chilló ella, Entrando de una manera efusiva por la puerta. ¡" Ah, cariño, estás tan hermosa! ¡Ah, voy a llorar! ¡Alice, eres increíble! Tú y Esme deberíais hacer un negocio como planificadoras de boda. ¿Dónde has comprado el vestido? ¡Es precioso! ¡Muy generoso y elegante!. Bella, pareces salida de una película de Austen." La voz de mi madre sonaba un poco lejana, y todo en mi habitación parecía sumido en un sueño. "Una idea muy creativa basar todo en el anillo de Bella. ¡Muy romántica! Pensar que estaba en la familia de Edward desde el siglo XVIII!"
Alice y yo nos miramos de forma conspiradora. Mi madre no sabia que mi vestido y la decoración eran de antes del siglo XVIII. La boda no estaba hecha alrededor del anillo. Era alrededor de la vida de Edward.
Alguien se aclaró la garganta de forma brusca en el arco de la puerta.
"Renée, Esme dice que es hora de que bajes" Dijo Charlie.
"Bueno, Charlie, te ves fabuloso!" Dijo Renée en tono de sorpresa. Todos esperamos la respuesta de Charlie.
"Alice me ayudó"
"¿Es ya la hora?" Dijo Renée a si misma "Esto pasa muy rápido, me siento mareada"
Ya éramos dos.
"Dame un abrazo antes de que baje" Insistió Renée. "Con cuidado, no quiero llorar"
Mi madre me abrazo con delicadeza por la cintura, entonces se fue por la puerta.
"Oh ¡Dios! Casi me olvido. Charlie, ¿Dónde está la caja?
Mi padre rebuscó en sus bolsillo y saco una pequeña cajita blanca, que le dio a Renée. Ella levanto la tapa y me lo mostró.
"Algo azul" Dijo ella.
"También algo viejo, es de la abuela Swan." Añadió Charlie. "Nosotros teníamos una joya con piedras y un zafiro"
Dentro de la caja había dos grandes horquillas plateadas con un zafiro azul oscuro en el centro y un intrincado detalle floral en los dientes.
Tragué saliva. "Mamá, Papá... no puedo admitirlo"
"Alice no nos dejaba hacer nada." Dijo Renée. "Cuando lo intentábamos ella quería mordernos nuestros cuellos"-
Una risa histérica salió de mis labios.
Alice rapidamente colocó las horquillas en mi pelo. "Esto es algo viejo y algo azul" Musitó. Girando para mirarme. "Y el vestido es nuevo así que..."
Ella cogió algo y lo puso sobre mis manos. Era una liga blanca de encaje preciosa.
"Es mía y la quiero de vuelta" Dijo alice.
Yo asentí.
"Ya está" Dijo Alice con satisfacción."Estas oficialmente perfecta" Dijo con una auto-suficente sonrisa en su cara de duendecillo. Se giró hacia mis padres "Renée, tienes que bajar".
"Si mama" Renée me dio un beso y salió.
"Charlie, ¿me pasas las flores por favor?
Charlie salió de la habitación. Alice se puso detrás de mí y arreglo la falda. Puso la cola del vestido y el velo. y salió de la habitación.
Ella volvió junto con Charlie con cuatro flores blancas. El olor a rosas, amapolas y freesia me envolvió.
Rosalie - La música de la familia después de Edward - Estaba tocando en el piso de abajo. El canon de Pachelbel. Yo empecé a hiper-ventilar
"Tranquila, Bella" Dijo Charlie. Yo miré a Alice nerviosamente "Te ves preocupada, estás segura de que quieres hacerlo?"
Su voz sonó lejana, no sentía mis piernas.
"Ella está mejor"
Alice se puso delante de mí y cogió mis hombros con sus manos. Me guiño un ojo.
"Tranquila, Bella. Edward te esta esperando para que bajes.
La música cambio en una nueva canción. Charlie cogió mi brazo.
"Bella... estamos a punto de batear"
"¿Bella?" Pregunto Alice.
"Si." Asentí. "Edward, Ok" Y empecé a caminar por la habitación con Charlie unido por mi brazo.
"La música llenaba todo el hall. La fragancia de millones de flores flotaba por las escaleras. Me concentré en la idea de Edward para que mis pies se arrastraran por el camino.
La música me era familiar. La marcha tradicional de Wagner embellecía todo.
"Es mi turno" Susurró Alice. "Cuando cuentes hasta cinco, sígueme."
Ella fue caminando con su graciosa danza. Pensé que elegir a Alice como Dama de Honor fue un error. Yo parecería des-cordinada al lado suyo.
Una fanfarria repentina comenzó a sonar. Reconocí mi señal.
“No dejes que me caiga, papá " susurré. Charlie colocó mi mano por su brazo y luego la agarró fuerte.
Un paso por vez. Me dije como comenzamos a descender al ritmo lento de la marcha. No levanté mis ojos hasta que mis pies estuvieron seguros sobre la tierra plana, aunque yo pudiera oír los murmullos y el crujido de la audiencia centrando la vista en mi. La sangre fluyó mis mejillas cuando lo oí; desde luego yo sería siempre la novia ruborizada.
En cuanto mis pies descansaron sobre el pie de la escalera, le busqué. Durante un breve segundo, me distraje con las guirnaldas y las flores blancas colgadas por todo el cuarto. Pero entrecerré mis ojos cuando comencé a caminar entre las sillas cubiertas de satén- ruborizándome más profundamente cuando los rostros se fijaron en mí - hasta que yo lo encontré por fin, estaba de pie antes de un arco que se desborda un montón de flores enmarañadas.
Yo estaba apenas era consciente de que Carlisle estaba a su lado, y el padre de Angela detrás de ellos. No vi a mi madre donde ella debe haber estado sentada, o a mi nueva familia, o a cualquiera de los invitados - ellos tendrían que esperar hasta más tarde. Todo que yo realmente vi era la cara de Edward; esto llenó mi visión y abrumó mi mente. Sus ojos eran un de el más oro ardiente; su cara perfecta era casi severa con la profundidad de su emoción. Cuando sus ojos encontraron los míos, el sonrió mientras tomaba aire.
De repente, lo único que sentí fue la mano de Charlie sobre la mia, evitando que me cayera.
La marcha era demasiado lenta luché contra mis pasos para ir a su ritmo. El pasillo era muy corto. Y luego,al final... al final yo estaba allí. Edward ofreció su mano. Charlie tomó mi mano y, en un símbolo tan viejo como el mundo, lo colocó en la de Edward. Cuando toque la dura y fría piel de Edward, sentí que estaba en casa.
Nuestros votos eran los tradicionales, aunque nunca importaban tanto como para una pareja de nuestro tipo. Nosotros habíamos pedido a Sr. Weber hacer un cambio en los votos. En vez de " antes de que la muerte nos lleve" dijo el más apropiado "tanto tiempo como vivamos." En aquel momento, cuando el dijo su parte, mi mundo, que había estado al revés últimamente volvió a su estado natural. Me di cuenta de lo tonta que fui al temer esto - como si fuera un regalo de cumpleaños no deseado o una muestra de cariño embarazosa. Yo examiné como de radiante estaba Edward, tenía una mirada triunfante pero también sabia que yo, a mi manera, ganaba. Porque nada me importaba mas que estar con el.
Yo no me di cuenta de que estaba llorando hasta la hora de decir las palabras,
"Si quiero" Dije mas cerca de un inteligible susurro. Mirando sus ojos hasta que vi reflejada mi cara.
Cuando era su turno de hablar las palabras salieron claras y victoriosas.
"Si quiero" Dijo.
El señor Weber nos declaro marido y mujer, entonces las manos de Edward recogieron mi cara, con cuidado, como si se tratara de delicados pétalos. y acercó nuestras cabezas. Yo trate de comprender y mirar a través de la cortina de lágrimas que caían de mis ojos, el irreal acto en el que una persona es mía. Sus ojos dorados miraron mis ojos como si ellos también quisieran derramar lágrimas, si no fuera imposible. El me estrecho contra su cuerpo y yo pase mis brazos por su cuello.
El me beso despacio y con adoración, yo olvide todo, el lugar, el tiempo, la razón... solo recordaba que le amaba y que el me quería a mi, yo era suya.
El culmino el beso, y tuvo que terminarlo.
Me abracé a el mientras nos reíamos suavemente, sin hacer caso de como la audiencia se aclaraba la garganta. Finalmente, sus manos frenaron mi cara y nos separamos - demasiado pronto - para mirarnos. Sobre la superficie de su sonrisa atisbe a ver una sonrisa satisfecha. Por debajo de su hospitalidad y amabilidad frente al público me lleno de felicidad.
El público rompió en aplausos y el giro nuestros cuerpos a nuestros amigos y familiares. Yo no podía quitar mi mirada de el.
Lo brazos de mi madre me encontraron primero, sus lagrimas consiguieron apartar mi mirada de la de Edward. Entonces yo fue pasando de mano en mano por todo el público pero mi mente seguía en Edward, y su mano en la mía. Yo abracé de diferente manera, suavemente a mis amigos y con fuerza a mi nueva familia.
Uno de los abrazos fue diferente a los otros. Seth Clearwater estaba allí en lugar de mi perdido amigo licántropo.
4. GESTO
LA BODA FLUIA EN LA FIESTA DE RECEPCION sin problemas- prueba de la planificación impecable de Alice. Estaba el crepúsculo sobre el río, la ceremonia duró exactamente la cantidad de tiempo, permitiendo establecer el crepúsculo detrás de los árboles. Las luces en los árboles como Edward, me condujo a través de la puerta trasera de vidrio, con el resplandor de flores blancas. Hubo otras diez mil flores allí, que actuaban como una fragante, aireado desde la tienda hasta más de la pista de baile, creado en el césped bajo dos de los antiguos cedros.
Las cosas se pusieron lentas, relajado como la suave noche rodeado Agosto nosotros. La pequeña multitud de propagación a cabo, bajo el suave brillo de las luces, y que fueron recibidos de nuevo por los amigos que sólo nos abrazó. Hubo tiempo para hablar ahora, para reír.
"felicidades, chicos", nos dijo Seth, de atenuación elegante y con su cabeza bajo el borde de una guirnalda de flores. Su madre, Sue, con mallas por su lado, mirando a los huéspedes cautelosos con intensidad. Su rostro era delgado y fuerte y de expresión que fue acentuada por su corto, peinado severo, que fue tan corto como el de su hija Leah—Me pregunto si ella le había cortado la misma manera en una muestra de solidaridad. Billy Black, al otro lado de Seth, no estaba tan tenso como Sue.
Cuando miré al padre de Jacob, me sentí como si viera a dos personas, en vez de un padre. Sin embargo, solo era un hombre viejo en la silla de ruedas alineadas con el rostro y una sonrisa blanca que miró todo el mundo. Y, aparte de lo que aparentaba, era el descendiente directo de una larga línea de gran alcance, mágicos jefes, envuelta por la autoridad que había nacido de el y sus antepasados.
A pesar de que la ausencia de magia en él -omiten en su generación-, Billy sigue siendo una parte del poder y la leyenda que contiene su familia. Esa magia no fluyó directamente a través de él. Se fluía a través de su hijo, el heredero de la magia, que se ha convertido en su orgullo. En su izquierda Sam Uley, que estaba para actuar como el jefe de leyendas y magia ahora…
Billy parecía extrañamente a gusto teniendo en cuenta el evento de la boda—sus ojos negros brillaban como si hubiera recibido sólo una buena noticia. Me impresionó por su compostura. Esta boda debe haber parecido una cosa muy mala, lo peor que podría suceder al hijo de Billy.
Yo sabía que no era fácil para él limitar sus sentimientos, teniendo en cuenta el desafío de este evento que anunció a los antiguos tratados entre los Cullens y la Quileutes—el tratado que prohíbe la Culles la creación de otro vampiro. Los lobos sabían que una infracción estaba llegando, pero los Cullens no tenían ni idea de cómo reaccionaría. Antes de la alianza, que habría significado inmediato en ataque. Una guerra. Pero ahora que ellos conocían mejor nuestra historia, ¿habría perdón?
Como en respuesta a ese pensamiento, Seth inclino la cabeza hacia Edward, con los brazos extendidos para abrazarle. Edward devolvió el abrazo con su brazo libre.
Vi Sue delicadamente estremecerse.
"Es bueno ver, que las cosas funcionan para ti" dijo Seth. "Estoy feliz por ti".
"Gracias, Seth. Eso significa mucho para mí.” Dijo Edward apartándose de Seth y esperado a Sue y Billy. "Gracias también. Por dejar venir a Seth. Por apoyar a Bella el día de hoy.”
"Eres bienvenido", dijo Billy en su profundidad, grave su voz, y me sorprendió el optimismo en su tono. Tal vez una tregua puede ser más fuerte que el horizonte.
La formación de una pequeña fila, hizo que Seth se despidiera y Billy fuera en ruedas hacia la comida. Sue manteniendo, por una parte, a cada uno de ellos.
A continuación llegó Ángela y Ben fueron al lado de la demanda, seguidos por los padres de Ángela y luego Mike y Jessica—que fueron, para mi sorpresa, a la celebración de la mano. Yo no había oído que estaban juntos de nuevo. Eso fue bonito.
Detrás de mis amigos humanos, estaban los que serian mis nuevos primos, el clan Denali. Me di cuenta de que estaba celebrando mi aliento como el vampiro frente—Tanya, asumí el olor a fresa en su tinte rubio de rizos— llegado para abrazar Edward.
Junto a ella, otros tres vampiros de ojos color oro. Para mí con curiosidad abierta, eran hermosos. Una mujer con el cabello rubio pálido, recto como maíz seda. Junto a ella estaban un hombre y una mujer de pelo negro, con un toque de oliva de un tono elegante.
Y ellos fueron los cuatro, el motivo que hizo mi estómago sentirse herido.
Tanya se mantenía con Edward.
"Ah, Edward", dijo, "te he extrañado".
Edward le abrazo, colocando su mano ligeramente sobre su hombro y la intensificación de la espalda, para obtener un mejor aspecto a ella. "Ha sido demasiado tiempo, Tanya. Te ves muy bien"
"¿Así que...?"
"Quiero presentarles a mi esposa." Fue en ese momento en que Edward dijo esa palabra y lo considere desde ahí que era oficialmente cierto, pareció como si explotara con satisfacción diciéndolo de esa manera y en ese momento. Los Denalis rieron ligeramente en respuesta. "Tanya, esta es mi Bella".
Tanya era tan hermosa como en mis peores pesadillas había predicho. Ella tenía ojos puestos en mí con una mirada que era mucho más especulativa de lo que era su dimisión y, a continuación, llegó a tener en mi mano.
"Bienvenida a la familia, Bella". Ella sonrió. "Nos consideramos familia extensa de Carlisle y me siento parte de ella, siento lo de Irina, reciente incidente cuando no se comportan como tales. Tenemos que han cumplido con usted antes. ¿Puede usted perdonar a nosotros? "
Por supuesto," dije sonrojándome. "Estoy encantada de conocerle".
"Los Cullen son muy unidos y ahora el número se incrementa. Tal vez sea hora de nuestro turno eh, Kate?
"Es bueno mantener vivo el sueño," dijo Kate rolando sus ojos de oro. Ella tomó mi mano sobre la de Tanya y la apretó suavemente. "Bienvenida, Bella".
La mujer morena puso su mano en la parte superior de Kate.
"Soy Carmen, este es Eleazar. Estamos todos muy contentos por que finalmente están juntos.”
"Yo-Yo tambien" Tartamudeé.
Había gente esperando detrás de Tanya - Charlie adjunto, Mark, y su esposa. Sus ojos se volvieron enormes ya que les toco detras del Clan Denali
"Sera bueno conocer a los demás más tarde. ¡Vamos a tener mucho tiempo para eso! Tanya reía con Carmen y entonces su familia se trasladó al comedor.
Todas las tradiciones estándar se mantuvieron. Estaba cegada por los flashes cuando sujetábamos el cuchillo sobre el gran y majestuoso pastel, pensé, que era algo increíble para nuestro grupo íntimo de familiares y amigos. Al terminar de cortar la torta Edward y yo estamos empujando trozos de pastel a los invitados: Edward tragó su parte con incredulidad. A la hora de aventar el ramo, lo tire con habilidad atípica, justo en las sorprendidas manos de Angela. Emmett y Jasper aullaban con risa hacia mi, mientras que Edward me quitaba liga prestada de Alice—que bamboleo hasta llegar a mi tobillo—muy cuidadosamente con sus dientes. Con un rápido guiño hacía mí, él disparó la liga directamente a la cara de Mike Newton.
Y cuando la música empezó, Edward me tiró en sus brazos para la primera danza habitual; me fui voluntariamente, a pesar de mi miedo a bailar—especialmente bailar frente a una audiencia—solo feliz por tenerlo sosteniéndome. El hizo todo el trabajo, y yo sin esfuerzo bajo el resplandor de un dosel de luces brillantes y los destellos de las cámaras, me dejé llevar.
"¿Disfruta de la fiesta, la señora Cullen?” Él susurró en mi oído.
Yo me reí. "Esto va a tardar solo un rato", me recordó con su voz exuberante, apoyando sus labios en los míos y besándome mientras bailábamos. Cientos de cámaras hacían clic febrilmente.
La música había cambiado y Charlie aprovechó para tomar a Edward del hombro y pedir que le dejara bailar conmigo, Edward acepto.
No fue casi tan fácil bailar con Charlie. Él no era mejor de lo que yo era, por lo que tuve que desplazarme con seguridad de un lado a otro en una pequeña plaza de formación. Edward y Esme bailaban como un hilar que nos rodeaba, como Fred Astaire y Ginger Rogers.
"Voy a extrañarte en casa, Bella. Voy a estar solo.” dijo Charlie.
Hable a través de un nudo en la garganta, tratando de hacer una broma sobre esto. “Me siento horrible, dejando que tu cocines—Es prácticamente negligencia criminal. Deberías arrestarme.”
El sonrió. “Supongo que puedo sobrevivir a la comida. Solo llámame cuando puedas.”
“Lo prometo”
Pareció como si bailara con todos. Era bueno ver a todos mis viejos amigos, pero realmente quería estar con Edward más que con alguien más. Estaba feliz cuando finalmente termino, solo después de medio minuto comenzó otro nuevo baile.
“¿Aun no te gusta Mike, eh?” comente ya que Edward me alejo de el.
“No cuando tengo que escuchar sus pensamientos. Tiene suerte de que no lo haya echado. Por supuesto.”
“Si, claro.”
“¿Alguna ves piensas verte a ti misma??”
“Um. No, supongo que no. ¿Por qué?”
“Entonces supongo que no te das cuenta totalmente, de lo angustiosamente hermosa que estas esta noche. No estoy sorprendido por la dificultad que tiene Mike con los pensamientos impropios acerca de una mujer casada. Estoy decepcionado que Alice no te forzó a mirarte al espejo.”
“Tu eres muy parcial, lo sabes”
Él suspiró y luego hizo una pausa y me giró para afrontar la casa. La pared de cristal reflejó la fiesta de atrás como un espejo largo. Edward señalo a la pareja en el espejo directamente a través de nosotros.
“¿Soy parcial?”
Solo logre vislumbrar un pedazo del reflejo de Edward—un perfecto duplicado de su rostro perfecto— con una hermosa morena a su lado. Su piel era una crema y rosas, sus ojos eran enormes con entusiasmo y enmarcados por sus gruesas pestañas. El vestido de un blanco brillante era estrecho, con un corte que resaltaba su figura de una forma elegante y agraciada—mientras me mantenía inmóvil, al menos
Antes de pudiera parpadear y la belleza se volteara hacia mi, Edward de repente se puso rígido y se volvió automáticamente hacia la dirección contraria, como si alguien le hubiera llamado.
De repente, sonrió una brillante sonrisa.
“¿Qué pasa?” pregunte.
“Un regalo de bodas sorpresa.”
“¿Huh?”
El no respondió; solo empezó a bailar de nuevo, llevándome al lado contrario al que nos habíamos dirigido antes, lejos de las luces y luego entrando en las profundidades de la noche al límite de la luminosa pista de baile.
El no paro hasta que encontramos el lado oscuro de un enorme cedro. Entonces Edward miro directamente en la oscuridad de las sombras.
“Gracias” Edward lo dijo hacia la oscuridad. “Esto es muy… amable de tu parte.”
“Amable es mi segundo nombre,” una familiar voz tosca respondió desde la negra noche. “¿Interrumpo?”
Mi mano voló hasta mi garganta, y si Edward estuviera sosteniéndome probablemente hubiera colapsado.
“¡Jacob!” sonreí tan pronto como pude respirar “¡Jacob!”
“Por aquí, Bella.”
Me tropecé con el sonido de su voz. Edward mantenido su agarre bajo mi codo hasta que otra serie de fuertes manos me atraparon en la oscuridad. El calor de de la piel de Jacob me quemada a través de la delgado vestido satinado cuando el me tiro para mantenerme mas cerca. Él no hizo ningún esfuerzo para bailar; solo me abrazo por un momento y enterré mi cara en su pecho. El se inclino hacia abajo para presionar su mejilla en lo alto de mi cabeza.
“Rosalie no podrá perdonarme si no le soy su oficial turno en la pista de baile,” murmuro Edward, y super que el nos dejaba, dándome su propio regalo— este momento con Jacob.
“Oh, Jacob.” Ahora estaba llorando; no podía decir las palabras claramente. “Gracias.”
“Deja de llorar, Bella. Arruinaras tu vestido. Solo soy yo.”
“¿Solo? ¡Oh, Jake! Todo es perfecto ahora.”
El resoplo. “Si—la fiesta puede comenzar. El mejor hombre finalmente llego.”
“Ahora todos a los que amo están aquí.”
Senti sus labios cepillando mi cabello. “Lamento llegar tarde, cariño.”
“Estoy muy feliz de que hayas llegado”
“esa era la idea”
Heche una mirada a los invitados pero no pude ver atra vez de los bailarines
hacia el lugar donde se había encontrado antes el padre de Jacob, no sabia si seguía ahí.
“¿tu padre sabe que estas aquí?”
Tan pronto como pregunte, supe que era lo que seguiría- había una sola explicación para la expresión que se dibujo en él después
“estoy seguro de que Sam se lo dijo. Iré a verlo cuando… cuando la fiesta termine”
“el estará tan alegre de que estés en casa”
Jacob se acomodo un poco hacia atrás y se enderezo, coloco una mano sobre mi espalda y agarro mi mano derecha con la otra.
Él acerco nuestras manos hacia su pecho; pude sentir los latidos de su corazón debajo de mi palma y pude adivinar
que no había colocado mi mano ahí accidentalmente.
“no se si puedo pedirte algo mas que tan solo esta pieza”, dijo él y empezó a guiar nuestros movimientos en
lentos y pequeños círculos que no seguían el compás de la música que venía de detrás de nosotros. “me encantaría que fuera la mejor”.
Nos mecimos al ritmo de los latidos de su corazón que sentía bajo mi mano.
“estoy muy alegre de haber venido”, dijo Jacob tranquilamente después de un momento. “no creí que lo estaría”.
“Pero es bueno verte…una vez más” no es tan triste como pensé que sería.
“no quiero que te sientas triste”
“lo sé, y yo no vine esta noche para hacerte sentir culpable”
“No-me hace muy feliz que hayas venido.es el mejor regalo que tu pudiste haberme dado.”
Jacob sonrió. “que bien por que no había podido deternerme para tener un presente verdadero”
Mis ojos se estaban acostumbrando a él y pude ver su cara ahora mas arriba de lo que esperaba. Era posible que él siguiera creciendo? El debería de estar cerca de los 2 metros (y algo) de altura.
Era un alivio ver sus facciones habituales después de todo ese tiempo-sus ojos eran profundos y
se les dibujaba una sombra debajo de sus desaliñadas cejas negras, sus prominentes pómulos,
sus gruesos labios estirados por encima de sus brillantes dientes en la sarcástica sonrisa que tanto lo caracterizaba.
Sus ojos se encontraban apretados hacia los bordes-cuidadosos; pude ver que él estaba siendo más cuidadoso esta noche.
Hacia todo lo posible por hacerme feliz, para no resbalar y demostrarme cuánto le estaba costando de verdad.
Nunca había hecho algo lo suficientemente bueno como para merecer un amigo como Jacob.
“¿Cuándo decidiste volver?”
“¿Consciente o inconscientemente?” inhaló profundamente antes de proceder a contestar su propia pregunta.
“Realmente no lo sé”. Supongo que estuve vagando en vueltas sobre este camino por un buen tiempo
y quizá fue por que el comienzo estaba aquí. Pero no estuve seguro hasta esta mañana de que quería recorrerlo.
No sabía si sería capaz de hacerlo. Sonrío. No podrías creer que raros son estos sentimientos-caminando
en dos piernas de nuevo. ¡Y ropa! Y es más chistoso por que lo sientes extraño. No había esperado eso.
Estoy fuera de practica con todas las cosas humanas”.
Girábamos constantemente.
“Hubiera sido una lastima perderme ver que esto te gustaría. Valió la pena hacer el viaje hasta aquí.
Te ves increíble, Bella, tan hermosa”.
“Alice invirtió mucho tiempo en mí hoy, la oscuridad ayuda mucho”
“no es tan oscuro para mi, tu sabes”
“ok” sentidos de hombre lobo. Fue tan fácil olvidar todas las cosas que el pudo hacer, parece tan humano. Especialmente ahora mismo.
“Te cortaste el cabello,” lo note.
“Si. Mas fácil, ya sabes. Pensé que había aprovechar lo mejor de las manos.”
“Luce bien.” Menti.
El resoplo. “Claro. Lo hice yo mismo, con unas tijeras de cocina oxidadas.”Sonrio ampliamente por un rato, y después su sonrisa se apago. Su expresión se volvió seria. “¿Eres feliz, Bella?”
“Si.”
“Esta bien.” Sentí que sus brazos se encogieron. “Eso es el asunto principal, supongo.”
“¿Cómo te sientes, Jacob? ¿En realidad?”
“Estoy bien, Bella, es verdad. Ya sabes que no necesito que te preocupes por mí nunca más. Deja de fastidiar a Seth.”
“No solo lo estoy fastidiando por ti. Me agrada Seth.”
“El es un buen chico. Mejor compañía que otros. Te dire, si pudiera librarme de las voces en mi cabeza, al ser un lobo seria perfecto.”
Me rei de la manera en que sono. “Si, no puedo mantenerme callada, yo tampoco.”
“En tu caso, significaría que estas enferma. Claro, ya sabia que ya estabas enferma.” Bromeo.
“Gracias.”
La locura es probablemente más fácil de compartir en un paquete mental. Las voces de la gente loca no envían niñeras para estarlos vigilando.”
“¿Huh?”
“Sam esta allá. Y algunos de los otros. Solo en caso, tu sabes.”
“¿En caso de que?”
“En caso de que no pueda mantenerte cerca, algo así. In caso de que decida arruinar la fiesta.” El destello una rápida sonrisa a lo que fue probablemente un pensamiento apelando a el. “Pero no estoy aquí para arruinar tu boda, Bella. Estoy aquí para…” El se callo.
“Para hacerla perfecta.”
“Esa es una orden de arriba.”
“Lo bueno es que tu eres alto.”
El gimio ante mi mala broma y después suspiro. “Solamente estoy aquí para ser tu amigo. Tu mejor amigo, una vez mas.”
“Sam debería darme mas crédito.”
“Bueno, tal ves estoy siendo súper sensible. Tal ves ellos estarían aquí de todos modos, para mantener vigilado a Seth. Hay muchos vampiros aquí. Seth no toma eso tan seriamente como debería.”
“Seth sabe que el no es ningún peligro. El entiende a los Cullens mejor que Sam.”
“Claro, claro.” dijo Jacob, haciendo las paces antes que esto se convirtiera en una pelea.
Es tan raro verlo siendo el diplomático.
“Lo siento acerca de las voces,” dije. “Desearía que pudiera ser mejor.” En muchas maneras.
“No es tan malo. Solo estoy lloriqueando un poco.”
“¿Eres… feliz?”
“Lo suficientemente cerca. Pero es suficiente acerca de mí. Tu eres la estrella hoy.” Se rio en silencio. “Apuesto a que estas amando esto. Centro de atención.”
“Si. No puedo tener suficiente atención.”
El se rio y después miro por encima de mi cabeza. Con los labios apretados, él estudió el brillant brillo de la fiesta de recepción, el giro lleno de gracia de los bailarines, los pétalos que revolotean y se caen desde las guirnaldas. Miré con él. Todo Parecía muy distante desde este oscuro y quieto espacio.
Casi como si estuviéramos viendo la agitación de una blanca corriente dentro de una esfera de nieve.
“se los voy a agradecer mucho” dijo él,” ellos si que saben como organizar una fiesta”.
“Alice es una imparable fuerza de la naturaleza”.
Él suspiró.” la canción termino. ¿Crees que podrías regalarme otro baile? “¿O te estoy pidiendo demasiado?”
Estreche mi mano alrededor de la suya. “puedes pedirme los bailes que tu quieras”
Sonrió. Eso sería interesante. Creo que me puedo quedar con dos más. No quiero empezar a hablar.
Giramos en otro círculo.
Te parece que los utilice para decirte adiós por ahora.
Murmuró.
Intenté pasar el nudo que se había hecho en mi garganta, pero no pude forzarme a tragarlo.
Jacob me observo y frunció el entrecejo. Acercó sus dedos a mi mejilla y con ellos enjugó las lágrimas que estaban ahí.
“Tu no deberías de estar llorando, Bella”
“todo mundo llora en la bodas”. Dije sopesadamente.
“¿Esto es lo que quieres, verdad?”
“Así es”
“entonces sonríe”
Lo intentare. Él sonrió en respuesta a mi mueca.
“Intentaré recordarte justo así. Pretenderé que…
“¿Qué prenderás? ¿Qué estoy muerta?”
Él apretó los dientes. Estaba luchando consigo mismo- con su decisión de hacer su presencia aquí un regalo y no una sentencia.
Pude adivinar que quería decir.
“No”. Finalmente respondio. “Pero asi te veo en mi cabeza. Mejilas rosadas. El corazón latiendo. Dos pies izquierdos. Todo eso”
Deliberadamente le di un pisotón tan fuerte como pude.
Sonrrio. “Esa es mi chica”
Empezo a decir otra cosa y después mantuvo la boca cerrada. Luchando contra las palabras que no quería decir.
Mi relación con Jacob solia ser fácil. Natural como respirar. Pero desde que Edward regrso a mi vida es una constante tensión. Porque – en los ojos de Jacob- al elegir a Edward, estaba eligiendo una esperanza que era peor que la muerte, o al menos equivalente a ella.
“Que es Jake? , solo dimelo. Me puedes decir lo que sea”
“Yo… yo no tengo nada que decirte”
“Por favor. Escupelo”
“Es verdad. No es… es, es una pregunta, es algo que kiero que tu me digas”
“Preguntame”
Puso resistencia durante un minuto mas y después exhalo. No debería. No importa. Es solo que estoy morbosamente curioso”.
Porque lo conocía tan bien, entendí.
“No es esta noche Jacob” susurre.
Jacob esta más obsecionado con mi humanidad que Edward. Atesoraba cada uno d los latidos de mi corazón, ya que estaba contados.
“Oh” Dijo con alivio. “Oh”
Comenzo una nueva canción pero no noto el cambio esta vez.
“Cuando?” susurro.
“No estoy segura, una semana o dos, tal vez”
Su voz cambio, tomo un tono de burla y a la defensiva.
“que traes entre manos?”
“Es solo que no quería pasar mi luna de miel retorciéndome de dolor”
“Como deberías pasarla? Jugando damas jaja”
“Muy gracioso”
“Estoy bromeando Bells. Pero sinceramente, no veo el punto. No puedes tener una luna de miel deverdad con tu vampiro, por que ir en contra de eso. Llama a las cosas por su nombre. No es la primera vez que lo evitas. Creo que eso es bueno.” Dijo, repentinamente serio. “no te sientas apenada de ello”
“No estoy evitando nada.” Dije brusacamente. “Y si, no puedo tener una verdadera luna de miel. No puedo hacer nada de lo que quiero! Pero no te importa!”
Detuvo nuestro dar vueltas en círculos abruptamente. Me pregunte si finalmete se dio cuenta que la música cambio y yo me revolvía la cabeza, pensando en como componer nuesra pequeña riña antes de que nos despidiéramos.
Y después sus ojos se ampliaron, como con horror.
Que?, jadeo. “Que acabas de decir?”
“Acerca de q? …. Jake?, Que pasa?”
“A que te refieres? Tener una verdadera luna de miel? Mientras aun eres humana. Estas bromeando? Porque es una broma de mal gusto, Bella”.
Lo mire con hostilidad. “Dije pero no te importa. Entonces no es tu problema. No tendría… no tendríamos que estar platicando de esto siquiera. Es privado”
Sus enormes manos me tomaron fuertemente por los hombros y recorrieron mis brazos.
“OH, Jake, superalo”
Me agito.
“Bella, has perdido la razón. No puedes ser tan tonta, dime que estas bromeando”
Me agito una vez mas. Sus manos, apretadas como torniquetes estaban temblando, mandando vibraciones dentro de mis huesos.
“Jake- detente”
La oscuridad estaba de pronto atestada.
“Quitale las manos de encima” La voz de Edward era fría como el hielo, filosa como una navaja.
Detrás de Jacob, había un ligero gruñido, y luego otro que cubria a el primero”
“Jake, hermano, alejate!” Oí a Seth Clearwather pedir. “Lo estas perdiendo”
Jake parecía tan frio como en realidad estaba, sus ojos anchos del horror y la mirada fija.
“La vas a lastimar” susurro Seth. “Dejala ir”
“Ahora!” jadeo Edward.
Las manos de Jake se dejaron caer a su costado y el repentino fluir de la sangre en mis venas era prácticamente doloroso. Antes pude percibir mas que eso, manos frias remplazaron a las calientes y el aire estaba de pronto zumbaba a traves mi.
Parpadee y estaba sobre mis pies, doce pies mas lejos de donde había estado parada. Edward estaba tenso en frente de mi. Había dos enormes lobos entre el y Jacob, pero no parecían agresivos para mi. Solo trataban de evitar la pelea.
Y Seth- el Seth desgarbado, de 15 años- tenia sus largos brazos alrededor del cuervo tembloroso de Jacob, tratando de alejarlo. Si Jacob entraba en fase con Seth tan cerca…
“Vamos Jake, vámonos”
“Te matare” su voz lo asfixiaba de la furia, que pareció mas un susurro. Sus ojos se enfocaron en Edward, ardiendo de furia. “Te matare yo mismo. Lo hare ahora” se estremeció convulsivamente
El lobo mas grande, el negro, gruño bruscamente.
“Seth, quitate de mi camino” bufo Edward.
Seth le dio un tirón a Jacob de nuevo. Jake estaba tan desconcertado de furia que Seth lo pudo alejar unos cuantos metros hacia atrás. “No lo hagas Jake. Retrocede. Vamos”
Sam- el lobo mas grande, el negro- se le unió a Seth.
Puso su enorme cabeza contra en pecho de Jacob y lo empujo.
Los tres- Seth jalando, Jake temblando y Sam empujando- desaparecieron rápidamente en la oscuridad.
El otro lobo, comenzó después de ellos. No estaba segura, por la débil luz del color d su pelaje – café chocolate. Era Quil entonces?.
“Lo siento” le dije al lobo.
“Todo esta bien ahora Bella” murmuro Edward.
El lobo miro a Edward, su mirada no era amistosa. Edward asintió con la cabeza. El lobo enfadado dio la media vuelta para seguir a los demás, desvaneciéndose como lo hicieron ellos.
“Muy bien” Edward se dijo a si mismo y después me miro a mi. “Vamonos”
“Pero Jake…”
“Sam lo tiene controlado. Se fue”
“Edward lo siento, fui estúpida..”
“No hiciste nada malo”
“Tengo una gran bocota, Porque no solo … no debi dejar que me hiciera eso. En que estaba pensando?”
“no te preocupes” solo toco mi cara. Necesitamos volver a la recepción antes de que alguien note nuestra ausencia.”
Me quede en shock, tratando de reorientarme a mi misma. ¿Antes de que alguien se entere? ¿Alguien se ha perdido esto?
Entonces, pensé acerca de esto, recapitule la confrontación que me había parecido catastrófica que me había reservado, muy tranquila y pequeña entre las sombras.
“Dame dos segundos.” Pedi.
En mis adentros eran caóticos con pánico y dolor, pero eso no importaba—solo el exterior importaba ahora mismo. Hacer una escena era algo que sabia que tenia que dominar.
“¿Mi vestido?”
“Luces bien. Ni un cabello fuera de lugar.”
Tome dos respiraciones profundas. “Esta bien, vamos.”
El puso sus brazos alrededor de mí y me llevo de vuelta a la luz. Cuando pasamos debajo de las brillantes luces, el me hizo girar gentilmente en la pista de baile. Nos mezclamos entre los otros bailarines como si nuestro baile nunca se hubiera interrumpido.
Me deslizaba alrededor de los invitados, pero nadie parecia sorprendido o asustado. Solo unos rostros palidos mostraron algún signo de estrés, y lo tomaron bien. Jasper y Emmet estaban en el final de la pista de baile, demasiado cerca. Y supongo que ellos han estado nerviosos durante la confrontación.
“Estas—“
“Estoy bien,” prometi. “No puedo creer lo que hice. ¿Qué hay de malo conmigo?”
“Nada esta mal en ti.”
Estaba tan contenta de ver a Jacob aquí. Sabeia el sacrificio que el hacia. Y entonces lo aruino, convirtiendo su regalo en un desastre. Debería estar en quarentena.
Pero mi idiotez no podría arruinar nada mas esta noche. Lo pondría de esta forma. Lo empujaría en un cajón y lo trataría de trabar para después. Habría tiempo suficiente para arrepentirme por esto, nada de lo que pudiera hacer ahora ayudaría.
“se terminó´” dije. “no vamos a pensar de nuevo en esta noche”
Esperé rápidamente el apoyo de Edward, pero el permaneció en silencio
“¿Edward?”
Él cerró sus ojos y tocó su frente con la mía.
“Jacob tiene razón”, susurraba. “¿Qué estaba pensando?”
“Él no es”. Intenté esconder mi cara de culpabilidad de la vista de todas nuestras amistades.
“Jacob es demasiado dado a no ver nada claramente”
Él masculló algo muy bajo que sonaba casi como “debería dejar que me matara incluso con el pensamiento…”
“¡Basta!”, dije ferozmente. Tomé su cara entre mis manos y espere hasta que abriera sus ojos.
“tu y yo es la único que importa. La única cosa sobre la que tienes permitido pensar ahora. ¿Me escuchaste?”
“Si”, suspiró.
“olvida que Jacob vinó.”Yo puedo hacerlo, yo voy a hacerlo.
“por mí. Prométeme que intentarás olvidarlo”
Se quedo mirando mis ojos por un momento antes de responder.
“te lo prometo”
“gracias Edward, no estoy asustada.”
“Yo si”, susurraba.
“no lo estés.” Respiré profundamente y sonreí. “por cierto, te amo.”
Él sonrió un poco a cambio. “es por eso que estamos aquí”
“estas acaparando a la novia”, dijo Emmett, acercándose desde detrás del hombro de Edward.
“Dejame bailar con mi pequeña hermana. Que esta podría ser mi ultima oportunidad para hacerla sonrojar.”
Se rió a carcajadas, tan natural como él siempre es en una atmósfera seria.
Resultó que había mucha gente con la que yo no había bailado aún, y eso me dió la oportunidad de componerme. Cuando Edward me reclamó de nuevo, ví que el asunto de Jacob estaba olvidado. Mientras el me envolvía con sus brazos, yo fui capaz de desenterrar la dicha que sentí antes, la certeza de que todo en mi vida estaba en su lugar esta noche. Sonreí y recosté mi cabeza contra su pecho. Sus brazos me apretaron junto a él.
"Podría acostumbrarme a esto," dije.
"¿No me digas que has superado tus problemas con el baile?"
"Bailar no es tan malo - contigo. Pero estaba pensando más en esto," y me apreté contra él aún más fuerte "en nunca tener que dejarte ir"
"Nunca," prometió, y se inclinó para besarme.
Fue un tipo de beso serio, intenso, lento pero edificante...
Casi había olvidado donde estaba cuando escuché a Alice gritar, "¡Bella! ¡Ya es la hora!"
Sentí un breve destello de irritación con mi nueva hermana por la interrupción.
Edward la ignoró; sus labios estaban apretados contra los mios, más apremiantes que antes. Mi corazón empezó a latir locamente y mis manos se pegaron a su cuello de mármol.
"¿Quieres perder el avión?" preguntó Alice, quien ahora estaba justo a mi lado. "Estoy segura que tendran una encantadora luna de miel acampando en el aeropuerto mientras esperan por otro vuelo."
Edward giró su cabeza apenas para murmurar, "Véte, Alice", y entonces volvió a presionar sus labios con los mios.
"¿Bella, quieres usar ese vestido en el avión?" ella me preguntó.
En realidad, yo no estaba prestando mucha atención. En el momento, simplemente no me importaba.
Alice gruñó bajó. "Le diré a donde la piensas llevar, Edward. Así que ayúdame, porque se lo diré."
Él se quedó inmóvil. Entonces separó su cara de la mia y miró a su hermana preferida. "Eres terriblemente chica para ser tan inmensamente irritante."
"Yo no elegí el perfecto vestido para irse de viaje, para que no sea usado." le respondió, tomando mi mano. "Ven conmigo, Bella."
Tiré hacia atrás su brazo, estirándome de puntas de pies para besarlo una vez más. Ella tironeó mi brazo impacientemente, alejándome de él. Hubo algunas risas entre los invitados que estaban mirando. Me rendí y dejé que me llevara a la casa vacía.
Ella lucía molesta.
"Perdóname, Alice," me disculpé.
"No te culpo, Bella." Ella suspiró. "No pareces capaz de ayudarte a ti misma."
Me reí de su expresión martirizada, y ella frunció el ceño.
"Gracias, Alice. Fue la boda más bella que alguien haya tenido," le dije seriamente. "Todo estuvo totalmente bien. Tú eres la mejor, más inteligente y más talentosa hermana en el mundo entero."
Eso hizo que desapareciera su enojo; sonrió abiertamente. "Me alegra que te gustara."
Renée y Esme estaban esperando escaleras arriba. Las tres rápidamente me tuvieron fuera de mi vestido y dentro del conjunto azul oscuro de Alice. Estuve agradecida cuando alguien me quitó las horquillas del cabello y lo dejó caer por detrás sobre mi espalda estaba ondulado por el peinado, me salvaban de un seguro dolor de cabeza que con seguridad hubiera venido después. Las lágrimas de mi mamá fluían sin ningún descanso.
“te llamaré cuando sepa a donde voy,” lo prometo y la abracé en señal de despedida, yo sabía que la luna de miel
secreta probablemente la estaría volviendo loca, mi mamá odia los secretos, al menos que ella sea la que los tiene.
“yo te diré pronto si ella está segura,” me dijo Alice adelantandose a mi sonrisa preocupada. Que injusto para mí ser
la ultima persona en enterarse.
“tendrás que visitarme a mi y a Phil muy, muy pronto. Es tu turno de ir al sur- de ver el sol por una vez.” Dijo Renné.
“el día de hoy no llovió,” le recordé, intentando evitar su petición.
“todo un milagro”
“todo esta listo,” dijo Alice. “tus maletas estas en el auto – Jasper siguía llevando cosas.”
Ella me hizó hacia atrás de las escaleras cuando Renné venía detrás, incluso en la mitad del trayecto ella me avergonzaba.
“te quiero mamá,” le susurre mientras decendiamos “estoy muy alegre de que estés con Phil”. “cuídense el uno al otro”.
“yo también te quiero, bella, cariño”
“Adiós mamá. Te quiero,” dije de nuevo, sentí un nudo en la garganta.
Edward estaba esperando en donde terminaban las escaleras. Tomé la mano que extendió hacia mi, observando la pequeña
cantidad de gente que nos esperaba para vernos partir.
“papá?” pregunté mientras mis ojos lo buscaban
“por acá” Edward murmuró. Y me condujo atra vez de los invitados; ellos hicieron un itinerario para nosotros. Encontramos a Charlie inclinado torpemente contra la pared detrás de todos los demás, parecía tan pequeño como si fuera un niño que se estuviera escondiendo. Las rojas llamas alrededor de sus ojos explicaban el porque.
“¡Oh, papa!”
Lo abrace alrededor de la cintura, las lagrimas se derramaban de nuevo— estaba llorando mucho esta noche. Me dio unas palmaditas en la espalda.
“Vete, ahora. No querrás perder tu avión.”
Es muy difícil hablar de amor con Charlie— éramos muy parecidos, siempre revirtiendo la cosas triviales para evitar demostraciones emocionales embarazosas. Pero en este momento no había tiempo para ser timida.
“Te quiero para siempre, papa” le dije. “No lo olvides.”
“Yo también, Bells. Siempre lo hago, siempre lo hare.”
Lo bese en la mejilla y al mismo tiempo el beso la mia.
“Llamame” dijo.
“Pronto.” Prometi, sabiendo que esto era todo lo que podía prometer. Solo llamadas telefónicas. Mi padre y mi madre podrían no volver a verme otra vez; Yo seria tan diferente, y muy, muy peligrosa.
“Ve, entonces.” Dijo bruscamente. “No querras llegar tarde.”
Los invitados hicieron otro pasillo para nosotros. Edward me tiró cerca de su lado como hiciéramos nuestro escape.
“¿Estas lista?” pregunto.
“Lo estoy“ dije, y sabia que era verdad.
Todos aplaudieron cuando Edward me beso en la entrada. Entonces el me metió en el carro cuando la tormenta de arroz empezó. La mayor parte la recibimos a la par, pero alguien, probablemente Emmett, los lanzo como si nos aventara un hechizo, me cayeron muchos al ser rebotados por la espalda de Edward.
El auto estaba decorado con más flores que formaban serpentinas siguiendo toda su longitud, y largas cintas que estaban atadas a una docena de zapatos, zapatos de diseñador que parecían nuevos, que colgaban del paragolpes.
Edward me protegió del arroz mientras me subía, luego él se subió y mientras nos alejábamos a gran velocidad, me asomé por la ventanilla para saludar y grité "Los quiero" al porche, donde mis familias me saludaban también.
La última imagen que registré fue una de mis padres. Phil tenía ambos brazos envueltos tiernamente alrededor de Renée. Ella tenía un brazo alrededor de la cintura de él, pero su mano libre tomaba la de Charlie. Tantas clases diferentes de amor, armoniosas en ese momento exacto. Me pareció una imagen muy esperanzadora.
Edward apretó mi mano.
"Te amo," me dijo.
Incliné mi cabeza contra su brazo. "Es por eso que estamos aquí," lo cité.
El besó mi cabello.
Mientras tomábamos la negra autopista y Edward realmente presionaba el acelerador, escuché un sonido sobre el ronroneo del motor, que venía desde el bosque detrás de nosotros. Si yo pude oirlo, él definitivamente pudo hacerlo. Pero él no dijo nada, mientras el sonido lentamente se desvanecía en la distancia. Yo tampoco dije nada.
El penetrante y desgarrador aullido se iba haciendo cada vez más imperceptible y luego desapareció completamente.
5.- ISLA ESME
“Houston?” Pregunté, levantando mis cejas cuando llegamos a la puerta en Seattle.
“Es sólo una parada en el camino” me aseguró Edward con una sonrisa.
Sentí que apenas había dormido cuando me levantó. Me sentía aturdida mientras él me dirigía entre las terminales, luchando con recordar como abrir mis ojos después de pestañear. Me tomó unos minutos darme cuenta de lo que sucedía cuando paramos en el mostrador internacional para documentar para el siguiente vuelo.
“Rio de Janeiro?” pregunté con un poco más de emoción.
“Otra parada” me dijo.
El vuelo a Sudamérica fue largo pero confortante en el amplio asiento de primera clase, con los brazos de Edward alrededor mío. Me despabilé y enderecé inusualmente alerta mientras nos acercábamos al aeropuerto, con la luz del atardecer atravesando las ventanas del avión.
No nos quedamos en el aeropuerto para hacer otra conexión como yo había supuesto. En lugar de eso, tomamos un taxi para cruzar las oscuras, congestionadas y vivas calles de Rio. Incapaz de entender una sola palabra de las instrucciones en portugués que Edward daba al conductor, supuse que iríamos a un hotel antes de seguir con nuestro camino. Un dolor agudo, muy parecido al miedo escénico se revolvió en la boca de mi estómago mientras consideraba esa posibilidad. El taxi continuó a través de la multitud hasta que ésta desapareció, y parecía que nos encontrábamos en el extremo oeste de la ciudad, dirigiéndonos hacia el océano.
Nos detuvimos en el muelle.
Edward se dirigió hacia una larga línea de yates blancos colocados sobre el agua color negro-noche. El bote en el que se detuvo era el más pequeño de todos, más delgado, obviamente construido para velocidad y no por espacio. Aún así era muy lujoso, y más impresionante que los demás. El se subió sin dificultad, a pesar de las pesadas maletas que cargaba. Dejó caer éstas en la cubierta y se apuró para ayudarme a subir.
Miré en silencio, mientras preparaba el bote para la salida, sorprendida de lo hábil y acostumbrado que parecía, sorprendida porque nunca había mencionado interés alguno por los yates. Pero de nueva cuenta, él era perfecto en todo.
Mientras nos dirigíamos hacia el este, al mar abierto, recordé geografía básica en mi cabeza. Podía recordar que no había más de Brasil hacia el este… hasta que te encuentras con África.
Pero Edward aceleró mientras las luces de Rio se apagaban y finalmente desaparecían detrás nuestro. En su cara, se dibujaba una familiar sonrisa de emoción, esa que era producida por cualquier forma de velocidad. El bote se hacía camino entre las olas y sentía mi cuerpo llenarse con brisa del mar.
Finalmente la curiosidad que había guardado tanto tiempo me sobrepasó.
“Falta mucho para llegar?” pregunté
No era común que él se olvidara que yo era humana, pero me pregunté si entre los planes estaba quedarnos a vivir dentro del bote por algún tiempo.
“Media hora más” Sus ojos se posaron en mis manos, las cuales se aferraban al asiento, y sonrió.
Oh bien, pensé para mi misma. El era un vampiro, después de todo. Tal vez nos diríamos a la Atlántida.
Veinte minutos después, escuché mi nombre sobre el sonido del motor.
“Bella, mira esto” Y apuntó justo al frente.
Primero solo pude ver oscuridad , y el reflejo de la blanca luna sobre el mar. Pero observé cuidadosamente el espacio que él había apuntado hasta que fui capaz de notar una forma oscura rompiendo el reflejo de la luna sobre las olas. Mientras analizaba la oscuridad, la silueta se volvió más detallada. La forma parecía un triangulo irregular, con un lado más largo que otro, hundiéndose en las olas. Nos acercamos más y pude ver que la silueta parecía de algo emplumado, moviéndose al compás de la brisa.
Y entonces, cuando mis ojos se reenfocaron y todas las piezas tuvieron sentido: una pequeña isla saliendo del agua, justo frente a nosotros, con palmas saludándonos, una playa brillando bajo la luz de la luna.
“Donde estamos?” pregunté con voz baja, mientras él se dirigía a la parte norte de la isla.
Me escuchó, a pesar del ruido del motor, y me dedicó una amplia y blanca sonrisa que resplandeció bajo la luz de la luna.
“Esta es la Isla Esme”
El bote bajó la velocidad drásticamente, trazando con precisión el camino hacia el pequeño muelle, construido con placas de madera, iluminadas por la claridad de la luna. El motor se apagó, y el silencio que le siguió fue profundo. No había nada más que olas, chocando suavemente contra el bote, y el sonido de la brisa que movía las palmas. El aire era cálido, húmedo y fragrante – como el vapor que se queda después de un baño caliente.
“Isla Esme?” mi voz era baja, pero aún así sonó fuerte dentro de la calmada noche.
“Un regalo de Carliste – Esme nos la prestó”
Un regalo. Quien da una isla como regalo? Arrugué el entrecejo. No me había dado cuenta que la extrema generosidad de Edward era un comportamiento heredado.
El colocó las maletas en el muelle y giró hacia mí, sonriendo de forma perfecta mientras se acercaba. En lugar de tomar mi mano, me tomó directamente entre sus brazos.
“No se supone que deberías esperar a que estemos en la puerta?” pregunté, sin aliento, mientras bajábamos del bote.
Sonrió. “No me conformo con eso”
Tomando en una mano las maletas y cargándome con el otro brazo, me llevó del muelle hacia el camino de arena pálida que era rodeada por oscura vegetación.
Por un breve momento todo estaba muy oscuro en esa vegetación-casi-jungla, y entonces pude vislumbrar una cálida luz. Estábamos ya cerca cuando pude darme cuenta que la luz era una casa – los dos brillantes y perfectos cuadrados eran amplias ventanas que rodeaban la puerta del frente – el miedo escénico me invadió de nuevo, con más fuerza que antes, peor de lo que sentí cuando creí que nos dirigíamos a un hotel.
Mi corazón latía fuertemente contra mis costillas, y mi respiración parecía atorarse en la garganta. Sentí los ojos de Edward en mi cara, pero me rehusé a voltear. Coloqué la mirada al frente, sin ver nada.
No me preguntó lo que pensaba, lo que era algo extraño en él. Supuse que eso significaba que él estaba repentinamente tan nervioso como yo.
Colocó las maletas en la entrada para abrir las puertas – estaban sin llave.
Edward bajó sus ojos hacia mí, esperando que yo correspondiera la mirada antes de que cruzáramos el umbral.
Me llevó por la casa, ambos íbamos callados, encendiendo las luces por donde pasábamos. La vaga impresión que tuve de la casa es que era demasiado grande para la pequeña isla, y extrañamente familiar. Me había habituado tanto al esquema de decoración de los Cullen; me sentía en casa. No me pude concentrar en nada en especial a pesar de todo. El pulso violento que golpeaba detrás de mis orejas hacía que todo se viera borroso.
Entonces Edward se detuvo y encendió la última luz.
El cuarto era grande y blanco, y la pared más lejana era casi toda de cristal – decoración clásica de mis vampiros. Afuera, la luna brillaba en la arena blanca y, solo a unos metros de distancia, iluminaba las olas. Pero apenas pude notar esa parte. Estaba más enfocada en la inmensa cama en el centro del cuarto, con una red para mosquitos colgado.
Edward me puso en pie.
“Yo… iré por las maletas”
El cuarto estaba muy caliente, más apabullante que la noche tropical afuera. Unas gotas de sudor se formaron en la parte trasera de mi cuello. Caminé lentamente hasta alcanzar y tocar la esponjosa red. Por alguna razón, me tenía que convencer que todo lo que veía era real.
No escuché a Edward regresar. De pronto, su helado dedo acarició mi cuello, quitando una gota de sudor.
“Está un poco caluroso aquí” me dijo con tono de disculpa. “Pensé… que sería mejor”
“Definitivamente”, murmuré por lo bajo, y él soltó una risita nerviosa, raro en él.
“Traté de pensar en todo lo que pudiera hacer esto…. más fácil” admitió
Tragué saliva escandalosamente, aún sin poder mirarlo. Acaso había existido una luna de miel como esta antes?
Sabía la respuesta. No, no había existido.
“Me preguntaba” dijo Edward lentamente, “si… primero… tal vez quisieras nadar en la oscuridad conmigo?” Tomó una bocanada de aire, y su voz parecía menos tensa cuando habló de nuevo. “El agua estará caliente. Esta es la clase de playa que te gusta.”
“Suena bien”. Mi voz se quebró.
“Estoy seguro que querrás un minuto o dos para ser humana… Fue un largo viaje.”
Asentí de forma extraña. Apenas podía sentirme humana; tal vez unos minutos a solas me ayudarían.
Sus labios acariciaron mi garganta, justo debajo de mi oído. Rió nerviosamente de nuevo, y su aliento fresco punzó mi sobrecalentada piel. “No tardes demasiado, Sra. Cullen.”
Salté un poco al escuchar mi nuevo apellido.
Sus labios recorrieron desde mi cuello hasta la punta de mi cuello. “Te esperaré en el agua”
El pasó frente a mí dirigiéndose a la puerta francesa que llevaba directamente hacia la playa. En el camino, se desprendió de su camisa, tirándola en el piso, y entonces salió por la puerta hacia la noche iluminada. El aire salado se coló por el cuarto detrás de él.
Mi piel estaba en llamas? Tuve que observarme para checarlo. Nope, nada se quemaba. Al menos no visiblemente.
Recordé que debía respirar, y entonces me dirigí a la maleta gigante que Edward había abierto en la parte superior del tocador. Debía ser mía, porque la familiar bolsa con mis cosas de tocador estaba encima, y había muchas prendas rosadas, pero no reconocí una sola pieza. Mientras buscaba a través de las pilas de ropa – con la mente en algo familiar y cómodo, un par de viejos pants tal vez – llamó mi atención que había una abrumadora cantidad de encaje y satín en mis manos. Lencería. Una lencería muy lenceri-osa, con etiquetas francesas.
No sabía cómo o cuando, pero algún día Alice pagaría por esto.
Rindiéndome, me dirigí al baño y espié por las largas ventanas que daban exactamente al mismo lugar que las puertas Francesas. No pude verlo; supuse que estaría en el agua, sin importarle salir a tomar aire. En el cielo, la luna estaba de lado, casi llena, y la arena brillaba bajo su resplandor. Un pequeño movimiento atrapó mi mirada – que se dirigió hacia los árboles de palmas que estaban en la playa, el resto de sus ropas se mecían a la par de la suave brisa.
Una descarga de calor se sintió por mi piel de nuevo.
Tomé un par de bocanadas de aire y me dirigí hacia los espejos colocados sobre el largo y estrecho pasillo. Me veía exactamente como si hubiera pasado durmiendo todo el día en un avión. Encontré mi cepillo y lo pasé con fuerza sobre los nudos que se hicieron detrás de mi cuello hasta que se deshicieron y las cerdas estaban llenas de cabello. Lavé mis dientes meticulosamente, dos veces. Entonces lavé mi cara y aventé un poco de agua en la parte trasera de mi cuello, que se sentía hirviendo. Se sintió tan bien que decidí lavarme los brazos también, hasta que finalmente me rendí y decidí tomarme un baño. Sabía que era ridículo bañarme antes de nadar, pero necesitaba calmarme, y el agua caliente era una forma segura de hacerlo.
También, depilarme las piernas de nuevo no parecía mala idea.
Cuando terminé, tomé una toalla blanca enorme del mueble y me envolví en ella.
Entonces enfrenté un dilema. No lo había considerado. Que se suponía que me pondría? No un traje de baño, obviamente. Pero parecía demasiado tonto ponerme la misma ropa de nuevo. No quería pensar en todo lo que Alice había empacado para mí.
Mi respiración comenzó a acelerarse de nuevo y mis manos temblaron – gracias al efecto calmante del baño. Comencé a sentirme mareada, aparentemente un ataque de pánico venía en camino. Me senté en el piso frio, envuelta en mi toalla y puse la cabeza entre las rodillas. Recé porque él no decidiera venir a checar antes de que pudiera calmarme. Podía imaginar lo que pensaría si me veía desmoronarme de esta forma. No sería difícil para el convencerse a sí mismo que cometíamos un error.
No estaba asustada porque pensara que cometíamos un error. Para nada. Me asustaba pensar que no tenía idea de cómo hacer esto, y me asustaba salir de este cuarto y encarar lo desconocido. Especialmente en lencería Francesa. Sabía que no estaría lista para eso aún.
Se sentía exactamente como tener que salir a enfrentar un teatro lleno de gente, sin saber cuales eran mis líneas.
Cómo hace la gente esto – tragarse los miedos y confiar en alguien más tan implícitamente con cada imperfección y miedo con que cuentan – con menos qué compromiso absoluto como el que Edward me ofrecía? Si no estuviera Edward ahí afuera, si cada célula de mi cuerpo no supiera lo mucho que me amaba, así como yo lo amaba a él – incondicional e irrevocablemente y para ser honestos, irracionalmente – nunca hubiera sido capaz de levantarme del piso.
Pero era Edward, y susurré las palabras “No seas cobarde” suavemente y me puse de pie. Coloqué la toalla aún más apretada bajo mis brazos y salí del baño con determinación. Pasé la maleta llena de encaje y la gran cama sin siquiera mirarlas. Salí por la puerta de cristal hacia la arena fina.
Todo se veía en blanco y negro, la luz de la luna opacaba todos los colores. Caminé lentamente a través de la arena tibia, haciendo una pausa en el árbol torcido donde él había dejado sus ropas. Coloqué mi mano sobre el rugoso tronco y chequé que mi respiración estuviera tranquila. O lo suficientemente tranquila.
Miré hacia las pequeñas ondas del agua, oscuras en la noche, buscando por él.
No fue difícil de encontrar. Ahí estaba parado, con su espalda hacia mí, la cintura dentro del agua, viendo hacia la luna. La pálida luz de la luna hacia ver su piel de un blanco perfecto, como la arena, como la misma luna, e hizo su cabello mojado tan negro como el océano. Ahí estaba, sin moverse, con la palma de sus manos reposando sobre el agua; las pequeñas ondas golpeaban contra él como si fuera de piedra. Miré hacia las pequeñas líneas de espalda, sus hombros, sus brazos, su cuello, su perfecta figura.
El fuego no quemaba ya sobre mi piel – estaba calmada y enterrada ahora; se llevó de mi la incomodidad y la incertidumbre. Me despojé de la toalla sin duda alguna, dejándola sobre el árbol junto a sus ropas, y caminé hace la blanca luz; también me hacía parecer tan pálida como la nieve.
No podía escuchar el sonido de mis pasos cuando caminé hacia la orilla del agua, pero supuse que él podía. Edward no dio la vuelta. Dejé que el agua tocara mis pies, y me di cuenta que él tenía razón – estaba muy caliente, tan caliente como un baño. Me interné en el agua, caminé cuidadosamente a través del piso invisible del oceáno, pero mi precaución no era necesaria; la arena seguía siendo tan suave y fina, me dirigí hacia Edward. Caminé contra corriente hasta estar a su lado, y coloqué mi mano en la suya que descansaba sobre el agua.
“Hermosa” le dije, mirando también hacia la luna.
“Todo está bien” me contestó, sin impresionarse. Volteó lentamente para encontrar mi mirada; pequeñas olas se formaban con sus movimientos y chocaban contra mi piel. Sus ojos parecían color plata en su cara como hielo. Dobló su mano de forma que atrapó la mía y la hundió bajo la superficie del agua. Era lo suficientemente cálida como para que su piel fría no me estremeciera.
“Pero yo no usaría la palabra hermosa” continuó. “No comparándola contigo”
Sonreí, y levanté mi mano libre – no temblaba – y la coloqué sobre su corazón. Blanco sobre Blanco; coincidíamos por primera vez. El se estremeció un poco con el contacto cálido. Su respiración se volvió difícil.
“Te prometí que lo intentaríamos”, susurró, tenso de repente. “Si… si hago algo malo, si te lastimo, me debes decir inmediatamente”
Afirmé solemnemente, manteniendo mis ojos en los suyos. Tomé otro paso a través de las olas y recosté mi cabeza contra su pecho.
“No tengas miedo” murmuré. “Nos pertenecemos”
Fui repentinamente abrumada por la verdad de mis propias palabras. Este momento era tan perfecto, tan correcto, no había duda de ello.
Sus brazos me envolvieron, reteniéndome contra él, verano e invierno. Sentía como cada nervio de mi cuerpo era un cable vivo.
“Para siempre” coincidió, y entonces nos hundimos gentilmente en la profundidad del agua.
El sol, caliente sobre la desnudez de mi espalda, me despertó por la mañana. Muy tarde en la mañana, quizá era tarde, no estaba segura.
Todo, sin tomar en cuenta la hora, estaba claro; sabía perfectamente donde estaba – el cuarto brillante con la super cama blanca, con los brillantes rayos del sol atravesando las puertas abiertas. La red sobre la cama suavizando el resplandor.
No abrí los ojos. Estaba demasiado feliz como para cambiar algo, sin importar lo pequeño que fuera. Los únicos sonidos eran las olas afuera, nuestra respiración, el latido de mi corazón…
Estaba cómoda, aún con el sol quemante. Su piel fría era el antídoto perfecto al calor. Descansando sobre su pecho, sus brazos a mi alrededor, se sentía tan bien y natural. Me pregunté por qué había entrado en pánico la noche anterior. Mis miedos parecían tontos ahora.
Sus dedos trazaban suavemente el camino de mi espalda, y supe que él sabía que estaba despierta. Pero mantuve los ojos cerrados y apreté mis brazos sobre su cuello, tratando de acercarme más a él.
No habló; sus dedos se movían de arriba abajo en mi espalda, apenas rozando mientras trazaba patrones sobre mi piel.
Yo habría estado feliz de quedarme ahí por siempre, para nunca tener que interrumpir este momento, pero mi cuerpo tenía otra idea. Reí por mi impaciente estómago. Parecía algo prosaico estar hambrienta después de todo lo que había pasado la noche anterior. Era como pisar la tierra de nuevo después de estar en el cielo.
“Qué es lo chistoso?” murmuró, aún acariciando mi espalda. El sonido de su voz, seria y profunda, trajo a mi mente imágenes de la noche anterior, y sentí como el color llenaba mi cara y cuello.
Para responder su pregunta, mi estómago gruñó. Reí de nuevo. “No se puede escapar de ser humana por mucho tiempo.”
Esperé, pero no rió conmigo. Lentamente, haciéndose camino entre las muchas capas de éxtasis que nublaban mi cabeza, me dí cuenta que la atmósfera era muy diferente fuera de mi propia esfera de felicidad.
Abrí los ojos; la primera cosa que vi fue su pálida y casi plateada piel de la garganta, el arco de su mentón sobre mi cara. Su mandíbula estaba tensa. Me recargué sobre un codo para poder verlo de cerca. Él estaba viendo hacia el dosel de la cama y mientras no volteaba a verme, estudié su postura. Su expresión fue un shock – envió dolores físicos a través de mi cuerpo.
“Edward” le dije, un sonido extraño salió de mi garganta. “Qué es esto? Que pasa?”
“Tienes que preguntarlo?” Su voz era dura, cínica.
Mi primer instinto, el producto de una vida llena de inseguridades, fue preguntarme que había hecho mal. Pensé en todo lo que había pasado, pero no pude encontrar un solo momento amargo. Todo había sido más fácil de lo que esperaba; encajábamos perfecto, como un rompecabezas hecho para eso. Esto me había dado una satisfacción en secreto – éramos compatibles físicamente, así como lo éramos en lo demás. Fuego y Hielo, existiendo de alguna forma, sin destruirse entre sí. Una prueba más de que yo le pertenecía.
No podía pensar en nada que lo hubiera puesto así – tan frío y severo. De qué me había perdido?
Su dedo suavizó las líneas de preocupación en mi frente.
“En qué piensas?” susurró
“Estás molesto. No lo entiendo. Acaso hice…?” no pude terminar.
Sus ojos se ajustaron un poco. “Qué tan lastimada estás, Bella? Dime la verdad – no trates de minimizarlo.”
“Lastimada?” repetí; mi voz se oyó más fuerte de lo normal porque me tomó por sorpresa.
Levantó una ceja, sus labios pegados formando una pequeña línea.
Hice un chequeo rápido, estiré mi cuerpo, tensando y flexionando mis músculos. Sentí un poco de dolor, hinchazón, también, era verdad, pero básicamente tenía la sensación de que mis huesos se habían desprendido de mis articulaciones y que me había convertido en gelatina. Pero no era una sensación desagradable.
Y entonces me molesté, porque él estaba satanizando la más perfecta de todas las mañanas con sus conjeturas pesimistas.
“Porqué sacaste esa conclusión? Nunca he estado mejor de lo que estoy ahora”
Sus ojos se cerraron “Detén esto”
“Detener que?”
“Deja de actuar como si no fuera el monstruo que accedió a esto”
“Edward!” susurré, realmente molesta ahora. Estaba tratando de quitarme un alegre recuerdo y reemplazarlo con algo oscuro, manchándolo. “Nunca digas eso de nuevo”
Él abrió sus ojos, parecía que no quería verme.
“Mírate Bella. Y luego me dices si no soy un monstruo”
Herida, sorprendida, seguí sus instrucciones sin pensar y me espanté.
Qué me había pasado? No tenía sentido ver toda esa nieve peluda colgando de mi piel. Sacudí la cabeza y una cascada blanca cayó de mi cabello.
Tomé entre mis dedos la suave nieve. Era una pieza caída.
“Porqué estoy cubierta en plumas?” Pregunté confundida.
El exhaló impacientemente. “Mordí una almohada. O dos. Pero eso no es de lo que hablo.”
“Mordiste una almohada? Por qué?”
“Mira, Bella!” él casi gritaba. Tomó mi mano delicadamente – y la estiró. “Mira eso”
Esta vez, entendí lo que me decía.
Bajo la lluvia de almohadas, grandes moretones comenzaban a notarse sobre la piel de mi brazo. Mis ojos siguieron el rastro que hacían hasta mi hombro, y sobre las costillas. Hundí un dedo sobre un moretón, para verlo desaparecer un segundo y reaparecer un instante después. Molestó un poco.
Delicadamente, Edward colocó su mano sobre los moretones de mi brazo, uno a la vez, uniendo sus largos dedos en los patrones.
“Oh” dije
Traté de recordar esto – el dolor – pero no pude. No pude pensar en un solo momento en que sus abrazos fueran tan fuertes, o sus manos duras contra mí. Solo podía recordar que quería que me abrazara más fuerte y estar agradecida cuando lo hacía…
“Lo… siento tanto, Bella”. Susurró mientras veía los moretones. “Sabía bien que esto pasaría. No debí –“ Hizo un sonido apagado, revolviéndose en lo profundo de su garganta. “Estoy más apenado de lo que podría expresar.”
Puso un brazo sobre su cara y se quedó completamente quieto.
Me senté por un momento, en total shock, tratando de calmar –ahora que entendía – su miseria. Era tan diferente a como yo me sentía que me costaba procesarlo.
El impacto se desvaneció rápidamente, dejando nada en su ausencia. Vacio. Mi mente estaba en blanco. No podía pensar en que hacer o que decir. Como le podría explicar en la forma correcta? Como podría hacerlo tan feliz como yo lo era – o como había estado, un momento antes?
Tomé su brazo y no respondió. Envolví mis dedos alrededor de su muñeca y traté de quitar su brazo de la cara, pero pude haber tratado de mover una estatua porque así lo sentí.
“Edward”
No se movió.
“Edward?”
Nada. Entonces, sería un monólogo.
“Lo siento tanto, Edward. Estoy… ni siquiera puedo decírtelo. Estoy tan feliz. Eso no es suficiente. No te molestes. No lo hagas. Estoy realmente b- “
“No digas la palabra “bien””. Su voz era fría como hielo. “Si valoras mi salud, no digas que estás bien”
“Pero lo estoy” susurré
“Bella” como si pudiera llorar. “No”
“No. No tú, Edward!”
El movió su brazo; sus ojos dorados me veían desconcertados.
“No lo arruines” le dije. “Estoy. Muy. Feliz”
“Ya lo he arruinado” murmuró
“Deja eso!” ordené
Escuché sus dientes chocar de furia.
“Ugh!” gruñí. “Por qué no es posible que leas mi mente? Es muy inconveniente ser una muda mental!”
Sus ojos se estrecharon un poco, distraídos a pesar de si mismo.
“Eso es nuevo. Te encanta que no sea capaz de leer tu mente.”
“No hoy”
Me miró fijamente. “Por qué?”
Solté mis manos en frustración, sintiendo un ardor en mi hombro que ignoré. Mis palmas cayeron contra su pecho con un golpe seco. “Porque todo este berrinche sería innecesario si pudieras ver como me siento ahora! O hace 5 minutos. Estaba muy feliz. Total y completamente fuera de este mundo. Ahora- bueno, estoy muy enojada”
“Deberías estarlo”
“Pues lo estoy. Te hace sentir mejor?”
Exhaló. “No, no creo que haya nada que me haga sentir mejor”
“Eso” dije “Eso es por lo que estoy molesta. Estás matando mi alegría, Edward”
Dio vuelta a los ojos y sacudió la cabeza.
Tomé una bocanada de aire. Comenzaba a sentir las molestias ahora, pero no estaba tan mal. Era algo así como cuando levanté pesas. Lo había hecho con Renée durante una de sus etapas obsesivas. Levanté 65 veces con 5 kilos en cada mano. No podía caminar al dia siguiente. Esto no se sentía ni la mitad de mal.
Tragué mi irritación y traté de suavizar la voz. “Sabíamos que iba a ser difícil. Pensé que ya lo sabías. Y entonces – bueno, fue mucho más fácil de lo que pensé. Y esto no es nada.” Señalé con mis dedos sobre mi brazo. “Creo que para ser la primera vez, sin saber que nos esperaba, lo hicimos increíble. Con un poco de práctica – “
Puso la cara tan lívida que tuve que dejar de hablar.
“Saberlo? Esperabas esto Bella? Pensabas que te lastimaría? Pensabas que sería peor? Consideras este experimento un triunfo porque puedes caminar aún? Sin huesos rotos – eso significa una victoria?”
Esperé, dejando que dijera todo. Entonces esperé más mientras su respiración se calmaba. Cuando sus ojos se habían normalizado, pregunté, hablando con poca precisión.
“No sé que esperaba – pero definitivamente no creí que fuera tan … tan… tan increíble como fue.” Mi voz se volvió un susurro, mis ojos se movieron de su cara a mis manos. “Quiero decir, no sé como fue para ti, pero eso fue para mí.”
Un dedo frio levantó mi mandíbula.
“Es eso de lo que estás preocupada?” preguntó a través de sus dientes. “Que no haya disfrutado?”
Mis ojos no se levantaron. “Sé que no es lo mismo. No eres humano. Solo trataba de explicarte que, para un humano, bueno, no puedo imaginar que la vida pueda dar algo mejor que esto”
Se quedó callado por un largo rato, hasta que finalmente, tuve que verlo. Su cara se había suavizado, pensativo.
“Parece que tengo muchas cosas de las cuales disculparme” Hundió el entrecejo. “Nunca creí que pensarías que todo esto que siento significa que anoche no fue… bueno, la mejor noche de mi existencia. Pero no quería pensarlo así, no cuando tu fuiste…”
Mis labios se torcieron un poco. “De verdad? La mejor de tu vida?” pregunté apenada.
Tomó mi cara entre sus manos, aún pensativo. “Hablé con Carlisle después de que tu y yo hicimos el pacto, esperando en que pudieras ayudarme. Por supuesto, me advirtió que podía ser muy peligroso para ti” Una sombra cruzó su cara. “El tenía fé en mi – fé que no merezco”
Comencé a protestar, y el puso dos dedos sobre mis labios antes de poder continuar.
“También le pregunté que debería esperar. No sabía como sería para mí… yo siendo vampiro.” Sonrió levemente. “Carlisle me dijo que era algo muy poderoso, como nada en el mundo. Me dijo que el amor físico era algo que no debía tomar a la ligera. Con nuestras raros cambios de temperamento, emociones fuertes pueden alterarnos de forma permanente. Pero me dijo también que no necesitaba preocuparme por esa parte – tu ya me habías cambiado completamente.” Esta vez, su sonrisa era genuina.
“Hablé con mis hermanos también. Ellos me dijeron que era un gran placer. Detrás únicamente de tomar sangre humana.” Una línea se formó en su frente. “Pero yo he probado tu sangre, y no existe sangre más potente que eso… No creo que estén equivocados, realmente. Solo que es diferente para nosotros. Algo más”
“Fue más. Lo fue todo”
“Eso no cambia el hecho de que estuvo mal. Aún cuando sea posible que te sientas así”
“Qué significa eso? Crees que estoy inventando todo? Por qué?”
“Para calmar mi culpa. No puedo ignorar la evidencia Bella. O tu historia, cuando antes ya has hecho cosas para hacerme sentir mejor”
Tomé su mentón y lo acerqué a mí, de forma que nuestras caras estaban a centímetros. “Escuchame Edward Cullen. No estoy inventando nada por ti, de acuerdo? Ni siquiera sabía que tenía que haber una razón para hacerte sentir mejor hasta que empezaste a ser miserable. Nunca he estado más feliz en mi vida – No estuve así de feliz cuando decidiste que me amabas más de lo que deseabas matarme, o la primer mañana cuando desperté y estabas ahí esperando por mí…. Ni cuando escuché tu voz en el salón de ballet” – El se estremeció con el recuerdo de mi encuentro con un rastreador, pero no me detuve – “o cuando dijiste “acepto” y me dí cuenta que de alguna forma te tendría para siempre. Esos son recuerdos felices, y esto es mejor que cualquiera de ellos. Así que acostúmbrate.”
Él tocó la línea entre mis cejas. “Te estoy haciendo infeliz ahora. No quiero q se así”
“Entonces no seas infeliz. Es lo único que está mal aquí”
Sus ojos se entrecerraron, tomó un gran respiro y asintió. “Tienes razón. El pasado es pasado y no puedo hacer nada para cambiarlo. No tiene sentido dejar que mi mal humor te amargue la vida. Hare lo posible por hacerte feliz ahora”
Examiné su cara con desconfianza, y él me correspondió con una sonrisa serena.
“Lo que sea que me haga feliz?”
Mi estómago rugió al mismo tiempo de preguntar.
“Tienes hambre” dijo rápidamente. Se salió agilmented e la cama, dejando un camino de plumas a su paso. Lo que me recordó.
“Entonces, por qué exactamente decidiste destruir las almohadas de Esme?” Pregunté, sentándome y sacudiendo plumas de mi cabello.
El ya tenía puestos un par de pantalones kaki, y estaba parado en la puerta, acomodando su cabello, quitando las plumas.
“No sé si decidí hacer algo anoche” murmuró “Simplemente fuimos afortunados de que hayan sido las almohadas y no tu” Inhaló profundamente y sacudió la cabeza, como si quisiera sacarse un pensamiento malo. Una auténtica sonrisa se dibujó en su cara, pero supuse que había sido un gran esfuerzo para él.
Me deslicé cuidadosamente de la cama y me estiré de nuevo, más consciente ahora, del dolor e inflamación. Lo escuché carraspear. Se dio la vuelta, con sus manos en puños.
“Luzco tan mal?” pregunté, tratando de amenizar el ambiente. Sostuvo la respiración y siguió sin voltear, probablemente para esconder la expresión en su rostro. Caminé hacia el baño para checarme.
Definitivamente había empeorado. Había una ligera mancha en mi mejilla, y mis labios estaban inflamados, pero por otra cosa, mi cara estaba bien. El resto de mi cuerpo estaba decorado con parches azulados y morados. Me concentré en los moretones que eran más difíciles de ocultar – mis brazos, mis hombros. Pero no eran tan malos. La piel se repone rápidamente. Para el momento en que un moretón aparecía yo ya me había olvidado cómo se había formado. Por supuesto, estos apenas estaban en desarrollo. Se verían peor mañana. Eso no haría las cosas más sencillas.
Miré mi cabello, y después gruñí.
“Bella?” El estaba detrás de mí en cuanto hice el sonido.
“Nunca podré quitarme esto del cabello” Apunté hacia mi cabeza, con lo que parecía un nido de pájaros. Comencé a jalonear las plumas.
“Deberías preocuparte por tu cabello” se quejó, pero se puso detrás mio, quitándo las plumas más rápidamente.
“Cómo te contuviste de reírte? Me veo ridícula”
No contestó; se mantenía quitando las plumas. Y sabía la respuesta de inmediato – no había anda que pudiera parecerle gracioso de esto.
“No va a funcionar” Suspiré después de un minutos “Está enredado. Tendré que lavarlo” Y me dí la vuelta, colocando mis brazos en su cintura. “Quieres ayudarme?”
“Mejor buscaré comida para ti” Dijo en una voz calmada, y gentilmente se desprendió de mis brazos. Suspiré mientras desaparecía, moviéndose rápidamente.
Parecía que mi luna de miel había terminado. Eso me hizo un nudo en la garganta.
Cuando estuve libre de plumas y vestida con un vestido blanco nuevo de algodón que cubría la mayor parte de los moretones, caminé descalza hacia donde me dirigía el olor de los huevos, tocinos y queso cheddar.
Edward estaba parando frente a la estufa de acero inoxidable, cocinando un omelet bajo la fina luz azulada del lugar. El olor a comida me invadió. Me creí capaz de comerme todo el plato e incluso el sartén; mi estómago reclamó.
“Aquí está” me dijo. Se dio la vuelta con una sonrisa en su cara y colocó el plato en una pequeña mesa.
Me senté en una de las sillas de metal, oliendo los huevos calientes. Quemaron mi gargante, pero no me importó.
Se sentó frente a mí. “No te estoy alimentando bien”
Tragué y le recordé “Estaba dormida, y esto está realmente bueno, por cierto. Impresionante viniendo de alguien que no come”
“Food Network” me dijo, regalándome la sonrisa torcida que era mi favorita.
Estaba feliz de verlo, feliz de que se viera un poco más normal.
“Le pedí a unas personas que vinieran a limpiar la cocina. Por primera vez en este lugar. Creo que les pediré que limpien las plumas también” El se distrajo, su mirada fija en un espacio sobre mi cabeza. No respondí, tratando de evitar decir algo más que pudiera molestarlo de nuevo.
Comí todo, aún cuando había comida suficiente para dos.
“Gracias” le dije. Me recosté sobre la mesa para besarlo. Me besó automáticamente y repentinamente se alejó de mí.
Apreté mis dientes, y la pregunta que quería hacer antes, salió de mí, sonando como una acusación “No me volverás a tocarme mientras estemos aquí verdad?”
Dudó, entonces con una breve sonrisa levantó su mano y acarició mi mejilla. Sus dedos pasaban suavemente sobre mi piel, y no pude evitar colocar mi cara en su palma.
“Sabes que esto no es lo que me refiero”
Suspiró y dejó caer su mano. “Lo sé. Y estás en lo cierto.” Pausó, levantando su mentón ligeramente. Y entonces habló de nuevo con convicción. “No haré el amor contigo hasta que te hayas transformado. No volveré a lastimarte”
6. Distracciones
Mi entretenimiento se convirtió en la prioridad número uno en Isla Esme.
Hicimos snorkel (bueno, yo hice snorkel, mientras él alardeaba de su capacidad de aguantar sin oxígeno indefinidamente), exploramos la pequeña jungla que rodeaba el pico de roca. Visitamos a los loros que habitaban en la pajarera que había en la zona sur de la isla, vimos la puesta de sol en la cala pedregosa que había al oeste, nadamos con los delfines que jugaban en las cálidas y poco profundas aguas. O al menos yo lo hice: cuando Edward estaba en el agua, los delfines desparecían como si hubiese un tiburón cerca.
Sabía lo que estaba tramando. Intentaba mantenerme ocupada, distraída, para que no le fastidiase con el tema del sexo.
Cada vez que intentaba sugerir que descansáramos un poco viendo uno de los millones de DVD que había bajo la televisión de plasma, me atraía fuera de la casa con palabras mágicas como arrecifes de coral o cuevas submarinas o tortugas acuáticas.
Nos pasábamos el día sin parar, en marcha, para que cuando el sol se ponía yo estuviera famélica y exhausta.
Cada noche, me desvanecía sobre el plato en cuanto terminaba de cenar. De hecho, en una ocasión me quedé dormida sobre la mesa y tuvo que llevarme a la cama.
En parte, porque Edward siempre preparaba demasiada comida, pero yo estaba tan hambrienta después de nadar y escalar durante todo el día que me lo comía casi todo.
Y después, llena y desfallecida, casi no podía mantener los ojos abiertos.
Todo parte del plan, sin duda.
La extenuación no ayudaba mucho con mis intentos de seducción, pero no me rendía.
Lo intenté razonando, suplicando y refunfuñando, sin resultado.
Normalmente estaba inconsciente antes de poder defender mi caso. Y después, mis sueños parecían tan reales –principalmente pesadillas, que parecían más reales debido a los colores brillantes de la isla, supuse – que me despertaba cansada sin importar cuanto tiempo dormía.
Más o menos una semana después de haber llegado a la isla, intenté llegar a un acuerdo. Nos había funcionado en el pasado.
Ahora dormía en la habitación azul. El equipo de limpieza no llegaría hasta el día siguiente, así que la habitación blanca aún estaba cubierta por una alfombra de plumas.
La habitación azul era más pequeña, y la cama, de unas proporciones más razonables.
Las paredes eran oscuras, con paneles de teca, y todos los accesorios eran de lujosa seda azul.
Había empezado a ponerme algunas cosas de la colección de lencería de Alice, para dormir por las noches, que no eran tan reveladoras comparadas con los diminutos bikinis que había puesto en mi equipaje. Me preguntaba si había tenido una visión de por que yo querría tales cosas, y después me estremecí, avergonzada por aquel pensamiento.
Empecé despacio, con inocentes satenes de color marfil, preocupada por el hecho de que dejar mucha piel al descubierto tuviera el efecto opuesto al deseado, pero dispuesta a probar lo que hiciese falta.
Edward pareció no notar nada, como si yo llevara puesta una de las viejas y andrajosas sudaderas que solía ponerme en casa.
Los moratones estaban mucho mejor, poniéndose amarillos en algunas zonas, y desapareciendo completamente en otras, así que esa noche elegí una de las piezas más aterradoras y me la puse en el baño. Era negro, de encaje, y daba vergüenza mirarlo incluso cuando no lo llevabas puesto. Tuve cuidado de no mirarme en el espejo antes de volver a la habitación. No quería perder los nervios.
Tuve la satisfacción de ver cómo los ojos casi se le salían de las cuencas, justo un segundo antes de que consiguiera controlar su expresión.
– ¿Qué te parece? –pregunte, dando vueltas para que pudiera verme desde todos los ángulos.
Se aclaró la garganta.
–Estás muy guapa. Como siempre.
–Gracias –dije, agriamente.
Estaba demasiado cansada como para evitar subirme rápidamente a la suave cama.
Puso sus brazos alrededor de mí y me acercó a su pecho, pero esto era rutinario, porque hacía demasiado calor como para que yo consiguiese dormir sin tener su frío cuerpo cerca.
–Te propongo un trato – dije, medio dormida.
–No voy a hacer ningún trato contigo –contestó.
–Ni siquiera has escuchado lo que te voy a ofrecer.
–No importa.
Suspiré.
– ¡Maldición! De verdad quería… bueno.
Puso los ojos en blanco.
Cerré los míos, dejando allí el cebo. Bostecé.
Sólo le llevó un minuto, no lo suficiente como para que yo me quedara colgada.
–De acuerdo. ¿Qué es lo que quieres?
Rechiné los dientes por un momento, luchando contra una sonrisa. Si había algo que él no podía resistir, era la oportunidad de darme algo.
–Bueno… estaba pensando que todo el rollo de Darthmouth era supuestamente una coartada, pero sinceramente, un semestre en la universidad probablemente no me mataría –dije, repitiendo sus propias palabras de hacía tiempo, cuando trataba de convencerme de que olvidara mi conversión en vampiro. –Apuesto a que Charlie se emocionaría con las historias de Darthmouth. Por supuesto, podría ser embarazoso si no consigo seguir el ritmo de esos cerebritos. De todas formas… dieciocho, diecinueve… No es que haya gran diferencia. No es como si me fueran a salir patas de gallo el próximo año.
Se quedó en silencio un momento, después, en voz baja dijo:
–Lo harías. Permanecerías humana.
Me mordí la lengua, dejando que asumiera la oferta.
– ¿Por qué me haces esto? –dijo entre dientes, repentinamente enfadado – ¿No es ya bastante duro sin todo esto? – Agarró un puñado de encaje que estaba embarullado sobre mi muslo. Por un momento, pensé que lo iba a romper por la costura. Pero su mano se relajó. –No importa. No voy a hacer ningún trato contigo.
–Quiero ir a la universidad.
–No, no quieres. Y no hay nada que merezca tanto la pena como para arriesgar tu vida otra vez, como para que te haga daño.
–Pero quiero ir a la universidad. Bueno, no es la universidad en si lo que quiero, pero quiero ser humana durante un tiempo más.
Cerró los ojos y expiro aire por la nariz.
–Me estás volviendo loco, Bella. ¿No hemos tenido esta discusión un millón de veces, y siempre suplicabas que te convirtiera sin demora?
–Si, pero… bueno, tengo una razón para querer ser humana que antes no tenía.
– ¿Y qué razón es?
–Adivina… –dije, arrastrándome sobre las almohadas para besarle.
Me devolvió el beso, pero no de una forma que me hiciese intuir que estaba ganando. Era más bien como si tratara de no herir mis sentimientos; completamente, exasperantemente manteniendo el control de si mismo.
Suavemente, me aparto después de un momento, y me acunó contra su pecho.
–Eres demasiado humana, Bella. Te controlan las hormonas – rió.
–Esa es la cuestión, Edward. Me gusta esta parte de ser humana. No quiero dejarlo todavía. No quiero esperar durante años de ser una neófita loca por la sangre para que sólo parte de todo esto vuelva a mí.
Yo bostecé, y él sonrió.
–Estás cansada. Duerme, amor. –Empezó a tararear la nana que había compuesto para mí cuando nos conocimos.
–Me pregunto por que estaré tan cansada – murmuré sarcásticamente –No puede ser parte de tu plan, ni nada.
Rió y después volvió a tararear.
–Con todo lo cansada que estoy, cualquiera diría que podría dormir bien.
La canción cesó. –Has estado durmiendo como un tronco, Bella. No has dicho ni una sóla palabra en sueños desde que llegamos aquí. Si no fuera por los ronquidos, me preocuparía que te hubieras quedado en coma.
Ignoré la pulla de los ronquidos, yo no roncaba.
– ¿No he estado dando vueltas en la cama? Es raro. Normalmente me retuerzo mucho cuando tengo pesadillas. Y grito.
– ¿Has estado teniendo pesadillas?
–Y muy vívidas. Me dejan agotada –bostecé –No puedo creer que no haya estado farfullando todas las noches.
– ¿Pesadillas sobre qué?
–Sobre muchas cosas diferentes… pero a la vez iguales, ¿sabes? Por los colores.
– ¿Colores?
–Todo es muy brillante, y real. Normalmente, cuando sueño, sé que estoy soñando. Pero con éstas, no sé que estoy durmiendo, y eso las hace más aterradoras.
Sonó inquieto cuando volvió a hablar.
– ¿Qué es lo que te da tanto miedo?
Me estremecí ligeramente.
–Sobre todo…
– ¿Sobre todo…? –apuntó.
No sabía por qué, pero no quería decirle nada sobre el niño de mis pesadillas. Había algo… privado acerca de aquel horror en particular. Así que, en vez de darle una descripción completa, le di sólo uno de los elementos.
–Los Vulturi –susurré.
Me estrechó con más fuerza.
–No nos van a molestar nunca más. Vas a ser inmortal muy pronto, así que no tendrán razones para ello.
Dejé que me reconfortara, sintiéndome un poco culpable de que lo hubiera malinterpretado. Las pesadillas no eran así exactamente.
No era que tuviese miedo por mí, tenía miedo por el niño.
No era el mismo niño del primer sueño, aquel niño vampiro con los ojos de un rojo sangre que se sentaba sobre una pila de cadáveres de mis seres queridos. Éste niño con el que había soñado cuatro veces durante la semana pasada, era definitivamente humano.
Sus mejillas estaban sonrojadas, y sus enormes ojos eran de un suave color verde.
Pero tal y como hacía el otro niño, se estremecía de miedo y desesperación mientras los Vulturi se acercaban a nosostros.
En este sueño, que era nuevo y viejo a la vez, yo simplemente tenía que proteger a ese niño. No había otra opción, y al mismo tiempo, sabía que no lo conseguiría.
Vio la desolación pintada en mi cara.
– ¿Qué puedo hacer para ayudar?
Negué con la cabeza. –Son sólo sueños, Edward.
– ¿Quieres que cante para ti? Cantaré toda la noche si eso sirve para mantener los malos sueños lejos.
–No todos son malos. Algunos son bonitos… Muy… coloridos. Bajo el agua, con los peces y los corales. Parece que está sucediendo de verdad, como si no estuviera soñando. Puede que la isla sea el problema. Todo es demasiado brillante aquí.
– ¿Quieres volver a casa?
–No, no. Todavía no. ¿No podemos quedarnos un poco más?
–Podemos quedarnos tanto tiempo como quieras, Bella –me prometió.
– ¿Cuándo empieza el semestre? No presté demasiada atención.
Suspiró. Puede que empezara a canturrear de nuevo, pero, antes de que pudiera estar segura, ya estaba ida.
Más tarde, cuando desperté en la oscuridad, fue con un susto.
El sueño había sido muy real… vívido, sensorial…
Grité, desorientada en la habitación oscura. Sólo un segundo antes, parecía que estaba bajo la brillante luz del sol.
– ¿Bella? –susurró Edward, con su brazos alrededor mío, sacudiéndome suavemente. – ¿Estás bien, cariño?
Emití un grito ahogado, de nuevo. Sólo un sueño. No era real. Para mi completo asombro, las lágrimas caían de mis ojos sin previo aviso, resbalando por mi cara.
– ¡Bella! –dijo en voz alta, ahora alarmado. – ¿Qué pasa?
Limpió con sus dedos fríos y frenéticos las lágrimas que me resbalaban por las mejillas, pero otras las sustituyeron.
–Sólo era un sueño.
No pude contener el sollozo que rompió mi voz. Las insensibles lágrimas eran molestas, pero no pude controlar la asombrosa pena que me oprimía. Quería desesperadamente que el sueño fuese real.
–Todo está bien, amor, estás a salvo. Estoy aquí –me acunó adelante y atrás, demasiado rápido para que consiguiera calmarme – ¿Has tenido otra pesadilla? No era real, no era real.
–No era una pesadilla –sacudí la cabeza frotándome los ojos con el dorso de la mano –Era un buen sueño –mi voz se quebró de nuevo.
–Entonces ¿por qué lloras? –preguntó, desconcertado.
–Porque he despertado. –gemí, rodeando su cuello con mis brazos, y sollozando contra su garganta.
Se rió de mi lógica, pero el sonido fue tenso por la preocupación.
–No pasa nada, Bella. Respira hondo.
–Era muy real. –lloré – Quiero que sea real.
–Cuéntamelo –me urgió –Tal vez eso ayude.
–Estábamos en la playa… –me aparté, para mirar con los ojos llenos de lágrimas su ansiosa cara de ángel, borrosa en la oscuridad.
Le miré melancólicamente, hasta que la irracional pena empezó a desvanecerse.
– ¿Y...? –me apremió.
Pestañeé para que las lágrimas salieran de mis ojos llorosos.
–Oh, Edward…
–Cuéntame, Bella…–suplicó, con ojos preocupados por el dolor que sonada en mi voz.
Pero no pude. En vez de eso, rodeé de nuevo su cuello con mis brazos y mi boca se poso febrilmente sobre la suya.
No era deseo, era necesidad, tanta que dolía.
Su respuesta fue instantánea, pero pronto fue seguida por su rechazo.
Forcejeó conmigo tan delicadamente como pudo, sorprendido, apartándome mientras me sujetaba por los hombros.
–No, Bella –insistió, mirándome preocupado, como si pensara que yo había perdido la razón.
Dejé caer los brazos, derrotada, las extrañas lágrimas cayendo de nuevo en torrente por mi cara, con un sollozo creciendo más y más en mi garganta.
Él tenía razón, debía estar loca.
Me miró, con ojos confundidos y llenos de angustia.
–Lo s-s-s-siento… –farfullé.
Me acercó a él de nuevo, abrazándome estrechamente contra su pecho de mármol.
–No puedo Bella, no puedo –dijo con un agónico gemido.
–Por favor…–dije, mi ruego sonó apagado contra su piel –Por favor, Edward.
No podría decir si las lágrimas que hacían temblar mi voz le conmovieron, si fue que no estaba preparado para manejar mi repentino ataque, o si su necesidad era tan insoportable como la mía en aquel momento.
Pero cualquiera que fuera la razón, el caso es que acercó sus labios a los míos, rindiéndose con un gruñido.
Retomamos las cosas justo donde se habían quedado en mi sueño.
Me quedé muy quieta cuando desperté a la mañana siguiente, intentando mantener el ritmo de mi respiración. Tenía miedo de abrir los ojos.
Estaba acostada a través del pecho de Edward, pero el estaba muy quieto y sus brazos no me rodeaban. Eso era mala señal. Tenía miedo de reconocer que estaba despierta y enfrentarme a su ira, estuviese a quien estuviese dirigida aquel día.
Con cuidado, eché un vistazo a través de mis pestañas. Estaba mirando hacia arriba, al oscuro techo, con los brazos detrás de la cabeza. Me incorporé sobre mi hombro para poder verle la cara mejor. Su expresión era suave, sin emociones.
– ¿Estoy metida en un lío? –pregunté con una suave vocecilla.
–En uno bien grande. –dijo, pero volvió la cabeza y me dedicó una sonrisita de suficiencia.
Suspiré con alivio. –Lo siento…–dije –no pretendía… Bueno, no se exactamente que me pasó anoche –sacudí la cabeza al recordar esas lágrimas irracionales, el aplastante dolor.
–No llegaste a contarme de que iba tu sueño.
–Supongo que no… pero más o menos te mostré de que iba. –dije con una risita nerviosa.
–Oh –dijo. Sus ojos se ensancharon y luego los entrecerró –Interesante…
–Era un sueño muy bueno –murmuré. Como no hizo ningún comentario, pasados unos segundos pregunté – ¿Estoy perdonada?
–Me lo estoy pensando.
Me senté, dispuesta a examinar mi cuerpo, aunque de todas formas no parecía haber plumas a mi alrededor. Pero cuando me moví, una extraña sacudida de vértigo me recorrió. Me tambaleé y caí de espaldas sobre las almohadas.
–Whoa… un mareo.
Sus brazos me rodearon entonces.
–Has dormido mucho, doce horas.
– ¿Doce? –que raro.
Me eché una ojeada a mi misma mientras hablaba, intentando no llamar la atención.
Parecía estar bien. Los moratones de mis brazos seguían siendo los de la semana pasada, casi amarillos. Me estiré, haciendo un experimento, y también me sentía bien. Bueno, más que bien, la verdad.
– ¿Está todo lo del inventario?
Asentí tímidamente. –Parece que todas las almohadas han sobrevivido.
–Desgraciadamente, no puedo decir lo mismo de tu… ehm… camisón. –inclinó la cabeza hacia los pies de la cama, donde trozos de encaje negro estaban esparcidos sobre las sábanas de seda.
–Vaya… ese me gustaba –dije.
–A mi también.
– ¿Hay más bajas? –pregunté tímidamente.
–Voy a tener que comprarle a Esme una cama nueva –confesó, mirando por encima del hombro. Seguí su mirada y me sorprendí al ver que grandes trozos de madera parecían haber sido arrancados de la parte izquierda del cabecero.
–Hmm – fruncí el ceño –Cualquiera pensaría que yo tendría que haber oído eso.
–Parece ser que no eres nada observadora cuando tu atención está puesta en otras cosas.
–Estaba un poco absorta –admití, sonrojándome.
Tocó mi ardiente mejilla y suspiró.
–Voy a echar de menos esto, mucho.
Le miré a la cara, buscando signos de de la ira o el remordimiento que tanto temía.
A su vez, él me miró, con apariencia tranquila pero ilegible.
– ¿Qué tal estás?
Se rió.
– ¿Qué? –pregunté.
–Pareces sentirte culpable, como si hubieses cometido un crimen.
–Me siento culpable.
–Sedujiste a tu demasiado dispuesto marido. No es un pecado capital.
Parecía estar bromeando. Mis mejillas se pusieron aún más rojas.
–La palabra seducción implica cierta cantidad de premeditación.
–Puede que esa no fuera la palabra apropiada –concedió.
– ¿No estás enfadado?
Sonrió apesadumbrado
–No estoy enfadado.
– ¿Por qué?
–Bueno… –hizo una pausa –No te he hecho daño, al menos. Esta vez fue más fácil controlarme, canalizar mis excesos –sus ojos volaron hacia el destrozado cabecero –Tal vez porque tenía una ligera idea de que esperar.
Una sonrisa llena de esperanza se extendió por mi cara.
–Te dije que era cuestión de práctica.
Puso los ojos en blanco. Mi estómago rugió y el se rió.
– ¿Hora de desayunar para los humanos? –preguntó.
–Por favor –dije, saltando de la cama. Pero me moví demasiado rápido y me tambaleé como una borracha para recuperar el equilibrio. Me sujetó antes de que estampase contra la cómoda.
– ¿Estás bien?
–Si en mi próxima vida no tengo mejor sentido del equilibrio, pediré un reembolso.
Esa mañana cociné yo. Freí unos huevos, demasiado hambrienta para preparar cualquier cosa más elaborada. Impaciente, los puse en el plato solo unos minutos después.
– ¿Desde cuando comes huevos con la yema casi cruda?
–Desde ahora.
– ¿Sabes cuantos huevos has comido sólo durante la semana pasada? –cogió el cubo de la basura de debajo del fregadero. Estaba lleno de hueveras de cartón azul.
–Que raro –dijo después de tragar un bocado que quemaba –Este sitio está cambiando mi apetito –y mis sueños, y mi ya dudoso sentido del equilibrio –Pero me gusta estar aquí. Aunque tendremos que irnos pronto, ¿no?, para llegar a Dartmouth a tiempo. Wow, si hasta tenemos que encontrar un sitio para vivir y todo…
Se sentó a mi lado.
–Puedes dejar ya de fingir acerca de la universidad, ahora que ya conseguiste lo que querías. Y no habíamos llegado a ningún acuerdo, así que no hay nada que te ate.
Resoplé.
–No estaba fingiendo, Edward. No me paso el día tramando cosas, como alguien que conozco. ¿Qué podemos hacer para agotar hoy a Bella? –dije, en una pobre imitación de su voz. Se rió, sin sentirse avergonzado –De verdad que quiero un poco más de tiempo como humana –me incliné para acariciar su pecho desnudo. –Aún no he tenido suficiente.
Me dirigió una mirada dubitativa.
– ¿De esto? –pregunto, cogiendo mi mano y moviéndola hacia su bajo vientre. – ¿El sexo ha sido la clave todo este tiempo? –Puso los ojos en blanco – ¿Por qué no pensé en ello antes? –dijo sarcásticamente –Me hubiese ahorrado unas cuantas discusiones.
–Si, probablemente –reí.
–Eres demasiado humana –dijo otra vez.
–Lo sé.
El principio de una sonrisa tiró de las comisuras de sus labios hacia arriba.
–Así que... ¿vamos a ir a Dartmouth? ¿En serio?
–Probablemente me echaran después del primer trimestre.
–Seré tu tutor – su sonrisa era evidente ahora –Te va a encantar la universidad.
– ¿Crees que podremos encontrar un apartamento a estas alturas?
Hizo una mueca de culpabilidad.
–Bueno… la verdad es que… ya tenemos una casa allí. Sólo por si acaso, ya sabes.
– ¿Has comprado una casa?
– Las propiedades inmobiliarias son buenas inversiones.
Levanté una ceja y lo dejé pasar
–Así que estamos listos para ir.
–Tendré que preguntar si podemos quedarnos tu coche “antes de” durante un tiempo más.
–Si, que el cielo no permita que no me encuentre protegida contra tanques.
Sonrió burlonamente.
– ¿Cuánto tiempo nos podemos quedar? –pregunté.
–Vamos bien de tiempo. Unas semanas más, si quieres. Y así podríamos visitar a Charlie antes de irnos a New Hampshire. Podríamos pasar las navidades con Renee…
Sus palabras pintaron un futuro inmediato de lo más feliz. Un futuro libre de dolor para todos los involucrados. El “cajón” de Jacob, de todo menos olvidado, resonó, y retoqué el pensamiento. Casi para todos los involucrados.
No se estaba poniendo nada fácil. Ahora que había descubierto exactamente lo bueno que podía llegar a ser humana, era tentador dejar que mis planes fueran a la deriva.
Dieciocho o diecinueve, diecinueve o veinte. ¿De verdad importaba tanto? Y ser humana junto a Edward… La decisión se tornaba cada vez más delicada.
–Unas semanas más –acordé. Y después, porque el tiempo nunca parecía suficiente, añadí –Y estaba pensando… ¿te acuerdas de lo que decía sobre la práctica?
Edward rió.
– ¿Puedes esperar un momento? Oigo un barco, los de la limpieza deben estar aquí.
Quería que esperase un momento. ¿Significaba eso que no me iba a dar más problemas sobre las “prácticas”? Sonreí.
–Deja que le explique a Gustavo el desastre de la habitación blanca, y después podemos salir. Hay un lugar en la jungla, en el sur...
–No quiero salir. Hoy no pienso caminar por toda la isla. Quiero quedarme aquí y ver una película.
Apretó los labios, tratando de no reírse de mi tono contrariado.
–Vale, como prefieras. ¿Por qué no eliges una mientras voy a abrir la puerta?
–No he oído a nadie picar.
Movió la cabeza a un lado, escuchando atentamente, y, medio segundo más tarde, un tímido repiqueteo sonó en la puerta. Sonrió burlonamente y se dirigió al pasillo.
Recorrí con la mirada la estantería que había bajo la televisión, mirando los títulos. No era fácil decidir por dónde empezar, tenían más DVDs que en un videoclub.
Puede oír la grave y aterciopelada voz de Edward mientras se acercaba por el pasillo, conversando fluidamente en lo que pensé debía ser un perfecto portugués. Otra voz, más áspera, respondía en la misma lengua.
Edward los acompaños a la habitación, apuntados hacia la cocina de camino allí. Los dos brasileños parecían increíblemente bajos y morenos a su lado. Uno de ellos era un hombre grueso, y la otra una mujer delgada, ambos con las caras surcadas de arrugas.
Edward me señaló con una sonrisa llena de orgullo, y oí mi nombre mezclado entre una ráfaga de palabras raras.
Me ruboricé un poco al pensar en el desastre que pronto iban a encontrar en la habitación blanca. El hombre me sonrió educadamente.
Pero la menuda mujer de piel color café no sonrió. Me miró con una mezcla de horror, preocupación, y sobre todo, miedo. Antes de que yo pudiera reaccionar, Edward le hizo un gesto para que le siguieran hacia el “gallinero”, y se fueron.
Cuando volvió estaba solo. Caminó rápidamente hacia mí y me envolvió con sus brazos.
– ¿Qué pasa con ella? –susurré con urgencia, recordando su expresión de pánico.
Edward se encogió de hombros, no parecía preocupado.
–Kaure es mitad india, de la tribu Takuma. Fue educada para ser supersticiosa, o también se podría decir para que fuera más cauta, al menos más que aquellos que viven en el mundo moderno. Sospecha lo que soy, o casi –todavía no sonaba preocupado –Aquí tienen sus propias leyendas. El Libishomen, un demonio que bebe sangre, y se alimenta en exclusiva de mujeres hermosas.
Me lanzó una mirada lasciva.
¿Sólo de mujeres hermosas? Bueno, eso era halagador.
–Parecía aterrorizada –dije.
–Y lo está. Pero principalmente está preocupada por ti.
– ¿Por mí?
–Tiene miedo por que te tengo aquí conmigo, a solas –Ahogó una risita, y clavó la mirada e la estantería –Bueno, ¿Por qué no escoges algo para ver? Eso es algo humano y aceptable.
–Si, estoy segura de que una película la convencerá de que eres humano –reí, y me puse de puntillas para rodearle el cuello con los brazos.
Él se agachó para que pudiera besarle, y después sus brazos se apretaron alrededor de mí, levantándome del suelo para no estar doblado.
–Película, pfelicula –murmuré, mientras sus labios se desplazaban hacia mi garganta y yo enterraba los dedos en su cabello broncíneo.
Entonces oí un grito ahogado, y el me soltó de repente.
Kaure estaba congelada en el pasillo, con los cabellos negros llenos de plumas, más plumas dentro de una bolsa que sujetaba entre los brazos, y una expresión de terror en su cara.
Me miró fijamente, con los ojos desorbitados. Yo me sonrojé y miré al suelo.
Entonces, recuperó la compostura y murmuró algo que, incluso en otro idioma, era claramente una disculpa. Edward sonrió y contestó en tono amistoso. Apartó los ojos de nosotros y siguió caminando por el pasillo.
– ¿Estaba pensando lo que pienso que estaba pensando?
Se rió de mi enrevesada frase.
–Si.
–Esta –dije, estirándome para coger una película al azar –Ponla, y podemos fingir que la estamos viendo.
Era un viejo musical lleno de caras sonrientes y vestidos vaporosos.
–Muy “luna de miel” –aprobó Edward.
Mientras los actores bailaban en la pantalla una alegre canción introductoria, yo me repantigué en el sofá, acurrucándome entre los brazos de Edward.
– ¿Vamos a volver a la habitación blanca? –pregunté distraídamente.
–No sé… Ya he destrozado el cabecero de la otra cama, sin posibilidad de reparación alguna. Puede que, si limitamos la destrucción a una sola zona de la casa, Esme vuelva a invitarnos algún día.
Sonreí abiertamente.
– ¿Así que va a haber más destrucción?
Se rió de mi cara.
–Creo que sería más seguro si es algo premeditado, en vez de esperar a que me ataques otra vez.
–Eso es sólo una cuestión de tiempo –admití, pero ya sentía el pulso desatado en las venas.
– ¿Tienes algún problema de corazón?
–Nop. Estoy sana como un caballo –hice una pausa – ¿Querías ir a hacer un reconocimiento de la zona de demolición ahora?
–Sería más educado esperar a estar solos. Puede que tú no te enteres cuando rompo los muebles, pero a ellos probablemente les daría un buen susto.
De verdad, yo ya había olvidado la presencia de gente en la otra habitación.
–Es verdad. Mierda.
Gustavo y Kaure se movían silenciosamente por la casa, mientras yo esperaba impacientemente a que terminaran, intentando prestar atención al “felices para siempre” que se desarrollaba en la pantalla.
Me estaba quedando dormida (a pesar de que Edward dijo que había dormido gran parte del día) cuando una voz áspera me sobresaltó.
Edward se incorporó, manteniéndome acurrucada contra él, y contestó a Gustavo en fluido portugués. Gustavo asintió, y camino silenciosamente hacia la puerta.
–Ya han terminado.
–O sea, qué ¿ahora estamos solos?
– ¿Qué tal si comes primero? –sugirió.
Me mordí el labio, dividida por el dilema. Tenía mucha hambre.
Con una sonrisa, tomó mi mano y me llevó hasta la cocina.
Conocía las expresiones de mi cara tan bien, que no importaba que no pudiese leer mi mente.
–Esto se me está yendo de las manos –me quejé, cuando por fin me sentí llena.
– ¿Quieres ir esta tarde a nadar con los delfines? ¿Para quemar las calorías? –preguntó.
–Tal vez más tarde. Tengo otra idea para quemar calorías.
– ¿Si? ¿Y que es?
–Bueno… todavía queda un gran trozo de cabecero en la cama…
No pude terminar. Ya me había cogido entre sus brazos, y sus labios silenciaron los míos mientras me llevaba a la habitación azul con inhumana velocidad.
7 - INESPERADO
La línea de negrura avanzaba sobre mí a través de la niebla que me envolvía. Yo podía ver sus oscuros ojos rubí brillando con deseo, ansiosos por matar. Sus labios se retiraban por detrás de sus afilados, húmedos dientes- algo como un gruñido, como una sonrisa.
Escuché al niño gimoteando detrás de mí pero no podía volverme hacia él. Aunque estaba desesperada por asegurarme de que estaba a salvo, no podía perder ni un instante en mirarle en ese momento.
Ellos parecían fantasmas y estaban cerca, sus negras togas se inflaban suavemente con cada movimiento. Veia sus manos encrespadas en forma de garras huesudas y blanquecinas. Empezaron a distanciarse entre ellos, preparándose para venir desde todos los lados. Estábamos rodeados. Íbamos a morir.
Y entonces, como la ardiente luz de un flash, toda la situación era diferente. Todavía nada había cambiado – todavía los Volturi avanzaban hacia nosotros, preparados para matarlos. Todo lo que había cambiado era como la escena me parecía a mí. De repente, tenía hambre de ellos, quería arremeter contra ellos. El pánico fue sustituido por sed de sangre cuando avancé hacia delante, con una sonrisa en mi cara y un gruñido saliendo a través de mis dientes descubiertos.
Me incorporé de una sacudida. Estaba ardiendo. Mi pelo estaba enmarañado y lleno de sudor en las sienes y se enrollaba en mi cuello.
Busqué a tientas en las templadas sábanas y las encontré vacías.
“¿Edward?”
Justo entonces, mis dedos se encontraron algo suave, plano y rígido. Un trozo de papel, doblado a la mitad. Cogí la nota y crucé la habitación para encender la luz.
Estaba dirigida a la Señora Cullen.
“Espero que no despiertes y te des cuenta de mi ausencia pero si eso pasa, vuelvo muy pronto. Sólo he ido a caza. Vuelve a dormir y allí estaré cuando vuelvas a despertarte. Te quiero”
Suspiré. Habíamos estado allí sobre dos semanas así que debería haber esperado que tuviese que dejarme pero no lo había pensado en ningún momento. Parecíamos estar como si no existiese el tiempo, en un perfecto estado.
Me sequé el sudor de mi frente. Estaba totalmente despejada aunque el reloj del tocador decía que no era más de la una. Sabía que no iba a poder dormirme otra vez con el calor y el bochorno que sentía. No mencionaré el hecho de que si apagaba la luz y cerraba los ojos estaba segura de que podría ver esas figuras negras merodeando en mi cabeza.
Me levanté y paseé a través de la oscura casa, encendiendo las luces. Parecía tan grande y vacía sin Edward. Era diferente.
Acabé en la cocina y decidí que lo mismo una buena comida era lo que yo necesitaba.
Rebusqué en el frigorífico hasta que encontré todos los ingredientes para un pollo frito. El chisporroteo del pollo en la sartén era un agradable y dulce sonido; me sentía menos nerviosa mientras se llenase el silencio.
Olía tan bien que empecé a comer directamente de la sartén, quemándome la lengua. Al quinto o sexto bocado se había enfriado lo suficiente para mi gusto. Mastiqué más despacio. ¿Había algo extraño en el sabor? Comprobé la carne y estaba blanca pero completamente hecha. Tomé otro bocado para probar. Ugh – definitivamente asqueroso. Salté para escupirlo en el fregadero. De repente, el olor de pollo y el aceite me parecía asqueroso. Cogí el plato entero y lo vacié en la basura, entonces abrí las ventanas para que saliese el olor. Una brisa helada entraba de fuera. Mi piel lo agradeció.
Estaba tremendamente cansada pero no quería volver a la cálida habitación. Así que abrí más ventanas en la sala de la TV y me tumbé en el sofá que había debajo de ellas. Volví a ver la película que ya habíamos visto el otro día y rápidamente me quedé dormida con la canción del principio.
Cuando abrí los ojos, el sol estaba en medio del cielo pero no fue la luz lo que me despertó. Eran unos gélidos brazos.
Él puso una mano helada en mi frente. Era muy agradable.
Al mismo tiempo, derrepente un dolor retorcio mi estomago, casi como un el dolor despues de un golpe al higado.
“lo siento”, Edward estaba murmurando mientras limpiaba mi frente con su gelida mano. “tanto para nada, no pense cualto calor tendrias sin mi, tendre un aire acondicionado instalado antes de irme otra vez”.
No me podia concentrar en lo que el decia, “disculpa” dije jadeando, luchando para librarme de sus brazos.
El me libro automaticamente “Bella?”
Corri hacia el baño con mi mano apretando mi boca, me sentia tan mal que nisiquiera me importo –al principio- que estaba con migo mientras estaba agachada sobre el retrete y violentamente enferma.
“Bella? Que pasa?”
no podia contrestare aun, me sostuvo ansiosamente , quitando mi pelo de mi cara, esperando hasta que pudiera repirar de Nuevo.
“maldito pollo rancio” gemi.
“estas bien?” su voz era debil.
“bien”, jadeé, “fue solo intoxicacion , no necesitas ver esto, vete”
“no lo creo , Bella”
“vete” gemi otra vez, luchando para parame para limpiarme la boca, el me ayudo gentilmente, ignorando los debiles empujones.
Despues de que mi boca estuvo limpia, me llevo ala cama y me sento cuidadosamente, soportandome con sus brazos.
“intoxicacion?”
“si” me queje. “me hice pollo anoche, sabia crudo, asi que lo tire, pero solo fueron unas mordidas primero”.
Él puso una mano helada en mi frente. Era muy agradable.
“¿Cómo te encuentras ahora?”
Yo lo pensé un momento. Las nauseas habían desaparecido tan rápido como llegaron y me sentía como cualquier otra mañana. “Bastante normal. Un poquito hambrienta, solamente”
Me hizo esperar una hora y beber un gran vaso de agua antes de que me friese unos huevos. Me sentía perfectamente normal solo un poco cansada por haberme levantado a medianoche. Puso la CNN – habíamos estado tan fuera de contacto que podría haber estallado la Tercera Guerra Mundial y no habernos enterado – y me dejé caer sobre sus rodillas.
Me aburrí con las noticias y me giré para besarle. Como aquella mañana, un agudo dolor golpeó mi estómago cuando me moví. Me separé corriendo de él con mi mano tapando la boca. Sabía que no podría llegar al baño esta vez así que fui corriendo al fregadero de la cocina.
Él me sujetó el pelo otra vez.
“Quizás deberíamos volver a Rio a ver al médico” sugirió con preocupación mientras me enjuagaba la boca.
Negué con la cabeza y me dirigí hacia el pasillo. Los médicos son sinónimo de agujas. “Estaré mucho mejor después de lavarme los dientes”.
Cuando mi boca sabía mejor, busqué en mi maleta el pequeño kit de primeros auxilios que Alice había empaquetado para mi, lleno de cosas para humanos como vendas y analgésicos y mi objetivo ahora – Pepto-Bismol. Quizás podía calmar mi estómago y tranquilizar a Edward.
Pero antes de que encontrase el Pepto, vi algo más que Alice había guardado para mí. Cogí la pequeña caja azul y la sostuve en mi mano durante un largo rato, olvidando todo lo demás.
Entonces empecé a echar cuentas en mi cabeza. Una vez. Dos. Otra más.
Un golpe me sobresaltó; la cajita cayó dentro de la maleta.
“¿Estás bien?” preguntó Edward desde la puerta “¿Te encuentras mal otra vez?”
“Sí y no” dije pero mi voz sonó ahogada.
“Bella, ¿puedo entrar?” Estaba muy preocupado.
“Vaa…vale”
Entró y valoró mi situación, sentada entre el suelo y la maleta, y mi expresión pálida, mirando a un punto fijo. Él se sentó delante de mí, puso su mano en mi frente otra vez.
“¿Qué va mal?”
“¿Cuántos días han pasado desde la boda?” susurré.
“Diecisiete” respondió automáticamente “Bella, ¿qué es lo que pasa?”
Yo estaba contando otra vez. Estiré un dedo, avisándole de que esperase y musité los números para mí. Me había confundido sobre los días antes. Llevábamos allí más de lo que yo pensaba. Volví a empezar la cuenta de nuevo.
“¡Bella!” cuchicheó con nerviosismo “Me vas a volver loco”
Intenté tragar. No podía. Así que busqué en la maleta y revolví en ella hasta dar con la cajita azul de tampones de nuevo. Se la tendí en silencio.
Él se puso frente a mí, confuso. “¿Qué? ¿Estás intentando hacerme creer que tu enfermedad es el síndrome premenstrual?”
“No,” conseguí dejar de ahogarme. “No, Edward. Estoy intentando decirte que tengo un retraso de cinco días”
La expresión de su cara no cambió. Era como si yo no hubiese hablado.
“No creo que esto sea una mala digestión”
No respondió. Parecía haberse vuelto una escultura.
“Los sueños,” me susurré a mi misma demasiado bajo.
“Dormir tanto. Los llantos. Toda esa comida. Oh. Oh. Oh”
Edward parecía totalmente frío, como si nunca me pudiese ver más.
Pensando, casi involuntariamente, mi mano volvió a caer hasta mi estómago.
“Oh” musité de nuevo.
Me tambaleé sobre mis pies, fuera del alcance de las manos inmóviles de Edward. No me había quitado los pantalones cortos de seda y la camisola desde que me había despertado. Me deshice de la tela azul y la sostuve encima de mi estómago.
“Imposible” gemí.
No tenía ninguna experiencia con embarazos ni bebes ni nada de ese mundo pero no era idiota. Había visto las suficientes películas y espectáculos de Tv como para saber que no era así cómo funcionaba. Sólo tenía un retraso de cinco días. Si estaba embarazada, mi cuerpo todavía no habría registrado el hecho. No podía tener náuseas por la mañana, no podía haber cambiado mis hábitos alimentarios o de sueño.
Y, definitivamente, no podía tener un pequeño pero definido bulto entre mis caderas.
Retorcí mi torso y sucesivamente, examiné desde cada ángulo, como si eso pudiese hacer desaparecer precisamente la correcta pista. Yo pasé mis dedos sobre el suave bulto, sorprendida por la roca dura que sentía debajo de mi piel.
“Imposible” repetí porque, bulto o no bulto, periodo o no periodo (y no es que definitivamente no fuese a haber periodo aunque yo no me había retrasado ni una sola vez en mi vida), no había manera de que estuviese embarazada. La única persona con la que yo había tenido sexo era con un vampiro, podía asegurarlo.
Un vampiro que, por cierto, estaba todavía congelado en el suelo sin dar muestras de irse a mover otra vez.
Así que tenía que tener otra explicación. Algo que iba mal en mí. Una extraña enfermedad sudamericana con signos de embarazo, sólo que acelerados.
Y entonces recordé algo – una mañana de búsqueda en Internet que parecía que había sido hacía una eternidad. Sentada en el viejo escritorio de mi cuarto en casa de Charlie con una gris luz pasando débilmente a través de la ventana, enfrente de mi viejo, destartalado ordenador, leyendo ávidamente una web llamada “Vampiros A-Z” Había sido menos de 24 horas después de que Jacob Black, hubiese pretendido entretenerme con las leyendas de Quileute, que él aún no creía y me hubiese dicho que Edward era un vampiro. Yo había echado un vistazo a las primeras entradas de la web que estaban dedicadas a los mitos vampíricos a lo largo del mundo. El filipino Dana, el hebrep Estrie, el romano Varacolaci, el Italiano Stregoni benefici, la actual leyenda basada en lo que mi nuevo suegro me había contado de los Volturi, (nada que yo supiera entonces). Yo le había prestado menos y menos atención a las historias que iban avanzando de forma imparable. Solamente recordaba muy poco de las últimas entradas. Ellas parecían como excusas fantasiosas para explicar las grandes tasas de mortalidad infantil y la infidelidad No cariño, yo no estaba siendo infiel. La sexy mujer que tú viste desnuda por la casa era un diabólico succubus. ¡Tengo suerte de haber escapado con vida! (por supuesto, con lo que yo sabía ahora sobre Tanya y sus hermanas, sospeché que alguna de esas excusas habían sido ciertas). Había una para las mujeres, también. ¿Cómo puedes acusarme de engañarte – solo porque hayas venido después de dos años de un viaje en el mar y esté embarazada? Fue un incubus. Él me hipnotizó con sus mágicos poderes de vampiro...
Había sido parte de la definición de incubus – la habilidad de ser padres de niños con sus desafortunadas presas.
Yo sacudí mi cabeza, aturdida. Pero…
Pensé en Esme y en, especial, en Rosalie. Vampiras que no podían tener niños. Si fuese posible, Rosalie ya habría encontrado la manera de hacerlo. El mito de los incubus era una fábula.
Excepto que… bien, había una diferencia. Por supuesto, Rosalie no podía concebir un hijo porque ella estaba paralizada en el estado que se pasa de humano a inhumano. Una total transformación. Y los cuerpos de las mujeres humanas tenían que cambiar para albergar un bebé. El constante cambio del ciclo menstrual y luego los grandes cambios necesarios para que el niño creciese… El cuerpo de Rosalie no podía cambiar.
Pero el mío sí. El mío lo hacía. Toqué el bulto de mi estómago que no estaba el día anterior.
Un hombre humano – bien, afortunadamente pueden funcionar desde la adolescencia a la muerte. Yo recordé una cuestión trivial, sacada de quien sabe dónde: Charlie Chaplin estába en sus setenta cuando fue padre de su hijo pequeño. Los hombres no tienen que portar bebés ni ciclos de fertilidad.
Por supuesto, ¿cómo podía alguien saber si los vampiros pueden ser padres de niños cuando sus parejas no son capaces? ¿Qué vampiro de la tierra podría tener el control suficiente para probar la teoría con una mujer mortal? ¿O el deseo?
Podía pensar en una única cosa.
Parte de mi cabeza estaba clasificando hechos, memorias y especulaciones, mientras que la otra mitad – la que controlaba la habilidad de mover todos los músculos- estaba muy aturdida como para realizar actividad normal. Yo no podía mover mis labios para hablar aunque quería preguntarle a Edward que estaba pasando. Necesitaba volver dónde él estaba sentado, tocarlo, pero mi cuerpo no obedecía mis instrucciones. Únicamente podía observar mis asustados ojos en el espejo, mis dedos presionados contra el hinchazón de mi torso.
Y entonces, como en mi intensa pesadilla de la pasada noche, la escena se había transformado de forma radical. Todo lo que yo veía en el espejo era totalmente diferente aunque nada en ese momento era diferente.
Lo que hacía cambiar todo era un pequeño bulto, cubierto por mi mano – procedente del interior de mi cuerpo.
En el mismo momento, el teléfono de Edward sonó, pidiendo respuesta. Ninguno nos movimos. Llamó una vez y otra. Yo intenté callarlo mientras presionaba los dedos en mi estómago, esperando. En el espejo mi expresión no era muy desconcertada- estaba asombrada en ese momento. Me acababa de dar cuenta cuando extrañas, silenciosas lágrimas empezaron a deslizarse por mies mejillas.
El teléfono continuaba sonando. Yo deseé que Edward lo respondiese – estaba viviendo algo trascendental. Posiblemente, lo más trascendental de mi vida.
Ring! Ring! Ring!
Finalmente, la irritación pudo con todo lo demás. Me agaché hacia Edwar – sentí que me movía con más cuidad, cien veces más consciente de cada emoción que sentía – rebusqué en sus bolsillos hasta que di con el teléfono. Había medio-esperado que él lo hubiera cogido y respondido pero estaba perfectamente inmóvil.
Reconocí el numero y pude fácilmente adivinar porque estaba llamando.
“Hola, Alice” dije. Mi voz no era mucho mejor que antes. Me aclaré la garganta.
“¿Bella? ¿Bella, estás bien?”
“Sí. Um. ¿Está ahí Carlisle?”
“Está. ¿Cuál es el problema?”
“No estoy… un uno por ciento…segura”
“¿Está Edward también bien? Preguntó cautelosa. Ella dijo el nombre de Carlisle y entonces insistió.
“¿Por qué no coge el teléfono?” dijo antes de que respondiese a la primera pregunta.
“Bella, ¿qué está pasando? Yo solo vi…”
“¿Qué es lo que viste?”
Hubo un silencio. “Te paso a Carlisle” respondió por fín.
Sentí como si me hubiesen inyectado agua helada en mis venas. Si Alice hubiera tenido una visión de mí con un niño de ojos verdes y cara angelical en mis brazos me hubiese respondido ¿verdad?
Mientras esperaba a que Carlisle hablase, la visión que había imaginado para Alice bailó ante mis ojos. Un diminuto y precioso bebé, más hermoso que el chico de mi sueño – un pequeño Edward en mis brazos. Una oleada de calor recorrió mis venas, echando al hielo.
“Bella, soy Carlisle. ¿Qué pasa?”
“Yo…” No estaba segura de cómo responder. ¿Se reiría de mis conclusiones, me diría que estaba loca? ¿Estaba teniendo solo otro bonito sueño? “Estoy un poco preocupada por Edward… ¿Pueden los vampiros entrar en shock?”
“ ¿Está herido?” la voz de Carlisle era, de repente, apremiante.
“No, no” le aseguré. “Es sólo que ha tenido una sorpresa”
“No entiendo, Bella”
“Yo creo…bueno…yo creo que… quizás… puedo estar…” tomé una bocanada de aire “Embarazada”
Como si me respondiese, noté otro golpecito en mi abdomen. Mi mano voló hacia mi estómago.
Después de una pausa prolongada, Carlisle empezó con el procedimiento médico.
“¿Cuál fue el último día de tu pasado ciclo menstrual?”
“Dieciséis días antes de la boda” Hice la cuenta mentalmente para ser capaz de responder con certeza.
“¿Cómo te sientes?”
“Rara” le conté con la voz rota. Otro torrente de lágrimas se deslizaba por mis mejillas. “Va a parecer una locura – sé que es muy pronto para cualquier cosa de estas. Quizás estoy loca. Pero tengo sueños extraños y como todo el tiempo y lloro y vomito y….. yo noto algo que se mueve dentro de mí justo ahora”
La cabeza de Edward se levantó.
Suspiré aliviada.
Edward levantó su mano hacia el teléfono, su cara blanca y dura.
“Um, creo que Edward quiere hablar contigo”
“Pásamelo” Carlisle dijo con voz tensa.
No estaba muy segura de que Edward pudiese hablar pero puse el teléfono en su mano extendida.
Presionó el teléfono contra su oreja “¿Es posible?” murmuró.
Escuchó durante un rato, de pie sin ninguna expresión.
“¿Y Bella?” preguntó. Su brazo osciló hacia mí mientras hablaba, poniéndome a su lado.
Escuchó durante un tiempo que se me hizo eterno y entonces dijo “Sí, sí, lo haré”
Retiró el teléfono de su oreja y presionó el botón de finalizar. Mejor ahora, marcó un nuevo número.
“¿Qué dice Carlisle?” pregunté impacientemente.
Edward respondió con una voz débil. “Piensa que estás embarazada”.
Sus palabras me provocaron un cálido escalofrío en la espalda. El pequeño golpe latió dentro de mí.
“¿A quién estás llamando ahora?” pregunté cuando se puso el teléfono a la oreja.
“Al aeropuerto. Volvemos a casa”
Edward estuvo al teléfono durante más de una hora sin respiro. Supuse que estaba consiguiendo nuestro vuelo a casa pero no podía estar segura porque él no estaba hablando en inglés. Sonaba como si estuviese discutiendo; él habló mucho a través de sus dientes.
Mientras discutía, hacía la maleta. Él se movía por la habitación como un furioso tornado, destruyéndolo todo a su paso. Tiró algunas de mis ropas sobre la cama sin mirarlas así que acepté que era momento de vestirme. Continuaba con sus argumentaciones mientras me cambiaba, gesticulando con repentinos y agitados movimientos.
Cuando no podía soportar la violenta energía que irradiaba, dejé la habitación silenciosamente. Su frenética conversación me provocaba dolor de estómago – no como el de la mañana, sólo incomodidad. Esperaría en algún lugar a que su mal humor pasase. No podía hablar a ese frío y enfadado que, sinceramente, me daba algo de miedo.
De nuevo, acabé en la cocina. Había una bolsa de galletitas saladas en el armario. Empecé a masticarlas de forma ausente, frente a la ventana y las arena, las rocas, los árboles y el océano, todos brillando bajo el sol.
Alguien me golpeo suavemente.
“Lo sé” dije “Yo tampoco quiero irme”
Estuve de pie en la ventana durante un rato pero el golpe no respondió.
“No lo entiendo” susurré “¿Qué es lo malo que hay aquí?”
Absolutamente sorprendente. Desconcertante. Pero, ¿malo?
No
¿Así que por qué Edward estaba tan furioso? Él era el único que había deseado tanto una boda precipitada.
Intenté pensar alguna razón sobre eso.
Quizás estaba tan confundido que quería ir a casa para que todo fuese bien. Querría que Carlisle me examinase, estar seguro que mi suposición era cierta. – aunque no tenía ninguna duda en ese aspecto. Probablemente ellos querrían resolver porque estaba ya tan embarazada, con el bulto y los golpecitos y todo lo demás. Eso no era normal.
Una vez que pensé eso, yo estaba segura que lo sabía. Él debía estar preocupado por el bebé. No me había percatado de esto todavía. Mi cerebro trabajaba más lento que eso – estaba todavía maravillada por la escena que había imaginado antes: el pequeño bebe con los ojos de Edward- verdes, como si siguiesen siendo como cuando era humano- tumbado amorosamente y precioso en mis brazos. Esperaba que tuviera la cara exacta de Edward, sin rasgos de la mía.
Era divertido como de repentina e importante esa visión había empezado a ser. Desde su primer pequeño golpe, el mundo entero se había movido. Donde antes había una sola cosa sin la que yo no podía vivir, ahora había dos. No había separación – mi amor no se rompería entre ellos ahora ni nada como eso. Era más como si mi corazón hubiese crecido, aumentado dos veces su talla en ese momento. Todos ese nuevo espacio ya estaba lleno. Este incremento casi me daba vertigo.
Nunca había entendido realmente el dolor y resentimiento de Rosalie antes. Nunca me había imaginado a mí como madre, nunca quise eso. Había sido fácil prometer a Edward que no me preocupaba no tener niños por él porque realmente no quería. Niños, en su sentido abstracto, nunca me habían llamado. Parecían criaturas ruidosas, siempre empapados de algún tipo de suciedad. Nunca había tenido mucho que hacer con ellos. Cuando yo había soñado que Renée me diese un hermano siempre había imaginado un hermano mayor. Alguien que cuidase de mí y no al revés.
Ese niño, el niño de Edward, era otra historia.
Lo quería como el aire que respiraba. No era una elección- era una necesidad.
Lo mismo solo tenía una mala imaginación. Lo mismo porqué yo no había sido capaz de imaginar que estaría casada hasta que ya lo estaba – incapaz de ver que yo desearía un bebé hasta que éste estuviese en camino.
Cuando puse mi mano en mi estómago, esperando el próximo golpecito, las lágrimas corrían por mi cara otra vez.
“¿Bella?”
Me volví, cautelosa por el tono de su voz. Era tan frío, tan cuidadoso. Su cara era como su voz, vacía y dura.
Y entonces vio que estaba llorando.
“¡Bella!” Cruzó la habitación como un rayo y puso sus manos en mi cara.”¿Estás dolida?”
“No, no…”
Me puso contra su pecho. “No estés asustada. Estaremos en casa en dieciséis horas. Estarás bien. Carlisle estará preparado cuando lleguemos. Nosotros nos encargaremos de esto y tu estarás bien, estarás bien”
“¿Encargaros de esto?¿Qué quieres decir?”
Se apartó y me miro a los ojos “Vamos a sacar esa cosa de ti antes de que te haga daño. No tengas miedo. No voy a dejar que te haga daño”
“¿Qué cosa?” - jadeé
Miro bruscamente a otro lado, hacia la puerta de entrada.
“¡Por los pelos!” Olvidé que le debía a Gustavo. Me libraré de él y volveré” Salió como una flecha de la habitación.
Me sujeté fuertemente a la encimera para sostenerme. Mis rodillas estaban temblando.
Edward había llamado a mi bebé cosa. Dijo que Carlisle me lo sacaría.
“No” gemí.
Había estado equivocada antes. No se preocupaba por el bebé en absoluto. Quería herirlo. La hermosa imagen en mi cabeza se sacudió fuertemente, convertida en algo siniestro. Mi precioso bebé llorando, mis débiles brazos no eran suficientes para protegerlo…
¿Qué podía hacer? ¿Sería capaz de razonar con él?
“¿Que debía hacer si no podía? ¿Cómo explicaría Alice ese extraño silencio en el teléfono?
¿Era esto lo que ella había sembrado?” (se refiere a las tentadoras ropas ke había puesto en el equipaje) “¿Edward y Carlisle asesinando ese pálido niño perfecto antes de que pudiera vivir?”.
“ No”, gemí de nuevo, con voz más fuerte, eso no podía ser, yo no lo permitiría “
Escuche a Edward hablando, portugués de nuevo. Argumentando otra vez. Su voz se acerco, y escuche su exasperación, luego escuche otra voz, baja y tímida. La voz de una mujer.
Él entro en la cocina, por delante de ella, y fue derecho hacía mí. limpio mis lagrimas desde mis mejillas y murmuro en mi oído su liviano pensamiento, con la línea de su boca rígida.
“ ella insiste en dejar la comida que trajo, - hizo la cena para nosotros”. Si él hubiera sido menos tenso, menos furioso, yo sabia que habían cambiado sus ojos. “es una excusa – Ella quiere asegurarse de que no te he matado aún”. Su voz fue fría al final.
Kaure dio nerviosamente la vuelta en la esquina con el plato en sus manos. Desee poder hablar portugués, o que mi español fuera menos rudimentario, así podría intentar dar las gracias a esa mujer quien había osado a la ira de un vampiro, solo para comprobar mi persona.
Sus ojos se fijaron entre nosotros dos. Vi su medición en el color de mi cara, la humedad en mis ojos, con algo de brillo materno que no entendía, ella puso el plato en la encimera.
A Edward algo se le quebró en él; Yo nunca le había escuchado antes.
Se volvió a ir, y los giros de movimiento de su larga falda dejaron el olor de la comida en mi cara. Era tan fuerte –cebollas y pescado. Les di una mascada y los vomite por el fregadero. Sentí las manos de Edward en mi frente y cabeza, su suave aliento a través del gruñido en mis oídos. Sus manos desaparecieron por un segundo, y escuche el cierre del refrigerador. Misericordiosamente, el olor desapareció con el sonido, y las manos de Edward estaban enfriando mi húmeda cara de nuevo. Era siempre rápido.
Enjuague mi boca en el llave mientras acariciaba los lados de mi cara.
Eso era una pequeña tentativa para impulsarlo a mi vientre.
Estás bien. Nosotros estamos bien, pensé había el bulto.
Edward se envolvió en torno a mí, tirando de mí en sus brazos. Recosté mi cara en su hombro, mis manos instintivamente, se juntaron en mi estomago.
Escuche un pequeño Oh y lo busqué.
La mujer aún estaba ahí, dudando en el umbral con sus manos medias extendidas y estaba mirando por algún tipo de ayuda. Sus ojos se bloquearon en mi manos, saltones con la gran conmoción, su boca abierta de par en par.
Luego Edward dijo oh ,también, y de repente le hizo frente a la cara de la mujer, empujando ligeramente detrás de mi su cuerpo. Sus brazos se envolvieron en mi torso, como celebrando en mi espalda.
De repente, Kaure grito en voz alta – furiosamente, con sus intendibles ( se refiere a ke no se le entendía) palabras que cruzaron la habitación como cuchillos. Planto su diminuto puño en el aire y dio dos pasos hacia nosotros, agitándole a él. A pesar de su ferocidad, era fácil ver el terror en sus ojos.
Edward se intensifico hacia ella, también, y me agarre a su brazo, asustada por la mujer.
Pero cuando el interrumpió su invectiva, su voz me tomo por sorpresa, sobre todo tomando en cuenta la forma brusca que había sido ella cuando no estaba gritándole a él. Yo estaba fuera de la realidad ahora, estaba escrito. No solo que, pero el sonido era diferente, mas gutural (no se ke es , me pillo) la peor había pasado. No pensé que estaba hablando portugués ya.
Por un momento, la mujer fijo su vista en él maravillada, y luego sus ojos se redujeron ya que estaba desconcertada en la tela de juicio de la misma lengua exótica.
Observe como aumentaba en su cara la tristeza y seriedad, y una vez que asintió. Ella dio rápido paso hacia atrás y salió.
El debe de haber escuchado, insinuándome y descansando sus manos contra mis mejillas.
Ella respondió airadamente una vez más, agitando sus manos acusadoras hacia él, y luego insinuándole a él. Cuando ella termino, El defendió de nuevo con el mismo tono, la voz de urgencia.
Su expresión cambio - ella se fijo en él con dudas en el plano de su cara mientras hablaba, sus ojos en repetidas ocasiones destellaron en mi confusa cara. Él dejo de hablar, y ella parecía estar deliberando algo. Ella daba un paso hacia atrás y adelante entre nosotros dos, y luego, al parecer inconscientemente, dio un paso adelante.
Ella hizo un movimiento con sus manos, haciendo una forma como un globo sobresaliendo fuera de su estomago. Fije la mirada - ¿Hacían sus leyendas del depredador bebedor de sangre incluir esto? ¿Podría posiblemente saber algo acerca de lo que estaba creciendo dentro de mí?
Ella camino unos pasos adelante deliberadamente y esta vez hizo unas breves preguntas, que él respondió tenso. Luego él se convirtió en el autor de la pregunta- de una rápida consulta.
Ella dudo y sacudió lentamente la cabeza. Cuando él hablo de nuevo, su voz era tan agonizante que lo mire en estado de shock. Su cara estaba dibujada con dolor.
En respuesta, ella camino lentamente hacia adelante hasta que estuvo suficientemente cerca para colocar su pequeña mano en mi parte superior, siempre en mi estomago. Ella dijo una sola palabra en portugués.
“Morte”, ella suspiro en silencio. Luego se volvió, sus hombros doblados como si la conversación tenia edades comprendidas para ella, y abandono la sala.
YO sabia suficiente español para una sola palabra.
Edward se inmovilizo de nuevo, deteniéndose después con la expresión de tortura fija en su rostro. Unos momentos después, escuche el motor del barco volviendo a vivir y luego desvanecerse en la distancia.
Edward no se movió hasta que me dirigí hacia el baño. Luego su mano atrapo mi hombro.
“¿Dónde vas? “ Su voz era un susurro de dolor.
“A mi cepillarme los dientes de nuevo”.
“No te preocupes sobre lo que ella dijo, son leyendas pero no son nada, antiguas mentiras para el buen entretenimiento”.
“No entendí nada.” Le dije a él, pensé que no era del todo cierto. Como si pudiera descontar algo por que se trataba de una leyenda. Mi vida estaba rodeada de leyendas por todos lados. Todas ellas eran verdaderas.
“Guarde tu cepillo de dientes”. Voy a buscarlo para ti”
El se alejo de mí hacia la habitación.
“¿Nos vamos luego?” Me llamo después de el.
“Tan pronto como hay terminado”
El esperó que terminara de lavarme los dientes para volver a guardarlo, con un ritmo silencioso alrededor del dormitorio. Se lo entregue cuando hube terminado.
“llevare los bolsos hacia el bote”.
“Edward-“
Él se volvió hacia atrás. “¿si?
Dudé, intentando pensar en un cierta forma de obtener unos pocos segundos en solitario. “¿Podrías tu…. Guardar algo de comida? Tu sabes, en caso de que me de hambre de nuevo.
“Por supuesto” dijo, sus ojos de repente se volvieron suaves. “No te preocupes de nada. Iremos donde Carlisle en unas horas, de verdad. Tenemos que hacerlo lo más pronto”
Asentí, no confiando en mi voz.
Dio la vuelta y abandono la habitación, con una gran maleta en cada mano.
Me relaje y saque el teléfono que el había dejado en la encimera. Era muy raro en él olvidar las cosas- Olvidar que Gustavo estaba llegando, A salir sin su teléfono y estar mintiendo aquí. Él estaba tan estresado, era apenas el mismo.
Volví de mis pensamientos y busque los números programados. Me alegraba de que hubiera apagado el sonido, por el miedo a que me descubriera. ¿Estaría ahora en el barco? ¿ o ya estaba regresando? ¿Me escucharía susurrando desde la cocina?
Busque el número que quería, uno al que nunca antes había llamado en mi vida. Presione el botón “enviar” y cruce mis dedos -Hola? – su voz sonó como campanas de viento al atender.
- Rosalie? – Susurré – Soy Bella. Por favor. Tienes que ayudarme.
LIBRO DOS
JACOB
PREFACIO
8. ESPERANDO POR QUE LA MALDITA PELEA EMPIEZE YA
Diablos, Paul, NO TIENES, MALDITA SEA, UNA CASA PROPIA?
Paul pasando tiempo sobre todo mi sofá, mirando algún estúpido juego de béisbol en mi miserable televisor, sólo sonriéndome y luego-realmente lento- el sacó un Dorito de la bolsa que estaba en su regazo y lo metió en su boca en un solo bocado.
“Será mejor que hayas traído esos contigo”
Crunch. “No”, dijo mientras masticaba. “Tu hermana dijo que continuara y me atendiera con lo que quisiera”.
Traté de hacer que mi voz no sonara como si no fuera a golpearlo. “Está Rachel aquí ahora?”
No funcionó. El escuchó a donde me dirigía y puso el bolso detrás de su espalda. El bolso crujió cuando golpeó el cojín. Las papas se rompieron en pedazos. Las manos de Paul se convirtieron en puños, cercanos a su cara como un boxeador.
“Vamos, niño. No necesito a Rachel para que me proteja”.
Exhalé. “Claro. Como si no fueras a ir llorando con ella a la primera oportunidad”.
El se rió y se relajó en el sofá, bajando sus manos. “No voy a ir de chismoso con una chica. Si tuvieras un golpe de suerte, eso sería solamente entre nosotros dos. Y viceversa, cierto?”
Amable de su parte hacerme una invitación. Relajé mi cuerpo como si estuviera rindiéndome. “Cierto”.
Sus ojos se dirigieron al televisor.
Suspiré
Su nariz hizo un satisfactorio ruido cuando mi puño le pegó. El trató de agarrarme, pero yo bailé fuera de su camino antes de que pudiera encontrar una forma de capturarme, la arruinada bolsa de Doritos en mi mano izquierda.
“Rompiste mi nariz, idiota”
“Sólo entre nosotros, cierto, Paul?”
Fui a poner las papas en otra parte. Cuando me dí la vuelta, Paul estaba reposicionando su nariz antes de que se torciera. La sangre se había detenido; lucía como si no tuviera fuente de donde gotera bajo hacia debajo de sus labios y su barbilla. El maldijo, estremeciendose mientras tiraba del cartílago.
“Eres una fastidio, Jacob. Juro que preferiría salir con Leah.
“Ouch. Wow, apuesto a que Leah realmente va a amar escuchar que quieres pasar más tiempo con ella. Solo acelerará los latidos de su corazón. “
“Vas a olvidar que dije eso”
“Claro. Estoy seguro de que no se me escapará”
“Ugh”, gruñó y luego se recostó de nuevo en el sofá, limpiando los restos de sangre del cuello de su camisa. “Eres rápido, niño. Lo reconozco”. El volteó su atención de vuelta al juego borroso.
Me paré ahí por un segundo y luego me aceché a mi cuarto refunfuñando sobre raptos?? (alien abductions).
De vuelta al día podrías contar con Paul con una pelea para casi siempre. No tienes que golpearlo entonces-cualquier leve insulto lo haría. No hice mucho pasa sacarlo de control. Ahora, claro, cuando realmente quería un buen gruñido, rasgadura, traer abajo algunos árboles, él tiene que ser todo suave.
No era tan malo que ya otro miembro del equipo se hubiera imprimado-por que, realmente, eso hace cuadro de diez ahora! Cuando se detendría? Estúpido mito se supone debería ser raro, por dios santo! Todo este mandado de a amor-a-primera-vista era completamente desquiciante!.
Tuvo que ser mi hermana? Tuvo que ser Paul?
Cuando Rachel regresó de Washington al final de semestre del verano-graduada antes, la nerd-mi mayor preocupación ha sido que sería difícil mantener los secretos alejados de ella. No estaba acostumbrado a ocultar cosas en mi propia casa. Me hizo realmente comprensivo con chicos como Embry y Collin, cuyos padres no sabían que ellos eran licántropos. La mamá de Embry pensaba que el estaba pasando algún estado de rebeldía. El era constantemente castigado por escaparse continuamente, pero, por supuesto, no había mucho que él pudiera hacer sobre eso. Ella había revisado su cuarto cada noche y cada noche estaría vacío de nuevo. Ella gritaría y el lo tomaría en silencio y luego lo examinaría todo el siguiente día. Habíamos tratado de hablar con Sam para que le diera a Embry un descanso y dejar a su mamá entrar en l asunto, pero Embry había dicho que no le importaba. El secreto era muy importante.
Así que yo he estado alerta para guardar ese secreto. Y luego dos días después de que Rachel llegara a casa, Paul se le lanzó en la playa. Bada bing, bada boom-Amor verdadero! Los secretos ya no son necesarios cuando encuentras a tu otra mitad y toda esa basura de la imprimación de los licántropos.
Rachel supo toda la historia. Y yo tendré a Paul como cuñado algún día. Yo sabía Billy no estaba muy emocionado sobre eso tampoco. Pero lo manejó mejor que yo. “Claro, el escapaba con los Clearwater” más seguido que nunca estos días. No veía como resultaba eso mejor. No para Paul, si no para Leah.
Me preguntaba-una bala a través de mi me mataría o solo dejaría un gran desastre que tendría que limpiar?
Me tiré en la cama. Estaba cansado-no había dormido desde mi último patrullaje- pero sabía que no iba a dormir. Mi cabeza estaba demasiado loca. Los pensamientos me acechaban alrededor dentro mi cráneo como un desorientado enjambre de abejas. Ruidoso. De vez en cuando picaban. Deben ser avispones no abejas. Abejas murieron después de una picadura. Y los mismos pensamientos estuvieron picándome una y otra vez.
Esta espera me estaba volviendo loco. Han sido casi cuatro semanas. Esperaba, un día u otro, que las noticias llegarán. Me había sentado noches imaginando que forma tomaría.
Charlie sollozaba en el teléfono-Bella y su esposo perdidos en un accidente. Un accidente de avión? Eso sería duro de fingir. A menos que a las sanguijuelas no les importara matar a un manojo de personas presentes para hacerlo real y por que lo harían? Tal vez un pequeño avión a cambio. Ellos probablemente tenían uno de esos de repuesto.
O volverían los asesinos solos, sin éxito en su atentado de hacerla una de ellos? O tal vez no llegando tan lejos. Tal vez el la ha aplastado como a una bolsa de papas en su camino a casa? Por que su vida era menos importante para él que su placer.
La historia sería muy trágica-Bella pérdida en un horrible accidente. Victima de asalto equivocado. Ahogada hasta la muerte en la cena. Un accidente de auto, como mi mamá. Tan común. Pasa todo el tiempo.
La traerá a casa? Enterrarla aquí por Charlie? Un funeral privado, claro. El ataúd de mi mamá había sido sellado...
Yo sólo podía esperar que el volviera aquí, cerca de mi alcance.
Tal vez no habría ninguna historia. Tal vez Charlie llamaría para preguntarle a mi papá si el no sabía nada sobre el Dr. Cullen, quien no se presentó a trabajar un día. La casa abandonada. Ninguna respuesta en ninguno de los celulares de los Cullen. El misterio descubierto por algún programa, jugada sucia sospechada...
Tal vez la gran casa blanca ardería con todos atrapados adentro. Claro, ellos necesitarían cuerpos para eso. Ocho humanos del tamaño correcto. Quemados más allá del reconocimiento-más allá de la ayuda del registro dental.
Cualquiera de esos sería engañoso-para mí, eso es. Sería difícil encontrarlos si no quisieran ser encontrados. Claro, yo buscaría por siempre. Si tienes el para siempre, puedes buscar en cada pedazo de paja del pajar, uno por uno, para ver si es la aguja.
Ahora mismo, no me importaría desmontar un pajar. Al menos eso sería algo por hacer. Odiaba saber que podría estar perdiendo mi oportunidad. Dándoles a los chupa sangre el tiempo para escapar, si ese fuera su plan.
Podríamos ir esta noche. Podríamos matar a todo aquel que encontraramos.
Me gustaba ese plan por que sabía que Edward sabría bien esto, si matara a cualquiera de su aquelarre, podría tener mi oportunidad contra él también. El vendría por venganza. Y yo se la daría-No dejaría a mis hermanos atacarlo como equipo. Seríamos solamente el y yo- Dejando que el mejor hombre gane.
Pero Sam no escucharía esto. No vamos a romper el trato. Dejalos hacer la violación. Sólo porque no teníamos pruebas que inculparan a los Cullen. Aún. Tienes que añadir el aún, por que sabemos que eso era inevitable. Bella se convertiría en uno de ellos también, o no se volvería. De cualquier manera, una vida humana habría sido perdida. Y eso significaría que el juego comenzaría.
El la otra habitación rebuznaba como una mula. Tal vez le había cambiado a un programa cómico. Tal vez el comercial estaba gracioso. Como sea. Me alteraba los nervios.
Pensaba en romperle la nariz otra vez. Pero no era Paul con quien quería pelear. No realmente.
Trataba de escuchar otros sonidos, el viento en los árboles. No era lo mismo, no con oídos humanos. Había un millón de voces en el viento que no podía escuchar con este cuerpo.
Pero estos oídos eran bastante sensibles. Podía escuchar más allá de los árboles, hasta la carretera, los sonidos de los autos viniendo alrededor de la última curva donde finalmente podías ver la playa-la vista de las islas y las rocas y el gran océano azul expandiéndose hasta el horizonte. A los vigilantes de La Push les gustaba andar alrededor de ahí. Los turistas nunca notaban la señal de límite de disminución de velocidad que está en el otro lado de la carretera.
Podía escuchar las voces de afuera de las tiendas en la playa. Podía escuchar la campana de la puerta cuando la puerta era abierta y cerrada. Podía escuchar a la mamá de Embry en la caja registradora imprimiendo un recibo.
Podía escuchar el golpeteo de la marea contra las rocas. Podía escuchar el chillido de los niños cuando el agua helada los golpeó demasiado rápido para quitarse. Podía escuchar a las mamás quejándose de la ropa mojada. Y podía escuchar una voz familiar...
Estaba escuchando tan detenidamente que la explosión repentina de la risa de asno de Paul me hizo saltar la mitad de la cama.
“Vete de mi casa”, me quejé. Sabiendo que él no prestaría atención, seguí mi propio consejo. Tiré de mi ventana abriéndola y saltando hacia el camino trasero así no vería a Paul de nuevo. Sería muy tentativo. Sabía que lo golpearía de nuevo y que Rachel se molestaría. Ella había visto la sangre en su camisa y me culpó sin esperar pruebas. Claro, ella tenía razón, pero aún así.
Bajé a la orilla, mis puños en los bolsillos. Nadie me miraba dos veces cuando fui por la parte sucia de First Beach. Eso era algo agradable del verano-a nadie le importaba si sólo usabas shorts.
Seguí la voz familiar que había escuchado y encontré rápido a Quil. El estaba en el final sur de la media luna, evitando a la mayor parte de la multitud de turistas. El mantuvo una constante corriente de advertencias.
“Mantente alejada del agua, Claire. Vamos. No, no lo hagas. Oh! Genial niña. Enserio, quieres que Emily me grite? No te traeré de vuelta a la playa si no-Así? No-ugh. Piensas que es gracioso, no? Ja! Quien se rie ahora, eh?
Tenía a la niña, que sonreía tontamente, por el tobillo cuando los alcanzé. Ella tenía un cubo en una mano y sus jeans estaban mojados. El tenía una gran marca mojada en el frente de su playera.
“Cinco dolares por la niña” dije
“Hey, Jake”
Claire lloró y le tiró a Quil el cubo en las rodillas.
“Bajame, bajame”
El la puso cuidadosamente en su pie y ella corrió hacia mi. Ella se abrazó a mi pierna.
“Tío Jay”
“Como estás, Claire?
Ella se río. “Quil está todo mojado”
“Puedo ver eso. Donde está tu mamá?”
“Fuera, fuera, fuera”, Claire cantó, “Claire ha pasado todo el día con Quil”. Claire nunca irá a casa” Ella me soltó y corrió hacia Quil. El la levantó y la puso sobre sus hombros.
“Suena como si alguien hubiera unido a los dos terribles”
“Tres de hecho”, Quil corrigió. “Te perdiste la fiesta. Temática de princesas. Ella me hizo usar una corona y luego Emily sugirió que ellas probarían su nuevo juego de maquillaje en mi”.
“Wow, lamento no haber estado para ver eso”
“No te preocupes, Emily tiene fotos. De hecho luzco muy sexy”.
“Eres tan manejable”
Quil se encogió. “Claire pasó un buen rato. Ese era el punto”.
Giré mis ojos. Era duro estar con personas imprimadas. No importa en que estado estuvieran-a punto de atarse el nudo como Sam o como un explotado niñero como Quil-la paz y certeza que ellos siempre irradiaban era la inducción directa de vomito.
Claire chilló en sus hombros y apuntó al suelo. “Bonitas rocas, para mi, para mi!”
“Cuál niña? El rojo?
“No rojo!”
Quil se puso de rodillas-Claire gritó y jaló su cabello como riendas de un caballo.
“Este azul?”
“No, no, no...” la pequeña niña cantó, emocionada con su nuevo juego.
La parte más extraña era que Quil se estaba divirtiendo igual que ella. El no tenía esa cara que las mamás y papás turistas tenían como de-cuando es hora de la siesta?. Nunca verías a un papá verdadero tan entusiasmado por jugar cualquier juego infantil que su hijo pudiera inventar. Había visto a Quil jugar Peekaboo por una hora sin aburrirse.
Y no podía siquiera burlarme de él por eso-Lo envidiaba mucho.
Aunque pensaba que realmente apestaba que el tuviera que esperar unos buenos catorce años hasta que Claire tuviera su edad-para Quil, al menos, era bueno que los licántropos no envejecieran. Pero aún así ese tiempo no parecía molestarle mucho.
“Quil, has pensado en citas?” pregunté
“Qué?”
“No, no amarillo!” Claire cantó.
“Ya sabes. Una verdadera chica. Es decir, sólo por ahora, cierto? En tus noches de niñero”
Quil me miró, con la boca abierta.
“Bonitas rocas! Bonitas rocas!” Claire gritó cuando el no le ofreció otra opción. Ella lo golpeó en la cabeza con su pequeño puño.
“Lo siento, Osita-Claire. Que tal este púrpura?”
“No”, sonrío ella. “No morado”
“Dame una pista. Te lo ruego, niña”
Claire pensó. “Verde” dijo finalmente.
Quil miró las rocas, estudiándolas. El tomó cuatro rocas en diferentes tonalidades de verde y se las ofreció.
“Entendí?”
“Si!”
“Cuál?”
“Toooodas!”
Ella unió sus manos y él puso las rocas en ellas. Ella sonrío y de inmediato lo golpeó en la cabeza con ellas. El se estremeció teatralmente y luego se puso de pie y comenzó a caminar hacia el estacionamiento. Probablemente preocupado por que ella tuviera frío por su ropa mojada. El era peor que cualquier paranoica, sobreprotectora madre.
“Lo siento si estaba siendo insistente antes, amigo, acerca de la chica” dije.
“Nah! Está bien” dijo Quil. “Me tomó por sorpresa, es todo. Nunca había pensado sobre eso”.
“Apuesto a que ella entendería. Tu sabes, cuando ella haya crecido. Ella no se molestaría por que tuvieses una vida mientras ella estaba en pañales”.
“No, lo sé. Estoy seguro que ella entendería eso”
El no dijo nada más.
“Pero tu no lo harías, cierto?” pregunté
“No puedo verlo” dijo en voz baja. “No puedo imaginarlo. Simplemente yo no...veo a nadie más de esa forma. Ya no me fijo en chicas, sabes. No veo sus caras”.
“Pon eso junto a la tiara y el maquillaje y tal vez Claire tendrá una diferente clase de competencia de la cual preocuparse”.
Quil se rió e hizo ruidos de besos. “Estás disponible este viernes Jacob?”
“Quisieras”, dije y luego hice una cara. “Si, creo que lo estoy de todas formas”.
El vaciló un segundo y luego dijo, “Has pensado en tener citas?”
Suspiré. Supongo me había abierto para eso.
“Sabes Jake, tal vez deberías pensar en tener una vida”
El no lo dijo como broma. Su voz fue comprensiva. Eso lo hizo peor.
“No las veo tampoco Quil. No veo sus caras”
Quil suspiró también
Muy lejos, demasiado bajo para cualquiera sólo distinguible para nosotros dos sobre las olas, un aullido elevado en el bosque.
“Dang, ese es Sam” dijo Quil. Sus manos volaron hacia Claire, para comprobar que seguía ahí. “No se donde está su mamá!”
“Iré a ver de que se trata. Si te necesitamos, te lo haré saber” corrí. Salieron todos juntos. “Hey, por que no la llevas con los Clearwaters? Sue y Billy pueden cuidarla. Ellos probablemente saben de que se trata de todas formas”.
“Ok-vete Jake!”
Salí corriendo, no por el camino sucio si no por el camino corto hacia el bosque. Seguí la primera linea de madera flotante y luego me dirijí hacia árboles más pequeños aún corriendo. Sentí los pequeños cortes de las ramas en mi piel, pero los ignoré. Los rasguños se curarían antes de que saliera de entre los árboles. Corté el camino detrás de la tienda y me lanzé a través del camino. Alguien me tocó. Una vez en la seguridad de los árboles, corrí rápido. La gente miraría si estuviera por fuera. Personas normales no pueden correr así. A veces pienso participar en una carrera-tu sabes, como las pruebas olimpicas o algo así. Sería genial observar las expresiones de esas estrellas del atletismo cuando les ganara. Sólo estaba seguro que mediante la prueba que ellos hacen para comprobar que no usas esteroides, mostraría algo raro en mi sangre.
Tan pronto como llegué al verdadero bosque, sin caminos ni casa, patiné para detenerme y me quité el short. Con rápidos y movimientos expertos, los enrollé y los amarré a la cuerda de cuero alrededor de mi tobillo. Mientras hacía los ultimes amarres, empezé a cambiar. El fuego bajó por mi espalda, provocando espasmos en mis brazos y piernas. Sólo tomó un segundo. El calor fluyó sobre mi i sentí el silencioso cambio que me convirtió en algo más. Tiré mis pesadas patas contra la tierra y estiré mi espalda en una larga extensión.
Cambiar de fase era muy fácil cuando estaba concentrado como ahora. No tenía más problemas con mi temperamento. Excepto cuando esto entró el camino.
Por la mitad de un segundo, recordé el momento horrible de esa impronunciable broma sobre una boda. Había estado tan transtornado con furia que no podía hacer que mi cuerpo funcionara bien. Había estado atrapado, moviéndome y quemándome, incapaz de hacer el cambio y matar al monstruo sólo a unos pies alejado de mi. Había sido tan confuso. Muriendo por matarlo. Con miedo de lastimarla. Mis amigos ahí. Y luego cuando finalmente fui capaz de tomar la forma que quisiera, la orden de mi líder. El mandato del Alfa. Si hubieran estado sólo Embry y Quil esa noche sin Sam...Sería capaz de haberlo matado al asesino?.
Odiaba cuando Sam seguía la ley de esa forma. Odiaba sentir que no tenía opción. Tener que obedecer.
Y luego estaba consciente de una audiencia. No estaba sólo en mis pensamientos.
Tan autoabsorbido todo el tiempo, pensó Leah
Si, no hay hipocresía, Leah, pensé de regreso
Se puede, chicos, nos dijo Sam.
Nos callamos y sentí a Leah estremecerse con la palabra chicos. Delicada como siempre.
Sam pretendió no escucharlo. Donde están Quil y Jared?
Quil está con Claire. La está llevando con los Clearwaters
Bien. Sue la cuidará.
Jared está yendo donde Kim, pensó Embry. Suerte que no te escuchó.
Hubo un silencio entre el equipo. Gemí con ellos. Cuando Jared finalmente apareció, sin ninguna duda que el estaba pensando en Kim. Y nadie quería una repetición de lo que estaban haciendo.
Sam se sentó en sus patas traseras y aulló de nuevo hacia el aire. Era una señal y una orden al mismo tiempo.
El equipo estaba junto a unos pocos kilómetros al este de donde yo estaba. Corrí a través del espeso bosque hacia ellos. Leah, Embry y Paul todos trabajando entre ellos también. Leah estaba cerca-pronto pude escuchar sus pisadas no lejos en el bosque. Continuamos en línea paralela, escogiendo no correr juntos.
Bueno, no esperaremos por el todo el día. El nos tendrá que alcanzar después.
Que pasa jefe? Paul quería saber
Necesitamos hablar. Algo pasó
Sentí que Sam parpadeó hacía mi-y no sólo Sam, si no también Seth, Collin y Brady. Collin y Brady-los nuevos chicos-han estado patrullando con Sam hoy, así que ellos deberían saber lo que sea que el supiera. No sabía por que Seth estaba aquí. No era su turno.
Seth, dime lo que escuchaste
Aceleré, esperando estar ahí. Escuché a Leah moverse rápido, también. Ella odiaba ser excedida. Ser la más rápida era lo único que aclamaba.
Reclama esto, idiota, ellá susurró y luego realmente aceleró. Clavé mis uñas en la tierra y salí disparado.
Sam no parecía de humor para soportar nuestra usual tontería. Jake, Leah, ya paren.
Ninguno de nosotros disminuyó la marcha.
Sam gruñó, pero lo dejó pasar. Seth?
Charlie llamó hasta encontrar a Billy en mi casa.
Si, hablé con él, añadió Paul.
Sentí una sacudida a través de mí cuando Seth pensó en el nombre Charlie. Esto era. La espera había terminado. Corrí rápido, forzándome a respirar, aunque mis pulmones se sintieran algo tiesos de repente.
Que historia sería?
Así que el está todo exaltad. Supongo que Edward y Bella llegaron a casa la semana pasada y...
Mi pecho se relajó.
Ella estaba viva. O no estaba muerta, al menos.
No me había dado cuenta cuanta diferencia tendría para mi. Había estado pensando en ella muerta todo este tiempo, y sólo vi eso hasta ahora. Vi que nunca había creído que él la traería de nuevo, viva. No debería importar, por que sabía lo que vendría.
Si, hermano, y estas son las malas noticias. Charlie habló con ella, dijo que ella sonaba mal. Ella le dijo que está enferma. Carlisle subió y le dijo a Charlie que Bella pescó una rara enfermedad en Sudamérica. Dijo que ella está en cuarentena. Charlie se volvió loco por que le está permitido verla. El dijo que no importaba si se enfermaba, pero Carlisle no lo permitió. No visitantes. Le dijo a Charlie que es muy serio, pero que está haciendo todo lo posible. Charlie ha estado ansioso sobre eso por días, pero sólo ha llamado a Billy. Dijo que ella sonaba peor hoy.
El silencio mental cuando Seth terminó fue profundo. Todos entendimos.
Así que ella moriría con esta enfermedad?, por lo que Charlie supiera.
Dejarían ellos que él viera el cuerpo? El pálido, perfecto aún, sin respiración blanco cuerpo? Ellos no podrían dejarle tocar la fría piel-el tal vez notaría que duro estaría. Ellos tendrían que esperar a que ella pudiera sostenerse, de matar a Charlie y a los otros dolientes. Cuanto tiempo tomaría eso?
La enterrarían? Cavaría ella misma para salir, o los chupa sangre vendrían por ella?
Los otros escucharon mis especulaciones en silencio. Puse más pensamientos en esto que cualquiera de ellos.
Leah y yo entramos en el claro casi al mismo tiempo. Ella estaba segura que su nariz le había enseñado el camino, sin embargo. Ella se inclinó sobre sus patas traseras a un lado de su hermano mientras yo trotaba para estar del lado derecho de Sam. Paul se puso en circulo y me hizo espacio en mi lugar.
Golpealo de nuevo, pensó Leah, pero apenas la escuché.
Me preguntaba por que era el único en mis pies. Mi piel se erizó con impaciencia.
Así que, que estamos esperando? Pregunté
Nadie dijo nada, pero escuché sus sentimientos de vacilación.
Oh, vamos! El trato está roto!
No tenemos pruebas-tal vez está enferma...
OH POR FAVOR!
Okay, dado que las evidencias circunstanciales son muy fuertes. Aún así...Jacob. Sam pensó lento, vacilante. Estás seguro de que esto es lo que quieres? Es realmente lo correcto? Todos sabemos lo que ella quería.
El trato no mencionaba nada sobre las preferencias de la victima, Sam!
Es realmente ella una victima? La etiquetarías de esa forma?
Si!
Jake, pensó Seth, ellos no son nuestros enemigos.
Callate niño! Sólo por que tienes una clase enferma de adoración a un heroe sobre ese chupa sangre, no cambia la ley. Ellos son nuestros enemigos. Ellos están en nuestro territorio. Nosotros los sacaremos. No me importa si te divertists peleando a lado de Edward Cullen una vez.
Entonces que vas a hacer cuando Bella pelee junto a ellos Jacob? Eh? demandó Seth.
Ella ya no es Bella
Tu vas a ser quien termine con ella?
No podía parar de estremecerme.
No, no lo harás. Así que, que? Vas a hacer que uno de nosotros lo haga? Y luego le guardarás rencor a quien sea que lo haya hecho?
Yo no lo haría...
Claro que no. No estás listo para esta pelea, Jacob.
El instinto prevaleció, me impulsé hacia delante gruñéndole al lobo color arena a través del círculo.
Jacob! Advirtió Sam. Seth, callate por un segundo.
Seth movió su gran cabeza.
Dang, Que me perdí? Pendó Quil. El estaba corriendo el lugar lleno. Escuché sobre la llamada de Charlie...
Nos estamos preparando para ir, le dije. Por qué no vas a lo de Kim y arrastras a Jared fuera con los dientes? Vamos a necesitarlos a todos.
Ven aquí, Quil, ordenó Sam. No hemos decidido nada aún.
Gruñí.
Jacob, tengo que pensar en que es lo mejor. Tengo que escoger el curso que los proteja. Los tiempos han cambiado desde que nuestro ancestro hizo ese trato. I...bueno, honestamente no creo que los Cullen sean un peligro para nosotros. Y sabemos que ellos no estarán aquí por mucho tiempo. Seguramente, una vez que su historia esté dicha, ellos desaparecerán. Nuestras vidas pueden regresar a la normalidad.
Normalidad?
Si los desafiamos Jacob, ellos se defenderán bien.
Tienes miedo?
Estás listo para perder un hermano? El se detuvo. O una hermana? añadió como un pensamiento extra.
No tengo miedo de morir.
Lo sé Jacob. Es una de las razones por las que cuestiono tu juicio en esto.
Miré sus ojos negros. Propondrás honorar el trato de nuestros padres o no?
Yo debo honor a mi equipo. Hago lo mejor para ellos.
Cobarde.
Su hocico se tensó, encogiéndose sobre sus dientes.
Suficiente Jacob. Te sobrepasaste. La voz mental de Sam cambió, tomó ese extraño doble timbre que no podíamos desobedecer. La voz del Alfa. Él encontró la mirada de todos los lobos en el círculo.
El equipo no atacará a los Cullen sin provocación. El espíritu de los restos del tratado. Ellos no son un peligro para nuestra gente, ni un peligro para la gente de forks. Bella Swan hizo una malinformada decisión y nosotros no vamos a castigar a nuestros antiguos aliados por ella.
Escucha, escucha, pensó Seth entusiasmadamente.
Pensé que había dicho que te callaras Seth
Oops. Sorry, Sam
Jacob, a donde crees que vas?
Dejé el círculo, dirigiéndome hacia el oeste para darles la espalda. Voy a decirle adiós a mi padre. Aparentemente no tiene caso quedarme por aquí más tiempo.
Ay, Jake-no lo hagas de nuevo!
Callate Seth, varias voces pensaron juntas.
No queremos que te vayas, me dijo Sam, su pensamiento era más suave que antes.
Entonces oblíguenme a que me quede, Sam. Llévense mi voluntad. Hazme un esclavo.
Sabes que no haría eso.
Entonces no hay nada más que decir.
Corrí lejos de ellos, tratando fuertemente de no pensar que iba a hacer después. En vez de eso me concentré en las memorias de mi largo mes como lobo, dejando la humanidad fuera de mi hasta que fuera más animal que hombre. Viviendo el momento, comiendo cuando estuviera hambriento, durmiendo cuando estuviera cansado, bebiendo cuando estuviera sediento, y corriendo-corriendo solo por correr.
Simples deseos, simples respuestas para esos deseos. El dolor viene en formas fáciles de manejar. El dolor del hambre. El dolor del hielo bajo tus patas. El dolor de tus garras cuando la cena es difícil de cazar. Cada dolor tiene una simple respuesta, una clara acción para terminar ese dolor.
No como siendo humano.
Aún, tan pronto como estaba corriendo a una larga distancia de mi cada, yo cambiaba a mi cuerpo humano. Necesitaba pensar con privacidad.
Desaté mi short y tiré de él, corriendo hacia la casa.
Lo había hecho. Había escondido lo que estaba pensando y ahora era muy tarde para que Sam pudiera detenerme. Ahora no me podía escuchar.
Sam había hecho una muy clara orden. El equipo no atacaría a los Cullen. Ok
El no mencionó un ataque individual.
No, el equipo no iba a atacar a nadie hoy.
Pero yo si.
9. ENDEMONIADAMENTE SEGURO DE QUE NO HABIA PREVISTO ESO
No planeaba realmente decirle adiós a mi padre.
Después de todo, una rápida llamada a Sam y el juego reiniciaría. Me detendrían y me harían regresar. Probablemente tratarían de hacerme enojar, o incluso herirme –De algún modo me harían transformarme para que Sam pudiera hacerme obedecer una nueva ley.
Sin embargo, Billy estaba esperándome, sabía que estaría harto. Estaba en el jardín, simplemente sentado en su silla de ruedas con los ojos fijos justo en el lugar por el que saldría de los árboles. Observe que vigilaba mi camino –encaminándose directo a la casa y pasando mi garaje.
“¿Tienes un minuto, Jake?”
Me detuve lo mire y luego mire hacía el garaje.
“Vamos, chico, al menos ayúdame a entrar”
Le mostré los dientes pero después decidí que me causaría más problemas con Sam si no mentía por al menos unos minutos.
“¿Desde cuándo necesitas ayuda, viejo?”
Se rió con esa risa suya. “Mis brazos están cansados. Me empujaron hasta aquí desde la casa de Sue”.
“Está de bajada. Te deslizaste todo el camino”
Rodé su silla sobre la pequeña rampa que hice para él hacia el living.
“Me atrapaste. Creo que alcance las 30 millas por hora. Fue genial”.
“Vas a romper la silla, lo sabes. Y entonces tendrás que arrastrarte con los codos”
“Para nada. Será tu trabajo el cargarme”
“Entonces no irás a muchos lados”
Billy puso sus manos sobre las ruedas y se dirigió hacia el refrigerador. “¿Quedo algo de comida?”
“Me atrapaste. Paul estuvo aquí todo el día, creo que probablemente no”
Billy suspiró. “Tendré que comenzar a esconder los víveres si queremos evitar la hambruna”
“Dile a Reachel que se vaya a la casa de él”
El tono bromista de Billy se desvaneció, y su mirada se suavizo. “sólo la tenemos por unas semanas. Es la primera vez que viene en mucho tiempo. Es difícil –las chicas ya eran mayores cuando tu madre murió, les conflictuaba más el estar en la casa”
“Lo sé”
Rebeca no había estado en casa desde que se casó, aunque tenía una buena escusa. Los boletos de avión desde Hawai son bastante caros. El estado de Washington estaba lo suficientemente cerca por lo que Rachel no tenía defensa. Había tomado clases durante los semestres de verano y trabajando turno doble durante los días feriados en algún café en el campus. Si no hubiese sido por Paul, probablemente se habría marchado bastante más rápido. Tal vez esa era la razón por la que Billy no lo había sacado a patadas de la casa.
“Bueno, iré a trabajar en algunas cosas…” comencé desde la puerta trasera.
“Espera, Jake. ¿No vas a decirme qué sucedió? ¿Tengo que llamar a Sam para que me ponga al corriente?”
Me detuve con la espalda vuelta hacia él, ocultando mi cara.
“Nada sucedió. Sam irá a despedirlos. Supongo que ahora somos un montón de amantes de chupasangres”
“Jake…”
“No quiero hablar de ello”
“¿Te irás, hijo?”
La habitación permaneció en silencio por un largo tiempo mientras decidía cómo decirlo.
“Reachel puede recuperar su habitación, sé que odia el colchón de aire”
“Prefiere dormir en el suelo a perderte. Yo también”
Resople.
“Jacob, por favor. Sí necesitas…un respiro. Lo entenderemos. Pero no tan largo esta vez. Regresa”
“Tal vez. Tal vez mi motivo sean las bodas. Hacer una aparición en la de Sam, después en la de Reachel. Jared y Kim quizá se adelanten. Probablemente deba conseguir un traje o algo”
“Jake, mírame”
Me gire lentamente. “¿Qué?
Me miro a los ojos durante un largo minuto. “¿A dónde irás?”
“No tengo un plan específico en mente”
Ladeó su cabeza ligeramente y me miro con ojos entrecerrados “¿No?”
Nos miramos el uno al otro. Los segundos se alargaron.
“Jacob” dijo. Su voz se escuchaba tensa. “Jacob, no. No vale la pena”.
“No sé de qué estás hablando”
“Deja en paz a Bella y a los Cullen. Sam tiene razón”.
Lo mire por un segundo y después cruce la habitación en dos zancadas. Agarre el teléfono y lo desconecte el cable de la caja y del auricular. Agite el cordón gris en la palma de mi mano.
“Adiós, papá”
“Jake, espera –“ me llamó, pero ya estaba afuera de la puerta, corriendo.
La motocicleta no era tan rápida como correr, pero era más discreta. Me pregunte que tanto tiempo le tomaría a Billy empujarse hacia la tienda y después pedirle a alguien que le enviara un mensaje a Sam. Apostaba a que Sam todavía estaba en forma de lobo. El problema sería si Paul regresaba a mi casa en cualquier momento. Podría transformarse en un segundo y dejar que Sam supiera lo que estaba haciendo.
No iba a preocuparme por eso. Iría lo más rápido que pudiera, y si me atrapaban lidiaría con eso cuando tuviera que hacerlo.
Patee el pedal de la bicicleta y la escuche cobrar vida, después estaba corriéndola por el camino enlodado. No miré hacia atrás al pasar la casa.
La autopista estaba llena de tráfico turístico. Me moví por entre los carros, ganándome un montón de pitidos y de señas. Tome la vuelta hacia la 101 en la setenta sin molestarme en mirar. Tuve que manejar sobre la orilla por un minuto para evitar ser golpeado por una minivan. No es que eso me hubiera matado, pero me habría alentado. Los huesos rotos –los grandes al menos- toman días en sanar completamente, como yo bien sabía.
La autopista se despejó un poco y aumente la velocidad a ochenta. No toque el freno hasta que no estuve lo suficientemente cerca del camino estrecho, entonces me di cuenta que estaba en el claro. Sam no vendría hasta acá para detenerme. Era demasiado tarde.
No fue hasta ese momento –cuando estuve seguro que lo lograría- que comencé a pensar en lo que haría exactamente. Reduje la velocidad a veinte, y esquive los arboles con más cuidado de lo que ameritaba.
Sabía que me escucharían acercarme, con o sin motocicleta, así que el factor sorpresa estaba descartado. No había manera de disimular mis intenciones. Edward escucharía mi plan tan pronto estuviera lo bastante cerca. Tal vez ya lo estaba escuchando. Pero pensé que de alguna forma esto funcionaría porque contaba con que su ego le empujaría a que peleáramos uno a uno.
Así que únicamente caminaría, vería la evidencia tan preciosa para Sam por mi mismo y después desafearía a Edward a un duelo.
Resople. El parásito probablemente conseguiría una buena patada con estas tetras.
Cuando terminará con él, tomaría a tantos del resto como pudiera antes de que me atraparan. Huh- me preguntaba si Sam consideraría mi muerte una provocación. Probablemente diría que había obtenido lo que merecía. No querría ofender a sus mejores amigos los chupasangres.
El camino se abrió en el prado, y el olor me golpeo peor que un tomate podrido a la cara. Ugh. Apestosos vampiros. Mi estomagó empezó a quejarse. El hedor era difícil de soportar –sin el disfraz de la esencia humana de la última vez que había estado aquí- era difícil, pero más soportable que detectarlo con mi nariz lobuna.
No estaba seguro de qué esperar, pero no había señales de vida cerca de la gran cripta blanca.
Por supuesto, sabían que estaba aquí.
Apague el motor y escuche el silencio. Ahora podía escuchar murmullos tensos y enojados justo al otro lado de las anchas puertas dobles. Alguien estaba en casa. Escuche mi nombre y sonreí, feliz de pensar que al menos los inquietaba un poquito.
Inspire una gran bocanada de aire –ya que dentro sería peor-y me dirigí a las escaleras del porche de una zancada.
La puerta se abrió antes de que mi puño la alcanzara y el doctor permaneció en el marco. Su mirada era grave.
“Hola, Jacob” Dijo más tranquilo de lo que había esperado “¿Cómo estás?”
Respire profundamente por la boca. El hedor que salía a través de la puerta era sobrecogedor.
Estaba decepcionado de que fuera Carlisle quien abrió la puerta. Habría preferido que fuera Edward, con los colmillos de fuera. Carlisle era tan…tan humano o algo. Tal vez eran las llamadas a la casa que había hecho durante la última primavera cuando fui golpeado. Pero me hacía sentir incomodo mirarle a la cara y saber que planeaba matarlo sí tenía que hacerlo.
“Escuche que Bella regreso con vida” dije
“Et, Jacob, realmente no es el mejor momento” El doctor parecía incomodo también, pero no de la forma que yo esperaba. “¿Podríamos hacer esto después?”
Lo mire, atónito. ¿Estaba sugiriendo que pospusiéramos la masacre para un momento más conveniente?
Y entonces escuche la voz de Bella, rota y ronca, y no pude pensar en nada más
“¿Por qué no?” Le preguntó a alguien “¿Estamos ocultándole cosas a Jacob también? ¿Cuál es el punto?”
Su voz no era lo que esperaba. Intente recordar la voz de los vampiros jóvenes con los que habíamos peleado en primavera, pero lo único que había registrado habían sido gruñidos. Tal vez aquellos otros tampoco habían tenido el penétrate sonido de la voz de los mayores. Tal vez todos los nuevos vampiros sonaban roncos.
“Adelante, por favor Jacob” La voz rota de Bella sonó más alta.
Los ojos de Carlisle se entrecerraron.
Me pregunte si Bella estaría sedienta. Mis ojos se entrecerraron también.
“Con permiso” le dije al doctor mientras lo rodeaba para entrar a la casa. Fue difícil –iba contra todos mis instintos de darles la espalda a cualquiera de ellos. Sin embargo, no imposible. Sí había algo parecido a un vampiro inofensivo, ese era el extraño y gentil líder.
Me mantendría alejado de Carlisle en cuanto la pelea empezara. Habían suficientes vampiros para matar sin tener que incluirlo.
Entré a la casa, manteniendo mi espalda viendo hacia la pared. Mis ojos examinaron el cuarto – no era familiar. La última vez que había venido a este lugar era por una fiesta. Todo estaba brillante y pálido ahora. Incluyendo los seis vampiros agrupados en el sofá blanco.
Ahí estaban todos, juntos, Pero eso no fue lo que me detuvo y ocasionó que mi mandíbula se abriera hasta el suelo.
Era Edward. La expresión en su cara.
Lo había visto enojado, arrogante, y una vez en gran dolor. Pero esto – esto iba más allá de la agonía. Sus ojos estaban desorbitados. No volteó ni a verme. Únicamente veía al sofá que estaba a su lado, con una expresión de que alguien se encontraba ahí cubierto de llamas. Sus manos eran fierros rígidos a su lado.
Ni siquiera podía disfrutar de su angustia. Sólo podía pensar en una cosa que lo hiciera verse de esa forma, y mis ojos se dirigieron hacia el punto que él veía.
La vi al mismo tiempo en que sentí su esencia.
Su cálida, limpia y humana esencia.
Bella estaba medio escondida detrás del brazo del sofá, enroscada en posición fetal, sus brazos abrazados a sus rodillas. Por un largo segundo no podía ver más que seguía siendo la misma Bella que amaba, su piel suave, pálida, como durazno. Con sus ojos del mismo color chocolate. Mi corazón latió irregularmente, extraño, roto, y me pregunté si esto era un sueño del que estaba a punto de despertarme.
Y entonces la vi de verdad.
Había grandes ojeras bajo sus ojos, círculos oscuros que resaltaban porque su cara estaba exhausta. Estaba más delgada? Su piel parecía estar contra sus huesos – como si la piel de sus mejillas estuviera a punto de romperse. La mayoría de su oscuro cabello estaba levantado en un torpe nudo, pero unas cuantas hebras caían sobre su frente y cuello, en el brillo de sudor que cubría su piel. Había algo en sus dedos y muñecas tan frágiles que daban miedo.
Ella estaba enferma. Muy enferma.
No era una mentira. La historia que Charlie había contado a Billy no era cuento. Mientras la veía, con mis ojos saliéndose, su piel parecía tornarse un poco verde.
La chupasangre rubia – la teatrera, Rosalie – se acercó a ella, tapándome la vista, mirándola de una extraña y protectora forma.
Esto estaba mal. Yo sabía como se sentía Bella en casi todo – sus pensamientos eran muy obvios; a veces era como si estuvieran pintados en su frente. Así que no tenía que decirme cada pequeño detalle para que yo me diera cuenta de que se trataba. Sabía perfectamente que a Bella no le caía bien Rosalie. Lo había visto en sus labios cuando hablaba de ella. No era simplemente que no le cayera bien. Tenía miedo de ella. O había tenido miedo.
No había signo de miedo en su mirada ahora. Su expresión fue… de disculpa o algo así. Entonces Rosalie tomó una vasija del piso y se la acercó, colocándola bajo su mentón, justo a tiempo para que Bella vomitara ruidosamente en ella.
Edward se puso de rodillas a su lado – sus ojos llenos de tortura – y Rosalie extendió su mano para prevenir que se acercara más.
Nada de eso tenía sentido.
En cuanto pudo levantar la cabeza, Bella me sonrió débilmente, un poco apenada “Siento mucho esto”, me susurró.
Edward se quejó en silencio. Su cabeza se posó sobre las rodillas de Bella. Ella acarició con una mano su mejilla. Lo estaba reconfortando.
No me había dado cuenta que mis piernas me habían llevado hacia ella hasta que Rosalie comenzó a silbar, apareciendo entre el sofá y yo. Para mí ella era como una persona a través de una pantalla de TV. No me importaba que estuviera ahí. No parecía real.
“Rose, no” susurró Bella “está bien”
La rubiecita se hizo a un lado, aunque podía adivinar que odiaba eso. Vigilándome, se acercó a la cabeza de Bella, tan tensa que podría explotar. Era más fácil ignorarla de lo que hubiera imaginado.
“Bella, que tienes?” susurré. Sin pensar en nada, me dí cuenta que estaba de rodillas también, recargado sobre el sofá que se encontraba frente a su… esposo. No parecía que él se diera cuenta de mi presencia, y yo no quise voltear a verlo. Busqué tocarla, tomar su mano entre las mías. Su piel estaba helada. “Te encuentras bien?”
Era una pregunta estúpida. No contestó.
“Estoy muy feliz de que hayas venido a verme hoy, Jacob”, dijo.
Aún cuando sabía que Edward no podía leer sus pensamientos, entendí que él había leído más allá de sus palabras, visto algún significado. Volvió a lamentarse, sobre la sábana que la cubría mientras ella acariciaba su mejilla.
“Qué tienes Bella?” insistí, envolviendo mis manos alrededor de sus fríos y frágiles dedos.
En lugar de responderme, miró por todo el cuarto como si buscara por algo, con súplica y advertencia en su mirada. Seis pares de ojos ansiosos la veían. Finalmente, se dirigió a Rosalie.
“Me ayudas a pararme Rosalie?” preguntó
Los labios de Rosalie estaban de tal forma que mostraba todos los dientes, y me veía con ganas de arrancarme la garganta. Estaba seguro que así era.
“Por favor, Rose”
La rubia hizo una cara, pero se acercó a ella de nuevo, a un lado de Edward, que no se movió un centímetro. Puso su brazo cuidadosamente detrás de los hombros de Bella.
“No” susurré, “no te levantes…” Parecía tan débil
“Estoy contestando tu pregunta” replicó, sonando un poco más a como usualmente me trataba.
Rosalie levantó a Bella del sillón. Edward se quedó inmóvil, colocando su cara de forma que parecía enterrada entre los cojines. La sábana cayó a los pies de Bella.
El cuerpo de Bella estaba hinchado, su torso como un balón saliendo de forma extraña, enferma. Su estómago se tensaba contra el suéter gris que era demasiado grande para sus hombros y brazos. El resto de su cuerpo parecía más delgado, como si la bola enorme en su estómago hubiera chupado el resto de ella. Tomó un segundo darme cuenta que parte de su cuerpo estaba deformada – y no lo entendí hasta que ella colocó los brazos sobre su hinchado estómago, uno encima de otro. Como si estuviera acunándolo.
Y entonces lo ví, pero no podía creerlo. La había visto un mes atrás. No había forma en que ella hubiera estado embarazada. No tan embarazada.
Excepto porque lo estaba.
No quería ver esto, no quería pensar en esto. No quería imaginarme a él dentro de ella. No quería saber que algo que odiaba tanto había hecho raíces en el cuerpo que yo tanto amaba. Mi estómago se encendió, y tuve que tragar para evitar el vómito.
Pero era peor que eso, mucho peor. Su cuerpo distorsionado, los huesos queriendo salirse por su piel. Sólo podía imaginar que ella se veía así – tan embarazada, tan enferma – porque lo que sea que tuviera dentro estaba tomando su vida para alimentar la propia.
Porque era un monstruo. Exactamente como su padre.
Siempre supe que él la mataría.
Su cabeza se levantó en cuanto escuchó las palabras en mi cabeza. Un segundo estábamos de rodillas y el siguiente se había parado, viendo hacia mí. Sus ojos eran completamente negros, los círculos bajo ellos morado oscuro.
“Afuera, Jacob” me dijo.
Me había levantado también. Ahora yo lo veía hacia abajo. Esto era por lo que yo había llegado.
“Hagamos esto” concedí
El grandote, Emmett, empujó a Edward al otro lado, con una mirada hambrienta, Jasper, estaba justo a su espalda. No me importaba. Tal vez mi manada podrían limpiar los restos cuando terminaran conmigo. Tal vez no. No importaba.
Por un pequeño segundo, mis ojos se posaron sobre los dos que estaban detrás. Esme. Alice. Pequeñas y distractoramente femeninas. Bueno, estoy seguro que los otros me matarían antes de que pudiera llegar a ellas. No quería matar mujeres, aún cuando fueran vampiros.
Aunque podría hacer una excepción con la rubia.
“No” gritó Bella, tropezando y cayendo hacia el frente, sin balance, para retener el brazo de Edward. Rosalie se movió junto con ella, como si una cadena las uniera a las dos.
“Solo quiero hablar con él, Bella” dijo Edward con voz baja, hablando solo a ella. Se acercó para tocar su cara, para acariciarla. Esto hizo que todo el cuarto se tornara rojo, haciéndome ver fuego – después de lo que había hecho con ella, aún estaba autorizado para tocarla de esa forma. “No te agites” continuó, suplicante. “Por favor, descansa. Volveremos los dos en unos minutos”
Quedó viendo a su cara, leyéndola cuidadosamente. Entonces asintió y se dejó caer en el sillón. Rosalie ayudó a ponerle cojines bajo la espalda. Bella me miró, tratando de que yo la viera a los ojos.
“Compórtate” insistió. “Y regresa”
No le contesté. No estaba para hacer promesas hoy. Volteé la mirada y seguí a Edward hasta la puerta de entrada.
Una voz al azar y desarticulada se oyó en mi cabeza, haciéndome notar que separarlo de su grupo no había sido difícil, o si?
Seguía caminando, sin checar que yo pudiera atacarlo por la espalda. Supongo que no tenía que hacerlo. El sabría cuando yo decidiera atacar. Lo que significaba que yo tenía que pensar rápidamente.
“No estoy preparado para que me mates, Jacob Black” susurró mientras se alejaba rápidamente de la casa. “Tendrás que tener un poco de paciencia”
Como si tuviera un calendario. Gruñí bajo mi aliento. “Paciencia no es mi especialidad”
Siguió caminando, talvez un par de metros más lejos de la casa, conmigo pisándolo los talones. Todo estaba ardiendo, mis dedos temblaban. En el bode, listo y esperando.
Paró sin avisar y casi tropiezo con él. Su expresión me dejó congelado.
Por un segundo parecí un niño – un niño que había vivido toda su vida en un pequeño pueblo. Solo un chiquillo. Porque sabía que tendría que vivir mucho más, sufrir mucho mas, para alguna vez poder entender la agonía reflejada en los ojos de Edward.
Levantó una mano como si fuera a quitarse el sudor de la frente, pero sus dedos repasaban su cara, como si quisiera arrancársela de un tirón. Sus ojos negros se incendiaban en su lugar, fuera de foco, como viendo cosas que no estaban ahí. Su boca se abrió y pensé que comenzaría a gritar, pero no salió sonido alguno de ella.
Esta era la cara que tendría un hombre está siendo quemado vivo.
Por un momento no pude hablar. Era tan real, esa cara – había visto una sombra de ella en la casa, visto en los ojos de ella y de él, pero esto era demasiado. El último clavo en el ataúd de Bella.
“La está matando, no es así? Se está muriendo” Y de inmediato supe que mi cara era un reflejo de la suya. Más débil, diferente, porque yo seguí en shock. No había ordenado mis pensamientos aún – todo pasaba demasiado rápido. El no tenía tiempo que perder en estos momentos. Y era diferente porque yo ya la había perdido muchas veces, de muchas formas, en mi cabeza. Y era diferente porque ella nunca había sido mía como para perderla de verdad.
Y diferente porque no era mi culpa
“Es mi culpa” susurró Edward, y sus rodillas cedieron. Se desmoronó frente a mí, vulnerable, el objetivo más sencillo que podía imaginar.
Pero yo estaba frío como la nieve – no había fuego en mí
“Sí”, se revolcó en la tierra, como si estuviera confesándole al suelo. “Sí, la está matando”
Su rota esperanza me irritaba. Yo quería pelear, no ejecutarlo. Dónde estaba su amplia superioridad ahora?
“Porqué Carlisle no ha hecho nada?” grité. “Es doctor o no? Que lo saque”
Me miró y me respondió en una voz cansada. Como si tuviera que explicarle a un niño de preescolar por décima vez. “No nos dejará”
Me tomó un minuto entender las palabras. Dios, ella estaba enloqueciendo. Por supuesto, morir por un monstruo. Era algo tan Bella.
“Tu la conoces bien” susurró. “Lo rápido que tú comprendiste y que… yo no hice. No a tiempo. Ella no habló conmigo en el camino a casa, nada. Pensé que estaba asustada – sería natural. Pensé que estaría molesta conmigo por hacer que atravesara por todo esto, por arriesgar su vida. De nuevo. Nunca imaginé lo que ella pensaba en realidad, lo que había decidido hacer. No hasta que mi familia nos encontró en el aeropuerto y ella corrió directo a los brazos de Rosalie. Rosalie! Y entonces pude escuchar lo que Rosalie pensaba. No entendí nada de eso. Pero tú lo supiste después de un segundo…” Gimió.
“Espera un momento. Ella no te dejará” El sarcasmo invadía como ácido en mi lengua. “Acaso notaste alguna vez que ella es tan fuerte como cualquier niña normal de 55 kilos? Qué tan estúpido puedes llegar a ser vampiro? Sostenla un momento y noquéala con drogas”
“Quise hacerlo”, susurró “Carlisle lo hubiera hecho…”
Qué, eran muy nobles ahora?
“No, no nobles. Su guardaespaldas complicó las cosas”
Oh. Su historia no tenía mucho sentido antes, pero ahora era diferente. Entonces de eso se trataba para la rubiecita. Pero cual era su ganancia? Acaso la reina de belleza pretendía que Bella muriera de la forma más cruel posible?
“Tal vez” dijo “Rosalie no ve las cosas de esa forma”
“Entonces hay que quitarla del camino. Tu raza pueden despedazarse y volverse a unir, como un rompecabezas no? Hazla pedazos y cuida a Bella”
“Emmett y Esme la apoyan. Emmett nunca nos dejaría… y Carlisle no me ayudará por Esme…” perdiendo la voz.
“Debiste haber permitido que Bella me escogiera”
“Sí”
Era un poco tarde para eso. Tal vez debió haber pensando en esto antes de embarazarla de ese monstruo chupa-vida.
Me quedó viendo desde el fondo de su propio infierno, y pude notar que pensaba lo mismo que yo.
“No lo sabíamos” dijo, las palabras más apagadas que el sonido de la respiración. “Nunca lo hubiera soñad. Nunca antes había existido algo como lo de Bella y yo. Cómo iba a saber que una humana podía concebir el hijo de alguien como nosotros – “
“Como las historias donde la humana queda hecha pedazos en el proceso?”
“Sí” coincidió en un susurro tenso. “Existen historias por ahí, sádicas, de íncubos y súcubos. Esos existen. Pero la seducción es sólo parte del proceso para el festín. Nadie sobrevive” Sacudió su cabeza para quitarse esa idea que era repulsiva. Como si él fuera diferente.
“Nunca supe que habían diferentes nombres para las cosas como tú” solté
Me quedó viendo, con una cara que parecía de alguien milenario.
“Incluso tú, Jacob Black, no puedes odiarme tanto como lo estoy haciendo yo mismo”
Error. Pensé, con demasiada rabia como para hablar.
“Matarme ahora no ayudará en nada” dijo calmadamente
“Entonces que lo hará?”
“Jacob, tienes que hacer algo por mí”
“Me iría al infierno si lo hiciera, parásito”
Continuó viéndome con cara cansada, con ojos desorbitados. “Por ella?”
Apreté los dientes fuertemente. “Hice todo lo posible para alejarla de ti. Todo. Es demasiado tarde”
“La conoces Jacob. Te conectas con ella en un nivel que ni siquiera yo entiendo. Eres parte de ella, y ella es parte de ti. Ella no va a escucharme, porque piensa que la subestimo. Cree que es suficientemente fuerte para esto…” Aclaró su garganta y tragó saliva. “Quizá te escuche a ti”
Se puso de nuevo en pie, con los ojos brillando de rabia, enloquecido. Me pregunté si realmente se estaba volviendo loco. Los vampiros podían perder la razón?
“Quizá” respondió a mi pensamiento. “No lo sé. Parece que sí” sacudió la cabeza. “Tengo que ocultar lo que siento por ella, porque la estresa demasiado y la enferma más. No podría soportar esto. Tengo que parecer calmado; no podría hacérselo más difícil. Pero eso ya no importa. Te tiene que escuchar!”
“No sé que otra cosa podría decirle que no le hayas dicho tú. Qué quieres que haga? Decirle que es una estúpida? Probablemente ella ya sabe eso. Decirle que se morirá? Te aseguro que también lo sabe”
“Ofrécele lo que ella quiere”
No tenía ningún sentido lo que me decía. Sería parte de su locura?
“No me importa nada más que mantenerla con vida”, dijo, concentrándose de pronto. “Si desea un hijo, puede tenerlo. Puede tener una docena de bebés. Lo que quiera.” Pausó un segundo “Ella puede tener cachorritos si es necesario”
Buscó mi mirada por un momento y su cara parecía frenética aún bajo esa máscara de control. La furia desapareció en cuanto procesé sus palabras, y sentí como mi boca se abrió en shock.
“Pero no de esta forma!” silbó antes de que pudiera recobrarme. “No con esta cosa que le quita la vida mientras no puedo hacer nada por salvarla! Mirándola enfermar y desperdiciar su vida. Viéndolo lastimarla” Trató de tomar aire como si alguien le hubiera dado un puñetazo en el estómago. “Tienes que hacerla entrar en razón, Jacob. No me va a escuchar a mí. Rosalie siempre está ahí, alimentando su locura – apoyándola a seguir. Protegiéndola. No, protegiendo a eso. La vida de Bella no significa nada para ella”
El sonido que salió de mi garganta sonó como si estuviera en shock.
Qué era lo que decía? Que bella debía qué? Tener un bebé? Conmigo? Qué? Cómo? Acaso la iba a abandonar? O pensaría que a ella no le importará ser compartida?
“Lo que sea. Lo que sea que la mantenga con vida”
“Esa es la locura más grande que has dicho” murmuré
“Ella te ama”
“No como a ti”
“Está lista para morir con tal de tener un bebé. Tal vez acepte algo menos extremista”
“Acaso no la conoces?”
“Lo sé, lo sé. Será difícil convencerla. Es por eso que te necesito. Tu sabes como piensa. Hazla ver su error”
No podía pensar en lo que estaba sugiriendo. Era demasiado. Imposible. Mal. Enfermo. Prestarme a Bella los fines de semana y regresarse los Lunes por la mañana como si fuera una película en renta? Demasiado complicado.
Demasiado tentador.
No quise considerarlo, no quise imaginarlo, pero las imágenes me invadieron de todas formas. Había fantaseado con Bella de tantas formas, cuando aún había posibilidad entre nosotros, y también tiempo después cuando fue claro que las fantasías sólo dejaban marcas dolorosas porque no teníamos posibilidad, ninguna. No fue posible detenerme entonces. No podía detenerme ahora. Bella en mis brazos, Bella suspirando mi nombre…”
Peor aún, esta era una nueva imagen, algo que no había pensado antes, una que no debió existir para mí. No aún. Una imagen que sabía no desearía hasta dentro de mucho tiempo si no fuera porque estaba en mi cabeza ahora mismo. Pero estaba ahí, tejiendo hilos en mi cabeza como una hierba mala – venenosa e incapaz de erradicarse. Bella, saludable y gloriosa, tan diferente a ahora, pero igual: su cuerpo, sin distorsionarse, cambiando en una forma más natural. Creciendo con mi hijo.
Traté de escapar de ese pensamiento venenoso. “Hacer que Bella entre en razón? En que universo vives?”
“Al menos inténtalo”
Sacudí mi cabeza con rapidez. El esperó, ignorando la respuesta negativa porque podía escuchar el conflicto en mi cabeza.
“De donde viene todo esta basura psicológica? La inventas de la nada?”
“He pensadp únicamente en la forma de salvar su vida desde que me dí cuenta lo que planeaba hacer. Por lo que moriría. Pero no sabía como contactarte. Sabía que no me escucharías si te llamaba. Habría ido a buscarte pronto, si no hubieras venido hoy. Pero es difícil dejarla, aunque sea unos minutos. Su condición… cambia rápidamente. La cosa está… creciendo. Constantemente. No puedo alejarme de ella ahora”
“Qué es esa cosa?”
“Nadie de nosotros tiene idea. Pero ya es más fuerte que ella.”
Podía ver de pronto – ver al monstruo en mi cabeza, rompiéndole las entrañas.
“Ayúdame a detenerla” susurró. “Ayúdame a que esto no pase”
“Cómo? Ofreciendo mis servicios como semental?” Ni siquiera hizo algún gesto al escucharme decir eso, pero yo sí. “Estás enfermo. Nunca escuchará esta locura”
“Inténtalo. No hay nada que perder ahora. En qué podría lastimar?”
Me lastimaría. No ya había pasado por demasiados desplantes de Bella como para hacer esto?
“Tan sólo un poco de dolor con tal de salvarla? Es un precio muy alto?”
“Pero no funcionará”
“Tal vez no. Aunque quizá la confunda. A lo mejor dude de su decisión. Un pequeño momento de duda es todo lo que necesito”
“Y después retirarás lo dicho con respecto a tener bebes y dirás ‘estaba bromeando Bella’”
“Si ella desea tener hijos, eso es lo que tendrá. No me echaré para atrás”
No podía creer en que estuviera pensándolo. Bella me golpearía – no me importaba demasiado, pero probablemente le rompería la mano de nuevo. No debí dejar que hablara conmigo, jugando con mis pensamientos. Debería matarlo ahora mismo.
“No aún” susurró. “No aún. Bien o mal, esa cosa la destruirá y lo sabes. No hay necesidad apresurarse. Si ella no te escuchas, te daré la oportunidad. En el momento en que el corazón de Bella deje de latir, iré a rogarte que me mates”
“No tendrás que rogar mucho”
El rastro de una leve sonrisa se dibujó en la orilla de sus labios. “Estoy contando con eso”
“Entonces es un trato”
Accedió y me ofreció su mano.
Tragándome el asco, nos dimos la mano. Mis dedos se cerraron alrededor de una piedra. Me estremecí de inmediato.
“Es un trato”, accedió.
10 - ¿POR QUE NO PUEDO SIMPLEMENTE ALEJARME…? HO ESTA BIEN, POR QUE SOY UN IDIOTA.
Me sentía como –no sabía como qué. Como si esto no fuera real. Como si estuviera en alguna mala versión gotica de una comedia. En vez de ser el tonto a punto de pedir el liderazgo en la animación de la fiesta, era el hombre lobo en último segundo lugar (reemplazo), apunto de pedirle a la esposa de un vampiro que se acostara conmigo y procrearamos (eso entiendo). Bonito.
No, no lo haría. Esto era retorcido y erroneo. Olvidaría todo lo que él había dicho.
Pero yo hablaría con ella. Intentaría hacer que me escuchara.
Y ella no lo haría. Como siempre.
Edward no respondió ni comentó sobre mis pensamientos mientras nos dirigíamos de vuelta a casa. Me preguntaba sobre el lugar que él había elegido para parar. ¿Estaba lo suficientemente lejos como para que los otros no pudieras escuchar sus susurros? ¿Cuál era el punto?
Tal vez. Cuando entramos, los ojos de los demás Cullen eran suspicaces y confusos. Nadie parecía disgustado ni indignado. Así que ellos no debían haber escuchado el favor que Edward me había pedido.
Vacilé en abrir la puerta, no estando seguro de qué hacer ahora. Estaba mejor aquí, con una brisa soplando en el exterior. Edgard caminó entre la mitad del grupo, con los hombros tiesos. Bella lo miró ansiosamente y luego sus ojos se fijaron en mí por un segundo. Luego lo miró a él nuevamente.
Su cara se tornó de un pálido grisáceo, y pude ver que él era el responsable del estrés que ha ella le estaba haciendo peor.
“Dejaremos a Jacob y Bella hablar en privado” dijo Edward . No hubo inflexión en su voz. Robótico.
“Sobre mi cadáver” le silbó Rosalie. Ella todavía se cernía sobre la cabeza de Bella, con una de sus frías manos ubicada posesivamente en la mejilla cetrina de Bella.
Edgard no la miró. “Bella”, dijo en el mismo tono vacío. “Jacob quiere conversar contigo, ¿te da miedo estar a solas con él?”
Bella me miró confundida, luego miró a Rosalie.
“Rose, está bien. Jake no nos herirá. Ve con Edward”
“Podría ser un truco” advirtió la rubia.
“No veo cómo” dijo Bella
“Carlisle y yo siempre estaremos bajo tus ojos, Rosalie” dijo Edward. La inexpresiva voz era dura, mostrando a través de ella su ira. “Nosotros somos los únicos a los que ella teme”
“No” susurró Bella. Sus ojos estaban brillando, húmedos. “No, Edward, yo no…”
Él sacudió su cabeza sonriendo un poco. Era doloroso ver la sonrisa. “No lo quise decir de esa manera Bella. Estoy bien. No te preocupes por mí”
Repugnante. Él tenía razón – ella prefería golpearse a sí misma a herir sus sentimientos. La chica era la clásica mártir. Ella definitivamente había nacido en el siglo equivocado. Ella debería haber vivido antes, cuando podría haber alimentado algunos leones por una buena causa.
“Todos” dijo Edward, su mano moviéndose tiesamente hacia la puerta “Por favor”.
La compostura que él estaba intentando mantener por Bella era inestable.
Pude ver cuan cerrado estaba para no mostrarse como el desesperado hombre (burning man) que sería afuera. Los otros lo vieron también. Silenciosamente se movieron hacia la puerta mientras yo me desplazaba fuera de su camino. Ellos se movieron rápido, mi corazón latió dos veces y la habitación estaba vacía, excepto por Rosalie que seguía vacilando en la mitad del camino y Edward aún esperando en la puerta.
“Rose” dijo Bella silenciosamente “Yo quiero que vayas”
La rubia fulminó a Edward con la mirada y luego gesticuló para que él fuera primero.
Él desapareció tras la puerta. Ella me dio una larga fruncida de ceño a modo de advertencia y luego desapareció también.
Una vez que estuvimos solos, crucé la habitación y me senté en el piso al lado de Bella. Puse sus dos frías manos entre las mías, frotándolas cuidadosamente.
“Gracias Jake, se siente bien”
“No te voy a mentir Bella. Estás horrible”
“Lo sé” , suspiró “Me da miedo mirarme”
“Mostruo del pantano miedoso ” agregué
Ella sonrió. “Es bueno tenerte aquí. Se siente bien sonreir. No sé cuanto drama más tendré que soportar”
Blanqueé mis ojos
“Ok, ok” agregó “Volveré a ser yo”
“Sí, lo harás. ¿Qué estás pensando, Bella? ¡En serio!”
“¿Él te pidió que me gritaras?”
“Algo así. Pensó que yo podía figurar, porque él cree que me escucharías. Tú nunca lo haz hecho antes”
Ella suspiró
“Te lo dije” comencé a decir
“¿Supiste que ‘te lo dije’ tiene un hermano, Jacob? Preguntó desquiciada “Su nombre es ‘Vete al infierno’”
“Buena”
Me sonrió. Su piel apretada, estirada sobre los huesos. “No lo puedo creer –cite a ‘Los Simpsons’”
“Perdiste una”
“Fue divertido”
Paramos de hablar por un minuto. Sus manos comenzaban a entibiarse un poco.
“¿Él realmente te pidió que hablaras conmigo?”
Asentí. “Para hablar algo sobre ti. Hay una batalla que está perdida antes de que comience”
“¿Por qué estás de acuerdo?”
No respondí. No estaba seguro de si lo sabía.
“Lo hago –cada segundo que gastaba con ella, iba agregando dolor a lo que tendría que sufrir después. Como un drogadicto con suministro limitado, el día del cómputo estaba llegándome. Tomé más golpes ahora, el más difícil sería cuando mi suministro se marchara.
“Se llevará a cabo, tú sabes” dijo luego de un largo minuto “Eso creo”
Eso me hizo ver rojo de nuevo. “¿Es demencia uno de tus síntomas?” grité
Ella rió, pensó que mi enojo era tan real que mis manos estaban agitándose alrededor de las de ella.
“Tal vez” dijo “No estoy diciendo que se llevará a cabo fácilmente, Jake. ¿Pero cómo yo he podido vivir a través de todo eso, haber vivido y no creer en la magia en este punto?”
“¿Magia?”
“Especialmente por ti” dijo. Estaba sonriendo. Apartó una de sus manos de las mías y la posó en mi mejilla. Más tibia que antes, pero la sentí fría contra mi piel, como la mayoría de las cosas. “Más que cualquier otra cosa, tú tienes cierta magia esperando para hacer cosas buenas por ti”
“¿Qué estás balbuceando?”
Todavía sonreía. “Edward me dijo una vez que esto era como –tu imprimación. Él dijo que era como “Sueños de una Noche de Verano”, como magia. Encontrarás a quien realmente buscas, Jacob, y tal vez luego todo tendrá sentido”.
Si ella no luciera tan frágil, yo estaría gritando.
Como lo era, le gruñí.
“Si tu crees que imprimándome, puedo entender esta locura…” luché por las palabras. “¿Realmente crees que sólo porque podría imprimarme con alguna extraña encontraría esto correcto? Señalé su hinchado cuerpo.
“¡Dime cuál era el punto entonces, Bella! ¿De qué me sirve amarte? ¿De qué te sirve amarlo? Cuando tú mueras” –las palabras fueron un gruñido. “Cómo estará todo bien nuevamente? ¿De qué sirve todo el dolor? ¡El mío, el tuyo, el de él! También lo matarás a el, y sin preocuparte por qué” Frunció el ceño, pero me mantuve. “Así que, al final ¿De qué sirve tu retorcida historia de amor?. Si tiene algún sentido, por favor muéstramelo Bella, porque yo no lo veo”.
Ella suspiró. “No lo sé todavía, Jake. Pero yo sólo… siento… que todo esto tiene una parte buena, difícil de ver como es ahora. Adivino que tú podrías llamarlo fé”
“¡Estás agonizando por nada, Bella! ¡Nada!”
Su mano pasó desde mi cara, a su hinchado estómago, acariciándolo. Ella no tenía que pronunciar las palabras, para que yo supiera lo que estaba pensando. Ella estaba agonizando por eso.
“No voy a morir” dijo a través de sus dientes y yo podría decir que estaba repitiendo cosas que ya había dicho antes. “Mantendré mi corazón latiendo. Tengo la fuerza suficiente para eso”
“Eso es una carga de basura, Bella. Tu has intentado mantenerte con lo sobrenatural demasiado tiempo. Ninguna persona normal puede hacerlo. Tú no eres lo suficientemente fuerte”. Tomé su cara en mi mano. No tenía que recordarme a mí mismo ser gentil. Todo lo que gritó, era rompible.
“Yo puedo hacer esto. Yo puedo hacer esto” repitió sonando demasiado como esos libros de niños sobre los pequeños motores que pueden.
“No me parece. Así que ¿Cuál es el plan?. Espero que tengas uno”
Asintió sin mirar mis ojos. “¿Sabías que Esme saltó a un acantilado? Cuando era humana, quise decir”
“¿Y?”
“Así que ella ha estado lo suficientemente cerca de la muerte, como para que ni siquiera la pasaran a una sala de urgencia, sino que la derivaron directo a la morgue. Su corazón aún estaba latiendo, pensó, cuando Carlisle la encontró...”
Eso era lo que había querido decir antes, sobre mantener latiendo su corazón.
“Tú no estás planeando sobrevivir a esto como humana” comencé debidamente.
“No, no soy estúpida”. Nuestros ojos se encontraron. “Adivino que tú tienes tu propia opinión en este punto, creo”.
“Vampirización de emergencia” mascullé
“Funcionó con Esme. Y Emmet y Rosalie, e incluso con Edward. Ninguno de ellos estaba en gran forma. Carlisle sólo los cambió porque estaban a punto de morir. Él no terminó sus vidas, los salvó”
Sentí un repentino atisbo de culpa por el buen doctor vampiro, como antes. Retiré mis pensamientos, y comencé desde el principio.
“Escuchame Bella. No lo hagas de esa manera”. Como antes, cuando me llegó lo de la llamada de Charlie, pude ver cuánta diferencia había realmente para mí. Supe que necesitaba mantenerla viva de alguna forma. De cualquier forma. Respiré profundamente. “No esperes a que sea demasiado tarde, Bella. No es la manera. Vive, ¿de acuerdo? Sólo vive. No hagas esto por mí. No hagas estopor él”
Mi voz fue más fuerte, más dura. “Tú sabes lo que él hará cuando tú mueras. Lo has visto antes. ¿Quieres que regrese con esos italianos asesinos?”. Se retorció en el sofá.
Excluí la parte que no era necesario en este momento.
Luchando por hacer mi voz más suave, pregunté “¿Recuerdas cuándo fui destrozado por esos neófitos? ¿Qué me dijiste?”
Esperé, pero ella no respondía. Presionó sus labios entre sí.
“Tú me dijiste que fuera bueno y escuchara a Carlisle” le recordé ¿Y qué hice? Escuché al vampiro. Por ti”.
“Lo escuchaste porque era lo correcto”
“De acuerdo –elige otra razón”
Ella respiró profundamente. “Esto no es lo correcto ahora”. Su mirada recorrió su estómago y murmurando entre sus dientes dijo “Yo no lo mataré”
Sacudí mis manos nuevamente.
“Oh, no había oído las buenas nuevas. Un pequeño bebe saltarín, ¿eh? Debería haber comprado algunos globos azules.”
Su rostro se tornó rosa. Se veía tan hermosa- mi estómago se retorció como si tuviera un cuchillo dentro. Una hoja afilada, rústica y dentada.
Iba a perder, de nuevo.
“No sé si es un niño” admitió un poco acobardada. El ultrasonido no funcionó. La membrana que recubre al bebé es demasiado dura- como su piel- Así que él es un misterio. Pero siempre veo un niño en mi mente”.
“No hay un hermoso bebé ahí dentro, Bella”
“Ya veremos” dijo algo ofendida.
“Tú no” le repliqué.
“Eres muy pesimista Jacob, definitivamente hay posibilidades de que todo resulte bien”
No le respondí. Bajé la mirada, respiré profundo y lento, tratando de amainar mi furia.
“Jake” dijo ella, y acarició mi cabello continuando con mi mejilla. “Todo saldrá bien. Shhh. Todo está bien”
No la miré. “No, no estará bien”
Ella limpió algo húmedo de mi mejilla (una lágrima). “Shhh”.
¿Cuál es el trato, Bella”. Miré fijamente la pálida alfombra. Mis pies descalzos estaban sucios, así que dejaban manchas. Bien. “Pensaba por qué fue que tú quisiste a tú vampiro más que a cualquier otra cosa. ¿Y ahora te le entregaste?. Eso no tiene ningún sentido. ¿Desde cuándo estás desesperada por ser madre? Si tanto lo querías, ¿Por qué te casaste con un vampiro?”
Estaba peligrosamente cerca de esa oferta que él me quiso hacer. Podía ver las palabras encaminándose hacia ello, pero no podía cambiar su dirección.
Ella suspiró. “No fue así. Yo nunca estuve realmente preocupada por tener un bebé. Nunca lo pensé. Esto no es sólo tener un bebé. Es… bueno… ‘este’ bebé”
“Es un asesino, Bella. Mírate”
“No lo es. Es mío. Sólo yo soy débil y humana. Pero puedo resistir esto, Jake. Yo puedo”.
“Oh, vamos. Cállate, Bella. Tú puedes convencer con esta mierda a tu chupasangre, pero no puedes engañarme. Tú sabes que no puedes hacerlo”
Me fulminó con la mirada. “No sabía eso. Estaba preocupada por ello, seguramente”.
“Preocupada por ello” repetí a través de mis dientes.
Luego, ella jadeó y agarró su estómago. Mi furia se desvaneció como una luz que hubiese sido apagada.
“Estoy bien”, jadeó. “No es nada”.
Pero yo no la escuchaba. Sus manos habían devuelto su sudadera a su lugar, y miré horrorizado la piel expuesta. Su estómago lucía como si estuviera manchado con manchas de tinta negras purpúreas.
Ella vio mi mirada y dio un tirón a la tela para que volviera a su lugar.
El es fuerte, eso es todo. Dijo ella defensivamente
-Los puntos de tinta le hacían daño.
Me sentía amordazado, y entendí lo que él había dicho, acerca de verla sufrr. Repentinamente me desesperé.
“Bella, la llamé”
Ella percibió el cambio en mi voz. Me miró aun respiraba entrecortadamente y su mirada se veía confundida.
“Bella, no lo hagas”
-Jake-
-Escúchame. No te vayas aun, ¿Ok? Escúchame.
Qué tal si…?
¿Qué?
¿Qué tal si no es una cuestión de suerte? Qué tal si se trata de todo o nada? Qué tal si escuchas a Carlisle como buena niña y te mantienes viva?
No lo escucharé-
-NO he terminado aún. Mira, si te mantienes viva, puedes volver a empezar. Esta vez no funcionó. Inténtalo de nuevo.
-Ella frunció el ceño. Levantó una mano y tocó el sitio donde mis cejas estaban juntas. Sus dedos suavizaron mi semblante mientras ella analizaba mis palabas.
.No entiendo. ¿Qué quieres decir con eso de intentarlo de nuevo?
No creerás que Edward me dejará… y qué diferencia habría? Estoy segura de que cualquier bebé---
Si, le dije. Cualquier niño como este sería lo mismo.
Su agotado rostro quedó aun más confuso.
¿Qué?
Pero no pude decirle nada más. No tenía sentido. Nunca podría salvarla de sí misma. Nunca podría.
Entonces ella parpadeó y pude ver que había captado.
Oh!
Uh!
Por favor, Jacob.
Tú crees que debería matar a mi bebé y reemplazarlo con algún sustituto genérico? Inseminación artificial?
Ella se había enojado.
Crees que podría querer al bebé de un extraño? Suponer que eso no haría ninguna diferencia.
qué cualquier bebé podría reemplazarlo?
No quise decir eso. No me refería a un extraño.
Ella dio un paso al frente. Entonces, qué intentas decirme?
Nada.
No quise decir nada.
Lo de siempre
¿De dónde vino eso?
-Olvídalo Bella.
Ella frunció el ceño, suspicazmente.
¿Te pidió él que me lo dijeras?
Dudé, sorprendido de que ella lo hubiera notado tan pronto.
-No.
-El lo hizo, no es así?
No, de verdad. El no dijo nada acerca de inseminación lo que sea.
Su rostro se suavizó, y ella se recostó sobre los almohadones luciendo exhausta. Estaba de un lado cuando habló, no refiriéndose a mi para nada.
-El haría lo que sea por mi. Y estoy lastimándole. Pero… qué está pensando? Qué planee esto? – su mano estaba alrededor de su vientre- de algún extraño--- ella murmuró la última parte y su voz se quebró.
Sus ojos estaban húmedos.
-Tú no tienes que herirle- Susurré- Quemaba como veneno el tener que rogar en nombre de él, pero sabía que desde este ángulo tenía más posibilidades de manteruela con vida.
Aun con con las probabilidades de 1000 a 1 le dije; “Puedes hacerlo feliz, Bella” quizá él está perdiendo eso. Sinceramente lo creo.
Ella parecía no estar escuchando, su mano hacía círculos pequeños en su prominente estómago mientras se mordía el labio.
Hubo tranquilidad por un rato. Me pregunté si los Cullen estarían muy lejos. ¿Habrían escuchado mis patéticas razones?
¿No con un extraño? Ella murmuraba a sí misma. Me estremecí.
¿Qué te dijo Edward con exactitud? me preguntó en tono bajo.
-Nada. El pensó que quizá me escucharías.
No eso. Acerca de intentarlo de nuevo.
Sus ojos miraron fijamente los míos y pude ver que ya le había dicho todo.
-Nada
Su boca se abrió un poco. “wow”
Hubo silencio por un par de latidos. Miré hacia el piso, imposibilitado de sostener su mirada.
- Ella susurro: El haría lo que fuera, ¿Verdad?
Te dije que literalmente se había vuelto loco, Bells.
Me sorprende que no lo hayas dicho de inmediato. Meterlo en problemas.
Cuando la miré ella estaba soriente.
Piensa en ello. Traté de sonreirle de vuelta pero apenas pude esbozarla.
Ella sabía lo que le estaba proponiendo, y no iba a pensar dos veces en ello. Yo sabía que no lo haría. Pero tenía que intentarlo.
-No hay mucho que tu puedas hacer por mi, verdad? Ella susurr´. Realmente no sé por qué habrías de molestarte. No lo merezco.
No hace ninguna diferencia, verdad?
-No esta vez-suspiró- Desearía poder explicarte de tal forma que lo entendieras.
No puedo herirlo. –ella apuntó su estómago- de tal forma que tome una pistola y le dispare. Lo quiero.
¿Por qué siempre tienes que amar las cosas equivocadas Bella?
-No creo que sea asi-
Aclaré mi garganta para que mi voz sonará como quería.
-Créeme.
Empecé a irme
¿A dónde vas?
-No hago nada aquí.
Ella estiró su esbelto brazo, rogándome: No te vayas.
Pude sentir mi adicción absorbiéndome, tratando de mantenerme cerca de ella.
-No pertenezco aquí. Me iré.
¿Por qué veniste hoy? Ella me preguntó, jugando limpiamente.
-Solo para comprobar que seguías viva. No creí que estuvieras enferma como Charlie dijo.
No puedo asegurar que ella me creyera.
-Vendrás de nuevo.. antes de que?
-No andaré por aquí y ver que mueras, Bella.
Se estremeció. Está bien, deberías irte.
Azoté la puerta.
Bye, escuché en un susurro detrás de mi. Te quiero, Jake.
Casi regreso. Casi volteo y caigo postrado en mis rodillas y empiezo a rogarle de nuevo. Pro sabía que tenía que renunciar a Bella, renunciar al pavo frío antes de que ella me matara como lo haría con él.
-Claro. claro, Murmuré mientras salía.
No vi a los vampiros.
Pasé de largo junto a mi moto que estaba solitariamente en medio del prado. No era lo suficientemente rápida para mi ahora. Mi papá habría enloquecido, Sam también.
Qué habrá pensado la manada por el hecho de que no me escucharon cambiar? Habrán pensando que los Cullen me agarraron antes de que tuviera oportunidad. Me desnudé, sin importarme si alguien podría haberme visto y empecé a correr. Cambié a lobo en medio del salto.
Ellos me esperaba, desde luego que si.
-Jacob, Jake. ocho voces corearon aliviadas.
Ven a casa, ahora.
La voz del Alpha ordenando.
Sam estaba furioso.
Sentí que PAul se alejaba y supe que Billy y Rachel estaban esperando escuchar noticias sobre que había ocurrido conmigo. Paul estaba muy ansioso como para darle las buenas nuevas de que no había sido bocado de vampiros, como para querer escuchar el resto de la historia.
No tenía que decirle a la manada de que estaba de regreso- ellos podrían ver el prado borroso detrás de mi, como si volviera a casa.
No tenía que decirles que estaba medio enloquecido también. La locura en mi cabeza era evidente.
Ellos vieron todo el horror- El estómago amoratado de Bella; su quejumbrosa voz: “el es fuerte eso es todo” el hombre destrozado que ahora era Edward, Rosalie sobre el delicado cuerpo de Bella: “ella no significa nada para Rose- y por una vez, nadie tuvo nada que replicar.
Su reacción fue silencio en mi cabeza.
Sin palabras.
Estaba a medio camino de casa antes de que alguien se recuperara. Entonces empezaron a correr hacia mi.
Estaba prácticamente oscuro. Las nubes cubrían el atardecer completamente. Corrí el riesgo de atravesar la carretera y lo logré sin ser visto.
Nos encontramos como 10 millas fuera de la Push en un claro cercado por unos maderos. Estaba fuera del camino entre dos espuelas de montañas, donde nadie podía vernos. Paul apareció cuando me los encontré, asi que la manada estaba completa.
El ruido en mi cabeza era un total caos. Todos hablaban a la vez.
Loa collares de Sam estaban pegados a él, y él gruñía de forma extraña mientras que cambiaba de fase.
Paul y Pared se movían como sombras detrás de él, sus orejas se agitaron a los lados de su cabeza. El círculo estaba agitado, de pie y gruñendo por lo bajo.
Al principio su furia era indefinida y yo creía que era por mi. Estaba demasiado descompuesto como para preocuparme por ello. Ellos podían hacer lo que quisieran dadas las circunstancias.
Y entonces la confusión de pensamientos empezó a sincronizarse
¿Cómo pasó esto?
¿qué significa?
Qué será?
No es seguro. No es correcto. Es peligroso.
NO podemos permitirlo.
La manada estaba actuando sincronizadamente ahora, excepto por mi y otro.
Me senté a lado del hermano que estaba igual, demasiado ocupado para mirar sobre mis ojos o mi mente y ver quién era.
“El tratado no abarca esto”
“Nos pone a todos en riesgo”
Estaba intentando entender las espiralazas voces, tratando de seguir el espiralado camino que hacian los pensamientos para ver a donde se dirigían, pero no le encontraba sentido. Las imágenes en mi cabeza eran mis imágenes-las peores de ellas. Los moretones de Bella, la cara de Edward mientras se quemaba.
Ellos también lo temen.
Pero no harán nada sobre eso.
Protegiendo a Bella Swan.
No podemos dejar que eso nos influya.
La seguridad de nuestras familias, de todos aquí, es más importante que la de un humano.
Si ellos no lo matan, nosotros lo haremos.
Proteger la tribu.
Proteger nuestras familias.
Tenemos que matarlo antes de que sea muy tarde.
Otra de mis memorias, las palabras de Edward esta vez: La cosa esta creciendo. Rápidamente.
Pelee por concentrarme, elegir solo voces individuales.
No hay tiempo que perder, Jared pensó.
Significará una pelea, Embry avisó. Una mala.
Estamos listos, Paul insistió.
Necesitaremos la sorpresa de nuestro lado, Sam pensó.
Si los encontramos divididos, podemos derribarlos separados. Incrementaría nuestras chances de victoria, Jared pensó, ahora empezando a organizar.
Negué con mi cabeza, levantándome lentamente. Me sentía con poco balance ahí-como el grupo de lobos me hacía marearme. El lobo al lado mío se levanto, también. Su hombro me empujó, ayudándome a levantarme.
Espera, pensé.
El grupo pauso durante latido, y entonces volvió a iniciar
Hay poco tiempo, Sam dijo.
Pero-¿qué estas pensando? Tú no los querías atacar por romper el tratado esta tarde. ¿Ahora estas planeando emboscarlos, cuando el tratado esta intacto?
Esto no es algo que nuestro tratado anticipo, Sam dijo. Esto es un peligro para cada humano en el área. No sabemos que criatura han creado los Cullens, pero sabemos que es fuerte y crece rápido. Y será muy joven para seguir algún tratado. ¿Recuerdas los neófitos que peleamos? Salvaje, violento, lejos de cualquier razón o retención. Imagina uno como esos, pero protegido por los Cullens.
No sabemos-intenté interrumpir.
Nosotros no sabemos, él acepto. Y no podemos tomar riesgos con lo desconocido del caso. Solo podemos dejar que los Cullens existan mientras estemos absolutamente seguros de que no causarán daño. Esto… esto no puede ser confiado.
A ellos no les gusta tanto como a nosotros.
Sam saco la cara de Rosalie, su protección, de mi cabeza para mostrársela a todos.
Algunos están listos para pelear por eso, sin importar lo que sea.
Es solo un bebé, por Dios.
No por mucho, Leah pensó.
Jake, amigo, esto es un gran problema, Quil pensó. No podemos ignorarlo.
Estas exagerando, discutí. La única en peligro es Bella.
De nuevo eligió ella, Sam dijo. Pero esta vez su decisión nos afecta a todos.
No lo creo.
No podemos permitirlo. No permitiremos que un tomador de sangre case en nuestras tierras.
Entonces pideles que se vallan, el lobo que me estaba apoyando dijo. Era Seth. Claro.
¿Y dejar que perjudiquen otros? Cuando los tomadores de sangre crucen nuestra tierra, los derruiremos, no importa que intenten cazar. Protegemos a todos los que podemos.
Esto es una locura, dije. Esta tarde tenias miedo de poner en peligro a la manada.
Esta tarde no sabía que nuestras familias estaban en peligro.
¡No puedo creerlo! ¿Cómo vas a matar a la criatura sin matar a Bella?
No hubo palabras, pero el silencio hablaba por si solo.
Aullé. ¡Ella también es humana! ¿No se aplica a ella también nuestra protección?
Esta muriendo, de todos modos, Leah pensó. Nosotros solo acortaremos el proceso.
Eso fue suficiente. Me aleje de Seth, dirigiéndome a su hermana, mostrando mis dientes. Estaba a punto de morder su pierna cuando sentí los dientes de Sam cortar en mi flanco, arrastrándome hacia atrás.
Aullé en dolor y furia y me giré hacia él.
¡Basta! él ordeno en su timbre doble del Alpha.
Mis piernas parecían doblarse debajo de mí. Las hice parar, solo logrando mantenerme en pie a fuerza de voluntad.
Empezó a caminar lejos de mí. No seas cruel con él, Leah, él le ordenó. El sacrificio de Bella es un precio pesado y todos entendemos eso. Estamos en contra de tomar una vida humana. Hacer una excepción será algo triste. Todos nos lamentaremos por lo que hagamos esta noche.
¿Esta noche? Seth repitió, shokeado. Sam-creo que deberíamos hablar más de esto. Consultarlo con los Mayores, por lo menos. No puedes esperar que nosotros-
No podemos aguantar tu tolerancia con los Cullens ahora. No hay tiempor para debatir. Tú harás lo que te dicen, Seth.
Las patas delanteras de Seth se doblaron, y su cabeza calló ante el comando Alpha.
Sam se detuvo en un círculo apretado alrededor de nosotros dos.
Necesitamos a toda la manada para esto. Jacob, tú eres nuestro mejor luchador. Tú pelearas de nuestro lado esta noche. Entiendo que esto es difícil para ti, así que tú te concentraras en los peleadores-Emmet y Jasper Cullen. Tú no tendrás que involucrarte con… la otra parte. Quil y Embry pelearan contigo.
Mis rodillas temblaron; pelee para seguir así aún teniendo la voz del Alpha contra mi voluntad.
Paul, Jared y yo nos encargaremos de Edward y Rosalie. Creo, gracias a la información que Jacob nos trajo, que serán los que protegen a Bella. Carlisle y Alice también estarán cerca, posiblemente tambien Esme. Brandy, Collin, Seth y Leah se concentraran en ellos. Quien sea que tenga una vista clara de-lo escuchamos tartamudear sobre el nombre de Bella-la criatura, la matará. Destruir a la criatura es nuestra principal prioridad.
La manada gruño de acuerdo nerviosamente. La tensión había erizado nuestra piel. El cambio fue rápido y el sonido de los pasos contra el piso fue duro, uñas de los pies rasgando el suelo.
Sólo Seth y yo estabamos en el centro de la tormenta de dientes relucientes y orejas alertas. La nariz de Seth casi tocaba el piso, bajo las órdenes de Sam. Sentí su pena ante la proximidad de deslealtad. Para él esto era una traición- durante aquel día de alianza, peleando junto a Edward Cullen, Seth realmente se había convertido en amigo de los vampiros.
Sin embargo él no se resistía. El sería obediente sin importar cuánto eso lo lastimara. El no tenía elección.
Y qué opción tenía yo? Cuando el Alpha ordenaba, la manada le seguía.
Sam nunca había impuesto su autoridad tan lejos como hasta ahora. Yo sabia que él odiaba ver a Seth postrado ante él como sirviente delante de su amo. El no habría forzado a los otros si no creyera que no hay más opción. El no podía mentirnos porque estábamos ligados en mente los unos con los otros. El creía que debíamos destruir a Bella y al monstruo que tenía en el vientre. Que no teníamos tiempo que perder. LO creía lo suficiente como para que lo tuviéramos que hacer.
Vi que sería capaz de enfrentarse a Edward. La habilidad de éste de leer nuestros pensamientos le hacía peligroso ante sus ojos y Sam no permitiría que alguien se pudiera ver afectado por esto.
El vio A Jasper como su segundo gran oponente, por lo cuál me lo había otorgado a mi. Sabía que yo tenía las mayores probabilidades dentro de la manada de ganarle. Dejó a los blancos fáciles para los lobos jóvenes y Leah. La pequeña Alice no era peligrosa con su don de poder ver el futuro como para guiarle y sabíamos por aquella alianza de antaño, que Esme no era ninguna combatiente. Carlisle era más un reto, pero su odio hacia la violencia podría facilitarlo todo.
Me sentí enfermo de que Seth viera como yo el plan de Sam, tratando de que funcionara en todos los angulos, para que todos los miembros de la manada tuvieran oportunidad de sobrevivir.
Todo estaba dentro. Esta tarde habría querido atacarles. Pero Seth tenía razón.- esto no era una lucha para la que estuviera listo. Estaba cegado por el odio. No me había permitido mirar cuidadosamente porque sabría que habría visto de haberlo hecho.
Carlisle Cullen. Mirándole sin ese odio que ensombrecía mis ojos. No podía negar que matarle era cometer asesinato. El era bueno.
Tan bueno como cualquier humano como los que protegíamos.
Quizá mejor.
Los otros, también, supongo. Pero no sentía lo mismo por ellos. No los conocía tan bien. Era Carlisle el que odiaba pelear, incluso para salvar su propia vida. Por eso teníamos probabilidades de matarle- porque él no quería que nosotros .sus enemigos. muriéramos.
Esto estaba mal.
Y no era solo porque matando a Bella se sintiera como suicidarme.
-Concéntrate, Jacob
Sam Ordenó. La tribu va primero
Yo estaba mal hoy, Sam
Tus razones eran incorrectas en ese entonces. Pero ahora si tenemos un motivo
Me dije: No
Sam bufó y dejó de pasear a mi alrededor. Me miró a los ojos y me mostró los dientes
Si, el Alpha imponiéndose, su doble voz impregnada de autoridad
No hay escapatorias esta noche. Tu Jacob, pelearás contra los Cullen con nosotros. Tu QUil y Embry se harán cargo de Jasper y Emmett. Están obligados a proteger a la tribu. Para eso existen. Cumplirán su obligación.
Mis hombros se encorvaron una vez que el edicto me golpeó.
Mis piernas colapsaron y caí sobre mi vientre
Ningún miembro de la manada contradijo al Alpha.
11. LAS DOS COSAS ENCIMA DE LA LISTA DE LAS COSAS QUE NUNCA HARÍA
Sam comenzó a mover a los otros en formación mientras yo permanecía en el suelo. Embry y Quil estaban a mi lado esperando por mi para retomar el puntoPude sentir el impulso, la necesidad de ponerme en pie y dejarlos. La compulsión creció y la combatí inútilmente, echándome en el suelo en donde estaba.Embry silbaba calladamente en mi oído. El no quería pensar en las palabras, temeroso de que el no pudiera darme la atención de Sam otra vez. Sentí su callada petición para que me parara, para que lo superara y terminara.".Había miedo en el parque, no mucho por el, sino por todo. No pudimos imaginar que nosotros haríamos todo lo posible para sobrevivir esta noche. Que hermanos se abandonan? Que mente nos deja para siempre? que afligidas familias debíamos consolar en la mañana?Mi mente comenzó a trabajar con ellos, a pensar como uno solo, como nosotros tratamos con esos miedos. Automáticamente, me levante del suelo y sacudí mí chaqueta.Embry y Quil suspiraron aliviados. Quil toco la nariz de mi lado una vezSus mentes estaban llenas de nuestro desafió, nuestra asignación. Recordamos juntos las noches que habíamos visto practicar a los Cullen para la pelea con los neófitos. Emmett Cullen era fuerte, pero Jasper debía ser el gran problema, el se movía como un rayo –poder, velocidad y muerte metidos en uno solo – cuantos siglos de experiencia tenia el? suficiente para que el resto de los Cullen lo buscaran para guiarse.- tomare el punto. Si tu quieres flanquear- se ofreció Quil. Esto era más excitante en su mente que en la del resto. Cuando Quil vio las instrucciones de Jasper esas noches, el había estado tratando de probar las habilidades de el desde lo vampirico, Por él, esto seria una pelea. Siempre sabiendo que estaba su vida en la línea, el vio esa posibilidad. Paul estaba como el también, los niños que nunca habían estado en batalla, Collin y Brady.Seth probablemente estaría igual – si los oponentes no fueran sus amigos- Jake?- Quil me pego con su codo – como quieres que actueYo solo sacudí mi cabeza. No pude concentrarme – la obligación de seguir ordenes sintiéndome como si fuera marioneta se ensartaba como gancho en todos mis músculos. Un pie hacia delante, ahora otro.Seth se estaba arrastrando entre Collin y Brady- Leah había asumido el punto ahí. Ella ignoro a Seth mientras estaba planeando con los otros. Y pude ver que ella había decidido dejarlo fuera de batalla. Ese fue el límite maternal de sus sentimientos hacia su pequeño hermano. Ella le pidió a Sam que lo enviara a casa. Seth no quiso verificar las dudas de Leah El estaba adaptado a las cuerdas de marioneta también- tal ves si pararas de resistirte…- Embry susurro- solo concéntrate en nuestra parte. los grandes. podemos tomarlos abajo. los tenemos! – Quil se estaba trabajando a sí mismo, como hablando enérgicamente antes del gran juegoPodía ver que fácil era, pensar en nada más que en mi parte. No era difícil imaginar a Jasper y a Emmett atacando. Habitamos estado cerca de eso antes. Debía pensar en ellos como enemigos en un largo tiempo. Podía hacerlo ahora otra vez.Solo debía olvidar que ellos estaban protegiendo lo mismo que yo protegía. Debía olvidar la razón porque tal vez yo quería que ellos ganaran…- Jake –Embry avisó – mantén tu cabeza en el juegoMi pie se movió con retraso, tirando contra el arrastre de la cadena- no tiene sentido luchar contra eso – susurro Embry otra vezEl estaba bien. Iba a terminar haciendo lo que quería Sam, si el estaba dispuesto a estimularlo. Y el estaba. Obviamente.Esa era una buena razón para la autoridad Alfa. Incluso una manada tan fuerte como nosotros no iba a ser mucho problema sin un líder. Nosotros debemos movernos juntos, pensar juntos, en orden para ser eficaces. y eso requería un cuerpo para tener una cabezaPero, que, si Sam estaba equivocado ahora? no hay nada que a cualquier persona le podría pasar. No había nadie que discrepara aquella decisión.Excepto.y estaba ahí, un pensador. yo nunca, nunca quise tenerlo. pero ahora, con mis piernas todas atadas a las cadenas, reconoci la excepción con alivio, mas que alivio, con una feroz alegria.ninguno podia disputar la decisión de Alfa, excepto por mi.no había escuchado nada. pero todas esas cosas nacian en mi cosas que había dejado sin reclamar.nunca había querido dejar la manada. no queria hacerlo ahora. no queria la responsabilidad de todos nuestros destinos descansados en mis hombros. Sam era mejor en esto de lo que yo seria jamas.pero estaba equivocado esta noche.y yo no había nacido para arrodillarme a el.los huesos salieron de mi cuerpo al segundo en que me abrace a mi nacimiento.los senti recopilandoce en mi, una libertad y una cadena, un poder huecovacio porque el poder del Alpfa viene de la manada. y yo no tenia una manada. por un segundo, la soledad me abrumo.no tenia una manada ahora.pero yo estaba recto y fuerte hasi que camine hasta donde estaba parado Sam, planeando con Paul y Pared. Él se giró al sonido de mi avance y sus ojos negros se estrecharon.- no- le dije a el otra vezoyo a lo lejos, escucho la eleccion que había hecho en el sonido de la voz Alfa en mis pensamientos. el brinco hacia atrás medio paso con un conmocionado aullido.- Jacob? que has hecho?- no te seguire, sam. no por algo tan equivocado.el me miraba fijamente, aturdido.- tu…tu vas a elgir a tus enemigos por encima de tu familia?- ellos no…- sacudi mi cabeza despejandola – ellos no son nuestros enemigos. nunca lo han sido. a menos que yo de verdad piense en destruirlos, pensar en terminarlos, yo no veo eso.- esto no es por ellos – él gruño hacia mi – esto es por Bella. ella nunca ha sido para ti, ella nunca te elegira pero tu continuas destruyendo tu vida por ella!esas fueron palabras duras, pero verdaderas. tome una gran bocanada de aire, respirandolo dentro.- tal vez estes en lo correcto. pero vas a destruir a la manada por ella, sam. no importa cuantos de ellos sobreviven esta noche. ellos siempre tendran el asesinato en sus manos- debemos proteger nuestras familias!- yo se que estas decidido, sam, pero tu no puedes decidir por mi, no mas.- Jacob…tu no puedes darle la espalda a la manada.escuche el doble eco del comando del Alfa, pero no tenian peso esta vez. ya que no se aplicaban a mi. el apreto su mandibula. tratando de forsarme a responder a sus palabras.fije la vista en sus ojos furiosos. - el hijo de Ephraim Black no nacio para seguir a Levi Uley- es eso, entonces, Jacob Black? - su cortada rosa y su hocico fue hacia atrás de sus dientes. Paul y Pared gruñeron y se pusieron a sus lados – Solo si tu puedes derrotarme, la manada nunca te seguira!me di la vuelta, sorprendido de que un silbido escapaba de mi garganta.- vencerte? yo no voy a pelear contigo sam!- - entonces, cual es tu plan? no estoy a favor de dejar que puedas proteger la creación de vampiros a costa de la tribu.- no estoy diciendo que estes a favor…- si les ordenaras que te siguieran…- yo nunca tomaria a nadie que no quisiera.su cola azoto de nuevo.
Su cola azotada hacia adelante y hacia atrás mientras retrocedieron ante la sentencia de mis palabras. Luego dio un paso adelante para que estuviéramos pie con pie, sus dientes expuesto para los mios. Yo no había notado hasta este momento que era más alto que él.
No puede haber más de un Alfa. La manada ha optado por mí. ¿Vas a rasgarnos esta noche? ¿y también a tus hermanos? ¿O vas a poner fin a esta locura y te vas a unir a nosotros de nuevo? Cada palabra era con niveles de mando, pero no podía tocarme. La sangre de Alpha corría por mis venas.
Pude ver por qué nunca hubo más de un macho alfa en una manada. Mi cuerpo estaba respondiendo al reto. Podía sentir el instinto de defender mi reclamo creciendo en mí. El primitivo núcleo de mi lobo-interno se liberó para la batalla de la supremacía.
Yo estaba concentrando toda mi energía para controlar esa reacción. No quería caer en una inútil y destructiva lucha con Sam. Él era mi hermano todavía, a pesar de que yo le estaba rechazando.
Sólo hay un Alpha en esta manada. No estoy contestando, solo estoy eligiendo mi propio camino.
¿Perteneces a un COVEN ahora, Jacob?
Yo fruncí el ceño.
No sé, Sam. Pero sí sabemos esto…
Se redujo de nuevo como si sintiera el peso de Alpha en mi tono. Le afectó a él más que su tocado a mí. Porque yo había nacido para conducirle.
Será entre tu y los Cullens. No voy a quedarme mirando mientras la manada mata personas inocentes –era difícil aplicar esa palabra a vampiros, pero es cierto- La manada es mejor que eso. Les llevo en la dirección correcta, Sam.
Volví mi espalda sobre él, y un coro de aullidos desgarró en el aire a mi alrededor.
Excavé con mis uñas en la tierra, y navegué lejos de la conmoción que había causado. No he tenido mucho tiempo. Al menos Leah fue el único que con una oración me dejó fuera de funcionamiento, yo tenía un buen comienzo.
El aullido se desvaneció con la distancia, y yo tomé con comodidad como el sonido siguió rasgando la parte de la tranquila noche. Ellos no estaban ya detrás de mi.
Tenía que advertir a los Cullens antes de que la manada estuviera junta y me detuviesen. Si los Cullens estaban preparados, Sam podría tener un motivo para reflexionar sobre esto antes de que sea demasiado tarde. Yo esprinté hacia la Casa Blanca todavía odiada, dejando mi casa detrás de mí. Casa que ya no me pertenece. En ese momento me di la vuelta.
Hoy había comenzado como cualquier otro día. Haciendo una patrulla con el lluvioso amanecer, desayuno con Billy y Rachel, la mala televisión, peleas con Paul ... ¿Cómo cambió todo de modo completo, a su vez todo surrealista? ¿Cómo se hizo todo desordenado y retorcido como yo estaba ahora, solo, desobedeciendo a Alpha, separado de mis hermanos, eligiendo a los vampiros sobre ellos?
El sonido había sido interrumpido por temor a mi aturdido pensamiento-es el suave impacto de las grandes patas contra el suelo, persiguiendome. Yo me tiré hacia delante, a una explosión de negro a través de la selva. Yo sólo tenía que acercarme lo bastante para que Edgard pudiera oír mi advertencia. Leah no sería capaz de dejarme solo.
Y luego Cogí el estado de ánimo de los pensamientos detrás de mí. No ira, pero entusiasmo. No persiguiendo ... pero siguiendo.
Mi calma se rompió. Yo retrocedí dos pasos antes llevarlo a cabo de nuevo. Espere. Mis piernas no eran tan largas como las suyas.
Seth! ¿Qué crees que estas haciendo aquí? VE A CASA!
Él no respondió pero yo pude notar su emoción mientras él se dirigía a mi. Pude ver a través de sus ojos y pudo ver a través mío. La noche era escenario sombrío para mí, lleno de desesperación. Para él, era esperanzador.
Yo no había realizado pero estaba ralentizando, pero de repente estaba en mi costado, ejecutando una la posición a mi lado. /
No estoy bromeando, Seth! Este no es un lugar para ti. Sal de aquí.
Cubro tu espalda, Jacob. Creo que tienes razón. Y no voy a estar detrás de Sam cuando…
¡Oh sí tu estas en yendo al infierno si te pones contra Sam! Vuelve tu peludo culo de vuelta a La Push y haz lo que Sam te diga que hagas.
No.
Ve, Seth!
¿Es que una orden, Jacob?
Su pregunta me dejo absorto. Yo patiné para detenerme, y mis uñas trazaron surcos en el barro.
Yo no soy nadie para ordenar hacer nada. Yo solo te digo lo que tu sabes.
Yo te diré lo que sé… yo sé que esto esta en silencio. ¿Lo has notado?
Yo parpadee. Mi cola buchó nerviosamente cuando me di cuenta de lo que estaba pensando detrás de las palabras. No me tranquilicé ni en un sentido. Los aullidos aún llenaban el aire, lejos en el oeste.
Ellos no han dado la vuelta, dijo Seth.
Yo lo sabía. La manada estaría en alerta roja. Tratarían de utilizar la mente para ver todas las partes con claridad. Pero yo no podía escuchar lo que ellos estaban pensando. Yo sólo podía oír Seth. A nadie más.
Miré, separando a los jefes no vinculados. Huh
Supongo que no hay razón para que nuestros padres sepan lo de antes. Porque no había ninguna razón para separar a los jefes antes. Nunca lo suficiente para dos lobos. Wow. Esto esta muy tranquilo. Especie de misterioso. Pero también algo agradable, ¿no crees? Apuesto a que era más fácil, como esto, por Efraín y Quil y Levi. No tal balbuceo con sólo tres. O sólo dos.
Cállate, Seth.
Sí, señor.
¡Para! No hay dos manadas. Hay UNA manada y, a continuación, estoy yo. Eso es todo. Así qué, te puedes ir a casa ahora.
Si no hay dos manadas, ¿por qué podemos oírnos el uno al otro y no al resto? Creo que cuando le volviste la espalda a Sam, que fue avanzar bastante. Un cambio. Y cuando te he seguido lejos, creo que fue importante, también.
Tienes un punto, le reconocí. Pero, lo qué puede cambiar puede cambiar otra vez.
Él se levantó y comenzó a viajar hacia el este. No hay tiempo para convencerte acerca de ello ahora. Debemos estar moviéndonos antes que Sam ...
Tenía razón sobre esa parte. No había tiempo para este argumento. Empecé a correr de nuevo.
Seth se quedó en mi talones, manteniendo la tradicional segunda plaza a mi derecha. /
Puedo correr en cualquier otro lugar, pensó, sumergiendo su nariz un poco. / No te sigo porque estabas después de una promoción.
Corre donde tu quieras. No hay ninguna diferencia para mí.
No hubo sonido de búsqueda, pero ambos nos incrementamos un poco al mismo tiempo. Estaba preocupado ahora. Si no puedo aprovechar la mente de manada, esto se va a hacer más difícil. Yo no tengo más adelantos ni avisos sobre el ataque de los Cullens.
Vamos a correr las patrullas, sugirió Seth.
Y ¿qué hacemos si la manada nos desafía? Apreté los ojos. Atacar a nuestros hermanos? A tu hermana?
– No… daremos la voz de alarma y la caída hacia atrás.
Buena respuesta. Pero entonces ¿qué? No creo ...
Lo sé, Él está de acuerdo. Menos convencido de ahora. /
Creo que no puedo luchar contra ellos, tampoco. Pero ellos no son felices con la idea de atacarnos al igual que nosotros. Esto podría ser suficiente para detener allí. Píus, estás sólo con ocho de ellos ahora.
Deja de ser tan ... Me llevó un minuto decidir sobre la palabra correcta. Optimista. Esto me pone nervioso.
No hay problema. ¿Quieres que sea todo pesimismo y fatalidad o simplemente que me calle?
Sólo cállate.
Puedo hacerlo.
¿De verdad? No lo parece.
Finalmente estuvo callado.
Y entonces fuimos a través de la carretera y nos desplazamos por el bosque hasta la verja de la casa Cullen. ¿Podría escuchar Edward todavía?
Quizás deberíamos estar pensando algo como: "Venimos en paz."
No te lo pienses más
Edward? Él llamó tentativamente. Edward, estas ahí? Bien, ahora me siento algo estúpido.
Suenas estúpido también.
Creees que nos puede oír ?
Estábamos a menos de una milla ahora. / Lo creo. Hey, Edward. Si puedes oírme círculo de los vagones, chupasangres. Tienes un problema.
Tenemos un problema, me corrigió Seth.
Luego rompimos a través de los árboles en el grand césped. La casa estaba oscura, pero no vacía. Edward estaba en el porche entre Emmett y Jasper. Eran de color blanco nieve en la pálida luz.
"Jacob? Seth? ¿Qué pasa? "
Yo ralenticé mi ritmo y, a continuación, retrocedí unos pocos pasos. El olor era tan fuerte a través de mi nariz, que sentía como me quemaba. Seth gruñó en silencio, dudando, y entonces se situó detrás de mí.
Para responder a la pregunta de Edward, dejé mi mente correr durante el enfrentamiento con Sam, se desplazaron a través de él hacia atrás. Seth con mi pensamiento, llenando los vacíos, mostrando la escena desde otro ángulo. Nos detuvimos cuando llegamos a la parte sobre la "abominación", porque Edward silbó furiosamente y saltó fuera del porche.
"Ellos quieren matar a Bella?" él soltó rotundamente.
Emmett y Jasper, al no haber escuchado la primera parte de la conversación, tomaron una inflexión en menos de una declaración. Estabam justo al lado de él en un instante, los dientes expuestos se trasladaron a nosotros.
Hey, ahora, pensó Seth, el volvió afuera.
"Em, Jazz-no ellos, los demás. El jefe está llegando".
Emmett y Jasper volvieron de nuevo a sus talones; Emmett regresó con Edward mientras Jasper mantenia sus ojos encerrados en nosotros.
"¿Cuál es su problema?" exigió Emmett.
"El mismo que el mío," soltó Edward. "Pero ellos tienen su propio plan para manejarlo. Obtener a los demás. Llama a Carlisle! Él y ESME tienen que venir aquí ahora."
I whined uneasily(lo siento, esto no se que significa). Ellos se separaron.
"Ellos no están lejos," dijo Edward en el mismo tono muerto de antes.
Voy a ir echar un vistazo, dije Seth. Recorreré el perímetro occidental.
"¿Estarás en peligro, Seth?" preguntó Edward.
Seth y yo intercambiaron una mirada.
No lo creo, pensamos juntos. Y luego añadí: Pero tal vez yo debería ir. Sólo en caso de ...
Van a ser menos probable un reto para mí, señaló Seth. Sólo soy un niño para ellos.
Tu eres sólo un niño para mí, chico.
Yo estaré aquí. Tu necesitas coordinar con los Cullens.
El rodó y desapareció en la oscuridad. Yo no iba a ordenarle volver a Seth, así que le dejé ir.
Edward y yo estabamos uno frente al otro en el prado oscuro, pude escuchar Emmett usando su teléfono. Jasper estaba observando el lugar por el que Seth ha desaparecido en el bosque. Alice apareció en el porche y entonces, me miró a mi con los ojos ansiosos por un largo momento, ella se situó al lado de Jasper. Me imaginé que Rosalie estaría dentro con Bella. Aún así su custodia… del mal de peligros.
"Esta no es la primera vez que adeudas mi gratitud, Jacob," susurró Edward.
"Yo nunca he pedido eso de tu parte." Yo pensaba en lo que él me había pedido para el día de hoy. Cuando llegó a Bella, había líneas que él no debería cruzar. Sí, lo haría.
Él pensó en ello y luego asintió. "Supongo que tienes razón al respecto."
Yo suspiré fuertemente. Bueno, esto no es la primera vez que yo no lo haga por ti.
"Cierto", murmuró.
Lo siento no he hecho ningún bien hoy. Te dije que ella no me iba a escuchar.
"Lo sé. Yo nunca creí realmente que ella lo haría pero…"
Tenias que intentarlo. Solté. Ella está mejor?
Su voz y los ojos fueron huecos. "está peor", respiró.
No quería dejar que esa palabra me hundiera y yo agradecí cuando Alice habló.
"Jacob, podría tu mente cambiar de forma?" preguntó Alice. "Quiero saber lo que está pasando."
Sacudí la cabeza, al mismo tiempo que Edgard respondió.
"Él lo necesita para mantenerse vinculado con Seth."
"Bueno, entonces ¿Alguien tendría la amabilidad de decirme qué pasa?"
Él lo explicó recortadamente, sentenciando menos emotivamente. "La manada piensa que Bella puede convertirse en un problema. Se prevé peligro potencial de lo ... de lo que ella realizará. Sienten que es su deber de eliminar ese peligro. Jacob y Seth se separaron de la manada para advertirnos. El resto están planeando atacar esta noche."
Alice vaciló, apoyándose lejos de mí. Emmett y Jasper intercambiaron una mirada y, a continuación, sus ojos oscilaron entre los árboles.
Nadie aquí, dijo Seth. Todo tranquilo en el frente occidental.
Ellos pueden ir por ahí.
Voy a hacer un bucle.
"Carlisle y ESME ya están en camino", dijo Emmett. "Veinte minutos, tope".
"Debemos adoptar una posición defensiva", dice Jasper.
Edward asintió. "Vamos a estar dentro."
Yo recorreré el perímetro con Seth. Si me voy demasiado lejos para que escuches mi cabeza, escucha mi aullido.
"Lo haré".
Ellos respaldados en la casa, los ojos parpadeando todo el lugar. Antes de que estuvieran dentro, me di la vuelta y corrí hacia el oeste.
Todavía no he encontrado nada, me dijo Seth.
Yo tomaré la mitad del circulo. Muevete rápido… no queremos que tengan la oportunidad de esconderse y pasarnos.
Seth marchó hacía adelante en una repentina ráfaga de velocidad.
Nos dirigió en silencio, y los minutos transcurrieron. He escuchado
ruidos a su alrededor, doble control de su sentencia.
Hey-algo viene rápido! me advirtió que después de quince minutos de silencio.
En mi camino!
Manten tu posición - y no creo que sea la manada. Suena diferente.
Seth… Pero él captó la fragancia al acercarse la brisa y leyó mi mente.
Vampiro. Apuesto a que es Carlisle.
Seth, échate hacía atrás. Podría ser alguien más.
No, son ellos. Reconozco el olor almacenado, estoy en fase de explicarselo.
Seth, no creo…
Pero él se había ido.
Ansiosamente, navegó a lo largo de la frontera occidental. ¿No sería justo si yo pudiera cuidar de Seth por una maldita noche? ¿Qué pasa si algo ha ocurrido con él en mi vigilancia?
Al menos el niño se mantenga corto. No pasaron mas de dos minutos cuando le sentía en mi cabeza de nuevo.
Sí, Carlisle y ESME. Chico, se sorprendieron al verme! Estaran probablemente dentro ahora. Carlisle dijo gracias.
Él es un buen tio.
Sí. Esa es una de las razones por las que estamos en lo cierto.
Espero que sí.
Porque estas cabizbajo, Jake? Voy a apostar que Sam no traerá la manada esta noche. Él no se va a lanzar en una misión suicida.
Yo suspiré. No parecía importar, en ambos sentidos.
Oh. No se trata tanto de Sam no?
Hice la ultima vuelta de mi patrulla. Cogí el aroma Seth, donde había estado ultimo. Nosotros no estabamos dejando ninguna laguna.
Tu piensas que Bella va a morir de todos modos, susurró Seth.
Sí, ella es...
Pobre Edward. Debe ser estar como loco.
Literalmente.
El nombre de Edward trajo otros recuerdos de ebullición a la superficie. Seth leyó y quedó en asombrado.
Y luego estaba aullando. Oh, tio! De ninguna manera! Tu no / Que simplemente OT chupa piedras, Jacob! Y tu lo sabes, también! No puedo creer que digas que hay que matarlo. ¿Qué es esto? Tienes que decirle que no.
Cállate, cállate, idiota! Ellos van a pensar que la manada está próxima!
¡Vaya! Él cortó los aullidos de inmediato.
Yo rodé y comencé a andar hacia la casa. Sólo quedate fuera de aquí, Seth. Toma todo el círculo por ahora.
Seth me miró y yo le ignoré.
Falsa alarma, falsa alarma, pensaba que yo corría más cerca. Lo sentimos. Seth es joven. Olvida las cosas. Nadie está atacando. Falsa alarma.
Cuando llegué a la pradera, pude ver a Edward mirando a través de una ventana oscura. Corrí, queriendo estar seguro de que recibió el mensaje.
No hay nada ahí fuera-donde estabas?
Él asintió una vez.
Esto sería mucho más fácil si la comunicación fuera de la otra manera. Por otra parte, me alegro de no estar en su cabeza.
Él miró sobre su hombro, otra vez a la casa, y vi estremecerse todo su estructura. Él me saludó desde lejos sin mirar en mi dirección de nuevo y luego se marchó fuera de mi vista.
¿Qué pasa?
Iba a obtener una respuesta.
Me senté todavía en la pradera y escuchando. Con estas orejas, casi pude escuchar las suaves pisadas de Seth, millas adentro en el bosque. Es fácil de escuchar cada sonido en el interior de la oscura casa.
"Fue una falsa alarma," Edward estaba explicando con voz de muerto, sólo repetiendo lo que yo le dije. "Seth estaba perturbado por otra cosa, y se olvidó que estábamos escuchando una señal. Él es muy joven."
"Es bueno tener la custodia de niños pequeños fuerte," una voz más profunda gruñó. Emmett, pensé.
"Ellos nos han hecho un gran servicio de esta noche, Emmett", dijo Carlisle. "En gran sacrificio personal".
"Sí, lo sé. Solo estoy celoso. Yo deseo estar ahí fuera."
"Seth no cree que Sam ataque ahora," dijo Edgard mecanicamente. "No prevenido con nosotros, y carece de dos miembros de la manada."
"¿Qué es lo que piensan Jacob?" preguntó Carlisle.
"Él no es tan optimista."
Nadie habló. Se produjo un sonido tranquilo que yo no podía localizar. Escuché su baja respiración… y pude separar la de Bella del resto. Es más severa, trabajads. Se enganchó y rompió a ritmos extraños. Podía oír su corazón. Parecía... demasiado rápido. Yo iba en contra de mi propio latido del corazón, pero no estaba seguro de que si tomar alguna medida. No estaba como era normal.
"No la toques! ¡Hasta su raíz," le susurró Rosalie.
Alguien suspiró.
"Rosalie", murmuró Carlisle. "
No empieces conmigo, Carlisle. Dejamos de tener la postura anterior, pero esto es todo lo que te está permitido".
Al parecer, era como que Rosalía y Bella estaban a la vez ya que hablaban en plural. Al igual que se habían formado una manada propia.
Yo rondé en silencio delante de la casa. Cada paso me llevó un poco más cerca. Las ventanas estaban oscuras, como un televisor encendido en alguna aburrida sala de espera-era imposible mantener mis ojos frente a ellos por mucho tiempo.
Unos pocos minutos más, unos cuantos más pasos, y mi piel se encontraría el lado del porche.
Pude ver a través de las ventanas de ver la parte superior de las paredes y el techo. Yo era lo suficientemente alto y todo lo que tendría que hacer es estirar mi cuello un poco... y quizás hasta una pata en el borde del porche ....
I miré por una grande, abierta frente a la habitación, esperando ver algo muy similar a la escena de esta tarde. Sin embargo, había cambiado hasta tal punto que yo estaba confundido en un principio. Por un segundo pensé que había llegado la habitación equivocada.
La pared de cristal se había ido, parecía de metal ahora. Y los muebles arrastrados todos fuera del camino, con Bella erizada con torpeza en una estrecha cama en el centro del espacio abierto. No es una cama normal sino una con barandillas como en un hospital. Al igual que un hospital habían monitores amarrados a su cuerpo, los tubos pegados a su piel. Las luces de los monitores destellaban, pero no había sonido. El goteo de ruido fue la IV conectada a su brazo con algunos fluidos espesos y blanco, no claros.
Ella un poco estrangulada en su sueño intranquilo, y ambos, Edward y Rosalíe se movieron a su señal en el cursor. Su cuerpo golpeó, y ella dio un respingo. Rosalíe la tranquilizó con su mano pasándola por la frente. El rígido cuerpo de Edward estaba de espaldas a mi, pero su expresión debe haber sido algo para ver, porque él mismo Emmett llegó entre ellos antes de que tubiera tiempo para parpadear. Puso sus manos sobre Edward.
"No esta noche, Edward. Tenemos otras cosas de qué preocuparse."
Edward se alejó de ellos, y era el hombre quemado de nuevo. Sus ojos se reunieron con los míos por un momento y luego volvimos a bajar los cuatro.
Corrí de nuevo al oscuro bosque, rápido a reunirme con Seth, huyendo de lo que estaba detrás de mí.
Peor. Sí, ella estaba peor.
12- ALGUNAS PERSONAS SIMPLEMENTE NO ENTIENDEN EL CONCEPTO DE, “NO ERES BIENVENIDO”.
Estaba justo a punto de dormir.
El sol se había levantado tras las nubes hace una hora – el bosque era gris ahora en lugar de negro. Seth se había acurrucado y quedado dormido alrededor de la una, así que lo levanté para hacer el cambio de guarda. Aún después de correr toda la noche, estaba teniendo problemas para hacer que mi cabeza se callara y me dejara dormir, pero el paseo rítmico de Seth ayudaba. Uno, dos-tres, cuatro, uno, dos-tres, cuatro – dum dum-dum dum - pasos apagados golpeaban el piso, una y otra vez mientras realizaba el recorrido alrededor de la tierra de los Cullen. Ya habíamos formado un sendero en la tierra. Los pensamientos de Seth estaban vacios, sólo eran imágenes borrosas con verde y gris del bosque por el que pasaba.
Estaba resentido. Ayudaba llenar mi cabeza con lo que el veía en lugar de dejar que mis propias imágenes fueran el centro de atención.
Y entonces el aullido penetrante de Seth rompió la calma de la mañana.
Me levanté del suelo, mis piernas frontales brincando antes que las traseras despegaran del piso. Corrí hacia el lugar donde Seth se había detenido, escuchando con él el par de pasos que se aproximaban.
Buenos días, muchachos.
Una protesta se escuchó a través de los dientes de Seth. Y entonces los dos gruñimos mientras leíamos los nuevos pensamientos.
“Oh, vamos! Vete lejos Leah!” se quejó Seth
Me detuve cuando me acerqué a Seth, que había echado la cabeza para atrás, listo para aullar de nuevo – esta vez como protesta.
“Cállate Seth”
“Claro, Ugh! Ugh! Ugh!” lloriqueaba y pateaba en el suelo, marcando grandes surcos en el suelo.
Leah apareció en nuestra vista, su pequeño cuerpo gris se movía a través de unos arbustos.
“Deja de lloriquear Seth. Pareces un bebé”
Le gruñí, con las orejas pegadas a mi cráneo. Ella dio un paso atrás automáticamente.
“Qué crees que estás haciendo Leah?”
Me dedicó una mirada severa. “Es bastante obvio no lo crees? Me estoy uniendo a tu pequeña manada basura de renegados. Los perros guardianes de vampiros.” Comenzó a reírse por lo bajo, de forma sarcástica.
“No, no lo harás. Date la vuelta antes de que decida desgarrarte algún músculo”
“Como si pudieras alcanzarme.” Se rió y se puso en posición para salir corriendo. “Una carrera, oh líder sin miedo?”
Respiré profundo, llenando mis pulmones hasta que mis costados lastimaban. Entonces, cuando estaba seguro que no gritaría, exhalé con alivio.
“Seth, ve a decirle a los Cullen que es sólo tu estúpida hermana – “ pensé las palabras más rudas posibles. “Yo me encargo de esto”
“En seguida!” Seth estaba feliz de irse. Se desvaneció rumbo a la casa.
Leah lloriqueó e hizo el intento de seguirlo, el pelo de sus hombros estático. “Vas a dejar que entre a la casa de unos vampiros solo?
“Estoy seguro que preferiría que lo mataran antes que pasar otro minuto contigo”
“Cállate Jacob. Oops, lo siento – quise decir, cállate, el más grande Alpha”
“Porque diablos estás acá?”
“Crees que me voy a sentar tranquilamente en mi casa mientras mi hermanito es voluntario como juguete de vampiros?”
“Seth no quiere o necesita de tu protección. De hecho, ninguno de los dos te queremos aquí”
“Oooh, ouch, eso dejará una gran marca en mí. Ja!” tosió. “Dime quien me quiere acá y entonces me iré”
“Entonces no es por Seth, no es cierto?!”
“Claro que lo es. Es solo que el hecho de que no me quieran acá no significa nada para me. No es un factor de motivación, si entiendes lo que quiero decir.”
Choqué mis dientes y traté de mantener mi cabeza en orden.
“Te envió Sam?”
“Si estuviera aquí por órdenes de Sam, no serías capaz de escucharme. Mi alianza no le pertenece más”
Escuché cuidadosamente los pensamientos mezclados con palabras. Si estoy era una trampa, debería estar lo suficientemente alerta para ver sus intenciones. Pero no podía ver nada. Su afirmación no era más que la verdad. La desesperante y no deseada verdad.
“Eres fiel a mí ahora?” Pregunté con sarcasmo “Uh-uh, claro”
“Tengo opciones limitadas. Estoy trabajando con lo que tengo. Confía en mí, no estoy disfrutando esto más que tú”
Eso no era verdad. Había una sutil seña de emoción en su cabeza. No estaba feliz por esto, pero por alguna razón parecía calmada. Busqué en su mente, tratando de entenderla.
Ella se echó para atrás, resintiendo la intrusión. Usualmente buscaba desintonizar a Leah – nunca antes había tratado de entenderla.
Fuimos interrumpidos por Seth, pensando en su explicación a Edward. Leah chilló ansiosamente. La cara de Edward, enmarcada por la misma ventana que la noche anterior, no mostraba signo de reaccionar a las noticias. Era una cara blanca, muerta.
“Wow, se ve mal” Dijo Seth para sí mismo. El vampiro no mostró signo de reaccionar a ese pensamiento tampoco. Desapareció de la ventana. Seth dio la media vuelta y regresó a nosotros. Leah se relajó un poco..
“Qué está pasando?” Preguntó Leah. “Ponme al tanto”
“No tiene caso, no te quedarás”
“De hecho, Sr. Alpha, lo haré. Porque como aparentemente debo pertenecer a alguien – y no he intentado irme por mí misma, sabes perfectamente que eso no funciona – te elijo a ti.”
“Leah, yo no te agrado. Tu no me agradas”
“Gracias, Capitán Obvio. Eso no me importa. Me quedo con Seth.”
“No te agradan los vampiros. No crees que hay un conflicto de intereses aquí?”
“Tampoco te agradan los vampiros”
“Pero estoy comprometido con esta alianza. Tu no”
“Mantendré mi distancia de ellos. Puedo vigilar, así como Seth”
“Y se supone que debo confiar en ti de esa forma?”
Estiró su cuello, se puso de puntillas, tratando de ponerse a mi altura para verme a los ojos. “No traicionaré a mi manada.”
Quise echar la cabeza atrás y aullar, como Seth lo había hecho antes. “Esta no es tu manada! Ni siquiera es una. Esto es sólo yo, yendo por mi cuenta! Que les pasa a los Clearwater? Por qué no me pueden dejar en paz?”
Seth, que se acercaba por detrás nuestro, chilló. Lo había ofendido. Genial.
“He sido de ayuda o no Jake?”
“No has sido mucho problema, niño, pero si Leah y tu son un paquete – si la única forma de deshacerme de ella es mandándote a casa… bueno, podrías culparme por quererte lejos?”
“Ugh, Leah, siempre arruinas todo!”
“Sí, lo sé.” Contestó, y ese pensamiento estuvo cargado de una pesada desesperanza.
Sentí el dolor que transmitían esas tres palabras, y era mayor de lo que podía imaginar. No quería sentir eso. No quería sentirme mal por ella. Por supuesto, la manada había sido dura con ella, pero ella sola se lo buscó llevando toda su amargura en cada pensamiento, haciendo de su mente una pesadilla.
Seth se sentía culpable también. “Jake… no vas a mandarme lejos verdad? Leah no es tan mala. De verdad. Quiero decir, con ella aquí, podemos vigilar un perímetro más amplio. Y además pone a Sam con tan sólo siete. No hay forma que piense atacar cuando los números están en s contra. Probablemente es algo bueno…”
“Sabes que no quiero ser el líder de una manada, Seth”
“Entonces no lo seas” ofreció Leah
Reí burlonamente. “Suena perfecto para mí. Por eso pueden irse a casa”
“Jake” pensó Seth. “Pertenezco aquí. Me agradan los vampiros. Bueno, los Cullen en realidad. Ellos son como personas para mí, por eso los pienso proteger, porque es lo que se supone que debo hacer.”
“Tal vez tú pertenezcas, niño, pero tu hermana no. Y ella se quedará en donde tu estés – “
Paré en seco, porque en ese momento vi algo al decir eso. Algo en lo que Leah había intentado no pensar.
Leah no nos abandonaría
“Pensé que era por Seth” pensé ácidamente.
Ella se estremeció “Por supuesto que estoy acá por Seth”
“Y para librarte de Sam”
Su mandíbula se tensó. “No tengo que darte ninguna explicación. Sólo haré lo que me digan. Pertenezco a tu manada Jacob. Fin de la discusión”
Me alejé de ella, gruñendo.
Maldita sea. Nunca me desharé de ella. Por mucho que me desprecie, por mucho que odie a los Cullen, aunque fuera muy feliz destruyendo vampiros en este momento, por lo mucho que la molesta tener que protegerlos en esta ocasión – nada de eso era comparado con lo que sentía por ser libre de Sam.
Yo no le agrado a Leah, así que no era un problema desear que desapareciera.
Ella amaba a Sam. Aún lo ama. Y el hecho de que él deseara que ella desapareciera era un dolor con el que no podía vivir, no ahora que tenía una opción. Pudo elegir otra opción. Aún cuando esta significaba irse conmigo y los Cullen como perro guardián.
“No sé si me iría tan lejos” pensó. Trató de poner agresividad, dureza en sus palabras, pero habían grandes vacíos en su teatro. “Estoy segura que trataría de matarme primero”
“Mira Leah…”
“No, tú mira, Jacob. Deja de pelear conmigo, porque no será para bien. Quiero quedar fuera de tu camino, de acuerdo? Haré lo que me digas. Menos el que me mandes de regreso a la manada de Sam para ser la patética ex – novia de la que no se puede deshacer. Si quieres que me vaya” – se sentó sobre sus patas traseras y me miró fijamente a los ojos – “vas a tener que obligarme”
Me quejé durante un largo rato. Comenzaba sentir algo de simpatía por Sam, a pesar de lo que había hecho a mí y a Seth. Sin duda por eso pasaba dándo órdenes a todos. De qué otra forma se hace cuando quieres que las cosas estén en orden?”
“Seth, te molestarías si mato a tu hermana?”
Durante un minuto simuló pensar la respuesta. “Bueno… probablemente”
Exhalé
“Bien, entonces, Señorita Hago-lo-que-se-me-pegue-la-gana. Porque no empiezas a ser útil y nos cuentas lo que sabes? Que pasó después de que nos fuimos anoche?”
“Muchos aullidos. Pero probablemente escucharon esa parte. Eran tan fuertes que nos tomó un rato darnos cuenta que ya no podíamos oírlos. Sam estaba…” Las palabras le fallaron, pero podíamos verlo en nuestra cabeza. Seth y yo nos retorcimos. “Después de eso, fue muy claro que tendríamos que pensar las cosas dos veces. Sam había planeado hablar con los Ancianos a primera hora esta mañana. Se supone que nos reuniríamos y haríamos planes. Puedo estar segura que no piensan montar otro ataque en seguida. Es un suicidio a este punto, contigo y Seth peleados, y los chupasangre advertidos. No estoy segura de lo que harán, pero no andaría caminando por el bosque si yo fuera una sanguijuela de esas. Es temporada de vampiros.”
“Entonces decidiste faltar a la reunión de la mañana?” pregunté.
“Cuando dividimos la vigilancia anoche, pedí permiso para ir a casa y decirle a mi madre lo que había pasado –“
“Diablos! Le dijiste a Mamá?” gruñó Seth
“Seth, deja a un lado las peleas de hermanos ahora. Continua Leah”
“Entonces, una vez que fui humana, me tomó un minuto pensar bien las cosas. Bueno, de hecho, fue toda la noche. Apuesto que los demás pensaron que me había quedado dormida. Pero eso de las dos manadas separadas, dos mentes separadas me dio mucho en que pensar. Al final, comparé la seguridad que Sam me proveía y los otros, eh, beneficios contra la idea de volverme una traidora y tener que oler vampiros por quien sabe cuánto tiempo. Ya saben lo que decidí. Le dejé una nota a mamá. Supongo que nos daremos cuenta cuando ella le cuente a Sam…”
Leah inclinó una oreja hacia el oeste.
“Sí, creo que lo sabremos”, coincidí.
“Y eso es todo. Que hacemos ahora?” preguntó
Ella y Seth me miraron expectantes.
Esta era una de las cosas que me negaba a hacer.
“Creo que debemos estar alertas. Es todo lo que podemos hacer. Tal vez deberías tomar una siesta, Leah”
“Tú has dormido tanto como yo”
“Pensé que harías lo que se te ordenara”
“Cierto, eso se desgastará rápidamente”, bufó y después bostezó. “Bueno, como sea. No me importa”
“Vigilaré la línea, Jake. No estoy cansado.” Seth estaba tan feliz por no haber sido enviado a casa, que estaba completamente extasiado.
“Claro, claro. Yo iré a ver a los Cullen”
Seth se fue por el sendero que se había formado en el suelo. Leah vió pensativa como se marchaba.
“Tal vez una ronda o dos antes de que me duerma… Hey Seth, quieres ver cuántas veces puedo darte la vuelta?”
“NO!”
Dejando salir un quejido, Leah se adentró en el bosque tras él.
Gruñí sin éxito. Lo que fuera con tal de tener paz y tranquilidad.
Leah lo intentaba – por Leah. Ella mantuvo sus asuntos por lo bajo mientras daba vueltas, pero era imposible no darse cuenta de su buen humor. Pensé en lo de “dos compañeros”. Realmente no aplicaba, porque uno era suficiente para mí. Pero si tuvieran que ser tres de nosotros, es difícil pensar en alguien por quien no la cambiaría.
“Paul?” Leah sugirió
“Tal vez” Concedí
Ella se rió, demasiado emocionada e hiperactiva como para ofenderse. Me pregunté cuando tiempo duraría la emoción por quitarse de encima la lástima de Sam.
“Entonces esa será mi meta – ser menos irritante que Paul.”
“Sip, trabaja en eso.”
Cambié a mi otra forma cuando estaba a unos pocos metros de la casa. No había planeado pasar mucho tiempo como humano aquí. Pero tampoco había planeado tener a Leah en mi cabeza. Saqué mis pantalones rasgados y ví hacia el césped.
La puerta se abrió antes que pudiera alcanzar las escaleras. Y me sorprendió ver a Carlisle en lugar de Edward salir a recibirme – su cara se veía cansada y vencida. Por un segundo, mi corazón se congeló. Me quedé parado, incapaz de hablar.
“Estás bien Jacob?” preguntó Carlisle.
“Lo está Bella?” contesté con la voz entrecortada.
“Ella…. Está como anoche. Te asusté? Discúlpame. Edward dijo que te dirigías para acá en tu forma humana y vine a recibirte, porque él no quiso apartarse de su lado. Está despierta”
Y Edward no quería perder tiempo, porque sabía que no le quedaba mucho. Carlisle no lo dijo en voz alta, pero fue como si lo hubiera hecho,
Había pasado mucho tiempo desde que había dormido – desde mi última guardia. Podía sentirlo ahora. Dí un paso adelante, y me senté en un escalón, me recosté sobre el barandal.
Moviéndose sin producir casi sonido, de la forma en que únicamente un vampiro podría hacerlo, Carlisle tomó asiento en el mismo escalón y se recostó contra el otro barandal.
“No tuve oportunidad de agradecerte anoche, Jacob. No sabes cuánto aprecio tu… compasión. Sé perfectamente que lo hiciste para proteger a Bella, pero te debo la seguridad del resto de mi familia también. Edward me contó lo que tuviste que hacer…”
“No hablemos de eso” murmuré
“Si así lo prefieres”
Nos sentamos en silencio. Podíamos oir a los demás en la casa. Emmett, Alice y Jasper, hablando en voz baja y seria en la parte de arriba. Esme tarareando sin ritmo en otro cuarto. Rosalie y Edward respirando cerca – no podía adivinar quién era quien, pero podía escuchar la diferencia la elaborada respiración de Bella. Podía escuchar su corazón también. Parecía… intranquilo.
Parecía que el destino me obligaría a hacer en menos de veinticuatro horas todo lo que yo había jurado que nunca haría. Acá estaba, cerca de ella, esperando su muerte.
No quería escuchar nada más. Hablar era mejor que escuchar.
“Ella es como familia para ti?” Le pregunté a Carlisle. Me había llamado la atención cuando dijo que había ayudado al resto de su familia también.
“Sí. Bella es como una hija para mí. Una muy querida hija”
“Pero la dejarás morir”
Estuvo callado un largo rato y volteé a verlo. Su cara estaba muy, muy cansada. Sabía lo que sentía.
“Puedo imaginar lo que pensarás de mí por eso” dijo finalmente. “Pero no puedo ignorar sus deseos. No es correcto tomar decisiones por ella, forzarla”
Quería molestarme con él, pero lo estaba haciendo difícil. Era como aventarme a la cara mis propias palabras, sólo que en diferente orden. Sonaron bien antes, pero no podía ser lo correcto. No cuando Bella estaba muriendo. Aún así… Recordé lo que se sentía estar destrozado sobre el suelo bajo Sam – no tener la opción más que verse envuelto en el asesinado de alguien a quien amaba. Sin embargo no era lo mismo. Sam estaba equivocado. Y Bella amaba lo que no debía.
“Crees que hay oportunidad de lograrlo? Quiero decir, como vampiro y todo eso. Ella me contó… lo de Esme”
“Podría decir que las posibilidades están equilibradas en este punto” respondió con calma “He visto el veneno de vampiros lograr milagros, pero aquí hay condiciones que ni el veneno puede superar. Su corazón está trabajando demasiado duro ahora; podría fallarle… no habrá nada que pueda hacer”
El corazón de Bella dio latidos no sincronizados, haciendo énfasis agonizaste a sus palabras.
Tal vez el planeta había comenzado a girar al contrario. Tal vez eso explicaría como todo era lo opuesto a como había estado ayer – como podría estar deseando por algo que una vez me parecía la peor cosa en el mundo.
“Qué es lo que esa cosa le está haciendo?” Susurré. “Ella estaba muy mal anoche. Vi… los tubos y todo eso. A través de la ventana”
“El feto no es compatible con su cuerpo. Es demasiado fuerte, por alguna razón, pero ella probablemente aguantará todo eso. El mayor problema es que no deja que ella obtenga los nutrientes que necesita. Su cuerpo está rechazando cualquier forma de nutrición. Estoy tratando de alimentarla vía intravenosa, pero simplemente no lo absorbe. Su condición se ha acelerado. La veo – y no es sólo ella, pero su feto también – se mueren de inanición a cada minuto. No puedo detenerlo y no quiere desacelerarse. No me imagino que es lo que eso quiere”. Su voz se quebró al final.
Me sentí de la misma forma que ayer, cuando lo había visto con las manchas negras sobre su estómago – furiosa y un poco loca.
Apreté el puño para controlar mis temblores. Odiaba saber que esa cosa la lastimaba. No era suficiente para el monstruo patearla desde adentro. No, la estaba acabando también. Probablemente buscaba algo en dónde encajar sus dientes – una garganta hasta dejarla seca. Como aún no era lo suficientemente grande como para matar a alguien, estaba absorbiendo la vida de Bella.
Podía decirles exactamente lo que quería: muerte y sangre, sangre y muerte.
Mi piel estaba ardiendo. Respiré lentamente, enfocándome en calmarme.
“Desearía tener una mejor idea de lo que es”, murmuró Carlisle. “El feto está bien protegido. No he sido capaz de tomar una imagen por ultrasonido. Dudo que haya forma en que pueda usar una aguja para llegar al saco amniótico, pero Rosalie no me dejaría intentarlo de cualquier forma”
“Una aguja?” susurré. “Y en que podría ayudar eso?”
“Mientras más sepa del feto, más puedo saber de lo que será capaz. Lo que daría por tener un poco de ese líquido amniótico. Para saber aunque sea su cuenta cromosómica”
“Me perdiste, Doc. Podrías explicarme?”
Rió una vez – incluso su risa parecía cansada. “Bien. Qué tanto de biología tomaste? Estudiaste los pares cromosómicos?”
“Creo que si. Tenemos 23 no?”
“Los humanos sí”
Pestañeé. “Cuantos tienes tú?”
“Veinticinco”
Miré hacia mis puños por un segundo. “Qué significa eso?”
“Pensé que se refería a que nuestras especies eran prácticamente diferentes. Menos relacionadas que un león y un gato doméstico. Pero esta nueva vida – bueno, sugiere que somos genéticamente más compatible de lo que pensaba” Suspiró tristemente. “No lo sabía, para prevenirlos”
Suspiré también. Había sido fácil odiar a Edward por la misma ignorancia. Aún lo odiaba. Simplemente era más difícil sentir lo mismo por Carlisle. Tal vez porque los celos no aparecían en el caso de Carlisle.
“Podría ayudar saber cuál es su conteo – si es más cercano a nosotros o a ella. Para saber que esperar.” Entonces se estremeció. “Pero tal vez no ayudaría en nada. Creo que sólo deseo tener algo para estudiar, algo que hacer.”
“Me pregunto cómo serán mis cromosomas” dije al azar. Pensé en los exámenes para detectar esteroides en los Olímpicos. Acaso ellos hacían exámenes de ADN?
Carlisle tosió. “Tienes 24 pares Jacob”
Volteé lentamente para mirarlo, levantando las cejas.
Él se veía apenado. “Tenía… curiosidad. Me tomé la libertad cuando te traté en Junio pasado”
Pensé en eso por un segundo. “Supongo que debería molestarme. Pero la verdad es que no me importa”
“Lo siento, debí preguntarte”
“Está bien, Doc. No tenía intención de lastimar a nadie”
“No. Te prometo que no quería hacer daño a nadie. Es sólo que… encuentro a tu especie fascinante. Supongo que esos elementos de la naturaleza vampírica me parecen demasiado comunes. La divergencia de tu familia es mucho más interesante. Mágica, casi”
“Bibibidi- bobidi- boo” murmuré. El, como Bella, también comenzaba con esa basura de la magia.
Carlisle se rió de nueva cuenta con cansancio.
Entonces pude escuchar la voz de Edward dentro de la casa. Y los dos nos detuvimos a escuchar.
“Regresaré en un momento Bella. Quiero hablar con Carlisle un momento. De hecho, Rosalie, te importaría acompañarme?” Edward sonaba diferente. Había algo de esperanza en su voz muerta. La chispa de algo. No esperanza exactamente, pero tal vez deseo por tener esperanza.
“Qué pasa Edward?” Preguntó Bella preocupada.
“Nada de lo que debas preocuparte, cariño. Tomará sólo un segundo. Por favor, Rose?”
“Esme” llamó Rosalie. “Podrías atender a Bella un momento?”
Escuché el susurro del viendo mientras Esme bajaba las escaleras
“Por supuesto” contestó
Carlisle se volteó, expectante hacia la puerta. Edward pasó el umbral primero, con Rosalie cerca de él. Su cara estaba, como su voz, no muerta. Parecía que se concentraba intensamente en algo. Rosalie miraba sospechando.
Edward cerró la puerta tras ella.
“Carlisle” murmuró
“Qué pasa, Edward?”
“Tal vez hemos hecho esto de la forma incorrecta. Estaba escuchando la conversación que tenías con Jacob, y cuando ustedes hablaban de… lo que el feto quiere, Jacob tuvo un pensamiento interesante.”
Yo? Qué había pensado? Además de mi obvia aversión por esa cosa? Al menos no estaba solo en eso. Podía asegurar que incluso a Edward se le hacía difícil usar un término tan neutral como ‘feto’”
“No hemos intentado un ángulo” Continuó Edward. “Hemos tratado de darle a Bella lo que ella necesita. Y su cuerpo lo está aceptando tan bien como si cualquiera de nosotros lo haría. Tal vez debemos buscar satisfacer primero lo que necesita el… feto”
“Tal vez si podemos satisfacerlo, seremos capaces de ayudarla de forma más efectiva”
“No te entiendo Edward” dijo Carlisle
“Piénsalo, Carlisle. Si esa criatura es más vampiro que humano, puedes imaginar lo que quiere – lo que no está obteniendo? Jacob pudo.”
Yo pude? Busqué dentro de la conversación que tuvimos, tratando de recordar los pensamientos que retuve para mí mismo. Lo recordé al mismo tiempo que Carlisle comprendió.
“Oh” dijo en tono sorprendido. “Piensas que es… sed?”
Rosalie soltó un sonido de emoción. Ya no aparentaba sospechar de nada. Su cara parecía iluminarse de repente, sus ojos se agrandaron de la emoción. “Por supuesto” dijo. “Carlisle, tenemos toda esa sangre O negativo a un lado de Bella. Es una buena idea” añadió, sin voltear a verme.
“Hmmm” Carlisle puso la mano para recostar su mentón, perdido en sus pensamientos. “Me pregunto… y entonces, cual será la mejor forma de administrarla…”
Rosalie sacudió su cabeza. “No tenemos tiempo para ser creativos. Debe ser de la forma tradicional”
“Espera un minuto” susurré. “ Detente ahí. Estás hablando de hacer que Bella tome sangre?”
“Fue tu idea, perro.” Rosalie dijo, volteando hacia mi dirección pero sin siquiera verme.
La ignoré y miré a Carlisle. El mismo fantasma de esperanza que había aparecido en la cara de Edward se posicionaba en los ojos del doctor. Se mordió los labios, especulando.
“Eso es…” Ni siquiera pude encontrar una palabra adecuada.
“Monstruoso?” sugirió Edward. “Repulsivo?”
“Básicamente”
“Pero si la salva?” susurró
Sacudí mi cabeza con fuerza. “Qué vas a hacer? Deslizar un tubo en su garganta?”
“Pienso preguntarle que piensa. Sólo quería hablar con Carlisle primero”
Rosalie asintió. “Si le dices que ayudará al bebé, ella estará dispuesta a hacerlo. Aún si tenemos que alimentarlos a través de un tubo”
Me dí cuenta entonces – cuando escuché su voz toda cursi mientras decía la palabra ‘bebé’ – que la rubiecita estaría a favor de todo lo que significara ayudar al pequeño monstruo chupa-vidas. Eso era lo que pasaba, el misterio que las unía? Rosalie cuidaba por el niño?
De reojo vi a Edward asentir, como ausente, sin mirar a mi dirección. Pero sabía que estaba contestando mis preguntas.
Huh. No hubiera imaginado que la Barbie de hielo tendría un lado maternal. No tanto por proteger a Bella – Rosalie probablemente intentaría colocar el tubo ella misma.
La boca de Edward dibujó una dura línea y supe que estaba en lo correcto denuevo.
“Bueno, no tenemos tiempo para sentarnos a discutir esto” dijo Rosalie impaciente. “Qué piensas, Carlisle? Podemos intentarlo?”
Carlisle respiró profundo y se levantó. “Le preguntaremos a Bella”
La rubiecita sonrió triunfante – segura que, si era decisión de Bella, ella lo haría.
Me levanté rumbo a las escaleras y los seguí mientras desaparecían en la casa. No estaba seguro porqué. Sólo curiosidad morbosa, quizá. Era como una película de horror. Monstruos y sangre por todo el lugar.
Tal vez no podría resistir otra dosis de mi poco abastecimiento de drogas.
Bella yacía tendida en la cama del hospital, su vientre parecía una montaña bajo las sábanas. Parecía de cera – sin color y algo transparente. Podrías pensar que estaba muerta, excepto por el pequeño movimiento en su pecho, su lenta respiración. Y sus ojos, siguiéndonos con extraña sospecha.
Los otros estaban ya a su lado, caminando de un lado a otro con repentina emoción. Era horrible ver eso. Comencé a caminar.
“Qué está pasando?” exigió Bella en un susurro entrecortado. Su mano cerosa se movió ligeramente – como si tratara de proteger su inmenso estómago.
“Jacob tuvo una idea que podría ayudarte” dijo Carlisle. Deseé que me hubiera dejado fuera de esto. No había sugerido nada. Debían darle el crédito al marido chupasangre, que era a quien pertenecía. “No será placentero, pero – “
“Pero ayudará al bebé,” interrumpió Rosalie ansiosa. “Pensamos en una mejor forma de alimentarlo. Quizá”
Los párpados de Bella se movían rápidamente. Entonces tosió tratando de sonreir. “No es placentero?” susurró. “Dios, eso sería un gran cambio” Volteó a ver el tubo insertado en su brazo y tosió de nuevo.
La rubiecita rió con ella.
Parecía que le quedaban pocas horas de vida, y no tenía que estar sufriendo, pero era ella la que hacía las bromas. Tan de Bella. Tratando de ocultar la tensión, haciéndolo más fácil para todos.
Edward caminó alrededor de Rosalie, el humor no parecía perturbar su intensa mirada. Yo estaba feliz por eso. Ayudaba un poco, saber que estaba sufriendo aún más que yo. Él tomó su mano, la que no protegía su vientre hinchado.
“Bella, cariño, te vamos a pedir algo monstruoso” dijo, usando los mismos adjetivos que había dicho anteriormente “Repulsivo”
Bueno, al menos le decía la verdad.
Ella respiró ahogadamente. “Qué tan malo?”
Carlisle respondió. “Creemos que el feto es más parecido a los nuestros que a los tuyos. Creemos que es sed”
Ella parpadeó. “Oh, oh”
“Tu condición – la de ambos – se deterioran rápidamente. No tenemos tiempo que perder, como para buscar formas más apetecibles de hacer esto. La forma más rápida de probar esta teoría – “
“Tendré que tomarla” susurró. Asintió ligeramente – con apenas energía para moverse. “Puedo hacerlo. Practicando para el futuro, no?” Sus labios pálidos dibujaron una sonrisa tímida mientras miraba a Edward. Él no sonrió.
Rosalie comenzó a hacer golpes con su pie impacientemente. El sonido era irritante. Me pregunto que haría si la arrojo sobre una ventana en este momento.
“Entonces, quien me buscará un oso pardo?” dijo Bella
Carlisle y Edward intercambiaron miradas. Rosalie dejó de golpear.
“Qué?” preguntó Bella
“Será más efectivo si no nos andamos por las ramas, Bella.” Contestó Carlisle
“Si el feto quiere sangre” explicó Edward “No desea sangre animal.”
“No hará ninguna diferencia para ti, Bella. No pienses en eso” la animó Rosalie
Los ojos de Bella se entrecerraron. “Quién?” respiró, y su mirada se dirigió a mí.
“No estoy aquí como donador Bells” gruñí. “Además es sangre humana lo que busca, y no creo que la mía aplique – “
“Tenemos sangre a la mano” Rosalie le dijo, interrumpiéndome, como si no estuviera ahí. “Para ti – por si acaso. No te preocupes de nada. Todo estará bien. Tengo un buen presentimiento de esto, Bella. Creo que el bebé se pondrá mejor”
La mano de Bella acarició su estómago
“Bueno”, dijo, con voz apenas audible. “Estoy hambrienta, así que supongo que él lo está también” tratando de hacer otra broma. “Vamos a hacerlo. Mi primer acto de vampiro”.
13-QUE BUENO QUE TENGO UN ESTÓMAGO FUERTE
Carlisle y Rosalie salieron rápidamente, buscando las escaleras. Pude escucharlos debatir sobre si debían calentársela. Ugh. Me pregunté sobre todas las cosas guardadas en la casa del horror. El refrigerador lleno de sangre, listo!. Qué más? Una cámara de torturas? Una sala de ataúdes?
Edward se quedó, sosteniendo la mano de Bella. Su cara parecía muerta de nuevo. No parecía tener la energía para mantener aunque sea un pequeño rastro de esperanza como el que había tenido antes. Se veían uno al otro a los ojos, pero no es una forma cursi. Era como si estuvieran platicando. Me recordó un poco a la relación de Sam y Emily.
No, no era cursi, pero eso sólo lo hacía más difícil de ver.
Supe lo que era para Leah, tener que ver esto todo el tiempo. Tener que escuchar en la cabeza de Sam. Por supuesto, todos nos sentimos mal por ella, no éramos monstruos – en ese sentido, de todas formas. Pero me imagino que sí la culpábamos por la forma en que lidiaba con eso. Descargándose con nosotros, tratando de hacernos tan miserables como ella lo era.
Nunca volvería a culparla por eso. Cómo puede alguien evitar esparcir su miseria por todos lados? Cómo puede alguien no intentar desprenderse de una pequeña pieza de ella y tirarla sobre alguien más?
Y si eso significaba que tenía que escoger una manada, cómo culparla por tomarse esa libertad? Yo haría lo mismo. Si no había forma de escapar al dolor, yo también la tomaría.
Rosalie descendió las escaleras después de un segundo, volando por el cuarto como una brisa cortante, rociando su desagradable olor. Se paró en la cocina, y escuché el sonido de la puerta de un mueble para vasos.
“No transparente, Rosalie” murmuró Edward, rolando los ojos.
Bella parecía curiosa, pero Edward negó con la cabeza.
Rosalie regresó al cuarto y desapareció de nuevo.
“Esta fue tu idea?” susurró Bella, con su voz apenas audible, mientras intentaba hacerla más fuerte para que pudiera oírla. Olvidando que podía escucharla bien. Me gustaba como, muchas veces, parecía olvidar que no era completamente humano. Me acerqué a ella, para que no tuviera que hacer tanto esfuerzo.
“No me echen la culpa por esto. Tu vampiro espió en mis pensamientos”
Ella sonrió un poco. “No esperé verte de nuevo”
“Ni yo tampoco”, dije
Se sentía tan raro estar parado ahí, pero los vampiros habían hecho a un lado todos los muebles para colocar todos los aparatos médicos. Me imaginé que no les molestaba - sentarte o quedarte parado no hace mucha diferencia cuando eres una piedra. No me molestaría tampoco, excepto porque estaba exhausto.
“Edward me dijo lo que tuviste que hacer. Lo siento”
“Está bien. Probablemente sólo era cuestión de tiempo hasta que encontrara algo por lo cual no obedecer a Sam” mentí
“Y a Seth” murmuró
“El está contento de ayudar”
“Detesto causar problemas”
Reí naturalmente – más bien una carcajada que una risa.
Suspiró ligeramente. “Supongo que eso no es nada nuevo, verdad?”
“No, no realmente”
“No tienes que quedarte a ver esto” dijo ella, apenas capaz de formar las palabras.
Podía irme. Probablemente era una buena idea. Pero si lo hacía, con ella viéndose de esa forma, podría perderme los últimos minutos de su vida.
“Realmente no tengo ningún lugar a donde ir” Le dije, tratando de contener las emociones fuera de mi voz. “Esto de ser lobo es menos interesante desde que Leah se unió”
“Leah?” carraspeó
“No le contaste?” Pregunté a Edward
Él simplemente se estremeció sin mover sus ojos de Bella. Podía decirse que no eran muy buenas noticias para él, algo que no valía la pena contar con los demás eventos que estaban sucediendo.
Bella no lo tomó tan bien. Parecían malas noticias para ella.
“’¿Por qué?” suspiró
No quería verme envuelto en un pleito de telenovela. “Para vigilar a Seth”
“Pero Leah nos odia” susurró
Nos. Lindo. Podía entender porqué estaba asustada.
“Leah no molestará a nadie” más que a mí. “Ella pertenece a mi manada” – me retorcí ante esas palabras – “por lo tanto tiene que obedecer mis órdenes” Ugh.
Bella no parecía convencida.
“Te asusta Leah pero estás de mejor amiga con la rubia psicópata?”
Hubo un silbido quedo proveniente del segundo piso. Bien, me había escuchado.
Bella me observó atentamente. “No lo hagas. Rose… me entiende”
“Sip.” Rugí. “Ella entiende que morirás y no le importa, mientras que consiga salvar a ese espécimen mutante”
“Deja de portarte como un idiota, Jacob”, susurró
Se veía demasiado débil para enojarse conmigo. Traté de sonreir mejor. “Lo dices como si fuera posible”
Bella trató de no reírse, pero no pudo evitarlo al final; sus labios atizados se extendieron en las orillas
Y entonces Carlisle y la psicópata en cuestión estaban ahí. Carlisle tenía un bote de plástico blanco en su mano – de la clase que tiene tapadera y con pajilla integrada. Oh – no transparente, ahora entiendo. Edward no quería que Bella pensara en lo que estaba haciendo más de lo necesario. No podría decir que era lo que estaba en ese vaso. Pero podía olerlo.
Carlisle dudó, con la mano en el vaso, Bella viéndolo, llena de miedo de nuevo.
“Podíamos intentar de otra forma” dijo Carlisle calmadamente
“No” susurró Bella. “No, probaré esto primero. No tenemos tiempo…”
Primero pensé que al fin se había dado cuenta y se preocupaba por ella misma, pero entonces su mano acarició con cariño su vientre.
Bella levantó el brazo y arrebató el vaso. Su mano temblaba un poco, y pude escuchar el sonido de la sangra golpear dentro del vaso. Trató de levantarse por sí sola, impulsándose con el codo, pero apenas podía levantar su propia cabeza. Un ligero calor recorrió mi espalda al darme cuenta lo frágil que se había puesto en menos de un día.
Rosalie puso su brazo bajo los hombros de Bella, soportando su cabeza también, como si fuera un recién nacido. La rubiecita estaba loca por los bebés.
“Gracias” susurró Bella. Sus ojos observándonos a todos. Suficientemente conciente para sentirse el centro de atención. Si no fuera porque estaba completamente escurrida, apuesto que se habría sonrojado.
“Que no te importen” murmuró Rosalie.
Eso me hizo sentir extraño. Debí haberme ido cuando Bella lo ofreció. No pertenecía a este lugar, siendo parte de esto. Pensé en huir de ahí, pero entonces me di cuenta que hacer algo así sería peor para Bella – le haría más difícil pasar por esto. Pensaría que estoy demasiado asqueado para ver. Lo que era casi cierto.
Aún así. Si no quería reclamar la responsabilidad por esta idea, tampoco quería hacerla ver mal.
Bella levantó el vaso hacia su cara y olió por la punta de la pajilla. Se retorció e hizo un gesto.
“Bella, corazón, podemos encontrar otra manera” dijo Edward, tratando de quitarle el vaso delas manos.
“Aplasta tu nariz” sugirió Rosalie. Ella miró las manos de Edward como si estuviera a punto de golpearlas. Deseé que lo hiciera. Apuesto que Edward no lo tomaría de buena forma y me encantaría ver a la rubiecita perder una extremidad.
“No, no es eso. Es sólo que –“ Bella respiró profundo. “Huele bien”, admitió con pena en su voz.
Tragué saliva, tratando de mantener mi cara sin expresión, ocultando el asco.
“Eso es bueno” Le dijo Rosalie a Bella con emoción. “Eso significa que vamos por buen camino. Pruébala” La cara de la rubiecita cambió a una nueva expresión, estaba sorprendido que no se hubiera puesto a bailar ahí mismo.
Bella colocó la pajilla entre sus labios, cerró los ojos, y arrugó la nariz. Pude escuchar de nuevo la sangre dentro del vaso mientras sus manos temblaban. Chupó un poco, y entonces gimió quedamente con sus ojos aún cerrados.
Edward y yo nos acercamos al mismo tiempo. El tocó su cara. Yo puse mis manos atrás.
“Bella, amor – “
“Estoy bien” murmuró. Abrió los ojos y lo quedé viendo. Su expresión fue… sentida. Suplicando. Asustado. “Sabe bien también”
Sentí ácido quemando en mi estómago, tratando de salir. Tuve que cerrar fuertemente los dientes.
“Eso está bien” contestó la rubiecita, aún emocionada. “Es un buen signo”
Edward acarició su mejilla, acomodando sus dedos en forma de sus frágiles huesos.
Bella suspiró y puso los labios en la pajilla de nuevo. Esta vez tomó bastante. Esa acción no era tan frágil como todo lo demás de ella. Como si algún instinto ensombreciera todo.
“Qué tal tu estómago? Tienes nauseas?” preguntó Carlisle.
Bella negó. “No, no me siento enferma”, susurró. “Eso es una sorpresa, eh?”
Rosalie brillaba. “Excelente”
“Creo que es muy pronto para eso, Rose” murmuró Carlisle.
Bella tomó otro poco de sangre. Entonces, dirigió su mirada a Edward. “Esto arruina mi conteo?” susurró. “O podemos empezar a contar después de que sea vampiro?”
“Nadie está contando, Bella. En todo caso, nadie tuvo que morir por esto.” Sonrió con una sonrisa sin vida. “Tu record sigue intacto”
Me perdí en la plática.
“Te explicaré luego” Dijo Edward, tan bajo que las palabras parecían apenas una respiración.
“Qué?” preguntó Bella
“Sólo hablaba conmigo mismo” mintió sin problemas.
Si él triunfaba con esto, si Bella sobrevivía, Edward no podría inventar muchas cosas cuando los sentidos de ella fueran tan buenos como los de él. Tendrá que empezar a trabajar en eso de la honestidad.
Los labios de Edward se torcieron, luchando por no sonreir.
Bella tomó un poco más, viendo hacia la ventana. Probablemente pretendiendo que no estábamos ahí. O tal vez que yo no estaba. Nadie más en este lugar estaría asqueado por lo que ella estaba haciendo. Totalmente lo opuesto – probablemente estaban teniendo un mal momento y luchaban por no quitar el vaso de las manos de Bella.
Edward roló sus ojos.
Dios, cómo podían vivir con él? Era una lástima que no pudiera leer los pensamientos de Bella. De esa forma ella estaría constantemente molesta, y se cansaría de él.
Edward soltó una risita. Los ojos de Bella se posaron sobre él inmediatamente, y sonrió un poco al ver algo de alegría en su cara. Supongo que había pasado bastante tiempo sin verlo así.
“Algo gracioso?” suspiró
“Jacob” contestó
Ella volteó a verme dedicándome una sonrisa. “Jake es un chiste” coincidió
Super, ahora sería el bufón del lugar. “Bada bing” murmuré débilmente
Ella sonrió de nuevo, y volvió a tomar del vaso. Me estremecí cuando escuché que la pajilla únicamente jalaba aire, haciendo un fuerte sonido.
“Lo logré!” dijo ella, sonando complacida. No voz era más clara – fuerte, sin sonar a un susurro por primera vez en el día. “Si continúo, Carlisle, podrías quitar las agujas que tengo por todos lados?”
“Tan pronto se pueda” prometió. “Honestamente, no hacen nada por ti.”
Rosalie acarició la frente de Bella, y ambas intercambiaron una mirada de esperanza.
Y todos podían verlo – el vaso con sangre había logrado una diferencia enorme e inmediata. El color estaba regresando a su rostro – había un delicado tono rosado en sus mejillas cerosas. Parecía que ya no necesitaba tanto de Rosalie. Su respiración se calmaba y podría jurar que el latido de su corazón era más fuerte.
Todo estaba cambiando.
El fantasma de esperanza en los ojos de Edward se había convertido en algo real.
“Te gustaría tomar más?” presionó Rosalie.
Bella encogió los hombros.
Edward miró a Rosalie con desprecio antes de dirigirse a Bella. “No necesitas tomar más enseguida”
“Sí, lo sé. Pero… quiero hacerlo” admitió apenada.
Rosalie acarició el cabello de Bella con sus delgados y finos dedos. “No tienes porqué apenarte de esto” Su tono era tranquilo, pero de pronto sonó autoritario “Cualquiera que no entienda tu situación no debería estar acá”
Dirigido a mí, obviamente, pero no dejaría que la rubiecita me molestara. Estaba feliz de que ella estuviera mejor. Que importaba si era repulsivo para mí? Yo no diría nada.
Carlisle tomó el vaso de las manos de Bella. “Regreso enseguida”
Bella me quedó viendo.
“Jake, te ves terrible” expresó
“Mira quien habla”
“En serio – cuando fue la última vez que dormiste?”
Pensé en eso un segundo. “Huh. No estoy seguro”
“Aw Jake. No arriesgues tu salud también. No seas idiota”
Apreté los dientes. Ella sí tenía el derecho de matarse lentamente por culpa de un monstruo, pero yo no tenía derecho a brincarme las noches de sueño para cuidarla?
“Tienes que descansar, por favor” continuó. “Hay camas arriba – puedes usar cualquiera de ellas”
La mirada en la cara de Rosalie hizo claro que no era bienvenida a ninguna de ellas. Me hizo pensar el porqué la Bella Durmiente necesitaba de una cama. Era tan posesiva con sus cosas?
“Gracias, Bells, pero prefiero dormir en el suelo. Lejos de la peste, ya sabes”
“Claro”
Carlisle regresó, y Bella tomó el vaso de sangre, con el pensamiento en otro lado. Con la misma expresión comenzó a tomársela.
Realmente se veía mejor. Se hizo hacia adelante, siendo cuidadosa con los tubos, y consiguió sentarse. Rosalie estaba lista para atraparla en cualquier momento. Pero Bella no la necesitó. Respirando profundamente entre los sorbos que tomaba, Bella terminó el segundo vaso.
“Cómo te sientes ahora?” Preguntó Carlisle.
“No enferma. Algo hambrienta… sólo que no puedo asegurar si es hambre o sed, me explico?”
“Carlisle, mírala” Rosalie murmuró, desbordando alegría. “Esto es obviamente lo que su cuerpo quiere. Debería tomar más”
“Ella es humana todavía Rosalie. Necesita alimentarse también. Vamos a darle un rato para ver cómo reacciona, y después podemos intentar darle comida de nuevo. Se te antoja algo en especial, Bella?”
“Huevos” dijo inmediatamente, e intercambió miradas con Edward. Su sonrisa era precavida, pero tenía más vida que antes.
Parpadeé, prácticamente olvidando como abrir los ojos de nuevo.
“Jacob” susurró Edward. “Realmente debes descansar. Como Bella dijo, eres bienvenido en esta casa, aunque supongo que te sentirás más cómodo allá afuera. No te preocupes por nada – prometo buscarte si es necesario.”
“Sí claro” murmuré. Ahora que parecía que Bella sobreviviría más de unas pocas horas, podía escapar. Irme a acurrucar bajo algún árbol… Suficientemente lejos de este olor que me sofocaba. El chupasangre podía levantarme si algo salía mal. Me lo debía.
“Lo haré” coincidió
Asentí y puse mi mano en la de Bella. Estaba fría como hielo.
“Recupérate” le dije
“Gracias Jacob” volteó su mano para apretar la mía. Sentí el delgado aro de su anillo de bodas dando vueltas en su delgado dedo.
“Denle una sábana o algo” murmuré al salir.
Antes de hacerlo, dos aullidos penetraron el aire de la mañana. No había forma de confundir su urgencia. No había una confusión esta vez.
“Diablos”, me dije, y salí de inmediato de la casa. Me transformé de inmediato, dejando que el calor me invadiera. Hubo un sonido de ropas rasgándose. Diablos. Eran las últimas que me quedaban. No importaba ahora. Saqué mis garras y me dirigí hacia el oeste.
“Qué pasa?” grité en mi cabeza
“Vienen para acá” Contestó Seth. “Al menos tres”
“Se dividieron?”
“Estoy recorriendo la línea tan rápido como puedo” prometió Leah. Podía escuchar el sonido del aire abandonar sus pulmones, mientras se esforzaba por incrementar su velocidad. El bosque se movía alrededor de ella. “Hasta ahora, no hay otro punto de ataque”
“Seth, no los retes. Espérame”
“Están deteniéndose. Ugh – es tan frustrante no poder escucharlos. Creo que…”
“Qué?”
“Se detuvieron”
“Esperando por los demás?”
“Shhh. Puedes sentir eso?”
Absorbí sus emociones. El leve sonido en el aire.
“Alguien se está transformando”
“Así parece” coincidió Seth
Leah apareció por un estrecho espacio cerca de donde Seth esperaba. Ella incrustó sus garras en el suelo, frenando como un auto de carreras.
“Te protejo, hermanito”
“Están en camino de nuevo” Dijo Seth nerviosamente. “Lento. Caminando”
“Ya casi llego” les dije. Traté de apresurarme tanto como Leah. Se sentía horrible estar separado de Seth y Leah cuando el peligro estaba más cerca de ellos que mío. Error. Debí estar con ellos, entre ellos y los que venían.
“Miren quien se está poniendo todo paternal” Pensó Leah
“Pon atención Leah”
“Son cuatro” dijo Seth. El niño tenía buenos oídos. “Tres lobos y un hombre”
Llegué al pequeño espacio a tiempo, moviéndome rápidamente en el lugar. Seth suspiró con alivio y se enderezó, colocándose en posición, de mi lado derecho. Leah se colocó a la izquierda, con menos entusiasmo.
“Ahora resulta que Seth tiene mayor jerarquía que yo” gruñó para sí misma
“Fui el primero en venir, el primero en tenerlo.” Pensó Seth con satisfacción. “Además, tu nunca fuiste el tercero del Alpha. Tuviste un ascenso.”
“Estar bajo mi hermano menor no es un ascenso”
“Shhh!” me quejé “No me importa donde vaya cada quien. Cállense y estén atentos”
Los visitantes aparecieron de pronto, caminando, tan como Seth había dicho. Jared al frente, en su forma humana, con las manos arriba. Paul, Quil y Collin en cuatro patas. No había agresión en su postura. Ellos se colocaron tras Jared, con los oídos listos, alertas pero calmados.
Pero… era extraño que Sam hubiera mandado a Collin en lugar de Embry. Ese no era el combo que yo mandaría a dar pelea a territorio enemigo. No enviaría un niño. Enviaría a alguien con experiencia.
“Una distracción?” pensó Leah
Acaso Sam, Embry y Brady se movían solos por otro lado? No parecía ser así
“Quieres que cheque? Puedo ir y venir sobre la línea en dos minutos”
“Debería avisar a los Cullen?” preguntó Seth
“Pero si y si el plan de ellos es dividirnos?” pregunté “Los Cullen saben que algo pasa. Están preparados”
“Sam no sería tan estúpido” … susurró Leah, con el miedo invadiendo su cabeza. Se imaginaba a Sam atacando a los Cullen, con sólo dos más apoyándolo.
“No, no lo haría” le aseguré, aunque la imagen en su cabeza me impresionó un poco también.
Mientras tanot, Jared y los otros tres lobos nos miraban, esperando. Era extraño no poder escuchar lo que Quil, Paul y Collin se decían entre sí. Sus expresiones eran planas – imposibles de leer.
Jared aclaró la garganta y asintió. “Venimos en son de paz, Jake. Queremos hablar contigo”
“Crees que sea cierto?” preguntó Seth
“Tiene lógica, pero…”
“Sí” coincidió Leah “pero..”
No nos relajamos.
Jared siéndose incómodo “Sería más sencillo si pudiera escucharte, también”
Lo quedé viendo hacia abajo. No me iba a transformar si no sabía de que se trataba todo esto. Hasta que tuviera sentido. Por qué Collin? Esa era la parte que más me preocupaba.
“Bien, supongo que entonces sólo hablaré yo” dijo Jared. “Jake, queremos que regreses”
Quil dejó escapar un quejido. Apoyando lo que Jared dijo.
“Has dividido la familia. No se suponía que fuera así”
No estaba en desacuerdo con eso, pero no tenía caso alguno discutir eso. Había unas diferencias de opinión que debían ser resueltas primero entre Sam y yo.
“Sabemos que te sientes… mal por la situación con los Cullen. Sabemos que ese es el problema. Pero tu reacción fue demasiado lejos”
Seth gruñó. “Demasiado lejos? Atacar a nuestros aliados sin avisarles no lo es?”
“Seth, alguna vez escuchaste cómo guardas las apariencias? Hazlo!”
“Lo siento”
Los ojos de Jared se movieron entre Seth y yo. “Sam está dispuesto a tomar esto lentamente, Jacob. Se ha calmado, habló con los Ancianos. Han decidido que la acción inmediata no es de interés por el momento”
“Traducción: Ellos perdieron el elemento sorpresa” pensó Leah
Era extraño la forma en que pensábamos. La manada era la ‘manada de Sam’, ya eran ‘ellos’ para nosotros. Algo externo. Era muy raro, especialmente escuchando Leah pensar de esa forma – siendo una parte sólida del ‘nosotros’.
“Billy y Sue están de acuerdo contigo Jacob, que debemos esperar por Bella… hasta que se separe del problema. Matarla no es algo que nos hará sentir mejor”
Aunque había reprendido a Seth anteriormente por su comportamiento, no pude evitar sentirme igual, soltando un gruñido desde el fondo de mi garganta. Entonces no los ‘hará sentir mejor’ eso de asesinar, eh?
Jared levantó las manos de nuevo. “Cálmate Jake. Sabes a lo que me refiero. El punto es que vamos a esperar y replantear la situación. Decidiremos después si hay algún problema con la… cosa”
“Ja” pensó Leah. “Que basura”
“No les crees?”
“No sé lo que piensan, Jake. Lo que Sam está pensando. Ellos están seguros que Bella morirá de todas formas. Y luego contarán con el hecho de que te pondrás como loco…”
“Ellos querrán que yo comience el ataque” Mis orejas se pegaron contra el cráneo. Lo que Leah pensaba sonaba lógico. Muy posible. Cuando… si esa cosa mataba a Bella, sería fácil olvidarme de lo que sentía por los Cullen en este momento. Ante mis ojos ellos parecerían mis enemigos – nada más que sanguijuelas chupasangre – de nuevo.
“Yo te lo recordaré” susurró Seth
“Sé que lo harás, la pregunta es si te escucharé”
“Jake?” preguntó Jared
Suspiré
“Leah, ve a checar la línea – sólo para asegurarnos. Tendré que hablar con él, y quiero estar seguro que no hay nada raro por ahí mientras me transformo”
“Por favor, Jacob. Puedes transformarte frente a mí. Aún cuando me esforcé mucho por evitarlo, ya te he visto desnudo – no me impresionas para nada, no te preocupes”
“No estoy tratando de proteger la inocencia de tus ojos, estoy tratando de proteger nuestro pellejo. Vete de aquí”
Leah asintió y se lanzó hacia el bosque. Podía escuchar sus garras cortar el suelo, que la empujaba más rápido.
La desnudez era inconveniente e inevitable parte de la vida de un lobo. Ninguno hizo mucho caso de eso antes que Leah ingresara a la manada. Entonces se volvió extraño. Leah tenía el mismo control que cualquier lobo cuando se molestaba – le tomaba el mismo tiempo explotar cuando algo la sacaba de sus casillas. Todos la habíamos visto. Y no era como que no nos hubiera gustado; únicamente que no valía la pena cuando ella se daba cuenta que pensábamos en eso después.
Jared y los otros quedaron viendo al lugar donde ella había desaparecido, con duda en los ojos.
“¿A dónde se fue?” preguntó Jared
Lo ignoré, cerrando mis ojos y tratando de concentrarme de nuevo. Sentía como el aire temblaba a mi alrededor. Me puse en dos patas, justo en el momento en que vino mi transformación y quedé de nuevo en mi forma humana.
“Oh” dijo Jared “Hey, Jake”
“Hey, Jared”
“Gracias por hablar conmigo”
“Seh”
“Queremos que regreses, hermano”
Quil volvió a quejarse.
“No creo que sea tan fácil Jared”
“Regresa a casa” dijo, acercándose a mí. Suplicando. “Podemos resolver esto, no perteneces a este lugar. Deja que Seth y Leah regresen a casa”
Me reí. “Claro. Como que no les he rogado que se vayan desde que llegaron”
Seth gruñó detrás de mí
Jared comprendió eso, con los ojos precavidos de nuevo. “Entonces? Que va a pasar?”
Pensé en ello un minuto mientras esperaba.
“No lo sé. Pero no estoy seguro que las cosas puedan volver a ser lo de antes. Jared. No sé como funcione – No me parece que seré capaz de quitarme esto de ser Alpha tan fácilmente, como si fuera sólo un cambio de humor. Parece ser permanente”
“Aún así nos perteneces”
Levanté las cejas. “Dos Alpha no pueden estar en el mismo lugar, Jared. Recuerdas lo cerca que estuvo anoche? El instinto es demasiado competitivo”
“Entonces te quedaras con los parásitos por el resto de tu vida?” demandó “Tu no tienes un hogar en este lugar. Ya ni siquiera te queda ropa” señaló
“Te quedarás como lobo toda la vida? Sabes que Leah no soporta comer de esa forma”
“Leah puede hacer lo que quiera cuando tenga hambre. Ella vino aquí por convicción. No le dije a nadie lo que tenía que hacer”
Jared suspiró “Sam lamenta lo que te hizo”
Asentí. “Ya no estoy molesto por eso”
“Pero?”
“Pero no regresaré, no ahora. Tendremos que esperar para ver que pasa. Vamos a proteger a los Cullen mientras sea necesario. Porque, a pesar de lo que pienses, no se trata solo de Bella. Estamos protegiendo a quienes deben ser protegidos. Y eso aplica a los Cullen también.” Al menos a la mayoría de ellos.
Seth chilló en acuerdo.
Jared gruñó. “Supongo que no hay nada más que decir”
“No por ahora. Veremos después”
Jared volteó hacia Seth, concentrándose en él ahora, separándose de mí. “Sue nos pidió que te dijéramos – no, que te suplicáramos que regreses. Tiene el corazón roto, Seth. Estando tan sola. No sé como Leah y tú pueden hacerle esto. Abandonarla de esta forma, cuando tu padre acaba de morir – “
Seth lloriqueó.
“Cálmate, Jared” le advertí
“Sólo le digo las cosas como son”
Reí con burla. “Claro” Sue era más fuerte que cualquiera que hubiera conocido. Más fuerte que mi papá, que yo. Lo suficientemente fuerte para apoyar a sus hijos si eso es lo que tenía que hacer para que asegurar que siempre regresaran a casa. Pero no era justo hacerle esto a Seth. “Sue supo de esto hace cuantas horas? Y la mayor parte de ese tiempo está con Billy y el viejo Quil y con Sam. Si, seguramente la soledad la está matando. Claro, siempre serás libre de irte si así lo deseas, Seth. Bien lo sabes”
Seth inhaló.
Entonces, un segundo después, volteó la oreja hacia el norte. Leah debía estar en camino. Dios, si que era rápida. Dos latidos y Leah ya se encontraba lejos. Se acercó, poniéndose frente a Seth. Mantuvo la nariz en el aire, pero obviamente no veía en mi dirección.
Aprecié eso.
“Leah?” preguntó Jared.
Ella cruzó la mirada para encontrarse con él, pelando los dientes un poco.
Jared no parecía sorprenderse de la hostilidad. “Leah, sabes que no quieres estar acá”
Ella le gruñó. Le dirigí una mirada de advertencia que no notó. Seth parecía llorar mientras empujaba su hombro.
“Lo siento” dijo Jared. “Supongo que no debo asumir cosas. Simplemente parece que tú no sientes nada por los chupasangre”
Leah vió deliberadamente hacia Seth y luego hacia mí.
“Entonces te quedas para vigilar a Seth, entiendo” dijo Jared. Sus ojos se encontraron con los míos para luego regresar a los de ella. Probablemente se preguntaba porqué me había visto - así como yo lo hacía. “Pero Jake no dejará que le pase nada, y no tiene miedo de estar acá” Jared compuso una cara “ De todas formas, por favor Leah. Queremos que regreses. Sam quiere que regreses”
La cola de Leah se enroscó.
“Sam me encargó que te rogara. Que literalmente me pusiera de rodillas si tenía que hacerlo. Te quiere en casa, Lee-lee, es a donde perteneces”
Vi como Leah se retorció cuando Jared usó el viejo apodo que Sam tenía para ella. Y entonces, cuando escuchó las últimas 4 palabras, su pelaje se puso de punta y rugía, mostrando la longitud de sus dientes. No tenía que estar en su cabeza para darme cuenta de todo lo que Leah pensaba en esos momentos, ni él tampoco. Prácticamente podías escuchar las palabras exactas que estaba usando.
Esperé hasta que ella se hubiera calmado. “Sin temor a equivocarme puedo decir que Leah pertenece a donde ella desee”
Leah gruñó, pero mirando hacia Jared, supongo que afirmando lo que dije.
“Mira Jared, aún somos familia no? Vamos a dejar pasar todo este problema, pero, hasta que lo hagamos, probablemente tengas que mantenerte de tu lado. Solo para evitar malos entendidos. Nadie quiere un pleito familiar, o si? Sam no desea eso tampoco, o si?”
“Claro que no” dijo Jared. “Vamos a quedarnos de nuestro lado. Pero cual es tu lado Jacob? En la tierra de vampiros?”
“No, Jared. No tengo hogar de momento. Pero no te preocupes – esto no durará para siempre” Tuve que respirar profundamente. “No nos queda mucho … tiempo. De acuerdo? Entonces los Cullen se irán, y Seth y Leah regresarán a casa”
Leah y Seth unieron un quejido, sus narices se voltearon hacia mí sincronizados.
“Y qué de ti Jake?
“De regreso al bosque, creo. No puedo quedarme en La Push. Dos Alpha significaría mucha tensión. Además, mi camino era ese de todas formas. Antes de todo este relajo”
“Pero, y si queremos hablar contigo?” preguntó Jared
“Aulla – pero mantente en tu territorio, de acuerdo? Yo iré a ti. Y Sam no necesita mandar a tantos. No estamos en pleito”
Jared se echó para atrás, pero asintió. No le gustó que impusiera condiciones a Sam. “Nos vemos, Jake. O no.” Se despidió un poco decaído.
“Espera. Jared. Embry se encuentra bien?”
La sorpresa cruzó su rostro. “Embry? Claro, está bien. Por qué?”
“Me preguntaba porqué Sam había enviado a Collin”
Observé su reacción, sospechando que algo estaba mal. Vi algo reflejado en sus ojos, pero no parecía lo que yo esperaba.
“No es nada de tu incumbencia, Jake”
“Supongo que no. Era curiosidad”
Ví de reojo como algo se retorcía, pero no le hice caso, para evitar delatar a Quil. El estaba molesto con Jared.
“Le dejaré saber a Sam acerca de … tus instrucciones. Nos vemos, Jacob”
Suspiré “Si, Adios Jared. Hey, dile a mi papá que estoy bien, de acuerdo? Que lo siento mucho y que lo amo”
“Se lo dejaré saber”
“Gracias”
“Vamos mmuchachos” dijo Jared. Nos dio la espalda, buscando un lugar donde transformarse porque Leah estaba aquí. Paul y Collin ya estaban en camino, pero Quil dudó. Lloriqueó delicadamente, y se acercó a mí.
“Sí, yo también te extraño, hermano”
Quil se restregó contra mí, su cabeza hacia abajo. Le dí palmadas en el hombro.
“Estaré bien”
Berreó.
“Dile a Embry que extraño tenerlos a mi lado”
Asintió y presionó su nariz en mi frente. Leah gruñó. Quil volteó a ver, pero no a ella. Volteó a ver hacia donde se habían ido los otros.
“Vamos, ve a casa” le dije
Quil lloriqueó de nuevo y se fue tras los otros. Apuesto a que Jared no esperaba pacientemente. Tan pronto se fueron, concentré el calor en el centro de mi cuerpo y dejé que se desbordara por mis extremidades. En un santiamén, yo estaba de nuevo en cuatro patas.
“Pensé que se iban a besuquear” se burlaba Leah
La ignoré
“Estuvo bien?” Les pregunté. Me preocupaba, haber hablado por ellos, cuando no sabía exactamente como se sentían. No quería dar por hecho nada. No quería ser como Jared. “Dije algo que no querían que dijera? Algo que no debí?”
“Lo hiciste genial, Jake!” me apoyó Seth
“Podías haber mordido a Jared” pensó Leah. “No me habría molestado”
“Al menos sabemos porque no dejaron venir a Embry” pensó Seth
No entendí “no dejaron?”
“Jake, viste acaso a Quil? Está bastante deprimido, cierto? Apuesto lo que sea a que Embry está aún peor. Y Embry no tiene su Claire. No hay manera en que Quil se rebele y se vaya de La Push. Pero Embry si podría. Por lo tanto Sam no va a arriesgarse a pererlo. No quiere que nuestra manada sea más grande de lo que es ahora.”
“En serio? Eso piensas? Dudo que Embry se contenga de despedazar a alguien de los Cullen”
“Pero él es tu mejor amigo, Jake. El y Quil preferirían estar contigo a enfrentarte en una pelea”
“Bueno, entonces me alegro que Sam lo haya dejado en casa, entonces. Esta manada ya es muy grande” suspiré “Bien, entonces. Estamos en paz por ahora. Seth, te importaría vigilar un rato? Leah y yo estamos a punto de colapsar. Parece que todo está tranquilo, pero uno nunca sabe. Tal vez era una trampa”
No siempre me portaba tan paranóico, pero recordé lo que se siente tener que obedecer a Sam. El único objetivo de destruir lo que era peligroso ante sus ojos. Tomaría ventaja del hecho de que ahora podía mentirnos?
“No hay problema!” Seth estaba dispuesto a hacer lo que fuera. “Quisieras que les contara a los Cullen? Probablemente siguen algo tensos”
“Lo haré yo. Quiero checar como están las cosas de todas formas”
Ellos vieron una serie de imágenes provenientes de mi cerebro frito.
Seth se estremeció con sorpresa. “Eww”
Leah se sacudía y movía de un lado a otro, como intentando quitarse la imagen de la cabeza. “Eso es fácilmente la cosa más asquerosa que he oído en mi vida. Yuck!. Si hubiera algo en mi estómago estaría vomitando aquí mismo”
“Son vampiros, supongo” dijo Seth después de un minuto, tratando de balancear la reacción de Leah. “Digo, tiene sentido. Y si ayuda a Bella, entonces es algo bueno no?”
Tanto Leah como yo lo quedamos viendo.
“Qué?”
“Mamá lo tiró muchas veces cuando era bebé” me dijo Leah
“De cabeza, aparentemente”
“Solía morder las barras de la cuna también”
“Pintura con plomo?”
“Aparentemente” pensó.
Seth gruñó. “Graciosos. Porqué no se callan y se duermen?”.
14. SABES QUE LAS COSAS VAN MAL CUANDO TE SIENTES CULPABLE POR HABER SIDO MALEDUCADO CON LOS VAMPIROS
CUÁNDO REGRESÉ A LA CASA NO HABIA NADIE esperando fuera para mi informe, ¿Me mantengo en alerta?
“Todo en orden” pensé con desgana.
Mis ojos captaron entonces un pequeño cambio en la ya familiar escena. Había una pila de telas de color claro en el último escalón del porche. Me acerqué trotando para investigar. Aguantando la respiración, porque el olor a vampiro se había impregnado en la tela como no podías imaginar, golpeé la pila con mi nariz.
Alguien había dejado fuera ropa. Huh. Edward debió darse cuenta de mi irritación cuando salí corriendo por la puerta. Bueno. Era... agradable. Pero raro.
Tomé la ropa con cautela con mis dientes, ugh, y las llevé hacia los árboles. Solo en caso de que todo esto fuera una broma de la rubia psicópata y fueran un montón de prendas de chica. Seguro que le encantaría ver la expresión en mi cara humana, mientras sujetaba desnudo un vestido de tirantes.
En la protección de los árboles, dejé caer la apestosa pila y volví a mi forma humana. Separé las ropas, golpeándolas contra un árbol para airear algo del olor. Eran definitivamente ropas de chico, pantalones pesqueros y una camisa blanca. Ninguna de las dos lo suficientemente larga, pero parecía que me quedaban suficientemente bien. Debían ser de Emmett. Doble los puños de las mangas, pero no había mucho que pudiera hacer con los pantalones. En fin.
Tengo que admitir, que me siento mejor con algo de ropa, incluso si apesta y me esta pequeña. Era duro no poder volver a casa para coger un pantalón de chándal cuando los necesitaba. El asunto de ser vagabundo de nuevo, sin lugar al que volver. Sin pertenencias, aun no me importaba demasiado, pero pronto se volvería un estorbo.
Exhausto, subí lentamente por los escalones del porque de los Cullen y mis nuevas ropas de segunda mano pero dudé al llegar a la puerta. ¿Llamo? Estúpido, ya saben que estas aquí. Me pregunto por qué nadie hacia mención de ese hecho, diciéndome que entrará o que me marchara. Que más da. Me encogí de hombros y entré.
Más cambios. La habitación había vuelto a la normalidad, casi, en los últimos veinte minutos. , La pantalla plana estaba encendida, el volumen bajo, en la que podía verse una película para chicas, que nadie parecía estar mirando. Carlisle y Esme estaban junto a la ventana que daba a la parte de atrás, abierta de nuevo al río. A Alice, Jasper y Emmett no se les veía, pero podía oírles murmurando en el piso de arriba. Bella estaba en el sofá, como ayer, con un único tubo aún enganchado a ella y un monitor colgado detrás del sofá. Estaba doblada como en un burrito entre un par de espesas colchas, al menos me hicieron caso antes. Rosalie estaba sentada con las piernas cruzadas en el suelo al lado de su cabeza. Edward estaba en la otra punta del sofá con los pies envueltos pies de Bella en su regazo. Levantó la mirada cuando entré y me sonrió, solo un pequeño tic en su boca, como si algo le agradara.
Bella no me oyó. Solo me miro cuando él lo hizo, y entonces sonrió también, con mucha energía, se le iluminó toda la cara. No podía recordar cuando fue la última vez que estuvo tan contenta de verme.
¿Cuál es su problema? Por el amor de Dios, ¡esta casada! Felizmente casada, no había ninguna duda que estaba enamorada de su vampiro más allá del limite de la cordura. Y muy embarazada, para rematarlo.
¿Así por qué tiene que estar tan entusiasmada de verme? Como si le hubiese alegrado el día simplemente entrando por la puerta.
Si simplemente le diera igual, o mejor aún, no quererme allí. Sería mucho más fácil mantenerme al margen.
Edward parecía estar de acuerdo con mis pensamientos, últimamente estábamos mucho de acuerdo en las cosas, es de locos. Estaba frunciendo el ceño, leyendo la expresión de su cara mientras ella me sonreía.
-Solo querían hablar – Murmuré, mi voz llena de extenuación – no atacar en el horizonte.
-Ya – contestó Edward – escuché casi todo.
Eso me espabilo un poco. Estábamos a unas 3 millas - ¿Cómo?
-Te escuchó con más claridad ahora, es cuestión de familiaridad y concentración. Además tus pensamientos son algo más fáciles de pescar cuando estas en tu forma humana. Así que pillé casi todo lo que pasó ahí fuera.
-Oh – me fastidio un poco, pero no tenía motivos así que lo deje pasar – Mejor. Odio tener que repetirme.
-Te diría que te fueras a dormir un poco- dijo Bella – pero creo que vas a caer rendido en el suelo en unos seis segundos, así que no tiene sentido hacerlo.
Era increíble la mejoría que podía apreciarse en ella, lo mucho más fuerte que se le veía. Olí sangre fresca y pude ver que el vaso estaba de nuevo en sus manos. ¿Cuánta sangre iba a necesitar para poder seguir adelante? ¿En algún momento tendrían que ir trotando hasta la casa de los vecinos a por más?
Me dirigí hacia la puerta contando los segundos por ella mientras caminaba. “Mississippi Uno...Mississippi Dos...”
-¿Dónde esta el fuego, chucho?
-¿Sabes como ahogar a una rubia, Rosalie? – contesté sin pararme o girarme para mirarla – Pegando un espejo en el fondo de una piscina.
Pude oír como se reía Edward mientras cerraba la puerta.. Su estado de ánimo parecía mejorar en correlación con la salud de Bella.
-Ya lo había oído – Rosalie dijo después de mí.
Baje penosamente los escalones, mi objetivo insertarme lo suficiente dentro del bosque para que el aire fuera puro de nuevo. Tenia planeado dejarlas en algún lugar a la justa distancia de la casa para usarlas en el futuro, en lugar de llevarlas atadas a mi pierna, así no tendría que olerlas, mientras me desabrochaba los botones de la camisa, pensé que los botones nunca estarían hechos para los hombre lobo.
Escuche as voces mientras avanzaba pesadamente por el césped.
-¿Adónde vas? – preguntó Bella
-He olvidado decirle algo.
-Deja dormir a Jacob... puede esperar.
Si, por favor, deja dormir a Jacob.
-Solo será un momento.
Me gire lentamente. Edward ya estaba saliendo por la puerta. Tenía una expresión de disculpa mientras se acercaba.
-¿Y ahora qué?
-Lo siento, - dijo, después dudo, como si no supiera como enunciar lo que estaba pensando.
“¿En que piensas, lector de mentes?”
-Cuando hablabas con los enviados de Sam antes – murmuró – estuve haciendo una “retrasmisión simultanea” para Carlisle, Esme y los demás. Están preocupados...
-Mira, no estamos bajando la guardia. No tienes que creer a Sam como hacemos nosotros. Estamos como los ojos bien abiertos a pesar de eso.
-No, no Jacob. No es sobre eso. Confiamos en tu juicio. A pesar de eso, Esme esta preocupada por las dificultades en las que esta situación esta poniendo a tu manada. Y me pidió que te hablara en privado de este asunto.
Eso me pillo por sorpresa. -¿Dificultades?
-Lo de estar sin casa en concreto. Se siente molesta sobre que estéis tan... desvalidos.
Resoplé. Instintos maternales en la madre vampiro, que estrafalario. – Somos duros. Dile que no se preocupe.
-Aun así quiere hacer lo que este en su mano. ¿Me pudo dar la impresión de que Leah prefiere no comer cuando es un lobo?
-¿Y? – demandé.
-Bueno, tenemos comida humana, Jacob. Para mantener las apariencias y por supuesto, para Bella. Leah, es bienvenida, si le apetece algo. Todos lo sois,
-Lo haré saber.
-Leah nos odia.
-¿Y?
-Que intentes hacérselo saber de forma que llegue a considerarlo, si no te importa.
-Haré lo que pueda.
-Y después esta el asunto de la ropa.
Mira las que llevaba puestas. – ¡Ah, sí! Gracias – no creo que fuera educado mencionar lo mal que olían.
Sonrió un poco. - Bueno, es fácil ayudar con todas las necesidades relacionadas con eso. Alice en raras ocasiones nos deja ponernos lo mismo más de una vez. Tenemos montones de ropa nueva que se destinan a caridad, y yo creo que Leah es más o menos como Esme...”
-No sé que pensará de la ropa que ya no quieren los chupa sangre. No es tan práctica como yo.
-Sé que podrás presentarle la oferta lo mejor posible. Así como cualquier oferta relacionada con cualquier objeto físico que necesitéis, o transporte, o lo que sea. Y las duchas, también, ya que prefieres dormir fuera. Por favor... no penséis que no tenéis los beneficios de un hogar.
Dijo la última frase suavemente, sin intentar no hacer ruido esta vez, pero con una emoción real.
Le miré durante un segundo, parpadeando adormilado. – Eso es, er, muy amable por tu parte. Dile a Esme que apreciamos, uh, su consideración. Pero el perímetro atraviesa el río varias veces, así que nos mantenemos muy limpios.
-Si hicieras saber la oferta también, como sí tal cosa.
-Claro, claro.
-Gracias
Le di la espalda, solo para quedarme helado cuando escuche el apagado, grito lleno de dolor que venía de la casa. Cuando me di la vuelta, el ya había desaparecido.
“¿Y ahora que?
Fui tras él, arrastrándome como un zombi y usando el mismo número de neuronas que un zombi. No parecía que tuviera más opciones. Algo iba mal. Tenia que ver que era. No habría nada que yo pudiera hacer. Y me sentiría mucho peor.
Parecía inevitable.
Entré de nuevo. Bella estaba jadeando, enroscada sobre el bulto que estaba en el centro de su cuerpo.. Rosalie la sujetaba mientras Edward, Carlisle y Esme merodeaban a su alrededor. Un rápido movimiento llamó mi atención; Alice estaba al final de la escalera, mirando hacia abajo hacia la habitación con las manos apretadas en las sienes. Que extraño, es como si algo la impidiera bajar.
-Dame un segundo, Carlisle – Bella jadeó.
-Bella – dijo el doctor con ansiedad – he oído que algo se rompía. Tengo que echar una ojeada.
-Casi seguro – jadeó - que ha sido una costilla. Ow. Si. Justo aquí. – Señaló a su lado izquierdo, con cuidad de no tocarlo.
Esa cosa le estaba rompiendo los huesos.
-Tengo que hacerte una radiografía. Quizás allá astillas. No queremos que perfore nada.
Bella respiró profundamente – Esta bien.
Rosalie levanto a Bella cuidadosamente. Edward iba a protestar pero Rosalie le enseñó los dientes y gruñó – Ya la tengo yo.
Bella estaba más fuerte, pero esa cosa también. No podías matar de hambre a uno sin matar al otro, el proceso de recuperación funcionaba de la misma manera. No había forma de ganar.
La rubia llevó a rápidamente a Bella arriba por las escaleras, con Carlisle y Edward siguiéndole muy de cerca, ninguno se percató de mi presencia estupefacto en la puerta de entrada.
¿Así que tienen un banco de sangre y una maquina de rayos X? Apuesto a que el médico se trae trabajo a casa.
Estaba muy cansado como para seguirles, demasiado cansado para moverme. Me dejé resbalar por la pared, y luego me escurrí por el suelo. La puerta aún estaba abierta, incliné me nariz hacia ella, agradeciendo la brisa fresca que entraba apoyé mi cabezo sobre el marco de la puerta y escuché.
Oía el sonido de la maquina de rayos X en el piso de arriba. Bueno asumí que era eso. Y luego los pasos más silenciosos bajando por las escaleras. No mire para ver que vampiro era.
-¿Quieres una almohada? – me preguntó Alice.
-No – mascullé. ¿Qué es toda está prepotente hospitalidad? Me estada poniendo de los nervios.
-No pareces estar muy cómodo ahí.
-Pues no.
-Entonces, ¿por qué no te mueves?
-Estoy cansado. ¿Por qué no estas arriba con los demás? – le respondí
-Me duele la cabeza.
Giré la cabeza para mirarla.
Alice era muy pequeña. Más o menos del tamaño de uno de mis brazos. Parecía aun más pequeña ahora, como encorvada en sí misma. Su pequeña cara mostraba el ceño fruncido.
-¿A los vampiros os duele la cabeza?
-A los vampiros normales no.
Di un resoplido. Vampiros normales.
-¿Y como es que ya no estas con Bella todo el rato? – pregunte, haciendo que pareciera una acusación. No se me había pasado antes por la cabeza porque la tenía llena de estupideces, pero era raro que Alice no estuviera nunca con Bella, al menos desde que estoy aquí. Quizás si Alice estuviera a su lado, Rosalie no lo estaría. – Creí que erais como esto – y entrelace dos de mis dedos juntos.
-Como ya he dicho – se puse incorporó en la baldosa a unos centímetros de mí abrazando sus delgados brazos alrededor de sus delgadas rodillas – dolor de cabeza.
-¿Bella té está dando dolor de cabeza?
-Sí.
Fruncí el ceño. Desde luego estoy demasiado cansado para las adivinanzas. Giré mi cabeza en busca de aire fresco y cerré los ojos.
-En realidad, No es Bella – corrigió – El... feto.
Mira, alguien que se siente como yo. Dijo la palabra a regañadientes, como hizo Edward.
-No puedo verlo – me dijo, aunque debía estar hablando consigo misma. Por lo que ella podía suponer, yo ya estaba dormido. – no puedo ver nada sobre eso. Como contigo.
Me estremecí, y apreté los dientes. No me gustaba que me comparara con la criatura.
-Bella se interpone. Esta demasiado apegada a eso, así que ella esta... borrosa. Como una TV mal sintonizada. Como cuando intentas fijar la vista en esas personas borrosas que se mueven por la pantalla. Me esta destrozando la cabeza intentar verla. Y aun así solo puedo ver lo que pasa dentro de unos minutos. El... feto esta demasiado desligado de su futuro. En cuanto ella tomó la primera decisión... cuando supo que lo quería, desapareció de mi vista. Me dio un susto de muerte.
Estuvo muy callada por un momento, y luego continuó. – Tengo que admitir, que es un alivio tenerte cerca, a pesar de olor a perro mojado. Todo se ha desvanecido. Como si tuviera los ojos cerrados. Alivia el dolor de cabeza.
-Encantado de servir para algo, señora – murmuré
-Me pregunto que tiene en común contigo... por qué sois iguales en ese sentido.
Repentinamente el calor recorrió mis huesos. Cerré los puños para aguantar los temblores.
-No tengo nada en común con ese chupa vidas – dije entre dientes.
-Bueno, pero hay algo.
No respondí. El calor ya se estaba apagando. Estaba demasiado cansado como para estar furioso.
-No te importa si me quedo aquí sentada a tu lado, ¿verdad?
-Supongo que no. Ya apesta de todos modos.
-Gracias – dijo – esto es lo mejor, supongo, ya que no puedo tomar una aspirina.
-¿Puedes bajar el volumen? Intento dormir.
No respondió, quedándose inmediatamente en silencio. Caí rendido en segundos.
Soñaba que tenía muchísima sed. Y había un vaso lleno de agua frente a mí, fresco, podías ver la condensación por los lados. Lo tomé y di un gran sorbo, para darme cuenta al instante de que no era agua, era lejía pura. Lo escupí, derramándolo por todos lados, y parte salió por mi nariz. Abrasaba. Mi nariz estaba ardiendo...
El dolor en la nariz me espabilo lo suficiente como para recordar donde me había quedado dormido. El olor era muy fuerte, teniendo en cuenta que mi nariz no estaba dentro de la casa. Ugh. Y había mucho ruido. Alguien se reía a carcajada limpia. Una risa familiar, pero que no estaba relacionada con ese olor. No era de aquí.
Gruñí y abrí los ojos. El cielo estaba grisáceo, era de día, pero ni idea de que hora podría ser. Quizás estaba a punto de anochecer, había poca luz.
-Justo a tiempo – la rubia murmuró no desde muy lejos – la imitación de la motosierra estaba empezando a ser cansina.
Giré sobre mi mismo y me estiré mientras me sentaba. Mientras lo hacía me di cuenta de donde venía aquel olor. Alguien había metido una almohada de plumas bajo mi cabeza. Probablemente intentando ser amable, supongo. A no ser que hubiese sido Rosalie.
Una vez que mi cara estaba lejos de las apestosas plumas, pude oler otras cosas. Bacón y canela, todo ello mezclado con olor a vampiro.
Parpadeé, mirando la habitación.
Las cosas no habían cambiado demasiado. Bella estaba sentada en el medio de la habitación, el monitor ya no estaba. La rubia a sus pies, con la cabeza apoyada en las rodillas de Bella. Aun me daba escalofríos como se tocaban la una a la otra como si nada. Pero dadas las circunstancias, supongo que mi reacción hacía ese hecho era un poco estúpida. Edward estaba a su lado, tomándole la mano. Alice, también estaba en el suelo, como Rosalie. Su cara no estaba encogida. Era fácil ver por qué, había encontrado a otro mitigador del dolor.
-¡Hey, Jake viene para acá! – exclamó Seth.
Estaba sentado al otro lado de Bella, con su brazo, sin tener ningún cuidad puesto alrededor de sus hombros, y con un plato rebosante de comida en su regazo.
¿Qué diablos?
-Vino a buscarte – dijo Edward mientras me incorporaba – Esme le convenció para que se quedara a desayunar.
Seth, vio mi expresión y se apresuro a explicarse.
-Si, Jake, solo estaba viendo si estabas bien, ya que no regresaste a fase. Leah estaba preocupada. Le dije que probablemente te quedaste dormido en forma humana. Pero ya sabes como es. Además, tienen toda esta comida, y en fin – se dirigió hacia Edward – tío sabes cocinar.
-Gracias – murmuró Edward.
Respire despacio, tratando de separar los dientes, no podía apartar mis ojos del brazo de Seth.
-Bella tenía frío – Edward dijo en un tono muy bajo
Claro. No es asunto mío de todas formas. No me pertenece.
Seth pudo oír el comentario de Edward, me miró a la cara, y de repente necesitaba las dos manos para comer. Quitó su brazo de Bella y lo metió dirigió al plato. Caminé para detenerme a unos pasos del sofá, aún intentando organizarme.
-¿Leah esta patrullando? – le pregunte a Seth aun con voz somnolienta.
-Si – dijo mientras masticaba – Esta en ello. No te preocupes, Aullará si ocurre algo. Cambiamos puestos hacía media noche. Corrí durante doce horas. – él estaba orgulloso, se notaba en su tono.
-¿Media noche? Espera un momento, ¿qué hora es?
-Esta apunto de amanecer – miro para la ventana comprobándolo.
En fin, amaneciendo. He dormido todo lo que quedaba de día y toda la noche, me sentía arrepentido – Mierda, lo siento, Seth. De verdad, tenias que haberme despertado.
-No, tío, necesitabas un sueño reparador. ¿No habías descansado desde cuando? ¿La noche antes de tu última patrulla para Sam?¿unas 40 horas? ¿50? No eres una máquina, Jake. Además, no te has perdido nada.
¿Qué no me he perdido nada? Mire rápidamente a Bella. El color había regresado a tal y como lo recordaba. Pálida, pero con el mismo tono rosado. Sus labios eran rosas de nuevo. Incluso su pelo tenía mejor aspecto, más brillante: Se dio cuenta que la observaba y me dedicó una sonrisa.
-¿Qué tal la costilla? – pregunté
-Soldada y en su sitió. Ni la siento.
Puse los ojos en blanco. Oí como Edward apretó los dientes, entendí que la actitud “todo esta perfecto” le molestaba tanto como a mí.
-¿Qué hay de desayunar? – pregunte sarcásticamente – ¿0 negativo o AB positivo?
Me sacó la lengua. Ya volvía a ser ella misma. – Tortilla- pero miró hacía abajo, y pude ver que su vaso de sangre estaba entre su pierna y la de Edward.
-Ve a coger algo para desayunar, Jake – dijo Seth – Hay un montón en la cocina. Tienes que estar hambriento.
Examiné la comida que había en su regazo. Parecía tortilla de queso y lo que quedaba de un bollo de canela del tamaño de un Frisbee.. Me rugió el estomago, pero lo ignoré.
-¿Qué está desayunando Leah? – pregunte a Seth en un tono critico.
-Hey, le lleve comida antes de tomar yo nada – se defendió – dijo que prefería comer algún animal atropellado en la carretera, pero supongo que cederá. Estos bollos de canela... - parecía no tener palabras para describirlos.
-Iré a cazar con ella entonces.
Seth suspiró mientras me marchaba.
-Un momento, ¿Jacob?
Era Carlisle quién preguntó. Así que cuando me giré, mi cara probablemente tendría una expresión más respetuosa que la que tendría si me hubiera detenido otra persona.
-¿si?
Carlisle se me acerco, mientras Esme se dirigió hacia la otra habitación. Se detuvo a unos centímetros de distancia, un poco más lejos del espacio que dos humanos dejarían entre ellos mientras mantenían una conversación. Aprecié que me dejara espacio.
-Hablando de cazar –empezó en un tono sombrío – Eso va a ser un problema para mi familia. Comprendo que nuestra pequeña tregua es inapropiada en este momento, así que quiero tu consejo. ¿Sam estará esperando para cazarnos fuera del perímetro que has creado? No queremos tener ningún altercado que dañe a ningún miembro de tu familia, o en el que perdamos alguno de la nuestra. Si estuvieras en nuestra situación, ¿qué harías?
Me aparte, un poco sorprendido, al exponérmelo de esa manera. ¿Qué podía saber yo sobre ser un chupa sangre con zapatos caros? Pero si conocía a Sam.
-Es arriesgado – intentando ignorar el resto de ojos que sentía sobre me, y solo hablarle a él. – Sam esta más calmado ahora, pero tengo por seguro que lo habrá pensado. El tratado ha sido anulado. Si piensa que la tribu o algún humano esta en peligro no va a hacer preguntas antes, si sabes a que me refiero. Pero, a pesar de eso, su prioridad es La Push. No son suficientes para defender decentemente a la gente si ponen en marcha partidas de caza muy amplias. Apuesto a que se esta quedando cerca de casa.
Carlisle asintió comprendiéndolo.
-Aconsejó que salgáis todos juntos, por si acaso. Y mejor durante el día, por qué lo más lógico sería que lo hicierais de noche, como tradicionalmente hacen los vampiros. Sois rápidos, ir a las montañas, cazar lo suficientemente lejos como para que no haya posibilidad de que él mande a alguien tan lejos.
-¿Y dejar a Bella, atrás, desprotegida?
Di un resoplido - ¿Y qué somos nosotros, hígado picado?
Carlisle río pero su cara se puso seria de nuevo.
-Jacob, no puedes pelear contra tus hermanos.
Mis ojos se estrecharon. – No digo que no vaya a ser duro, pero si realmente vienen para matarla, seré capaz de detenerles.
Carlisle sacudió su cabeza con ansiedad. – No, no me refiero a que no vayas a ser... capaz. Pero no sería lo correcto. No puedo cargar con eso en mi conciencia.
-No estaría en la tuya, Doctor. Estaría en la mía. Y puedo superarlo.
-No, Jacob. Haremos todo lo posible para que nuestras acciones no hagan que eso sea necesario. – Frunció el ceño con entendimiento – iremos de tres en tres – decidió un segundo después. – Eso es lo mejor que podemos hacer.
-No sé Doc. Dividirse por la mitad no es la mejor estrategia.
-Tenemos algunas habilidades extra que lo igualarán. Si Edward es uno de los tres, podrá darnos un radio de seguridad de unos pocos kilómetros.
Los dos miramos hacía Edward. Su expresión hizo que Carlisle cambiará rápido de opinión.
-Estoy seguro de que hay otras formas – dijo Carlisle. Claramente no había una razón física lo suficientemente fuerte en estos momentos para tener que apartar a Edward de Bella ahora. – Alice, ¿supongo que podrías ver que rutas serían un error?
-Las que desaparezcan – asintió Alice – Muy fácil.
Edward, que se había puesto todo tenso con el primer plan de Carlisle, se relajó. Bella miraba disgustada a Alice con esa pequeña arruga que se le formaba entre los ojos cuando estaba estresada.
-Está bien. – Dije – todo en orden. Me voy ahora. Seth, espero que estés de vuelta para hacía el anochecer, así que échate una siesta por ahí antes de ese momento, ¿vale?
-Claro, Jake. Entraré en fase, tan pronto como acabe con esto. A no ser que... - dudó mirando a Bella. - ¿Me necesitas?
-Tiene mantas – le dije.
-Estoy bien, Seth, gracias. – Bella dijo con rapidez.
Entonces Esme entró de nuevo en la habitación, con un plato muy lleno en las manos. Se puso vacilante detrás del codo Carlisle, sus amplios ojos de color oro oscuro mirándome a la cara. Tendió el plato hacia delante y dio un tímido paso hacía delante.
-Jacob- dijo en voz baja. Su voz no era tan defensiva como la de los demás. – Sé que... a ti no te hace la idea de comer aquí, el olor es demasiado desagradable. Pero me sentiría mucho mejor si te llevas algo de comida contigo cuando te vayas. Sé que no puedes volver a casa, y es por nuestra culpa. Por favor... para calmar mis remordimientos. Toma algo para comer. – Me ofreció la comida, su cara era dulce y suplicante. No se como lo consiguió, por qué no aparentaba estar más allá de “veintipocos”, y era tan pálida como los demás, pero de pronto algo en su expresión me recordó a mi madre.
Maldita sea.
-Sí, claro. Claro. – murmuré – Supongo que Leah seguirá teniendo hambre o algo.
Me adelante y cogí la comida con una mano, separándola de mi con el largo de mi brazo. La arrojaría contra un árbol o algo. No quería que se sintiera mal.
Entonces recordé a Edward.
“¡Ni se lo menciones!. Deja que crea que me la comí.”
No le miré para ver si estaba de acuerdo. Más le valía estarlo. Chupa sangre me la debes.
-Gracias, Jacob – dije Esme, sonriéndome. ¿Cómo es posible que una cara de piedra tenga hoyuelos?
-Um, gracias a ti – dije, mi cara estaba caliente, más que de costumbre.
Este era el problema de pasar tiempo con los vampiros, te acostumbras a ellos. Empiezan a manipular tu forma de ver el mundo. Empezaban a parecer amigables.
-¿Volverás más tarde, Jake? – preguntó Bella mientras yo intentaba huir.
-Uh, No lo sé.
Apretó los labios, como si estuviera intentando no sonreír. -¿por favor?, Quizás tenga frío.
Inhalé profundamente por la nariz, y entonces me di cuenta demasiado tarde, de que no era buena idea. Me estremecí. –Tal vez.
-¿Jacob? – preguntó Esme. Me di la vuelta hacía la puerta mientras ella continuaba; dando unos cuantos pasos detrás de mi. – He dejado un cesto de ropa en el porche. Son para Leah. Están lavados, he intentado tocarlas lo menos posible. – Frunció el ceño. - ¿Te importa llevárselas?
-De acuerdo – murmuré, y salí por la puerta, antes de que nadie pudiera entretenerme con nada más.
15- TIC TOC TIC TOC TIC TOC
HEY, JAKE, PENSÉ QUE DIJISTE QUE ME QUERÍAS EN EL REMOJO.
Cómo no hiciste que Leah me despertara antes de que ella se estrellara.
Porque no te necesitaba. Todavía estoy bien.
El ya estaba por la parte norte del círculo.
Algo?
No. Nada de nada.
Hiciste alguna inspección?
El llego a uno de los bordes de mi recorrido. Se dirigió a un nuevo camino.
Sí-corrí unas pocas yardas. Ya sabes, solo verificando. Si los Cullens van de casería…
Buena esa.
Seth se dirigió hacia el perímetro principal.
Era más fácil correr con él que hacer lo mismo con Leah. A pesar de que ella estaba tratando-tratando fuertemente-siempre había duda en sus pensamientos. Ella no quería estar acá. Ella no quería sentir la bondad hacía los vampiros que estaba pasando por mi cabeza. No quería lidiar con la acogedora amistad de Seth con ellos, una amistad que sólo se estaba haciendo más fuerte.
Gracioso, a pesar. Había pensado que su mayor problema iba a ser sólo yo. La comida y ropa que Esme le había enviado estaban camino abajo por el río, en este momento. Inclusive después de que había comido mi parte-no porque su olor fuese casi irresistible lejos del quemante olor de los vampiros, sino por dar un buen ejemplo de tolerancia de auto-sacrificio para Leah- ella la rechazo. El pequeño bocado que ella había tomado por la noche no había satisfecho completamente su apetito. Lo cual hacía pero su carácter. Leah odiaba comer crudo.
Tal vez deberíamos hacer un barrido al este? Sugirió Seth. Ir más allá, y ver si están ahí esperando.
Estaba pensando en eso, Acepte. Pero hagámoslo cuando estemos completamente despiertos. No quiero bajar nuestra guarda. Aunque, debemos hacerlo antes que los Cullens hagan un intento. Pronto.
Cierto.
Eso me puso a pensar.
Si los Cullens fueran capaces de salir del área inmediata a salvo. Deberían continuar. Probablemente debieron salir cuando les avisamos. Debían ser capaces de afrontar otros caminos. Y tenían amigos en el norte, verdad? Tomen a Bella y corran. Parecía una respuesta obvia a sus problemas.
Debí haber sugerido eso, pero tenía miedo de que me escucharan. Y no quería que Bella desapareciera-nunca saber si lo logro o no.
No, eso era estupido. Les diré que se vayan. No tenía sentido que se quedaran, y sería mejor- no menos doloroso, pero más saludable-para mi si Bella se iba.
Era fácil decirlo ahora cuando Bella no estaba acá, mirando emocionada cuando me veía y al mismo tiempo aferrándose a su vida.
Oh, ya le pregunte a Edgard sobre eso. Pensó Seth.
Qué?
Le pregunte por qué no se habían ido aún. Irse done Tanya o algún otro lado. Algún lado muy lejos para que Sam fuera por ellos.
Tenía que recordar que justamente ahora había decidido dar a los Cullens el mismo aviso. Eso era mejor. Entonces no tenía que estar molesto con Seth por tomar la tarea en sus manos. No completamente molesto.
Entonces qué dijo? Están esperando una ventana?
No. No se van.
Y eso no debió sonar como una buena noticia.
Por qué no? Eso es estupido.
La verdad no, dijo Seth, ahora a la defensiva. Toma algo de tiempo adquirir el acceso medico que Carlisle tiene acá. Tiene todas las cosas que necesita para tratar a Bella, y las credenciales para obtener más. Esa es una de las razones por las que quieren ir de caza. Carlisle piensa que van a necesitar más sangre para Bella pronto. Ella ha usado casi toda las reservas de O+ que tenían reservadas para ella. El no le gusta agotar las reservas. El va a comparar algo más. Sabias que puedes comprar sangre? Si eres doctor.
No estaba ahora listo para ser lógico. Aún parece estupido. Pueden llevar bastante con ellos, verdad? Y robar la que necesiten a donde quiera que vayan. A quién le importa la basura legal cuando eres un no-muerto.
Edgard no quiere tomar ningún riesgo moviéndola.
Ella esta mejor de lo que estaba.
Es verdad, acepto Seth. En su cabeza, estaba comparando mis recuerdos de Bella entubada con la ultima vez que la habia visto cuando salía de la casa. Ella le sonrió a él y se agito. Pero sabes, no se puede mover demasiado. Esa cosa esta pateando el infierno fuera de ella.
Me tragué el ácido estomacal en mi garganta. Sí, lo se.
Rompió otra de sus costillas, me dijo melancólico.
Mi pata vacilo, y subí un paso antes de recuperar mi ritmo.
Carlisle la trato de nuevo. Sólo otra grieta, dijo. Luego Rosalie dijo algo sobre como inclusive los bebes humanos han roto costillas. Edgard la miro como si fuera a cortarle la cabeza.
Que mal que no lo hizo.
Seth estaba ahora en estado de completo reporte-sabiendo que todo era vitalmente interesante, a pesar de que no había pedido escucharlo. Bella ha tenido algo de fiebre hoy. Solo grado bajo- suda y luego escalofría. Carlisle no esta seguro que hacer con eso- solo parece estar enferma. Su sistema inmune no puede estar en su mejor estado ahora mismo.
Sí, estoy seguro es sólo una coincidencia.
A pesar de todo, ella esta de buen humor. Estuvo hablando con Charlie, riendo y todo-
Charlie! Qué? A qué te refieres, ella estaba hablando con Charlie?
Seth tartamudeo; mi furia lo había sorprendido. Supongo que llama todos los días para hablar con ella. A veces su mamá llama también. Bella sonaba mucho mejor ahora, le estaba asegurando que se estaba recuperando-
Recuperando? Qué demonios están pensando! Aumentar las esperanzas de Charlie sólo para destruirlo peor cuando ella muera. Pensé que lo estaban alistando para eso! Lo estaban preparando! Para qué lo esta esperanzando así?
Tal vez no muera, pensó calmadamente Seth.
Respire profundo, tratando de calmarme. Seth, inclusive si ella lo logra, no lo hará como humana. Ella sabe eso y también el resto de ellos. Si no muere, va a tener que hacer una convincente personificación de un cadáver, muchacho. Eso o desaparecer. Pensé que estaban intentando hacérselo más fácil a Charlie. Por qué…
Creo que es idea de Bella. Nadie dijo nada, pero la cara de Edward parecía pensar eso mismo que pensabas.
En la misma sintonía con el chupa-sangre otra vez.
Corrimos en silencio por pocos minutos. Empecé a recorrer una nueva línea, probando al sur.
No te alejes mucho.
Por qué?
Bella me pidió que te pidiera que pasaras por ahí.
Mis dientes se cerraron juntos.
Alice también te quiere. Dice que esta cansada de merodear por el ático como un murciélago en campanario. Seth lanzo una risa. Estaba cambiando antes con Edward. Tratando de mantener la temperatura de Bella estable. Calor a frío, como se necesita. Supongo, que si no hacerlo, podría regresar-
No, yo iré. Dije.
Okay, Seth no quiso hacer más comentarios. Se concentro muy fuerte en el bosque vacío.
Mantuve mi curso por el sur, buscando por cualquier cosa nueva. Me di la vuelta cuando vi los primero signos de habitantes. Aún no cerca del pueblo, pero no quería rumores de lobos otra vez. Hemos estado bien e invisibles por un largo periodo.
Pase a través del perímetro en mi camino de vuelta, hacía la casa. Por mucho que supiera que era algo estupido de hacer, no podía detenerme. Debo ser algún tipo masoquista.
No hay nada mal contigo, Jake. Esta no es la situación más normal.
Cállate, por favor, Seth.
Callándome.
No vacilé esta vez en la puerta; solo pase como si fuera dueño del lugar. Me imagine que molestaría a Rosalie, pero fue un esfuerzo perdido. Ni ella o Bella estaban a la vista. Mire desesperadamente alrededor, deseando que las hubiera perdido en alguna parte, mi corazón apretando contra mis costillas en una rara e inconfortable forma.
“Ella esta bien”, susurro Edward. “O, igual debería decir”.
Edward estaba en el sofa con su rostro entre las manos; no había levantado su cara para hablar. Esme estaba a su lado, sus brazos alrededor de los hombros de él.
“hola, Jacob,” ella dijo. “Me complace que regresaras.”
“A mi también,” dijo Alice con un profundo suspiro. Venía bajando las escaleras, haciendo una cara como si yo estuviera tarde para una cita.
“Uh, oye,” Dije. Se sentía raro tratando de ser educado.
“Dónde esta Bella?”
“Baño,” Me dijo Alice. ”Más que todo una dieta de fluidos, ya sabes, además, todo el asunto que el embarazo te hace, escuche.”
“Ah.”
Me pare ahí incómodamente, balanceándome sobre mis tobillos.
“Oh, maravilloso,” Se quejo Rosalie. Gire mi cabeza y la vi viniendo de un corredor medio escondido entre la escalera. Tenía sujetada gentilmente a Bella en sus brazos, un duro desprecio de su cara hacía mí. “Sabía que olía asqueroso.”
Y justo como antes, el rostro de Bella se ilumino como un niño en la mañana de navidad. Como si le hubiera traído el mejor regalo.
Era tan injusto.
“Jacob,” Respiro. “Viniste.”
“Hola, Bells”.
Esme y Edward se levantaron. Mire cuidadosamente a Rosalie llevar a Bella al sofá. Mire como a pesar de eso, Bella se puso blanca y mantuvo la respiración-como si estuviera lista a no hacer ningún ruido no importa cuanto doliera.
Edward paso su mano a través de su frente y luego de su cuello, trato de hacerlo parecer como si solo estaba haciendo su pelo atrás, pero me pareció como el examen de un doctor.
“Estas fría?” Le murmuro.
“Estoy bien.”
“Bella, sabes lo que te dijo Carlisle,” dijo Rosalie.
“No juegues con nada. No nos ayuda a tenerles cuidado a ambos.”
“Okay, tengo algo de frío. Edward, puedes pasarme esa frazada.”
Gire mis ojos. “No es esa la razón de que yo este aquí.”
“Acabas de llegar,” dijo Bella. “Después de correr todo el día, estoy segura. Descansa un minuto, probablemente me caliente en un instante.”
La ignoré, fui a sentarme en el piso al lado del sofa mientras aún me decía qué hacer. A ese punto, no estaba seguro cómo… lucía tan frágil, y tenía miedo de moverla, inclusive de ponerla alrededor de mis brazos. Así que me acerque cuidadosamente puse mi brazo contra el de ella, tocando su mano. Luego puse mi otra mano contra la cara de ella. Era tan difícil saber si se sentía más débil de lo normal.
“Gracias, Jake,” dijo, y la sentí temblar de nuevo.
“Sí”, le dije.
Edward se sentó en el brazo del sofá cerca de los pies de Bella, sus ojos siempre en su rostro.
Era muy difícil esperar, que con los supero idos a mi alrededor, que nadie se diera cuenta del rugir de mi estomago.
“Rosalie, por qué no le traes algo a Jacob de la cocina,” Dijo Alice. Ahora invisible, sentada calladamente detrás del espaldar del sofá.
Rosalie miro al lugar donde había salido la voz de Alice sin creerlo.
“Gracias, de todos modos, Alice, pero no creo que quiera comer algo que la rubia escupa. Estoy seguro que mi sistema no tomaría muy gentilmente el veneno.”
“Rosalie jamás avergonzaría a Esme mostrando tanta falta de hospitalidad.”
“Por supuesto que no,” dijo la rubia en una voz dulce que inmediatamente desconfié. Se levanto y salió de la habitación.
Miró Edward.
“Me dirás si lo envenena, verdad?” Pregunté.
“Sí,” prometió Edward.
Y por alguna razón le creí.
Había un montón de sonido de la cocina y-extrañamente-el sonido del metal protestando cuando se abusaba. Edward miro otra vez, pero sonrió sólo un poco, también. Luego regreso Rosalie antes de que pudiera pensar más de eso. Con una sonrisa boba, puso un plato metálico a mi lado.
“Disfruta, mestizo.”
Había sido una vez un gran recipiente de mezclar, pero ella lo había doblado hasta tener la forma casi exacta de un plato para perros. Tenía que estar impresionado con su rapida destreza. Y su atención al detalle. Había rasgado la palabra Fido al lado. Excelente caligrafía.
Porque la comida parecía bastante buena-filete, nada menos, y una papa asada con todo los detalles- le dije, “Gracias, rubia.”
Ella resoplo.
“Oye, sabes como se le dice a una rubia con cerebro?” Pregunte, y luego con el mismo aliento, “un Golden retriever.”
“También escuche ese,” dijo, sin sonreir.
“Seguire intentando,” lo prometo y luego continue.
Hizo una cara de fastidio y volteo los ojos. Luego se sentó en una de las sillas y empezó a cambiar canales en el televisor grande tan rápido que no había forma que ella estuviera buscando algo que ver.
La comida estaba bien, a pesar del hedor a vampiro en el aire. Me estaba acostumbrando en verdad a eso. Mm. No algo que estuviese deseando exactamente.
Cuando terminé-estaba considerando lamer el plato, sólo para dar algo de quejar a Rosalie- Sentí os dedos frios de Bella sobre mi pelo. Lo jalo hacia mi nuca.
“Hora de un corte, ah?”
“Te estas poniendo un poco lanudo,” dijo. “Tal vez-”
“Déjame adivinar, alguien acá solía cortar pelo en un salón en París.”
Ella murmuro, “Probablemente.”
“No gracias,” dije antes de que ella pudiera ofrecer en verdad. “Estoy bien por unas semanas más.”
Lo cual me hizo recordar cuán largo iba a durar ella. Trate de pensar en una forma educada de preguntarle.
“Entonces…Mm…cuál es la fecha? Ya sabes, del nacimiento del pequeño monstruo.”
Jalo la parte de atrás de mi cabeza con casi la misma fuerza para sacar plumas, pero no respondió.
“Es en serio,” Le dije. “Quiero saber cuánto estaré acá.” Cuánto ibas a estar acá, agregue en mi cabeza. Voltee para mirarla. Sus ojos estaban pensativos, la línea de estrés estaba entre sus cejas otra vez.
“No lo se,” murmuró. ”No exactamente. Obviamente, no vamos con el modelo de nueve meses acá y no podemos hacer un ultrasonido, así que Carlisle esta estimando por cuán grande estoy. La gente normal se supone que debe ser de 40cm acá”-paso sus dedos justo sobre el bulbo de su estomago-“Cuando el bebe crece completamente. Un centímetro por cada semana. Tenia 30 esta mañana y he ganado casi 2cm por día, a veces más…”
Dos meses por día, los días volaban. Su vida acelerando al máximo. Cuántos días eso le daba, si ella estaba contando sobre 40, cuatro? Me tomo un minuto mirar como digerirlo.
“Estas bien?” Pregunto ella.
Cabecee, inseguro de cómo sonaría mi voz.
La mirada de Edward se alejo de nosotros al escuchar mis pensamientos, pero yo pude ver su reflejo en la pared de vidrio. Era el hombre que se quemaba vivo de nuevo.
Era divertido como teniendo un plazo establecido se hacia mas dificil pensar en su partida, o en dejar que se vaya. Estaba contento de que Seth me hubiera informado, por lo que sabia que se quedarian aqui. Seria insoportable, preguntarse si ellos estaban a punto de irse, para llevarse uno o dos o tres de esos cuatro dias. MIS cuatro dias.
Tambien era gracioso como, aun sabiendo que se estaba acabando, el dominio que ella tenia en mi solo lo hacia mas dificil de terminar. Casi como si estuviera relacionado a su expandido vientre - mientras su tamaño aumentaba, ella ganaba fuerza gravitacional.
Por un minuto trate de mirarla desde la distancia, para separarme de la fuerza de atraccion. Sabia que no era mi imaginacion el hecho de que mi necesidad por ella era mas fuerte que nunca. ¿Por qué era eso? ¿Porque se estaba muriendo? ¿O porque incluso sabiendo que no moriria -en el mejor de los casos-, ella se volveria algo mas que yo no conocia o entenderia?
Recorrio mi pomulo con su dedo, y mi piel estaba humeda adonde ella tocara.
- Esto va a estar bien - dijo en una especie de canturreo. No importaba que las palabras no significaran nada. Ella lo dijo de la forma en la que la gente cantaba esas canciones infantiles sin sentido a los niños. Rock-a-bye, baby.(No se que signifique la frase. En google dice que es una cancion)
- Claro -refunfuñe. Ella giro contra mi brazo, descansando su cabeza sobre mi hombro.
- No pense que vendrias, Seth dijo que lo harias, y tambien Edward, pero no les crei.
- ¿Por que no? - pregunte bruscamente
- Tu no eres feliz aqui. Pero viniste igual.
- Tu me quieres aqui.
- Lo se. Pero no deberias haber venido, porque no es justo querer que estes aqui. Yo habria entendio.
Estuvimos callados por un minuto. El rostro de Edward volvio a su lugar. El miro a la teve mientras Rosalie iba cambiando los canales rapidamente. Ella estaba por el seiscientos. Me pregunte cuanto tiempo le tomaria volver al comienzo.
- Gracias por venir- Susurro Bella
- Puedo preguntarte algo? - Pedi
- Por supuesto
Edward no miraba como si estuviera prestandonos atencion a nosotros, pero el sabia lo que iba a preguntar, asi que no me engaño.
- ¿Por qué me quieres aqui? Seth podria mantenerte caliente, y seria mas facil para el estar cerca, ese feliz pequeño vandalo. Pero cuando yo entro por la puerta, tu sonries como si yo fuera tu persona favorita en el mundo.
- Tu eres una de esas personas.
- Eso apesta, tu lo sabes.
- Seh, - suspiro - Perdon.
- ¿Por que? No me respondiste eso.
Edward estaba mirando a la lejania otra vez, como si estuviera mirando por la ventana. Su rostro era blanco en el reflejo.
- Me siento... Completa cuando estas aqui, Jacob. Como si toda mi familia estuviera junta. Quiero decir, supongo que es como si lo fueran....Yo nunca tuve una familia grande antes. Es lindo. - Ella sonrio por medio segundo - Pero no esta completa cuando no estas.
- Yo nunca sere parte de tu familia, Bella.
Podria haber sido. Hubiera sido bueno pertenecer ahi. Pero eso era solo un futuro distante que murio mucho antes de tener una chance de vivir.
- Siempre seras una parte de mi familia - dijo en desacuerdo. Mis dientes hicieron un sonido rechinante.
- Esa respuesta es basura.
- ¿Que es una buena respuesta?
- ¿Que tal "Jacob, dare una patada para sacarte el dolor"? -La senti estremecerse.
- ¿Te gustaria esto mejor? - susurro - Es mas facil, por lo menos. Puedo envolver mi cabeza con eso. Puedo lidiar con eso.
Mira de vuelta hacia abajo, a su cara tan cerca de la mia. Sus ojos estaban cerrados y ella estaba frunciendo el ceño.
- Nos salimos de la pista, Jake. Fuera de balance. Se supone que tu eres una parte de mi vida...Puedo sentir eso, asi que tu tambien. - Ella paro un segundo sin abrir los ojos. Como si estuviera esperando que yo lo negara. Como no dije nada, ella continuo.
- Pero no como esto. Hicimos algo mal. No. Yo lo hice. Hice algo mal y nos salimos de la pista...
Su voz se calmo, y el ceño sobre su cara relajada hasta que solamente solo se fruncian un poco las esquinas de sus labios. Espere para que vertiera un poco mas de jugo de limon en mis cortes de papel, pero entonces un ronquido suave salio de su garganta.
- Ella esta agotada- murmuro Edward - Fue un largo dia. Un dia dificil. Pense que se dormiria temprano, pero ella esperaba por ti.
No lo mire.
- Seth dijo que se rompio otra costilla.
- Si. Se esta haciendo mas dificil para ella el respirar.
- Grandioso.
- Dejame saber cuando ella este caliente de nuevo.
- Seh.
Ella todavia tenia carne de gallina en el brazo que no tocaba el mio. Yo apenas habia levantado mi cabeza para buscar una manta cuando Edward agarro una del brazo del sofa y la arrojo de tal modo que quedara colocada sobre Bella. Ocasionalmente, la cosa de la telepatia ahorraba tiempo. Por ejemplo, tal vez yo no tendria que hacer una gran produccion sobre la acusacion de lo que pasaba con Charlie. Aquel desastre. Edward solo tendria que oir cuan furioso...-
- Si - estuvo de acuerdo - No es una buena idea.
- ¿Entonces por qué? ¿Por qué Bella le dice a su padre que esta recuperandose cuando eso solo podria hacerlo solo mas miserable?
- Ella no puede soportar su ansiedad.
- Entonces es mejor... -
- No. No es mejor. Pero no voy a obligarla a hacer nada que la haga infeliz ahora. Pase lo que pase, esto la hace sentir mejor. Tratare con el resto despues.
Eso no sono bien. Bella no dejaria el dolor de Charlie para otro dia, por alguno mas para enfrentar. Aun muriendo. Esa no era ella. Si yo conocia a Bella, ella tenia que tener algun otro plan.
- Esta muy segura de que va a sobrevivir. - Dijo Edward.
- No como humana - proteste.
- No, no como humana. Pero espera ver a Charlie de nuevo algun dia.
Oh, esto solo se ponia mejor y mejor.
- Ya veo. Charlie. - Finalmente lo mire - Despues. Ver a Charlie cuando sea de un blanco brillante con los ojos rojos. No soy una sanguijuela, asi que tal vez me este perdiendo algo, pero Charlie parece una extraña eleccion como primer almuerzo
Edward suspiro.
- Ella sabe que no sera capaz de estar cerca de el durante al menos un año. Piensa que puede resistirlo. Decirle a Charlie que tuvo que irse a un hospital especializado al otro lado del mundo. Mantenerse en contacto por llamadas telefonicas....-
- Eso es insano.
- Si.
- Charlie no es estupido. Aunque ella no lo mate el va a notar una diferencia.
- Ella esta contando con eso.
Yo segui mirando fijamente, esperando por su explicacion.
- Ella no envejecera, por supuesto, asi que eso nos da un tiempo limitado, aun si Charlie aceptara cualquier excusa ella vendria con los cambios. - él sonrio apenas - ¿Recuerdas cuando tu trataste de decirla sobre tu transformacion? ¿Como hiciste que lo adivinara?
Mi mano libre se flexiono en un puño.
- ¿Ella te lo dijo?
- Si. Ella estaba explicando su....idea. Veras, ella no tiene permiso de decirle a Carlie la verdad...Eso seria muy peligroso para el. Pero el es un hombre inteligente, practico. Bella piensa que el va a formar su propia explicacion. Asume que va a estar equivocado. - Edward resoplo - Despues de todo, apenas nos adherimos al canon vampirico. El asumira cosas equivocadas sobre nosotros, como hizo ella en el comienzo,e iremos con eso. Ella piensa que podra verlo...De vez en cuando.
- Insano - Repeti
- Si. - Acordo de nuevo.
Era debil de él dejarla hacer las cosas a su manera en esto, solamente para mantenerla feliz ahora. Esto no resultaria bien. Lo que me hizo pensar que el probablemente no esperaba que ella viviera para poner en practica su loco plan. Apaciguandola, de modo que ella pudiera ser feliz por un pequeño tiempo mas.
Como 4 dias mas.
- Yo tratare con lo que sea que venga - susurro, y bajo su cara, alejandola para que yo no pudiera siquiera ver su reflejo - No quiero causarle dolor ahora.
- ¿Cuatro dias? - pregunté. Él no levanto la mirada.
- Aproximadamente.
- ¿Entonces que?
- ¿Que quieres decir, exactamente?
Pense en lo que Bella habia dicho. Sobre la cosa envuelta agradablemente y apretujada en algo fuerte, algo como piel de vampiro. ¿Asi que como funcionaba eso? ¿Como saldria de ahi?
- De la poca investigacion que hemos podido hacer, las criaturas podrian usar sus dientes para escapar del vientre - susurro.
Hice una pausa para tragar la bilis.
-¿Investigacion? - Pregunte debilmente
-Es por eso que no has visto a Jasper y Emmett por aqui. Eso es lo que Carlisle esta haciendo ahora. Tratando de descifrar historias antiguas y mitos, es cuanto podemos hacer con lo que tenemos, buscando algo que podria atudarnos a predecir el comportamiento de la criatura.
- ¿Historias? Si hubiera mitos, entonces...
- ¿Entonces esta cosa no es la primera de su clase? - Edward pregunto, previendo mi pregunta - Tal vez. Esta todo muy incompleto. Los mitos pueden ser facilmente productos del miedo y la imaginacion. Aunque... - vacilo- sus mitos son ciertos, ¿No lo son? Tal vez estos lo sean, tambien. Parecen estar localizados, unidos...
- ¿Como encontra...-?
- No encontramos a una mujer en America del Sur. Ella habia sido criada con las tradiciones de su pueblo. Habia escuchado advertencias sobre tales criaturas, viejas historias que se fueron transmitiendo.
- ¿Cuales eran las advertencias? - Susurre
- Que la criatuera debia morir inmediatamente. Antes que pudiera ganar demasiada fuerza.
Justo como Sam pensaba. ¿Tenia razon?
- Por supuesto, sus leyendas dicen lo mismo de nosotros. Que debemos ser destruidos. Que somos asesinos sin alma.
Dos por dos.
Edward lanzo una risa dura.
- ¿Que dicen las historias sobre las... madres?
Agonia rasgante atraveso su rostro, y, como me estremeci de su dolor, supe que no me iba a dar una respuesta. Dude que él pudiera hablar. Fue Rosalie - quien habia estado tan quieta desde que Bella cayo dormida que casi la olvido - la que respondio. Hizo un ruido desdeñoso desde su garganta.
- Desde luego no hubo nunca sobrevivientes. - dijo. "No hubo nunca sobrevivientes", directa e indiferente- Dar a luz en el medio de un pantano infestado de enfermedades con un curandero untando perezosamente saliva en tu cara para liberar los malos espiritus nunca fue el metodo mas seguro. Hasta los nacimientos normales salian mal la mitad de las veces. Ninguno de ellos tuvieron lo que este bebe tiene... Cuidadores con una idea de lo que necesita, quienes tratan de satisfacer esas necesidades. Un doctor con un conocimiento reotalmente unico de la naturaleza vampirica. Un plan en marcha para recibir al bebe lo mas seguro posible. Veneno que puede reparar cualquier cosa que vaya mal. El bebe estara bien. Y todas esas otras madres habrian probablemente sobrevivido si huebieran tenido...Si es que existieron en primer lugar. Algo de lo que yo no estoy convencida - Inhalo desdeñosamente.
El bebe, el bebe. Como si eso fuera todo lo que importara. La vida de Bella era un detalle menor para ella...Facil de sacar volando. La cara de Edward era blanca como la nieve. Sus manos curvadas en garras. Totalmente indiferente y egoista, Rosalie se retorcio en su silla de modo que su espalda le diera a el . Edward se inclino hacia delante, agachandose "Permiteme" sugeri.
El se pauso, enarcando una ceja.
Silenciosamente levante mi tazon de perro del piso. Entonces, con un movimiento rapido de mi muñeca, lo lanze a la cabeza de la rubia tan fuerte que - con un golpe estridente- reboto y rompio el pedazo redondo superior del poste en el pie de las escaleras. Bella se retorcio pero no se desperto.
- Rubia tonta - masculle
Rosalie giro su cabeza lentamente, y sus ojos estaban ardiendo.
- Tu. Pusiste. Comida. En. Mi. Cabello.
Eso hice. Se lo tire encima. Me aleje de Bella de modo que no la sacudiera, riendome tanto que kas lagrimas bajaban por mis mejillas. Desde atras del sofa, oi la risa tintineante de Alice unirse. Me pregunte porque Rosalie no entraba en accion. Lo esperaba de alguna manera. Me di cuenta de que mi risa habia despertado a Bella, aunque no lo hubiera hecho con el verdadero sonido.
- ¿Que es tan gracioso? - mascullo
- Puse comida en su cabello -le dije, riendo con satisfaccion otra vez.
- No voy a olvidar esto, chucho. - siseo.
- No es dificil borrar memoria de una rubia - replique- Solo hay que soplar en su oreja.
- Consigue nuevos chistes - dijo bruscamente.
- Vamos, Jake. Deja a Rose en- Bella se quedo a mitad de la oracion y aspiro fuertemente. En el mismo segundo, Edward estaba inclinado sobre mi, rasgando la manta. Ella parecia tener convulsiones, su espalda arqueandose en el sofa.
- El solo esta - jadeo ella- estirando.
Sus labios estaban blancos, y tenia los dientes cerrados como si estuviera conteniendo un grito. Edward puso las manos a ambos lados de su cara.
- ¿Carlisle? - Llamo en una tensa y baja voz.
- Aqui mismo - dijo el doctor. No lo habia oido entrar.
- Bien - dijo Bella, aun respirando con dificultad y superficialmente. - Piensa que se termino. Pobre niño no tiene bastante espacio, eso es todo. Se esta haciendo tan grande.
Era realmente dificil de entender, aquel tono de adoracion que ella usaba para describir la cosa que la rompia. Especialmente despues de la insensibilidad de Rosalie. Me hacia desear tirarle algo a Bella, tambien. Ella no se dio cuenta de mi humor.
- Tu sabes, me recuerda a ti, Jake -dijo en un tono afectivo, aun jadeando.
- No me compares con esa cosa - Escupi a traves de mis dientes.
- Solo hablaba de tu estiron - dijo, pareciendo como si hubiera herido sus sentimientos. Bien. - Tu disparaste para arriba. Pude ver como te hacias mas alto a cada minuto. Él es asi, tambien. Creciendo tan rapido.
Mordi mi lengua para no decir lo que queria decir - Con tanta fuerza que senti el sabor de la sangre en mi boca. Por supuesto, esto se curaria antes de que pudiera tragar. Eso era lo que Bella necesitaba. Ser fuerte como yo, ser capaz de curarse...
Ella tomo una respiracion y luego se relajo en el sofa.
- Mmhh - Carlisle murmuro.Lo mire, y sus ojos estaban sobre mi.
- ¿Que? - Demande
La cabeza de Edward apoyada a un costado como si reflejara lo que Carlisle estaba pensando.
- Tu sabes que yo me preguntaba sobre el los cromosomas del feto, Jacob.
- ¿Y que?
- Bueno, tomando sus semejanzas en consideracion-
- ¿Sus semejanzas? - Gruñi, no apreciando el plural.
- El crecimiento acelerado, y el factor de que Alice no puede ver a ninguno.
Senti mi cara volverse blanca. Me habia olvidado de eso.
- Bueno, me pregunto si eso significa que tenemos una respuesta. Si las semejanzas son profundas geneticamente.
- 24 pares- Edward refunfuño bajo su aliento.
- No lo sabes.
- No. Pero es interesante especular. - dijo Carlisle con voz calmante.
- Si. Fascinante.
El ronquido ligero de Bella empezo de nuevo, acentuando mi sarcasmo amablemente.
Ellos empezaron, entonces una conversacion de genetica en la que las unicas palabras que yo entendia eran los "el" y las "y". Y mi propio nombre, desde luego. Alice participo, comentando de vez en cuando con su voz de pajaro alegre. Incluso aunque ellos hablaran de mi, no trate de estender las conclusiones que ellos sacaban. Yo tenia otras cosas en mi mente, unos hechos que estaba tratando de reconciliar.
En primer lugar Bella dijo que la criatura estaba protegida por algo fuerte como la piel de un vampiro, algo que era impenetrable para los ultrasonidos, demasiado resistente para las agujas. En segundo Rosalie habia dicho que ellos tenian un plan para recibir a la criatura a salvo. En tercer lugar, Edward dijo que - en mitos- monstruos como este pueden masticar el camino para salir de sus madres.
Me estremeci.
Y esto me dio alguna clase enferma de sentido, porque en cuarto lugar, no muchas cosas cortan a traves de la piel de vampiro. Los dientes de la criatura mestiza - de acuerdo a los mitos - eran bastante fuertes. Mis dientes eran bastante fuertes.
Y los dientes de vampiro eran bastante fuertes.
Era dificil perderse lo obvio, pero de seguro yo deseaba hacerlo. Porque tuve una buena idea de como exactamente Rosalie planeba sacar esa criatura "a salvo".
16 – DEMASIADA INFORMACION, ALERTA.
Me fui temprano, antes del amanecer. Me habia puesto algo inquieto dormir al lado del sofa. Edward me desperto cuando la cara de Bella sonrojada, el tomo mi lugar para enfriarla. Me estire y decidi que habia descansado lo suficiente para hacer algo de trabajo
“Gracias” dijo Edward calladamente, viendo mis planes –“ si la ruta esta vacia, se iran hoy”
“ te hare saber”
Se sentia bien volver a mi forma animal. Estaba tieso de estar quietamente sentado por tanto tiempo. Aumente mis zancadas, trabajando en mis retorceduras.
“Buenos Dias, Jacob” – me saludo Leah
“Bien estas despierta” “Hace cuanto que Seth ha estado afuera?”
“No ha salido todavía” – penso Seth adormilado- “Casi saliendo ya” “Que necesitas?”
Piensas que puedes aguantar otra hora?
Claro, no hay problema – Seth se fue de inmediato, moviendo su pelaje
Vamos a hacer la larga carrera – le dije a Leah – Seth toma el perímetro
Esta bien – Seth rompio en un leve empujoncito
Detrás de otro vampiro errante – se quejo Leah
Tienes un problema con eso?
Claro que no, yo adoro mimar esas queridas sanguijuelas
Bien, ahora veamos que tan rapido podemos correr
Ok, definitivamente estoy dispuesta a eso!
Leah estaba en lejano borde oeste del perímetro. Mejor que estar cerca de la casa de los Cullen, ella siguió el circulo mientras corria alrededor para encontrarme. Yo corria directamente hacia el este, sabiendo que aunque tenia la ventaja, ella me pasaria tan rapido si me lo tomaba despacio incluso si fuera por un segundo.
Nariz en el suelo, Leah, esto no es una carrera; es una misión de reconocimiento
Puedo hacer ambos y aun patearte el trasero
Le di esa, lo sabia.
Ella rio
Tomamos un sendero atravez de las montañas del este. Era una ruta familiar. Nosotros corriamos estas montañas cuando los vampiros se habian ido hace un año, haciendolo parte de nuestra ruta de patrulla para proteger mejor a las personas de aquí. Después nos retiramos cuando los Cullen volvieron. Este es su territorio de acuerdo al trato.
Pero ese hecho seguramente no significaria nada para Sam ahora. El trato estaba roto. La pregunta ahora era que tan delgado estaba el dispuesto a desplazar su fuerza. Estaba esperando a desviar a los Cullen para atacar furtivamente en sus tierras o no? Habia Jared hablado la verdad o se habia aprovechado del silencio entre nosotros?
Nos adentramos mas y mas en las montañas, sin encontrar ninguna pista del grupo. Pequeñas pistas de vampiros estaban por todos lados, pero los olores eran familiares ahora. Estaba respirandolos todo el dia
Encontre algo fuerte, alguna reciente concentración de uno de los rastros particulares – todos iban y venian excepto por Edward. Alguna razon por reunirse aquí debio ser olvidada cuando Edward trajo a su agonizante esposa embarazada a casa. Rechine mis dientes. Sea lo que sea no tiene nada que ver conmigo.
Leah no se esforzo por pasarme, aunque pudo haberlo hecho. Ahora estaba poniendo mas atención a cada nuevo olor que a la competencia de velocidad. Ella siguió a mi lado derecho, corriendo conmigo mas que corriendo contra mi.
Nos estamos alejando bastante – ella comento
Si, si Sam estuviera cazando, nos hubieramos cruzado en su camino por ahora
Tiene mas sentido para el de quedarse en la Push – penso Leah – El sabe que le estamos dando a los chupasangre 3 pares extra de piernas y ojos. El no va a ser capaz de sorprenderlos
Esto fue solo una precaucion realmente
No querriamos que nuestros queridos parasitos tuvieran que tomar oportunidades innecesarias
Nop – asenti ignorando el sarcasmo
Has cambiado mucho, Jacob- habla de tu giro de 180 grados
Tu tampoco eres la misma Leah que siempre he conocido y amado
Cierto. Acaso soy menos molestia que Paul ahora?
Sorprendentemente si
Ah dulce éxito
Felicidades
Corrimos en silencio otra vez. Probablemente era tiempo de que regresáramos pero ninguno de los dos queríamos. Se sentia bien correr asi. Estariamos mirando al circulo del sendero por mucho tiempo. Se sentia bien estirar nuestros musculos y tomar el escabroso terreno, no teniamos mucha prisa, asi que pense que podriamos cazar durante nuestro camino de regreso. Leah estaba muy hambrienta
Yum,yum – ella penso amargamente
Esta todo en tu cabeza – le dije – Es la manera en que los lobos comen, es natural. Sabe bien. Si no lo pensaras desde la perspectiva humana
Olvida el comentario de animo, Jacob. Cazare. No me tiene que gustar
Claro, claro- asenti fácilmente, no era mi asunto si ella queria hacer las cosas mas difíciles para ella misma
Ella no añadio nada por unos minutos. Empece a pensar en volver.
Gracias- dijo Leah en un tono completamente diferente
Por?
Por dejarme ser, por dejarme quedarme. Has sido mucho mas amable de lo que tenia derecho a esperar, Jacob.
Er, no hay problema. De hecho, lo digo en serio. No me molesta tenerte aquí como pense que lo haria.
Ella bufo, pero era un sonido jugueton. - Que gran recomendación
No dejes que se te suba a la cabeza
Ok, si no dejas que esto se te suba a la tuya
Ella se detuvo por un segundo – creo que harias un buen Alfa. No en la misma manera de Sam, pero en tu propia manera. Vale la pena seguirte Jacob
Mi mente se puso en blanco de la sorpresa. Me tomo un segundo recuperarme lo suficiente para responder
Er, gracias,no estoy completamente seguro que podre evitar que se me suba a la cabeza. De donde vino eso?
Ella no respondio inmediatamente, segui la muda direccion de sus pensamientos. Ella estaba pensando en el futuro sobre lo que le dije a Jared la otra mañana. Sobre como el tiempo se acabaria pronto, entonces tendria que volver al bosque. Sobre como prometi que ella y seth volverian a la manada cuando los Cullen se marcharan…
“Quiero quedarme contigo”- ella me dijo
El golpe de shock paso por mis piernas, cerrando mis conyuturas. Ella me paso velozmente y después freno. Despacio ella camino hacia donde yo me habia congelado
“ No sere una molestia, lo juro, no te seguire. Puedes irte adonde quieras y yo ire adonde yo quiera. Solo tendras que soportarme cuando ambos seamos lobos. Ella caminaba adelante y atrás mio, moviendo su gran cola gris nerviosamente. Y como estoy planeando renunciar tan pronto como pueda manejarlo… Talvez no sea tan seguido.
No sabia que decir
Soy mas feliz ahora, como parte de tu manada, de lo que he estado en años.
Yo tambien me quiero quedar – Seth penso calladamente. No me habia dado cuenta de que el habia estado poniendo tanta atención a nosotros mientras el corria el perímetro. Me gusta esta manada
Oigan! Esto no va a ser una manada por mucho tiempo. Trate de organizar mis pensamientos para que pudiera convencerlo. Tenemos un proposito ahora, pero cuando…después de que eso termine. Solo sere un lobo. Seth necesitas un proposito. Eres un buen chico. Tu eres el tipo de persona que siempre tiene una cruzada. Y no hay manera de que dejes La Push ahora. Te vas a graduar del colegio y a hacer algo con tu vida. Vas a cuidar de Sue. Mis problemas no deben alterar tu vida.
Pero…
Jacob tiene razon – apoyo Leah
Estas de acuerdo conmigo?
Claro, pero nada de esto se me aplica a mi. Yo estaba de salida de todos modos. Tomare un trabajo en algun lugar lejos de La Push. Talvez tomare unos cursos en un instituto. Tomar Yoga y meditacion para trabajar en mis problemas de temperamento…Y ser parte de esta manada por el bien mental de Jacob, puedes ver como eso tiene sentido, verdad? Yo no te molestare, tu no me molestaras, todo el mundo es feliz
Me di la vuelta y empece a moverme hacia el oeste
Esto es un poco mas de lo que esperaba Leah, dejame pensarlo, de acuerdo?
Claro tomate tu tiempo
Nos tomo mas tiempo el camino de regreso. No estaba tratando de acelerar. Solo estaba concentrandome lo suficiente como para no pegar contra un arbol. Seth estaba quejandose un poco, pero fui capaz de ignorarlo. El sabia que tenia razon. El no iba a abandonar a su madre. El volveria a La Push y proteger la tribu como deberia
Pero no veia a Leah haciendo eso y era simplemente aterrador
Una manada de nosotros dos? No importaba la distancia fisica, no podia imaginarme la…intimidad de la situación. Me pregunte si ella realmente lo analizo o si estaba desesperada por quedar libre.
Leah no dijo nada mientras digería eso. Era como si ella estuviera tratando de probar que tan facil seria esto si fueramos solo nosotros.
Nos encontramos una manada de venados cola negra, justo cuando el sol salia, iluminando las nubes detrás de nosotros. Leah suspiro internamente pero no dudo. Su embestida fue limpia y eficiente – incluso con gracia. Ella tomo el mas grande, el macho, incluso antes de que el animal entendiera completamente el peligro
Para no terminar ahí, yo embesti contra el otro venado mas grande, torciendo su cuello entre mis mandibulas rapidamente, para que ella no sintiera un dolor innecesario. Podia sentir el desagrado de Leah peleando contra su hambre, y trate de hacerlo mas facil para ella dejando que el lobo en mi se apoderara de mi cabeza. Yo habia vivido completamente un lobo por bastante tiempo que sabia como ser un animal completamente, ver su forma, pensar en su forma. Deje que los instintos practicos se apoderaran de mi, dejandola a ella sentir lo mismo. Ella dudo por un segundo, pero entonces tentativamente, ella parecio alcanzar con su mente y tratar de verlo desde mi manera. Se sentia muy extraño, nuestras mentes eran mas cercanas de lo que jamas habian estado. Por que ambos estabamos tratando de pensar juntos.
Extraño, pero la ayudo. Sus dientes cortaron atravez del pelaje y la piel del hombro de su presa, arrancando un gran trozo de carne. En vez de alejarse comom sus pensamientos humanos querian, ella dejo que su forma lobuna actuara instintivamente. Era un tipo de adormecimiento, una accion sin pensar. La dejo comer en paz.
Era facil para mi hacer lo mismo. Y estaba feliz de que no habia olvidado como hacerlo. Pronto, esta seria mi vida de nuevo.
Seria Leah una parte de esa vida? Una semana atrás, encontraria esa idea mas alla de aterradora. No hubiera sido capaz de soportarlo. Pero ahora la conocia mejor, y alivio de un contante dolor, pero ella no era la misma loba, no era la misma chica.
Cominos juntos hasta que los dos estabamos llenos
Gracias – ella me dijo mientras limpiaba su hocico y sus patas contra el humedo césped. No me molestaba, habia empezado a lloviznar y teniamos que nadar el rio otra vez en nuestro camino de regreso. Me limpiaria lo suficiente. “ Eso no estuvo tan mal pensandolo en tu manera”
De nada
Seth estaba arrastrandose, cuando llegamos al perímetro, le dije que durmiera un poco, Leah y yo nos hariamos cargo. La mente deSeth callo en la inconciencia unos segundos después.
Te dirijieras de nuevo donde los chupasangre- pregunto Leah
Tal vez
Es difícil para ti estar ahí, pero es difícil estar lejos tambien, Se como se siente
Sabes Leah, talvez quieras pensar un poco en el futuro, sobre lo que realmente quieres hacer. Mi cebeza no va a ser el lugar mas feliz sobre la Tierra, y tendras que sufrirlo junto conmigo.
Ella penso sobre como responderme – Wow, esto va a sonar mal. Pero, honestamente, seria mas facil lidiar con tu dolor que enfrentar el mio.
Esta bien
Se que va a ser malo para ti Jacob, entiendo eso, tal vez mejor de lo que piensas, No me gusta ella pero…ella es tu Sam, Ella es todo lo que tu quieres, y todo lo que no puedes tener.
No podia responder
Se que es peor para ti. Al menos Sam es feliz, al menos el esta con vida y está bien. Lo amo lo suficiente que quiero eso. Quiero que el tenga lo mejor. Ella suspiro. No quiero quedarme para verlo
Tenemos que hablar de esto?
Creo que si. Por que quiero que sepas que no hare esto peor para ti. Maldición incluso talvez te ayude, No naci como una incompasiva musaraña. Yo solia ser algo amable, sabes?
Mi memoria no va tan lejos.
Ambos reimos al mismo tiempo
Lamento esto Jacob, lamento que estes sufriendo. Lamento que se esta poniendo peor y no mejor.
Gracias Leah
Ella penso sobre las cosas que eran peor, las imágenes negras en mi cabeza, mientras trataba de callarlas sin mucho éxito. Ella era capaz de mirarlas con algo de distancia, alguna perspectiva, y tenia que admitir que esto ayudaba. Podria imaginar que talvez seria capaz de verlo de esa manera tambien, en unos años.
Ella vio el lado gracioso de las irritaciones diarias que venian de andar con vampiros, ella le gusto mi irritaciones con Rosalie, riendo entre dientes internamente, e incluso corriendo atravez de unos cuantos chistes de rubias en su cabeza que yo talvez pueda utilizar. Pero cuando sus pensamientos se tornaron serios, demorando en la cara de rosalia in esa manera me confundia
Sabes que es loco? Me pregunto
Bueno, casi todo es loco ahora, pero a que te refieres?
Esa rubia vampiro que odias tanto, comprendo totalmente su perspectiva
Por un segundo pense que ella estaba haciendo una broma que era de mal gusto, entonces comprendi que estaba siendo seria, la furia que salio de mi era difícil de controlar. Era bueno que nos habiamos esparcido para vigilar nuestro turno. Si ella hubiera estado en una distancia lo suficientemente cerca para moder…
Espera! Dejame explicar!
No quiero escucharlo, me voy
Espera, espera! Ella rogo cuando trataba de calmarme lo suficiente para responder. Vamos, Jake!
Leah esta realmente no es la mejor forma de convencerme que quiera pasar mas tiempo contigo en el futuro
Si!, que mal reaccion. Ni siquiera sabes de lo que estoy hablando
Asi, de que estas hablando?
Entonces ella de repende el dolor de Leah se intensifico mas que antes. Estoy hablando sobre ser un final geneticamente muerto, Jacob
la orilla viciosoa de sus palabras me dejó andando con dificultad. No estaba esperando que mi ira triunfara
No entiendo
Tu lo entenderias, si no fueras justo como el resto de ellos, si mi “acciones femeninas” – ella penso las palabras con dificultad y sarcastico tono – no te auyentaran como cualquier otro estupido hombre, podrias poner atención a lo que todo esto significa
Oh
Si, ninguno de nosotros nos gustaba pensar sobre esas cosas con ella. Quien lo haria? Claro recuerdo el panico de Leah ese primer mes después de que se unio a la manada y recuerdo haberse alejado(cringing away) de eso justo como todos los demas. Por que ella no podria estar embarazada, no amenos que hubiera algun tipo de extraña mierda religiosa. Ella no habia estado con nadie desde Sam. Entonces cuando las semanas fueron pasando y nada se volvio mas en nada, ella se habia dado cuenta de que su cuerpo no estaba siguiendo los patrones normales. El miedo…que era ella ahora? Habia su cuerpo cambiado por que se habia convertido en una mujer lobo? O se habia convertido ella en una mujer lobo por que su cuerpo andaba mal? La unica mujer lobo en la historia de siempre. Era por que ella no era una mujer como ella deberia ser?
Ninguno de nosotros queria lidiar con esa depresion
Obviamente, no era como que pudieramos compenetrar.
Sabes, por que Sam piensa que nosotros nos imprimamos – ella penso mas calmada ahora
Claro, para seguir con la linea
Claro, para hacer un monton de nuevos pequeños hombres lobo. La superviviencia de la especie, geneticamente omisa. Tu eres elegido a ser la persona que da la mejor oportunidad para pasar los genes del lobo.
Espere para que ella me dijiera iba esto
Si fuera algo buena para eso, Sam me hubiera elegido.
Su dolor era suficiente que yo rompi una zancada debajo.
Pero no lo soy. Hay algo mal conmigo. No tengo la habilidad de pasar el gen, aparentemente, a pesar de mi herencia sanguinea. Asi que me he convertido en un fenómeno – una chica lobo – buena para nada mas. Soy un final genetico muerto. Y ambos lo sabemos.
No lo sabemos – discuti con ella- esa es solo la teoria de sam, la imprimacion pasa, pero no sabemos por que. Hill cree que es por algo mas
Lo se, lo sé, el cree que tu imprimacion te hace un lobo mas fuerte. Por que tu y Sam son enormes monstruos, mas grandes que nuestros padres. Pero de todas maneras, aun no soy candidata, soy..menopausica. Tengo veinte años y soy menopausica
Ugh, Yo no queria tener esta conversación – Tu no sabes eso Leah, es probablemente, la cosa de la congelación en tiempo. Cuando renuncies a tu lobo y empieces a envejecer de nuevo, estoy seguro que las cosas …ah…retomaran su curso
Tal vez piense eso – excepto que nadie se ha imprimado de mi, no considerando mi impresionante pedigree. Sabes – añadio consideradamente- si no estuvieras, Seth, probablemente seria el mejor para ser Alfa, por su sangre al menos. Por supuesto que nadie jamas me consideraria a mi…
De verdad quieres imprimir, o ser imprimada o lo que sea – demande . Que hay de malo en salir y enamorarte de una persona normal, Leah? La imprimacion es solo otra manera de que tus elecciones te sean arrebatadas
Sam, Jared, Paul, Quil…a ellos no parece importarles
Ninguno tiene mente por si mismos
No quieres ser imprimado?
Claro que no!
Eso es por que ya estas enamorado de ella. Eso se ira, sabes, si te imprimas. No tendrias que lastimarte por ella nunca mas
Quieres olvidar la manera que te sientes por Sam?
Ella delibero por un momento – Creo que si
Yo suspire, Ella estaba en un lugar mas saludable que yo
Pero volviendo a mi punto original, Jacob, entiendo por que la vampiro rubia es tan fria –en un sentido figurativo. Ella esta concentrada, Ella tiene sus ojos puestos en el premio, no? Por que tu siempre quieres cada cosa que jamas podras tener.
Tu actuarias como Rosalie? Tu matarias a alguien por que lo que ella esta haciendo, asegurandote de que nadie interfiera con la muerte de Bella, harias eso para tener un bebe? Desde cuando eres tu a criadora?
Solo quiero las opiniones que no tengo Jacob, tal vez si hubiera algo malo conmigo, nunca lo he pensado
Matarias por eso? –demande, no dejandola que se escapara de mi pregunta
No es eso lo que ella esta haciendo, creo que es mas como que ella esta viviendo por preferencias. Y ….si Bella me pidiera no ayudarla con esto… - Ella hizo una pausa, considerando- Aunque, no pienso mucho de ella, probablemente haria lo mismo que la chupasangre.
Un gruñido salio entre mis dientes
Por que, si fuera al revez, yo querria que Bella hiciera eso por mi. Y tambien asi Rosalie. Ambas lo hariamos a su manera
Ugh! Eres tan mala como ellos!
Eso es la cosa graciosa sobre conocer que no puedes tener algo. Te desespera
Y…ese es mi limite, justo ahí, esta conversación se acabo
Bien
No era suficiente que ella aceptara a dejar la conversación, Queria una terminacion mas fuerte que esa
Estaba just a una milla de donde habia dejado mis ropas, asi que volvi a mi forma humana y camine. No pense sobre nuestra conversación, por que no podia soportarlo. No seria capaz de verlo de esa manera, pero era mas difícil seguir haciendo eso cuando Leah, habia puesto sus pensamientos y emociones directamente en mi cabeza.
Si, no estaba corriendo con ella cuando esto habia terminado, Ella podria irse a ser miserable en La Push. Un pequeña orden del Alfa antes de que me fuera para siempre no mataria a nadie.
Era realmente temprano cuando llegue a la casa. Bella probablemente estaba dormida todavía. Me suponia meti mi cabeza adentro para ver que estaba pasando, darles la luz verde para que fueran a cazar y entonces encontrar un pedazo de césped lo suficientemente suave para dormir mientras era humano. No iba a transformarme hasta que Leah estuviera dormida
Pero habia un monton de murmullos dentro de la casa, asi que talvez Bella no estaba dormida. Y entonces oi el sonido de una maquina que venia desde el piso de arriba de nuevo – los rayos X? Genial. Parecia que el dia cuatro de la cuenta habia empezado con un agitación.
Alice abrio la puerta para mi antes de que pudiera entrar
Ella asintio: Hola lobo
Hola, enana, que esta pasando ahí arriba? El gran salon estaba vacio- todos los murmullos estaban en el segundo piso
Ella subio sus puntiagudos hombros pequeños “Tal vez otro hueso roto”. Ella trato de decir las palabras casualmente, pero podia ver el fuego dentras de sus ojos. Edward y yo no eramos los unicos que se quemaban por dentro por esto. Alice adoraba a Bella tambien.
Otra costilla? Pregunte con voz ronca
No. Pelvis esta vez
Era gracioso como seguia golpeandome, como cada cosa nueva fuera una sorpresa. Cuando iba a parar de estar sorprendido? Cada nuevo desastre parecia algo obvio en una version retrospectiva (hindsight)
Alice estaba mirando a mis manos, mirandolas temblar
Entonces escuchamos a la voz de Rosalie arriba
“Ves te lo dije, no lo oi romperse, necesitas revisarte las orejas, Edward
No hubo respuesta
Alice hizo una mueca. “Edward va a terminar descuartizando a Rose en pequeños pedazos, yo creo. Estoy sorprendida que ella no vea eso. O tal vez piense que Emmett sera capaz de detenerlo
“Yo me encargo de Emmett” – me ofreci – Tu puedes ayudar a Edward en la parte de descuartizar.
Alice medio sonrio
La procesion vino abajo, Edward tenia a Bella esta vez. Ella estaba agarrando su vaso de sangre en ambas manos, y su rostro estaba blanco. Podia ver que a pesar de que el compensaba por cada pequeño movimiento de su cuerpo para evitar moverla mas de lo que ella podia tolerar (jostling) ella estaba lastimada.
Jake – ella susurro, y sonrio a pesar del dolor
La mire, sin nada que decir
Edward puso a Bella con mucho cuidado en el sillon y se sento en el suelo por su cabeza. Me pregunte brevemente por que no la dejaban arriva y luego decidi que debia ser idea de Bella. Ella queria que las cosas fueran normales, evitar sentirse como en un hospital, y el naturalmente, la estaba complaciendo.
Carlisle bajo despacio, el ultimo, su rostro se arrugaba de preocupación. Lo hacia verse lo suficientemente viejo para ser doctor.
Carlisle dije, Fuimos a mitad de camino a Seatle, no hay señal de la manada, pueden ir
Gracias Jacob, En un buen tiempo. Hay mucho que necesitamos. Sus ojos negros se dirijieron a la copa que Bella sostenia fuertemente
Honestamente, creo que estas a salvo de tomar mas de 3. Estoy bastante seguro que Sam se esta concentrando en La Push.
Carlisle asintio en acuerdo. Me sorprendio su disposición a mi consejo. “Si tu lo crees, Alice, Esme, Jasper y yo iremos. Después Alice puede ir con Emmett y Rosa
Ni creas –silbo Rosalie Emmett puede ir con ustedes ahora
Tu deberias cazar, dijo Carlisle Ens. Gentil voz.
Su tono no suavizo el de ella – “Yo cazare cuando el lo haga” gruño, dirigiendo su cabeza hacia Edward y después se acomodo el cabello
Carlisle suspiro
Jasper y Emmett bajaron las escaleras rapidamente, y Alice se les union, por la puerta trasera de cristal en el mismo segundo
Esme se unio al lado de Alice
Carlisle puso su mano en mi brazo. El toque helado no se sentia bien, pero no me aleje. Me mantuve quieto, mitad sorprendido y mitad por que no queria lastimar sus sentimientos
Gracias dijo de nuevo, entonces el salio por la puerta con los otros cuatro. Mis ojos los siguieron mientras ellos volaban sobre el terreno y desaparecieron antes de que yo tomara otro respiro. Su necesidad debia ser mas urgente de lo que me hubiera imaginado
No hubo sonido por un minuto, Podia sentir a alguien mirarme, y sabia quien era. Estaba planeando irme y dormir un rato, pero la oportunidad de arruinar la mañana de Rosalie era demasiado buena para dejarla pasar.
Asi que me pasee por el respaldar de la silla junto a la que Rosalie se habia sentado extendiendome para que mi cabeza estuviera inclinada hacia Bella, y mi pue izquiero cerca de la cara de Rosalie
Ew! Alguien mande el perro afuera – ella murmuro, arrugando su nariz
Habias oido esta, sicopata (psycho?) como las celulas de una rubia mueren?
Ella no dijo nada
Bueno? Pregunte- sabes la respuesta? O no?
Ella miro directamente a la TV y me ignoro
Ella lo ha oido? Le pregunte a Edward
No habia humor en su cara tensa – el no movio sus ojos de Bella, pero dijo no
Genial, asi que disfrutaras esto, chupa sangre – las celulas de una rubia mueren solas
Rosalie no me miro. “He matado cien veces mas seguido de lo que tu lo has hecho. Bestia repugnante, no olvides eso”
“Algun dia, Reina de Belleza, te vas a cansar de amenazarme. Realmente estoy esperando eso
“Suficiente, Jacob” – dijo Bella
Mire hacia abajo, y ella estaba frunciendome el ceño. Parecia que el buen humor de ayer se habia ido.
Bueno, no queria molestarla. “Quieres que me vaya” ofreci
Antes de que pudiera esperar o temer que ella finalmente se hubiera cansado de mi, ella parpadeo y la arruga de su cara desaparecio. Ella parecia compoletamente sorprendida que hubiera llegado a esa conclusión
No!, claro que no!
Yo suspire, y escuche a Edward suspirar calladamente tambien, Sabia que el deseaba que ella me superara tambien. Que mal que el jamas le pediria que ella hiciera algo que la hiciera infeliz.
Te ves cansado – comento Bella
Exhausto – Admiti
Me gustaria dejarte muerto – murmuro Rosalie, demasiado bajo para que Bella escuchara
Me hundi mas profundo en la silla, poniendome comodo, mis desnudos pies estaban balanciandose cerca de Rosalie por una revancha. Senti el viento cuando Rosalie, volo hacia las escaleras para traer mas sangre, estaba realmente callado. Supuse que mejor podria tomarme una siesta.
Y entonces Edward dijo: Dijiste algo? En un tono desconcertado. Extraño. Por que nadie habia dicho nada, y por que Edward escuchaba tan bien como yo. El deberia saber eso
El estaba mirando a Bella, y ella a el. Ambos lucian confusos.
Yo – pregunto ella después de un segundo- no dije nada
El se movio en sus rodillas, inclinandose hacia ella, pero su expresión se volvio, de pronto intensa en una manera muy diferente. Sus ojos negros se concentraron en el rostro de ella
Que es lo que estas pensando ahora mismo?
Ella lo miro en blanco. Nada, que pasa?
Que estabas pensando hace un minuto? El pregunto
Solo…la isla esme y plumas.
Sonaba como un completo disparate para mi, pero entonces ella se sonrojo y supe que era mejor para mi no saber.
Di algo mas – el susurro
Como que? Edward, que pasa?
Su cara cambio otra vez, entonces el hizo algo que hizo que hizo que me quedara con la boca abierta. Oi un carraspeo destras de mi y supe que Rosalie estaba de vuelta, estaba tan pasmada como yo
Edward, muy suavemente puso sus manos contra su enorme y redondo estomago
La…- trago saliva – Eso…el bebe le gusta el sonido de tu voz.
Hubo otro corto periodo de silencio total. No podia mover un músculo, ni siquiera parpadear. Entonces
Santo Dios!, puedes oirlo! – Grito Bella, en el siguiente segundo ella respingo
La mano de Edward se movio a la parte de arriba de la panza de Bella y gentilmente la acaricio en el lugar donde debio haberla pateado
Shh – el murmuro – Asustaste a esa cosa…él.
Los ojos de Bella se ensancharon y se llenaron de dicha, Ella toco la parte de su estomago – “Lo siento, bebe”
Edward estaba escuchando concentrado, su cabeza se inclino hacia el bulbo
Que es lo que el esta pensando ahora? – demando ella con ansias
Eso..el o ella, esta… -pauso y miro en sus ojos. Sus ojos estaban llenos con una similar admiración – solo que los suyos demostraban mas cuidado y resentimiento- El esta feliz, dijo Edward con una voz incredula.
Atrapo un respiro, y era imposible no ver fanatico rayo en sus ojos. La adoración y la devocion. Grandes lagrimas inundaban sus ojos y corrian en silencio bajo su cara y sobre sus sonrientes labios.
Mientras el la mirada, su rostro no dibujaba miedo ni enojo, ni otra de sus otras expresiones que el habia usado desde su regreso. Estaba maravillado con ella.
“Por supuesto que eres feliz, bebe bonito, claro que lo eres” ella canturreo, acariciando su estomado, mientras las lagrimas limpiaban su rostro. “ Como no podrias serlo, tan seguro y caliente y amado? Te amo demasiado, pequeño EJ, claro que eres feliz
Como lo llamaste? Edward pregunto curioso
Ella se sonrojo de nuevo – Le quise poner un nombre, pero no crei que tu querrias…bueno tu sabes.
EJ?
El nombre de tu padre tambien era Edward
Si, lo era, que…? El pauso y dijo Hmmm…
Que?
A el tambien le gusta mi voz
“Claro que le gusta” El tono de ella era casi arrogante ahora – tienes la voz mas hermosa del universo, a quien no le gustaria?
Tienes un plan de refuerzo? Pregunto rosalie, inclinandose sobre la parte de atrás del sofa con la misma mirada de pregunta arrogante en su rostro como en la de Bella. – Que tal si él es ella?
Bella se limpio con su mano debajo de sus ojos humedos. “He pensado unas cuantas cosas alrededor. Jugando con Renée and Esme. Estaba pensando…Ruh-nez-may
Ruhnezmay?
R-e-n-e-s-m-e-e. Too weird?
No, me agrada – Rosalie le aseguro. Sus cabezas estaban juntas, oro y caoba. –Es hermoso y unico, asi que encaja
Todavía pienso que es un Edward
Edward estaba mirando hacia un lugar vacio, si cara esta inexpresiva mientras escuchaba
Que? – pregunto Bella, su rostro estaba iluminado. Que esta pensando ahora?
Al principio el no contesto, y entonces – asombrandonos a todos, tres distintos y separados respingos – el yacio su oido tiernamente sobre su estomago
Te ama- Edward susurro, sonando sorprendido – Absolutamente el te adora.
En ese momento, supe que estaba solo, totalmente solo, queria patearme cuando me di cuenta cuanto habia estado contando en ese odioso vampiro, que estupido, como si tu pudieras contar con una sanguijuela! Por supuesto que me traicionaria al final.
Habia contado con que el estaria de mi lado, habia contado con el en sufrir mas de lo que sufro. Y, mas que todo, habia contad con el en odiar aquella cosa que esta matando a Bella, mas de lo que lo odiaba.
Yo confiaba en el con eso.
Incluso ahora que estaban juntos, los dos se inclinaron hacia el continuo crecimiento del invisible monstruo con sus ojos encendidos como una feliz familia.
Y estaba solo con mi odio y dolor que era tan malo como si estuviera siendo torturado. Como ser arrastrado lentamente en medio de una cama llena de espadas y cuchillas. Un dolor tan malo como si tomaras la muerte con una sonrisa solo para huir de ella
El calor desencadeno mis congelados musculos, y estaba en pie
Las 3 cabezas miraron rapidamente, y mire mi dolor pasar como una onda en la cara de Edward, mientras el traspasaba en mi cabeza de nuevo
Ahh, el se quedo quieto
No sabia lo que estaba haciendo, me quede ahí, temblando, listo para explotar al primer escape que pudiera pensar
Moviendome como el golpe de la serpiente. Edward se dirigio rapidamente hacia una pequeña mesa, y rasgo algo del lado de la mesa. Lo arrojo hacia mi, yo atrape el objeto por reflejo
“Ve Jacob, vete lejos de aquí” El no lo dijo rudamente – el dijo las palabras como si fueran un consejo. El me estaba ayudando encontrar el escape que me estaba muriendo por conseguir. El objeto en mis manos era un set de llaves de un auto.
17. ¿QUÉ PAREZCO? ¿EL MAGO DE OZ? ¿NECESITAS UN CEREBRO? ¿NECESITAS UN CORAZÓN? ADELANTE. TOMA EL MÍO. TOMA TODO LO QUE TENGO.
TENÍA UNA ESPECIE DE PLAN MIENTRAS CORRÍA HACIA EL GARAGE DE LOS CULLEN.
La segunda parte de este estaba balanceado hacia el coche del chupasangre en mi camino.
Entonces estaba perdido cuando presioné el botón del control sin teclas, porque no era su Volvo el que sonó y encendió sus luces hacia mí. Era otro auto --uno que resaltaba en la larga línea de vehículos que hacían que uno se babeara de todas maneras.
¿De verdad el me estaba entregando las llaves de su Aston Martin Vanquish, o había sido un accidente?
No me detuve a pensar en eso, en caso de que cambiara la segunda parte de mi plan. Sólo me metí en el sedoso asiento de cuero y encendí el motor mientras mis rodillas chocaban bajo el volante. El sonido ronrroneante del motor me hubiera hecho quejar cualquier otro día, pero en este momento, era todo en lo que podía concentrarme lo suficiente para ponerlo en marcha. Encontré la manivela del asiento y me corrí hacia atrás mientras mi pie le pegaba al pedal. Sentía que me aerotransportaba en el auto mientras salté hace adelante.
Me tomó solo segundos correr por la angosta y vientosa entrada. El auto me respondía como si fueran mis pensamientos los que conducian, en vez de mis manos. Mientras volaba por el verde túnel hacia la autopista, le heché una efímera ojeada al gris rostro de Leah que miraba inquieta a través de los helechos.
Por medio segundo, me pregunté que era lo que ella pensaba y después me dí cuenta de que no me importaba.
Doblé hacia el sur porque hoy no tenía paciencia para ferrys o tráfico o algo que significara sacar mi pie del pedal.
En una rara manera, éste era mi día de suerte. Si por suerte te refieres a tomar una autopista muy viajada a 200 millas sin ver a ningún poli, incluso en los avisos de velocidad de los pueblos de 30 millas por hora. Qué decepción. Un poco de acción hubiera sido bueno, sin mencionar que la información de la patente del vehículo hubiera acalorado a la sanguijuela. Claro, él hubiera encontrado la forma de resolverlo, pero hubiera sido un poquito inconveniente para él.
El único signo de vigilancia del que me dí cuenta fue cuando vi de reojo una piel marrón oscuro que revoloteaba a través de los árboles, corriendo en dirección paralela a mí, a unas millas al sur de Forks. Quil, se parecía a él. Él debió haberme visto, también, porque desapareció luego de un minuto sin alarmar a nadie.
Otra vez, casi me pregunté cual sería su historia antes de acordarme que no me interesaba.
Corrí, dándo vuelta en U en la autopista, búscando la ciudad más grande que podría encontrar. Esa sería la primera parte de mi plan.
Parecía que me tomaba para siempre, probablemente porque todavía estaban las hojas de afeitar hiriéndome, pero en realidad no me tomó más de dos horas antes de que estuviera conduciendo hacia el norte, hacia la indefinida y desgarbada postura que era parte Tacoma y parte Seattle. Bajé la velocidad entonces, porque en realidad no quería matar a ningún peatón inocente.
Este era un plan estúpido. No iba a funcionar. Pero, mientras buscaba en mi cabeza alguna manera de alejarme del dolor, lo que había dicho Leah hoy apareció en mi cabeza.
Eso se alejaría, sabes, si imprintas. Ya no tendrías porqué estar herido por ella.
Parecía que quizás si alejabas tus opciones, no era lo peor del mundo. Quizás sentirse así era lo peor del mundo.
Pero había visto a todas las chicas de La Push y de la reserva Makah y las de Forks. Necesitaba un rango de búsqueda más amplio.
Entonces; ¿cómo buscas al azar a tu alma gemela en la multitud?
Bueno, primero necesitaba una multitud. Entonces día la vuelta, buscando un punto que me gustara. Pasé por un par de centros comerciales, los que probablemente habrían sido muy buenos lugares para encontrar chicas de mi edad, pero no podía detenerme.
¿Quería realmente imprimar con una chica que se pasaba todo el día en el centro comercial?
Seguí yendo hacia el norte y obtuve más y más multitud.
Al final, encontré un gran parque lleno de niños y familias y tablas de skate y bicis y volantines y picnics y todo el asunto. No me había dado cuenta hasta ahora--era un lindo día. Sol y todo eso. La gente estaba afuera celebrando el cielo azul.
Me estacioné en el puesto de minusválidos--rogando por una multa-- y me uní a la multitud.
Caminé por ahí por lo que sentí que fueron horas.Bastante para el el sol cambiara de lugar en el cielo. Miré la cara de todas las chicas que pasaban cerca mío, haciendome notar, dandome cuenta de quien era linda, quién tenía ojos azules, quien lucía bien con frenillos y quién se había puesto demasiado maquillaje. Intenté buscar algo interesante en cada cara, para así saber que de verdad lo intenté. Cosas como: ésta tiene una nariz muy recta, esa debería quitarse el pelo de los ojos; esa podía hacer publicidad para lápiz labial si su cara fuera tan perfecta como sus labios...
A veces ellas me miraban de vuelta, a veces miraban asustadas-- como si pensaran ¿Quién es este enorme bicho raro que me está mirando? A veces pensaba que ellas miraban con un poco de interés, pero quizás era solo mi ego que se había vuelto salvaje.
De cualquier manera, nada. Incluso cuando ví los ojos de la chica que era - sin duda- la más sexy del parque y probablemente de la ciudad, y ella me devolvío una mirada que especulaba algo de interés, no sentí nada. Solo la desesperación por alejarme del dolor.
Mientras pasaba el tiempo, comencé a darme cuenta de todas las cosas malas. Las cosas de Bella. Esa tenía el mismo color de pelo. Esa tenía los ojos de una forma parecida a los de Bella. Los pómulos de ésa, tenían su mismo corte. Aquella tenía la misma línea entre los ojos -- lo que me hizo preguntarme sobre qué estaba preocupada.
Eso era cuando me había rendido, porque era más que estúpido pensar que había elegido el lugar y la hora correcta para encontrarme a mi alma gemela solo porque estaba desesperado por eso.
No tendría razón de encontrarla acá. Si Sam tenía razón, el mejor lugar para encontrar a mi pareja genética sería en La Push y claramente nadie ahí caería en cuenta. Si Billy tenía razón, ¿entonces quién sabía? ¿qué hacía para un lobo más fuerte?
Vagueé de vuelta al coche y me rescosté contra la capó y jugué con las llaves.
Tal vez era lo que Leah pensaba lo que ella era. Alguna clase de fin muerto que no debería pasar a otra generación. O quizás era que mi vida era una gran broma cruel y no había forma de escapar del final.
"Oye, ¿estás bien?. Hola. Tu ahí, con el auto robado"
Me tomó un segundo darme cuenta de que la voz me hablaba a mí y luego de un segundo decicí alzar mi rostro.
Una chica que me parecía familiar me miraba, con una expresión un poco ansiosa. Sabía porqué había reconocido la cara-- A ella ya la había catalogado. Cabello ligeramente rojizo, buena piel, algunas pecas doradas en sus mejillas y su nariz y sus ojos color canela.
"Si te sientes excesivamente arrepentido por alzar el coche"- dijo ella, sonriendo de forma que se formaron unos hoyuelos hacia su
quijada "siempre puedes echarte para atrás"
"Es prestado, no robado", le dije. Mi voz sonaba horrible--como si hubiera estado llorando o algo así.
Avergonzado.
"Seguro, eso se lo creerá la corte"
Me enrojecí. "¿Necesitas algo?"
"En realidad no. Estaba bromeando respecto al auto, sabes? Es solo que ... te ves un poco alterado por algo. Oh, oye, soy Lizzie".
Ella tendió su mano.
La miré hasta que ella la dejó caer.
"En fin..." dijo ella incómodamente, "Me preguntaba si podía ayudar. Parecía que buscabas a alguien antes". Ella señaló hacia el parque y se encongió de hombros.
"Sí"
Ella esperó.
Yo suspiré. "No necesito ayuda. Ella no está aquí"
"Oh, lo siento"
"Yo también", murmuré.
Volví a mirar a la muchacha. Lizzie. Era bonita. Agradable como para intentar ayudar a un extraño que debía parecer loco. ¿Por qué no podría ser ella la indicada?¿Por qué todo tenía que ser tan malditamente complicado? Una chica simpática, bonita y un poco graciosa ¿Por qué no?
"Este auto es hermoso" dijo ella. "Es de verdad una lástima que ya no los fabriquen. Es decir, el cuerpo del Vantage es hermoso también, pero hay algo del Vanquish..."
Chica simpática que sabía de autos. Vaya. La miré a la cara con fuerza, deseando saber como funcionaba.Vamos Jake, imprinta ya.
"¿Cómo conduce?"
"Como si no lo creerías" le dije. Ella hizo una mueca al sonreír, claramente satisfecha por haberme sacado una civil respuesta intermedia y le di una gran sonrisa de vuelta.
Pero su sonrisa no alivio las afiladas y cortantes hojas que subían y bajaban por mi cuerpo. No importaba cuanto quisiera, mi vida no iba a componerse de esa manera.
No estaba en ese saludable lugar dónde Leah estaba llegando. No me era posible enamorarme como una persona normal. No cuando estuviera sangrando por otra persona. Tal vez--si fuera dentro de diez años y el corazón de Bella estuviera muerto desde hace tiempo y yo ya hubiera pasado por todo el proceso del duelo y estuviera completo en una pieza nuevamente--quizás entonces podría ofrecerle a Lizzie una vuelta en el veloz auto y hablar sobre los modelos y llegar a conocerla y ver si me gusta como persona. Pero eso no sucedería ahora.
La magia no iba a salvarme. Iba a tener que aceptar la tortura como un hombre. Aguantarme.
Lizzie esperó, tal vez con la esperanza que le ofreciera una vuelta. O tal vez no.
"Será mejor que le devuelva el auto al tipo que me lo prestó", murmuré.
Ella volvió a sonreír. "Me alegra que seas recto"
"Sí. Tu me convenciste".
Ella me miró entrar al auto, todavía un poco preocupada. Probablemente yo lucía como alguien que se iba a lanzar desde un acantilado. Cosa que quizás haría, si ese tipo de movimiento funcionara para un hombre-lobo. Ella se despidió con la mano una vez, sus ojos se arrastraban tras el coche.
Al principio, conduje con más cuidado en el camino de vuelta. No estaba apurado. No quería ir a dónde iba. De vuelta a esa casa, de vuelta a ese bosque. De vuelta al dolor del que había escapado. De vuelta a estar completamente solo con eso.
De acuerdo, estaba siendo melodramático. No iba a estar completamente solo, pero eso no era bueno. Leah y Seth tendrían que sufrir conmigo. Me alegraba que Seth no tuviera que sufrir demasiado. El niño no merecía arruinar su paz mental. Leah tampoco, pero al menos era algo que ella entendía. Nada nuevo acerca del dolor para Leah.
Dí un gran suspiro cuando pensé en lo que Leah quería de mí, porque ahora sabía que ella iba a obtenerlo. Aún estaba molesto con ella, pero no podía ignorar el hecho de que podía hacer su vida más fácil. Y--ahora que la conozco mejor-- pienso que ella probablemente haría lo mismo por mí, si estuvieramos en el lugar del otro.
Sería interesante, y también extraño, tener a Leah como compañera -- como una amiga. Íbamos a estar bajo la piel del otro bastante, eso era seguro. Ella no sería aquella que me dejara que me quejase, pero pensé que eso sería bueno. Probablemente iría a necesitar que me pateara el trasero ahora y entonces. Pero cuando se tratara de aquello, ella solo sería la única amiga que tuviera alguna oportunidad de comprender por lo que yo estaba pasando.
Pensé en la caza de esta mañana, y lo cercanas que estuvieron nuestras mentes en ese momento. No había sido algo malo. Diferente. Un poco miedoso, un poco incómodo. Pero también agradable en una extraña manera.
No tenía que estar completamente solo.
Y sabía que Leah era lo suficientemente fuerte para enfrentar conmigo los meses que se venían. Meses y años. Me cansó pensar en eso. Me sentía como si estuviera mirando un oceáno que tenía que nadar de orilla a orilla antes de volver a descansar.
Mucho tiempo que se venía y tan poquito tiempo antes de que comenzara. Antes de que me metiera a ese oceáno. Tres días y medio más y aquí estaba, malgastando ese poquito tiempo que me quedaba.
Comencé a conducir demasiado rápido de nuevo.
Ví a Sam y a Jared del otro lado del camino como centinelas, mientras corría hacia al camino a Forks. Ellos estaban muy bien escondidos en las gruesas ramas, pero yo los estaba esperando, y sabía que buscar. Asentí mientras pasé por donde ellos estaban, sin molestarme en preguntarme que habían heco en mi viaje.
Asentí hacia Leah y Seth también, mientras iba hacia la entrada de los Cullen. Estaba comenzando a oscurecerse y las nubes eran gruesas en este lado del sonido, pero ví sus ojos brillar con el brillo de las luces. Les explicaría a ellos después. Habría bastante tiempo para eso.
Me sorprendí al ver a Edward esperándome en el garage. No lo había visto alejado de Bella en días. Podría decir por su cara que nada malo le había sucedido a ella. De hecho, él se veía más pacífico que antes. Mi estómago se tensó cuando recordé de dónde venía esa paz.
Era muy malo eso-- con todo mi empollamiento--olvidé arruinar el auto.Oh bueno. Probablemente no hubiera podido pararme a hacerle daño a este auto, de todas maneras. Quizás el lo adivinó demasiado y es por eso que me lo prestó en primer lugar.
"Algunas cosas, Jacob", dijo, tan pronto apagué el motor.
Respiré pregundo y lo sostuve por un momento. Luego, lentamente, salí del auto y le lancé las llaves.
"Gracias por el préstamo" le dije amargamente. Aparentemente, tendría que ser pagado. "¿Qué quieres ahora?"
"Primeramente...se que eres averso a usar tu autoridad con tu manada, pero..."
Pestañeé, asombrado que él soñara con comenzar con esto. "¿Qué?"
"Si tu no puedes o no quieres controlar a Leah, entonces yo--"
"¿Leah?", le interrumpí, hablando entre los dientes. "¿Qué pasó?"
El rostro de Edward era duro. "Vino a ver porqué te fuiste abruptamente. Le expliqué. Supongo que podría no haber salido bien"
"¿Qué hizo ella?"
"Cambió a su forma humana y---"
"¿De verdad?", volví a interrumpirle, shockeado esta vez. No podía procesar eso. ¿Leah bajando la guardia en la boca de la guarida del enemigo?
"Ella quería hablar con Bella"
"¿Con Bella?"
Entonces Edward se molestó mucho. "No dejaré que Bella se vuelva a alterar así. ¡No me importa cuán justificada crea Leah que está! No le hice daño--por supuesto que no lo haría--pero la botaré de la casa si sucede otra vez. La tiraré al río--"
"Espera. ¿Que dijo ella?". Nada de esto me hacía algún sentido.
Edward respiró profundamente para recuperar su compostura. "Leah fue innecesariamente dura. No voy a pretender que entiendo porqué a Bella le cuesta dejarte ir, pero sé que ella no se comporta de esta manera para herirte. Ella sufre mucho por el dolor que te está infligiendo y a mí, por pedirte que te quedes. Lo que Leah dijo es innombrable. Bella ha estado llorando--"
"Espera. Leah le gritó a Bella por mí?"
Él asintió una sóla vez. "Fuiste defendido con mucha vehemencia"
Vaya. "No le pedí que hiciera eso"
"Lo sé"
Dí vuelta mis ojos. Por supuesto que él sabía. Él lo sabía todo.
Pero en verdad eso era algo de Leah. ¿Quién lo hubiera creído? Leah caminando a la casa humana de los chupasangre para quejarse de como había sido yo tratado.
"No puedo prometerte que controle a Leah", le dije. "No quiero hacer eso. Pero hablaré con ella, ¿de acuerdo? Y no creo que se repita. Leah no es de las que se frenan, así que probablemente se sacó todo del pecho hoy".
"Yo diría eso"
"En fin, hablaré con Bella también. Ella no necesita sentirse mal. Esto es por mí"
"Yo ya le dije eso"
"Por supuesto que lo hiciste. ¿Está ella bien?"
"Está durmiendo ahora. Rose está con ella"
Así que la psicópata era "Rose" ahora. él se pasó completamnete al lado oscuro.
Él ignoró mi pensamiento, continuando con una respuesta más completa a mí pregunta. "Ella...está mejor en alguna manera. Apartando la diatriba de Leah y la culpa como resultado".
Mejor, porque Edward había escuchado al monstruo y todo era adorable ahora. Fantástico.
"Es un poco más que eso", murmuró él. "Ahora que puedo escuchar los pensamientos del niño, es aparente que él o ella ha desarrollado remarcables habilidades mentales. Él nos puede entender, a un grado".
Se me abrió la boca. "¿Hablas en serio?"
"Sí. Parece que él tiene una vaga sensación que ahora la está hiriendo. Está intentando evitar eso, lo más posible. El...la ama. Ya la ama".
Me quedé mirando a Edward, sintiendo como si mis ojos se salieran de sus cuencas. Debajo de toda esa incredulidad, podía ver que este era el factor crítico. Esto era lo que había cambiado a Edward -- que el monstruo lo había convencido de este amor. Él no podía odiar lo que amaba a Bella. Era probablemente por eso que no podía odiarme. Había una gran diferencia de todas maneras. Yo no la estaba matando.
Edward continuó, como si no hubiera escuchado todo eso.
"Creo que el progreso es más rápido de lo que juzgamos. Cuando Carlisle regrese--"
"¿No han vuelto?", corté afiladamente. Pensé en Sam y en Jared vigilando el camino. ¿Se pondrían curiosos por lo que estaba pasando?
"Alice y Jasper sí. Carlisle envío toda la sangre que pudo adquirir pero no era tanta como el esperaba. Bella usará lo que trajeron otro día mientras su apetito crezca. Carlisle se quedó para intentar con otra fuente. No creo que eso sea necesario ahora, pero él quiere tener todo cubierto por cualquier eventualidad"
"¿Por qué no es necesario? ¿Si ella necesita más?"
Puedo decir que el estaba mirando y escuchando mi reacción con cuidado mientras él explicaba. "Estoy intentando convencer a Carlisle que haga nacer al bebé en cuanto el vuelva"
¿Qué?
"Parece que el niño está intentando evitar movimientos bruscos, pero es difícil. Se está poniendo muy grande. Es una locura esperar, cuando claramente se ha convertido en algo más que lo que Carlisle anticipó. Bella está muy frágil para posponer".
Seguían mis piernas golpeando el suelo.
Primero contando con el tremendo odio de Edward hacia las cosas. Ahora me dí cuenta que pensé en esos cuatro días como algo seguro. Me había asegurado de eso.
El infinito oceáno de duelo que esperaba se estrechó frente a mí.
Intenté recuperar mi respiración.
Edward esperó. Le miré a la cara mientras me recuperaba, reconociendo otro cambió ahí.
"Tu piensas que ella lo logrará", susurré.
"Sí, eso era lo otro de lo que quería hablarte".
No pude decir nada. Luego de un minuto, él continuó.
"Sí", el volvió a decir. "Esperando como hemos estado para que el niño esté listo, eso sería locamente peligroso. En cualquier momento sería demasiado tarde. Pero si fueramos proactivos al respecto, si actuaramos rápidamente, no veo razón porqué esto iría mal. Sabíendo que la mente del niño es de una ayuda increíble. Agradecidamente, Bella y Rose están de acuerdo conmigo. Ahora que las convencí que es seguro para el niño que procedamos, no hay nada que impida que trabajemos en eso".
"¿Cuándo volverá Carlisle?", le pregunté aún susurrando. Mi respiración no había vuelto aún.
"Mañana al mediodía".
Mis rodillas temblaron. Me tuve que agarrar al auto para sostenerme. Edward me alcanzó, como si me ofreciera apoyo, pero después lo pensó mejor y soltó sus manos.
"Lo siento", susurró él. "Siento mucho el dolor que esto te causa, Jacob. A pesar de que me odias, debo admitir que no siento lo mismo por tí. Pienso en ti como...como un hermano en muchas maneras. Un camarada, al menos. Me arrepiento de que sufras más de lo que te puedas dar cuenta. Pero Bella va a sobrevivir"-- cuando dijo eso, su voz sonó casi violenta-- "Y sé que eso es lo que de verdad te importa a tí".
Probablemente él estaba en lo cierto. Era difícil de decir. Mi cabeza daba vueltas.
"Así que odio hacer esto ahora, cuando ya estar lidiando con tantas cosas, pero, claramente hay poco tiempo. Tengo que pedirte algo--rogarte, si es necesario"
"No me queda nada", mascullé.
Volvió a levantar su mano, como si la fuera a poner sobre mi hombro, pero luego la dejó caer como antes y suspiró.
"Sé cuanto has cedido"- dijo él en voz baja. "Pero esto es algo que tú tienes, sólo tú. Se lo estoy pidiendo al verdadero Alfa. Le estoy pidiendo esto al heredero de Ephraim".
En ese momento ya no podía contestar.
"Quiero tu permiso para desviarnos de lo que acordamos en nuestro tratado con Ephraim. Quiero que nos concedas una excepción. Quiero tu permiso para salvarle la vida. Tu sabes que yo lo haría de todas maneras, pero no quiero romper el destino contigo si hay alguna manera de evitarlo. Nunca fue nuestra intención faltar a nuestra palabra, y no lo haremos ligeramente ahora. Quiero tu comprensión, Jacob, porque tu sabes exactamente por qué hacemos esto. Quiero que la alianza en nuestras familias sobrevivan cuando esto se acabe".
Intenté tragar. Sam, pensé. Es Sam a quien quieres.
"No, la autoridad de Sam es asumida. Te pertenece a tí. Tu nunca se la quitarás. Pero nadie podrá estar de acuerdo correctamente a lo que te estoy pidiendo excepto tú"
No es mi decisión.
"La es, Jacob y lo sabes. Tu palabra en esto nos condenará o nos absolverá. Sólo tú puedes darme esto."
No puedo pensar, no lo sé.
"No tenemos mucho tiempo", se giró para mirar la casa.
No, no había tiempo. Mis últimos días se habían convertido en mis últimas horas.
No lo sé. Dejame pensar, sólo dame un minuto aquí ¿bien?
"Sí"
Comencé a caminar hacia la casa y él me siguió. Loco como tan fácil iba todo. Caminando por la oscuridad con un vampiro a mi lado. No me sentí inseguro o incluso incómod en verdad. Me sentí como caminando al lado de cualquier persona. Bueno, cualquier persona que huela mal.
Hubo un movimiento en el borde del gran césped y luego se escuchó un gruñido suave. Seth se encongió a través de los helechos y trotó hacia nosotros.
"Hey, niño", murmuré
Él sumergió su cabeza y yo acaricié su hombro.
"Está todo bien", le mentí. "Te contaré después. Lamento haberme ido así"
Él me gruñó.
"Oye, dile a tu hermana que se calme, ¿sí? Suficiente"
Él asintió una vez.
Me afirmé contra su hombro esta vez."Vuelve al trabajo. Te relevaré en un momento"
Seth se inclinó hacia mí, retrocediendo y galopó hacia los árboles.
"Él tiene una de las mentes más puras, sinceras y amables que he escuchado", murmuró Edward cuando cuando desapareció de nuestra vista. "Tienes suerte de compartir sus pensamientos"
"Lo sé", le gruñí.
Nos acercamos a la casa y nuestras cabezas se golpearon cuando escuchamos el sonido de alguien chupando por una pajilla. Entonces Edward se apuró. Se lanzó arriba de las escaleras del porche y desapareció.
-"Bella, amor, pensé que estabas durmiendo", lo escuché decir. "Lo siento, no me hubiera ido"
-"No te preocupes, es que me había dado mucha sed-- que me despertó. Qué bueno que Carlisle trae más. El niño va a necesitarla cuando salga de mí".
- "Cierto, es un buen punto".
- "Me pregunto si él querrá algo más", musitó ella.
- "Supongo que lo averiguaremos"
Entré por la puerta.
Alice dijo "Finalmente" y los ojos de Bella se posaron sobre mí. Esa irresistible sonrisa se posó en su cara por un segundo. Luego vaciló y su cara se cayó. Sus labios se apretaron como si evitara llorar.
Quería golpear a Leah en su estúpida boca.
-"Hola Bells", le dije rápidamente. "¿Cómo te va?"
-"Estoy bien", dijo ella
-"Ha sido hoy un gran día, ¿eh?. Un montón de cosas nuevas"
-"No tienes que hacer eso, Jacob"
-"No sé de que estás hablando", le dije, mientras iba a sentarme en el brazo del sofa cerca de su cabeza. Edward ya estaba en el piso.
Ella me miró con reproche. "Lo siento t--" , comenzó a decir.
Le agarré sus labios con mi pulgar y mí dedo índice.
"Jake", ella masculló, intentando quitar mi mano. Su intento fue tan débil que fue difícil creer que ella de verdad lo estaba intentando.
Moví mi cabeza. "Puedes hablar cuando no estés siendo estúpida"
"Bien, no lo diré", ella masculló.
Quité mi mano.
"¡Lo siento!", ella terminó rápidamente y luego gruñó.
Dí vueltas mis ojos y le sonreí.
Cuando la miré a sus ojos, ví todo lo que estuve buscando en el parque.
Mañana ella iba a ser otra persona. Pero al menos estaría viva, y eso era lo que contaba, ¿verdad?. Me miró con los mismos ojos, o algo así. Sonrió con los mismos labios, casi. Ella todavía me conocía mejor que cualquiera que no haya tenido acceso completo al interior de mi cabeza.
Leah podría ser una interesante compañía, incluso quizas una amiga verdadera --alguien que me sostendría. Pero ella no era mi mejor amiga como lo era Bella. Aparte del imposible amor que sentía por Bella, estaba también ese otro lazo y corría por la profundidad de mis huesos.
Mañana ella sería mi enemiga. O sería mi aliada. Y aparentemente esa distintición dependía de mí.
Suspiré.
¡Bien! pensé, rindiendome a lo único que tenía. Me hizo sentir vacío. Adelánte, sálvala. Como heredero de Ephraim tienes mi permiso, mi palabra que esto no violará el tratado. Los otros tendrán que culparme. Tenías razón --no pueden negar que es mi derecho estar de acuerdo con esto.
"Gracias", el susurro de Edward fue lo bastante bajo para que Bella no escuchara nada. Pero las palabras fueron tan fervientes que, desde el rabillo de mi ojo, ví a los otros vampiros darse vuelta para mirar.
-"¿Y?", preguntó Bella, tratando ser casual. "¿Cómo estuvo tu día?"
- "Genial. Fui a dar una vuelta. Estuve en el parque".
-"Suena bien"
-"Seguro, seguro
De repente hizo una mueca. "¿Rose?", preguntó.
Escuché a la rubia reírse. "¿Otra vez?"
"Creo que he bebido dos galones esta última hora", explicó Bella.
Edward y yo nos quitamos del camino cuando Rosalie fue a levantar a Bella del sofá y la llevó al baño.
-"¿Puedo caminar?", preguntó Bella. "Mis piernas están tan rígidas"
-"¿Estás segura?", preguntó Edward
-"Rose me atrapará si me tropiezo. Lo que podría suceder con fácilidad ya que no los veo"
Rosalie puso de pie a Bella con cuidado, manteniendo sus manos en los hombros de Bella. Bella estiró sus brazos haciendo una mueca de dolor.
"Eso se sintió bien", ella suspiró. "Agh, pero estoy enorme"
De verdad que lo estaba. Su estómago era su propio continente.
"Un día más", dijo ella y se acarició la panza.
No pude soportar el dolor que eso me causó en una repentina puñalada. Pero intenté que no se me notará en la cara.Podría esconderlo por un día más, ¿cierto?
"Muy bien, entonces. Ups--¡oh, no!
El vaso que Bella había dejado en el sofa se inclinó hacia un lado, dejando que la oscura sangre cayera sobre la pálida tela.
Automáticamente, a pesar de que tres otras manos la detuvieron, Bella se agachó, tratando de alcanzarlo.
Hubo el más raro sonido amortiguante desde el centro de su cuerpo.
"Oh", ella jadeó.
Entonces ella se descompuso, cayéndo hacia el piso. Rosalie la agarró en el mismo instante, antes de que pudiera caer. Edward también estaba ahí, las manos salieron del sofá. El lío de la sangre se había olvidado
"¿Bella?", preguntó él y entonces, sus ojos se salieron de foco y el pánico atravesó sus caracterísitcas.
Medio segundo más tarde, Bella gritaba.
No era solo un grito, era un chillido sangriento de agonía. El horrirífico sonido se cortó con un gorjeo, y sus ojos se dieron vuelta en su cabeza. Su cuerpo se doblaba y se arqueaba en los brazos de Rosalie, y entonces Bella vomitó una fuente de sangre.
1 comentario:
es demasiado bueno interesante, cuando terminas una parte ya quieres terminar la otra sin palabras demasiado bueno.........................
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