“No temas” murmuré
“Nuestro destino es estar juntos”
Me sentí repentinamente sobrepasada por la verdad de mis propias palabras.
Este momento era tan perfecto, tan correcto.
No había forma de dudarlo.
Sus brazos me envolvieron,
Estrechándome contra él…
Sentía como si cada terminación nerviosa de mi cuerpo fuera una corriente eléctrica.
“Por siempre” acepto.
“Nuestro destino es estar juntos”
Me sentí repentinamente sobrepasada por la verdad de mis propias palabras.
Este momento era tan perfecto, tan correcto.
No había forma de dudarlo.
Sus brazos me envolvieron,
Estrechándome contra él…
Sentía como si cada terminación nerviosa de mi cuerpo fuera una corriente eléctrica.
“Por siempre” acepto.
“La niñez no es del nacimiento a cierta edad y hasta cierta edad.
El niño crece, y se guarda las cosas infantiles.
La niñez es el reino donde nadie muere.”
El niño crece, y se guarda las cosas infantiles.
La niñez es el reino donde nadie muere.”
Edna St. Vincent Millay
18. N0 HAY PALABRAS PARA ESTO
El cuerpo de Bella, manaba rojo, empezaba a moverse, moviéndose bruscamente en los brazos de Rosalie como si la estuvieran electrocutando. Todo el tiempo, su rostro estuvo blanco —inconsciente. Era el salvaje retorcimiento de los que se encontraba en el centro de su cuerpo lo que la movía. Mientras ella se convulsionaba, fuertes crujidos y sonidos de que algo se rompía mantenían el ritmo junto con los espasmos.
Rosalie y Edward se congelaron por el medio-minuto más corto, y luego se rompieron. Rosalie abrazo el cuerpo de Bella con sus brazos, y, gritando tan rápido que era difícil separar individualmente las palabras, ella y Edward llegaron a la escalera del segundo piso en cuestión de segundos.
Salí corriendo tras ellos a toda velocidad.
“¡Morfina!” Edward le gritó a Rosalie.
“¡Alice —contacta a Carlisle por teléfono!” chilló Rosalie.
Al cuarto al que los seguí tenía la apariencia de una sala de emergencias preparada justo en el medio de una biblioteca. Las luces eran brillantes y blancas. Bella esta en una tabla debajo del resplandor, su piel estaba fantasmal debajo del foco. Dejó su cuerpo caer, como un pez en la arena. Rosalie mantuvo a Bella abajo, tirando y desgarrando su ropa para quitarla del camino, mientras Edward le inyectaba una jeringa en el brazo.
¿Cuántas veces la había imaginado desnuda? Ahora no podía mirar. Tenía miedo de tener esos recuerdos en mi cabeza.
“Edward, ¿Qué esta pasando?”
“¡Se esta sofocando!”
“¡La placenta se ha de haber roto!”
En algún lugar de esto, Bella regresó. Respondió a sus palabras con un chillido que desgarro mis tímpanos.
“¡SACALO!” gritó. “¡No puede RESPIRAR! ¡Hazlo AHORA!”
Vi puntos rojos salir cuando su grito le rompió los vasos sanguíneos de sus ojos.
“La morfina —,” gruñó Edward.
“¡NO! ¡AHORA —!” Otro chorro de sangre salió mientras ella chillaba. El sostuvo su cabeza, desesperadamente tratando de limpiar su boca para que pudiera respirar de nuevo.
Alice se precipitó en el cuarto y coloco un pequeño auricular azul debajo del pelo de Rosalie. Y luego se alejó, con sus ojos dorados y en llamas, mientras Rosalie silbaba frenéticamente en el teléfono.
En la brillante luz, la piel de Bella tenía un aspecto más morado y negro que si fuera blanca. Un rojo profundo se filtraba debajo de la piel sobre el enorme, y escalofriante abultamiento en su estomago. Rosalie se acerco con un escalpelo en mano.
“¡Deja que la morfina se extienda!” gritó Edward.
“No hay tiempo,” silbó Rosalie. “¡El bebé se está muriendo!”
Su mano se acerco a el estomago de Bella, y un vivido rojo chorreo donde Rosalie había perforado la piel. Era como si una cubeta hubiera sido volteada, un grifo abierto al máximo. Bella se sacudió, pero no gritó. Se seguía ahogando.
Y luego, Rosalie perdió la concentración. Vi como la expresión en su cara cambio dramáticamente, sus labios se retiraron de sus dientes y sus ojos negros brillaron de sed.
“No, ¡Rose!” rugió Edward, pero sus manos estaban atrapadas, tratando de apoyar a Bella verticalmente para que pudiera respirar.
Me abalance sobre Rosalie, saltando a través de la mesa sin preocuparme. Al momento de chocar con su cuerpo de piedra, golpeándola hacia la puerta, sentí el bisturí en su mano mientras apuñalaba mi brazo izquierdo. Mi mano derecha se estrelló contra su cara, bloqueando su mandíbula y cerrando sus vías respiratorias.
Tal y como tenia a Rosalie agarrada, trate de mover su cuerpo afuera, para que pudiera patearla en el estomago; era como patear concreto. Ella voló hacia el marco de la puerta, agarrándose de esta. El pequeño auricular en su oído se rompió en pedazos. Casi al instante, Alice estaba ahí, jalando de su garganta para llevarla al vestíbulo.
Y tuve que dárselo a Rose —no puso una onza de fuerza. Ella quería que nosotras le ganáramos. Me dejo golpearla como lo hice, para salvar a Bella. Bueno, para salvar a la cosa.
Arranque la navaja de mi brazo.
“Alice, ¡sal de aquí!” gritó Edward. “Llévala con Jasper, y mantenla ahí. ¡Jacob, te necesito!”
No vi como Alice termino el trabajo. Corrí al lado de la mesa de operaciones, donde bella se estaba tornando azul, sus ojos abiertos y observando.
“¿CPR?” me gruño Edward, rápido y exigente.
“¡Sí!”
Juzgue su cara por un rápido momento, esperando cualquier signo de que reaccionara como Rosalie. No había nada más que una simple ferocidad determinada.
“¡Haz que respire! Tengo que sacarlo antes de —“
Otro sorprendente crujido sonó dentro de su cuerpo, el más fuerte, tan fuerte que ambos nos congelamos en shock esperando su respuesta. Nada. Sus piernas, que se habían doblado debido a la agonía, se aflojaron, en una forma nada natural.
“Su espina dorsal,” chilló el de horror.
“¡Sácalo de ella!” gruñí, aventando el bisturí hacia el. “¡No sentirá nada ahora!”
Fui hacia su cabeza. Su boca parecía limpia, así que presioné la mía a la de ella y sople una fuerte cantidad de aire.
Sentí como su cuerpo se expandía, así que no había nada bloqueando su garganta.
Sus labios tenían el sabor de la sangre.
Podía oír su corazón golpeando de forma irregular. “Sigue así” pensé ferozmente hacia ella, soplando de nuevo hacia su cuerpo. “Lo prometiste. Mantén tu corazón latiendo”
Oí el suave sonido del bisturí a través de su estomago. Más sangre se derramaba en el suelo.
El siguiente sonido me desconcertó completamente, inesperado, aterrador. Como un metal siendo hecho trizas. El sonido me trajo recuerdos de la batalla hace ya tantos meses, el sonido de los recién nacidos mientras eran desmembrados. Voltee a ver la cara de Edward presionada contra el bulto. Dientes de vampiro —la única forma de cortar a través de la piel de vampiro.
Me estremecí mientras le soplaba más aire a la boca de Bella.
Tosió de regreso, pestañeando, moviéndolos ciegamente.
“¡Te quedaras conmigo ahora, Bella!” le grite. “¿Me oyes? ¡Quédate! No me vas a dejar. ¡Mantén tu Corazón latiendo!”
Sus ojos giraban, buscándolo a el o a mi, pero no viendo nada.
Me quede mirándolos de todas formas, mirándolos fijamente.
De repente, su cuerpo de heló debajo de mis manos, su respiración se hizo mas rápida y su corazón seguía golpeando. Me di cuenta de que su quietud se debía a que todo había terminado. La tortura interna había terminado. Debía de estar fuera de ella.
Lo estaba.
Edward susurro, “Renesmee.”
Bella había estado equivocada. No era el niño que se había imaginado. No era mucha sorpresa. ¿En que se había equivocado?
“Déjame…,” dijo en un susurro. “Dámela.”
Supuse que debería de saber que él siempre le daba lo que ella quería, no importaba que tan estúpida fuera su petición. Pero no soñé que el le haría caso ahora. Así que no pensé en detenerlo.
Algo caliente tocó mi brazo. Eso debió de captar mi atención. Nada me parecía caliente ya. No podía apartar la vista de la cara de Bella. Pestañeo y por fin empezó a ver algo. Gimió extrañamente, un sonido débil.
“Renes… mee. Tan… hermoso.”
Y luego soltó un grito apagado —un grito de dolor.
Cuando halze la vista, ya era demasiado tarde. Edward arrebato la caliente, y sangrienta cosa de sus débiles brazos. Mis ojos observaron su piel. Estaba roja de sangre —la sangre que salía de su boca, la sangre mancho a la criatura, y sangre fresca salía de una pequeña manca de mordida sobre su pecho izquierdo.
“No, Renesmee,” murmuro Edward como si tratara de enseñarle a la criatura modales.
No lo mire ni a él ni al eso. Solo vi a Bella, mientras sus ojos giraban de nuevo, hacia adentro.
Con un último golpeteo, su corazón dudo, y se quedo en silencio.
No había pasado menos de medio segundo cuando mis manos ya estaban en su pecho, haciendo compresiones, contando en mi cabeza, tratando de mantener el ritmo. Uno. Dos. Tres. Cuatro.
Alejándome un momento, sople todo lo que pude dentro de su boca.
No podía ver nada. Mis ojos se empaparon y todo se volvió borroso. Pero estaba más que atento a cada sonido dentro del cuarto. El involuntario ‘glug-glug’ de su corazón debajo de mis manos, el palpitar del mío propio, y otro —un latido extremadamente rápido, muy ligero. No le podía dar lugar a eso.
Forcé más aire dentro de la garganta de Bella.
“¿Que es lo que estas esperando?” le gruñí casi sin aliento, bombeando su corazón de nuevo. Uno. Dos. Tres. Cuatro.
“Toma al bebé,” dijo urgentemente Edward.
“Arrójalo por la ventana.” Uno. Dos. Tres. Cuatro.
“Dámela a mí,” dijo una voz muy baja desde la puerta.
Edward y yo gruñimos al mismo tiempo.
Uno. Dos. Tres. Cuatro.
“Lo tengo bajo control,” prometió Rosalie. “Dame al bebe, Edward. Cuidare de ella hasta que Bella…”
Respire por Bella de nuevo mientras el cambio era efectuado. El fuerte thumpa-thumpa-thumpa se desvanecía a la distancia.
“Jacob, mueve tus manos.”
Halze la vista hacia los blancos ojos de Bella, seguía bombeando su corazón. Edward tenía una jeringa en su mano —toda plateada, como si estuviera hecha de acero.
“¿Qué es eso?”
Su mano de piedra movió la mía fuera del camino. Hubo un pequeño crujido mientras rompía mi dedo meñique. En el mismo segundo, empujo la aguja justo en su pecho.
“Mi veneno,” contesto mientras la empujaba mas a fondo.
Escuche la sacudida de su corazón, como si le hubieran dado electrochoques.
“Mantenlo en movimiento,” ordeno. Su voz era helada, estaba muerta. Feroz y sin pensarlo. Como si fuera una maquina.
Ignore el dolor mientras se curaba mi dedo, y empezó a bombear de nuevo. Era mas duro, como si su sangre se hubiera congelado ahí —espesa y lenta. Mientras empujaba la ahora viscosa sangre a través de sus arterias, observe lo que él estaba haciendo.
Era como si la estuviera besando, rozando sus labios en su garganta, en sus muñecas, en la arruga de su brazo. Pero podía oír como su piel se desagarraba y sus dientes la atravesaban, una y otra vez, forzando al veneno a entrar en su cuerpo en cuantos puntos era posible. Vi su pálida lengua limpiaba las partes sangrientas, pero antes de esto de que esto me enfermara o me enojara, me di cuenta de lo que estaba haciendo. Donde su lengua limpiaba el veneno sobre su piel, lo cerraba. Manteniendo el veneno dentro de su organismo.
Sople mas aire dentro de su boca, pero no había nada ahí. Solo el pecho que se movía, sin vida. Seguí bombeando su corazón, contando, mientras el trabajaba maniáticamente sobre ella, tratando de juntarla de nuevo. Todos los caballos del Rey y todos los hombres del Rey...
Pero no había nada, solo yo, solo el.
Trabajando sobre un cadáver.
Por que era lo único que nos quedaba de la chica que ambos habíamos amado. Ese roto, desangrado y destrozado cadáver. No podíamos unirla.
Supe que era demasiado tarde. Supe que estaba muerta. Lo supe con certeza porque su pulso se había ido. No sentí ninguna razón por la que debería de estar al lado de ella. Ella no estaba ahí. Ese cuerpo no me atraía más. El sentimiento de estar junto de ella se había desvanecido.
O tal vez ‘movido’ era una mejor palabra. Parecía que me sentía empujado ahora hacia la dirección contraria. Hacia abajo de las escaleras, fuera de la puerta. El largo camino para salir de aquí y nunca, nunca regresar.
“Entonces, vete,” me dijo bruscamente, y quito mis manos del camino, esta vez, tomando mi lugar. Ahora se me rompieron tres dedos. O al menos eso sentí.
Los enderece entumecidos, sin importarme el dolor.
El empujaba su corazón mucho mas rápido de lo que yo lo hacia.
“No esta muerta,” gruño. “Se pondrá bien.”
No estaba seguro si me hablaba a mí.
Girándome, dejándola con su muerta, Salí despacio por la puerta. Tan despacio. No podía hacer que mis pies se movieran más rápido.
Eso era, entonces. El océano de dolor. La otra costa tan lejos, cruzando el agua hirviendo, que no pude imaginarla, menos verla.
Me sentí vacio de nuevo, ahora que había perdido mi propósito. Salvar a Bella había sido mi lucha por tanto tiempo. Y ella no seria salvada. Ella había gustosamente entregado su vida por dejar que un joven monstruo saliera de ella, y así la lucha estaba perdida. Todo había terminado.
Me estremecí con el sonido que salió detrás de mí mientras recorría las escaleras abajo —el sonido de un corazón muerto siendo forzado a latir.
Quería que de una forma arrojar cloro dentro de mi cabeza y dejar que lo friera. Para quemar las imágenes que me habían quedado de Bella en sus últimos minutos. Tomaría el daño cerebral para quitármelas —los gritos, el sangrado, los crujidos y los golpes mientras el monstruo recién nacido lloraba desde su interior__
Quería huir de ahí, saltar las escaleras de diez en diez y salir corriendo a través de la puerta, pero mis pies estaban tan pesados como el hierro y mi cuerpo estaba mas cansado de lo nunca había estado. Arrastre los pies por las escaleras como un hombre bastante viejo.
Descanse en el último escalón, juntado mi fuerza para salir por la puerta.
Rosalie estaba sentada en el final del limpio sillón blanco, su espalda hacia mí, murmurando hacia la sabana envuelta en sus brazos. Debió oír mi pausa, pero me ignoro, atrapada en el momento de su maternidad robada. Tal vez ahora seria feliz. Rosalie tenia ahora lo que quería, y Bella nunca regresaría para quitársela. Me pregunte que era lo que la rubia ponzoñosa había estado esperando de todo esto.
Sostuvo algo obscuro en sus manos, y ahí estaba un asqueroso sonido proveniente de un pequeño asesino que la sostenía.
El aroma de la sangre en el aire. Sangre humana. Rosalie lo estaba alimentando. Claro que quería sangre. ¿Que mas podría querer tal monstruo que había mutilado brutalmente a su propia madre? Hasta existía la posibilidad d que hubiera tomado la sangre de Bella. Tal vez lo hizo.
Mi fuerza regreso al tiempo que oía el sonido del pequeño devorador siendo alimentado.
Fuerza y odio y calor —un calor rojo que me lavaba la cabeza, quemando y borrando nada. Las imágenes de mi cabeza eran el combustible, creando el infierno, pero rehusándose a ser eliminadas.
Rosalie estaba absorbida por la criatura, sin prestarme atención en absoluto. No seria lo suficientemente rápida para detenerme, no con lo distraída que estaba.
Sam estaba en lo correcto. La cosa era una aberración —su existencia iba contra la naturaleza. Un negro y desalmado demonio. Algo que no tenía derecho de ser.
Algo que debía ser destruido.
Precia que lo que me empujaba hacia la puerta no era totalmente hacia esa dirección. Lo pude sentir, dándome coraje, jalándome de regreso. Poniéndome a terminar esto, para limpiar al mundo de esa abominación.
Rosalie trataría de matarme cuando la criatura estuviera muerta, y yo pelearía. No estaba seguro de poder terminar con ella antes d que los demás vinieran a ayudarla. Tal vez, tal vez no. No me importaba demasiado.
No me importaban los lobos, cualquier manada, que me vengaran o lo dejaran como justo. Nada me importaba. Todo lo que me importaba era mi PROPIA JUSTICIA. Mi venganza. La cosa que mato a Bella no permanecería ni un minuto más con vida.
Si Bella hubiera sobrevivido, me hubiera odiado por esto. Me querría matar personalmente.
Pero no me importo. A ella no le importó lo que me había hecho —dejando ser matada como un animal. ¿Por qué debería tomar en cuenta sus pensamientos?
Y luego estaba Edward. Debería de estar demasiado ocupado —muy lejos, dentro de la negación, tratando de reanimar un cadáver —para escuchar mis planes.
Así que no podría mantener la promesa que hicimos, a menos —fue una lastima que no hubiera puesto dinero —me las arreglaría contra Rosalie, Jasper, y Alice, tres en uno. Pero aunque ganara, no creo que me diera tiempo de matar a Edward.
Por que no tenía demasiada compasión para eso. ¿Por qué dejar que se saliera con las suyas por lo que había hecho? ¿No seria más justo —más satisfactorio— dejarlo vivir con nada, nada en absoluto?
Me hizo casi sonreír, mientras me llenaba con odio solo de imaginarlo. No Bella. Y también perdiendo a cuantos miembros de su familia como sea posible. Claro, que los podría unir de regreso, ya que no estaría para quemarlos. Me pregunto si la criatura se podría unir como ellos. Lo dudo. Era parte de Bella también, —así que debía de tener algo de su vulnerabilidad. Podía oír su pequeño, golpeteo del latir de su corazón.
Su corazón estaba latiendo. El de ella no.
Solo paso un segundo en lo que tomaba estas fáciles decisiones.
Los temblores se estaban haciendo fuertes y rápidos. Me puse en cuclillas, preparándome para arrebatar la pequeña criatura de los brazos de la rubia vampira. Y destrozarla con mis dientes.
Rosalie mecía a la criatura, colocando la botella de metal vacía a un lado, y alzándola en el aire para mecerla y sus mejillas se tocaron.
Perfecto. La nueva posición era bastante buena para lo que estaba a punto de hacer. Me apoye hacia atrás, y sentí como el calor me cambiaba mientras era empujado hacia el asesino —era mas fuerte que nunca, tan fuerte que me recordó el poder de un Alfa, como si me fuera aplastarme si no obedecía.
Esta vez QUERIA obedecer.
El asesino poso su mirada en mi, su mirada mas concentrada que cualquier recién nacido.
Tiernos ojos cafés, como leche con chocolate —el color exacto de los ojos que había tenido Bella.
Mis temblores pararon; el calor me inundo, más fuerte que antes, pero era una nueva forma de calor —no una que me quemaba.
Era una entusiasta.
Todo dentro de mi se deshizo mientras observaba a la cara del mitad-vampiro, mitad-humano bebé. Todas las líneas que me mantenían con vida fueron divididas en cortes rápidos, como si fueran amarrados a un montón de globos. Todo lo que me hizo como era en ese momento —mi amor hacia la chica que estaba arriba muerta, mi amor por mi padre, el odio hacia mis enemigos, mi casa, mi nombre, yo mismo— desapareció por un segundo— spin, spin, spin— y flotaron en el espacio.
Una nueva fuerza me mantuvo justo donde estaba.
No una sola fuerza, sino millones. Eran más bien cables de acero. Millones de cables de acero atándome a una sola cosa —al mismo centro del universo.
Lo podía ver ahora —como el universo giraba alrededor de ese punto. Nunca había visto la simetría del universo antes, ahora todo estaba claro.
La gravedad del aire no me sostenía más al lugar al que estaba parado.
Era la pequeña bebe en los brazos de la vampira rubia lo que me mantenían aquí ahora.
Renesmee.
Desde arriba, hubo un nuevo sonido. El único sonido que me podía tocar en estos momentos. Un frenético golpeteo, unos rápidos latidos…
Un corazón cambiando.
Satisfacción personal es una lujuria que puedes tener sólo después que tus enemigos hayan sido eliminados. Mientras tanto, todas las personas que amas son rehenes, debilitando tu coraje y corrompiendo tu juicio.
Orson Scott Card
Empire – Imperio
Prefacio
NO MÁS SÓLO UNA PESADILLA, LA LÍNEA DE LOS BLACK avanzó hacia nosotros a través de la niebla helada moviéndose a sus pies.
Vamos a morir, pensé en medio del pánico. Estaba desesperada por el tesoro que guardaba, pero hasta pensar, que era un lapso, era algo que no podía permitírmelo ya que ocupaba mi atención.
Ellos se deslizaban cada vez más cerca, sus trajes oscuros ondeaban ligeramente con cada movimiento. Vi los vellos de sus manos, parecían una ensalada de col pero de color hueso. Ellos se separaron para venir a nosotros por todos los ángulos. Nos sobrepasaron en número. Era el fin.
Y luego, como un estallido de luz de un flash, la escena era diferente. Pero nada había cambiado-los Volturi todavía caminaban hacia nosotros calculando para matarnos. Lo que en realidad había cambiado era como yo veía la escena. De repente, yo estaba hambrienta de ellos. Yo quería que atacaran. El pánico cambió a sed de sangre cuando me puse en cuclillas avanzando, una sonrisa en mi rostro, y un gruñido rasgado mientras mostraba los dientes.
19- QUEMADURA.
EL DOLOR ERA DESCONCERTANTE.
Eso, exactamente eso-yo estaba desconcertada. No podía entender, no tenía sentido lo que estaba pasando.
Mi cuerpo trató de rechazar el dolor, y fui absorbida una y otra vez en una oscuridad que recortaba segundos enteros o incluso hasta minutos de agonía, haciendo mucho más difícil mantenerse en la realidad.
Traté de separarlos.
La no-realidad era negra, y no dolía mucho.
La realidad era roja, y se sentía como si hubiese sido separada en dos, atropellada por un bus, golpeada por un luchador profesional, pisoteada por toros y sumergida en ácido, todo al mismo tiempo.
La realidad era sentir mi cuerpo aplastado y doblado cuando no podía moverme en absoluto a causa del dolor.
La realidad era saber que había algo mucho más importante que toda esta tortura, y no ser capaz de recordar qué era.
La realidad se vino tan rápido.
En un momento, todo estaba como debería haber estado. Rodeada por gente que yo amaba. Sonrisas. De alguna manera poco probable, era como si estuviera a punto de tener todo por lo que había luchado.
Y luego una diminuta, inconsecuente cosa habia salido mal.
Vi en el momento que mi taza se inclinaba, sangre oscura derramarse y manchar el blanco perfecto, y me tambaleé reflejadamente hacia el accidente. Había visto las otras, las manos rápidas, pero cuerpo continuaba estirándose, alcanzándolo…
Dentro de mí, algo me jaló en dirección contraria.
Rasgando. Quebrando. Agonía.
La oscuridad había se había apoderado y luego llevó a una ola de tortura. No podía respirar-me había ahogado una vez anteriormente, pero esto era diferente; estaba demasiado caliente en mi cuello.
Partes de mi se despedazaban, se quebraban, se desprendían…
Más oscuridad.
Voces, esta vez, gritando mientras el dolor volvía.
“¡La placenta debió haberse separado!”
Algo más puntiagudo que un cuchillo se desgarró a través de mi- las palabras, tenían sentido a pesar de las torturas. Placenta separada- yo sabía lo que significaba. Significaba que mi bebé estaba muriendo dentro de mí.
“¡Sácalo!” le grité a Edward. ¿Por qué no lo había hecho todavía? “¡no puede respirar! ¡Hazlo ahora!”
“La morfina-“
¡¿Quería que esperara? ¿Quería darme analgésicos mientras nuestro bebé moría?!
“¡No! Ahora-,” me asfixiaba, incapaz de terminar.
Puntos negros cubrieron la luz en el cuarto, cuando una punzada fría de nuevo dolor apuñaló glacialmente en mi estómago. Se sintió feo- automáticamente luché por proteger mi vientre, mi bebé, mi pequeño Edward Jacob, pero estaba débil. Mis pulmones me dolían, el oxígeno me quemaba.
El dolor se desvaneció de nuevo, entonces me aferré a ello. Mi bebé, mi bebé, muriendo…
¿Cuánto tiempo pasó? ¿Segundos? ¿Minutos? El dolor se había ido. Adormecida, no podía sentir nada. Ni tampoco ver, pero podía oír. Había aire en mis pulmones de nuevo, raspándome la garganta subían y bajaban burbujas.
“¡Quédate conmigo ahora, Bella! ¿Me escuchas? ¡Quédate! ¡No me vas a dejar! ¡Mantén tu corazón latiendo!”
¿Jacob? Jacob, todavía aquí, todavía tratando de salvarme.
Por supuesto, quería decirle. Por supuesto que mantendría mi corazón latiendo. ¿No se los había prometido a los dos?
Trate de sentir mi corazón, de encontrarlo, pero estaba tan perdida dentro de mi propio cuerpo. No podía sentir las cosas que debería, y nada se sentía en el lugar correcto. Parpadeé y encontré mis ojos. Podía ver la luz. No era lo que buscaba, pero era mejor que no ver nada.
Mientras mis ojos luchaban por adaptarse, Edward susurró, “Renesmee.”
¿Renesmee?
¿No el pálido y perfecto niño de mi imaginación? Tuve un momento de shock. Y luego una inundación de calor.
Renesmee.
Deseé que mis labios se movieran deseé que las burbujas de aire se transformaran en susurros en mi lengua. Forcé mis adormecidas manos a alcanzarla.
“Déjame… Dámela”
La luz bailó, rompiéndose lejos de las manos de cristal de Edward.
Los centellos eran cubiertos de rojo, con la sangre que cubría su piel. Y más rojo en sus manos. Algo pequeño que luchaba con esfuerzo, goteando sangre. Él hizo que el cuerpo caliente tocara con mis débiles brazos, como si yo estuviera cargándola. Su piel húmeda era caliente-tan caliente como la de Jacob.
Mis ojos se concentraron; de repente todo estaba absolutamente claro.
Renesmee no lloraba, pero respiraba rápidamente, asustada. Sus ojos estaban abiertos, su expresión en shock era casi graciosa. La perfecta y pequeña cabeza redonda esta cubierta de rizos enmarañados sangrientos. Los iris de sus ojos eran familiares-pero sorprendentes-de un marrón chocolate. Debajo de la sangre, su piel lucía pálida, un marfil cremoso. Todo menos sus mejillas, que ardían de color.
Su diminuta cara era absolutamente perfecta que me dejó atontada. Ella era incluso más hermosa que su padre. Increíble. Imposible.
“Renesmee”, susurré. “tan…hermosa”
El imposible rostro de repente sonrió- una sonrisa amplia, deliberadamente. Detrás de sus labios rosados había un completo juego de dientes de leche tan blancos como la nieve.
Ella bajó su cabeza y la apoyó contra mi pecho, abriéndose paso en el calor. Su piel era caliente y sedosa, pero no dio la impresión que pensaba.
Y luego había dolor de nuevo-sólo una punzada caliente de eso. Jadeé.
Y se había ido. Mi bebé con rostro de ángel no estaba. No podía verla o sentirla.
¡No! Quería gritar. ¡Devuélvanmela!
Pero la debilidad era mayor. Mis brazos, por un momento, parecieron mangueras de goma vacías, y luego se sintieron como nada en absoluto. No podía sentirlas. No podía sentirme.
La oscuridad se precipitó sobre mis ojos con más intensidad que antes. Como un grueso vendaje, rápido y firme. No cubría solamente mis ojos, sino a mi también con un peso aplastante. Estaba agotada como para luchar contra ello. Sabía que sería más fácil rendirme. Dejar que la oscuridad me empujara, mas abajo, abajo donde no había ningún dolor ni ningún cansancio ni ninguna preocupación ni ningún miedo.
Si hubiera sido sólo por mi, no hubiera podido luchar mucho tiempo. Era solo una humana, con nada más que una fuerza humana. Traté de mantenerme con lo sobrenatural por bastante tiempo, como Jacob dijo.
Pero esto no era solamente por mí.
Si hiciera lo más fácil ahora, dejaría que la nada negra me borrara. Los lastimaría.
Edward. Edward. Mi vida y la suya estaban enroscadas en un mismo hilo. Cortas uno, cortas los dos. Si él se fuera, yo no sería capaz de vivir con eso. Si yo me fuera, él no podría vivir con eso, tampoco. Y un mundo sin Edward era completamente inútil. Edward tenía que existir.
Jacob- quien se despidió de mí una y otra vez pero volvía cuando lo necesitaba. Jacob, a quien había herido tantas veces era criminal. ¿Lo heriría de nuevo? ¿De la peor manera? Él se quedó conmigo a pesar de todo. Ahora todo lo que él pedía era que me quedara por él.
Pero estaba tan oscuro aquí que no podía ver sus rostros. Nada se veía real. Eso hizo más difícil que no me rindiera.
Seguí luchando contra la oscuridad, sin embargo, casi como un reflejo, no estaba trabando de levantarlo. Sólo resistía. No lo permitía aplastarme completamente. Yo no era Atlas, la oscuridad se sentía tan pesada como el planeta tierra; no podía sostenerlo en mis hombros. Todo lo que podía hacer era no ser borrada completamente.
Yo era como el modelo de mi vida-nunca había sido lo suficientemente fuerte como para lidiar con cosas que están fuera de mi control, atacar a mis enemigos, o superarlos. Evadir el dolor. Siempre humana y débil, la única cosa que era capaz de hacer, era mantenerme, durar, sobrevivir.
Ya era suficiente hasta ese punto. Tenía que ser suficiente hoy. Resistiré hasta que la ayuda venga.
Sabía que Edward estaría haciendo todo lo que podía. Él no se rendiría. Y yo tampoco.
Mantuve la línea de aquella oscuridad de la no-existencia, por pulgadas.
Sin embargo, no era suficiente-esa determinación. Como el tiempo avanzaba sin cesar, y la oscuridad ganaba por octavas y dieciseisavas de mis pulgadas, yo necesitaba algo más de donde dibujar fuerza.
No podía tirar de ello, incluso viendo rostro de Edward. No el de Jacob, no el de Alice, o de Rosalie o Charlie o Reneé o Carlisle o Esme…nada. Eso me aterrorizó, y me pregunté si ya era demasiado tarde.
Sentí cómo me deslizaba-no había nada de donde agarrase.
¡No! Tengo que sobrevivir a esto. Edward dependía de mí. Jacob. Charlie Alice Rosalie Carlisle Reneé Esme…
Renesmee.
Y luego, todavía no podía ver nada, de pronto pude sentir algo. Como miembros fantasmas, me imaginé que podía sentir mis brazos de nuevo. Y en ellos, algo pequeño y duro y muy, muy caliente.
Mi bebé. Mi pequeña.
Lo hice. Contra toda probabilidad, yo fui lo suficientemente fuerte para sobrevivir por Renesmeé, para protegerla hasta que ella sea lo fuerte, tanto como para vivir sin mí.
Ese punto de calor en mis brazos fantasmas se sentía tan real. La apreté más a mí. Era exactamente en donde mi corazón debía estar. Sosteniendo fuertemente la caliente memoria de mi hija, supe que sería capaz de luchar contra la oscuridad tanto como fuera posible.
La calentura al costado de mi corazón se hizo cada vez más real, más y más caliente. Demasiado caliente. El calor era tan real que fue imposible creer que lo estaba imaginando.
Demasiado caliente.
Ya no era cómodo. Demasiado caliente. Mucho, muy demasiado caliente.
Como agarrar el lado contrario de un hierro caliente-mi respuesta fue automática, debía dejar caer lo que se estaba quemando en mis brazos. Pero no había nada en mis brazos. Ellos no estaban enrollados en mi pecho. Mis brazos eran un par de cosas muertas en algún lado al costado de mi cuerpo. El calor estaba dentro de mí.
La quemadura creció-se elevó y alcanzó su punto máximo, y de nuevo se elevó hasta que sobrepasó cualquier cosa que haya sentido alguna vez.
Sentí el pulso detrás de ese furioso fuego ahora en mi pecho, y me di cuenta que había encontrado mi corazón otra vez, justo en el momento que hubiera deseado no hacerlo. Deseaba haber abrazado esa oscuridad cuando todavía podía. Quería levantar mis brazos y agarrar mi pecho abierto y arrancar mi corazón-cualquier cosa pasa deshacerme de esta tortura. Pero no podía sentir mis brazos, ni siquiera uno de mis dedos.
James, rompiendo mi pierna con su pie. Eso no era nada. Eso era un cómodo lugar para descansar en una cama de plumas. Lo tomaría ahora, unas cien veces más. Cien fracturas. Lo tomaría y estaría agradecida.
La bebé, golpeando mis costillas, rompiendo todo a su camino a través de mi, parte por parte. Eso no era nada. Eso era flotar en una piscina con agua fría. Lo tomaría unas cien veces más y estaría agradecida.
El fuego ardió más y yo quería gritar. Rogar porque alguien me matara ahora, antes que vivir un segundo más en este dolor. Pero no podía mover mis labios. El peso seguía allí, aplastándome.
Me di cuenta que la oscuridad no era lo que me mantenía abajo; era mi cuerpo. Tan pesado. Enterrándome en las llamas que ahora salía de mi corazón, extendiéndose con un dolor casi imposible a través de mis hombros y estómago, subiendo por mi garganta, lamiéndome en la cara.
¿Por qué no me podía mover? ¿Por qué no podía grita? Esto no era parte de las historias.
Mi mente estaba insoportablemente clara-cortada por el dolor tan feroz-vi la respuesta tan rápido como formulaba las preguntas.
La morfina.
Parecía que había pasado un millón de muertes desde que discutimos eso-Edward, Carlisle y yo. Edward y Carlisle tenía la esperanza que suficientes analgésicos me ayudarían a combatir el dolor del veneno. Carlisle lo había intentado con Emmett, pero el veneno había quemado, más allá de la medicina, sellando sus venas. No había tiempo para extender eso.
Yo había mantenido un rostro tranquilo y agradecí mis raras estrellas que Edward no pudiese leer mi mente.
Ya que yo tenía morfina y veneno juntos en mi sistema antes, sabía la verdad. Sabía que la anestesia de la medicina era irrelevante mientras el veneno se esparcía por mis venas. Pero no había manera en que yo vaya a mencionar ese hecho. Nada que lo haría estar convencido de no cambiarme.
No había adivinado que la morfina tuviera ese efecto-que me sujetaría y me amordazaría. Manteniéndome paralizada mientras me quemaba.
Sabía todas las historias. Sabía que Carlisle no había hecho nada, se había quedado lo suficientemente quieto como para evitar descubrir por qué se quemaba. Sabía que, según Rosalie, no hacía nada bien en gritar. Y tuve la esperanza que yo podía hacer como Carlisle. Creería las palabras de Rosalie y mantendría mi boca cerrada. Porque sabía que cualquier grito que escapara de mi boca atormentaría a Edward.
Ahora parecía una broma de mal gusto que yo estaba cumpliendo mi deseo.
Si no pudiera gritar, ¿cómo podría decirles que me mataran?
Todo lo que quería era morir. Nunca haber nacido. Todo el dolor de mi existencia no se asemejaba a esto. No valía vivir con eso por un solo latido más.
Déjame morir, déjame morir, déjame morir.
Y, por un momento que parecía nunca acabarse, era todo lo que había. Sólo la tortura encendida, mis chillidos silenciosos, suplicando que la muerte llegue. Nada más, ni siquiera más tiempo. Para hacer esto infinito, sin un comienzo y sin un final. Un infinito momento de dolor.
El único cambio llegó cuando de repente, imposiblemente, mi dolor se dobló. La parte inferior de mi cuerpo, amortiguado por la morfina, de pronto estaba quemándose también. Alguna conexión rota se había arreglado-tejidos todos juntos por dedos de fuego ardiente.
La interminable quemadura seguía violentamente.
Pudieron haber sido segundos o días, semanas o años, pero eventualmente, el tiempo pasó a significar algo, de nuevo.
Tres cosas pasaron juntas, creciendo de una en otra por eso no supe cuál fue la primera: el tiempo restaurado, el peso de la morfina descolorándose y me hice más fuerte.
Podía sentir que el control de mi cuerpo regresaba a mi incrementándose, y esos incrementos fueron mi primera señal de que el tiempo transcurría. Lo supe cuando fui capaz de mover nerviosamente mis pies y mis dedos y cerrarlos en puño. Lo sabía, pero no actuaba en ello.
Aunque el fuego no bajaba ni un solo grado-de hecho, empecé a desarrollar una nueva capacidad para experimentar, una nueva sensación que apreciar, separadamente, cada lengua abrasadora de la llama que lamió por mis venas-descubrí que podía pensar a pesar de ello.
Podía recordar por qué no debí gritar. Pude recordar la razón por qué me había comprometido a resistir esa interminable agonía. Podía recordarlo, sin embargo, se sintió imposible ahora, había algo que quizá valía la tortura.
Esto pasó justo a tiempo para sostenerme cuando el peso dejó mi cuerpo. Cualquiera que estuviera viéndome, no veía cambios. Pero para mí, mientras mantuviera los gritos y las sacudidas dentro de mi cuerpo, donde no podían herir a nadie más, se sintió como si hubiera ido de ser atada a jugarme por mi vida mientras me quemaba, de agarrarme de esa jugada a sostenerme en el fuego.
Tenía sólo la suficiente fuerza para quedarme echada allí inmóvil mientras era carbonizada viva.
Mi sentido del oído se hizo más y más claro, y podía contar los latidos frenéticos de mi corazón marcando el tiempo.
Pude contar los alientos superficiales que jadeaban a través de mis dientes.
Pude contar los más mínimos, incluso las respiraciones que venían de algún lugar cerca de mí. Éstos se movían lentamente, para que yo pudiera concentrarme en ellos. Ellos significaron la mayor parte del tiempo que pasaba. Inclusive más que un reloj de péndulo, esos alientos me empujaron a través de los segundos quemantes hacia el final.
Continuaba haciéndome fuerte, mis pensamientos se hacían más claros. Cuando nuevos sonidos llegaron, podía oírlos.
Había claros pasos, el susurro del aire impulsado por una puerta abierta. Los pasos se acercaban más, sentí presión en la parte interna de mi muñeca. No podía sentir el frío de esos dedos. El fuego había herido toda memoria del frío.
“¿Todavía no hay cambios?”
“Ninguno.”
La presión ahora más clara, respiraba contra mi piel quemada.
“No hay olor de morfina”
“Lo sé”
“¿Bella? ¿Puedes oírme?”
Supe, a pesar de toda duda, que si yo desbloqueaba mis dientes, lo perdería – yo chillaría y chillaría y me retorcería. Si abría mis ojos, si sólo tiraba de un dedo- cualquier cambio sería el fin de mi control.
“¿Bella? ¿Bella? ¿Amor? ¿Puedes abrir tus ojos? ¿Puedes apretar mi mano?”
Presión en mis dedos. Sería difícil no responder a esa voz, pero estaba paralizada. Sabía que el dolor en su voz ahora no era nada comparado a lo que podría ser. Ahora lo único que el temía era si yo estaba sufriendo.
“Quizá… Carlisle, quizá fue demasiado tarde.” Su voz era sorda; se quebró en la palabra tarde.
Mi resolución vaciló por un segundo.
“Escucha su corazón, Edward. Es más fuerte incluso que el de Emmett. Nunca había oído algo tan vital. Ella sería perfecta”.
Si, yo tenía razón en quedarme quieta. Carlisle lo tranquilizaría. Él no necesitaba sufrir conmigo.
“¿Y su-su espina?”
“Sus heridas no fueron peores que las de Esme. El veneno la curará, así como hizo con Esme.”
“Pero ella está así todavía. Debí haber hecho algo mal.”
“O algo bien, Edward. Hijo, tu hiciste todo lo que yo habría hecho y más. No estoy seguro si yo hubiera tenido esa persistencia, esa fe que tomaste para salvarla. Deja de reprobarte. Bella estará bien.”
Un susurro quebrado. “Ella debe estar agonizando”.
“No sabemos eso. Tenía tanta morfina en su sistema. No sabemos el efecto que tendría en su experiencia.”
Sentí una presión débil en mi codo. Otro susurro. “Bella, te amo. Bella, lo siento.”
Quería tanto poder contestarle, pero no haría su dolor empeorar. No mientras tuviera fuerza para mantenerme.
Por todo esto, el fuego atroz fue directamente a quemarme. Pero había tanto espacio en mi cabeza ahora. Espacio para mirar hacia el futuro, con todavía otro espacio interminable para sufrir.
También había espacio para preocuparse.
¿Dónde estaba mi bebé? ¿Por qué no estaba ella aquí? ¿Por qué no hablaban de ella?
“No, estoy justo aquí”, Edward susurró, respondiendo mis pensamientos no dichos. “Ellos lo resolverán”
“Una situación interesante”, Carlisle respondió. “y yo que creí haberlo visto todo.”
“Lidiaré con eso después. Nosotros lidiaremos con eso” algo presionó suavemente mi palma abrasadora.
“Estoy seguro, entre los cinco de nosotros, podemos mantenerlo así y no dejar que esto se convierta en una matanza.”
Edward suspiró, “no sé que lado tomar. Amaría azotarlas a las dos. Bueno, después.”
“Me pregunto que pensará Bella-qué lado tomaría”. Carlisle musitó.
Una sonrisa baja, estirada. “Estoy seguro que me sorprenderá. Siempre lo hace.”
Los pasos de Carlisle se desvanecieron de nuevo, y yo estaba frustrada porque no había más explicaciones. ¿Estaban hablando tan misteriosamente sólo para molestarme?
Volví a contar los alientos de Edward para marcar el tiempo.
Diez mil, novecientos cuarenta y tres respiraciones después, unos pasos diferentes susurraron en la habitación. Claros, más…rítmicos.
Era extraño que yo pudiera distinguir la menuda diferencia entre los pasos que nunca había sido capaz de oír en absoluto hoy.
“¿Cuánto más?” Edward preguntó.
“No será mucho ya”. Alice le dijo. “¿Ves cuán clara se está volviendo? Puedo verla mucho mejor.” Musitó.
“¿Todavía te sientes un poco amarga?”
“Sí, muchas gracias por sacar el tema.” Ella se quejó. “Estarías mortificado también, si te dieras cuenta que fuiste esposado por tu propia naturaleza. Veo mejores vampiros, porque yo soy una; veo humanos bien, porque yo fui una. Pero no puedo ver esos mestizos raros en absoluto porque no son nada que haya experimentado antes. Bah!”
“Concéntrate, Alice”.
“Claro, es más fácil ver a Bella ahora.”
Hubo un largo momento de silencio, y luego Edward musitó. Era un nuevo sonido, más feliz.
“Ella realmente va estar bien,” suspiró.
“Claro que si”.
“Tu no estabas tan optimista dos días atrás.”
“No podía ver bien hace dos días. Pero ahora estás libre de todos esos puntos ciegos, es un pedazo de torta.”
“¿Podrías concentrarte por me? En la hora-dame un aproximado.”
Alice musitó. “Tan impaciente. Está bien. Dame un segundo“
Respirando despacio.
“Gracias, Alice.” Su voz era más brillante.
How long? ¿No podían por lo menos decirlo fuerte para mí? ¿Era mucho pedir eso? ¿Cuántos segundo más me quemaría? ¿Diez mil? ¿Veinte? ¿Otro día-ochenta y seis mil, cuatrocientos? ¿Más que eso?
“Ella va estar deslumbrante”.
Edward gruño despacio. “Ella siempre lo ha estado”.
Alice bufó. “Sabes lo que quiero decir. Mírala”
Edward no respondió, pero las palabras de Alice me dieron la esperanza que quizá no parecía la briqueta de carbón que yo me sentía. Era como si ya debería estar una pila de carbonizados huesos. Cada célula en mi cuerpo había sido reducida a ceniza.
Escuche la brisa cuando Alice salió del cuarto. Oí el rozar de la tela cuando ella se movió. Oí el zumbido de la luz colgando del techo. Oí el débil viendo cepillando contra la parte de afuera de la casa. Podía oír todo.
Abajo, alguien estaba viendo un partido. Los Mariners ganaban por dos.
“Es mi turno.” Escuché a Rosalie decirle a alguien, y allí había un bajo gruñido en respuesta.
“Hey, ahora.” Emmett advirtió.
Alguien silbó.
Escuché por algo más, pero no había nada más que el juego. Baseball no era lo suficientemente interesante para mantenerme distraída del dolor, entonces escuche la respiración de Edward de nuevo, contando los segundos.
Veintiún mil, novecientos diecisiete y medio segundo después, el dolo cambió.
Una de las cosas de la parte buena, empezó a decolorarse desde la yema de mis dedos de las manos y de los pies. Decolorándose lentamente, pero al menos era algo nuevo. Esto tenía que ser. El dolor estaba saliéndose…
Y luego malas noticias. El fuego en mi garganta no fue lo mismo de antes. No solamente ardía, sino que también me la secaba. Tan seca como hueso. Tan sedienta. El fuego quemaba, y quemaba la sed.
También malas noticias: el fuego dentro de mi corazón se hizo peor.
¿Cómo era eso posible?
Mis latidos, ya demasiado rápidos, se levantaron-el fuego condujo su ritmo a un nuevo paso frenético.
“Carlisle”, Edward llamó. Su voz era baja pero clara. Yo sabía que Carlisle lo oiría, si estuviera cerca o en la casa.
El fuego se retiraba de mis palmas, dejándolas felizmente sin dolor y frías. Pero se retiraba a mi corazón, el cuál ardió tan caliente como el sol y latió a una nueva furiosa velocidad.
Carlisle entró en el cuarto, Alice a su lado. Sus pasos eran tan distintos, incluso podía decir que Carlisle estaba en la derecha, y un pie delante de Alice.
“Escuchen” Edward les dijo.
El sonido más alto en el cuarto era mi frenético corazón, punzando al ritmo del fuego.
“Ah”, dijo Carlisle. “Ya casi termina”.
Mi alivio en sus palabras fue eclipsado por el dolor insoportable en mi corazón.
Mis muñecas estaban libres, mis tobillos también. El fuego se había extinguido por completo allí.
“Pronto”, agregó Alice impaciente. “Traeré a los otros. ¿Debería tomar Rosalie…?”
“Sí-mantén al bebé alejado”
¿Qué? No. ¡No! ¿Qué quería decir? Mantener a mi bebé alejado. ¿En qué estaba pensando?
Estiré mis dedos – la irritación se abrió camino a través de mi perfecta fachada. El cuarto estaba silencio a no ser por el martilleo de mi corazón mientras ellos contenían la respiración por un segundo en respuesta.
Una mano apretó mis voluntariosos dedos. “¿Bella? ¿Bella? ¿Amor?”
¿Podría responderle sin gritar? Lo consideré por un momento, y luego el fuego rasgó más caliente todavía a través de mi pecho, viniendo de mis codos i rodillas. Mejor no intentarlo.
“Los traeré ahora mismo”. Dijo Alice, con un ligero tono urgente, y yo escuche el sonido del viendo mientras se alejaba.
Y luego- ¡oh!
Mi corazón se salió, golpeando como las asas de un helicóptero, el sonido como sola nota sostenida; sentí como si esto demoliera mis costillas. El fuego flameó en el centro de mi pecho, absorbiendo las últimas llamas de fuego del resto de mi cuerpo para abastecer de combustible la más grande quemadura. El dolor era suficiente para atontarme, para atravesar mi control de hierro en el juego. Mi espalda se arqueó, doblada como si el fuego me arrastrara hacia arriba desde mi corazón.
Dejé que ninguna otra pieza de mi cuerpo rompiera fila mientras mi torso estaba caído hacia la mesa.
Se convirtió en una batalla dentro de mi- mi sobresaltado corazón hacía carrera contra el fuego. Los dos iban perdiendo. El fuego estaba condenado, habiendo consumido todo lo que le servía de combustible; mi corazón galopeó hacia su último latido.
El fuego se restringía, concentrándose dentro de ese único órgano humano con una oleada final, insoportablemente. La oleada fue respondida por un profundo ruido sordo, como un hueco. Mi corazón tartamudeó dos veces, y luego sonó quieto de nuevo sólo una vez más.
No había sonidos. No respiraciones. Ni siquiera las mías.
Por un momento, la ausencia del dolor fue todo lo que yo pude comprender.
Y luego abrí mis ojos y me miré fijamente, en espera.
20. NUEVO
Todo estaba tan claro.
Afilado. Definido.
La luz de arriba de mi cabeza seguía siendo brillante, sin embargo, pude ver claramente los filamentos dentro de la bombilla. Pude ver cada color del arco iris en la luz blanca y, en el mismo borde del espectro, un octavo color para el cual no tenía nombre.
Detrás de la luz, pude distinguir los distintos granos en el techo de madera oscura. Delante de él, pude ver el polvo moviéndose en el aire, las partes tocadas por la luz, y los lados oscuros, distintos e independientes. Como pequeños planetas, se desplazan en torno a sí en una danza celestial.
El polvo era tan bello que lo inhalé en estado de shock; el aire silbaba en mi garganta. La acción se sentía mal. Examiné, y en realidad el problema era que no había socorro vinculado a la acción. No necesitaba el aire. Mis pulmones no lo esperaban. Ellos reaccionaron con indiferencia a la llegada.
No necesitaba el aire, pero me gustaba. En él, pude saborear la habitación. El sabor del movimiento del polvo, la combinación del aire con el flujo del aire más fresco proveniente de la puerta abierta. El sabor de un exuberante whiff de seda.
El ligero sabor de algo cálido y deseable, algo que debía ser húmedo, pero no lo era…
Ese olor quemó mi garganta, un ligero eco de quemar del veneno, aunque el olor era viciado por la picadura de cloro y amoniaco. Y sobre todo, podía saborear el aroma de casi-miel-lila-y-sol- que era el más fuerte, el más parecido a mí.
Oí el sonido de los demás, respirando se nuevo. Su aliento
mezclado con el aroma que era algo parecido a la miel y la lila y el sol, con lo que nuevos sabores. Canela, jacinto, pera, agua de mar, levadura, pino, vainilla, cuero, manzana, musgo, lavanda, chocolate… intenté una docena de comparaciones diferentes en mi mente, pero ninguno de ellas encajaba. Era tan dulce y agradable.
La TV de abajo había sido silenciada, y escuché a alguien – Rosalie? – cambiando su peso en el primer piso.
También escuché un débil ritmo, con una voz gritando airadamente acompañándolo. ¿Música rap? Yo estaba mistificada por un momento y, a continuación, el sonido se disipó como un coche que pasa rápidamente por las ventanas con laminados.
Como un comienzo, me di cuenta de que esto podría estar bien ¿Podría escuchar a todo el camino a la autopista?
No me di cuenta de que alguien estaba tomando mi mano hasta que la apretaron ligeramente. Al igual que antes tenía que ocultar el dolor, mi cuerpo esta bloqueado de nuevo por la sorpresa. No fue el toque yo esperaba. La piel era perfectamente lisa, pero tenía la temperatura equivocada. No estaba fría.
Después de ese primer frió segundo de shock, mi cuerpo respondió al desconocido contacto de una manera que me impresionó aún más.
El aire subió hasta mi garganta, y lo escupí a través de mis dientes bajo, sonó como un amenazante enjambre de abejas. Antes de que el sonido saliera, lo músculos de mi espina se arquearon, torciendo lejos de lo desconocido. Di una vuelta atrás en un giro tan rápido que debería haber convertido la sala en algo incomprensible y borroso- pero no lo hizo. Vi cada mota de polvo, cada astilla en la madera con paneles de las paredes, cada detalle microscópico.
Por un momento me encontré agachada de manera defensiva contra la pared - cerca de un
décima de segundo más tarde - ya había entendido lo que había comenzado en mí, y que mi reacción había sido exagerada.
Oh. Por supuesto. Edward no se sentía frío para mí. Teníamos la misma temperatura corporal ahora.
Observe mi posar para una octava parte de un segundo más, adaptando la escena antes que yo.
Edward estaba inclinado sobre la mesa de operaciones que había sido mi pira, su mano tomando la mía, su expresión ansiosa.
La cara de Edward fue lo más importante, pero mi visión periférica catalogo todo lo demás, sólo por si acaso. Algunos instintos defensivos habían sido activados, y yo
automáticamente buscaba cualquier señal de peligro.
Mi familia vampiro esperó con cautela contra la pared lejos de la puerta, Emmett y Jasper en la parte delantera. Como ellos eran peligro. Mi nariz quemado buscando la amenaza. Pude oler nada fuera de lugar. Era el tenue olor de algo delicioso - Pero empañado por productos químicos perjudiciales - cosquillando mi garganta una vez más, su fijación hambrienta y quemando.
Alice miro en torno al codo de Jasper con una enorme sonrisa en su cara, la luz brillando en sus dientes, otra vez los ocho colores del arco iris.
Esa sonrisa me tranquilizo y, a continuación, puse las piezas juntas. Jasper y Emmett se encontraban en la parte delantera para proteger a los otros, como yo había asumido. Lo que yo no había comprendido inmediatamente fue que esto, que era el peligro.
Todo esto fue una actividad secundaria. La mayor parte de mis sentidos y mi mente se centraban en la cara de Edward.
Yo nunca la había visto antes de este segundo.
¿Cuántas veces había mirado a Edward y me había maravillado por su belleza? ¿Cuántas horas - días, semanas - de mi vida pasé soñando con lo que yo entonces considere la perfección? Pensé que había conocido su cara mejor que la mía.
Pensé que esto seguro era una cosa física en todo mi mundo: la impecable cara de Edward.
Había estado ciega.
Por primera vez, con la disminución de las sombras y de la limitación de la debilidad de la humanidad en mis ojos, vi su rostro. Lo observe y luego luche contra mi vocabulario,
incapaz de encontrar las palabras adecuadas. Necesitaba mejores palabras.
En este punto, la otra parte de mi atención había comprobado que no había peligro aquí, además de mí, y yo automáticamente me enderecé; y había pasado solo un segundo desde que había estado sobre la mesa.
Estaba preocupada momentáneamente por la forma en la que se había movido mi cuerpo. El instante que considere levantarme, ya estaba parada. No había sido mas breve fragmento del momento en que se produjo la acción; El cambio fue instantáneo, casi como si no hubiera hecho ningún movimiento en absoluto.
Seguí mirando a la cara de Edward, inmóvil de nuevo.
Se trasladó lentamente alrededor de la mesa – tomando cada uno de los palos en casi la mitad de un segundo, cada uno de ellos pasando sinuosamente como fluye el agua de los ríos sobre el más suave tejido de piedras - su mano todavía extendida.
Observé la gracia de su avance, absorbiéndolo con mis nuevos ojos.
"Bella?" pregunto en voz baja, con tono tranquilizador, pero la preocupación en su voz se notaba en la tensión de su voz cuando dijo mi nombre.
Yo no podía responder de inmediato, perdida como estaba en los aterciopelados pliegues de su voz. Fue la más perfecta sinfonía, una sinfonía en un solo instrumento, un instrumento más profundo que cualquiera creado por el hombre…
"Bella, amor? Lo siento, sé que esta desorientada. Pero estás bien. Todo está bien."
¿Todo? Mi mente hilaba, en espiral a mi última hora humana. Ya, la memoria parecía débil, al igual que yo estaba viendo a través de un espeso y oscuro velo - porque mis ojos humanos estaban medio ciegos. Todo había sido tan borroso.
¿Cuando dijo todo esta bien, incluyo a Renesmee? ¿Dónde estaba ella? ¿Con Rosalie? Traté de recordar su cara - Yo sabía que había sido hermoso - Pero era irritante tratar de ver a través de los recuerdos humanos. Su cara estaba
envuelta en la oscuridad, tan mal iluminada…
¿Y con respecto a Jacob? ¿Cómo estaba? ¿Mi largo sufrimiento había hecho que mi mejor amigo me odiara ahora?
¿Se habría ido a la manada de Sam? ¿También Seth y Leah?
¿Estaban los Cullen seguros, o mi transformación había iniciado la guerra con la manada?
¿Edward había dejado garantizado todo? ¿O trataba de calmarme?
¿Y Charlie? ¿Qué le digo ahora? Debe haber llamado mientras yo estaba ardiendo.
¿Que le dijeron? ¿Qué le parecía que me había ocurrido?
Había deliberado en una pequeña pieza de segundo la pregunta que debía hacer en primer lugar, Edward se acercó y acarició con sus dedos mi mejilla.
Suave como satinado, suave como una pluma, y ahora correspondía a la temperatura de mi piel.
Su toque parecía barrer debajo de la superficie de mi piel, a través de los huesos de mi cara. El sentimiento era eléctrico - traquetea a través de mis huesos,
mi columna vertebral, y temblaba en mi estómago.
Espera, pensaba como el temblor floreció en una calidez, un anhelo. ¿No se suponía que iba a perder esto? ¿No era renunciar a esta sensación una parte de la negociación?
Yo era un vampiro recién nacido. El seco, abrasador dolor en mi garganta era la prueba de eso. Y yo sabía lo que implicaba un recién nacido. Las emociones humanas y anhelos
volverían a mí más adelante en alguna forma, pero yo había aceptado que no iba a poder sentirlo al principio. Sólo la sed. Ese fue el trato, el precio. Estuve de acuerdo en pagarlo.
Pero cuando la mano de Edward hizo temblar la forma de mi cara como una cubierta de acero satinada, el deseo
navegó a través de mis venas secas, cantando desde mi cuero cabelludo a mis dedos del pie.
Él arqueó una ceja perfecta, esperándome para hablar.
Tiré mis brazos alrededor de él.
Una vez más, es como si no hubiera hecho ningún movimiento. Un momento yo estaba parada como una estatua, En el mismo instante, él estuvo en mis brazos.
Caliente - o por lo menos, esa era mi percepción. Con el dulce, delicioso aroma que yo nunca había sido capaz de tomar realmente en mis aburridos sentidos humanos, sino que fue Edward ciento uno por ciento. Presione mi cara en su pecho sin problemas.
Y entonces él cambió su peso incómodo. Adosado lejos de mí abrazo. I observe su rostro, confundida y asustada por el rechazo.
"Uhmm… con cuidado, Bella. Ow."
Llevé mis brazos lejos, los plegué detrás de mi espalda tan pronto como lo entendí.
Era demasiado fuerte.
"¡Vaya!" dije.
Él sonrió con el tipo de sonrisa que habría hecho que mi corazón se detuviera si todavía latía.
"No te asustes, amor", dijo, levantando la mano para tocar mis labios, partido de horror. "Eres sólo un poco más fuerte que yo, por el momento."
Junte mis cejas. Me encantaba conocer esto, también, pero se sentía más surrealista que cualquier otra parte de este ultimo momento surrealista. Yo era más fuerte que Edward. Había hecho que diga Ow.
Su mano trazó mi mejilla una vez más, y yo, pero todos se olvidaron de mi angustia cuando otra ola de deseo cruzó a través de mi cuerpo inmóvil.
Estas emociones eran mucho más fuertes de lo que yo había utilizado para que fuera difícil atenernos a un tren de pensamiento, a pesar de la habitación extra en mi cabeza. Cada nueva sensación abrumándome. Recordé lo que Edward había dicho una vez- su voz en mi cabeza
una débil sombra en comparación con el cristal, la claridad musical me estaba escuchando ahora - que
amables, nuestra especie, se distrae con facilidad. Pude ver por qué.
Hice un esfuerzo para concentrarme. Había algo que necesitaba decir. La cosa más importante.
Con cuidado, con tanto cuidado que el movimiento era en realidad discernible, saqué mi brazo derecho por detrás de mi espalda y levanté mi mano para tocar su mejilla. Me
negué a permitir que desviase la perla color de mi parte por la suave seda de su piel o por el alcance de mis dedos.
Lo miré a los ojos y escuché mi voz por primera vez.
"Te amo", le dije, pero sonaba como el canto. Mi voz sonó como una campana.
Su sonrisa de respuesta me deslumbró más de lo que nunca lo había hecho cuando era humana; Realmente lo pude ver ahora.
"Como yo te amo", me dijo.
Tomó mi rostro entre sus manos y acercó su rostro hacia el mio – suficiente lento para me recordarme a tener cuidado.
Me besó, suave como un susurro en un primer momento, y luego de repente fuerte y feroz. Intente recordar a ser amable con él, pero fue un arduo trabajo recordarlo en la arremetida sensación, difícil aferrarse a cualquier pensamiento coherente.
Fue como él nunca me había besado – como si esta fuera nuestro primer beso. Y, en verdad, nunca me había besado de esta manera antes.
Casi me hizo sentir culpable. Sin duda me encontraba en incumplimiento del contrato. No se me podía permitir esto, también.
Aunque no necesitaba el oxigeno, mi respiración, corrió tan rápido como lo había hecho cuando ardía. Se trataba de un tipo diferente de fuego.
Alguien aclarando su garganta. Emmett. Reconocí el sonido profundo a la vez, bromeando y molesto al mismo tiempo.
Olvide que no estábamos solos. Y entonces me di cuenta de que la manera en que estaba abrazando a Edward que no era exactamente educado para la compañía.
Avergonzada, me alejé media distancia en otro movimiento instantáneo.
Edward resopló y me mantuvo con él, manteniendo los brazos apretados alrededor de mi cintura.
Su rostro era brillante - como una llama blanca quemando desde atrás su piel de diamantes
Di un respiro innecesario para resolver mi cabeza.
¡Este beso había sido tan diferente! Leí su expresión y la compararé con recuerdos humanos a esta clara, intensa sensación. El parecía… un poco .
"has estado protegiéndome", lo acusé con mi voz cantante, mis ojos estrechándose un poquito.
Él se rió, radiante como si todo fuera alivio - el miedo, el dolor, la incertidumbre, la sala de espera, todo lo que hemos dejado atrás ahora.
"Era necesario en el momento," me recordó. "Ahora es tu turno para no romperme." Él se rió de nuevo.
lo miré mal y lo considere, y a continuación, la de Edward no fue la única risa.
Carlisle pasó alrededor de Emmett y caminó hacia mí con rapidez, sus ojos sólo un poco cautelosos, pero Jasper siguio sus pasos. Yo nunca había visto la cara de Carlisle bien antes, no realmente. Tuve la extraña urgencia de parpadear – como si estuviera mirando el sol.
"¿Cómo te sientes, Bella?" Me preguntó.
Lo consideré por una cuarta parte de segundo.
"Abrumada. Hay tanto…" me perdí, escuchando el tono de mi voz de nuevo.
"Sí, puede ser bastante confuso."
Asentí rápidamente. "Pero me siento como yo mima. Mas o menos. No esperaba eso".
Los brazos de Edward presionaron ligeramente mi cintura. "Te lo dije", me susurró.
"Estás muy controlada," dijo Carlisle. "Más de lo que se esperaba, incluso con el tiempo que tuviste para prepararse mentalmente para ello. "
Pensé en los salvajes cambios de humor, la dificultad para concentrarse, y le susurré, "No estoy segura acerca de eso".
Él asintió gravemente y, a continuación, me miró con interés. "Parece que hicimos algo bien con la morfina esta vez. Dime, ¿puedes recordar el proceso de transformación? "
Dudé, intensamente consciente de que el aliento Edward cepillaba mi mejilla, enviando susurros de electricidad a través de mi piel.
"Todo era… muy tenue antes. Recuerdo que el bebé no podía respirar… "
Miré a Edward, momentáneamente asustada el recuerdo.
"Renesmee está sana y bien", prometió, con un rayo que no había visto nunca antes en sus ojos. Dijo su nombre con un fervor que no comprendí. Una reverencia. La forma en que un devoto habla de sus dioses. "¿Qué recuerdas después de eso?"
Me concentré en mi cara de póquer. Yo nunca había sido una buena mentirosa. "Es difícil de recordar. Es tan oscuro antes. Y entonces… Abrí mis ojos y pude ver todo"
"Increíble", Carlisle respiró y bajó los ojos.
La culpa lavado a través de mí, y yo esperé que el calor subiera a mis mejillas y alejarme. Y entonces me acordé que yo nunca me ruborizaría de nuevo. Quizás proteja Edward de la verdad.
Tendría que encontrar una forma de decirle a Carlisle, no obstante. Algún día. Si él nunca necesitaría crear otro vampiro. Esta posibilidad parece muy improbable, y me hizo sentirse mejor acerca de mentir.
"Quiero que pienses – y me digas todo lo que recuerdas," me presionó Carlisle y yo no podía ayudar con la mentira que destellaba a través de mi cara. No quería tener que seguir mintiendo, porque me podría equivocar. No quería pensar en el ardor. A diferencia de la memoria humana, esa parte estaba perfectamente clara y yo podía recordarla con demasiada precisión.
"Oh, lo siento, Bella," Carlisle se disculpó inmediatamente. "Por supuesto, tu sed debe ser muy incómoda. Esta conversación puede esperar…"
Hasta que la había mencionado, la sed en realidad no era inmanejable. Había mucho espacio en mi cabeza. Una parte separada de mi cerebro estaba poniendo trabas en la quemadura en mi garganta, casi como un reflejo. Mi viejo cerebro se había ocupado de respirar y parpadear.
Sin embargo, la suposición de Carlisle puso el ardor de mi garganta a la vanguardia de mi mente. De repente,
el dolor y la sed fueron en todo lo que pude pensar, y cuanto más pensé acerca de ello, más me dolía. Mi mano voló hasta mi garganta, al igual que había podido sofocar las
llamas desde el exterior. La piel de mi cuello era extraña debajo de mis dedos. Tan lisa, de alguna manera suave, aunque también dura como piedra.
Edward bajó los brazos y tomó mi otra mano, suavemente. "Vamos a cazar, Bella"
Mis ojos se abrieron ampliamente y el dolor de la sed retrocedido, chocando con su lugar.
Leyó la alarma en mi expresión y sonrió alentador. "Es bastante fácil, amor. Instintiva. No te preocupes, yo te mostraré.” Cuando no me moví, su me sonrió con su torcida sonrisa y levantó su cejas. "Tenía la impresión de que siempre me habías querido ver cazar.”
Yo me reí en una breve ráfaga de humor (parte de mí escuchado el sonido de campanas) como sus palabras me recordaron nuestras muebladas conversaciones cuando yo era humana. Y entonces me tomó un segundo para regresar rápidamente a esos primeros días con Edward - el verdadero comienzo de mi vida - en mi cabeza para que yo nunca
pueda olvidarlos. No esperaba que sería tan incómodo recordar. Como tratar de mirar a través de agua fangosa. Sabía por la experiencia de Rosalie la experiencia que
si pensaba lo suficiente en mis recuerdos humanos, yo no los perdería con el paso del tiempo. No quería olvidar ni un minuto que pasé con Edward, incluso ahora, cuando la eternidad se extendía delante de nosotros. Tendría que asegurarse de que los recuerdos humanos fueran cimientos en mi mente infalible vampiro.
"¿Vamos?" me preguntó Edward. Él llegó hasta tomar la mano que se encontraba todavía en mi cuello. Sus dedos suavizaron la columna de mi garganta. "No quiero que te lastimes", añadió en un murmullo bajo. Algo que no había sido capaz de escuchar antes.
“Estoy bien," dije con mi persistente costumbre humana." Espera. En primer lugar…"
Era demasiado. Yo nunca había hecho mis preguntas. Había cosas más importantes que el dolor.
"¿Sí?" Era Carlisle el que hablaba ahora.
"Quiero verla. Renesmee".
Fue extrañamente difícil decir su nombre .Mi hija, estas palabras fueron aún más difícil de pensar. Todo parecía tan lejano. Traté de recordar cómo me había sentido tres
días atrás, y automáticamente, mis manos se soltaron de Edward y fueron hacia mi estómago.
Llano. Vacío. Me abrigué en la pálida de seda que cubría mi piel, pánico de nuevo, mientras que una parte insignificante de mi mente señaló que Alice debía haberme vestido.
Sabía que no quedaba nada dentro de mí, y yo ligeramente recordé la sangrienta escena, pero la prueba física seguía siendo un proceso difícil. Lo único que sabía era que la amaba dentro de mí. Fuera de mí, ella parecía algo que yo
debía haber imaginado. Un desvanecido sueño - un sueño que había sido mitad pesadilla.
A pesar de que luchaba con mi confusión, pude ver a Edward intercambiar miradas con Carlisle.
"¿Qué?" Exigí.
"Bella," Edward me dijo. "Eso no es realmente una buena idea. Ella es medio humana, amor. Su corazón late y la sangre corre en sus venas. Hasta que tu sed esta bajo control… No quieres ponerla en peligro, ¿No? "
Lo miré mal. Por supuesto, no quería eso.
¿Fuera de control? Confundido, sí. Poco concnetrada, sí. ¿Pero peligrosa? ¿Para ella? ¿Mi hija?
No podía ser positiva cuando la respuesta no lo era. Por lo tanto, tendría que ser paciente. Eso sonaba difícil. Porque hasta que no la viera de nuevo, ella no sería real. Sólo un desvanecido sueño… de un extraño…
"¿Dónde está ella?" Escuché duro, y entonces pude escuchar el corazón que latía en el piso debajo de mí. Podía oír más de una persona respirar - en silencio, al igual que
ellos se escuchaban. También hubo un aleteo, un sonido, que yo no podía…
Y el sonido de los latidos del corazón era tan húmedo y atractivo, que me hizo agua la boca.
Así que definitivamente tenía que aprender a cazar antes de verla. Mi extraño bebé.
"¿Rosalie está con ella?"
"Sí," respondió Edward con tono cortado, y yo podía ver que algo perturbaba su pensamiento. Pensaba que él y Rose había arreglado sus diferencias. ¿Ha estallado la animosidad de nuevo? Antes de pueda preguntar, él tiró mis manos lejos de mi estómago plano, tomándolas suavemente otra vez.
"Espera," protesté de nuevo, tratando de concentrarme. "¿Y con respecto a Jacob? ¿Y Charlie? Dime todo lo que me he perdido. ¿Cuánto tiempo estuve… inconsciente? "
Edward no pareció notar mi vacilación durante la última palabra. En lugar de ello, intercambió otra mirada con Carlisle.
"¿Qué esta mal?" le susurré.
"Nada de lo dispuesto está mal" Carlisle me dijo, subrayando la última palabra de un modo extraño.
"Nada ha cambiado mucho, en realidad – estuviste inconsciente sólo para poco más de dos
días. Fue muy rápido, como esas cosas van. Edward hizo un excelente trabajo. Muy innovador - La inyección de veneno directamente a tu corazón fue su idea." Hizo una pausa para sonreírle con orgullo a su hijo y luego suspiró.
"Jacob todavía está aquí, y Charlie sigue creyendo que estás enferma. Piensa que estás en Atlanta en este momento, en pruebas de CDC. Nosotros le dimos un mal número, y se ha frustrado. Él ha estado hablando con Esme”.
"Debería llamarlo…”me murmuré a mí misma, pero al escuchar mi nueva voz, comprendí las dificultades. Él no reconocerá esta voz. No sería tranquilizador. Y luego la sorpresa anterior. "Espera… ¿Jacob todavía está aquí?"
Otra mirada entre ellos.
"Bella," dijo Edward rápidamente. "Hay mucho para discutir, pero tenemos que cuidarte a vos primero. Debes estar sufriendo…"
Cuando lo señaló, me acordé de la quemadura en mi garganta y tragó convulsivamente. "Pero Jacob…"
"Tenemos todo el tiempo del mundo para las explicaciones, amor", me recordó suavemente.
Por supuesto. Podría esperar un poco más por la respuesta, sino que sería más fácil de escuchar cuando el fuerte dolor de la ardiente sed ya no me quitara mi concentración.
"Muy bien".
"Espera, espera, espera," Alice dijo desde la puerta. Bailó toda la habitación, soñadamente elegante. Al igual que ocurrió con Edward y Carlisle, me sentí como si realmente viera su rostro por primera vez. Tan encantadora.
"¡Prometiste que podía estar allí la primera vez! ¿Qué pasa si ustedes dos corren por algo reflexión?"
"Alice," Edward protestó."¡Es sólo un segundo!" Y con eso, Alice salió de la sala.
Edward suspiró."¿De qué está hablando?"
Pero Alice ya estaba de vuelta, llevando el enorme, dorado-espejo enmarcado de Rosalie de la sala, que era casi dos veces tan alto como ella, y varias veces más ancho.
Jasper había estado tan quieto y callado que yo no había tenido conocimiento de él seguía detrás de Carlisle. Ahora se mudó de nuevo, señalando con el cursor a Alice, sus ojos bloqueados en mi expresión. Porque yo era el peligro.
Yo sabía que él estaría degustando el ánimo a mi alrededor, también, y por lo que debe haber sentido mi sacudida de choque estudiando su rostro, mirándolo desde muy cerca por primera vez.
A través de mis simples ojos humanos, las cicatrices dejadas de su antigua vida como recién nacido en los ejércitos del Sur habían sido en su mayor parte invisible. Sólo con una luz brillante para alzar sus formas ligeramente elevadas, podía notar su existencia.
Ahora que lo podía ver, las cicatrices de Jasper eran una característica más dominante. Es difícil alejar mi mirada de su devastado cuello y la mandíbula - difícil de creer que incluso un vampiro podría haber sobrevivido después de que tantas series de dientes rasgaran su garganta.
Instintivamente, me tensé para a defenderme. Cualquier vampiro que se viera a Jasper tendría la misma reacción. Las cicatrices son como un iluminado cartel. Peligroso,
gritaban. ¿Cuántos vampiros han tratado de matar a Jasper? ¿Cientos? ¿Miles? El mismo número que habían muerto en el intento.
Jasper vio y sintió mi valoración, mi prudencia, y sonrió débilmente.
“Edward, me dio tristeza por no tener un espejo antes de la boda," dijo Alice, alejando mi atención fuera de su aterrador amante. “No va a ser masticada de nuevo… "
"¿Masticada?" pregunto Edward suspicazmente, levantando una ceja.
"Tal vez estoy exagerando las cosas", murmuraban absorta cuanto movió el espejo para ponerlo frente a mi.
"Y tal vez tienes que hacer esto únicamente para tu propia gratificación personal", le contrarrestarse.
Alice saltó hacia él.
Yo estaba solamente consciente de este intercambio con la menor parte de mi concentración. La mayor parte fue remachada por la persona en el espejo.
Mi primera reacción fue un placer irreflexivo. La criatura en el era indiscutiblemente bella, tan hermoso como Alice o Esme. Ella era fluida incluso en quietud, y su impecable rostro pálido como la luna contra el marco de su
oscura cuna, cabello pesado. Sus extremidades eran lisas y fuertes, piel sutilmente brillante, luminosa como una perla.Mi segunda reacción fue de horror.
¿Quién era ella? A primera vista, no pude encontrar mi cara en cualquier lugar del suave, perfecto plano de sus características.
¡Y sus ojos! A pesar de que sabía que esperar de ellos, sus ojos todavía enviaron una emoción de terror a través de mí.
Todo el tiempo estudié y reaccioné, su cara estaba perfectamente integrado, una talla de una diosa, sin demostrar nada de los disturbios que daban vueltas dentro de mí. Y entonces sus labios gruesos labios se movieron.
"¿Los ojos?" Susurró, poco dispuesta a decir mis ojos. "¿Por cuánto tiempo?
"Van a aclararse dentro de unos meses," dijo Edward con su suave y reconfortante voz.
"La sangre de los animales diluye el color más rápidamente que una dieta de sangre humana. Ellos serán color ámbar primero, luego dorados. "
¿Mis ojos serán como viciosas llamas rojas por meses?
"¿Meses?" Mi voz era más fuerte ahora, subrayó las palabras. En el espejo, las cejas perfectas se levantaron con incredulidad por encima de sus ojos carmesí – más brillantes que cualquiera que haya visto antes.
Jasper dio un paso adelante, alarmado por la intensidad de mi repentina ansiedad. Él sabía mucho sobre los vampiros jóvenes; ¿esta emoción le hizo presagiar algún error de mi parte?
Nadie respondió a mi pregunta. Miré lejos, a Edward y Alice. Sus ojos estaban un poco inquietos- en respuesta a la inquietud Jasper. Escuchando lo que esto había causado, mire el futuro cercano
Me dio otro profundo, e innecesario respiro.
“No, yo estoy muy bien," les prometí. Mis ojos miraron al extraño en el espejo y volvieron. "Es sólo un montón… para analizar"
La frente surcada de Jasper, destacaba las dos cicatrices sobre su ojo izquierdo.
"No lo sé," Edward murmuró.
La mujer en el espejo miró mal. "¿Qué pregunta me perdí?"
Edward murmuró. "Jasper se pregunta cómo lo estás haciendo".
"Hacer qué?"
"Controlar tus emociones, Bella," me respondió Jasper. "Nunca he visto un recién nacido hacer que - detener una emoción en sus vías de esa manera. Te molestas, pero cuando viste nuestra preocupación, recuperaste el control sobre ti misma. Yo estaba dispuesto a ayudarte, pero usted no lo necesitas. "
"¿Es eso malo?" Le pregunté. Mi cuerpo automáticamente se congeló esperando su veredicto.
"No," dijo, pero se notaba en su voz que no estaba seguro.
Edward trazaba con la mano líneas en mi brazo, como si me estuviera alentando. "Es muy impresionante, Bella, pero no lo entendemos. No sabemos cuánto tiempo puedas controlarlo".
Consideré esa parte de un segundo. En cualquier momento ¿Iba a qué? ¿Convertirme en un monstruo?
No podía sentirlo venir… Tal vez no había manera de anticipar tal cosa.
"Pero, ¿qué piensan?" pregunto Alice, un poco impaciente, señalando el espejo.
"No estoy seguro," Le dije, sin querer admitir cuanto miedo me había causado realmente.
Observé a la hermosa mujer con los ojos terribles, en busca de piezas de mí.
Había algo en la forma de sus labios - si mirabas más allá de la vertiginosa belleza, su labio superior estaba ligeramente fuera de equilibrio, un poco demasiado lleno
para que coincida con el menor. Encontrar este pequeño defecto familiar me hizo sentir un poquito mejor.
Tal vez el resto de mí también se encontraba ahí.
Levante mi mano experimentalmente, y la mujer en el espejo copio el movimiento, tocar su cara, también. Sus ojos carmesí me miraban con cautela.
Edward suspiró.
Me alejé de ella pata mirarlo a él, y noté que levantaba una ceja
"¿Decepcionado?" Le pregunté, mi timbre de voz impasible.
Él se rió. "Sí", admitió.Sentí el choque romperla máscara compuesta por mi cara, seguida el instante por mi herida.
Alice se congeló. Jasper se inclinó hacia adelante de nuevo, esperando mi broche de presión.
Pero Edward hizo caso omiso de ellos y envolvió herméticamente sus brazos alrededor de mi recientemente congelada forma, presionando sus labios contra mi mejilla.
"Yo tenía la esperanza de que me pueda escuchar tu mente, ahora que es similar a la mía ", murmuró." Y aquí estoy, frustrado como siempre, preguntándome qué podría estar ocurriendo en el interior de tu cabeza."
Me sentí mejor a la vez.
"Oh bien", le dije a la ligera, aliviada de que mis pensamientos fueran aún míos. "Creo que mi
cerebro nunca funcionará bien. Al menos soy linda".
Era cada vez más fácil bromear con él como he de ajustar, a pensar en líneas rectas. Ser yo mismo.
Edward murmuró en mi oído. "Bella, nunca has sido simplemente bonita"
Entonces su cara se alejó de la mía, y suspiró.
"Esta bien, está todo bien", le dijo a alguien.
"¿Qué?" Le pregunté.
"Está poniendo a Jasper más nervioso cada segundo. Podrá relajarse un poco cuando hayas cazado".
Miré la preocupada expresión de Jasper y asentí. Yo no quería convertirme en un monstruo allí, si sucedía. Iba a ser mejor estar rodeada de árboles que de la familia.
"Muy bien. Vamos a cazar," accedí, la emoción y los nervios revolvieron mi estómago. Puse los brazos de Edward alrededor de mí, envolviendo mi cuerpo, manteniendo una de sus manos, y le di mi espalda a la extraña y bella mujer en el espejo.
21. PRIMERA CAZA.
“¿La ventana?” pregunté.
Nunca antes había tenido miedo a las alturas en si, pero ser capaz de ver todos esos detalles con tal claridad hizo la perspectiva menos atractiva. Los ángulos de las rocas de abajo eran más puntiagudos de lo que hubiera imaginado.
Edward sonrió. “Es la salida más conveniente. Si estás asustada, puedo cargarte.”
“Tenemos toda la eternidad, y ¿estás preocupado por el tiempo que me tomará caminar por la puerta trasera?”
Ligeramente frunció el ceño. “Renesmeé y Jacob están abajo…”
“Oh.”
Cierto. Yo era el monstruo ahora. Tenía que mantenerme alejada de olores que podrían provocar mi lado salvaje. De la gente que amaba en particular. Incluso de aquellos que no conocía todavía.
“¿Renesmeé se…encuentra bien…con Jacob ahí?” susurré. Me di cuenta tarde que debió haber sido el corazón de Jacob el que había oído abajo. Escuché atentamente de nuevo, pero sólo podía oír un pulso. “A él no le gusta mucho.”
Los labios de Edward se apretaron de un modo raro. “Créeme, ella está perfectamente a salvo. Sé exactamente lo que Jacob está pensando.”
“Claro,” murmuré, y miré al piso de nuevo.
“¿Paramos?” me retó.
“Un poco. No se cómo…”
Yo estaba muy conciente de mi familia atrás de mí, mirándome silenciosamente. La mayor parte del tiempo. Emmett ya se había reído entre dientes una vez. Un error, y se estaría revolcando en el suelo. Y luego las bromas acerca del único vampiro torpe del mundo comenzarían…
Además, este vestido-que Alice me había puesto en algún momento en que estaba tan perdida en el bochorno para no darme cuenta-no era lo que yo hubiera elegido para atacar o cazar. ¿Una seda celeste entallada? ¿Para qué pensó que lo necesitaría? ¿Había una fiesta de cocktail después?
“Mírame,” dijo Edward. Y luego, muy casualmente, dio un paso afuera de la ventana, y cayó.
Observé cuidadosamente, analizando el ángulo por el cual torció sus rodillas para amortiguar el impacto. El sonido de su aterrizaje fue muy bajo - un amortiguado ruido que podría haber sido una puerta cerrada suavemente, o un libro colocado en una mesa con delicadeza.
No me pareció difícil.
Apretando mis dientes mientras me concentraba, traté de imitar su casual paso al aire vacío.
¡Ah! La tierra parecía moverse hacia mí tan lentamente que no se me hizo difícil colocar mis pies-¿qué zapatos me había puesto Alice? ¿Tacos aguja? Se había vuelto loca-no fue nada difícil acomodar mis estúpidos zapatos perfectamente, parecía que estuviera caminando en una superficie plana.
Amortigüé el impacto con la parte redonda de mis pies, no queriendo separar mis delgados talones. Mi aterrizaje fue tan tranquilo como el de él. Le dirigí una gran sonrisa.
“Perfecto. Fácil.”
Me devolvió la sonrisa. “¿Bella?”
“¿Si?”
“Eso fue bien elegante – incluso para un vampiro.”
Lo consideré por un momento y luego mostré una sonrisa de oreja a oreja. Si sólo lo estuviera diciendo por decir, entonces Emmett se hubiera reído. Nadie encontró su comentario algo gracioso, entonces debió ser cierto. Era la primera vez que alguien usaba la palabra elegante en mí en toda mi vida… o, bueno, existencia, como sea.
“Gracias” le dije.
Y luego me quité los zapatos de plata satinada uno por uno y los enganché para tirarlos por la ventana abierta. Un poco fuerte, quizá, pero escuché a alguien agarrarlos antes que dañara el revestimiento de la madera.
Alice se quejó, “Su sentido de la moda no ha mejorado nada como su equilibrio.”
Edward tomó mi mano – no podía dejar de maravillarme frente a la suavidad y cómoda temperatura de su piel - y se lanzó al jardín de atrás por el borde del río. Lo pude seguir sin esfuerzo alguno.
Todo lo físico era tan simple.
“¿Vamos a nadar?” le pregunté cuando paramos al costado del agua.
“¿Y arruinar tu lindo vestido? No. Vamos a saltar.”
Apreté mis labios, considerándolo. El río era como cincuenta yardas de ancho.
“Tú primero,” dije.
Acarició mi mejilla, dio dos pasos atrás rápidamente y luego volvió corriendo esos mismo dos pasos, empujándose de una piedra llana encajada firmemente el la orilla del río. Estudié sus rápidos movimientos formaba un arco encima del agua, finalmente dando un salto mortal desapareció entre los gruesos árboles al lado del río.
“Fanfarrón”, musité y escuché su risa invisible.
Retrocedí cinco pasos, sólo porsiacaso, y respiré profundamente.
De repente, estaba ansiosa de nuevo. No porque fuera a caerme o a lastimarme – estaba más preocupada por cuán malogrado quedaría el bosque.
Vino lento, pero podía sentirlo ahora – la cruda y masiva fuerza en mis piernas. De repente estaba segura de que si quería hacer un túnel por debajo del agua, o si quería golpear o agarrar un camino directamente por el lecho de las rocas, no me tomaría mucho tiempo. Las cosas que estaban a mi alrededor – los árboles, los arbustos, las rocas… la casa – habían empezado a verse muy frágiles.
Esperanzada en que Esme no tuviera una preferencia en algún árbol en particular, di mi primer paso largo. Y luego paré cuando el satén apretado se rompió seis pulgadas en mi muslo. ¡Alice!
Bueno, Alice siempre trataba a la ropa como algo desechable, o sea, sólo lo usaba una vez, así que no debería importarle esto. Doblé con cuidado la parte intacta de la parte inferior derecha de la ropa entre mis dedos y, ejerciendo la mínima cantidad de presión posible, rasgué el vestido hasta que se abrió dejando mi muslo expuesto. Luego arreglé el otro lado para que no desentonara.
Mucho mejor.
Podía oír las risas sordas en la casa, e incluso a alguien apretar los dientes. La risa venía del primer y segundo piso, y fácilmente reconocí la gran diferencia, una risita áspera y ronca del primer piso.
¿Así que Jacob también estaba mirando? No pude imaginar lo que estaba pensando ahora, o que estaba haciendo todavía ahí. Yo había previsto nuestro reencuentro – si me pudiera perdonar alguna vez – en algún tiempo lejano en el futuro, cuando estuviera más estable, y el tiempo haya curado las heridas que le hice a su corazón.
No volteé a mirarlo ahora, cautelosa con mis cambios de humor. No sería bueno dejar que cualquier emoción se hiciera demasiado fuerte en mis estados de ánimo. Los miedos de Jasper me tenían al borde también. Tenía que cazar antes de lidiar con cualquier otra cosa. Traté de olvidar todo eso para poder concentrarme.
“¿Bella?” Edward me llamó desde el bosque, su voz se acercaba. “¿Quieres ver de nuevo?
Pero recordé todo perfectamente, claro, no quería darle a Emmett más razones para que encontrara mi educación más graciosa. Esto era algo físico – debe ser instintivo. Así que respiré hondo y corrí por el río.
Libre de mi falda, me tomó sólo un salto largo para alcanzar el borde el agua. Sólo ochenta y cuatro milésimas de segundo, y eso todavía era bastante tiempo - mis ojos y mi mente se movieron tan rápido que un solo paso fue suficiente. Fue simple posicionar mi pie derecho contra la piedra lisa y ejercer la presión adecuada para que mi cuerpo no se vaya volando por el aire. Estaba prestando más atención en dirigir esa fuerza que me equivoqué en la cantidad de poder necesario – pero al menos no me equivoqué en la parte donde me habría mojado. La anchura de cincuenta yardas era una distancia ligeramente fácil.
Fue una cosa extraña, vertiginosa, electrizante, pero pequeña. Tuvo que pasar un segundo entero, y ya había cruzado.
Esperaba que el paquete cerrado de árboles fuera un problema, pero fueron sorprendentemente beneficiosos. Fue algo simple el estirar una mano segura mientras caía hacia la tierra adentro en el bosque y agarrarme de una rama conveniente; me balanceé ligeramente en mis pies y aterricé con los dedos, todavía a quince pies de la tierra en una amplia rama de Sitka.
Fue grandioso.
Por encima de sonido de mi risa encantada, pude oír a Edward corriendo para encontrarme. Mi saltó había sido el doble de largo que el de él. Cuando alcanzó mi árbol, sus ojos estaban ensanchados. Con agilidad, salté hacia la rama de su lado, aterrizando en silencio otra vez en la parte redonda de mis pies.
“¿Estuvo bueno?” me pregunté, mi respiración se aceleró con excitación.
“Muy bueno.” Sonrió orgulloso, pero su tono casual no coincidió con la expresión de sorpresa en sus ojos.
“¿Podemos hacerlo de nuevo?”
“Concéntrate, Bella – estamos en una salida de cacería.”
“Oh, cierto.” Asentí. “Cacería.”
“Sígueme… si puedes.” Sonrió abiertamente, su expresión de repente tentadora, y echó a correr.
Él era más rápido que yo. No pude imaginar cómo movía sus piernas con tanta asombrosa velocidad, pero estaba más allá de mí. Pero, yo era más fuerte, y cada paso mío era como tres pasos de él. Y entonces volamos por medio de la red verde viva, juntos, siguiendo a nada. Mientras corría, no pude evitar reírme despacio por la emoción; la risa no me detenía o me desconcentraba.
Finalmente pude entender por qué Edward nunca se chocaba con los árboles mientras corría – una pregunta que siempre había sido un misterio para mí. No era una sensación peculiar, el equilibrio entre la velocidad y la claridad. Puesto que, mientras me disparaba, bajo, y por el laberinto en un grado que debería haber reducido todo a mí alrededor a unas simples manchas verdes, pude ver claramente cada diminuta cosa en esas manchas mientras pasaba.
El viento de mi velocidad sacudía mi cabello y mi rasgado vestido detrás de mi, y, aunque sabía que no debería, se sintió caliente en mi piel. Así como el rudo piso del bosque no debería sentirse como un terciopelo bajo mis desnudos pies, y así como mis brazos y piernas no deberían sentir que estuviera esquivando suaves plumas en vez de ramas.
El bosque no estaba tan vivo como pensaba – pequeñas criaturas cuyas existencias nunca hubiera adivinado abundaron en las hojas a mi alrededor. Todas continuaron silenciosas después que pasamos, su respiración rápida con miedo. Los animales tenían una reacción mucho más sabia a nuestro olor que las personas humanas. Seguramente había tenido un efecto contrario en mí.
Seguí esperando para sentirme ventilada, pero mi respiración llegó sin esfuerzo alguno. Esperé el momento en que comenzarían a quemarme los músculos, pero mi fuerza sólo parecía incrementarse mientras me acostumbraba a mis grandes pasos. Mis sobresaltados huesos se estrechaban más y más, y en un momento él trataba de mantener mi ritmo. Me reí de nuevo, exuberantemente, cuando lo escuché quedándose atrás. Mi pie desnudo empezó a tocar el suelo rara vez, lo que parecía que estuviera volando.
“Bella” llamó secamente, su voz incluso, ociosa. No pude oír nada más; se había detenido.
Brevemente lo consideré un motín.
Pero, con un suspiro, giré y salté tranquilamente a su lado, unas cien yardas atrás. Lo miré expectante. Él estaba sonriendo, con una ceja levantada. Era tan hermoso que sólo pude quedarme mirando.
“¿Querías quedarte en el país?” preguntó divertido. ¿O planeabas continuar hasta Canadá esta tarde?”
“Así está bien”, asentí, más concentrada en la manera en que sus labios se movían mientras hablaba que en sus palabras. Fue difícil no distraerse con tantas cosas que podía ver con mis ojos nuevos. “¿Qué estamos cazando?”
“Ahora cierra tus ojos”, murmuró. Cuando obedecí, él levanto sus manos hacia mi rostro, apretando mis mejillas. Sentí mi respiración acelerarse y esperé brevemente por el rubor de mis mejillas que nunca más llegaría.
“Escucha”, me instruyó Edward. “¿Qué puedes oír?”
Todo, pude haber dicho; su perfecta voz, su respirar, el rozar de sus labios mientras hablaba, el susurrar de los pájaros moviendo sus plumas con el paso del viento, el aleteo de sus latidos, las hojas de arce reunidas a la fuerza, el débil congeniar de las hormigas siguiendo una larga línea en la corteza del árbol más cercano. Pero yo sabía que él se refería a algo más específico, así que dejé que mis oídos escucharan más allá de nosotros, buscando algo diferente a los zumbidos de vida que me rodeaban. Había un espacio abierto cerca de nosotros – el viento tenía un sonido diferente a en medio de ese pasto expuesto - y un pequeño riachuelo con un lecho de rocas. Y allí, cerca del sonido del agua, había un chapotear de lenguas sedientas, el alto rugir de corazones pesados, el fuerte bombear de torrentes de sangre…
Sentí como si las paredes de mi garganta se cerraran.
“Por el arrollo, ¿al noroeste?” pregunté, mis ojos todavía cerrados.
“Si.” Su tono era de aprobación. “Ahora…espera por la brisa de nuevo y…¿qué hueles?”
Mayormente a él - su extraño perfume miel-lilas-y-sol. Pero también el pesado olor a tierra y madera podrida y musgos, la resina de las hojas por siempre verdes, el calor, un aroma casi a nuez de esos pequeños roedores encogidos bajo el árbol. Y luego, saliendo a flote de nuevo, el olor claro del agua, que sorprendentemente no me causó ninguna sensación de sed. Me concentré más allá de agua y encontré el olor que debió irse con el sonido sediento y el corazón punzante. Otro cálido olor, pesado y fuerte, más fuerte que los otros. Y casi tan pronto como lo sentí, respingué mi nariz.
Se rió entre dientes. “Lo sé – toma tiempo acostumbrarse.”
“¿Tres?” adiviné.
“Cinco. Hay dos más en los árboles atrás de ellos.”
“¿Qué hago ahora?”
Su voz sonó como si estuviera sonriendo. “¿Qué tienes ganas de hacer?”
Lo pensé, mis ojos todavía cerrados mientras escuchaba y respiraba ese olor. Otra batalla de sed empezó en mi conciencia y de repente el calor, ese olor tan fuerte no era del todo desagradable. Al menos sería algo caliente y húmedo en mi boca disecada. Mis ojos se abrieron de repente.
“No lo pienses,” me sugirió mientras bajaba sus manos de mi rostro y daba un paso hacia atrás. “Sólo sigue tus instintos.”
Me dejé llevar por el olor, apenas preocupada por mis movimientos mientras me deslizaba hacia el prado de donde venía el torrente. Mi cuerpo avanzó automáticamente y me puse en cuclillas en el borde de helechos del árbol, vacilando. Pude ver un ciervo grande, dos docenas de puntos adornando sus cuernos, en el borde del agua, y las borrosas sombras de los otros mientras se dirigían hacia el este, adentrándose en el bosque sin prisa.
Me centre en el olor del macho, un punto cálido en su cuello peludo, donde la calentura y el pulso eran más fuertes. Sólo treinta yardas – dos o tres saltos – entre nosotros. Entré en tensión para el primer salto.
Pero mientras mis músculos se preparaban, el viento se levantó, soplando más fuerte ahora, y desde el sur. No me paré a pensar, me lancé fuera de los árboles en un camino perpendicular a mi plan original, asustando a los alces en el bosque, corriendo detrás de una nueva fragancia tan atractiva que no me daba otra opción. Estaba obligada a hacerlo.
El olor me llenó por completo. Estaba con la mente en una sola cosa, preocupada sólo por el olor que tenía que acabar. La sed empeoró, tan dolorosa ahora que confundió todos mis pensamientos y empecé a recordar el ardor del veneno en mis venas.
La única cosa que tenía opción de penetrar mi concentración, un instinto más poderoso, más básico de lo que necesitaba para apagar el fuego - era el instinto de protegerme del peligro. Auto preservación.
De repente estuve alerta por el hecho que había estado siguiendo. El pulso del irresistible olor luchó el impulso de detenerme y defender mi presa. Una burbuja de sonido salió de mi pecho, mis labios se retiraron de su propio acuerdo de exponer mis dientes en alerta. Mi pie bajó su marcha, la necesidad de proteger mi lucha contra el deseo de saciar mi sed.
Y luego pude oír mi victoria de perseguidor, y defensa ganada. Cuando giré, el creciente sonido raspó mi garganta.
El gruñido salvaje que salió de mi boca, fue tan inesperado que me paralizó. Me perturbó y me ayudó a limpiar mi cabeza por un segundo – la sed – la neblina retrocedió, aunque la sed quemara todavía.
El viento se levantó, llevando el olor de tierra húmeda y viniendo directo hacia mi rostro, liberándome del ardor del olor anterior – un olor tan delicioso que sólo podía ser humano.
Edward dudó unos pies atrás, sus brazos levantados cómo si fuera a abrazarme – o detenerme. Su rostro estaba absorto y cauto mientras me congelé, horrorizada.
Me di cuenta que había estado a punto de atacarlo. Con un fuerte tirón, me levanté de mi posición defensiva. Contuve mi aliento mientras volvía a concentrarme, temiendo el poder de la fragancia que arremolinaba desde el sur.
Pudo ver la razón regresando a mi rostro, y dio un paso hacia mí, bajando sus brazos.
“Tengo que irme de aquí”, dije entre dientes, usando todo el aire que tenía.
El asombro cruzó su rostro. “¿Puedes irte?”
No tenía tiempo para preguntarle lo que quiso decir con eso. Sabía que la habilidad de pensar claro duraría sólo el tiempo que pudiera dejar de pensar en…
Rompí a correr de nuevo, directo hacia el norte, concentrada únicamente en el incómodo sentimiento de privación sensorial que parecía ser único responsable de que mi cuerpo careciera de aire. Mi único objetivo estaba lo suficientemente alejado que el olor que completamente perdido. Imposible de encontrar, incluso si cambiaba de parecer…
Una vez más, estaba conciente de que era seguida, pero ahora estaba más sana. Luché con el instinto de respirar – usar los sabores en el aire para asegurarme que era Edward. No tenía que luchar sola; aunque ahora corría más rápido que antes, disparada como una cometa directamente a través del camino que podía encontrar en los árboles; Edward se acomodó a mi paso después de un corto tiempo.
Un nuevo pensamiento cruzó mi mente, y paré en seco, plantando mi pie. Estaba segura de que aquí estaría a salvo, pero contuve mi aliento sólo porsiacaso.
Edward me pasó, sorprendido por mi congelamiento repentino. Dio la vuelta y estuvo a mi lado en menos de un segundo. Puso sus manos en mis hombros y me miró fijamente a los ojos, todavía dominado por el asombro.
“¿Cómo hiciste eso?” exigió.
“Me permitiste golpearte hace un rato, ¿no?” exigí en respuesta, ignorando su pregunta. ¡Y pensé que lo había estado haciendo tan bien!
Cuando abrí mi boca, pude saborear el aire – ya no estaba contaminado, sin rastro alguno del fuerte perfume que me había atormentado. Respiré cuidadosamente.
Él sacudió su cabeza, rehusándose a desviarse de su pregunta. “Bella, ¿cómo lo hiciste?”
“¿Huir? Contuve mi aliento.”
“Pero, ¿cómo te abstuviste de cazar?”
“Cuando viniste detrás de mí… discúlpame por eso.”
“¿Por qué te disculpas? Yo era el que estaba espantosamente cuidadoso. Asumí que nadie estaría muy lejos de aquí, pero debí haber chequeado primero. ¡Un error tan estúpido! Tú no tienes nada de qué disculparte.”
“¡Pero te gruñí!” todavía estaba horrorizada que era capaz de tal blasfemia.
“Claro que lo hiciste. Es algo natural. Pero no puedo entender cómo huiste.”
“¿Qué más podía hacer?” pregunté. Su actitud me confundía - ¿qué quería que hubiese pasado? “Quizá era algún conocido.”
Me asustó con su repentina carcajada, moviendo su cabeza y dejando un eco en los árboles.
“¿Por qué te ríes de mí?”
Por un momento paró, y pude ver de nuevo su rostro cauteloso.
Contrólate, pensé. Tenía que controlar mi temperamento. Como si fuera un licántropo joven en vez de un vampiro.
“No me estoy riendo de ti, Bella. Me río porque estoy en shock. Y estoy así porque estoy completamente maravillado.”
“¿Por qué?”
“No deberías haber sido capaz de hacer algo como esto. No deberías haber sido tan… racional. No deberías haber sido capaz de estar discutiendo esto conmigo tan fresca y calmada. Y, más que cualquier otra cosa, no deberías haber sido capaz de detenerte a medio de una caza con el olor de un humano en el aire. Incluso los vampiros más maduros tienen dificultades con eso – siempre somos muy cuidadosos de donde cazamos para no ponernos tentaciones. Bella, tu comportamiento es como de un vampiro de décadas en vez de días.”
“Oh.” Pero sabía que sería difícil. Por eso estaba tan...en guardia. Esperaba que fuera difícil.
Puso sus manos en mi rostro de nuevo, y sus ojos estaban maravillados. “Que no hubiera dado por ser capaz de ver en tu mente sólo por este momento.”
Emociones tan fuertes. Estuve preparada para la parte sedienta, pero no para esto. Estaba tan segura que no sería lo mismo cuando me tocara. Bueno, la verdad, no era lo mismo.
Era más fuerte.
Deslicé mis dedos en su rostro; deteniéndome en sus labios.
“¿Pensé que no sentiría esto por un buen tiempo?” Mi incertidumbre hizo de las palabras una pregunta. “Pero todavía te deseo.”
Parpadeó en shock. “¿Cómo puedes concentrarte es eso? ¿No estás desesperadamente sedienta?”
Claro que lo estaba, ¡ahora que me lo recordó!
Traté de tragar y luego suspiré, y cerré mis ojos como antes para poder concentrarme. Dejé que mis sentidos descubrieran la variedad que me rodeaba, esta vez estaba tensa, sólo en caso de que me impactara de nuevo ese delicioso olor taboo.
Edward dejó caer sus manos, yo ni siquiera respiraba mientras escuchaba cada vez más lejos en la red verde viva, cernida a través de los olores y sonidos por algo que no saciaría mi sed completamente. Había algo diferente, un débil rastro al este…
Mis ojos se abrieron, pero mi concentración estaba todavía en el olor cortante mientras me volteaba y me lanzaba silenciosamente hacia el este. Parecía que la tierra se levantara casi inmediatamente, me puse en posición de caza y corrí, cerca del piso, entre los árboles mientras era más fácil. Sentí perfectamente a Edward conmigo, deslizándose silenciosamente por el bosque, dejándome a mí, guiar.
La vegetación se dispersaba mientras íbamos costa arriba; el olor a campo y resina se hacía más fuerte, mientras seguía el camino que me había trazado – era un olor cálido, más cortante que el del alce y más atractivo. Unos segundos más y pude oír paso amortiguado del inmenso pie, más ligero que el crujir de unos cascos. El sonido crecía – más en las ramas que en el suelo. Automáticamente entré como una flecha entre las ramas, ganando una posición estratégica, a mitad de camino de un abeto de plata alto.
El sonido de las patas ahora estaba debajo de mí; el fuerte olor estaba muy cerca. Mis ojos señalaban cada movimiento con el sonido, y vi el gran gato escabulléndose a lo largo de una amplia rama de pincea, abajo y a la izquierda de la mía. Era grande – fácil cuatro veces yo. Sus ojos estaban absortos debajo de él; el gato estaba cazando también. Capté el olor de algo más pequeño, suave a lado del aroma de mi presa, agachado bajo el árbol. La cola del león tiró espasmódicamente cuando se dispuso a saltar.
Con una luz enlazada, salté y aterricé en la rama del león. Él sintió que la madera tembló y giró, gruñendo desafiante. Cortó el espacio entre nosotros, sus ojos brillaban de furia. Medio loca con la sed, ignoré los colmillos expuestos y las garras y me lancé hacia él, cayendo los dos al suelo forestal.
No fue tanto una pelea.
Sus garras filudas fueron como suaves dedos al momento que tocó mi piel. Sus dientes no encontraron nada que arrancar en mis hombros y en mi garganta. Su peso no era nada. Mis dientes infaliblemente buscaron su garganta, y su instintiva resistencia era lastimosamente débil a comparación de mi fuerza. Mis mandíbulas se cerraron fácilmente en el punto preciso donde se concentraba el flujo del calor.
Fue como morder mantequilla. Mis dientes eran como navajas de acero; cortaron la piel y la grasa como si no estuvieran ahí.
El sabor no era el correcto, pero la sangre era caliente y húmeda y esto calmó la desigualdad, la sed picante cuando bebí con prisa impaciente. Los esfuerzos del gato por liberarse fueron cada vez más débiles y sus gritos se ahogaron con un gorjeo. La calentura de la sangre irradió por todo mi cuerpo, quemando la punta de mis dedos y pies.
El león estuvo terminado antes que yo lo hiciera. La sed flameó de nuevo cuando Edward corrió hacia mí, y yo empujé el cadáver con repugnancia. ¿Cómo podía seguir sedienta después de eso?
Me erguí en un rápido movimiento. Parada, me di cuenta que estaba hecha una porquería. Oculte mi rostro tras de mi brazo y traté de arreglar el vestido. Las garras que habían sido ineficaces contra mi piel, tuvieron más éxito con el delgado vestido.
“Hmm,” dijo Edward. Levanté la mirada para verlo descansando casualmente en el tronco de un árbol, mirándome pensativamente.
“Creo que pude haberlo hecho mejor.” Estaba totalmente sucia, mi cabello enredado, mi vestido manchado con sangre y rasgado. Edward no regresaba de cacería luciendo así.
“Lo hiciste perfectamente bien,” me aseguró. “Es sólo que… fue mucho más dificultoso ver para mí de lo que había pensado.”
Levante mis cejas, confundida.
“Va contra el punto,” me explicó, “dejarte luchar con leones. Tuve un ataque de ansiedad todo el tiempo.”
“Tonto.”
“Lo sé, los viejos hábitos nunca mueren. Aunque, me gustan los arreglos de tu vestido.”
Si hubiera podido sonrojarme, lo habría hecho. Pero cambié el tema. “¿Por qué todavía estoy sedienta?”
“Porque eres joven.”
Suspiré. “Y supongo que no hay otro león cerca.”
“Pero hay muchos ciervos.”
Hice una mueca. “No huelen tan bien.”
“Herbívoros. Los carnívoros huelen casi como los humanos,” me explicó.
“No tanto como los humanos,” le dije en desacuerdo, tratando de no recordar.
“Podemos regresar.” Dijo solemnemente, pero había sombras bajo sus ojos. “Quienquiera que estuviera ahí, si eran hombres, probablemente no les importaría morir si tú fueras el que los entretiene.” Su mirada bajó hacia mi rasgado vestido de nuevo. “De hecho, pensarían que estaría listos para morir e ir al cielo en el momento que te vieran.”
Volteé los ojos. “Vamos a cazar algún apestoso herbívoro.”
Encontramos una gran manada de ciervos en el camino de vuelta a casa. Esta vez, cazamos juntos, ahora ya había conseguido hacerlo mejor. Cacé un ciervo más o menos grande, haciendo casi tanta basura como había hecho con el león. Edward había terminado con dos cuando yo recién terminaba con el primero, sin un solo pelo desordenado, ni una mancha en su camisa blanca. Perseguimos a la manada dispersada y aterrorizada, pero en vez de alimentarme, esta vez, me concentré en analizar con cuidado cómo él era capaz de caza con tanto esmero.
Todas las veces que deseé que Edward no tuviera que dejarme cuando iba a cazar, estaba en secreto, un poco aliviada. Ya que estaba segura que ver esto sería horroroso, aterrorizante. El verlo cazar finalmente lo hizo ver como un vampiro para mí.
Claro, había mucha diferencia desde esta perspectiva, ahora yo era un vampiro. Pero dudé que incluso mis ojos humanos hubieran notado su belleza aun asi.
Fue una experiencia sorprendentemente sensual ver a Edward cazando. Sus saltos relajados fueron como el arrastrar sinuoso de una serpiente; sus manos estaban tan seguras, tan fuertes, tan completamente inevitables; sus labios eran perfectos cuando se separaron dejando ver sus relucientes dientes. Era glorioso. Sentí una repentina sacudida de orgullo y deseo.
Él era mío. Nada podía separarnos ahora. Era demasiado fuerte como para ser separada de su lado.
Lo hizo muy rápido. Se volteó y me miró curiosamente mientras exploraba mi expresión.
“¿Ya no tienes sed?” preguntó.
Encogí los hombros. “Me distrajiste. Eres mucho mejor que yo.”
“Siglos de práctica.” Sonrió. Sus ojos eran desconcertantemente dulces con una sombra de oro miel.
“Sólo uno,” lo corregí.
Edward se rió. “¿Terminaste por ahora? ¿O quieres continuar?”
“Ya terminé, creo.” Me sentí llena. No estaba segura de cuánto líquido podría entrar en mi cuerpo. Pero el ardor de mi garganta ya estaba algo calmado. Y luego, de nuevo, yo sabía que la sed era sólo una inevitable parte de esta vida.
Pero valía la pena.
Me sentí controlada. Quizá mi sentido de la seguridad era falso, pero me sentí muy bien por no haber matado a nadie hoy. Si tan solo pudiera resistirme totalmente a los humanos, ¿sería capaz de soportar el olor del hombre lobo y a la pequeña medio-vampiro que amaba?
“Quiero ver a Renesmeé,” dije. Ahora que mi sed estaba saciada (casi totalmente), mis primeras preocupaciones fueron difíciles de olvidar. Quería reconciliar la extraña que era mi hija con la criatura que amaba hace tres días. Era raro, pero mas raro era no sentirla dentro de mí. Abruptamente, me sentí vacía e inquieta.
Edward estiró su mano hacia mí. La tomé, y sentí su piel más caliente que antes. su mejilla estaba débilmente sonrojada, las sombras bajo sus ojos se habían borrado.
Era incapaz de acariciar su rostro otra vez. Y otra vez.
Olvidé a medias que esperaba una respuesta a mi petición mientras miraba fijamente a sus dorados ojos.
Fue casi tan difícil como había sido huir del olor de la sangre humana, pero de alguna manera tuve la necesidad en mi cabeza de ser cuidadosa, cuando estiré en la punta de mis dedos y enrosqué mis brazos a su alrededor. Gentilmente.
Él no vacilaba en sus movimientos; sus brazos rodearon mi cintura y me estrechó contra su cuerpo. Sus labios aplastaron los míos, pero se sintieron suaves. Mis labios ya no se amoldaron a los suyos; ahora ya tenían su propio lugar.
Como antes, fue como si el toque de su piel, de sus labios, de sus manos, penetraban directamente a través de mi lisa, y dura piel hasta mis nuevos huesos. Directamente al centro de mi cuerpo. No podía imaginar amarlo más de lo que lo hacía ahora.
Mi antigua mente no hubiera sido capaz de aguantar tanto de su amor. Mi antiguo corazón no hubiera sido lo suficientemente fuerte como para soportarlo.
Quizá esta era la parte de mí que había salido a relucir con más intensidad en mi nueva vida. Como la compasión de Carlisle y la devoción de Esme. Quizá nunca sería capaz de hacer algo interesante o especial como Edward, Alice, y Jasper hacen. Quizá sólo amaría a Edward más que cualquiera en la historia del mundo hubiera amado a alguien.
Podía vivir con eso.
Recordé partes de esto – enroscando mis dedos en su cabello, trazando líneas en su pecho – pero otras partes eran tan nuevas. Él era algo nuevo. Era una experiencia totalmente diferente, Edward besándome tan intrépidamente, tan energéticamente. Respondí a su intensidad, y de repente nos estábamos cayendo.
“Oops,” dije, y se rió debajo de mí. “No fue mi intensión irme encima de esa manera. ¿Estás bien?”
Edward acarició mi rostro. “Ligeramente mejor que bien” y luego una expresión perpleja cruzó su rostro. “¿Renesmeé?” preguntó inciertamente, tratando de averiguar lo que yo quería más en ese momento. Una pregunta muy difícil de responder, porque quería tantas cosas al mismo tiempo.
Podía decir que él no estaba exactamente contrariado a aplazar nuestro retorno, y fue difícil pensar con su piel rozando la mía – no había mucho que quedara del vestido. Pero mi recuerdo de Renesmeé, antes y después de su nacimiento, se volvía más y más como un sueño para mí. Más probable. Todos los recuerdos que tenía de ella eran recuerdos humanos; un aura artificial los envolvía. Nada se veía real con estos ojos, nada se sentía real con estas manos.
Cada minuto, la realidad de aquella pequeña extraña se alejaba.
“Renesmeé,” asentí, perezosamente, y me puse sobre mis pies, levantándolo conmigo.
22. PROMETIDO.
PENSAR EN RENESMEE ME TRAJO A ESE CENTRO extraño lugar en mi extraña, nueva, y espaciosa pero distraible mente. Demasiadas preguntas.
“Cuéntame de ella”, insistí mientras tomaba mi mano. Estar entrelazados apenas nos alentó.
“Ella es como nada en este mundo”, me dijo, y casi un sonido de devoción religiosa estaba de nuevo en su voz.
Yo sentí un fuerte sentimiento de celos sobre esta extraña. El la conocía y yo no. No fue justo.
“¿Cuanto es como tú? ¿Cuanto como yo? o como era, de todos modos”.
“Se ve como un cuento de hadas aun dividida”.
“Ella era sangre caliente” Recordé.
“Si, ella tiene un latido, pensado que late un poco más que el de un humano. También tiene la temperatura un poco más alta que lo usual. Ella duerme.”
“Enserio?”.
“Bastante bien para un recién nacido. Los únicos padres que no necesitan dormir, y nuestra hija ya duerme toda la noche. “El rio entre dientes.
Me gusto el modo en que dijo nuestra hija. Las palabras la hicieron mas real.
“Ella tiene exactamente tus ojos –así que eso no fue tan perdido después de todo-“. El me sonrió. “Son tan hermosos”.
“¿Y las partes de vampiro?”. Pregunte
“Su piel se ve impenetrable como la nuestra No creo que nadie soñaría en probar.”
Le gruñí, un poco shockeada.
“Por supuesto, nadie podrá”, el me aseguró de nuevo. “Su dieta… bueno, ella prefiere beber sangre. Carlisle continua persuadiéndola de que tome algo de formula para bebe, también, pero ella no tiene mucha paciencia con eso. No puedo decir que la culpo –cosa asquerosa-olorosa, aun para la comida humana”.
Bostece abiertamente hacia el. El hizo parecer como si hubieran tenido una conversación. “¿Persuadirla?”
“Ella es inteligente, escandalosamente así que, procesa a un ritmo inmenso. A pesar de que no habla –aun- su comunicación es bastante efectiva”.
“No habla, aun”
El bajó nuestro ritmo un poco, dejándome entender esto.
“A que te refieres con que ¿Se comunica efectivamente?”. Demande.
“Creo que será más fácil para ti… si lo ves por ti misma. Es algo difícil de explicar”.
Consideré eso. Sabia que había muchas cosas que tendría que ver por mi misma después eso seria real. No estaba segura cuan lista estaba para eso, así que cambie el tema.
“Porque Jacob sigue aquí?” pregunte. “¿Como puede soportarlo? ¿Por que debería?”. Mi voz tembló un poco. “¿Por qué tenia que seguir sufriendo mas?”.
“Jacob, no esta sufriendo” el dijo en un tono extraño.”Aunque estaría dispuesto a cambiar su condición” dijo entre dientes.
“Edward” le dije, jalándolo para que parara (y sintiendo un poco de satisfacción que era capaz de hacerlo).
“¿Cómo puedes decir eso? Jacob ha renunciado a todo por protegernos! Lo que hice que pasara -¡” Con el recuerdo de vergüenza y culpa en mi mente. Parecía extraño ahora que lo necesitara entonces. Esa escena sin el cerca se había desvanecido: debió ser una debilidad humana.
“Veras como puedo decirlo” Edward susurró. “Le prometí que le dejaría explicartelo, pero dude que tu lo vieras muy diferente como lo veo yo, Por supuesto, frecuentemente estoy equivocado de tus pensamientos o, no? El frunció sus labios y me miro.
“Explicar que?”
Edward sacudió su cabeza. “Lo prometí. Aunque no creo que realmente le debamos nada más”. Sus dientes se retorcieron.
“Edward, no lo entiendo” Frustración e indignación tomaron mi cabeza.
El toco mi mejilla y después sonrió gentilmente
Mi cara se suavizo como respuesta, desee momentáneamente ignorar el enojo. “Es mas difícil de lo que lo haces ver. Lo se, lo recuerdo”.
“No me gusta sentirme confusa”
“Lo se. Así que vamos a llevarte a casa, para que lo veas todo por ti misma”. Sus ojos se fijaron en mi vestido mientras hablaba de ir a casa con desaprobación. ·”Hmmm” después de pensar una mitad de un segundo, el desabotono su camisa blanca y la puso sobre mis hombros
“Tan malo?”
El sonrió.
Deslice mis manos por las mangas y luego la abotone sobre mi arañado cuerpo. Claro que lo deje a el sin camisa, y fue imposible no ver eso distraidamente.
“Competiré contigo” Dije, después cautelosa, “No arruines el juego esta vez”.
Me tomo de la mano y me sonrió. “En sus marcas….”
Encontrar el camino a mi nueva casa era más simple que caminar hacia abajo a la calle de Charlie, donde estaba el viejo. Nuestro olor dejo un claro y fácil rastro para seguir, aun corriendo lo más rápido que podía.
Edward me dejo ganarle hasta que topamos con el rio. Yo tome mi ventaja e hice mi salto antes, tratando de usar mi extra fuerza para ganar.
“Ha” Dije cuando oí que mi pie fue el primero en tocar el césped.
Oyendo su aterrizaje, Oí algo que no esperaba. Algo fuerte y muy cerca. Un ruidoso corazón.
Edward estuvo atrás de mi en un segundo, sus manos se abrazaron arriba de mis brazos.
“No respires”. El me advirtió urgentemente.
Intente no entrar en pánico como congelar mi mente. Mis ojos solo fueron los que se movieron para encontrar la fuente del sonido.
Jacob se posiciono en la línea donde el bosque tocaba el pasto de los Cullen, sus brazos doblados alrededor de su cuerpo, su mandíbula apretada fuerte. Invisible en los bosques atrás de el. Oí ahora dos agrandados corazones, y el apenas visible sobre el helecho aplastado debajo del enorme par de piernas.
“Cuidado, Jacob” dijo Edward. El gruñido del bosque repercutió en el asunto de su voz. “Tal vez esta no es la mejor manera-“
“Tu piensas que seria mejor dejarla estar cerca de su bebé primero?” Jacob interrumpió. “Es mas seguro ver como Bella lo hace conmigo. Yo sanare primero”
Esto era una prueba? Para ver si yo no mataba a Jacob antes de no tratar de matar a Renesmee? Me sentí enferma de una forma extraña. No tenia nada que ver con mi estomago, solamente mi mente. Fue idea de Edward?
Yo mire a su cara ansiosamente; Edward me miro por un momento deliberado, y su expresión se volvió de un desconcertado en algo más. El se encogió de hombros, y allí estaba una corriente de hostilidad en su voz cuando dijo.
“Es tu cuello, supongo”.
El gruñido del bosque fue furioso esta vez: Leah, no tenía ninguna duda.
¿Qué pasaba con Edward? Después de todo lo que habíamos pasado, no debería sentir un poco de amabilidad por mi mejor amigo? Pensé –tal vez egoístamente- ese Edward era una especie de amigo de Jacob, también. Debí malinterpretarlos.
Pero que estaba haciendo Jacob? Porque estaba poniéndome a prueba para proteger a Renesmee?
Eso no tenia sentido para mi. Aun si nuestra amistad había sobrevivido.
Ahora mis ojos se encontraron con los de Jacob, Yo pensé que quizás lo habría hecho. El me seguía viendo como mi mejor amigo. Pero el fue el que no había cambiado ¿Qué me hizo ver como el?
Después el sonrió con su familiar sonrisa, la sonrisa de una alma gemela, y estuve segura que nuestra amistad estaba intacta. Era exactamente igual que antes, cuando salíamos a su garaje, solo dos amigos matando el tiempo. Fácil y normal de nuevo, me di cuenta de la extraña necesidad que sentía antes de que cambiara se había ido completamente. El era solo mi amigo, como debía ser.
Seguía sin tener sentido que es lo que estaba haciendo ahora, pensé, estaba realmente desinteresado, trataba de protegerme –con su propia vida- para que no hiciera algo incontrolado en fracción segundo que me arrepentiría en agonía por siempre? Que iba mucho mas allá de simplemente tolerar en lo que me había convertido, o milagrosamente manejarme para estar con mi amigo. Jacob era una de las mejores personas que he conocido, pero esto se veía mucho para aceptar de cualquiera.
Su sonrisa se amplio y el se estremeció ligeramente. “Tengo que decirlo Bella. Eres un show para locos”
Yo sonreí de vuelta, cayendo lentamente en un viejo modelo. Esta era la parte en la que entendía.
Edward gruño. “Cuídate, perro”.
El viento soplo atrás de mí y rápidamente llene mis pulmones con el aire seguro así para poder hablar. “No, el esta en lo correcto, los ojos son realmente algo, no lo son?”
“Muy aterradores. Pero no esta tan mal como creí que fueran a ser.”
“Gee- gracias por el estupendo cumplido”
El puso sus ojos en blanco. “Tu sabes a lo que me refiero. Tu sigues viéndote tipo -como tu-. Tal vez no es de ver como… tú eres Bella. Yo creí que no se iba a sentir como si tu aun estuvieras aquí.” El sonrió de nuevo hacia mí sin ningún trazo de amargura o resentimiento en su rostro. Luego el sonrió mas y dijo “De todos modos, Me acostumbrare a los ojos suficientemente pronto.”
“Lo harás?” pregunte , confundida. Era genial que sigamos siendo amigos, pero era como si no pasáramos muchos tiempos juntos.
La extraña mirada cruzo sobre su rostro… borrando la sonrisa.
Era casi como…. Culpa? Luego sus ojos se desplazaron a Edward.
“Gracias” el dijo “No sabría si la mantendrías lejos de ella, promesa o no. Usualmente tu le das todo lo que quiere”
“Quizás estoy esperanzado que ella se irritara y te quitara la cabeza”. Edward indicó.
Jacob bufó.
“Que es lo que pasa? ¿Están guardando secretos para mi?” Demande, incrédula.
“Le explicare después”, Jacob dijo algo cohibido – como si no planeara hacerlo. Después el cambio el tema “Primero, tengamos este show en el camino” Su sonrisa fue un desafío ahora y empezó hacia delante lentamente.
Había un aullido de protesta detrás de el, y luego el gris cuerpo de Leha salió de los aboles detrás de el. El cuerpo arenoso de Seth estaba justo atrás de ella.
“Tranquilos, chicos” dijo Jacob. “Manténganse fuera de esto”.
Estaba agradecida que no lo escucharan pero solo siguieron después de el lentamente.
El viento seguía ahora; el no soplo el olor del de mí.
El estuvo lo suficientemente cerca que yo podía sentir el calor de su cuerpo en el aire entre nosotros. Mi garganta se quemo en respuesta.
“Vamos Bells, haz lo peor”
Leah bufó.
Yo no quería respirar. No estaba bien tomar la ventaja peligrosa de Jacob, no importaba si el se estaba ofreciendo. Pero yo no pude apartarme por lógica. De que otro modo podría estar seguro de no lastimar a Renesmee?
“Me estoy haciendo viejo aquí, Bella” Jacob mofó. “Ok no técnicamente, pero tu sabes a lo que me refiero. Vamos, huele”.
“Aférrate a mi” le dije a Edward, escondiéndome de nuevo en su pecho.
Sus brazos se ajustaron a mis brazos.
Encerré mis músculos en su lugar, esperando que se quedaran congelados. Resolví que quería hacerlo por lo menos tan bien como lo había hecho en la caza. El peor de los casos, Yo pararía de respirar y correr por el. Nerviosamente, tome un pequeño aliento por mi nariz, preparándome por nada.
Dolió un poco, pero mi garganta ya estaba débilmente quemada. Jacob no olio mucho mas humano que el león de la montaña. Allí había un borde animal en su sangre que instantáneamente repelía. A pesar de lo fuerte, blando sonido de su corazón fue atrayente, el olor que venia de él hizo que mi nariz se arrugara. Eso fue mas fácil con el olor para templar mi reacción al sonido y el calor de su sangre pulsante
Tome otro respiro y me relaje. “Huh, Ahora veo lo que todos decían. Apestas, Jacob”.
Edward rompió en risas; su mano pasó sobre mis hombros para rodear mi cintura. Seth ladro una lenta risa en armonía con Edward; el se acerco un poco mientras Leah desplego severos lugares. Y después yo estaba consiente de otra audiencia, cuando oí a bufarse bajo a Emmelt, bajo por la pared de césped que estaba entre nosotros.
“Mira quien habla” dijo Jacob. Teatralmente arrugando su nariz. Su cara no se frunció por ahora mientras Edward me abrazo, ni incluso cuando Edward se sereno y suspiro “Te amo” en mi oído. Jacob solo siguió sonriendo. Esto me hizo pensar que las cosas iban a estar bien entre nosotros, de la manera que no habían sido por un tiempo. Tal vez ahora realmente pueda ser su amiga, yo le asqueaba lo suficiente fiscalmente para saber que el no podía amarme igual que como lo hacia antes. Tal vez eso era todo lo que se necesitaría.
“Ok entonces pase verdad?” Dije. “Ahora me dirán cual es el gran secreto?”.
La expresión de Jacob se volvió muy nerviosa “No es nada de lo que te tengas que preocupar en este momento…”
Oí de nuevo a Emmelt bufarse otra vez – un sonido de anticipación.
Hubiera presionado el punto, pero estaba oyendo a Emmelt, oí otro sonido también. Siete personas respirando. Unos pulmones más rápidos que otros. Solo un corazón latía como un aleteo de un pájaro, ligero y rápido.
Estaba totalmente entretenida. Mi hija esta justamente del otro lado de la ligera pared de césped. No pude verla –la luz se reflejaba de las ventanas como si fueran espejos, yo solo podía verme a mi muy extraña – muy blanca y quieta- comparada con Jacob, o, comparada con Edward, viendo exactamente igual.
“Renesmee” suspire. El estrés me hizo una estatua otra vez. Renesmee no iba a oler como un animal, la pondré en peligro?
“Ve y mira” Edward murmuró. “Yo se que tu puedes manejar esto”.
“Me ayudarás?” susurre mediante mis inmóviles labios.
“Claro que lo hare!”
“Y Emmett y Jasper –por si acaso?”
“Te cuidaremos Bella, no te preocupes, estamos preparados. Ninguno de nosotros arriesgara a Renesmee. Creo que estarás sorprendida a como esta preparada para envolvernos con su pequeños dedos. Ella esta perfectamente segura, no importa que.”
Mi anhelo por verla, por entender su adoración en su voz, rompió mi inmóvil pose. Y comencé la marcha.
Y después Jacob se puso en mi camino... con cara de preocupación.
“Estas seguro, chupasangre?” el demando a Edward con su voz casi suplicando. Yo nunca oí hablarle a Edward de esa manera. “No me gusta esto quizás ella debería esperar-“
“Tu tuviste tu prueba, Jacob”.
Esa fue la prueba de Jacob?
“Pero…”, Jacob empezó.
“Pero nada…”, dijo Edward, de repente exasperado. “Bella, tu necesitas ver a nuestra hija. Quítate de su camino”.
Jacob me lanzo una extra, desesperada mirada y luego giro y casi hizo una carrera hacia dentro de la casa delante de nosotros.
Edward gruño.
Yo no le encontraba sentido a su confrontación, y no me pude concentrar en ella. Yo solo podía pensar en la borrosa niña en mi mente y luchar en contra de confusión, tratando de recordar exactamente su rostro.
“Deberíamos nosotros?”. Dijo Edward, con su voz gentil otra vez.
Asentí con la cabeza nerviosamente.
Tomo mi mano fuertemente con la suya y me dio camino hacia la casa.
Ellos estaban esperándome en una línea de sonrisas eran de bienvenida y defensiva. Rosalie varios pasos atrás de ellos, cerca de la puerta de enfrente. Ella estaba sola hasta que Jacob se le unió y estuvo enfrente de ella, cerca más de lo normal. No había sentido de comodidad estando tan cerca; los dos se vieron encogerse a mí a proximidad.
Alguien muy pequeño se inclinaba hacia afuera de los brazos de Rosalie, mirando hacia Jacob. Inmediatamente ella tuvo toda mi atención, todos mis pensamientos, de manera que nada mas se había apropiado de ellos desde el momento en que abrí los ojos.
“Estuve fuera solo dos días?”. Jadié, deliberadamente.
La niña extraña en los brazos de Rosalie, parecía tener semanas, si no meses, de grande. Ella estaba quizás el doble del bebe que estaba en mis pensamientos, y ella me veía sujetando su propio torso fácilmente estirado hacia mi. Su reluciente bronceado –cabello caía en rizos pasando sus hombros. Sus ojos café chocolate me examinaban con un interés que no era nada de un niño; era adulto, consiente e inteligente. Ella alzo una mano, buscando en mi dirección por un momento, y después regresando a tocar la garganta de Rosalie.
Si su rostro no hubiera sido asombroso, hermoso y perfecto. No podría haber creído que era la misma niña.
Mi niña.
Pero Edward estaba allí en sus facciones, y estaba yo en el color de sus ojos y mejillas. Incluso Charlie tuvo que ver en sus rizos, atreves del color de cabello de Edward. Ella tenía que ser nuestra. Imposible pero seguía siendo verdad.
Ver esta inesperada pequeña persona no la hizo mas real, pensé, solo la hizo mas fantástica.
Rosalie palmeo con la mano hacia su cuello y murmuro,
“SI, es ella”.
Los ojos de Renesmee se posaron en mí. Después, así como cuando después de unos segundos antes de su nacimiento, ella me sonrió. Un pequeño destello, una dentadura perfecta.
Tambaleándome por adentro, tome un inseguro paso hacia ella.-
Todos se movieron rápidamente.
Emmett y Jasper estuvieron ante mi, hombro con hombro, manos listas. Edward me abrazo por detrás, sus dedos fuertemente sobre mis brazos nuevamente. Aun Caslisle y Esme se movieron a los costados de Emmett y Jasper. Mientras Rosalie retrocedió a la puerta, sus brazos firmemente agarrando a Renesmee.
Jacob también se movió, manteniendo en su trance protector enfrente de ellos.
Alice fue la única que permaneció en su lugar.
“Oh denle un poco de crédito” ella reprendió. “Ella no va hacer nada. Ustedes quería un acercamiento cerca también.”
Alice estaba en lo correcto. Estaba en control de mi misma. Estaba preparada para nada –por un perfume insoportablemente insistente como el humano huele en los bosques. La tentación aquí no era comparable. La fragancia de Renesmee era perfectamente equilibrada en la línea entre el olor del más hermoso perfume y el olor de la deliciosa comida.
Había suficiente aroma dulce de vampiro para mantener la parte humana inconsolable.
Podría con ello. Estaba segura.
“Estoy Bien, lo prometo, tocando la mano de Edward que estaba en mi brazo. Después dude y agregué. “Quédense cerca, por si acaso”.
Lo ojos de Jasper estaban tensos, enfocados. Yo sabía que él estaba tomando mi clima emocional, y tomaba un estado tranquilizante y en calma. Sentí que Edward liberaba mis brazos como la evaluación de la cabeza de Jasper.
Pero Jasper parecía de primera mano, no estar tan confiado.
Cuando ella escucho mi voz, la niña de dientes para afuera forcejeó de los brazos de Rosalie, buscándose hacia mí. De alguna manera su expresión era un tanto impaciente.
“Jazz oh, déjanos pasar. Bella ten esto”.
“Edward, el riesgo”. Jasper dijo.
“Mínimo, Escucha Jasper- en la caza, ella tomo el rastro de algunos excursionistas que estaban en el lugar equivocado en la hora equivocada…”
Escuche el aspirar de un shockeante respiro de Caslisle. La cara de Esme era de repente llena y mezclada con compasión. La vista de Jasper se amplio, pero el sonrió un poco, como si las palabras Edward respondieran alguna de las preguntas en su cabeza. La boca de
Jacob se volvió en una mueca. Emmett se encogió de brazos.
Rosalie se veía menos desconcertada que Emmett así como trataba de atrapar los brazos de la pequeña niña.
La expresión de Alice me dijo que ella no estaba burlándose. Sus estrechos ojos, limitados en una quemante intensidad en mi camisa prestada, parecía mas preocupada acerca de que había hecho con mi vestido.
“Edward”, Carlisle escarmentó “Como puedes ser tan irresponsable”
“Lo se Carlisle Lo se, fui totalmente estúpido. Yo debí tomar el tiempo para estar seguro que estamos en una zona segura antes de que pierda el control”
“Edward” dije entre dientes, apenada por la forma en que ellos me miraban. Era como si esperaran ver un rojo brillante en mi mirada.
“El esta en lo correcto en reprenderme, Bella” dijo Edward con una sonrisa. “Hice un gran error. El hecho de que tú eres más fuerte que todos, como nunca he conocido. Eso no cambia”
Alice puso sus ojos en blanco “Que broma de buen gusto, Edward”.
“No estaba haciendo una broma. Estaba explicándole a Jasper porque Bella puede con esto, no es mi culpa que todos se brincaran a esa conclusión”.
“Espera” Jasper jadeo. “Ella no cazo a los humanos?”
“Ella empezó…” Dijo Edward, claramente disfrutándolo. Mis dientes chocaron juntos. “Ella estaba enteramente enfocada en la caza”
“Que paso?” dijo Caslisle. Sus ojos eran de repente brillantes, una gran sonrisa empezó de su cara. Que me recordó antes, cuando quería saber los detalles de mi transformación. La emoción de una nueva información
Edward se apoyo hacia el, animándolo. “Ella me escucho atrás de ella y reacciono defensivamente. De repente mi persecución se rompió en su concentración, ella se escapo rápidamente de ella.
Nunca vi nada para igualarla. Ella vio por una vez lo que estaba pasando, sostuvo su respiración y salió corriendo”.
“Wow” Emmett susurro. “Enserio?”.
“El no lo esta contando correctamente” . Dije, mas avergonzada que antes. “El dejo afuera la parte en que le gruñí”.
“Ustedes se dieron en unos buenos golpes?”. Emmett pregunto ansioso.
“No claro que no!”
“No, enserio? Tu no lo atacaste?”
“Emmett!” proteste.
“Oh que perdida...” Emmett sonrió. “Tu podrías haber sido la única persona que podría contra el –mientras el no pueda leer tu mente para hacer trampa- y tu tienes la excusa perfecta, también”. El suspiro aliviado. “Estaba muerto por ver que hacían sin esa habilidad”.
Lo mire fríamente. “Yo nunca”.
Jasper con ceño fruncido obtuvo mi atención; estaba más desconcertado que antes.
Edward toco con su puño el hombro de Jasper con un fingido golpe. “Ves lo que digo?”.
“Ella puedo irse contra ti – tiene solo unas horas!”.
Esme reprendió y puso su mano en su corazón. “Oh , debimos haber ido contigo”.
No estaba prestando mucha atención, ahora Edward estaba pasando de remate en su broma. Estaba al pendiente de la niña que estaba en la puerta, que estaba aun hacia mí. Sus pequeños bracitos estaban buscándome como si supiera quien era. Automáticamente, mi mano se levanto para imitarla.
“Edward” dije, inclinándome alrededor de Jasper para verla mejor.
“Por favor…?”.
Los dientes de Jasper se estremecieron; y el no se movió.
“Jazz, esto es algo nunca has visto” Dijo Alice rápidamente “Confía en mi”.
Sus ojos se cerraron por un segundo, y luego Jasper asintió.
El se aparto de mi camino, pero puso una mano en mi hombro y siguió mi lento camino.
Pensé en cada paso antes de tomarlo, analizando mi estado, lo quemante en mi garganta, y la posición de los demás alrededor de mí. Que tan fuerte me sentía ante como ellos podrían controlarme. Fue un lento proceso.
Y después la niña de los brazos de Rosalie, seguía buscando todo este tiempo mientras su expresión se hacia cada vez mas irritante, dejando afuera un fuerte, ruidoso llanto. Todos reaccionaron como si –así como yo- nunca hubieran oído su voz”.
Ellos la rodearon rápidamente, dejándome parada sola.
El llanto de Renesmee me estremeció, arrojándome al suelo. Mis ojos se volvieron un modo extraño, como si quisieran llorar.
Parecía que todos tenían una mano en ella. Todos menos yo.
“Que... que es lo que pasa? Esta herida? Que paso?”.
Era la voz de Jacob de un modo más alto, con ansiedad hacia los demás. Yo mirada en shock mientras el se acercaba a Renesmee y luego en un modo horrorizado Rosalie le susurro sin pelar con el.
“No, ella esta bien”. Rosalie dijo.
Rosalie le estaba hablando a Jacob?
Renesmee se fue hacia Jacob con gusto suficiente, pasando sus manos en su cuerpo y luego volviéndose de nuevo hacia mi.
“Ves?” Le dijo Rosalie. “Ella solo quiere a Bella”.
“Ella me quiere?” Suspire.
Los ojos de Renesmee –mis ojos- estaban impacientes hacia mí.
Edward se lanzo a mi lado. El puso ligeramente sus manos de nuevo en mis brazos y apresuro mi camino.
“Ella te ha estado esperando por casi tres días”. Me dijo.
Ahora solo estábamos a un metro de ella. Un calor parecía salir de ella para tocarme.
O tal vez era Jacob que estaba tembloroso. Vi sus manos temblar mientras mas me acercaba. Y después, su ansiedad se esfumo y puso un rostro de serenidad que tenia mucho que no veía.
“Jake –estoy bien.” Le dije. Me puso muy nerviosa ver a Renesmee en sus temblorosas manos, pero trabajaba para mantenerme en control.
Me frunció, me miro detenidamente, como si solo estuviera nervioso de poner a Renesmee en mis brazos.
Renesmee suspiraba con ansiedad y exigencia, sus pequeños brazos seguían levantándose de nuevo y de nuevo.
Algo se encendió en mí por un momento. El sonido de su llanto, los ojos familiares, el modo impaciente en que me veía incluso mas del que yo tenía por esta reunión – todo se volvió junta en la más manera más natural como en la que ella estaba firmemente en el aire entre nosotras. De pronto, ella era absolutamente real, y por supuesto la conocía. Era perfectamente ordinario que debí haber tomado rápidamente el ultimo paso y agarrarla, poniendo sus manos exactamente donde se pudiera mejor y abrazarla gentilmente hacia mi.
Jacob dejos sus largos brazos extendidos, así podría acunarla, pero no me dejo.
El se estremeció un poco cuando nuestra piel se toco. Su piel, siempre tan cálida antes, ahora era como una llama para mí. Era casi como la temperatura de Renesmee. Unos cuantos grados de diferencia.
Renesmee estaba consiente del frio de mi piel, o al menos parecía estar acostumbrada a el.
Miro hacia arriba y me sonrió nuevamente, enseñando de nuevos sus pequeños lentes y sus dos hoyuelos de las mejillas.
Luego, deliberadamente, ella buscaba mi cara.
En el momento que ella hizo esto, todas las manos se tensaron, anticipando mi reacción. Apenas me di cuenta.
Yo estaba jadeando, asombrada y congelada por la alarmante extraña imagen que rellenaba mi mente. Se sintió como un fuerte recuerdo –aun la podía ver atreves mi ojos mientras la veía en mi cabeza- pero fue completamente infamiliar. Estaba mirándolo fijamente atra vez de la expectante expresión de Renesmee, tratando de entender que era lo que pasaba, luchando desesperadamente de retomar la tranquilidad.
Además de ser shockeante e infamiliar, la imagen fue también mala de algún modo- Casi reconocía mi propia cara en el, mi vieja cara,
pero eso ya era pasado. Comprendí rápidamente que estaba viendo mi cara como los demás la veían, más que iluminante un reflejo.
El recuerdo de mi cara era confuso, desbastado, cubierto por dulce y sangre. A pesar de esto, mi expresión en la visión se volvió en una sonrisa; mis ojos cafés brillaron sobre los sus profundos círculos. La imagen se extendió, mi rostro se volvió mas cerca para ver un punto de ventaja, luego abruptamente se desvaneció.
La mano de Renesmee se puso en mi mejilla. Ella sonrió ampliamente de nuevo.
Estaba todo totalmente callado en la habitación, excepto por los latidos del corazón.
Nadie pero Jacob y Renesmee era tanto como respirar.
El silencio se extendió; parecía que esperaban a que yo dijera algo.
“Que… que… fue eso?”. Dije sin aliento
“Que fue lo que viste?” Rosalie pregunto curiosamente, viendo arriba de Jacob, que se veía como fuera de lugar en ese momento. “Que te mostro?”.
“Ella me mostro eso?”. Susurre.
“Te dije que era difícil de explicar”. Edward murmuro en mi oído. “Pero efectivo como comunicación”.
“Que fue?”. Pregunto Jacob.
Yo parpadeé muchas veces rápidamente. “Um . Yo. Creo. Pero me veía terrible”.
“Era el único recuerdo que tenia de ti.” Edward explico. Era obvio que el vio que fue lo que me mostro mientras veía en ella. El seguía avergonzado, su voz se áspero al revelar el recuerdo. “Ella te esta dejando saber que ella hace la conexión de saber quien eres.”
“Pero como pudo hacerlo?”
Renesmee me vio desconcertada con sus alucinantes ojos.
Estaba sonriendo y jalando un mechon de mi cabello.
“Como leo los pensamientos? , ¿Cómo Alice ve el futuro?” Edward respondió retóricamente y después se encogió de hombros.
“Ella esta bendecida”.
“Es algo inesperado”. Calisle le dijo a Edward. “Como si ella hiciera lo puesto a lo que tu haces”.
“Interesante”. Edward agrego. “Me pregunto…”
Sabía que estaban especulando, pero no me importo. Estaba enfrente de la más hermosa cara en el mundo. Ella estaba caliente en mis brazos, me recordaba en el momento que casi la oscuridad casi ganaba, cuando no había nada en el mundo por que seguir. Nada extremadamente fuerte para jalarme afuera de la oscuridad. En el momento que pensé en Renesmee y encontré algo que nunca dejaría.
“Te recuerdo también”. Dije rápidamente.
Se veía tan natural para apoyar y presionar mis labios en su frente. Olía maravillosamente. El olor de su piel hacia que mi garganta se quemara, pero fue fácil de ignorar. Eso no arruino la diversión del momento, Renesmee era real y yo la conocía.
Ella era la misma por la que pelee desde el principio.
Mi pequeño golpecito, el que me amaba desde adentro, también. Mitad Edward, perfecto y adorable y mitad yo- que sorprendentemente, la hacia mejor.
Estaba completamente segura. Ella valió la pelea.
“Ella esta bien “Alice murmuro, probablemente a Jasper. Podría sentir como ellos aun no confiaban.
“Experimentamos lo suficiente por el día de hoy?”, pregunto Jacob, su voz era lo suficientemente estresada. “Esta bien Bella lo hizo bien pero no presionemos”.
Lo mire con gran irritación. Jasper se puso inmediatamente alado mío. Estábamos tan cerca que cada pequeño movimiento parecía ser grande.
“Cual es tu problema, Jacob?” demande. Jale suavemente en contra de que cargara a Renesmee, y el solo se puso mas cerca de mi. El estaba casi encima de mi, Renesmee toco ambos pechos.
Edward riéndose entre dientes hacia el. “No porque no entienda, no significa que no te apartaría, Jacob. Bella lo hace extraordinariamente bien. No arruines el momento para ella.”
“Yo le ayudaría a sacarte, perro” Rosalie prometió, su voz hervía. “Yo te daría un buen golpe en el estomago”. Obviamente, no había cambiado nada en esa relación, amenos que se hubiera puesto peor.
Mire la expresión de ansiedad casi enojo de Jacob. Sus ojos estaban enfocados en Renesmee. Con la presión de todos juntos, el debió estar tocando al menos 6 diferentes vampiros al momento, pero no parecía molestare.
El realmente estaba pasando por todo esto solo por protegerme de mi misma? Que pudo haber pasado durante mi transformación – mi cambio en algo q odia- eso lo había ablandado demasiado para que fuera necesario?
Me confundí sobre eso, viendo su mirada hacia mi hija , mirándola como si… como si fuera un hombre ciego viendo el sol por primera vez.
“No!”. Grite.
Los dientes de Jasper se juntaron y los brazos de Edward envolviéndose alrededor de mi pecho contrallándose como boa. Jacob aparto a Renesmee de mis manos al mismo tiempo, y yo no intente sostenerla. Porque lo vi venir –lo que todos estaban esperando.
“Rose” dije entre dientes, lentamente y precisó.
“Toma a Renesmee”.
Rosalie soltó sus brazos, y Jacob le dio a mi hija. Las dos se apartaron de mi.
“Edward, no te quiero lastimarte, así que apártate.”
El dudó.
“Ve a donde esta Renesmee”. Sugerí
El reflexiono, y después me soltó.
Me apoye en mi posición de caza y tome dos lentos pasos hacia Jacob.
“Tu no”. Gruñí hacia el
El se hecho para atrás con miedo, palmas arriba, tratando de razonar conmigo.
“Sabes que es algo que no puedo controlar”
“Tu estúpido perrucho! Como pudiste!? Mi bebé!”
El se hecho para atrás hacia la puerta principal ahora, lo aseche, casi corriendo hacia debajo de las escaleras. “No fue mi idea, Bella”.
“Yo la sostuve en un tiempo, y tú ya pensabas ya pensabas en algo reclamar algo a ella, tonto lobo? Ella es mía!”
“Puedo compartir”. Dijo suplicando al tiempo en que se retiraba hacia el césped.
“Paga” escuche a Emmett diciendo atrás de mi. Una pequeña parte de mi cerebro se preguntaba quien había apostado contra esto.
No perdí mucha atención en eso. Estaba furiosa.
“¿Cómo te atreviste fijarte en mi bebe? Acaso has perdido las razón?”
“Fue involuntario!” el insistió, yéndose a los arboles.
Después el no estaba solo. Los dos grandes lobos aparecieron, flanqueando en cada lado. Leah gruño hacia mí.
Respondí con un gruñido de miedo estaba en entre mis dientes. El sonido me inquieto, pero no demasiado para detener mi avance.
“Bella, tratarías de escuchar por un momento? Por favor?”, Jacob suplico, “Leah, aléjate!” agrego.
Leah torció sus labios hacia mi y no se movió.
“Porque debería oír?”, dije entre dientes. La furia reinaba mi mente. Lo que nublaba todo.
“Porque tú eres la que me dijo esto. Te acuerdas? Tu dijiste que nos pertenecíamos en las otras vidas, cierto? Que seriamos familia. Tu dijiste que eso era como tu y yo debía ser. Así que… ahora lo es. Es como tu querías.”
Yo mire ferozmente. Hice un pequeño recuerdo de esas palabras, pero mi nuevo cerebro rápidamente estaba a dos pasos delante de su poco sentido.
“Tu piensas que serás parte de mi familia como mi yerno!”. Yo grite. El sonido de mi voz se subió dos octavas y seguía pareciendo como música.
Emmett rió.
“Detenla, Edward” murmuró Esme. “Ella será infeliz, si lo lastima”.
Pero no sentí seguimiento detrás mío.
“No!” Insistía Jacob al mismo tiempo. “Como puedes verlo de esa manera? Ella solo es una bebe! Por el amor de Dios!”
“Ese es mi punto!” grite.
“Tú sabes que no pienso en ella de esa forma, crees que Edward me hubiera dejado vivir hasta ahora si fuera así? Todo lo que quiero es que esta segura y feliz- eso es muy malo? Muy diferente a lo que tu quieres?”. Gritando hacia mí.
Mas allá de palabras, hacia un gruñido de terror hacia el.
“Sorprendente, cierto?” oí a Edward murmurar.
“Ella no se ha ido contra su garganta ni por una vez” Caslisle agrego, sonando aturdido.
“Esta bien, ganaste esta” Emmett dijo entre dientes.
“Te mantendrás lejos de ella” le grite a Jacob.
“No puedo hacer eso!”
Dije también entre dientes: “Inténtalo!, a partir de ahora.”
“No es posible! Recuerdas lo mucho que me querías hace tres días? Lo difícil que era de apartarnos uno del otro? Se ha ido de ti, cierto?”
Lo mire, no segura de lo que estaba diciendo.
“Fue ella” dijo “Desde el principio tuvimos que estar juntos, incluso después.”
Lo recordé y entendí; una parte de mi estaba revelando para entender la locura. Pero de alguna manera eso me hizo sentir mas furiosa. El esperaba que eso fuera suficiente para mí? Esa pequeña aclaración me haría estar bien con esto?”
“Huye, mientras puedas” amenace.
“Vamos Bells, le agrado a Nessie, también”. Insistió.
Me congele. Mi aliento se detuvo. Atrás de mi oí la falta de su reacción de preocupación.
“Que…Tu la llamaste?”
Jacob dio un paso atrás, viéndose avergonzado.
“Bueno,” murmuró “ese nombre que tu escogiste es parecido a un bocado y –“
“Tu apodaste a mi hija después como el monstro de lago Ness?” alardee.
Y después me embestí hacia su garganta.
23. RECUERDOS
“Lo siento tanto, Seth. Debí estar más cerca”.
Edward se seguía disculpando, y yo no creía que fuera justo o apropiado. Después de todo, Edward no había perdido completa e inexplicablemente el control de sus emociones. Edward no había intentado cortarle la cabeza a Jacob – Jacob, quien no había ni siquiera intentado protegerse – y después accidentalmente roto el hombro y clavícula de Seth cuando había saltado para detenernos. Edward no había casi asesinado a su mejor amigo.
No era que ese mejor amigo no tuviera que dar explicaciones, pero, obviamente, nada que Jacob hubiera hecho podía merecer mi comportamiento.
Por lo tanto, no debía ser yo quien se disculpara? Traté una vez más.
“Seth. Lo – “
“No te preocupes por eso, Bella, estoy completamente bien,” dijo Seth al mismo tiempo que Edward dijo, “Bella, cariño, nadie está juzgando tu comportamiento. Lo estás haciendo bien”
No habían dejado que terminara de hablar.
Sólo me hacía sentir peor el hecho de que Edward tenía dificultades para quitarse la sonrisa de la cara. Sabía que Edward no merecía mi reacción, pero Edward parecía encontrar algo satisfactorio en ello. Tal vez estaba deseando tener la excusa de ser un neonato para poder también usar excusa de su fuerza física contra Jacob.
Traté de borrar por completo la furia de mi cuerpo, pero era difícil, sabiendo que Jacob estaba afuera con Renesmee en este momento. Manteniéndola a salvo de mi, la loca neonata.
Carlisle aseguró otra pieza del enyesado en el brazo de Seth, y éste guiñó con dolor.
“Lo siento, lo siento!”, murmuré, sabiendo que nunca podría encontrar la disculpa adecuada.
“No te pongas así, Bella” dijo Seth, palmeando mi rodilla con su mano buena, mientras Edward sobaba mi brazo del otro lado.
Seth parecía no tener aversión a sentarse a mi lado en el sofá donde Carlisle lo curaba. “Estaré listo en media hora”, continuó, aún con su mano en mi rodilla, sin tomar en cuenta el frio y dura textura de ésta. “Cualquiera hubiera hecho lo mismo, al enterarse de lo de Jake y Ness – “. Cortó la palabra y cambió el tema rápidamente. “Quiero decir, al menos no me mordiste o algo peor. Eso apestaría”
Enterré la cara en mis manos y me estremecí al pensar en eso, en esa posibilidad real. Podía haberlo hecho fácilmente. Los licántropos no reaccionan al veneno de vampiros de la misma forma en que lo hacen los humanos, me lo acababan de decir. Era mortal para ellos.
“Soy una persona horrible”
“Por supuesto que no. Yo debí – “ comenzó Edward.
“Detente” suspiré. No quería que tomara la responsabilidad por lo que había pasado como siempre lo hacía.
“Es una suerte que Ness – Renesmee no es venenosa” dijo Seth después de unos segundos de silencio incómodo. “Porque se la pasa dándole mordidas a Jacob”
Mis manos cayeron. “Lo hace?”
“Claro. Cuando él o Rose no tenían la comida en su boca lo suficientemente rápido. Rose piensa que es muy chistoso”
Lo quedé viendo, en shock, y también con algo de culpa, porque tenía que admitir que esto me agradaba en una forma un poco petulante.
Por supuesto, yo ya sabía que Renesmee no era venenosa. Yo fui la primer persona a quien mordió. No lo dije en voz alta porque en ese momento estaba perdiendo la memoria debido a los recientes eventos.
“Bien, Seth”, dijo Carlisle, enderezándose y alejándose de nosotros. “Creo que es todo lo que puedo hacer. Trata de no moverte por, oh, unas cuantas horas, supongo” Carlisle rió. “Desearía que tratar a los humanos fuera instantáneamente gratificante como esto”. Colocó su mano por un momento sobre el cabello oscuro de Seth. “Quédate quieto” le ordenó, y desapareció por las escaleras. Escuché la puerta de su oficina cerrarse, y me pregunté si habían levantado la evidencia del rato anterior.
“Probablemente pueda arreglármelas para quedarme quieto un rato”, Seth admitió después de que Carlisle se fuera, y bostezó. Cuidadosamente, asegurándose de que su hombro no se torciera, Seth colocó su cabeza sobre el respaldo del sofá y cerró los ojos. Segundos después, su boca estaba completamente abierta.
Fruncí el ceño al ver su cara pacífica por un minuto. Igual que Jacob, Seth parecía tener la facilidad de quedarse dormido cuando lo deseara. Sabiendo que no sería capaz de disculparme de nuevo por un largo rato, me levanté; el movimiento no causó ningún cambio en el sofá. Todo lo físico era increíblemente fácil. Pero el resto…
Edward me siguió a las ventanas traseras y tomó mi mano.
Leah estaba dando vueltas a lo largo del río, parando de vez en cuando para ver hacia la casa. Era fácil saber cuando volteaba buscando a su hermano y cuando me buscaba a mí. Alternaba las miradas ansiosas y las miradas asesinas.
Podía escuchar a Jacob y Rosalie en el exterior, en las escaleras del frente, peleando a voz baja sobre a quien le tocaba alimentar a Renesmee. La relación entre ellos estaba peor que nunca; la única cosa en la que estaban de acuerdo es que yo debía mantenerme alejada de la bebé hasta que estuviera cien por ciento recuperada de mis cambios de humor. Edward trató de interceder por mí, pero yo hubiera deseado que no. Yo también quería estar segura. Estaba preocupada, sin embargo, de que mi cien por ciento segura y su cien por ciento seguros podrían ser cosas completamente diferentes.
Además de esa pequeña disputa, la respiración pausada de Seth y el bufido molesto de Leah, estaba muy calmado. Emmett, Alice y Esme estaban de cacería. Jasper se había quedado para vigilarme. Estaba parado sobre el pilar de las escaleras, tratando de no ser molesto para mí.
Tomé ventaja de la calma que había en ese momento para pensar en las cosas que Edward y Seth me habían dicho mientras Carlisle curaba el brazo de Seth. Me perdí de muchas cosas mientras me quemaba, y esta era la primera vez que tenía para ponerme al tanto.
Lo principal era que había sido el final de la disputa con la manada de Seth – razón por la cual los otros se sentían a salvo de ir y venir a su gusto. El trato estaba más fuerte que nunca. O reforzada, dependiendo del punto de vista, supuse.
Reforzada, porque la ley más absoluta en la manada era que ningún lobo podía matar el objeto sobre el que imprimió otro lobo. El dolor provocado por tal cosa podría ser intolerable para toda la manada. El culpable, de forma accidental o no, no podía ser perdonado; los lobos implicados pelearían hasta la muerte – no había otra opción. Había pasado hace mucho tiempo, Seth me lo dijo, pero sólo accidentalmente. Ningún lobo podría destruir intencionalmente a un hermano de tal forma.
Por lo tanto Renesmee era intocable gracias a la forma en que Jacob la veía ahora. Traté de concentrarme en el alivio que esto me daba en lugar de la rabia, pero no era fácil. Mi mente tenía espacio suficiente para esas dos intensas emociones al mismo tiempo.
Y Sam no se podía enojar por mi transformación tampoco, porque Jacob – hablando como el Alpha por derecho – lo había permitido. Luché para tratar de entender, una y otra vez, lo mucho que le debía a Jacob cuando únicamente quería enojarme con él.
Deliberadamente ordené mis pensamientos para controlar mis emociones. Consideré otro increíble fenómeno; a pesar de que el silencio entre ambas manadas continuaba, Jacob y Sam habían descubierto que los Alpha podían hablarse entre ellos, cuando estaban en su forma de lobo. No era igual que antes; no podían escuchar cada pensamiento como cuando estaban juntos. Era más bien como hablar en voz alta, me dijo Seth. Sam únicamente podía escuchar los pensamientos que Jacob quería compartir y viceversa. Se dieron cuenta que podían comunicarse a distancia también, ahora que ya habían arreglado las diferencias.
No se habían dado cuenta de esto hasta que Jacob había ido solo – con las respectivas objeciones de Seth y Leah – para explicarle a Sam la situación con Renesmee; fue la única ocasión que la había dejado sola desde que había puesto los ojos en ella.
Una vez que Sam comprendió como había cambiado todo, había venido a la casa con Jacob para hablar con Carlisle. Platicaron en su forma humana (porque Edward se había negado a alejarse de mí durante mi transformación para traducir), y el trato se había renovado. La relación amistosa, a pesar de todo, nunca volvería a ser igual.
Un gran problema había sido superado.
Pero había otro, aunque no físicamente tan peligroso como una manada de molestos lobos, que parecía más importante para mí.
Charlie.
Había hablado con Esme muy temprano, pero nada lo había detenido de seguir llamando, dos veces, unos minutos antes, mientras Carlisle trataba a Seth. Carlisle y Edward habían dejado que el teléfono sonara.
Qué sería lo correcto decirle? Estarían los Cullen en lo correcto? Decirle que había muerto era lo mejor, lo menos cruel? Podría ser capaz de quedar perfectamente quieta en un ataúd mientras Charlie o Renée lloraban sobre mi cuerpo?
No parecía lo correcto para mí. Pero poner en peligro a Charlie o Renée, con la obsesión de los Volturi por el secreto, estaba claramente fuera de posibilidad.
Seguía pensando – dejar que Charlie me vea, cuando estuviera lista para ello, y dejar que pensara lo que fuera. Técnicamente, las reglas de los vampiros permanecerían intactas. No sería mejor para Charlie si supiera que seguía viva – o algo así – y feliz? Aún cuando me veía extraña y diferente, y probablemente lo asustara?
Mis ojos en particular, eran mucho más aterradores ahora. Cuanto tiempo más pasaría para que pudiera controlarme y el color de mis ojos estuviera listo para Charlie?
“Qué sucede Bella?” preguntó Jasper calmadamente, listo para calmar la tensión que crecía en mí. “Nadie está molesto contigo” – un pequeño gruñido proveniente del otro lado del río lo contradijo, pero él lo ignoró – “nadie está sorprendido, de verdad. Bueno, supongo que estamos sorprendidos. Pero sorprendidos por la forma en que fuiste capaz de controlarte tal rápidamente. Lo hiciste bien. Mejor de lo esperado”
Mientras hablaba, el cuarto se calmó. La respiración de Seth se tranquilizó. Me sentí con más paz, pero no olvidé mis ansiedades.
“Pensaba en Charlie de hecho”
Allá afuera, el paseo se detuvo.
“ah” murmuró Jasper
“Realmente nos vamos a ir, verdad?” pregunté “Por un tiempo al menos. Pretenderemos que estamos en Atlanta o algo”
Pude sentir la mirada de Edward en mi cara, pero yo no quitaba la mía de Jasper. Me contestó en un tono grave.
“Sí. Es la única forma de proteger a tu padre”
Vacilé por un momento. “Lo voy a extrañar tanto. Extrañaré a todos…”
Jacob, pensé, a pesar de mí misma. A pesar de que las discusiones habían terminado – y estaba aliviada que así fuera – él seguía siendo mi amigo. Alguien que conocía a la verdadera Bella y la aceptaba. Aún siendo un monstruo.
Pensé en lo que Jacob había dicho, rogándome antes de que lo atacara. Dijiste que debíamos estar juntos, no? Que éramos una familia. Dijiste que era como tú y yo debíamos ser. Entonces… aquí estamos. Es lo que querías.
Pero no sentía que fuera lo que yo quería. No exactamente. Recordé tiempo atrás, las memorias débiles y borrosas de mi vida humana. Tiempo atrás, a la parte más difícil de recordar – cuando estuve sin Edward, momentos tan oscuros que traté de enterrarlos en mi cabeza. No podía tener las palabras correctas; sólo recordaba que deseaba a Jacob como mi hermano, para que pudiéramos querernos sin confusiones o dolor. Familia. Pero nunca había colocado a una hija dentro de esa ecuación.
Recordé después – en una de las tantas veces que dije adiós a Jacob – que me pregunté en voz alta sobre quien sería la persona para él, quien compondría su vida después de todo lo que le hice. Dije algo acerca de quien fuera ella, no sería suficientemente buena para él.
Me reí, y Edward levantó una ceja en cuestionamiento. Sólo sacudí mi cabeza.
Pero por mucho que extrañara a mi amigo, sabía que había un problema mayor. Alguna vez Sam, Jared o Quil habían estado un día entero sin ver a los objetos de sus fijaciones, Emily, Kim o Claire? Podían hacerlo? Que podría hacerle a Jacob el ser separado de Renesmee? Le provocaría dolor?
Había suficiente coraje en mi sistema para hacerme feliz, no por su dolor, si no por la idea de alejar a Renesmee de él. Cómo iba a lidiar con la idea de que ella le pertenecía a Jacob cuando apenas podía ver que ella me pertenecía a mí?
El sonido de movimiento en el frente de la casa interrumpió mis pensamientos. Los escuché levantarse y atravesar la puerta. Al mismo tiempo, Carlisle bajaba las escaleras con sus manos llenas de cosas extrañas – una cinta métrica, una pesa. Jasper se puso a mi lado. Como si me hubiera perdido de algo, incluso Leah se había sentado afuera y veía fijamente a través de la ventana con una expresión de estar esperando por algo que era familiar pero a la vez no interesante.
“Deben ser seis” dijo Edward
“Qué?” pregunté, con los ojos puestos sobre Rosalie, Jacob y Renesmee. Estaban parados en la puerta, Renesmée en los brazos de Rosalie. Rose se veía intrigada. Jacob parecía aturdido. Renesmée se veía hermosa e impaciente.
“Tiempo de medir a Ness – er, Renesmee” explicó Carlisle
“Oh. Hacen esto todos los días?”
“Cuatro veces al día” corrigió Carlisle mientras movía a los demás hacia el sillón. Creí ver a Renesmee suspirar.
“Cuatro veces? Cada día? Porqué?”
“Ella sigue creciendo muy rápido” Edward me murmuró, su voz calmada y restringida. Apretó mi mano y otro brazo me tomó por la cintura, casi como si necesitara de donde sostenerse.
No podía quitar los ojos de Renesmee para ver su expresión.
Se veía perfecta, absolutamente saludable. Su piel brillaba como un reflejo sobre lo traslúcido; el color en sus mejillas era sonrosado. No podía haber nada de malo con una belleza tan radiante. Seguramente lo más peligroso en su vida ahora era su propia madre. O no?
La diferencia entre la bebé que dí a luz y la que conocí una hora atrás sería obvio para cualquiera. La diferencia entre Renesmee una hora atrás y la de ahora era muy sutil. Los ojos humanos nunca lo hubieran detectado. Pero ahí estaba.
Su cuerpo era ligeramente más largo. Un poco más delgado. Su cara no estaba tan redonda; era más ovalada. Sus rizos estaban más cerca a sus hombros. Se estiró en los brazos de Rosalie mientras Carlisle colocaba la cinta métrica para medirla y luego ponerla alrededor de su cabeza. No tomaba notas; memoria perfecta.
Estaba consiente de que las manos de Jacob estaban cruzadas sobre su pecho, así como los brazos de Edward estaban en mí. Sus espesas cejas prácticamente juntas en una línea formada entre sus profundos ojos.
Renesmee había pasado de una pequeña célula a un niño de tamaño normal en tan sólo semanas. Ahora iba directo a comenzar a caminar justo días después de haber nacido. A este ritmo de crecimiento…
Mi mente de vampiro no tenía problemas con las matemáticas.
“Qué hacemos?” Susurré, horrorizada
Los brazos de Edward me apretaron. Entendió exactamente lo que le preguntaba. “No lo sé”
“Está deteniéndose” Murmuró Jacob entre los dientes.
“Necesitaremos muchos más días de medidas para notar una tendencia, Jacob. No puedo hacer promesas”
“Ayer creció 2 pulgadas. Hoy fue menos de eso”
“Por un treinta y doceavo de pulgada, si mis medidas son perfectas” dijo Carlisle calmadamente.
“Tiene que se perfecto, Doc” dijo Jacob, marcando las palabras como una amenaza. Rosalie se molestó.
“Estoy haciendo lo mejor que puedo Jacob” le aseguró Carlisle
Jacob suspiró. “Supongo que es todo lo que puedo pedir”
Me sentí irritada de nuevo, porque Jacob estaba robando mis líneas – y diciéndolas de otra forma.
Renesmee parecía irritada también. Comenzó a revolverse entre los brazos de Rosalie tratando de alcanzar su cara. Rosalie se acercó para dejar que Renesmee pudiera tocarla. Después de un segundo, Rosalie suspiró.
“Qué quiere?” demandó Jacob, robando mi línea de nuevo.
“A Bella por supuesto” le dijo Rosalie, y sus palabras hicieron que me sintiera mejor. Entonces me miró “Cómo te sientes?”
“Preocupada” admití, y Edward apretó mi mano.
“Bueno, así estamos todos. Pero no es lo que quise decir”
“Estoy controlada” le prometí. La sed estaba al final de mi lista de necesidades. Además, Renesmee olía bien en una forma muy no-apetecible para comer.
Jacob mordió su labio, pero no intentó detener a Rosalie mientras me daba Renesmee. Jasper y Edward se pusieron alertas pero lo permitieron. Pude sentir la tensión de Rose, y me pregunté que sentiría Jasper ahora. O acaso se enfocaba tanto en mí que no podría sentir a los demás?
Renesmee me buscó así como la busqué yo, con una sonrisa cegadora en su cara. Se colocó perfectamente entre mis brazos, como si estos tuvieran la forma perfecta para ella. Inmediatamente, puso su pequeña mano sobre mi mejilla.
Aunque estaba preparada, aún me hacía alterarme un poco ver sus recuerdos como visiones en la cabeza. Tan brillantes y llenas de color, pero también completamente transparentes.
Estaba recordando mi ataque contra Jacob, recordando cuando Seth se colocó entre nosotros. Había visto y escuchado todo perfectamente. No parecía que fuera yo, esa predadora agraciada atacando a su presa como una flecha saliendo del arco. Tenía que ser alguien más. Eso me hizo sentir ligeramente mejor, viendo que Jacob parado ahí, sin defenderse, con sus manos frente a él. Sus manos sin temblar.
Edward se rió, viendo los pensamientos de Renesmee conmigo. Y entonces los dos cerramos los ojos al escuchar los huesos de Seth quebrarse.
Renesmee se rió con gracia, y en todo su recuerdo sus ojos no se quitaron de Jacob para seguirlo. Sentí algo diferente en ese recuerdo – no exactamente protector, si no posesivo – mientras ella veía a Jacob. Sentí claramente cuando se alegró de ver a Seth colocarse frente a mí. No quería que Jacob saliera lastimado. Jacob era de ella.
“Oh, maravilloso” protesté, “Perfecto”
“Es porque el sabe mejor que el resto de nosotros” Me aseguró Edward, su voz entrecortada con su propia irritación.
“Te dije que también me quería” dijo Jacob del otro lado del salón, con los ojos sobre Renesmee. Su broma parecía un poco desolada; la tensión en su cara no había desaparecido.
Renesmee golpeaba impacientemente, demandando mi atención. Otro recuerdo: Rosalie pasando un cepillo delicadamente sobre cada uno de sus rizos. Se sentía bien.
Carlisle con su cinta para medir, sabiendo que tenía que quedarse derecha y sin moverse. No le interesaba.
“Parece que va a darte un paseo por todo lo que te perdiste” Edward comentó en mi oído.
Mi nariz se arrugó cuando saltó al siguiente recuerdo. El olor proveniente de un extraño vaso de metal – suficientemente duro como para no ser penetrado fácilmente – envió un relámpago quemante por mi garganta. Ouch.
Y de pronto Renesmee ya no estaba en mis brazos, los cuales se encontraban aprisionados en mi espalda. No peleé con Jasper, sólo vi a Edward con una cara asustada.
“Qué hice?”
Edward vió a Jasper tras mío, y después a mí.
“Pero ella recordaba tener sed” susurró Edward, con su entrecejo marcado en una línea profunda. “Recordaba el sabor de la sangre humana”
Los brazos de Jasper apretaron aún más fuerte los míos contra mi espalda. Parte de mi notaba que esto no era incómodo, o doloroso, como habría sido si fuera humana. Simplemente era molesto. Estaba segura que podría contra él, pero no quería pelear.
“Sí” concedí “ y?”
Edward me observó por un segundo más, y entonces su cara se relajó. Comenzó a reir. “Y no pasa nada al parecer. Reaccioné mal en esta ocasión, Jazz. Puedes soltarla”
La presión desapareció de mis manos. Busqué a Renesmée tan pronto fui libre. Edward me la regresó sin dudarlo.
“No entiendo” dijo Jasper. “No puedo soportar esto”
Vi con sorpresa como Jasper salía por la puerta trasera. Leah se movió considerablemente para dejar un amplio margen en la orilla del río para que él pasara.
Renesmee tocó mi cuello, repitiendo esta escena inmediatamente, como una repetición instantánea. Podía sentir la confusión en su recuerdo, un eco del mío.
Ya había superado la impresión de su pequeño y extraño don. Parecía una parte natural de ella, casi esperada. Tal vez ahora que yo era supernatural, no debería tener escepticismo.
Pero que pasaba con Jasper?
“Regresará” dijo Edward, fuera a Renesmee o a mí, no estaba segura. “Sólo necesita un momento solo para reajustar su perspectiva de la vida” Había una pequeña sonrisa dibujada en su rostro.
Otra memoria humana – Edward diciéndome que Jasper se sentiría mejor si yo tenía “dificultades ajustándome” a ser vampiro. Esto estaba en contexto con la discusión de a cuanta gente mataría en mi primer año.
“Está molesto conmigo?” pregunté
Los ojos de Edward se entrecerraron. “No, porqué lo estaría?”
“Entonces cual es su problema?”
“Está molesto consigo mismo, no contigo, Bella. Está preocupado… por una profecía que él “inventó””
“Cómo?” preguntó Carlisle antes que pudiera hacerlo yo
“Bueno, él se pregunta si la locura de los neonatos es realmente tan difícil como lo hemos pensado, o si, con enfoque y actitud, cualquiera puede hacerlo tan bien como Bella. Aún ahora – tal vez tiene dificultades porque piensa que eso es lo natural e inevitable. Tal vez si él esperó algo más de sí mismo, podía elevar esas expectativas. Tu lo haces cuestionarse cosas que había asumido correctas desde hace mucho tiempo, Bella”
“Pero es injusto” dijo Carlisle “ Todos somos diferentes, tenemos nuestros propios retos. Tal vez lo que pasa con Bella tiene otra explicación. Tal vez este es su talento, por así decirlo”
Me estremecí en sorpresa. Renesmee sintió el cambió, y me tocó. Recordó el último segundo y se preguntó por qué?
“Eso es una teoría interesante, y muy posible” dijo Edward
Por un breve momento, me decepcioné. Qué? No visiones, o habilidades ofensivas extraordinarias como disparar rayos de luz por los ojos o algo así? Nada que pudiera ayudar o increíble?
Y entonces me dí cuenta a lo que se refería, si mi “superpoder” no era más que un auto control excepcional.
Al menos tenía un don. Podía haber sido peor.
Pero más allá de eso, si Edward estaba en lo correcto entonces podía brincarme esta etapa a la cual temí demasiado.
Y si no tuviera que ser una neonata? No como esas locas máquinas de matar, de todas formas. Qué pasaría si pudiera encajar perfectamente con los Cullen desde mi primer día? Y si no tuviera que esconderme en un lugar remoto por un año mientras “crecía”? Que tal si, como Carlisle, nunca mataba a una sola persona? Y si pudiera ser un vampiro bueno desde el principio?
Podría ver a Charlie.
Suspiré tan pronto la realidad desbancó la esperanza. No podría ver a Charlie inmediatamente. Los ojos, la voz, la cara perfecta. Qué podía decirle; como empezaría si quiera? Me alegré de inmediato por haber encontrado la manera de posponer esto por un rato más; por mucho que deseaba mantener a Charlie a mi lado, estaba asustada del primer encuentro. Ver sus ojos saltar ante mi nueva cara, mi nueva piel. Saber que lo estaba asustando. Preguntándome que oscura explicación se formaba en su cabeza.
Era tan cobarde como para esperar un año entero mientras mis ojos se arreglaban. Y aquí estoy, cuando pensaba que nunca tendría miedo cuando fuera indestructible.
“Has visto un equivalente al auto control como un talento?” Edward preguntó a Carlisle “Realmente crees que ese es su talento, o sólo producto de su preparación?”
Carlisle vaciló. “Es ligeramente similar a lo que Siobhan siempre ha sido capaz de hacer, aunque él no lo llamaría talento”
“Siobhan, tu amigo irlandés?” Preguntó Rosalie. “No sabía que pudiera hacer algo especial. Pensé que Maggie era la única talentosa de ellos”
“Si, Siobhan piensa lo mismo. Pero ella tiene esta extraña manera de lograr sus objetivos, y casi … convertirlos en realidad. Ella cree que es buena planeadora, pero siempre me he preguntado si es algo más. Cuando incluyó a Maggie, entre otras cosas. Liam era muy territorial, pero Siobhan quería que funcionara, y así fue”
Edward, Carlisle y Rosalie se colocaron en sillas, mientras continuaban con la discusión. Jacob e sentó cerca de Seth en forma protectora, un poco aburrido. Por la forma en que sus ojos se cerraron, estaba segura que había quedado inconsciente por un momento.
Escuché, pero mi atención estaba dividida. Renesmée estaba muy quietecita diciéndome de su día. Nos acercamos a la ventana de crista, mis brazos estrechándola automáticamente meintras nos veíamos a los ojos.
Me dí cuenta que los otros no tenían razón para sentarse. Yo estaba perfectamente cómoda parada. Era tan agradable como estar acostada en una cama reconfortante. Sabía que podía quedarme parada por una semana sin moverme y que parecería tan relajada al final de esos siete días como si fuera el primero.
Ellos debían estar sentados por costumbre. Los humanos se darían cuenta si alguien se quedaba parado por horas sin siquiera balancear su peso en sus piernas. Aún ahora, observé a Rosalie pasar sus dedos a través de su cabello y a Carlisle cruzar las piernas. Pequeños movimientos que variaban la quietud , para no parecer tan vampiros. Debía poner atención a lo que hacían para comenzar a practicar.
Cambié el peso de mi cuerpo a la pierna izquierda. Se sentía extraño y tonto.
Tal vez ellos únicamente trataban de darme tiempo a solas con mi bebé – lo suficientemente sola para no ponerla en peligro.
Renesmee me contó sobre cada minuto de ese día, y tuve el presentimiento, por el tono de sus pequeñas historias, que quería que la conociera tanto como yo quería lo mismo. Le preocupaba que me perdiera de algo – como los pájaros que se habían acercado cuando Jacob la abrazaba, ambos quedándose quietos al lado de los árboles; los pájaros no se acercaron a Rosalie. O la extravagante y polvorosa cosa blanca – leche en polvo – que Carlisle había puesto en su vaso, le olía a tierra. O la canción que Edward había compuesto para ella y que era tan perfecta; Renesmee la tocó dos veces para mí. Me sorprendió verme en el fondo de esa escena, perfectamente estática pero bastante herida aún. Me estremecí, recordando esos momentos desde mi perspectiva. Ese fuego espantoso…
Después de casi una hora – los otros seguían en su discusión, Seth y Jacob roncaban en armonía sobre el sofá – los recuerdos de Renesmee comenzaron a disminuir. Se tornaron un tanto borrosas en las orillas y perdieron foco antes de terminar. Estaba a punto de gritarle a Edward con pánico – que le había pasado? – cuando sus ojos se cerraron. Bostezó, con sus pequeños labios rosados formando una perfecta O, y sus ojos nunca se abrieron.
Su mano cayó lejos de mi cara mientras entraba en un sueño profundo – sus parpados eran de un lavanda pálido, como las nubes antes del amanecer. Cuidándome para no despertarla, levanté su mano de nuevo y la sostuve con curiosidad. Primero no pude ver nada, y entonces, después de unos minutos, una lluvia de colores, como un puñado de mariposas, pasaban en sus sueños.
Atónita, pude ver sus sueños. No tenían sentido. Sólo colores y formas y caras. Me complací al ver que mi cara aparecía muchas veces – mis dos caras, la espantosa cara humana y la gloriosa inmortal – colocadas en diferente orden en sus pensamientos inconscientes. Mas que Edward o Rosalie. Pero estaba empatada con Jacob; traté que eso no me doliera.
Por primera vez, entendí como había sido Edward capaz de verme dormir noche tras noche aburrida, tan sólo por escucharme hablar entre sueños. Podría ver para siempre a Renesmee dormir.
El cambio en el tono de Edward llamó mi atención cuando dijo “Finalmente” y volteó a ver hacia la ventada. Era una noche oscura y púrpura, pero podía ver tan lejos como si fuera de día. Nada se podía ocultar en la oscuridad; sólo había cambiado de color.
Leah seguía viendo hacia la casa, pero se levantó y alejó tan pronto Alice apareció del otro lado del río. Alice se mecía de un lado a otro como una trapecista, tocando sus pies con las manos, antes de dejar caer su cuerpo en un agraciado espiral. Esme hizo un salto más tradicional, mientras Emmett pasó por el río, mojando por todos lados e incluso hasta la ventana. Para mi sorpresa, Jasper venía tras ellos, con un salto tradicional pero eficiente aunque menos impresionante y más sutil que los otros.
La gran sonrisa en la cara de Alice tenía un brillo familiar, pero un poco extraño. De pronto todos me veían sonriendo – Esme dulcemente, Emmett emocionado, Rosalie con superioridad, Carlisle indulgente y Edward expectante.
Alice entro al salón antes que cualquiera, con los brazos extendidos frente a ella con una aura impaciente a su alrededor. En su palma había un conjunto de llaves, con un moño muy grande atado a ellas.
Me extendió las llaves y automáticamente puse a Renesmee sobre un brazo, para agarrarla mejor y poder tomar lo que Alice me daba. Alice las dejó caer en mi palma.
“Feliz cumpleaños!” me dijo.
Hice una cara. “Nadie empieza a celebrar cumpleaños el día que nace” le recordé. “Tu primer cumpleaños es un año después, Alice”
Su sonrisa se tornó aún más divertida. “No estamos celebrando tu cumpleaños como vampiro. Aún así. Es septiembre trece, Bella. Feliz cumpleaños diecinueve!!”
24-SORPRESA
“NO, NO DE NINGUNA MANERA!” MENEE MI CABEZA CON FEROCIDAD Y DESPUES eche un vistazo a la engreída sonrisa de mi esposo de 17 años. “No esto no cuenta! , Pare de envejecer hace 3 días! Tendré 18 para siempre”.
“Como sea” dijo Alice, rechazando mi protesta encogiéndose de hombros “Nosotros lo celebraremos, así que aguántate!”.
Suspiré. Era raro argumentar un punto con Alice.
Una risa burlona rodeo en su rostro mientras tomaba el consentimiento en mis ojos.
“¿Estas lista para abrir tu regalo?” cantó Alice.
“Regalos” , Edward le corrigió, y saco otra llave – esta era mas larga y plateada con lazo azul un poco chillante- de su bolsa.
Intente luchar contra eso poniendo los ojos en blanco. Supe inmediatamente de para que era esta llave -anteriormente de un carro. Me preguntaba si me debería sentir emocionada. Parecía que la transformación en vampiro no me trajo interés alguno en carros deportivos.
“El mío primero”, dijo Alice, y caso su lengua , previendo la respuesta de el.
“El mío esta mas cerca”
“Pero mira como esta vestida.” Las palabras de Alice parecían quejarse.”Me ha estado matando todo el día. Es claramente la prioridad.”
Mis ojos cafés se movieron juntos , preguntándome como una llave me traería ropa nueva. Ella me consiguió todo un tronco?.
“Lo se –jugare contigo por el-“. Sugirió Alice, “Piedra , Papel o Tijera”.
Jasper se rio y Edward suspiro.
“¿Por qué no mejor solo me dices quien gana?” dijo irónicamente Edward.
Alice sonrió. “Yo gane. Excelente”.
“Tal vez sea mejor que espere hasta mañana , de todos modos” Edward me sonrió no muy convencido y luego se dirigió a Jacob y Seth ; que parecía que habían tenido un accidente por la noche ; me pregunto cuanto tiempo estuvieron allí. “Creo que seria mas divertido si Jacob se despertara por la gran revelación, ¿no crees? ¿Así podrían entonces expresar el nivel correcto de entusiasmo?”.
Yo sonreí de vuelta. El me conocía muy bien.
“Siiii!”, canto Alice “Bella , dale a Ness-Renesmee a Rosalie”.
“¿Dónde duerme usualmente?”
Alice se encogió de hombros. “ En los brazos de Rose , o Jacob , o Esme. Tienes la idea. Ella nunca ha estado sentada en su vida entera. Va ser la niña mitad-vampiro mas mimada en existencia.”
Edward se rio , mientras Rosalie tomo con agilidad a Renesmee en su brazos. “Ella también es la mitad-vampira menos esperada belleza en existencia”. Dijo Rosalie “La belleza de se única de su especie”.
Rosalie me sonrió , y me sentí agradecida del nuevo compañerismo que estaba entre nosotros seguía allí en su mirada , no estaría totalmente segura antes de que la vida de Renesmee estuviera vinculada a la mía. Pero tal vez estuvimos peleando juntas en el mismo lado lo suficiente que tal vez éramos amigas ahora. Finalmente hice la misma elección si ella hubiera estado en la misma posición que yo. Eso pareció borrar todo el resentimiento que tenia por todas mis otras elecciones.
Alice puso la llave en mi mano , después agarro mi codo y me dirigió inmediatamente hacia la puerta. “Vamos , Vamos” repitió.
“Esta afuera?”
“De cierta manera,” diciéndome y empujándome a seguir.
“Disfruta tu regalo “ dijo Rosalie “Es de todos nosotros , especialmente de Esme…”
“¿No vendrán también?” me di cuenta que nadie se había movido.
“Te daremos el chance de que lo aprecies asolas” dijo Rosalie “Nos puedes decir algo de el … luego”
Emmett se rio a carcajadas Algo en su risa me hizo sonrojarme , pensándolo no estaba segura por que.
Me di cuenta que había muchas cosas en mi –con un verdadero odio que tenia por las sorpresas y no el gusto de recibir regalos en general- había cambiado un poco. Fue un alivio y revelación descubrir que tanto de mi esenciales rasgos vinieron mi nuevo cuerpo.
No esperaba ser mi misma . Sonreí ampliamente.
Alice apretó mi codo , y yo no podría parar de sonreír mientras la seguía hacia la morada noche. Solo Edward vino con nosotros.
“¡Ese es el entusiasmo que estaba buscando!” murmuró Alice. Luego soltó mi brazo , haciendo dos agiles saltos y brincando sobre el rio.
“¡Vamos, Bella!” me llamo del otro lado.
Edward brinco al mismo tiempo que yo lo hice; era en parte divertido como había sido esta tarde. Tal vez un poco mas divertido porque la noche había cambiado todo en un nuevo , rico de colores.
Alice se despejo sin nosotros, en sus tacones , dirigiéndose al norte. Fue fácil seguir el sonido de sus pasos en el piso y fresco camino de su aroma que eso me permitía tener los ojos en ella atreves de la vegetación.
Al no ver ninguna señal que pudiera ver, ella suspiro y corrió un poco de regreso a donde yo me paré.
“No me ataques” advirtió y brinco hacia mi.
“¿Qué estas haciendo?”, demande, sonroje mientras ella se escabullía hacia mi espalda y puso sus manos en mi cara. Sentí la urgencia de apartarla, pero me controle.
“Asegúrate que no puedas ver…”
“Yo puedo me puedo encargar de eso sin los trucos” ofreció Edward.
“Tú la podrías dejar hacer trampa. Toma su mano y muéstrale el camino.”
“Alice,-yo”
“No te molestes, Bella. Haremos esto a mi manera”
Sentí los dedos de Edward entrelazándose con los míos. “Solo unos segundos mas, Bella. Después se ira a molestar a alguien mas.”
El me marcaba el camino. Lo mantuve mas fácil. No estaba asustada de chocar por un árbol; el árbol seria el único lastimado en esa escena.
“Deberías ser mas apreciador” Alice reprendió “Esto es mas para ti que para ella”
“Cierto. Gracias de nuevo, Alice”
“Si, Si , esta bien”. La voz de Alice de repente se cayo con una excitación. “Paren, voltéala solo un poco a la derecha, si así. Esta bien ¿Estas lista?” dijo.
“Estoy lista”. Allí había nuevos aromas, teniendo mi interés, aumentando mi curiosidad. Aromas que no pertenecían a los bosques. Madre selva, rosas, aserrín? Algo metálico también. La mas rica profunda tierra se levanto y se mostró. Me dirigí hacia el misterio.
Alice salto de mi espalda, quitando sus manos de mis ojos.
Me dirigí hacia la noche violeta. Allí, acurrucada dentro de un pequeño bosque, estaba un casita de api edrada, gris lavanda en la noche de las estrellas.
Pertenecí allí tan absolutamente parecía como si la roca se hubiera formado naturalmente. Madre selva agarrada en la pared como entrelazada, enrollando todo el camino y sobre la poblados techos de madera. Rosas que florecían en los enormes jardines debajo de la oscuridad. Había un pequeño plano de piedras amatistas en la noche, haciendo un camino hacia la puerta de madera.
Rodee con mi mano la llave, sosteniéndola, pasmada.
“¿Que piensas?” la voz de Alice era dulce ahora; encajaba perfectamente una escena de un cuento de libros.
Abrí mi boca , pero no pude decir nada.
“Esme pensó que quizás quisiéramos un lugar para nosotros por un tiempo, pero ella no nos quería muy lejos”, murmuró Edward “Y ella ama cualquier excusa para renovar. Este lugar había estado abandonado aquí por lo menos unos cientos de años”.
Continúe con la boca abierta como un pescado.
“¿No te gusta?” la sonrisa de Alice se desvaneció “Bueno , Estoy segura que tu lo podrás arreglar diferente , si quieres Emmett estaba dispuesto a agregar unos cuantos pisos , y una nueva columna y una nueva torre , pero Esme pensó que a ti te gustaría en el mejor así” su voz empezó a hacerse mas rápida.” Si se equivocó , podemos empezar a trabajar , no tomaría mucho tiempo-“
“Shhh!” replique.
Apretó sus labios y espero. Me tomo unos segundos recuperarme.
“¿Me estás dando una casa como regalo de cumpleaños?” suspiré.
“Te estamos…” Corrigió Edward “Y no es mas que una casita , pienso que la palabra casa inspira a mas espacio”.
“No hagas de menos mi casa” suspire hacia el.
Alice sonrió. “Te gusta”
Moví con la cabeza.
“La amas?”
Afirme
“¡No puedo esperar por decírselo a Esme!”
“¿Por qué no vino ella?”
La sonrisa de Alice se apagó un poco, torciéndola un poco que seria que, hacia que fuera una difícil respuesta. “Oh tu sabes… todos recuerdan como eres con los regalos. Ellos no querían ponerte en mucha presión para que te gustará.”
“Pero claro! La amo , ¿como no podría?”
“Les gustará eso” tocando mi brazo “De todos modos , tu closet esta lleno, úsalo sabiamente. Y supongo… que eso es todo”
“¿No entrarás?”
Ella camino unos cuantos pasos atrás. “Edward conoce el camino… Yo vendré… luego. Llámame si no puedes combinar bien tu ropa.” Ella me miro con una mirada de duda y luego me sonrió. “Jazz quiere ir de caza. Nos vemos”.
Ella se disparo hacia los arboles como la mas bella bala
“Eso fue raro” cuando el sonido de sus trayectoria se desvaneció por completo. “¿Estuve realmente tan mal? No tendrían que mantenerse lejos. Ahora me siento culpable. Ni siquiera le agradecí correctamente. Deberíamos regresar, decirle a Esme-“
“Bella , no seas tonta. Nadie piensa que seas tan irrazonable”
“Ahora que-“
“Tiempo asolas es otro regalo. Alice estaba tratando de ser sutil acerca de eso”
“Oh”
Eso fue todo lo que tomo para que la casa desapareciera. Pudimos haber estado en cualquier lugar. No podía ver los arboles o las piedras o las estrellas. Solo a Edward.
“Deja te muestro lo que han hecho”, dijo , jalando mi mano. ¿Estaba el consciente obviamente del hecho en que una corriente recorría mi cuerpo como si fuera un pulso de sangre de adrenalina?.
Una vez mas me sentía sin equilibrio, esperando la reacciones que mi cuerpo ya no podía hacer. Mi corazón hubiera estado estallando como si fuera una maquina de vapor que fuera a golpearnos.
Definitivamente, mis mejillas se hubieran puesto en un rojo brillante.
En realidad , yo debería haber estado exhausta. Este había sido el día mas largo de mi vida.
Me reí fuertemente –solo una pequeña sonrisa de shock- cuando me di cuenta que ese día nunca acabaría.
“¿Puedo escuchar la broma?
“No es tan buena”, le dije a el mientras me encaminaba a la pequeña puerta.” Solo estaba pensando que- hoy es el primero y el ultimo día por siempre. Es algo duro envolver mi cabeza acerca de eso “
Me reí nuevamente.
“Tu haz sido muy natural en esto , Bella. Había olvidado que tan extraño debe de ser todo esto para ti. Desearía que pudiera oírlo” el se agacho y me sostuvo hacia sus brazos tan rápido que no lo vi venir – y eso fue algo realmente.
“Hey”
“Caballerosidades, son parte de mi descripción de trabajo”. Me recordó. “Pero estoy curioso, dime que es lo que piensas ahora mismo”.
Abrió la puerta- se fue para atrás con un rechinido- y se detuvo adentro de la pequeña sala de piedra.
“Todo” le dije “Todo al mismo tiempo, tu sabes. Cosas buenas, Cosas en que preocuparse, y cosas que son nuevas. Mantengo muchas superlativas en mi cabeza. Ahora mismo pienso que, ¡Esme es una artista! , ¡Esto es tan perfecto!”
El pequeño cuarto parecía salir de un cuento de hadas. El piso estaba locamente acolchonado por una suave plano de piedras. El bajo techo tenia una larga viga expuesta, casi a la altura de la de Jacob podría golpear su cabeza con ella. Las paredes tenían una cálida madera en algunos lugares, mosaicos de piedras en otras. La chimenea de la esquina tenia los restos de un pequeño fuego. Había madera de playa quemándose allí –las pequeñas llamas azules y verdes por la sal.
Estaba amueblada con electas piezas, ninguna hacia juego con la otra, pero armoniosa al mismo tiempo. Una de las sillas parecía extrañamente medieval, mientras un pequeño otomán del fuego era mas contemporáneo y el librero adecuadamente abastecido en contra de la lejana ventana me recordaba a un set de película de Italia. De alguna manera cada pieza encajaba con la otra haciendo juntas un gran rompecabezas tridimensional. Había algunas pinturas en las paredes que reconocía,-unas de mi favoritas en la gran casa. Priceless originales, sin duda, pero parecían pertenecer aquí, como el resto.
Era el lugar donde cualquiera podría creer que la magia existía. El lugar donde tu esperaba Blanca nieves con su manzana en la mano, donde un unicornio se pararía y mordisquearía hacia los arbustos de rosas.
Edward siempre pensó que pertenecía a mundo de las historias de horror. Por supuesto , yo sabia que el estaba equivocado. Era obvio que el pertenecía allí. En un cuento de hadas.
Y ahora estaba en la historia con él.
Estaba tomando la ventaja de que el no estuviera cerca para regresar a mi pies y su perfecto blanco hermoso rostro solo se apartara cuando dijo, “Somos afortunados , Esme pensó en un cuarto extra , nadie estaba planeando a Ness-Renesmee”
Yo fruncí el ceño , mis pensamientos se canalizaron en hacia un agradable sendero.
“No tu también” replique.
“Lo siento, mi amor. Lo escucho en sus pensamientos todo el tiempo, lo sabes. Se restriegan en mi”
Suspiré. Mi bebe, la serpiente de agua. Tal vez no había ayuda para eso. Bueno yo no me rendí.
“Estoy seguro que estas con ansias de ver el closet. O al menos eso le diré a Alice. Eso la hará sentir bien”.
“¿Debería estar asustada?”
“Aterrorizada”
Me bajó en el estrecho camino de piedra con pequeños arcos en el techo, como si fuera nuestro castillo miniatura.
“Ese será el cuarto de Renesmee”, dijo mirando hacia un cuarto vacio con un pálido piso de madera.”No tuvieron mucho tiempo para hacer mucho con el, con los enojones hombres lobo…”
Reí silenciosamente, asombrada en cual rápido se había todo vuelto bien cuando pensaba en la pesadilla de la semana pasada.
Agradecía a Jacob por hacerlo perfecto de esta manera.
“Aquí esta nuestro cuarto. Esme trato de traer algo de vuelta de su isla para nosotros. Ella creyó que no encariñamos”.
La cama era enorme y blanca con tenues nubes flotando en la base de la cama hacia el suelo. El pálido piso de madera igualo al de la otra habitación, y ahora capte que era casi como el de la inmaculada playa. Las paredes eran casi blanca-azules de un día brillante y la ventana de atrás tenia unas grandes puertas de cristal que abrían hacia un jardín pequeño escondido.
Con rosas rodeando un pequeño estanque, suave como un espejo y un borde de brillantes piedras. Un pequeño océano calmado, para nosotros.
“Oh” fue lo único que pude decir.
“Lo se” murmuro.
Nos quedamos allí por un minuto recordando. Los pensamiento de mis memorias cuando era humana, nublaron y tomaron mi mente por completo.
El sonrió completamente, una reluciente sonrisa y después se rió.
“El closet esta allí detrás de esas dobles puertas-debo advertirte es mas grande que este cuarto”.
No me había dado cuenta de las puertas. No había nada en el mundo mas que el de nuevo- sus brazos se acurrucaron debajo de mi, su dulce aliento en mi cara , sus labio cerca de los míos- y no había nada que me distrajera en ese momento , nuevo vampiro nacido o no .
“Le diremos a Alice que corrí justamente hacia la ropa”, susurre, enredando mis dedos en su cabello y puse mi cara lo mas cerca a el. “Le diremos que pase horas en el closet. Vamos a mentir.”
El entendió mi estado en un instante, o mas bien el ya estaba en el , y el solo estaba dejando que apreciara mi regalo de cumpleaños , como un caballero. El jalo mi cara hacia la suya con una ferocidad, un pequeño gemido en su garganta. El sonido corto la corriente eléctrica corriendo en mi cuerpo a un ataque cerca, como si no pudiera estar suficientemente cerca de el rápidamente suficiente.
Pude oír la tela rompiéndose debajo de nuestras manos, y estuve agradecida de que mi ropa estuviera ya destruida. Era demasiado tarde para la de el. Me sentí casi grosera ignorar la hermosa cama blanca, pero nosotros no lo haríamos tan lejos.
Esta segunda luna de miel no fue como la primera.
Aquel tiempo en la isla había sido la personificación de mi vida humana. Lo mejor de ella. Estaba tan preparada para alagar mi tiempo humano, solo para estar con el un poco mas. Porque la parte física no iba a ser igual de nuevo.
Debí suponer antes que un día como hoy, iba a ser mucho mejor.
Ahora pude apreciarlo -pude ver apropiadamente cada línea de su perfecto rostro, de su gran , hermoso , cuerpo, con mis fuertes ojos nuevos, cada ángulo y cada plano de el. Pude probar su puro , vivido aroma en mi lengua y sentir su increíble seda en su piel de mármol debajo de mis sensibles dedos.
Mi piel fue también muy sensible bajo los suyos.
El era como nuevo, una persona diferente así como nuestros cuerpos enredados con gracia haciéndose uno en el suelo arenoso pálido. No precauciones, No restricciones, No miedo –No eso Especialmente. Nos podríamos amar juntos- dos partes activas ahora. Finalmente a la par.
Como nuestros besos antes, cada toque fue mas de lo que solía tocar. Tanto de el que tenía que sostener. No necesariamente en el momento, pero no podía creer cuanto me estaba perdiendo.
Trate de tener en mi mente, que yo era mas fuerte que el , pero era difícil pensar con tantas emociones tan intensas, poniendo mi atención en millones de diferentes lugares en mi mente cada momento; si lo hiriera , el no se quejaría.
Una pequeña, pero pequeña parte de mi cabeza considero la interesante adivinanza de esta situación. Nunca me cansaría y tampoco el. No teníamos que sostener el aliento como los demás o comer o incluso usar el baño; no teníamos las inmundas necesidades humanas. El tenia el mas hermoso perfecto cuerpo del mundo y yo lo tenia todo para mi, y eso no se sintió como si nunca encontraría un punto donde pensaría. Ahora tenia suficiente por un día.
Yo siempre iba a querer mas y el día nunca iba a acabar. Así que en esa situación , ¿como pararíamos?.
No me molesto para nada no tener la respuesta.
Me di cuenta que el cielo empezó a iluminar. El pequeño océano se volvió de negro a gris y el gorrión empezó a cantar en algún lado cerca-quizás ella tenga un nido en los arbustos de rosa.
“¿Lo extrañas?” le pregunte cuando su canción termino.
No fue la primera vez en la que habíamos hablado , pero realmente no habíamos entablado una conversación tampoco.
“¿Extrañar que?-“murmuró
“Todo eso –la calidez, la suave piel, el delicioso aroma….No estoy perdiendo nada , pero solo me pregunto , si fue un poco mas triste para ti de lo que era”.
Se rió bajo y gentil. “Seria difícil encontrar alguien mas triste de lo que estoy ahora. Imposible, me aventuro. No toda la gente obtiene cada pequeña cosa que quieren, mas todas las cosas que no pensaron en preguntar por ellas, en un solo día.”
“¿Estas evitando mi pregunta?”
El apretó su mano en mi cara “Tu eres cálida” me dijo.
Fue verdad, en un sentido. Para mí, sus manos eran cálidas. No era lo mismo como si tocara la piel caliente de Jacob. Pero era más confortable. Más Natural.
Después deslizo sus dedos lentamente sobre mi cara , suavemente a mi barbilla y después todo el camino hacia mi cintura. Mis ojos rodearon hacia su mi cabeza un poco.
“Tu eres suave”
Sus dedos eran como un satén contra mi piel, así que pude ver a lo que se refería.
“Y por el aroma, bueno, como podría decir extraño eso. ¿Recuerdas el aroma de aquellos excursionistas en la caza?”
“He estado tratando no hacerlo”
“Imagina besando eso”
Mi garganta se fue en llamas como si jalaran el cordón de un globo aerostático.
“Oh”
“¡Exacto! , así que la respuesta es no. Estoy puramente lleno de diversión, porque no estoy extrañando nada. Nadie esta teniendo nada mas de lo que tengo ahora.”
Estaba apunto de anunciarle de la única excepción de su estado , pero mis labios estuvieron de repente ocupados
Cuando la pequeña piscina se volvió en un a perlado color con el amanecer, pensé otra pregunta para el.
“¿Cuánto tiempo durará esto…? Me refiero , Caslisle y Esme , Em y Rose, Alice y Jasper – ellos no pasa todo el dia encerrados en sus habitaciones. Ellos salen a publico, llenos de ropa , todo el tiempo. ¿Esto nunca…se podrá dejar?” me moví mas cerca en el-completamente como un logro, realmente- para hacer claro de lo que estaba hablando.
“Eso es difícil de decir. Cada uno es diferente y , bueno , muy lejos tu eres la mas diferente de todos. La vampira joven promedio es realmente obsesionada con la sed para darse cuenta de algo mas por un tiempo. Eso parece no aplicar a ti. Con el vampiro promedio , atravez , de un año , solo hacen saber a si mismos. Solo la sed ninguna otro deseo parece apetecerles. Es simplemente una cosa de aprender el balance en eso , aprender , tener prioridades y manejarse….”
“¿Cuanto tiempo?”
Me sonrió, arrugando un poco su nariz. “Rosalie y Emmett fueron los peores. Tomo una sola década antes de que pudiera estar lejos de un radio de 5 millas de ellos. Incluso Caslisle y Esme tuvieron momentos difíciles acostumbrándose. Ellos son eventualmente esa feliz pareja. Esme les construyó una casa también, era mas grande que esta , pero después, Esme supo lo que Rosalie quería y lo que tu querías.”
“¿Así que ¡0 años después?” estaba segura que Rosalie y Emmett no tenían nada en nosotros, pero sonaría bien si lo superara antes de una década. “¿Todos son normales de nuevo? ¿Así como son ahora?”
Edward me sonrió de nuevo. “Bueno no se a que te refieres con normal. Ves a mi familia como un fantasioso modo fantasiosamente humano, per tu has tenido noches dormidoras”
Me guiño. “Ay una cantidad tremenda de tiempo cuando no duermes. Hace que puedas balancear tus… intereses rápidamente. Esa es la razón por la que soy el mejor músico de la familia, porque-después de Caslisle- He leído la mayoría de libros, estudiado la mayoría de ciencias , convertirme fluido en la mayoría de los idiomas… Emmett te ha de ver hecho creer que soy un sabelotodo porque puedo leer la mente, pero lo cierto es que tengo mucho tiempo libre”.
Reímos juntos, y la emoción de nuestra risa hizo interesante la forma en que nuestros cuerpos estaban conectados efectuando el final de esa conversación.
25. FAVOR
Era solo un poco mas tarde cuando Edward me recordó mis prioridades.
Le tomo solo una palabra hacerlo.
- Rennesme...
Suspire. Ella se despertaría pronto. Debían ser cerca de las 7 de la mañana. ¿Estaría ella buscándome? De pronto, algo cercano al pánico me congelo. ¿Como se vería ella hoy?
Edward sintió mi total distracción.
- Todo esta bien, amor. Vístete, y estaremos en la casa en 2 segundos.
Yo probablemente luciera como una caricatura, la manera en que me levante de un salto, luego lo mire - su cuerpo de diamante brillando débilmente en la luz difusa -, luego mire hacia el oeste, donde Rennesme esperaba, luego de vuelta a el, luego hacia donde estaba ella, mi cabeza iba de un lado al otro una media docena de veces en un segundo. Edward sonrió, pero no se rió; el era un hombre fuerte.
- Es todo sobre balance, amor. Eres tan buena en todo esto, no creo que te tome demasiado tiempo poner todo en perspectiva.
- ¿Y tenemos toda la noche, cierto?
El sonrió ampliamente.
- ¿Piensas que soportaría dejar que te vistas ahora si no fuera ese el caso?
Eso debería ser suficiente para resistir durante las horas de luz. Quisiera equilibrar este deseo abrumador, devastador para poder ser una buena... - Era difícil pensar en la palabra. Aunque Rennesme era muy real y vital en mi vida, aun era difícil pensar en mi misma como una madre. Suponía que otra se sentiría igual sin nueve meses para acostumbrase a la idea. Y con un hijo que crecía en horas.
El pensamiento de la velocidad de la vida de Rennesme me puso nerviosa de nuevo en un instante. Ni siquiera hice una pausa en los ornamentos tallados de la puerta antes de encontrar lo que Alice había estado haciendo. Yo solo entre de golpe, intentando ponerme lo primero que tocara. Debería haber sabido que no seria tan fácil.
- ¿Cuales son mías? - dije entre dientes. Como había dicho, el cuarto era más grande que nuestra habitación. Tal vez más grande que el resto de la casa puesta junta, pero tenia que pasar eso por alto para ser positiva. Tuve un breve flash mental de Alice tratando de persuadir a Esme para que ignorara las proporciones clásicas y permitiera esta monstruosidad. Me preguntaba como Alice lo había logrado.
Todo estaba envuelto en bolsas para ropa, prístinas y blancas, fila tras fila tras fila tras fila.
- A mi leal saber y entender, todo excepto este perchero de aquí - el toco una barra que se extendía alo largo de media pared desde la izquierda de la puerta - es tuyo.
- ¿Todo esto? - el se encogió de hombros.
"Alice" dijimos al mismo tiempo. El lo dijo como una explicación; yo en cambio lo dije como si fuera un improperio.
- Bien. - masculle, y abrí el cierre de la bolsa mas cercana. Gruñí bajo mi respiración cuando vi la bata de seda, color rosa bebe.
¡Buscando algo normal para vestir todo el día!
- Déjame ayudar. - ofreció Edward. Olfateo cuidadosamente el aire y entonces siguió alguna esencia hacia la parte trasera de la gran habitación. Había una cómoda ahí. El olfateo de nuevo, luego abrió un cajón. Con una triunfante sonrisa, saco un par de jeans azules. - Yo revolotee hasta su lado.
- ¿Como hiciste eso?
- Las telas también tienen su propia esencia, como todo lo demás.
El siguió a su nariz hacia la mitad de un perchero, descubriendo una camiseta blanca de mangas largas. La lanzo hacia mí.
-Gracias - Dije fervientemente. Inhale cada tela, memorizando su esencia para futuras búsquedas. Recordé la seda y el satén; debería evitar esas.
Le tomo solo segundos encontrar sus propias ropas - si no lo hubiera visto desnudo, hubiera jurado que no había nada mas hermoso que Edward en sus caquis y con su pulóver beige pálido - y luego tomo mi mano. Salimos como flechas por el jardín escondido, saltando suavemente sobre el muro de piedra, y atravesando el bosque en una muerta carrera. Yo empuje mi mano libre así que podíamos volver corriendo. El me gano esta vez. [No entendí muy bien estas ultimas 2 oraciones, si alguien las traduce mejor, estaría genial: "I pulled my hand free so that we could race back. He beat me this time."]
Rennesme estaba despierta; sentada en el piso con Rose y Emmett cerniéndose sobre ella, jugando con una pequeña pila de plata retorcida. Ella tenía una cuchara destrozada en su mano derecha. Tan pronto me vio a través del vidrio, aventó la cuchara contra el suelo - donde dejo una marca grande en la madera - y señalo en mi dirección imperiosamente. Su audiencia rió; Alice, Jasper, Esme, y Carlisle estaban sentados en el sofá, mirándola como si fuera la película mas fascinante.
Yo había cruzado la puerta antes de que sus risas apenas hubieran comenzado, pasando a través de la habitación y recogiéndola del suelo en el mismo segundo. Nos sonreímos la una a la otra.
Ella estaba diferente, pero no demasiado. Un poco mas larga de nuevo, sus proporciones cambiando de un bebe a una niña. Su cabello era un cuarto de pulgada mas largo, los rulos rebotando como resortes con cada movimiento. Deje a mi imaginación correr libre en el viaje de vuelta, y me había imaginado algo peor que esto. Gracias a mis exagerados temores, estos pequeños cambios eran casi un alivio. Aun sin las mediciones de Carlisle, estaba segura de que los cambios eran más lentos que ayer.
Rennesme acaricio mi mejilla. Me estremecí. Estaba hambrienta de nuevo.
- ¿Hace cuanto que se despertó? - pregunte mientras Edward desaparecía a través de la perta de la cocina. Estaba segura de que él iba a por su desayuno, habiendo visto lo que ella pensaba tan claro como lo había hecho yo. Me pregunte si el podría siempre enterarse de sus pequeñas rarezas, si el seria el único en conocerla. Para el, probablemente seria parecido a oír a cualquier otro (No se si dice eso exactamente, dejo la frase:"To him, it probably would have seemed like hearing anyone.")
- Desde hace unos pocos minutos - dijo Rose - Te hubiéramos llamado pronto. Ella estuvo pidiendo por ti...Demandando podría ser una mejor descripción. Esme sacrifico su segundo mejor servicio de plata para mantener al pequeño monstruo entretenido. - Rosalie le sonrió a Rennesme con tanto afecto que la crítica fue totalmente ingrávida. - No quisimos...er, molestarlos.
Rosalie se mordió el labio y alejo la mirada, tratando de no reír. Pude sentir a Emmett riéndose en silencio detrás Mio, haciendo vibrar los cimientos de la casa.
Mantuve mi mentón en alto.
- Vamos a tener tu cuarto arreglado muy pronto. - le dije a Rennesme - Te gustara la cabaña. Es mágica - Mire a Esme - Gracias, Esme. De verdad. Es absolutamente perfecta.
Antes de que Esme pudiera responder, Emmett estaba riendo de nuevo - no era silencioso esta vez.
- ¿Así que sigue estando de pie? - se las arreglo para decir entre sus risitas. Yo había pensado que ustedes dos habían dejado las ruinas por ahora. ¿Que estuvieron haciendo la ultima noche? ¿Hablando de la deuda interna? - bramo con risas.
Rechine mis dientes y me recordé a mi misma las consecuencias negativas que había tenido ayer dejar a mi temperamento fluir. Desde luego, Emmett no era tan rompible como Seth...
Pensar en Seth me hizo preguntarme.
- ¿Donde están los lobos hoy? - mire por la pared de vidrio, pero no había signo alguno de Leah.
- Jacob se fue muy temprano esta mañana - me dijo Rosalie, con el ceño un poco fruncido. - Set lo siguió fuera.
- ¿Que hizo que se molestara? - Edward pregunto mientras volvía a la habitación con el vaso de Rennesme. Debía haber más en los recuerdos de Rosalie de lo que veía en su expresión.
Sin respirar, le entregue a Rennesme. Súper-auto-control tal vez, pero no había manera en la que yo la fuera a alimentar. No aun.
- No lo se...Ni me interesa - refunfuño Rosalie, pero contesto a la pregunta de Edward mas ampliamente. - él estaba mirando dormir a Nessie, con la boca colgando como el imbécil que es, y entonces salto en sus pies sin ningún tipo de disparador (que yo haya notado) y salio corriendo. Me alegra el habernos deshecho de el. Cuanto mas tiempo pasa aquí, menos posibilidades tendremos de quitar el olor.
- Rose - Esme la reprendió gentilmente. Rosalie revoleo sus cabellos.
- Supongo que no importa. No estaremos aquí mucho más.
- Yo aun digo que deberíamos ir directamente a New Hampshire - Emmett dijo, obviamente continuando una conversación anterior. - Bella ya esta anotada en Dartmouth. No parece que le va a tomar demasiado ser capaz de ir a la escuela. - Se giro para mirarme con una sonrisa burlona - Estoy seguro de que vas a tener las mejores notas... Aparentemente no tienes nada que hacer por las noches además de estudiar.
Rosalie rió tontamente.
"No pierdas la calma, no pierdas la calma" Recite para mis adentros. Y entonces yo estaba orgullosa por mantenerme tranquila.
Así que me sorprendí mucho de que Edward no.
El gruño - un abrupto, raspante sonido - y la furia mas negra cruzo por su expresión como nubes de tormenta.
Antes de que cualquiera de nosotros pudiera responder, Alice estaba de pie.
- ¿Que esta haciendo? ¿Que esta ese perro haciendo que ha borrado mi programa del día entero? ¡No puedo ver nada! ¡No! - me lazo una torturada mirada - ¡Mírate! Necesitas/yo también que te muestra como usar tu armario.
Por un segundo yo estaba agradecida por lo que sea que Jacob no estuviera. Y entonces las manos de Edward se cerraron en puños y gruño
- Hablo con Charlie. Piensa que lo esta siguiendo. Viniendo aquí. Hoy.
Alice dijo una palabra que sonó muy extraña en su voz de trino, voz de dama, y entonces se puso en movimiento, pasando como un rayo por la puerta trasera.
- ¿Le dijo a Charlie? - jadee - Pero... ¿No lo entiende? ¿Como pudo hacer eso? - ¡Charlie no podía saber sobre mi! ¡Sobre vampiros! Eso lo pondría en una posición en la que ni siquiera los Cullen podrían salvarlo. - ¡No!
Edward hablo a través de sus dientes.
- Jacob lo esta haciendo a su manera ahora.
Debe haber comenzado a llover al este. Jacob entro en la habitación sacudiendo su cabello mojado como un perro, tirando gotitas en la alfombra y el sofá donde apenas quedaban pequeñas manchitas grises sobre el blanco. Sus dientes destellaban contra sus oscuros labios; sus ojos estaban excitados y brillaban. Camino con movimientos bruscos, como si estuviera entusiasmado por destruir la vida de mi padre.
- Hey, chicos- nos saludo, sonriendo.
Todo quedo en perfecto silencio.
Leah y Seth se deslizaron detrás de el, en sus formas humanas- por ahora; las manos de ambos temblaban con la tensión de la sala.
- Rose- dije, sosteniendo mis brazos para fuera. Sin palabras, Rosalie me paso a Rennesme. La presione contra mi inmóvil corazón, sosteniéndola como si fuera un talismán contra el comportamiento imprudente. La sostendría entre mis brazos hasta estar segura de que mi decisión de matar a Jacob estaba basada totalmente en mi juicio racional en vez de en la furia. Ella estaba muy quieta, mirando y escuchando. ¿Cuanto entendería ella?
- Charlie estará aquí pronto - Me dijo Jacob de manera casual - Solo para alertarlos. ¿Asumo que Alice esta consiguiéndote anteojos de sol o algo?
- Asumes demasiadas cosas. - escupí a través de mis dientes - ¿QUE.HAS.HECHO?
La sonrisa de Jacob vacilo, pero aun estaba demasiado relajado (wound?) como para responder seriamente.
- La rubia y Emmett me despertaron esta mañana hablando de irse y de cruzar el país. Como si pudiera dejarlos ir. Charlie es el gran problema aquí, ¿Correcto? Bueno, problema resuelto.
- ¿Te das cuenta de lo que hiciste? ¿El peligro en el que lo pusiste?
Resoplo.
- Yo no lo puse en peligro. Excepto por ti. Pero tu tienes alguna especie de supernatural auto-control, ¿cierto? No tan bueno como leer mentes, si me lo preguntas. Mucho menos excitante.
Edward se movió entonces, cruzo la habitación como una flecha para detenerse frente a la cara de Jacob. Aunque el era una cabeza y media mas bajo que Jacob, Jacob se alejo de su asombrante ira como si Edward lo dominara.
- Esos es solo una teoría, chucho - dijo gruñendo - ¿Tu piensas que probaremos eso con Charlie? ¿Consideraste el dolor físico que le estas causando a Bella, aun si ella puede resistirlo? ¿O el dolor emocional si no lo hace? ¡Yo supongo que lo que le pase a Bella ya no te concierne a TI! - El escupió la última palabra.
Rennesme presiono sus dedos ansiosamente contra mi mejilla, la ansiedad coloreando la repetición en mi cabeza. Las palabras finales de Edward cortaron a través del extraño humor eléctrico de Jacob. Su boca se redujo a un pliegue.
- ¿Bella sentirá dolor?
- ¡Como si empujaras un hierro caliente por su garganta!
Me estremecí, recordando el olor de sangre humana pura.
- No sabía eso. - susurro Jacob
- Entonces tal vez deberías haber preguntado primero.
Edward gruño de nuevo a través de sus dientes.
- Ustedes podrían haberme detenido.
- Tú deberías haber sido detenido...-
- Esto no es sobre mí. - interrumpí. Yo me encontraba muy quieta, manteniendo mi concentración en Rennesme y en la sanidad - Esto es sobre Charlie, Jacob. ¿Como pudiste ponerlo en peligro de esta manera? ¿Te diste cuenta de que para el ahora es muerte o vida de vampiro? - Mi voz temblaba con lágrimas que mis ojos no podían derramar.
Jacob estaba aun perturbado por las acusaciones de Edward, pero las mías no parecieron molestarlo.
- Relájate, Bella. No le dije nada que ustedes no estuvieran planeando decirle.
- ¡Pero esta viniendo hacia aquí!
- Seh, esa es la idea. ¿No era dejarlo hacer malas deducciones parte de tu plan?
Mis dedos se flexionaron lejos de Rennesme. Los acerque de nuevo en forma segura.
- Dilo directamente, Jacob. No tengo paciencia para esto.
- No le dije nada sobre ti, Bella. No realmente. Le dije sobre mi. Bueno, "mostrar" seria un mejor verbo.
- Entro en fase frente a Charlie - siseo Edward.
- ¿Tu QUE? - susurre
- Es valiente. Valiente como tu. No salio corriendo, o pego un salto, o algo. Si tengo que decirlo, estoy impresionado. Deberías haber visto su cara cuando comencé a quitarme la ropa. No tuvo precio. - Jacob rió.
- ¡Eres absolutamente imbécil! Podrías haberle provocado un ataque al corazón.
- Charlie esta bien. Es duro. Si le das solo un minuto, veras que te hice un favor.
- Tu solo tienes medio, Jacob. - Mi voz era monótona y férrea. - Tienes 30 segundos para decirme cada palabra antes de que deje a Rennesme con Rosalie y arranque tu miserable cabeza. Seth no será capaz de detenerme esta vez.
- Jeez, Bells. No solías ser tan melodramática. ¿Es eso una característica de los vampiros?
- 26 segundos.
Jacob rodó sus ojos y se dejo caer en la silla más cercana. Su pequeña manada se movió para quedar en sus flancos, no del todo relajados del modo en el que Jacob parecía estar; los ojos de Leah estaban sobre mí, sus dientes ligeramente al descubierto.
- Golpee a la puerta de Charlie esta mañana y le pedí que hiciera una caminata conmigo. Estaba confundido, pero cuando le dije que era sobre ti y que estabas de vuelta en la ciudad, me siguió a los bosques. Le dije que no estabas mas enferma, y que las cosas eran un p co extrañas, pero buenas. El estaba a punto de venir a verte, pero le dije que tenía que mostrarle algo primero. Y entonces entre en fase - Jacob se encogió de hombros. Mis dientes se sentían como si una prensadora estuviera empujándolos juntos.
- Quiero cada palabra, monstruo.
- Bueno, tú dijiste que solo tenia 30 segundos...bien, bien - mi expresión debía haberlo convencido de que no estaba de humor para bromas. - Déjame ver... Volví de fase y me vestí, y luego de que el empezara a respirar de nuevo, le dije algo como: "Charlie, no vives en el mundo que tu piensas. La buena noticia es, que nada ha cambiado...Excepto que ahora tú lo sabes. La vida seguirá por el mismo carril por el que siempre ha ido. Puedes volver ahora a pretender que no crees nada de esto." Le tomo un minuto poner su cabeza en su lugar, y entonces quiso saber pasaba realmente contigo, con toda la cosa de la rara enfermedad. Le dije que habías estado enferma, pero que estabas bien ahora... Solo que habías tenido que cambiar un poco en el proceso de recuperación. El quería saber a que me refería con 'cambiar', y le dije que ahora te veías más como Esme que como René.
Edward gruño mientras yo miraba con horror; esto estaba marchando en una dirección peligrosa.
- Después de unos minutos, el pregunto, realmente calmo, si te habías vuelto un animal también. Y yo dije "¡Ella desearía ser tan cool!" - Jacob se rio.
Rosalie hizo un sonido de disgusto.
- Empece a decirle mas sobre los hombreslobo, pero yo ni siquiera dije esa palabra. Charlie me interrumpio y dijo que no queria saber los detalles. Entonces pregunto si tu sabias en lo que te estabas metiendo cuando te casaste con Edward, y yo dije: "Seguro, ella sabe todo sobre esto desde hace años, desde que llego a Forks". No le gusto mucho eso. Lo deje despotricar hasta que lo tuvo fuera de su sistema. Una vez se hubo calmado, el solo quizo 2 cosas. El queria verte, y yo dije que seria mejor que me diera la ventaja inicial para explicar.
Inhale profundamente.
- ¿Cual es la otra cosa que el queria?
Jacob sonrio.
- Va a gustarte esto. Su principal peticion es que se le diga lo menos posible acerca de todo esto. Si no es absolutamente esencial para el saber algo, entonces quedatelo para ti. Necesita saber.
Senti alivio por primera vez desde que Jacob había llegado.
- Puedo encargarme de eso.
- Aparte de eso, el solo quiere pretender que las cosas son normales. - La sonrisa de Jacob se volvio petulante; debia sospechar que yo iba a comenzar a sentir las primeras debiles agitaciones de gratitud .
- ¿Que le dijiste sobre Rennesme? - Luche para mantener mi voz filosa, contra la reacia apreciacion. Era prematuro. había muchas cosas malas con esta situacion. Aun si la intervencion de Jacob acarreara una mejor reaccion en Charlie de lo que yo jamas hubiera esperado...
- Ah, seh. Le dije que Edward y tu habian heredado una pequeña nueva boca que alimentar. - él miro fijamente a Edward - Ella es tu pupila huerfana. Como Bruce Wayne y Dick Grayson. - resoplo Jacob
- No había pensado que te importara mentir. Es todo una parte del juego, verdad? - Edward no respondio de ninguna manera, asi que Jacob siguio - Charlie estaba demasiado shockeado a este punto, pero pregunto si estaban adoptandola. "¿Como hija? ¿Soy una especie de abuelo?" esas fueron sus palabras exactas. Le dije que si. "Felicidades, abue", y todo eso. Incluso sonrio un poco.
El ardor regreso a mis ojos, pero no por miedo o angustia esta vez. ¿Charlie sonreia a la idea de ser abuelo? ¿Charlie queria conocer a Rennesme?
- Pero ella esta cambiando tan rapido - susurre.
- Le dije que ella era mas especial que todos ustedes juntos - Dijo Jacob con voz suave. Se puso de pie y camino hasta mi lado, deteniendo por señas a Leah y Set cuando empezaron a seguirlo. Rennesme trato de alcanzarlo, pero yo la abraze mas fuerte.
- Le dije "Creeme, tu no quieres saber sobre esto. Pero si puedes ignorar todas las extrañas partes, quedaras sorprendido. Ella es la persona mas increible en todo el mundo." Entonces le dije si podria lidiar con eso, todos ustedes podrian dar una vuelta y darle una chance de conocerla. Pero si eso es demasiado para el, podrian irse. El dijo que mientras nadie inserte demasiada informacion en el, esta de acuerdo.
Jacob me mirocon una media sonrisa, esperando.
- No voy a decir gracias - le dije - Sigues poniendo a Charlie en grave peligro.
- Estoy arrepentido si eso te lastima. No sabia que eso era asi. Bella, las cosas son diferentes para nosotros ahora, pero siempre seras mi mejor amiga y siempre te querre. Pero ahora te quiero de la manera correcta. Finalmente hay balance. Ambos tenemos personas sin las que no podemos vivir. - Sonrio con su sonrisa mas Jacob - ¿Aun amigos?
Intente con todas mis fuerzas resistir, tuve que devolverle la sonrisa. Solo una diminuta sonrisa. El ofrecio su mano: una oferta. Tome una profunda respiracion y puse el peso de Rennesme en un solo brazo. Puse mi mano izquierda en la suya. Ni siquiera se estremecio con el frio de mi piel.
- Si no mato a Charlie esta noche, Considerare perdonarte por esto.
- Cuando tu no mates a Charlie esta noche, me deberas una grande. - Rode mis ojos.
El levanto su otra mano hacia Rennesme, pidiendo esta vez.
- ¿Puedo..?
- En realidad la sostengo de modo que mis manos no esten libres para matarte, Jacob. Tal vez luego.
Suspiro pero no me presiono. Sabio de su parte. Alice volvio por la puerta entonces, sus manos llenas y s expresion prometiendo violencia.
- Tu, tu, y tu - dijo bruscamente, mirando a los licantropos - Si se van a quedar, quedense en la esquina por un tiempo. Necesito ver. Bella, mejor dale el bebe a el, tambien. Necesitas los brazos libres, de cualuier manera. - Jacob sonrio triunfal.
Miedo indisoluble rasgo en mi estomago con una enormidad que estuve a punto de golpearme. Iba a probar mi dudoso auto-control con mi padre humano como si fuera un conejillo de indias.
Las palabras anteriores de Edward se estrellaron en mis orejas de nuevo.
"¿Consideraste el dolor fisico que le estas causando a Bella, aun si ella puede resistirlo? ¿O el dolor emocional si no lo hace?"
No podia imaginar el dolor del fracaso. Mi respiracion se convirtio en jadeos.
- Tomala - susurre, deslizando a Rennesme en los brazos de Jacob.
El asintio, arrugando su frente. El hizo gestos a los otros, y luego todos fueron a la esquina lejana de la habitación. Seth y Jacob se sentaron en el suelo de una vez, pero Leah sacudio la cabeza y fruncio los labios.
- ¿Tengo permiso para irme? - protesto. Miro incomodamente su cuerpo humano, vistiendo la misma camiseta y pantalones sucios de algodon que había vestido desde el otro dia, su corto cabello hacia arriba en mechones irregulares. Sus manos seguian temblando.
- Por supuesto- dijo Jake.
- Mantente al este para no cruzar tu camino con el de Charlie - Agrego Alice.
Leah no miro a Alice; ella desaparecio por la puerta de atras y se lanzo hacia los arbustos para entrar en fase. Edward estab de nuevo a mi lado, acariciando mi cara.
- Puedes hacer esto. Se que puedes. Te ayudare; todos nosotros lo haremos. - encontre los ojos de Edward con el panico gritando en mi cara. ¿Seria el lo suficientemente fuerte para detenerme si hiciera un movimiento incorrecto?
- Si no creyera que no eres capaz, desapareceriamos ahora. En este instante. Pero tu puedes. Y tu seras feliz si Charlie esta en tu vida.
Trate de reducir mi respiracion. Alice levanto su mano. había una pequeña caja en su mano.
- Estos irritaran tus ojos. No los dañaran, pero nublaran tu vision. Es molesto. Tampoco les devolveran su viejo color, pero es mejor que rojo brillante, ¿cierto?
- Ella me lanzó la caja con los lentes por el aire y yo la atrape.
“¿Cuándo…”
“Antes de que te fueras de luna de miel. Yo estaba preparada por si llegaran a hacer falta.
Asentí y abrí la caja. Yo nunca antes había usado lentes de contacto, pero esto no podía ser tan duro. Tomé el pequeño cuarto de esfera marrón, y presioné la parte cóncava en mi ojo. Parpadeé, y una capa interrumpió mi visión. Por supuesto podía ver a través de ella, pero también podía ver la textura de la delgada pantalla.
Mi ojo se mantenía centrado en los microscópicos arañazos y las rugosas secciones.
“veo a que te refieres” murmuré cuando había puesto el otro lente. Traté de no parpadear esta vez. Mis ojos automáticamente querían desalojar la obstrucción.
“¿cómo me veo?”
Edward sonrió “Hermosísima, por supuesto”
“si, si, si, ella siempre se ve hermosísima”, Alice terminó su pensamiento con impaciencia. “es mejor que rojos, pero es el mayor elogio que puedo dar. Marrón confuso. Tu color marrón era mucho más bonito. Ten en cuenta que esto no durara para siempre, el veneno en sus ojos se disuelve en un par de horas, por lo tanto, si Charlie se queda mas tiempo que eso, tendrás que encontrar una excusa para reemplazarlos. Lo cual es una buena idea de cualquier forma, ya que los seres humanos necesitan ir al baño” Ella sacudió la cabeza “Esme, dale un par de indicaciones acerca de cómo ser humana mientras guardo extras lentes de contacto.
“¿cuánto tiempo tengo?”
“Charlie va a estar aquí en un par de minutos, solo lo mas simple”
Esme asintió una vez y luego tomo mi mano. “Lo principal es que no te sientes o te muevas demasiado rápido”, me dijo
“siéntate si el lo hace” Emmett intervino.
“a los humanos no les gusta estar e pie todo el tiempo”
“deja que tus ojos parpadeen y vaguen cada treinta segundos mas o menos” agregó Jasper “los humanos no pueden mirar una sola cosa por tanto tiempo”
“cruza tus piernas durante unos 5 minutos, luego cambia a cruzar los tobillos para los otros 5” Dijo Rosalie.
Asentí una vez con cada sugerencia. Me di cuenta que ellos hacían algunas de estas cosas ayer. Pensé que podría imitar sus acciones.
“y parpadea al menos 3 veces por minuto” me dijo Emmett. El frunció el ceño, entonces el rápidamente volvió al tomar el control del TV. Puso un partido de football universitario y asintió para si mismo.
“mueve tus manos también. Cepilla y acaricia tu cabello hacia atrás o pretende parecer rascarte” dijo Jasper
“Me dijo Esme” Alice se quejo y volteo hacia Jasper “la estas abrumando”
“no, creo que lo tengo todo” dije. “sentarse, mirar alrededor, parpadear, moverme un poco nerviosa”
“Correcto” me aprobó Esme, luego me abrazó.
Jasper frunció el ceño “deberás retener la respiración tanto como te sea posible pero necesitas mover tus hombros un poco, para parecer que estas respirando”
Inhale una vez y asentí otra vez.
Edward me abrazo por mi lado libre “puedes hacerlo” me repetía, murmurando con su aliento en mi oreja.
“2 minutos” dijo Alice “talvez deberías acomodarte en el sofá, has sido afectada por la enfermedad después de todo. De esta manera el no te tendrá que ver moverte después de todo”,
Alice me puso en el sofá. Trate de moverme despacio, hacer mis movimientos mas torpes, ella puso sus ojos en blanco por lo que no debía haber estado un buen trabajo.
“Jacob, necesito a Renesmee” dije
El frunció el ceño sin moverse
Alice sacudió su cabeza “Bella eso no me ayuda a ver”
“pero la necesito para estar en calma” el pánico en mi voz era inconfundible
“OK” gruño Alice “mantenla tan lejos como puedas mientras trato de ver alrededor de ella” ella suspiro algo rara, como si le hubieran pedido que trabajara todo el día un festivo. Jacob suspiró, me trajo mi hija y luego se retiro rápidamente del deslumbramiento de Alice.
Edward tomo asiento a mi lado y puso sus brazos alrededor de nosotras 2. El se inclino y miro a Renesmee con una mirada muy seria.
“Renesmee, alguien especial va a venir a verte a ti y a tu mama” dijo el con voz solemne, como si esperara que ella entendiera cada palabra. ¿Lo haría ella?
Ella lo miro con ojos claros y serios. “pero el no es como nosotros o como Jacob, tenemos que ser muy cuidadosos con el. Tu no puedes decirle a el las cosas como nos las dices a nosotros”
Renesmee toco su rostro
“exactamente” dijo el “y el va a darte sed, pero tu no puedes morderlo. El no sana como Jacob”
“¿ella te puede entender?” murmure
“ella entiende. Serás cuidadosa, cierto Renesmee? Nos ayudaras?”
Ella lo toco de nuevo
“no, no me importa si muerdes a Jacob, eso esta bien”
Jacob se rió entre dientes
“talvez te deberías ir, Jacob” dijo Edward fríamente, evidentemente Edward no había perdonado a Jacob, porque el sabia que sin importar lo que pasara ahora, yo iba a sufrir, pero me encantaría tener la quemadura feliz si eso era lo peor que iba a pasar esa noche.
“le dije a Charlie que estaría aquí” dijo Jacob “el necesita apoyo moral”
“apoyo moral” se burlo Edward “en lo que respecta a Charlie, eres el mas repulsivo monstruo de nosotros”
“repulsivo?” protesto Jake, luego sonrió calmadamente para si mismo
Escuche las llantas afuera, en la tranquila carretera, tierra mojada en el camino de los Cullens. Y mi respiración comenzó de nuevo. Mi corazón debió haber sido martillado, me preocupaba que mi cuerpo no tuviera las reacciones correctas.
Me concentre en los latidos del corazón de mi hija, que me calmaban. Esto funcionó demasiado rápido
“bien hecho, bella” aprobó Jasper
“Edward endureció sus brazos alrededor de mis hombros
“estas seguro?” le pregunte
“si, tu puedes hacer cualquier cosa” me sonrió y me beso
Este no fue precisamente un roce de labios, y mis vampíricos instintos estuvieron fuera de control otra vez. Los labios de Edward eran algo adictivo, una reacción química en mi sistema nervioso. En el instante ya estaba ansiosa, necesito toda mi concentración para recordar que tenia aun la bebe en mis brazos.
Jasper sintió mi cambio de animo “Edward, no quieres distraerla de esa manera justo ahora. Ella necesita concentrarse”
Edward se retiro un poco “Oops”
Sonreí. Esa ha sido mi línea desde el principio, desde el primer beso
“después” dije, y la anticipación se retorció en mi estomago como un balón
“concéntrate Bella” insistió Jasper
“esta bien” y aleje mis aterrorizados sentimientos. Charle, eso era lo mas importante por ahora. Mantener a Charlie a salvo hoy. Tendríamos toda la noche para…”
“Bella!”
“lo siento Jasper”
Emmett sonrió
El sonido de las llantas de Charlie se sentía más y más cerca. El segundo de ligereza paso, y todos estaban aun ahí. Cruce mis piernas y practique mi parpadeo.
El carro estaciono en frente de la casa y espero por un par de segundos. Me pregunte si Charlie estaba tan nervioso como yo. Entonces el motor se apagó y una puerta fue golpeada, tres pasos en la hierba, y a continuación haciendo eco, 8 pasos en las escaleras de madera. 4 pasos mas através del corredor. Silencio. Charlie tomo respiración 2 veces
Knock, Knock, knock.
Inhale el aire por lo que podría ser la última vez. Renesmee se hundió en mis brazos, escondiendo su cara en mi cabello.
Carlisle respondió a la puerta. Su expresión cambio a una de bienvenida, como cambiando el canal de un TV
“hola Charlie” dijo, mirando adecuadamente. Después de todo, nosotros supuestamente estaríamos en Atlanta en el centro de control de enfermedades. Charlie sabía que le había estado mintiendo también.
“Carlisle” Charlie lo saludo tenso “¿Dónde esta Bella?”
“Aquí Papa”
Hugh! Mi voz estaba tan mal. Y use un poco de los suministros de aire. Me sacudí en un rápido reflejo, me alegro que el olor de Charlie no hubiera saturado aun la habitación.
La expresión pálida de Charlie me dijo como estaba mi voz. Sus ojos se ampliaron al verme.
Leí su emoción desplegada en toda su cara.
Shock, incredulidad, dolor, pérdida, miedo, angustia, sospecha, más dolor.
Mordí mi labio. Se sentía divertido. Mis nuevos dientes eran más fuertes contra mi piel de granito que mis humanos dientes contra mis suaves labios humanos.
“eres tu Bella?” suspiro el
“SIP” me sobresalte un poco. “hola papa”
El tomo un profundo respiro constante el mismo.
“Hola Charlie” lo saludó Jacob desde la esquina “ como esta todo?”
Charlie miro con rabia a Jacob, se estremeció como recordando y luego se fijo en mi otra vez.
Lentamente, Charlie caminó por la habitación hasta que estaba a un par pies de donde yo me encontraba. Lanzó un vistazo hacia donde se encontraba Edward y sus ojos se posaron de nuevo en mi. La calidez de su cuerpo me golpeaba con cada latido de su corazón.
Bella? Me preguntó de nuevo
Hablé en voz baja, tratando de mantenerme serena.
Si, soy yo.
Su mandíbula estaba apretada.
Lo siento, papa-
¿Estás bien? Preguntó´
-Realmente bien, Saludable como un caballo
Respiré-
“Jake me dijo que esto fue necesario… cuando estabas muriendo” Pronunció las palabras como si no las creyera.
Pensé unos instantes, me enfoqué en Renesmee, en su calidez, su peso, pensé en el apoyo de Edward y tomé un profundo respiro.
La esencia de Charlie estaba llena de fuego que quemaba directamente a mi garganta. Pero era mucho más que la pena. Estaba cargado de deseo también. Charllie olía deliciosamente, más de lo que hubiera imaginado. Tan parecido a los excurisionistas desconocidos que había encontrado en la cacería. Charlie era una doble tentación- Y apenas estaba a unos metros de distancia. Impregnando el aire con su esencia.
-Pero yo no estaba de cacería. Y él era mi padre.
Edward apretó mis hombros en señal de simpatía y Jacob lanzó una mirada por toda la habitación.
Traté de recuperarme e ignorar la pena y la ansiedad provocada por la sed-
Charlie esperaba mi respuesta.
-Jacob te dijo la verdad.
“Parte de ella” gruñó Charlie
Esperé que Charlie pudiera ver que a través de mi nuevo rostro para encontrar el remordimiento que sentía.
Bajo mi cabello Renesmee olisqueaba la esencia que percibía de Charlie. La apreté contra mi
Charlie se percató de mi angustia y dijo: Oh! Y toda la furia se fue, dejando un profundo shock-
“Esta es ella” Jacob dijo que habías adoptado del orfanato
“Mi sobrina” mintió Edward.
Era evidente que el parecido entre ellos dos era estremecedor como para pasarlo por alto. Mejor decir desde el principio que eran parientes.
-Pensé que no tenías familia” Dijo Charlie de nuevo con tono acusador.
Perdí a mis padres. Mi hermano mayor fue adoptado, como yo.
Nunca le vi después de ello.
Pero la corte me localizó cuando él y su esposa murieron en un accidente en coche, dejando a su única hija huérfana.
Edward era muy bueno haciendo esto- Su voz tenía el tono correcto de inocencia. Necesitaba practicar para sonar como él.
Renesmee salió de mi cabello, respirando de nuevo. Miró a Charlie bajo sus largas pestañas y se escondió otra vez.
“ella… ella es hermosa”
Si, añadió Edward
¡Es una gran responsabilidad, ustedes apenas acaban de casarse”
¿Qué más podía hacer? Edward acarició la mejilla de Renesmee. Vi que por unos instantes tocó sus labios-un recordatorio- ¿Debí negarme a aceptarla?
-
“MM.. veamos” Movió su cabeza-
“Jake dice que la llamaron “Nessie”¿?
No, para nada. Mi voz sonó áspera.
Su nombre es “Renesmee”
Charlié volteó a verme.
¿Y cómo se sienten con respecto a esto?
Quizá Carlisle y Esme puedan__ “
“Ella es mía” Le interrumpí. La quiero
“Charlie frunció el ceño” “Me harás abuelo tan pronto?
Edward sonrió.
Carlisle es abuelo también.
Charlié le tiró una mirada acusadora a Carlisle. Que aun permanecía ante la puerta. Él era una especie de hermanito de Zeus, el hermano guapo.
Charlie resopló y rió.
“Se supone que eso debe hacerme sentir mejor”
Sus ojos se posaron de nuevo en Renesmee.
“>Ella ciertamente es algo que hay que mirar” Su aliento cálido ondeaba en el espacio que había entre nosotros”
Renesmee lo percibió, sacudió mi cabello y le miró por primera vez. Charlié suspiró-
Sabía que estaba viendo él.
Mis ojos-sus ojos- grabados en su perfecto rostro.
Charlie empezó a hiperventilar. Sus labios temblaron y puede ver los números que se reflejaban en ellos. Estaba contando hacia atrás, tratando de ajustar nueve meses. Sin poder encontrarle sentido a la evidencia.
Jacob lo notó y palmeo a Charlie en la espalda. Le dijo algo al oído- Charlie no sabóa que todos podíamos escucharle.
“Necesita saber. Charlie”
Todo está bien, lo juro.
Carlisle tragó y negó. Y entonces sus ojos parpadearon al mismo tiempos que dio un paso más cerca de Edward con los puños apretados.
“No quiero saberlo todo, ya basta de estas mentiras”
Lo siento, dijo Edward. Necesitas saber la versión oficial más que la verdad- Si vas a ser parte de este secreto, la versión oficial es la que cuenta.
Protege a Bella y a Renesme como al resto de nosotros.
Puedes dejarlo así?
-La habitación estaba llena de estatuas” Crucé mis tobillos.
Charlie resopló y volteó a verme
“Pudiste haberme advertido”
“Eso lo habría hecho más fácil?
El parpadeó y cayó al piso. Podía ver el movimiento de la sangre por su cuello bajo la piel. Podía sentir la vibración que emanaba.
Renesmee también podía.
Ella sonrió y extendió una palma sonrosada hacia él. La regresé. Ella extendió la otra hacia mi cuello, hambrienta y con curiosidad hacia Charlie.
Había algo implícito en este movimiento, que me hizo pensar que ella había entendido perfectamente las palabras de Edward. Así que estaba sedienta pero resignada al mismo tiempo.
Oh! Charlie masculló, al ver sus dientes.
¿Cuánto tiempo tiene?
-Tres meses dijo Edward… y agregó: en realidad tiene la talla de un bebé de tres meses, más o menos, Es pequeña en algunos aspectos y mayor en otras.
Deliberadamente Renesmee se agitó hacia él.
-Charlie parpadeó.
Jacob le dio un codazo.
“Te dije que era algo especial”
Charlié respingó por el contacto.
Vamos, Charlie” soltó jacob.
Soy la misma persona que he sido siempre” Pretende que esta mañana, nunca pasó.
El recuerdo hizo que los labios de Charlie se tornaran blancos, negó con la cabeza.
¿Qué papel juegas en todo esto Jake?
¿Qué tanto sabe Billy? ¿Por qué estás aquí? Miró a Jacob, quién resplandecía sólo con mirar a Renesmee.
“Bueno, podría contarte- Billy sabe todo- sin embargo eso implica muchas cosas de los licánt-
Uh” Charlie protestó cubriendose los oídos. “Olvídalo”
Jacob sonrió.
“Todo estará bien Charlie”
Trata de no creer en todo lo que ves”
Mi padre murmuró algo ininteligible.
“Wow” Repentinamente Emmett gritó “Vamos Gators”
Jacob y Charlie saltaron. El resto de nosotros se quedó quieto.
Charlie se recuperó, miró a Emmett sobre el hombro y preguntó “Esta ganando Florida?
-Recién anotaron. Confirmó Emmett. Miró en mi dirección, levantando sus cejas como si fuera un villano en vaudeville. “Pero parece que alguien ya lo hizo aquí”
Contuve el aliento.
¿Enfrente de Charlie? Se estaba pasando de la raya
Pero Charlie pareció no percatarse.
Respiró profundamente, aspirando el aire como si quisiera expulsarlo por la planta de los pies. Le envidié. Se paró, caminó alrededor de Jacob y se dejó caer en una silla.
Bueno, dijo. Veremos si pueden aguantar hasta la final.
26. BRILLANTE
“No se cuánto deberíamos decir a Renee acerca de esto,” dijo Charlie, vacilando con un pie hacia fuera la puerta. Se estiró, y entonces su estómago gruñó.
Cabeceé. “Lo sé, yo no deseo que ella enloquezca. Mejor para protegerla. Este asunto no está para los pusilánimes.”
Sus labios se torcieron hacia un lado con arrepentimiento... “Habría intentado protegerte, también, si hubiera sabido. ¿Pero supongo que tu nunca entraste en la categoría de pusilánime, no es cierto?”
Sonreí detrás, tirando una respiración ardiente a través de mis dientes.
Charlie acarició a su estómago ausente. “Pensaré en algo. ¿Tenemos tiempo para discutir esto, cierto?
“Cierto,” le prometí.
Había sido un día largo en cierto modo, y tan breve en otros. Charlie estaba atrasado para la cena - Sue Clearwater cocinaba para él y Billy. Esta iba a ser una tarde torpe, pero por lo menos él estaría comiendo el alimento verdadero; Estaba feliz de que alguien intentara no hacerlo morir de hambre debido a su escasa capacidad de cocinar. La tensión de todo el día había hecho que los minutos pasaran lentamente; Charlie no relajo su postura. Pero tampoco tenía ninguna prisa en irse. Estaba mirado dos juegos enteros – afortunadamente tan absorto en sus pensamientos que olvidaba las obvias bromas de Emmett cada vez más marcadas y menos fútbol -relacionando cada uno aparte – y después- los comentarios del partido, y después las noticias, sin moverse hasta que Seth le recordó la hora.
“¿Vas a ir para arriba con Billy y mi mamá, Charlie? Vamos. Bella y Nessie estarán aquí mañana. ¿Consigamos algo comida, eh?“ Había estado claro en los ojos de Charlie que no le había hecho gracia la broma de Seth, sino que él le enseño la salida. La duda todavía estaba allí como si estuviera en pausa. Las nubes enrarecían, la lluvia se había ido. El sol pudo incluso hacer una aparición justo a tiempo para fijarse. “Jake dijo que los chicos me van a sacar,” murmuró ahora hacia mí.
“yo no quería hacerlo si es que había alguna salida alrededor... Por eso todavía estamos aquí.”
“Él dijo que podían quedarse durante un momento, pero solamente si soy bastante resistente, y si puedo mantener mi boca cerrada.”
“Sí… pero no puedo prometer que nunca nos iremos, papá. Es… muy complicado.”
“Necesitaba saber.” me recordó.
“Cierto.”
“Me visitaran, aunque, tengan que irse?”
“Lo prometo, papá. Ahora que tú sabes lo suficiente, pienso que esto puede funcionar. Estaré tan cerca como tu quieras.”
Él masticó con sus labios por medio segundo, después se inclinó lentamente hacia mí con sus brazos cautelosamente extendidos. Cambié a Renesmee - dormía ahora - en mi brazo izquierdo, apreté mis dientes, sosteniendo mi respiración, y envolviendo mi brazo derecho muy ligeramente alrededor de su caliente, y suave cintura.
“Mantenlo cerrado, Bells,” él masculló. “Realmente cerrado.”
“Te quiero papá,” susurré través de mis dientes.
Él tembló y se apartó. Caí sobre mi brazo.
“Yo también te quiero pequeña. Otras cosas han cambiando, pero eso no” Él tocó con un dedo la mejilla rosada de Renesmee. “Ella se parece mucho a ti.”
Mantuve mi expresión ocasional, aunque me daba lo mismo. “Creo que más bien a Edward” Vacilé, y entonces agregué, “ella tiene sus mismos rizos”
Charlie comenzó, resoplando. “Eeeh supongo que a su abuelito” El movió su cabeza dudoso.
“Me la puedo quedar?”
Me quedé boquiabierta y posteriormente me tranquilicé. Después de considerar por medio segundo y de juzgar el aspecto de Renesmee - ella miraba fuera - Decidí que tentaba demasiado mi suerte, puesto que iban las cosas tan bien hoy…
“Aquí,” dije, sosteniéndola lejos de él. Él automáticamente hizo un círculo torpe con sus brazos, y metí Renesmee en el círculo. Su piel no era tan caliente como la suya, sino que me hizo cosquillas en la garganta para sentir el calor que fluía debajo de su garganta.
Se estremeció la parte donde mi piel blanca lo rozó. No estaba segura si esto era una reacción a mi nueva temperatura o era algo psicológico.
Charlie gruñó, mientras que él sentía su peso. “Ella es… robusta”
Fruncí el ceño. Yo la sentía tan ligera como una pluma. Quizá mi báscula estaba apagada.
“Robusto es bueno,” dijo Charlie, viendo mi expresión. Entonces él murmuró a si mismo, “ella necesitará ser resistente, rodeada por todas estas locuras.” Él despidió sus brazos suavemente, sacudiéndose un poco de lado a lado. “La bebe mas bonita que he visto, incluyéndote, chica. Lo siento, pero es la verdad”.
“Lo se.”
“Linda bebe,” dijo otra vez, pero estaba más cercano a la bebe esta vez.
Podía verlo en su cara – podía verla crecer allí. Charlie era tan indefenso contra su magia como el resto de nosotros. Dos segundos en sus brazos, y ella ya lo había poseído.
“¿Puedo volver mañana?”
“Seguro, papá. Por supuesto. Estaremos aquí. “
“Deben estar aquí.” Dijo severamente, pero su expresión era suave, el seguía mirando a Renesmee. “Te veré mañana, Nessie.”
“Tu, también!”
“¿Huh?”
“Su es Renesmee. Como Renee y Esme, puestos juntos. Sin ninguna variación.” Luché para calmarme sin contener la respiración esta vez.
“¿Quieres oír su segundo nombre?”
“Seguro.”
“Carlie. Con la C. Como Carlisle y Charlie puestos juntos”.
Charlie hizo un movimiento extraño con los ojos mirando hacia arriba, tomándome fuera de guardia. “Gracias, Bells.”
“Gracias, papá. Todo ha cambiado rápidamente. Mi cabeza no ha parado de girar. Si no te tuviera ahora, no sabría como mantener los pies en la tierra.” Si le hubiese estrechado la mano, se daría cuenta de lo que soy realmente. Esto era probablemente más de lo que el necesitaba.
El estómago de Charlie gruñó.
“Ve a comer, papá. Nosotras estaremos aquí.” Recordé como se sentía, esa primera inmersión incómoda en la fantasía - la sensación de que todo desaparecería a la luz del sol naciente.
Charlie asintió a regañadientes y luego me regreso a Renesme. Él echó un vistazo por delante de mí en la casa; sus ojos parecieron un poco salvajes por un minuto como si mirara fijamente alrededor de la brillante y grande habitación. Todavía estaban todos allí, además de Jacob, a quién podía oír asaltando el refrigerador en la cocina; Alice holgazaneaba en el escalón inferior de la escalera con la cabeza del Jasper en su regazo; Carlisle tenía su cabeza metida en un libro gordo sobre su regazo; Esme tarareaba a si misma, dibujando en una libreta, mientras que Rosalie y Emmett crearon un monumental castillo de naipes bajo la escalera; Eduardo estaba a la deriva en su piano y tocaba muy bajo para si mismo. No había evidencia de que el día venía a un cierre, que puede ser que sea hora de comer o de cambiar de actividades con preparación para la tarde. Algo intangible había cambiado en la atmósfera. Los Cullens usualmente no trataban tan duramente –la charada sobre ser humanos era llevada tranquilamente, lo suficiente para que Charlie no sintiera la diferencia.
Él se estremeció, sacudió su cabeza, y suspiro. “Te veo mañana, Bella.” frunció el ceño y después agregó, “Quiero decir, no es como si no te vieras… bien. Me acostumbraré a ello”.
“Gracias, papá.”
Charlie cabeceó y caminó cuidadosamente hacia su coche. Lo miré conducir hacia lo lejos; no fue hasta que oí sus neumáticos rechinar en la autopista que me di cuenta de lo que había hecho. Realmente había terminado el día y sin lastimar a Charlie. Todo yo sola. ¡Debo tener súper poderes!
Parecía demasiado bueno para ser verdad. ¿Podría realmente tener a mi nueva familia y algo de la vieja también? Y yo que había pensado que ayer había sido un día perfecto.
“Wow,” susurré. Parpadeé y sentía el tercer sistema de lentes de contacto desintegrarse. El sonido del piano terminó, y los brazos de Edward estaban alrededor de mi cintura, su barbilla descansaba sobre mi hombro.
“Robaste las palabras de mi boca.”
“Edward, lo logré!”
“Tú lo hiciste, eres increíble. Todo lo que te preocupaba de ser un neófito, y todo lo saltas en conjunto” Él rió tranquilamente.
“No estoy realmente seguro de que ella sea un vampiro, aún menos que sea una neófita,” Emmett habló debajo de las escaleras. “Ella es tan dócil.”
Todos los comentarios embarazosos que él había hecho frente a mi padre sonaron en mis oídos otra vez, y era probablemente algo bueno tener en mis brazos a Renesmee en ese momento. Aunque no ayudara a mi posición, gruñí bajo mi respiración.
“Oooo, aterrador,” Emmett rió.
Silbé, y Renesmee se retorció en mis brazos. Ella parpadeo algunas veces, después miraba alrededor, su expresión era de confusión. Ella olfateó, después miró mi rostro.
“Charlie vendrá mañana,” le aseguré aseguró.
“Excelente,” dijo Emmett. Rosalie rió con él esta vez.
“No fue brillante, Emmett,” dijo Edward con desden. Retiró de mis manos a Renesmee.
Él guiñó cuando vacilé, y por eso, un poco confundida, se la di.
“Qué quieres decir?” Emmett exigió.
“Es un poco pesado, no lo crees, poner al vampiro más fuerte de la casa en mi contra?” Emmett lanzó hizo su cabeza hacia atrás y resopló. “Por favor!”
“Bella,” Edward me murmuró mientras que escuchaba Emmett de cerca, “recuerdas hace unos meses, te pedí que me hicieras un favor cuando fueras inmortal?”
Eso sonó una campana débil. Olvidé las conversaciones humanas borrosas. Después de un momento, recordé y jadeé, “Oh!”
Alice soltó una larga risa. Jacob hizo su cabeza aún lado, su boca estaba llena de comida.
“Qué?” Emmett gruñó.
“En serio?” le pregunté a Edward.
“Confía en mi,” me dijo.
Respiré profundamente. “Emmett, cómo te sientes para una apuesta?”
Él se puso de pie inmediatamente. “Impresionante. Adelante”
Mordí mi labio por un segundo. Él era tan enorme.
“A menos que tengas miedo… ¿? “Emmett sugirió.
Acomodé mis hombros. “Tu. Yo. Una lucha de brazos (fuercitas). En la mesa del comedor. Ahora” Emmett hizo una mueca.
“Em, Bella,” Alice dijo rápidamente, “pienso que Esme le tiene bastante cariño a esa mesa. Es una antigüedad”
“Gracias,” articuló Esme.
“No hay problema,” dijo Emmett con una sonrisa destellante. “Por aquí, Bella.”
Lo seguí hacia fuera, a la parte posterior, hacia el garaje. Podía oír a todos los demás caminar atrás de nosotros. Había una inmensa roca de granito, bastante grande que se sobresalía por encima del resto de las rocas cerca del río. Aunque la roca grande era poco redonda e irregular, haría el trabajo. Emmett colocó su codo en la roca y me agitó hacia adelante.
Estaba nerviosa otra vez pues miré los gruesos músculos en el brazo de Emmett contraerse, pero mantuve mi rostro tranquilo. Edward había prometido que sería más fuerte que cualquier persona durante algún tiempo. Él se parecía muy confiado sobre esto, y me sentí muy fuerte. ¿Qué tan fuerte? Me pregunté, mirando los bíceps de Emmett. No tenia ni dos días de haber sido transformada, aunque, y eso debería contar para algo. A menos que nada fuera normal en mí. No era quizá tan fuerte como neófita normal. Tal vez es por eso que el control era tan fácil para mí. Intenté parecer despreocupada mientras fijé mi codo contra la piedra.
“Está bien, Emmett. Yo gano, y no puedes decir ni una palabra más sobre mi vida sexual a cualquier persona, ni siquiera Rose. Ninguna alusión, ninguna insinuación - ningún nada.”
Sus ojos se empequeñecieron. “Trato. Yo gano, y va a ser mucho peor.”
Él oyó parar mi respiración y sonrió malvadamente. No había indirecta de fanfarronería en sus ojos.
“Te vas a dejar vencer tan fácilmente, pequeña hermana?” se burlo Emmet.
“¿Muy salvaje para ti? Aposto a que la cabaña no tiene ni un rasguño.” Él rió. “Edward no te dijo cuantas casas hemos destruido Rose y yo?”
Cerré fuertemente mis dientes y agarre su mano grande. “Uno, dos -”
“tres,” él gruñó, y empujo contra mi mano.
Nada sucedió.
Oh, podía sentir la fuerza que él ejercía. Mi nueva mente parecía bastante buena en todas las clases de cálculos, y así que podía decir que si él no hacia frente a cualquier resistencia, su mano derecha hubiera golpeado a través de la roca sin ninguna dificultad. La presión aumentó, y me preguntaba aleatoriamente si un carro del cemento que hace cuarenta millas por hora con un marcado descenso tendría la misma energía. ¿Cincuenta millas por hora? ¿Sesenta? Probablemente más.
No era lo suficiente como para moverme. Su mano empujada contra la mía con el chocando nuestras fuerza, pero no era desagradable. Sentía que era bueno de una manera extraña. Había tenido mucho cuidado desde la vez última que desperté, intentando, tan difícilmente el no romper cosas. Poder usar mis músculos era extraño. Dejé que mi fuerza fluyera sin refrenarla.
Emmett gruñó; arrugó su frente y su cuerpo entero formó una línea rígida como un obstáculo hacia mi mano.
Lo dejé sudar –figuradamente- por un momento, mientras disfrutaba la sensación de esa fuerza loca que salía a través de mi brazo.
Algunos segundos, aunque, me sentía ligeramente aburrida con esto; Emmett perdió una pulgada. Me reí. Emmett gruñó a través de sus dientes.
“Mantén la boca cerrada” le recordé, y entonces rompí su mano en la gran roca redonda. El eco de la fractura retumbó en los árboles. La roca se estremeció, y un pedazo - alrededor de un octavo de su tamaño – se quebró con una línea invisible en la ruptura y se estrelló en la tierra. Cayó en el pie de Emmett, y me reí disimuladamente. Podría oír la risa tenue de Jacob y de Edward.
Emmett golpeó el fragmento de la roca con el pie a través del río. Cortó un joven arce por la mitad antes de hacer un ruido sordo en la base de un abeto grande, que se sacudió y después cayó en otro árbol.
“Mañana la revancha”.
“No voy a usar todo esto rápidamente,” le dije. “Quizá deberías darme un mes.” Emmett gruñó, destellando sus dientes. “Mañana.”
“Hey, lo que sea que te haga feliz, hermano mayor.”
En cuanto el estuvo al acecho, Emmett golpeo el granito, rompiendo en avalancha de cascos y polvo.. Fue algo aseado, de una manera infantil.
Fascinado por la innegable prueba de que era el vampiro más fuerte que hubiera sabido, puse mi mano, mis dedos se extendieron contra la roca. Entonces enterré mis dedos lentamente en la piedra, aplastando en lugar de excavar; la consistencia me recordó a un queso duro. Terminé con un puñado de grava.
“Genial,” mascullé.
Con una sonrisa extendida en mi cara gire en un repentino circulo y con el otro lado de mi mano golpee la roca. La piedra crujió y se partió y - con una gran cantidad de polvo – se partió en dos.
Comencé a reír nerviosamente.
No presté mucha atención a las risas ahogadas detrás de mí mientras que golpeaba y pateaba el resto de al roca convirtiéndola en fragmentos. Tenía demasiada diversión, riéndome todo el tiempo.
No fue hasta que oí una nueva risita pequeña, un alto repique de campanas, que me aparte lejos de mi juego tonto.
“¿Ella esta riendo?”
Todos miramos fijamente a Renesmee con la misma expresión muda por la impresión, la misma que debió haber estado en mi rostro.
“Sí,” dijo Edward.
“Quién no se ríe?” Jake murmuró, rodando sus ojos.
“Dime si tu nunca has perdido, perro,” Edward estaba bromeando, no había antagonismo en su voz.
“Eso es diferente,” dijo Jacob, y miré con sorpresa mientras que él fingía darle un golpe al hombro de Edward. “Supuestamente Bella es un adulto. Casada y es mamá y todo eso. ¿No debería tener más dignidad?”
Renesmee frunció el ceño, y tocó la cara de Edward.
“Qué quiere?” Pregunté.
“Menos dignidad,” dijo Edward con una mueca. “Ella se estaba divirtiendo tanto al verte, gozando.”
“Soy divertida?” le pregunté a Renesmee, lanzándome hacia atrás para poder alcanzarla a la vez que ella se acercó a mí. La tomé de los brazos de Edward y le ofrecí el pedazo de la roca que se encontraba en mi mano.
“Quieres intentar?” Ella sonrió con esa sonrisa que brillaba y tomó la piedra con ambas manos. Ella la exprimió, frunció el ceño mientras se concentraba. Hubo un sonido pequeño, y un poco de polvo. Frunció el ceño, y sostuvo el pedazo hasta a mí.
“Voy a hacerlo,“ dije, pellizcando la piedra en la arena.
Ella aplaudió y rió; disfrutando el delicioso sonido que ella hizo.
El sol estalló repentinamente a través de las nubes, tirando las lagas vigas de rubí y del oro a través nosotros diez, y me perdí inmediatamente en la belleza de mi piel bajo la puesta del sol. Deslumbrado por él.
Renesme frotó ligeramente las facetas lisas del diamante, después puso su brazo al lado mío. Su piel tenía apenas una luminosidad débil, sutil y misteriosa. Nada que la guardaría adentro en un día asoleado como mi brillante destello. Ella tocó mi cara, pensando en la diferencia y sintiéndose la contrariedad.
“Tu eres la más bonita,” le asegure.
“No estoy seguro de coincidir con eso, “dijo Edward, y cuando di vuelta para contestarle, la luz del sol en su cara me atontó en silencio.
Jacob tenía su mano delante de su cara, fingiendo ocultar sus ojos del fulgor. “Rara Bella” comentó.
“Qué asombrosa criatura es ella,” murmuro Edward, casi de acuerdo, como si el comentario de Jacob fuera un cumplido. Él estaba al mismo tiempo deslumbrante y deslumbrado.
Era una sensación extraña - no resulta sorprendente, me supone, ya que todo lo que sentía extraño ahora – convirtiendo esto en algo natural. Como ser humano, yo nunca había sido la mejor en nada. Era aceptable en tratar con Renee, pero probablemente mucha gente podría haberlo hecho mejor; Phil parecía sostenerse a si mismo. Era buena estudiante, pero nunca la mejor de la clase. Obviamente, no podría ser tomada en cuenta en cualquier cosa atlética. Ni artístico o musical, ningún talento en particular del cual presumir. Nadie nunca me regaló un trofeo por leer libros. Después de dieciocho años de mediocridad, me bastaron para ser una chica promedio. Ahora me di cuenta que hace mucho tiempo había perdido la aspiración de sobresalir en algo. Sólo hice lo mejor con lo que tenia, nunca muy adecuado en mi mundo.
Esto era realmente tan diferente. Era asombrosa ahora – para ellos y para mi misma. Yo había nacido para ser un vampiro. La idea hizo que deseara reír, pero también hizo que deseara cantar. Había encontrado mi lugar verdadero en el mundo, el lugar apropiado, el lugar donde brillé.
27. PLANES DE VIAJE
Me tomé mucho más en serio los mitos desde que empecé a se vampiro.
Siempre, cuando yo miraba hacia mis tres meses como inmortal, imaginaba como el hilo de mi vida dependía del Destino – ¿quien sabría pero y si existía realmente? Yo estaba segura de que el hilo debería haber cambiado de color – aunque probablemente empezase como un agradable beige, algo compasivo y claro- polémico, algo que parecería bueno en segundo plano. Ahora sería de un vivo carmesí o quizás un brillante dorado. (hay que entender que hace una metáfora con los hilos de la vida que forman una tapiz o algo así)
El abrigo de la familia y amigos que me rodeaban juntos era algo intenso y hermoso, lleno de sus brillos, de colores complementarios.
Estaba sorprendida por alguno de los hilos que se habían incluido en mi vida. Los hombres-lobo, con sus profundos y marrones tonos, era algo que no había esperado; Jacob, por supuesto, y Seth, también. Pero mis viejos amigos Quil y Embry formaron parte de la tela cuando se unieron a la manada de Jacob y hasta Sam y Emily eran amables. Las tensiones entre nuestras familias se aliviaron, sobretodo gracias a Renesmee. Es tan fácil quererla.
Sue y Leah Clearwater se unieron en nuestras vidas también- dos más que no habría imaginado.
Sue parecía haberse tomado como algo propio suavizar el proceso de hacerle creer a Charlie este mundo. Vino con él a ver a los Cullens la mayor parte de los días aunque nunca parecía sentirse cómoda de la misma forma que su hija y la mayor parte de la manada de Jake.
No hablaba con frecuencia, merodeaba de forma protectora cerca de Charlie. Siempre era la primera persona a la que él miraba cuando Renesmee decía algo muy atrevido – lo cual era muy frecuente. Como respuesta, Sue miraría a Seth, cargada de significado como si dijese, “Sí, cuéntame”
Leah esta siempre menos cómoda que Sue y era el único miembro de nuestra nueva familia ampliada que era más hostil a la fusión. Sin embargo, ella y Jacob tenían una nueva camarería que la había acercado a todos. Yo le pregunté a él una vez, vacilante; no quería entrometerme pero la relación era tan diferente del modo como solía ser que me despertaba curiosidad. Se encogió de hombros y me dijo que eran un paquete. Ella estaba de segundo comando ahora, su “beta.”
Lo había llamado así mucho tiempo atrás.
“Me figuré que tardaría en ser su Alfa real” Jacob explicó “Mejor forzar las formalidades”
La nueva responsabilidad hacía que Leed sintiese la necesidad de etiquetarle siempre y desde que él estaba siempre con Renesmee..
Leah no era feliz cerca de nosotros pero era la excepción. La felicidad era el principal componente de mi vida ahora, el patrón dominante del tapiz. Tanto que mi relación con Jasper era mucho más cercana de lo que yo nunca habría soñado que fuese.
Al principio era de verdad enojante, supongo.
“¡Ay!” me quejé a Edward una noche después de que nosotros pusiéramos a Renesmee en su cuna de hierro. “Si no he matado a Charlie o Sue todavía no creo que lo haga nunca. Desearía que Jasper dejase de rondarles todo el rato”
“Sin duda, Bella, un poco” me aseguró. “Sabes como Jasper es – no puede resistir un buen ambiente emotivo. Tu estás tan feliz todo el tiempo que se siente atraído hacia ti sin pensarlo”
Y entonces Edgard me abrazaba con fuerza, porque nada le agradaba más que mi incontenible éxtasis de esta nueva vida.
Y yo estaba eufórica la mayor parte del tiempo. Los días no eran lo suficientemente largos para poder adorar a mi hija, las noches no eran lo suficientemente largas para satisfacer mi necesidad de Edward.
Había un ambiente enorme de alegría. Si la tela de nuestras vidas se sacase, imaginaba que el diseño era un fondo de lúgubres grises, llenos de dudas y miedo.
Renesmmee dijo su primera palabra cuando tenía exactamente una semana. Su palabra fue mamá, que hizo que fuese mi día, a excepción de que estaba muy asustada por su progreso, tanto que forcé mi cara congelada para devolverle la sonrisa. No me ayudó que pasase de su primera palabra a su primera frase en el mismo suspiro.
“¿Mamá, dónde está el Abuelo?” preguntó en un claro, alto soprano, solamente muy alto porque yo estaba cruzando la habitación hacia ella. Ella ya había preguntado a Rosalie, usando su normal (o preocupantemente anormal, desde otro punto de vista) método de comunicación. Rosalie no había respondido su pregunta sí que Renesmee se había dirigido a mi.
Cuando caminó por primera vez, sólo fue tres semanas después, fue parecido. Ella simplemente estuvo de pie frente a Alicia durante un tiempo largo, mirando con intensidad como su tía arreglaba ramos en los jarrones colocados a través de la habitación, danzando hacia arriba y abajo a través de la sala con sus brazos llenos de flores. Renesmee se sostuvo en sus pies, ni siquiera un poco temblorosa, y cruzó el piso casi con gracia.
Jacob había aplaudido porque era claramente la respuesta que Renesmee quería. La forma que se había vinculado a ella hacía de sus propias reacciones algo secundario; su primer reflejo era siempre darle a Renesmee cualquier cosa que quisiese. Pero nuestros ojos se encontraban, y yo vi todo el pánico mío reflejado en ellos. Hice que mis manos palmeasen juntas, también, intentando esconderle mi miedo. Edgard aplaudió calladamente a mi lado, y nosotros no necesitamos hablar sobre nuestros pensamientos para saber que eran los mismos.
Edgard y Carlisle estaban en plena búsqueda, buscando alguna respuesta, algo que esperar. Había muy poco que encontrar, nada verificable.
Alice y Rosalía solían empezar nuestro día con un pase de moda. Renesmee nunca vestía las mismas ropas dos veces, en parte porque le quedaban pequeñas casi enseguida y por otro lado, porque Alice y Rosalie estaban creando un álbum de bebé que parecía avanzar años en vez de semanas. Ellas tomaban cientas de fotos, documentando cada fase de su infancia acelerada.
A los tres meses, Renesmee podía haber sido una niña grande de un año o una pequeña de dos. No tenía la forma de un niño pequeño; era más grande y más graciosa, sus proporciones eran casi como las de un adulto. Sus rizos de bronce colgaban por su cintura; no podía cortárselos hasta que Alice lo hubiese permitido. Renesmee podía hablar con una mala gramática y articulación pero raramente las dos cosas, prefería solamente mostrarse simple con las personas que ella quería. No podía sólo caminar, también correr y bailar. Podía también leer.
Había estándole leyendo a Tensión una noche, porque el flujo y el ritmo de esa poesía parecía apacible (tenía que buscar constantemente nuevo material; a Renesmee no le gustaba repetir sus historia de la hora de dormir como otros niños supuestamente hacía y no tenía paciencia para los dibujos de los libros). Alcanzaba a tocar mi mejilla, la imagen en su mente era nuestra, solamente con ella sosteniendo el libro. Se lo daba a ella, sonriendo.
“Hay música aquí” leyó con vacilación“ tan suave caen los pétalos desde las agitadas rosas a la hierba, o las gotas de rocío entre las pareces de granito, en un reluciente paso”
Mi mano era robótica cuando yo devolví el libro.
“Si lees, ¿cómo podrás dormirte?” Pregunté con una voz que apenas temblando.
Por los cálculos de Carlisle, el crecimiento de su cuerpo iba gradualmente más despacio; su mente continuaba elevándose. Hasta si el ritmo de crecimiento se mantenía como hasta hora sería una adulta en no más que cuatro años.
Cuatro años, Y una anciana con quince.
Sólo quince años de vida.
Pero ella estaba tan sana… Vital, fuerte, creciendo y feliz. Su llamativa buena forma me hacía estar contenta con ella en el momento y dejar el futuro para mañana.
Carlisle y Edward discutían nuestras opciones para el futuro desde todas las partes con voces altas que intentaba no escuchar. Ellos nunca tenían esas discusiones cuando Jacob estaba alrededor porque había un método seguro para parar el crecimiento y no era algo que le alegrara a Jacob. Era ¡tan peligroso!, mis instintos me gritaban. Jacob y Renesmee se parecían de varias formas, ambos medio ser y no ser, dos cosas al mismo tiempo. Y todas las tradiciones de hombres lobo insistían que la ponzoña de vampiros era una sentencia de muerte más que un medio de inmortalidad.
Carlisle y Edgar se habían cansado de buscar desde la distancia y ahora nosotros estábamos preparando seguir las viejas leyendas desde sus orígenes. Íbamos a volver a Brasil, estar ahí. Los Ticunas tenían leyendas sobre niños como Renesmee… Si otros niños como ella habían existido, quizás alguna historia de la fugaz vida de los niños medio morales persistía.
La única pregunta que dejábamos era exactamente cuando nosotros iríamos.
Estaba el apego. Una pequeña parte de mí quería estar cerca de Forks hasta después de vacaciones, por el bien de Charlie. Pero más que eso, había un diferente viaje que tenía que venir primero – era la principal prioridad. También, sería un excursión en solitario.
Era la única discusión que Edward y yo habíamos tenido desde que me convertí en vampiro. El principal punto de conflicto era la parte de “solitario”. Pero los hechos estaban donde estaban y mi plan era el único con sentido. Yo tenía que ver a los Volturi y tenía que hacerlo completamente sola.
Incluso libre de las viejas pesadillas, sin ningún sueño, era imposible olvidar a los Volturi. Tampoco ellos se quedarían sin recuerdos.
Hasta el día que el regalo de Aro apareció, no sabía que Alice le había enviado la invitación de boda a los líderes Volturi; nosotros habíamos estado muy lejos en la isla de Esme cuando había visto la visión de los soldados Volturi – Jane y Alec, los gemelos de poder devastador. Cayo estaba planeando enviarles a una cruzada para ver si todavía era humana, contra su mandato (porque sabía sobre el mundo secreto de los vampiros, debía unirme o permanecer en silencio permanentemente). Así que Alice había enviado la invitación, mostrando que eso podría retrasarlos cuando descifraran el significado que había detrás. Pero vendrían finalmente. Era cierto.
El regalo no era amenazador. Extravagante, casi aterrador por su extravagancia. El miedo venía por la nota de felicitación, escrito en tinta negra en un cuadrado de duro, plano blanco papel, a mano del propio Aro.
Espero ver pronto a la nueva Señora Cullen en persona.
El regalo estaba presentado en una tallada, ornamentada y antigua caja de madera, engalanada con oro y perlas madre, decorada con un arco iris de piedras preciosas. Alice dijo que la caja era un inestimable tesoro, que tendría un inmenso valor aunque no hubiese ninguna joya dentro.
“Siempre me pregunté donde desaparecieron las joyas de la Corona después de que John de Inglaterra las sacase en el siglo trece.” Carlisle dijo “No debería sorprenderme que los Volturi tengan sus restos.
El collar era simple – hecho de oro con una gruesa cadena, casi escalada, como una suave serpiente que se cerniese a través de la garganta. Un colgante oscilaba en la cadena, un blanco diamante del tamaño de una pelota de golf.
El sutil recordatorio de la nota de Aro me interesaba más que la joya. Los Volturi necesitaban ver que yo era inmortal, que los Cullen había sido obedientes a sus órdenes y necesitaban verlo prono. No podíamos permitirlos cerca de Forks. Era la única forma de mantener nuestra vida aquí a salvo.
“No vas a ir sola” Edward había insistido a través de sus dientes, sus manos encrespadas en garras.
“No me harán daño” le había dicho tan pronto como pude controlarme, forzando mi voy para que sonase segura. “Ellos no tienen razón para hacerlo. Soy un vampiro. Caso cerrado.”
“No. Definitivamente no”
“Edward, es la única forma de protegerla”
Y no había podido discutirme esto. Mi lógica era evidente.
Durante el corto rato que conocí a Aro, había sido capaz de ver que era un coleccionista. Y sus mayores trofeos eran los vivos. El coleccionaba belleza, talento y rareza en sus seguidores inmortales, más que cualquier joya guardada en sus cajas fuertes. Era bastante desafortunado que hubiese comenzado a codiciar las habilidades de Alice y Edward. Y no le daría más razones para estar celoso de la familia de Carlisle. Renesmee era bella, talentosa y única- única en su especie. No podía permitirle verla, no a través de los pensamientos de nadie.
Y yo era la única a la que no podía escuchar sus pensamientos. Por supuesto que iría sola.
Alice no veía ningún problema en mi excursión pero ella estaba preocupada por la distinta cualidad de sus visiones. Dijo que ellos parecían a veces confusos cuando tomaban decisiones de fuera que podían ser conflictivas pero que no estaban resueltas.
Esta inseguridad le hacía a Edward vacilante, opuesto a que lo hiciese. Quería venir conmigo tan lejos como mi enlace en Londres pero yo no podía dejar a Renesmee sin ninguno de sus padres. Carlisle estaba tomando parte. Nos dejaba más tranquilos a Edward y a mí, sabiendo que Carlisle estaría solo a unas pocas horas de mí.
Alice continuaba rebuscando en el futuro pero las cosas que relacionaba no eran lo que buscaba. Una nueva tendencia en el mercado de stock, una posible visita de reconciliación de Irina, aunque su decisión no era firme; una tormenta de nieve que no golpearía otras seis semanas, una llamada de Renee (estaba practicando mi voz ronca, y mejorando cada día – para el conocimiento de Renee estaba bastante enferma, pero recuperándome)
Compramos los boletos para Italia un día después de que Renesmee cumpliera los tres meses. Planeé que sería un viaje muy corto, así que no le había dicho a Charlie sobre él. Jacob sabía, y él aceptó la visión de Edward sobre esto. Sin embargo, la discusión de hoy era sobre Brasil. Jacob determinó ir con nosotros.
Nosotros tres, Jacob, Renesmee, y yo, iríamos de caza juntos. La dieta de la sangre de animal no era la preferida de Renesmee – y fue por eso que Jacob nos había permitido seguir adelante. Jacob había creado una competencia entre ellos, y por eso ella estaba más dispuesta a eso que a todo lo demás.
Renesmee tenía muy clara la diferencia entre lo bueno y lo malo aplicado a la cacería humana; ella pensaba que la sangre donada era un compromiso agradable. El alimento humano la llenó y parecía compatible con su sistema, pero ella reaccionó a todas las variedades de alimento sólido con la misma resistencia que un mártir. Una vez le di coliflor y habas de lima. La sangre de animal era un tanto mejor, por lo menos. Ella tenía una naturaleza competitiva, y el desafío de competir contra Jacob la excitó más a la cacería.
“Jacob,” le dije, intentando razonar con él otra vez mientras que Renesmee estaba bailado delante de nosotros en el claro, buscando un olor que le gustó. “Tú tienes obligaciones aquí. Seth, Leah-”
Él resopló. “No soy un paquete de niñera. De todos modos ellos tienen todas las responsabilidades en la Push”.
“¿Cuánta educación? Estás oficialmente entrando a la High School (secundaria y prepa), entonces? Si vas a continuar con Renesmee, vas a tener que estudiar mucho más duro”.
“Es justo tomarse un sabático (un tiempo libre). Regresaré a la escuela cuando las cosas… se calmen” Perdí mi concentración en cuanto a mi desacuerdo cuando él dijo eso, y ambos automáticamente nos miramos.
Renesmee miraba fijamente los copos de nieve que se agitaban arriba de su cabeza, derritiéndose antes de que pudieran pegarse a la hierba amarillenta a lo largo del prado en forma de flecha donde estábamos parados. Su vestido ondulado de marfil era sólo una sombra más oscura que la nieve, y sus rizos color rojizos mantenían su brillo, aunque el sol fue enterrado profundamente detrás de las nubes.
Mientras nos miramos, ella se agachó por un instante y después brinco 2 metros hacia arriba. Sus pequeñas manos se cerraron alrededor de una escama, y ella cayó ligeramente sobre sus pies. Se dio vuelta hacia nosotros con su impactante sonrisa-realmente, no era algo a lo que te pudieras acostumbrar - y abrió sus manos para mostrarnos la perfecta forma de una estrella de hielo de ocho puntas en su palma antes de que derritiera.
“Bonito” Jacob le hablaba elogiándola. “pero pienso que te estas atascando, Nessie.”
Ella se limitó a ir detrás de Jacob; él extendió sus brazos en el preciso momento en que ella saltó en ellos. Tenían el movimiento perfectamente sincronizado. Ella hacia esto cuando tenía algo que decir. Ella prefería no hablar en voz alta todavía.
Renesmee tocó su cara, frunció el ceño adorablemente mientras escuchamos el sonido de una manada pequeña de alces que se movían a la distancia en el bosque.
“Claaaaro que no estas sedienta, Nessie,” contestó Jacob un poco sarcástico, pero más indulgente que todo lo demás. “Eres una miedosa. Yo capturaré al más grande, una vez más”
Ella movió de un tirón al revés fuera de los brazos de Jacob, aterrizando ligeramente en sus pies, y girando sus ojos – ella se parecía tanto a Edward cuando hacia eso. Entonces ella se lanzó hacia los árboles.
“Lo consiguió,” dijo Jacob cuando me incliné como si fuera a seguirlo. Él dio un tirón a su camiseta, preparado después de ella en el bosque, ya temblando. “No cuenta si haces trampa,” le dijo a Renesmee.
Sonreí con las hojas agitadas que ellos dejaban detrás, sacudiendo mi cabeza. Jacob a veces se comportaba más como niño que la propia Renesme. Me detuve brevemente, dándoles unos minutos de ventaja a mis cazadores. Estaría más allá de simplemente seguirlo, y Renesmee amaría la sorpresa del tamaño de su presa. Sonreí otra vez.
El prado lucía muy estrecho, todavía muy vacío. La nieve que caía se adhería a mí. Alice había visto que no sé pegarían por muchas semanas. Generalmente Edward y yo veníamos juntos en estos viajes de caza, pero Edward estaba con Carlisle hoy, planeando el viaje a Río, hablando a espaldas de Jacob…. Fruncí el ceño. Cuando volviéramos, me pondría del lado de Jacob. Él debe ir con nosotros. Él estaba tan metido en esto como todos nosotros- su vida entera estaba en juego, justo como la mía. Mientras que mis pensamientos se perdieron en un futuro próximo, mis ojos barrían la zona rutinariamente, buscando la presa, buscando peligro, no pensaba en el, simplemente era algo automático. O quizás había una razón en mi exploración, un cierto minúsculo interruptor que mis agudizados sentidos habían encendido antes de que lo hiciera de manera consciente. ¿Mis ojos revolotearon a través del borde de un distante acantilado, estaba parado allí afuera, rígido, azul grisáceo, haciendo contraste con el bosque verde-negro, un destello plateado - o era dorado? - cautivó mi atención.
Mi mirada estaba atenta, notando ese color que no debería haber estado allí, hasta ahora lejos en la neblina, si siquiera un águila hubiese sido capaz de distinguirlo
Miré fijamente.
Ella miró fijamente detrás.
Que ella fuera un vampiro era obvio. Su piel era de un blanco marfil, la textura un millón de veces mas lisa que la piel humana. Incluso debajo de las nubes, ella siempre brillaba levemente. Si su piel no la hubiera delatado, su calma lo haría. Solamente los vampiros y las estatuas podían estar tan perfectamente inmóviles. Su cabello era pálido, rubio pálido, casi patinado. Ése era el destello que había captado mi ojo. Colgó derecho como regla a un borde embotado en su barbilla, dividida uniformemente abajo del centro.
Ella era una extraña para mí. Estaba absolutamente segura de que nunca la había visto, ni siquiera como humana. Ningunas de las caras en mi memoria fangosa eran iguales que ésta. Pero la reconocí por sus oscuros ojos dorados.
Irina había decidido venir después de todo.
Por un momento la miré fijamente, y ella me miró fijamente. Me preguntaba si ella supondría quien era inmediatamente como yo lo hice. Medio levante mi mano, a punto de saludar, pero su labio se torció en un pedacito minúsculo, haciendo su cara repentinamente hostil.
Oí el grito de victoria de Renesmee desde el bosque, oí el eco del aullido de Jacob, y vi la cara de Irina volverse reflexiva cuando el escucho el eco unos segundos después. Su mirada se fijó levemente a la derecha, y supe lo que ella estaba viendo. Un enorme hombre lobo café-rojizo, quizás el que había matado a su Laurent.
¿Cuánto tiempo habrá estado mirándonos? Suficiente como para tener un abrazo cariñoso antes, era seguro.
Su cara hizo un espasmo de dolor.
Instantáneamente, abrí las manos delante de mí en un gesto carismático. Ella giró hacia a mí, y su labio se movió sobre sus dientes. Su quijada estuvo abierta y gruñó. Cuando el débil sonido me alcanzó, ella había dado vuelta y había desaparecido ya en el bosque. “Demonios!” gemí. Corrí rápidamente en el bosque después de Renesmee y de Jacob, no podía tenerlos fuera de mi vista. No sabía qué dirección había tomado Irina, o exactamente qué tan furiosa estaba ella ahora. La venganza era una obsesión común para los vampiros, una que no era fácil de suprimir. Corriendo a toda velocidad, solamente me tomó dos segundos para alcanzarlos. “La mía es más grande,” escuché a Renesmee insistir y yo estallé a través de los arbustos gruesos hasta llegar al espacio abierto donde estaban parados. Los oídos de Jacob se movieron cuando él se dio cuenta de mi expresión; se agachó hacia adelante, descubriendo sus dientes - su bozal estaba manchado con sangre de su matanza. Sus ojos rastrearon el bosque. Podía oír el sonido del gruñido que hacia con su garganta. Renesmee se puso en alerta tal como Jacob. Abandonando a su presa en sus pies, ella saltó en mis brazos que esperaban, presionando sus manos curiosas contra mis mejillas.
“Estoy exagerando,” les aseguré rápidamente. “Esta bien, pienso. Aguarda.”
Saqué mi celular y golpeé las teclas rápidamente. Edward contestado al primer llamado. Jacob y Renesmee escucharon atentos mi lado mientras hablaba con Edward.
“Ven, trae a Carlisle,” hable tan rápido que me preguntaba si Jacob podía seguir el ritmo”. Vi a Irina, y ella me vio a mi, pero entonces vio a Jacob y ella se enojo y huyo, Creo. Ella no ha demostrado para arriba aquí - todavía, de todas formas - sino que ella miraba trastorno bonito que ella tan quizá. Si ella no lo hace, usted y Carlisle tienen que ir después de ella y hablar con ella. Me siento horrible.”
Jacob tembló.
“Estaremos allí en medio minuto,” me aseguro Edward, y pude oír el silbido del viento el había empezado a correr.
Nos dirigimos de nuevo al largo prado y después esperamos silenciosamente mientras que Jacob y yo escuchamos cuidadosamente cualquier sonido de un acercamiento que no reconociéramos.
Cuando llego el sonido, aunque, era muy familiar. Y entonces Edward estaba en mi lado, Carlisle unos segundos detrás. Estaba sorprendida de escuchar las pesadas almohadillas de las patas que seguían a Carlisle. Supuse que no entrar en shock. Con Renesmee a un paso del peligro, por supuesto podría pedir refuerzos
. “Ella estaba para arriba en ese canto,” les dije inmediatamente, precisando el punto. Si Irina huía, ella ya tendría una absoluta ventaja. ¿Ella pararía y escucharía Carlisle? Su anterior expresión me hizo pensar que no “Quizá deberías llamarle a Emmett y Jasper para que vallan contigo. Ella parecía… realmente molesta. Ella me gruño”.
“Qué?” dijo Edward irritado.
Carlisle puso una mano en su brazo. “Ella está afligida, ve después de ella”
“Voy contigo” Edward insistió.
Intercambiaron una larga mirada - quizás Carlisle sopesaba la irritación de Edward que sentía por Irina contra su habilidad para leer mentes. Finalmente, Carlisle cabeceó, y salieron para encontrar el rastro, sin llamar a Jasper o Emmett.
Jacob rabió impacientemente y empujó mi espalda con su nariz. Él deseaba regresar a Renesmee a la casa para mantenerla segura, por si acaso. Estuve de acuerdo con él en eso, y nos apresuramos a llegar a casa con Seth y Leah que funcionaban como nuestros flancos.
Renesmee estaba satisfecha en mis brazos, una mano todavía descansaba sobre mi rostro. Puesto que el viaje de la caza había sido abortado, ella tendría que conformarse con la sangre donada. Sus pensamientos eran con un aire poco satisfechos.
28. EL FUTURO
Carlisle y Edward no habían podido ponerse al día con Irina antes de que su rastro desapareciera. Habían nadado a la otra orilla para ver si había rastro de ella recorriendo en una línea recta, pero no había pista de ella por millas en ambas direcciones sobre la orilla oriental.
Fue todo culpa mía. Ella había llegado, como Alice había visto, a hacer las paces con los Cullens, sólo que se enojó por mi amistad con Jacob. Lamentaba no haberlo notado antes, de que Jacob cambiara de fase. Lamentaba que no nos hubiéramos ido a cazar a otra parte.
No había mucho por hacer. Carlisle había llamado a Tanya con la decepcionante noticia. Tanya y Kate no había visto Irina, ya que habían decidido venir a mi boda, y se que les angustiada que Irina había llegado tan cerca y sin embargo, no regresó casa, no fue fácil para ellas perder a su hermana, sin embargo la separación podría ser temporal. Me preguntaba si esto trajo los recuerdos difíciles de perder su madre de tantos siglos atrás.
Alice fue capaz de captar unas vislumbres del futuro inmediato de Irina, nada demasiado concreto. Ella no iba a volver Denali, en la medida de lo Alice podría decir. La imagen era nebulosa. Todo lo que Alice podía ver era que Irina estaba visiblemente alterada; ella vagó en el páramo envuelto por nieve ¿al norte? ¿O el este? con una expresión devastada. Ella no tomo ninguna decisión sobre su rumbo más allá de su duelo.
Los días pasaron y aunque no me olvidé de Irina y su dolor, se trasladó a una parte lejana de mi mente. Hay cosas más importantes en que pensar ahora. Me iría a Italia tan sólo unos días. Cuando regresara, todos nos iríamos a América del Sur.
Cada detalle se ha repasado más de un centenar de veces. Nos gustaría empezar con las Ticunas, una localización de leyendas, así como hemos tenido la fuente. Ahora que aceptó que Jacob vendría con nosotros, ocupan un lugar destacado en los planes
-- Era poco probable que la gente que cree en vampiros quisiera hablar con cualquier acerca de sus leyendas. Si nosotros terminábamos muertos con los Ticunas, allí habían muchas tribus estrechamente relacionadas en el área para investigar. Carlisle tenía algunos viejos amigos en el Amazonas; si nosotros pudiéramos encontrarlos, ellos podrían tener la información. O al menos una sugerencia en dónde más podemos ir para obtener respuestas.
Era improbable que los tres vampiros del Amazonas tuvieran algo que ver con las leyendas de híbridos de vampiros, ya que ellas eran todas hembras. No había ningún modo de conocer cuanto tiempo tomaría nuestra búsqueda.
Yo no le había dicho a Charlie que el viaje iba hacer más largo, y yo pensé en que decirle, mientras que Edward y Carlisle aun discutían. ¿Cómo comunicarle la noticia de forma correcta?
Mire fijamente a Renesmee mientras yo me debatía internamente. Ella se acurruco sobre el sofá, su respiración era lenta con el sueño pesado, sus rizos enredados extendidos desordenadamente alrededor de su cara. Por lo general, Edward y yo no la llevábamos de vuelta a nuestra casa de campo para ponerla en su cama, pero esta noche nos estábamos tardando con la familia, él y Carlisle estaban sumergidos, en la planificación de los detalles.
Mientras tanto, Emmett y Jasper están más entusiasmados con la planificación de la caza y las posibilidades. El Amazonas ofrece un cambio a nuestra alimentación habitual. Jaguares y Pateras, por ejemplo. Además Emmett tiene el deseo de luchar con una anaconda. Esme y Rosalie planificaban lo que ellos empacarían. Jacob estaba desconectado, con el problema de Sam, estableciendo cosas para su propia ausencia.
Alice se movido lentamente en torno a la gran sala, ordenando innecesariamente la ya inmaculada habitación, enderezando las guirnaldas perfectamente colgadas de Esme. Ella centraba de nuevo los floreros de Esme en la consola en ese momento. Yo podía ver el modo en que su cara fluctuó consciente, entonces en blanco, entonces consciente otra vez, ella buscaba el futuro. Asumí que ella trataba de ver por los puntos ciegos que Jacob y Renesmee habían hecho en sus visiones en cuanto a lo que nos esperaba en Sudamérica hasta que Jasper dijera;
"Dejado esto ya Alice; ella no es nuestra preocupación" y una nube de serenidad robó silenciosamente y sin ser visto por el cuarto. Alice debe haber estado preocupándose por Irina otra vez.
Ella sacó la lengua a Jasper y luego levantó un jarrón de cristal que estaba lleno de rosas blancas y rojas y fue hacia la cocina. Una de las flores blancas se estaba marchitando, pero Alice parecía absorbida en la perfección completa como una distracción a su carencia de visión esta noche.
Miré fijamente a Renesmee otra vez, no vi cuando el florero resbaló de los dedos de Alice.
Sólo escuche el silbido del aire pasar por el cristal mientras veía como caía el florero sobre el piso de mármol de la cocina quedando hecho pedazos.
Los fragmentos cayeron en todas direcciones con un inusual sonido al tocar el suelo, mientras todos los ojos estaban sobre Alice.
Mi primer pensamiento ilógico era que Alice estaba jugando una broma. Porque no había forma de que Alice pudiera haber dejado caer el florero por accidente, yo hubiera podido atravesar la habitación para evitar que se cayera, si no hubiera asumido que ella lo atraparía a tiempo.
¿Y cómo se le había caído en primer lugar?
Sus dedos absolutamente seguros...
Yo nunca había visto a un vampiro dejar caer algo por casualidad. Alguna vez.
Y luego Alice nos afronto, torciendo su gesto en un movimiento tan rápido que parecía no haber existido.
Sus ojos a mitad de camino se fueron cerrando sobre el futuro, amplio, mire fijamente, concentrándome en su fina cara antes de que ella pareciera desbordada. Al examinar sus ojos, se pareció a la acción de mirar fuera de una tumba; fui hundiéndome en el terror, la desesperación y la agonía de su mirada fija…
Oí el jadeo de Edward; esto era un sonido roto, medio ahogado
"¿Qué?" Gruñó Jasper, saltando a su lado con una a gran velocidad, aplastando el cristal roto bajo sus pies. La agarró por hombros y la sacudió bruscamente. Ella pareció tamborilear silenciosamente en sus manos. ¿"Qué Alice?"
Emmett se movido en mi visión periférica, sus dientes expuestos mientras sus ojos miraban hacia la ventana, esperando un ataque.
Solo había silencio de Esme, Carlisle, y Rose, quien estaba congelada al igual que yo.
Jasper sacudió a Alice de nuevo. "¿Que es?"
"Ellos vienen por nosotros," Dijeron Alice y Edward en susurró, perfectamente sincronizados.
"Todos ellos".
Silencio.
Por una vez, yo era la primera en entender - porque algo en sus palabras desencadenó mi propia visión. Esto sólo era la memoria distante de un sueño - el desmayo, transparente, indistinto como si yo mirara detenidamente atreves de una espesa capa.... En mi cabeza, yo vi una línea de avance negro, el fantasma de mi pesadilla humana medio olvidada. No podía ver el destello de sus ojos de rubíes en la imagen cubierta, o el brillo de sus dientes agudos mojados, pero yo sabía donde el destello debería ser....
Más fuerte que la memoria vista, vino a mí la memoria del sentido- la necesidad desgarradora de proteger la cosa más preciosa para mi.
Quería arrebatar Renesmee hasta mis brazos, para ocultarla detrás de mi piel, el pelo, hacerla invisible. Pero yo aun no podía dar vuelta para mirarla. Me sentí como una piedra o más bien como hielo. Por primera vez desde que había renacido como un vampiro, me sentía fría.
Apenas oí la confirmación de mis miedos. No lo necesité. Yo ya sabía.
"Los Volturi," Gimió Alice.
"Todos ellos," Gimió Edward al mismo tiempo.
"¿Por qué?" Alice le susurró a ella misma. "¿Cómo?"
"¿Cuándo?" Edward susurró.
"¿Por qué?" Esme resonó.
"¿Cuándo?" Jasper repitió en una voz como la fragmentación de hielo.
Los ojos de Alice no parpadearon, pero era como si un velo los cubriera; ellos se pusieron absolutamente en blanco. Sólo su boca conservó su expresión de horror.
"No hay mucho tiempo" Dijo ella y Edward al mismo tiempo. Entonces ella habló sola. "Hay nieve sobre el bosque, la nieve sobre la ciudad. Poco más de un mes"
"¿Por qué?" Carlisle pregunto nuevamente.
Esme contestó. "Ellos deben tener una razón. Tal vez ver..."
"Esto no es sobre Bella, " dijo Alice huecamente. "Vienen todos Aro, Cayo, Marco, cada miembro de la guardia, aún las mujeres"
"Las mujeres nunca dejan la torre" la contradijo Jasper con una voz plana. "Nunca. No durante la rebelión del sur. No cuando los rumanos trataron de derrocarlos... Ni siquiera cuando cazaron a los niños inmortales. Nunca ".
"Ellos ahora viene", le susurró Edward.
"¿Pero Porqué?" Carlisle dijo otra vez. "No hemos hecho nada! Y si hemos hecho lo posible para que no vinieran"
"Hay tantos de nosotros," Edward contesto de manera aburrida. "Ellos deben querer asegurarse de... "Él no termino.
"Eso no responde a la pregunta crucial! ¿Por qué?"
Sentí que conocía la respuesta a la pregunta de Carlisle, y sin embargo, al mismo tiempo, no la sabía.
Renesmee era la razón estaba segura. De alguna forma sabia desde el principio que vendría por ella. Mi subconsciente me había advertido antes de que yo misma supiera de su existencia. Se sentía extrañamente la espera ahora. Como si de alguna manera yo siempre hubiera sabido que los Volturi vendrían a tomar mi felicidad.
Sin embargo, todavía no respondieron la pregunta.
"Vuelve, Alice," suplico Jasper. "Mira el gatillo. Búscalo".
Alice sacudió la cabeza lentamente, y movió los hombros. "Salió de la nada, Jazz. Yo no los buscaba, o aun para nosotros. Yo estaba buscando Irina. Ella no fue donde espere que fuera...." Alice se calmo y sus ojos quedaron a la deriva otra vez. Ella no miró fijamente en nada durante un segundo largo.
Y luego su cabeza tirada encima de sus ojos con fuerza como un sílex. Oí a Edward tomar aliento.
"Ella decidió irse, " dijo Alice. " Irina decidió ir donde los Volturi. Y entonces van a decidir.... Es como si estuvieran esperando por ella. Al igual que su decisión fue ya se han hecho, y sólo espera en su... "
Se guarda silencio una vez más a medida que digiere esto. ¿Qué diria Irina a los Volturi para dar lugar a la terrible visión de Alice?
"¿Podemos detenerla?" Pregunto Jasper.
"No hay manera. Ella casi llega."
¿" Qué hace ella? " Carlisle preguntaba, pero yo no prestaba atención a la discusión ahora. Todo mi foco estaba sobre la imagen que minuciosamente venía a mi cabeza.
Imaginé a Irina serena sobre la roca, la mirada. ¿Qué había visto ella? Un vampiro y un hombre lobo que era los mejores amigos. Me había centrado en la imagen, que obviamente, explicaría su reacción. Pero eso no fue todo lo que ella había visto.
Ella también había visto a un niño. Un niño exquisitamente hermoso, que se luce en la nieve decreciente, claramente más que humano...
Irina... las hermanas que han quedado huérfanas... Carlisle dijo que la pérdida de su madre a causa de las leyes de los Volturi había hecho Tanya, Kate, Irina respetaran la ley.
Sólo medio minuto, Jasper había dicho a sí mismo las palabras: Ni siquiera cuando se cazaban a los niños inmortales.... la dificultad, la pesadilla, el terrible tabú...
Con Irina en el pasado, ¿cómo es posible solicitar cualquier otra lectura a lo que ella había visto aquel día en el estrecho campo? Ella
no había estado lo suficientemente cerca para oír el corazón de Renesmee, y sentir el calor que irradiaba su cuerpo. Renesmee de mejillas color de rosa podría haber sido un truco de nuestra parte para todos, ella lo sabía.
Después de todo, los Cullen’s era aliados de hombres lobo. Desde el punto de vista de Irina, tal vez esto quiso decir que nada estuvo fuera de nosotros....
Irina, retorció sus manos en el páramo nevoso afligida por Laurent, después de todo, pero el saber ello era su deber de denunciar a los Cullens, sabiendo que les pasaría si ella lo hiciera. Al parecer, su conciencia había ganado a lo largo de los siglos de amistad.
Y la respuesta de los Volturi a esta clase de infracción era tan automática, ya estaba decidido.
Di vuelta y cubrí sobre el cuerpo dormido de Renesmee, con mi cabello, enterrando mi cara en sus rizos.
" Piense en lo que ella vio esa tarde, " dije en voz baja, interrumpiendo a Emmett que comenzaba a decir. ¿" A alguien que había perdido a una madre debido a los niños inmortales, que Renesmee se parece? " Todo era silencioso otra vez como los demás cogidos hasta donde yo era ya.
"Un niño inmortal", le susurró Carlisle.
Sentí Edward arrodillarse a mi lado, envolviéndonos sus brazos sobre a las dos.
"Pero ella se equivoca, " continué. " Renesmee no se parece a aquellos otros niños. Ellos fueron congelados, pero ella crece tanto cada día. Ellos estaban fuera del control, pero ella nunca le haría daño a Charlie o Sue ni les muestras cosas que los pueda perturbar. Ella tiene control de sí misma. Ella es más inteligente que la mayoría de los adultos. No habría ninguna razón... "
Dije, esperando que alguien exhalara con alivio, esperando que la tensión helada que había en la habitación se tranquilizaran al darme la razón. El cuarto pareció hacerse más frío. Tarde o temprano mi pequeña voz se calmó en el silencio. Nadie habló durante mucho tiempo.
Entonces Edward susurró en mi cabello. "No es el tipo de delito que merezca hacer un juicio para el amor ", dijo tranquilamente." Aro vio a Irina en sus pensamientos. Ellos vienen para destruir, no para razonar”.
"Pero ellos se equivocan, " dije tercamente.
"Ellos no nos esperarán para mostrarles esto. "
Su voz sigue siendo tranquila, suave, aterciopelada... y, sin embargo, el dolor y la desolación en su voz era inevitable. Su voz era como los ojos de Alice antes, como el interior de una tumba.
"¿Qué podemos hacer?" Demande.
Renesmee era tan calida y perfecta en mis brazos, soñando plácidamente. Me preocupaba tanto lo rápido que crecía Renesmee, me preocupaba que ella sólo tendría un poco más de una década de vida....
Que el terror parece irónico ahora.
Poco más de un mes...
¿Fue este el límite entonces? Yo había tenido más felicidad que la mayoría de la gente jamás había experimentado.
¿Había alguna ley natural que exigía el equilibrio entre la felicidad y la miseria en el mundo? ¿Destruir mi alegría era el equilibrio ¿Era cuatro meses todo que yo podría tener?
Emmett que respondió a mi pregunta retórica.
"Lucha", dijo con calma.
" No podemos ganar, " Gruñó Jasper. Yo podría imaginarme como su cara miraría, como su cuerpo se torcía para proteger a Alice.
"Bueno, no podemos correr. No con Demetri alrededor." Emmett hizo un ruido de disgusto, y yo sabía instintivamente que no estaba molesto por la idea de que los Volturi nos persiguieran sino por la idea de fugarse. "Y no sé si podremos ganar", dijo.
"Hay algunas opciones a considerar. No tenemos que luchar solos."
Mi cabeza se quebró hasta en eso. ¡" No tenemos que condenar el Quileutes a la muerte, tampoco, Emmett! "
" Tranquilizate, Bella. " Su expresión no era ningún diferente de cuando él contemplaba la idea de luchar anacondas.
Incluso la amenaza de aniquilación no puede cambiar a Emmett de perspectiva, su capacidad de emoción a un desafío. No pensé el problema. ¿Siendo realista, ni Jacob o Sam va a hacer caso omiso de una invasión? ¿Incluso si no era sobre Nessie? Sin mencionar que gracias a Irina, Aro sabe de nuestra alianza con ellos ahora... Pero yo estaba pensando en nuestros otros amigos. "
Carlisle se hizo eco en un susurro. "No tenemos que condenar a muerte a otros amigos. "
"Hey, vamos a dejar que ellos decidan", dijo Emmett en un tono apaciguado.
"No estoy diciendo que tienen que luchar con nosotros. "pude ver el plan al refería en su cabeza cuando hablo. "Si sólo desea estar al lado de nosotros, sólo el tiempo suficiente para hacer vacilar a los Volturi. Es el derecho de Bella después de todo. Si pudiéramos obligarlos a detenerse y escuchar. A pesar de que podría llevar un motivo de lucha ... "
Había una indirecta risa sobre la cara de Emmett ahora. Estuve sorprendida de que nadie lo hubiera golpeado aún. Yo quería.
"Sí," dijó con entusiasmo Esme. "Eso tiene sentido, Emmett. Todo lo que necesitamos es que los Volturi hagan una pausa por un momento. Sólo el tiempo suficiente para que nos escuchen *
"Nosotros necesitamos un buen espectáculo con testigos", dijo Rosalie con dureza, su voz era quebradiza como la de un vidrio.
Esme asintió de acuerdo, como si ella no hubiera escuchado el sarcasmo en el tono de Rosalie.
"Podemos pedirles eso a nuestros amigos. Solo ser testigos."
"Nos encantaría hacerlo por ellos", dijo Emmett.
"Tendremos que preguntárselos de forma correcta " Alice murmuró. Miré para ver que sus ojos eran un vacío oscuro otra vez.
"Se lo mostraremos con mucho cuidado".
"¿Mostrar?" Pregunto Jasper.
Alice y Edward miraron a Renesmee. Entonces Alice con ojos de cristal.
"La familia de Tanya ", dijo. “El akelarre de Siobhan. Amun. Algunos nómadas Garrett y María por cierto. Tal vez Alistair.
¿"En cuanto a Peter y Charlotte? " Preguntó Jasper algo frustrado, él esperó que la respuesta fuera no, para ahórrale la matanza que se venia a su hermano de batallas.
"Tal vez".
"Las Amazonas?" Pregunto Carlisle. "Kachiri, Zafrina, y Senna?"
Alice parecía demasiado sumergida en su visión para responder al principio; finalmente ella se estremeció, y sus ojos parpadearon para volver al presente. Unió su mirada con Carlisle por unos segundos, a después, bajo la mirada.
"No puedo ver."
"¿Qué fue eso?" Edward preguntó, en susurro su demanda. "La parte en la selva. ¿Vamos a ver por ellos? "
"No puedo ver", repitió Alice, que no ajustaba sus ojos. Un flash de confusión cruzó por la cara de Edward.
"Vamos a tener que darnos prisa antes de que la nieve caiga. Tenemos que reunir a todos aquellos que quieran, para mostrarles la razón. "Ella dividió en partes otra vez." Pregúntale a Eleazar. Hay más de esto que sólo un niño inmortal".
El silencio era siniestro por otro largo momento mientras Alice estaba en trance.
Ella parpadeó despacio cuando termino, sus ojos de forma rara, opaco a pesar del hecho que ella, claramente estaba en el presente.
"Hay tanto. Tenemos que apresurarnos", susurró.
"Alice?" Pregunto Edward. "Eso fue demasiado rápido no he entendí. ¿Cuál fue?"
"No puedo ver!" explotó de nuevo. "Jacob casi esta aquí!"
Rosalía dio un paso hacia la puerta delantera. "Voy a tratar"
"No, deje que entre", dijo Alice rápidamente, su voz era un esfuerzo mayor con cada palabra.
Ella agarró la mano de Jasper y comenzó tirando de él hacia la puerta de atrás. "Voy a ver mejor lejos de Nessie, también. Tengo que ir. Tengo que realmente concentrarme. Tengo que ver todo lo que pueda. Tengo que ir. Vamos, Jasper, no hay tiempo que perder! "
Todos podían oír Jacob en las escaleras. Alice dando un tirón a Jasper de la mano, impaciente.
Él siguió rápidamente, la confusión en sus ojos era igual que la de Edward. Ellos salieron por la puerta hacia la noche.
"Rápido!" nos llamo nuevo a. "Tiene que encontrar a todos!"
"¿Encontrar a quien?" Pregunto Jacob, cerrando la puerta detrás de sí mismo. "¿Donde va Alice? "
Nadie respondió; todos sólo mirábamos fijamente.
Jacob sacudió su mojado cabello y tiró sus brazos a través de las mangas de su camisa, poso sus ojos en Renesmee. "Hey, Bells! Pensé que ya se habían ido casa por ahora... "
Él miró a mí, por último, parpadeo y, entonces miro fijamente. Observé su expresión y vi como la atmósfera del lugar finalmente lo tocaba. El echó un vistazo abajo, con ojos amplios, en el punto mojado del suelo, las rosas dispersadas, los fragmentos de cristal. Sus dedos temblaron.
"¿Qué?" pregunta simple y llanamente. "¿Qué pasó?"
Yo no podía pensar por dónde empezar. Nadie encontró las palabras, tampoco.
Jacob cruzó la sala en tres largos pasos y cayó de rodillas al lado
Renesmee y yo. Podía sentir el calor que emanaba su cuerpo como y los temblores cayeron rodando sus brazos apretando sus manos.
"¿Está bien?" exigió, tocando su frente, inclinando la cabeza para escuchar su corazón. "No hay lío, Bella, por favor!"
"Nada tiene de malo Renesmee," Dije ahogada, las palabras eran extrañas rompiendo en la habitación.
"Entonces que?"
"Todos nosotros, Jacob," susurre. Y fue allí donde en mi voz sonó como el interior de una tumba. "Ha terminado. Todos hemos sido condenados a morir."
29- DESERCIÓN.
Estuvimos sentados toda la larga noche, estatuas de horror y pena, y Alice nunca volvió.
Estábamos todos en nuestros límites – frenéticos en la calma absoluta. Carlisle apenas había sido capaz de mover sus labios para explicarle todo a Jacob. El volver a contar pareció hacerlo peor; aún Emmett estuvo silencioso y quieto.
No fue hasta que el sol se elevó y supe que Renesmee pronto sería conmovedora bajo mis manos que me pregunté por primera vez que podría tomarle a Alice tanto tiempo. Había esperado saber más antes de ser afrontada con la curiosidad de mi hija. Tener algunas respuestas. Alguna diminuta, diminuta parte de esperanza de modo que yo pudiera reír y guardarle (ocultarle) la verdad aterradora a ella, también.
Mi cara sentía que no podía mantener la máscara que había llevado toda la noche. No estaba segura de tener la habilidad de sonreír más.
Jacob roncaba en la esquina, una montaña de piel en el piso, moviéndose con inquietud en su sueño. Sam sabía todo – Los lobos se preparaban para lo que venia. Tampoco es que estos preparativos les fueran a servir para nada que no fuese que los mataran junto con el resto de mi familia.
La luz del sol se abrió camino por las ventanas traseras, brillantes sobre la piel de Edward. Mis ojos no se habían movido desde la salida de Alice. Nosotros nos habíamos mirado fijamente toda la noche, mirando fijamente a la pérdida de que no podríamos sobrevivir: la del otro. Yo ví mi tenue reflexión en sus atormentados ojos como el sol que tocaba mi propia piel.
Sus cejas se movieron un poco, después sus labios.
“Alice” dijo él
El sonido de su voz se pareció al hielo quebrándose como derritiéndose. Todos nosotros nos movimos un poco, ablandamos un poco. Moviéndonos de nuevo.
“Ella se ha ido mucho tiempo” murmuro Rosalie, sorprendida.
“Dónde podría estar?” Se pregunto Emmett, dando un paso hacia la puerta.
Esme puso una mano en su brazo. “No queremos molestar…”
“Ella nunca había tardado tanto” dijo Edward. La nueva preocupación rompió la mascara que se había formado en su cara. Sus rasgos estaban vivos otra vez, sus ojos de pronto amplios con el miedo fresco y mucho pánico. “Carlisle, No piensas —algo preventivo? ¿Habría tenido Alice el tiempo para ver si ellos enviaran a alguien por ella? "
La cara translucida de Aro llenó mi cabeza. Aro quien había visto en todas las esquinas de la mente de Alice, quien sabe todo lo que ella es capaz de…
Emmett fue bastante ruidoso tanto que Jacob dio sacudidas a sus pies con un gruñido. En el patio, su gruñido fue repetido por su manada. Mi familia era ya un aspecto borroso de acción.
“Quédate con Renesmee!” casi le chillé a Jacob mientras corría hacia la puerta.
Yo era todavía más fuerte el resto de ellos, y usé aquella fuerza para empujarme adelante. Alcancé a Esme en unos segundos, y Rosalie justamente después. Corrí por el espeso bosque hasta estar detrás de Edward y Carlisle. “Habrán sido ellos capaces de sorprenderla?” pregunto Carlisle, su voz sonaba igual que si el hubiera estado de pie inmóvil en lugar de correr a toda velocidad.
“No veo como” contesto Edward. “Pero Aro la conoce mejor que nadie más. Incluso mejor que yo.”
“Esto es una trampa?” pregunto Emmett detrás de nosotros.
“Tal vez” dijo Edward. “No hay ningún olor pero Alice y Jasper. A donde van?”
El rastro de Alice y Jasper rizaban en un amplio arco, este iba primero al este de la casa, luego se dirigieron al norte del otro lado del río, y el oeste trasero otra vez después de unas millas. Cruzamos de nuevo el río, los seis saltos un segundo el uno después del otro. Edward corrió de primeras, su concentración era total.
“Notaste aquel olor?” pregunto Esme unos momentos después de saltar el río por segunda vez. Ella era la que iba más atrás, sobre el borde lejano izquierdo de nuestro lugar de caza. Ella señalo al sudeste.
“Mantengan el rastro principal—estamos casi en la frontera de los Quileute,”pidió Edward concisamente. “Permanezcamos juntos, veamos si tomaron hacia el norte o el sur.”
Yo no estaba tan familiarizada con la línea del tratado como el resto de ellos, pero podía oler la indirecta de los lobos en la brisa que sopla del este. Edward y Carlisle fueron más despacio de lo habitual, y yo podía ver su barrido de cabezas de lado a lado, esperando el rastro para dar vuelta.
“Sam?” Edward preguntó de una voz plana. "Qué es esto?" Sam atravesó los árboles unas cientas de yardas lejos, andando rápidamente hacia nosotros en su forma humana, al lado de dos lobos grandes —Paul y Jared. Esto le tomó un rato a Sam para enseñarnos; su paso humano me hizo impaciente. No quería tiempo para pensar pasaba. Quería estar en movimiento, hacer algo. Quise tener mis brazos alrededor de Alice, saber sin lugar a dudas que ella estaba a salvo.
Mire la cara de Edward absolutamente blanca mientras el leía lo que estaba pensando Sam. Sam lo ignoró, mirando directamente a Carlisle, se detuvo y comenzó a hablar.
“Justo después de la medianoche, Alice y Jasper vinieron y pidieron permiso para cruzar la línea e ir hacia el océano. Les concedí eso y los acompañe a la costa yo mismo. Ellos fueron directamente al agua y no volvieron. Mientras viajábamos Alice me dijo que era de extrema importancia que no le dijera a Jacob el haberla visto hasta haber hablado con ustedes. Yo debía esperar aquí a que ustedes vinieran a buscarla y luego entregarles esta nota. Ella me dijo que obedeciera como si todas nuestras vidas dependieran de ello.”
La cara de Sam estaba muy seria cuando le entrego la hoja doblada de papel, impreso por todas partes con un pequeño texto negro. Eso era una pagina fuera de un libro; mis ojos de águila leyeron las palabras impresas tan pronto como Carlisle lo desdobló y ví el otro lado. El lado que veía era la página de derechos de autor de El Mercader de Venecia. Una ráfaga de mi propio olor salio de la hoja cuando Carlisle la sacudió. Comprendí que era una hoja rasgada de uno de mis libros. Yo había traído unas cosas de la casa de Charlie a la casita de campo; unos juegos de ropa normal, todas las cartas de mi madre, y mis libros favoritos. Mi rústica y andrajosa colección de Shakespeare había estado sobre la estantería en la pequeña sala de estar de la casita de campo ayer por la mañana….
“Alice ha decidido abandonarnos,” susurro Carlisle.
“Qué?” gritó Rosalie.
Carlisle giro la pagina de modo que todos pudiéramos leer.
No nos busquen. No hay tiempo para desperdiciar.
Recuerden: Tanya, Siobhan, Amun, Alistair, todos los nómadas que puedan encontrar.
Buscaremos a Peter y a Charlotte en nuestro camino. Sentimos tanto irnos de este modo, sin despedidas o explicaciones. Era el único modo para nosotros.
Los amamos.
Estuvimos congelados de nuevo, en silencio total, excepto por el latido del corazón de los lobos y su respiración. Sus pensamientos también deben haber sido ruidosos. Edward fue el primero en moverse otra vez, hablando en respuesta a los que oyó en la cabeza de Sam.
“Sí, las cosas están así de peligrosas.”
“Lo suficiente como para abandonar a su familia?” pregunto Sam en voz alta con censura en su tono. Estaba claro que no había leído la nota antes de entregársela a Carlisle. Estaba alterado ahora, en su mirada se notaba que lamentaba haber oído a Alice.
La expresión de Edward era tiesa—hacia Sam probablemente enfadada o arrogante, pero yo podía ver la forma de dolor en los planos de su cara.
“No sabemos que vio Alice,”dijo Edward. “Alice no es insensible ni cobarde. Ella solo tiene mas información que nosotros.”
“Nosotros no—, “comenzó Sam.
”Ustedes son atados de un modo distinto que nosotros,”empezó Edward. “Nosotros todavía tenemos nuestro libre albedrío.”
La barbilla de Sam y sus ojos viendo hacia arriba de pronto negros.
“Pero deberían prestarle atención a la advertencia” continuo Edward “Esto es algo en lo que ustedes no se quieren involucrar, Alice les dijo lo que había visto.”
Sam rió amargamente. “Nosotros no nos escapamos.”Detrás de él, Paul resopló.
“No consigas una familia muerta por orgullo” dijo Carlisle silenciosamente.
Sam miró Carlisle con una expresión más suave. " Como Edward dijo, no tenemos la misma clase de libertad que ustedes tienen. Renesmee es una parte de nuestra familia ahora, así como ella es una de la suya. Jacob no puede abandonarla y no podemos abandonarlo, " Sus ojos parpadearon a la nota de Alice, y sus labios se presionaron formando una línea.
“Ustedes no la conocen,” dijo Edward
“Ustedes sí?” preguntó Sam sin rodeos.
Carlisle puso una mano sobre el hombro de Edward. "Tenemos mucho para hacer, hijo. Independientemente de la decisión de Alice, seríamos tontos si no siguiéramos su consejo ahora. Vamos a casa y sigamos trabajando.”
Edward cabeceó, su cara todavía era rígida con dolor. Detrás de mí yo podía oír los sollozos silenciosos, sin lágrimas de Esme.
Yo no sabía como llorar en este cuerpo; yo no podía hacer nada para empezar. No sentía nada aún. Todo pareció irreal, como si soñara otra vez después de todos estos meses. Teniendo una pesadilla.
"Gracias, Sam, " dijo Carlisle.
"Lo siento, " contestó Sam. "Nosotros no deberíamos haberla dejado ir. "
“Hicieron lo correcto,” le dijo Carlisle. “Alice es libre de hacer lo que ella quiera. No podemos detenerla si quiere ser libre.”
Yo siempre había pensado en los Cullen como uno, una unidad indivisible. Sin embargo, recordé que no siempre fue así. Carlisle creó a Edward, Esme, Rosalie y Emmett; Edward me creó a mí. Nosotros estábamos unidos síquicamente por sangre y veneno. Nunca pensé en Alice y Jasper por separado—adoptados en la familia. Bueno, en realidad Alice había adoptado a los Cullen. Ella estaba desconectada de su pasado, trayendo a Jasper con el suyo y se unió a la familia que ya estaba allí. Tanto ella y Jasper habían conocido una vida fuera de la familia Cullen. Había ella escogido empezar una nueva vida después de ver que la vida de los Cullen había acabado?
Estábamos condenados, entonces, verdad? No había ninguna esperaza en absoluto. No un rayo, un parpadeo podría haber convencido a Alice que tenia una posibilidad a nuestro lado.
El aire brillante de la mañana pareció más espeso de pronto, más negro, como un físicamente oscurecido por mi desesperación.
"Yo no caeré sin luchar,"Emmett gruñó bajo su aliento. "Alice nos dijo a nosotros que hacer. Vamos a hacerlo." Los demás cabecearon con expresiones decididas, y comprendí que ellos contaban con cualquier posibilidad Alice nos hubiera dado. Que ellos iban a caer en la desesperación y esperar a morir.
Sí, todos nosotros lucharíamos. Qué estaba allí? Y al parecer nosotros implicaríamos a otros, porque Alice había dicho eso antes de que ella nos hubiera abandonado. Cómo podíamos no seguir la última advertencia de Alice? Los lobos, también, lucharían con nosotros por Renesmee
Nosotros podíamos luchar, ellos podían luchar, y todos moriríamos.
No sentí la misma resolución que los demás parecieron sentir. Alice conocía las probabilidades. Ella nos daba la única posibilidad que ella podía ver, pero la posibilidad era demasiado delgada como para que ella le apostara
Me sentí como golpeada cuando giré mi espalda sobre la mirada crítica de Sam y seguí a Carlisle hacia la casa. Corríamos automáticamente ahora, no con la misma prisa por el pánico antes. Cuando nos acercamos al río la cabeza de Esme se levantaba.
“Este es otro rastro. Está fresco.”
Ella cabeceó adelante, hacia donde ella había llamado la atención de Edward en el camino antes. Mientras nosotros corríamos para salvar a Alice...
"Tiene que ser de antes en el día. Si fuera solamente Alice, sin Jasper, " dijo Edward sin vida.
La cara de Esme se frunció, y ella cabeceó.
Fui a la deriva a la derecha, cayendo un poco detrás. Estaba segura que Edward tenía razón, pero al mismo tiempo... Después de todo, cómo había terminado la nota de Alice en una página de mi libro?
" Bella?" Edward preguntó de una voz impasible cuando vacilé.
"Quiero seguir el rastro, " le dije, oliendo el ligero aroma de Alice que dejó de su ruta de vuelo más temprana. Yo era el principiante en esto, pero esto me olió exactamente a lo mismo, solamente que sin el olor de Jasper.
Los ojos de dorados de Edward eran vacíos. "Esto probablemente conduce solamente a la parte de atrás de la casa"
"Entonces nos encontraremos allí. "
Lo primero que pensé es que me dejaría ir sola, pero luego, se movió unos pasos, sus ojos cobraron vida.
“Voy contigo,” dijo calmadamente. “Nos veremos en la casa, Carlisle.”
Carlisle asintió, y se marcharon. Espere que ellos estuvieran fuera de nuestra vista, y entonces miré a Edward intrigada.
“No podía dejar que te fueras lejos de mi” me explicó en voz baja. “Me duele solo imaginarlo”
Lo entendí sin más explicación que esa. Pensé en verme separada de él y sentí el mismo dolor, no importa que tan corta fuera la separación.
Teníamos tan poco tiempo juntos.
Dirigí mi mano hacia él, y el la tomo. “Apurémonos,” dijo. “Renesmee debe estar despierta.”
Asentí, y estábamos corriendo de nuevo.
Probablemente era una cosa tonta, perder tiempo lejos de Renesmee solo por una tonta curiosidad.
Pero la nota me intrigaba. Alice podía haberla hecho en otra hoja o en el tronco de un árbol si no tenia con que escribir. Ella podía haberla hecho en un post-it de cualquiera de las casas. Por qué mi libro? Cuándo lo había hecho?
Bastante seguro, el rastro conducía atrás de la casita de campo por una ruta indirecta que quedó lejos, libre de la casa de los Cullen y los lobos en los bosques cercanos. Las cejas de Edward estaban apretadas por la confusión cuando se hizo obvio adonde conducía el rastro.
Él trató de entenderlo. "Ella dejó a Jasper esperándola y vino aquí?" estábamos casi en la casita de campo ahora, y me sentí incómoda. Me alegré porque la mano de Edward tenia la mía, pero también sentí como si yo debería estar aquí sola. El arrancar la hoja y llevarla sin Jasper era una cosa tan rara para Alice.
Esto parecía un mensaje de ella—No entendí en absoluto. Pero esto era de mi libro, entonces el mensaje tenia que ser para mí. Si fuera algo que ella quería que Edward supiera, no habría tomado ella una página de uno sus libros...?
"solamente un minuto," dije, tirando mi mano libre cuando llegamos a la puerta.
Su frente estaba surcada " Bella?"
"Por favor? Treinta segundos."
No espere su respuesta. Crucé la puerta, sin que el me siguiera. Fui hacia la biblioteca. El aroma de Alice era fresco— tenia menos de un día. Había un pequeño fuego en la chimenea. Tome El Mercader de Venecia y lo abrí en la pagina siguiente a la que Alice había tomado.
Ahí, después del titulo y debajo de las palabras El Mercader de Venecia por William Shakespeare, había una nota.
Destruye esto.
Debajo había un nombre y una dirección en Seattle.
Cuando Edward cruzo la puerta, treinta segundos después, yo estaba viendo el libro quemarse.
“Qué está pasando, Bella?”
“Ella estuvo aquí, ella arrancó una pagina de mi libro para escribir su nota.”
“Por qué?”
“No sé por qué.”
“Por qué estas tu quemándolo?”
“Yo—Yo—“
Fruncí el ceño, dejando a toda mi frustración y el dolor se viera en mi cara. Yo no sabía que trataba de decirme Alice, sólo que ella había ido hecho mucho para asegurarse que solo yo lo viera. La única persona cuya mente Eduardo no podía leer. Entonces ella debe querer mantenerlo en la oscuridad, y era probablemente por una buena razón. "Pareció apropiado."
"No sabemos lo que ella esta haciendo" dijo silenciosamente.
Miré fijamente en las llamas. Yo era la única persona en el mundo que podía mentirle a Eduardo. Esto era lo que quería Alice de mí? Su última petición?
“Cuando nosotros estábamos en el avión a Italia," susurré - esto no era una mentira, excepto quizás en el contexto - " cuando íbamos a rescatarte... ella le mintió a Jasper de modo que él no viniera detrás de nosotras. Ella sabía que si él afrontaba a los Vulturi, él moriría. Ella estaba dispuesta a morir antes de ponerlo a él en el peligro. Dispuesta para morir por mí, también. Dispuesta para morir por ti."
Edward no contesto.
“Ella tiene sus prioridades,” dije. Esto hizo crecer la angustia para comprender que mi explicación no se sintió como una mentira de ningún modo.
“Yo no creo eso,”dijo Edward. No lo dijo como si lo dijera para mi—lo dijo diciéndoselo a si mismo. “Talvez si solo estuviera Jasper en riesgo. Su plan podría funcionar para el resto de nosotros, pero el estaría perdido si se quedara. Tal vez…”
“Ella podría habernos dicho. Enviarlo a él lejos.”
“Pero Jasper se habría ido? Tal vez ella esta mintiéndole a el de nuevo.”
“De pronto,” yo pretendí estar de acuerdo “Tenemos que ir a casa. No hay tiempo.”
Edward tomo mi mano, y corrimos.
La nota de Alice no me hizo sentir ninguna esperanza. Si hubiera modo de evitar la matanza que viene, Alice se habría quedado. No pude ver otra posibilidad.
Entonces era algo más lo que ella me daba. No una vía de escape. Pero qué más pensaría ella que yo quería? ¿Tal vez un modo de salvar algo? ¿Había allí algo que yo quisiera salvar?
Carlisle y los demás no habían perdido tiempo. Nos habíamos separado 5 minutos, y ellos ya estaban listos para salir. En la esquina, Jacob era humano de nuevo, tenia a Renesmee en su regazo, ambos nos miraron con sus grandes ojos.
Rosalie había cambiado su traje de seda por un par de jeans, tenis y una blusa de botones hecha de material tejido del que se usa para viajes largos. Esme estaba vestida casi igual. Ellos habían formado un círculo alrededor de la mesa de café, pero solo mirándola, sólo esperando por nosotros.
La atmosfera era mas positiva ahora que antes; se sentía bien para ellos estar en acción. Sus esperanzas estaban puestas en las instrucciones de Alice.
Mire al circulo y me pregunté donde fuimos encabezados primero.
"Debemos quedarnos aquí?" Edward preguntó, mirando a Carlisle. Él no parecía feliz.
"Alice dijo que nosotros tendríamos que mostrarle a la gente a Renesmee, y nosotros tendríamos que ser cuidadosos sobre ello," dijo Carlisle. "Nosotros enviaremos a quienquiera que podamos encontrar a aquí - Edward, eres el mejor para sentir un campo de minas, tu la presentarás. "Edward asintió, sin estar todavía feliz. "Hay mucha tierra para cubrir. " Nos dividiremos," contestó Emmett. "Rose y yo cazaremos nómadas."
“Aquí tendrán las manos ocupadas,” dijo Carlisle ”La familia de Tanya estará aquí mañana en la mañana, y ellos no tienen idea por qué. Primero, debes convencerlos de no reaccionar como Irina lo hizo. Segundo, debes averiguar que es lo que quiso decir Alice sobre Eleazar entonces, después de todo, se quedarían ellos para atestiguar a nuestro favor? Esto comenzara cada vez que llegue alguien—si podemos convencer a alguien de venir en primer lugar.” Carlisle suspiró. “El trabajo de ustedes será el mas difícil, volveremos a ayudarlos en cuanto podamos.”
Carlisle puso una mano en el hombro de Edward por unos segundos y luego me dio un beso en la frente. Esme nos abrazó a ambos, y Emmett nos dio un puño en el brazo. Rosalie forzó una sonrisa para Edward y yo, le mando un beso a Renesmee, y luego le hizo una mueca a Jacob.
“Buena suerte,” les dijo Edward
“Y a ustedes,” dijo Carlisle. “Todos la necesitaremos.”
Los miré irse, deseando sentir la misma esperanza que ellos, y deseando estar a solas con el computador unos segundos. Tenía que figurarme quien era J.Jenks y por qué Alice se había ido dejándome ese nombre solo a mí.
Renesmee se sacudió en los brazos de Jacob para tocar su mejilla.
“Yo no se porque los amigos de Carlisle van a venir. Eso espero. Suena como si fueran una cantidad innumerable en este momento,” le murmuró Jacob a Renesmee.
Entonces ella lo sabía. Renesmee había entendido claramente que estaba pasando. La cosa de la imprimación-el hombre lobo-da-al-objeto-de-su-imprimación-lo-que-sea-que-quiera se estaba haciendo viejo bastante rápido. No la protegía más no contestar la mas importante de sus preguntas?
Mire con cuidado su cara. Pero ella no parecía asustada, solo deseosa y muy seria mientras conversaba con Jacob en su silencioso modo.
“No, no podemos ayudar; debemos quedarnos aquí,”le dijo. “Las personas vienen a verte a ti, no al escenario.”
Renesmee lo miro con el ceño fruncido.
“No, yo no tengo que ir a ningún lado,” él le contestó. Después miro a Edward para confirmar si estaba mal. Tengo que irme?
Edward vaciló.
“Escúpelo,”dijo Jacob, su voz estaba llena de tensión. El tuvo razón en su punto, como el resto de nosotros.
“Los vampiros que vienen no son como nosotros,” dijo Edward "La familia Tanya es la única además de la nuestra con una reverencia para la vida humana, y aún ellos no piensan mucho en los hombres lobo. Pienso que podría ser más seguro—"
“Puedo cuidarme solo” interrumpió Jacob.
“Seguro para Renesmee,”continuo Edward, “si la decisión de creer nuestra historia acerca de ella no es corrompida por una alianza con los hombre lobo.”
“Algunos amigos. Ellos no se irían por con quien anda usted ahora?”
“Creo que ellos serian mas tolerantes en circunstancias normales. Pero debes entender—aceptar que Nessie no es una simple cosa para ellos, Por qué hace algo leve mas difícil?”
Carlisle le había explicado a Jacob las leyes acerca de los niños inmortales a Jacob la noche pasada. “Los niños inmortales realmente son tan malos?” preguntó Jacob.
" No puede imaginarse la profundidad de las cicatrices que ellos han dejado en la psique colectiva de los vampiro. "
“Edward..”Era raro oír a Jacob usar el nombre de Edward sin amargura.
“Yo se, Jake. Se cuan doloroso es para ti estar lejos de ella. Jugaremos esto por el oído—veamos como reaccionan. Nessie va a tener que estar de incógnito, fuera una pocas semanas. Ella tendrá que estar en la casita de campo hasta que sea el momento correcto de presentarla, mientras la mantienes a una distancia segura de la casa principal…”
“Puedo hacer eso, compañía en la mañana, huh?”
“Si. Los mas cercanos de nuestros amigos. En este caso particular, probablemente es mejor si nosotros dejamos les contamos las cosas lo mas pronto posible. Puedes quedarte aquí. Tanya sabe acerca de ti. Ella nunca ha visto a Seth.”
“De acuerdo.”
“Deberías decirle a Sam lo que esta pasando. Van a haber extraños en el bosque pronto.”
“Buen punto. Aunque yo lo deba algún silencio después de lo de la noche pasada. "
”Escuchar a Alice usualmente es lo correcto.”
Los dientes de Jacob de unieron ruidosamente, y pude ver que el sentía lo mismo que Sam acerca de lo que habían hecho Alice y Jasper.
Mientras ellos hablaban, yo fui hacia la parte de atrás de las ventanas, tratando de ver. Ví en mi cabeza el salón que se curvaba hacia la sala y el comedor, justo después estaba un escritorio con un computador.
Controlé mis dedos contra las llaves mirando fijamente en el bosque, tratando de hacerlo parecer una cosa distraída. Los vampiros hacían cosas distraídas? No pensé que nadie me estuviera prestando atención particularmente, pero no di vuelta para asegurarme. El monitor cobro vida y brillo, golpee mis dedos nuevamente. Entonces fui hacia el escritorio muy silenciosamente, solo hacerlos parecía arbitrario. Un golpe a través de las teclas.
Exploré la pantalla con mi visión periférica.
Ningún J.Jenks, pero allí había un Jason Jenks. Un abogado. Cepillé el teclado, tratando de mantener un ritmo, como el acariciar preocupado de un gato cuando todos excepto uno se ha olvidado que esta sobre su regazo. Jason Jenks tenía un sitio web de fantasía para su firma, pero la dirección en la página de entrada estaba mal. En Seattle, pero con un código postal diferente. Noté el número de teléfono y luego acaricié el teclado en el ritmo. Esta vez busqué la dirección, pero nada en absoluto pasó, como si la dirección no existiera. Quise mirar un mapa, pero decidí que yo tentaba mi suerte. Otro cepillado más, para suprimir historia...
Seguí mirando fijamente a través de la ventana y cepillé la madera unas veces. Oí pasos ligeros que cruzaban el piso, y di vuelta esperando ver la misma expresión de antes. Renesmee me buscó, y tuve mis brazos abiertos para ella. Ella se lanzó, oliendo fuertemente a hombre lobo y recostó su cabeza en mi cuello.
Yo no sabia si podría soportar esto. Tanto como temía por mi vida, temía por la de Edward y le del resto de la familia, pero no era el mismo terror desgarrador que sentí si llegara a perder a mi hija.
Tenia que haber un modo de salvarla, incluso si era la única cosa que podía hacer.
De pronto supe que eso era lo que quería mas que nada. El resto lo soportaría si tuviera, pero no su vida siendo perdida. No eso.
Ella era esa simple cosa que yo TENIA que salvar.
Sabría Alice como me iba a sentir?
La mano de Renesmee toco mi mejilla suavemente.
Ella me mostró mi propia cara, la de Edward, Jacob, Rosalie, Esme, Carlisle, Alice, Jasper, pasando todas las caras de la familia cada vez mas rápidamente. Seth y Leah, Charlie, Sue y Billy. Una y otra vez. Preocupada, como el resto de nosotros. Ella solo estaba preocupada, creo. Jake se había guardado la peor parte como por lo que yo podía notar .La parte acerca de cómo nosotros no teníamos esperanzas, como todos nosotros íbamos a morir unos meses después.
Ella me mostró el rostro de Alice por mas tiempo confundida. Dónde esta Alice?
“No lo se.” Conteste. “Pero ella es Alice. Ella esta haciendo lo correcto, como siempre.”
Lo correcto para ella, como sea. Odiaba pensar de ese modo acerca de ella, pero como mas podía ser entendida la situación?
Renesmee suspiró, e intensifico el deseo.
" Yo también la extraño."
Sentí mi cara trabajando, tratando de encontrar la expresión coincidiera con el dolor en mi interior. Mis ojos se sintieron extraños y secos; parpadearon contra el sentimiento incómodo. Mordí mi labio. Cuando respire de nuevo, el aire se enganchaba en mi garganta, como si me ahogara con ello.
Renesmee se retiró para mirarme, y yo ví mi cara reflejada en sus pensamientos y en sus ojos. Me veía como Esme esta mañana.
Entonces esto era lo qué se sentía llorar.
Los ojos de Renesmee brillaron mojadamente cuando ella miró mi cara.
Ella acarició mi cara, no mostrándome algo, solamente tratando de calmarme.
Yo nunca había pensado ver la relación de madre-hija invertida entre nosotras, del modo que siempre había sido para Renée y yo. Pero yo no había tenido una visión muy clara del futuro.
Una lágrima brotó sobre el borde del ojo de Renesmee. La borré con un beso. Ella tocó su ojo asombrada y luego miró la humedad sobre su yema del dedo.
“No llores,” le dije. “Todo va a estar bien. Encontrare un modo para eso.”
Si no hubiera nada mas que yo pudiera hacer, yo salvaría a mi Renesmee. Estaba mas optimista que siempre eso era los que Alice me había dado. Ella lo sabia. Ella me había dejado otro camino.
30. IRRESISTIBLE.
HABÍA MUCHO PARA PENSAR.
¿Cómo iba a encontrar un tiempo a solas para perseguir a J. Jenks? Y ¿Por qué quería Alice que supiera algo de él?
Si la pista de Alice no tenía nada que ver con Renesmeé, ¿qué podía hacer yo para salvar a mi hija?
¿Cómo íbamos a explicar Edward y yo sobre esto a la familia de Tanya en la mañana? ¿Qué pasaría si ellos reaccionaban como Irina? ¿Qué pasaría si todo eso se convertía en una pelea?
No sabía cómo pelear. ¿Cómo iría a aprender en tan sólo un mes? ¿Había alguna posibilidad de que pudiera aprender demasiado rápido para que llegara ser un peligro para algún miembro de los Volturi? ¿O estaba condenada a ser totalmente inútil? Como una recién nacida que fuera despachada.
Tantas respuestas que necesitaba, pero sin oportunidad de formular mis preguntas.
Esperando alguna normalidad por parte de Renesmeé, yo había insistido en llevarla a nuestra casa de campo a la hora de dormir. Jacob estaba más cómodo en su forma de lobo en ese momento; la tensión era más fácil de tratar cuando él se sentía listo para pelear. Deseaba sentirme igual, podía sentirlo. Corrió en el bosque, de nuevo en guardia.
Después que quedó profundamente dormida, puse a Renesmeé en su cama y luego fui al cuarto de enfrente a hacerle mis preguntas a Edward. Las que yo era capaz de preguntar, al menos; uno de los problemas más difíciles fue la idea de tratar de esconderle algunas cosas, incluso con la ventaja que no podía leer mis pensamientos.
Él se mantuvo dándome la espalda, mirando fijamente al fuego.
“Edward, yo-“
Giró y cruzó la habitación en lo que pareció no haber transcurrido una sola milésima de segundo, yo sólo tenía tiempo para registrar la feroz expresión en su rostro antes que sus labios aplastaran los míos y sus brazos me encerraran como vigas de acero.
No volví a pensar en mis preguntas en lo que quedaba de la noche. No me tomó mucho tiempo asentir la razón de su humor, y me tomó incluso menos sentirme exactamente igual.
Había estado planeando los años que me tomaría ordenar algo de la pasión que sentía por su físico. Y siglos después para disfrutarlo. Si nos quedara sólo un mes más juntos… Bueno, no vi cómo podría esperar este final. Por el momento no podía evitar ser egoísta. Todo lo que quería era amarlo tanto cómo pudiera en el límite de tiempo que tenía.
Fue difícil apartar mi cuerpo del suyo cuando el sol salió, pero teníamos un trabajo que hacer, un trabajo que sería incluso más difícil que los de toda la familia juntos. Tan pronto como me permití pensar en lo que nos esperaba, estaba tensionada; sentí como si mis nervios se estiraran más y más.
“Ojalá haya una manera de que Eleazar no de toda la información que necesitamos antes de decirles sobre Nessie,” Edward refunfuñó cuando apresuradamente nos vestimos en el enorme armario que hizo que me acordara de Alice en ese momento. “Sólo por si acaso”.
“Pero él no va entender la pregunta como para responderla”, agregué, “¿piensas que nos dejarán explicarles?”
“No lo sé”
Levanté a Renesmeé de su cama, todavía dormida, y la sostuve de modo que al final sus rizos estuvieron presionados contra mi rostro; su olor dulce, tan cerca, superó cualquier otro olor.
No podía desperdiciar un solo segundo de ese día. Había respuestas que necesitaba, y no sabía cuanto tiempo tendríamos Edward y yo para estar a solas. Si todo iba bien con la familia de Tanya, había esperanza en que tendríamos compañía por un periodo extenso.
“Edward, ¿me enseñarás cómo pelear?” le pregunté, tensa frente a su reacción mientras él sostenía la puerta para mí.
Era como esperaba. Se congeló, y luego sus ojos me barrieron con una profunda y significante mirada, como si me mirara por primera vez o por última vez. Sus ojos se detuvieron en nuestra hija dormida en mis brazos.
“Si se convierte en una pelea, no habrá mucho que podamos hacer,” marcó.
Pero continué hablando. “¿No me dejarás defenderme?”
Él ingirió convulsivamente, y la puerta se estremeció, protestando, con su mano apretada. Entonces asintió con la cabeza. “Cuando lo pones de esa manera… supongo que ponernos a trabajar tan pronto como podamos.”
Asentí también, y comenzamos a caminar hacia la casa grande. No teníamos prisa.
Me preguntaba que podría hacer que pudiera marcar alguna diferencia. Era un poquito especial, a mi manera- si el tener un cráneo grueso raro realmente podría considerarse como algo especial. ¿Había algún uso que le pudiera dar?
“¿Cuál es su mayor ventaja? ¿Tienen alguna debilidad?”
Edward no tuvo que preguntar para saber que me refería a los Volturi.
“Alec y Jane son sus grandes armas de ataque,” dijo sin emoción, como si estuviéramos hablando de un equipo de basketball. “Sus defensas rara vez ven algo de acción”.
“Porque Jane puede quemarte donde estés-al menos mentalmente. ¿Qué hace Alec? ¿No dijiste una vez que él era incluso más peligroso que Jane?”
“Sí, en cierto sentido, él es el antídoto de Jane. Ella te hace sentir el peor dolor que puedas imaginar. Alec, por otro lado, te hace sentir nada. Absolutamente nada. Algunas veces, cuando los Volturi se compadecen, hacen que Alec anestesie a alguien antes que sea ejecutado. Si el acusado se rindió o les imploró de alguna manera”.
“¿Anestesia? ¿Pero cómo puede ser eso más peligroso que Jane?”
“Porque corta todos tus sentidos juntos. No hay dolor, pero tampoco vista o sentido del oír u oler. Privación sensorial total. Estás completamente solo en la oscuridad. Ni siquiera sientes cuando te están quemando.”
Temblé. ¿Era eso lo mejor que podíamos esperar? ¿No ver o sentir la muerte cuando llegara?
“Eso sólo lo haría igual a de peligroso que Jane.” Edward continuó con la voz distante, “en eso, los dos pueden incapacitarte, haciéndote un blanco más fácil. La diferencia entre ellos es como la diferencia entre Aro y yo. Aro escucha la mente de una persona a la vez. Jane solo puede un objeto a la vez. Yo puedo oír a todos al mismo tiempo.”
Me sentí helada al ver a donde se dirigía. “¿y Alec puede incapacitarnos a todos al mismo tiempo?” susurré.
“Sí,” dijo. “si él usa su habilidad contra nosotros, todos estaremos parados, ciegos y sordos hasta que ellos se acerquen para matarnos-quizá simplemente nos quemen sin molestarse en separarnos primero. Oh, podríamos intentar luchar, pero sería más probable que nos hiriéramos a nosotros mismo que herir a uno de ellos.”
Caminamos en silencio por unos segundos.
Una idea se formaba en mi mente. No muy prometedora, pero mejor que nada.
¿“Crees que Alec es un buen luchador?” pregunté. “a parte de lo que puede hacer, digo. Si tuviera que pelear sin su habilidad. Me pregunto si alguna vez lo habrá intentado…”
Edward me miró bruscamente. “¿En qué estás pensando?”
Miré fijo hacia delante. “bueno, probablemente él no podrá hacérmelo a mi, ¿no? Si lo que hace es como Aro y Jane y tú. Quizá…si nunca antes se haya defendido… he aprendido algunos trucos-“
“Él ha estado con los Volturi por siglos,” Edward me cortó las palabras, su voz sonó abruptamente en pánico. Probablemente estuviera viendo la misma imagen que yo veía en la mía: los Culles como indefensos pilares en el lugar de la masacre-todos menos yo. Sería la única podría luchar. “Sí, es cierto, eres inmune a su poder, pero eres todavía una neófita, Bella. No puedo hacerte tan fuerte como un luchador en pocas semanas. Estoy seguro que ha tenido entrenamiento.”
“Quizá, quizá no. Es lo único que puedo hacer que otra persona no puede. Incluso si pudiera sólo distraerlo por un momento- “ Podría durar lo suficiente para como para darles una oportunidad?
“Por favor, Bella”, Edward dijo a través de sus dientes. “No hablemos de esto”.
“Sé razonable”
“Trataré de enseñarte lo que pueda, pero por favor no me hagas pensar en ti sacrificándote a ti misma como una diversión-“ se calló sin terminar la frase.
Asentí. Entonces me quedaría con mis planes para mi misma. Primero Alec y luego, si era lo milagrosamente suertuda para ganar, Jane. Si tan solo pudiera-remover esos ataques que los aventajaban. Quizá entonces habría una oportunidad…
Mi mente siguió hacia delante. ¿Qué si yo era capaz de distraerlos o incluso acabarlos? Honestamente, ¿por qué Jane o Alec hubieran necesitado aprender trucos de batalla? No podía imaginar a la irritante pequeña Jane rindiéndose frente a su ventaja, ni para aprender.
Yo era capaz de matarlos. Que diferencia que haría.
“Tengo que aprender todo. Tanto como pueda entrar en mi cabeza en el siguiente mes,” murmuré.
Él hizo como si no hubiera hablado.
Entonces, ¿quién sería el siguiente? Debía tener mi planes en orden entonces, si sobrevivía atacando a Alec, no vacilaría en mi jugada. Traté de pensar en otra situación donde mi grueso cráneo me daría alguna ventaja. No sabía mucho de lo que los otros hacían. Obviamente, luchadores como Felix, tan grandes, estarían detrás de mí. Sólo podría tratar de darle a Emmett su pelea justa ahí. No sabía más acerca de los otros guardias de los Volturi, a demás de Demetri…
Mi cara estuvo perfectamente lisa cuando consideré a Demetri. Sin duda alguna, él sería un luchador. No habría otra manera que pudiera haber sobrevivido tanto tiempo, siempre preparado para cualquier ataque. Y seguro que siempre era el líder, ya que él era su rastreador-el mejor rastreador del mundo, sin duda. Si hubiera existido uno mejor, los Volturi lo habrían comprado. Aro no se contentaba con el segundo mejor.
Si Demetri no existiera, entonces podríamos huir. Cualquiera que quedara de nosotros, en cualquier caso. Mi hija, cálida en mis brazos…alguien podría huir con ella. Jacob o Rosalie, quienquiera que sobreviviera.
y… si Demetri no existiera, entonces Alice y Jasper estarían a salvo por siempre. ¿Era eso lo que Alice había visto? ¿Esa parte de nuestra familia podría continuar? Los dos, al final.
¿Podía envidiar eso?
“Demetri…” dije.
“Demetri es mío” dijo Edward con voz dura. Lo miré rápidamente y vi que su expresión se había tornado violenta.
“¿Por qué?” susurré.
Él no respondió al rato. Estábamos por el río cuando finalmente murmuró, “Por Alice. Es el único agradecimiento que puedo darle ahora por los últimos cincuenta años”.
Entonces sus pensamientos estuvieron en línea con los míos.
Oí las pesadas patas de Jacob cayendo con un ruido sordo en el suelo congelado. En segundos, él estaba a mi lado siguiendo mi ritmo, sus oscuros ojos fijos en Renesmeé.
Lo saludé con la cabeza una vez y luego volví a mis preguntas. Había tan poco tiempo.
“Edward, por qué crees que Alice nos dijo que le preguntáramos a Eleazar acerca de los Volturi? ¿Ha estado en Italia recientemente o que? ¿Qué podría saber él?”
“Eleazar sabe todo cuando se trata de los Volturi. Me olvidé que lo no sabías. Él era uno de ellos.”
Silbé involuntariamente. Jacob gruñó a mi costado.
“¿Qué? Exigí, en mi cabeza imaginé al moreno hermoso en nuestra boda, abrigado con una capa larga color ceniza.
El rostro de Edward era más suave ahora – sonrió un poquito. “Eleazar es una persona bien gentil. No se sentía a gusto del todo con los Volturi, pero respetó la ley y su necesidad por ser cumplida. Él sintió que se dirigía hacia un bien mayor. Él no se arrepiente de su tiempo con ellos. Pero cuando encontró a Carmen, encontró su lugar en este mundo. Ellos son personas muy similares, los dos muy compasivos por los vampiros”. Sonrió de nuevo. “Ellos conocieron a Tanya y a sus hermanas, y nunca más miraron al pasado. Ellos están bien satisfechos con ese estilo de vida. Aún si nunca hubieran encontrado a Tanya, imagino que eventualmente hubieran descubierto una manera de vivir sin sangre humana en su cuerpo.”
Las imágenes en mi cabeza no coincidían. No podía hacerlas coincidir. ¿un soldado Volturi compasivo?
Edward miró a Jacob y le respondió una pregunta silenciosa. “No, él no era uno de sus guerreros, en el sentido de la palabra. Él tenía una habilidad que la encontraron conveniente.”
Jacob seguro preguntó continuación de la pregunta tan obvia.
“Él tiene un instintivo sentido por las habilidades de los otros – una habilidad extra que algunos vampiros tienen.” Le dio Edward. “Él podía darle a Aro una idea general de cualquier habilidad de cualquier vampiro estando sólo a unos metros de él o ella. Esto fue útil cuando los Volturi fueron a batalla. Él les podía advertir si alguien de la oposición tenía algo que quizá les daría problemas. Eso era raro; esto era una verdadera habilidad y podía incomodar incluso a un Volturi por un momento. Más a menudo, la advertencia daría a Aro la posibilidad de salvar a alguien que le sería útil. La habilidad de Eleazar funciona incluso con humanos, en cierto grado. Tenía que concentrarse bastante con los humanos, ya que su latente habilidad se nublaba. Aro lo tenía para probar a la gente que quería que se les uniese, para ver si tenía potencial. Aro sintió mucho verlo partir.”
“¿Ellos lo dejaron ir?” pregunté. “¿Así de simple?”
Su sonrisa ahora era más oscura, un poco retorcida. “Los Volturi no se supone que son los villanos, la manera que tú los ves. Ellos son la fundación de nuestra paz y civilización. Cada miembro de la guardia elige servirles. Es un gran prestigio; todos están orgullosos de estar ahí, no son forzados a estar ahí.”
Fruncí el ceño a la tierra.
“Ellos son sólo alegados a ser crueles con los criminales, Bella.”
“Nosotros no somos criminales.”
Jacob resolló en acuerdo.
“Ellos no lo saben.”
“¿De verdad crees que podemos hacerlos parar y escucharnos?”
Edward vaciló por un diminuto momento y luego encogió los hombros. “Si encontramos suficientes amigos de nuestro lado. Quizá.”
Si encontramos… de repente sentí una urgencia que hace un rato no teníamos. Edward y yo comenzamos a movernos más rápido, rompiendo a correr. Jacob la captó rápidamente.
“Tanya no debe quedarse por mucho más tiempo,” dijo Edward. “Necesitamos estar preparados.”
Sin embargo, ¿cómo íbamos a estar preparados? Arreglamos y re-arreglamos, pensamos y volvimos a pensarlo. ¿Renesmeé a la vista o primero escondida? ¿Jacob en el cuarto o afuera? le diría a su paquete que se quedara cerca pero invisible. ¿Debería hacer él lo mismo?
Al final, Renesmeé, Jacob-en su forma humana-y yo esperamos en la esquina de la puerta principal en el comedor, sentados en la gran pulida mesa. Jacob me dejó sostener a Renesmeé; él quería espacio en caso que tuviera que entrar en fase rápidamente.
Pero yo estaba feliz de tenerla en mis brazos, me hizo sentir útil. Me recordó que en una pelea con vampiros maduros, no era más un blanco fácil; no necesitaba mis manos libres.
Traté de recordar a Tanya, Kate, Carmen y Eleazar en la boda. Sus rostros eran oscuros en mis vagos recuerdos. Sólo sabía que eran hermosos, dos rubias y dos morenas. No podía recordar si había algo de bondad en sus ojos.
Edward se inclinó inmóvil contra la pared trasera, mirando fijamente la puerta principal. No parecía que estuviera mirando el cuarto en frente de él.
Escuchamos los carros pasar el la autopista, ninguno iba lento.
Renesmeé se acomodó en mi cuello, sus manos contra mis mejillas pero no había imágenes en mi cabeza. Ella no tenía imágenes para sus sentimientos ahora.
“¿Qué pasará si no les gusto?” susurró, y todos nuestros ojos se dirigieron hacia su rostro.
“Claro que lo-“ Jacob comenzó a decir, pero lo callé con una mirada.
“Ellos no te entienden, Renesmeé, porque ellos nunca han conocido a alguien como tú”, le dije, no esperaba mentirle con promesas que quizá no se cumplirían. “Hacerlos entender es el problema.”
Ella suspiró, y en mi cabeza pasaron imágenes de todos nosotros en un estallido rápido. Vampiro, humano, hombre lobo. Ella no encajaba.
“Eres especial, eso no es malo.”
Ella sacudió su cabeza en desacuerdo, ella pensó en nuestros estirados rostros y dijo, “Esto es mi culpa”.
“No”, Jacob, Edward y yo dijimos exactamente al mismo tiempo, pero antes que pudiéramos argumentar algo más, escuchamos el sonido que estábamos esperando; la desaceleración de un motor en la autopista sin peaje, los neumáticos moviéndose de pavimento a una suave suciedad.
Edward se lanzó a la esquina esperando en la puerta. “Renesmeé se escondió en mi cabello. Jacob y yo nos miramos a través de la mesa, desesperación en nuestros rostros.
El carro se movió rápidamente a través del bosque, más rápido de lo que Charlie o Sue manejaran. Escuchamos como avanzaban hacia el prado y pararon frente al porche principal. Cuatro puertas fueron abiertas y cerradas. No hablaron mientras se aproximaban a la puerta. Edward la abrió antes que pudieran tocar.
“¡Edward!” una entusiasmada voz dijo.
“Hola, Tanya. Kate, Eleazar, Carmen.”
Tres murmuros diciendo hola.
“Carlisle dijo que necesitaba hablar con nosotros urgente,” dijo la primera voz, Tanya. Los podía oír incluso si seguían afuera. Me imaginé a Edward en el pasadizo de la puerta, bloqueando su paso. “¿Cuál es el problema? ¿riñas con los hombres lobo?”
Jacob volteó sus ojos.
“No”, dijo Edward. “Nuestra alianza con los hombres lobo es más fuerte que antes.”
Una mujer se rió entre dientes.
“¿No nos vas a invitar a pasar?” Tanya preguntó. Y luego ella continuó sin esperar una respuesta. “¿Dónde está Carlisle?”
“Carlisle se tuvo que ir.”
Hubo un corto silencio.
“¿Qué pasa Edward?” exigió Tanya.
“Si me podrían dar el beneficio de la duda por sólo unos minutos,” él respondió. “Tengo algo que explicarles y es muy dificultoso, y necesito que estén con su mente abierta hasta que entiendan.”
“¿Carlisle está bien?” una voz masculina pregunto ansiosa. Eleazar.
“Ninguno de nosotros está bien, Eleazar,” dijo Edward, y luego acarició algo, quizá el hombro de Eleazar. “Pero físicamente, Carlisle está bien.”
“¿Físicamente?” Tanya preguntó cortante. “¿Qué quieres decir?”
“Quiero decir que mi familia entera esta en grave peligro. Pero antes de explicarles, les pedí su palabra. Escuchen todo lo que tengo que decir antes que reaccionen. Les pido que me escuchen.”
Un largo silencio respondió a su petición. Por ese silencio, Jacob y yo nos miramos mudamente el uno al otro. Sus labios rojizos palidecieron.
“Estamos escuchando,” finalmente dijo Tanya. “Escucharemos todo antes de juzgar”.
“Gracias, Tanya,” dijo fervientemente Edward. “No los implicaríamos en eso si tuviéramos otra opción.”
Edward se movió. Escuchamos cuatro pasos diferentes caminando a través de la puerta.
Alguien olfateó. “Sabía que esos hombres lobo estarían implicados”, musitó Tanya.
“Sí, y están de nuestro lado. De nuevo.”
El recordatorio silenció a Tanya.
“¿Dónde está Bella?” una las otras voces femeninas preguntó. “¿Cómo está?”
“Se nos unirá en un momento. Ella está bien, gracias. Ella está tomando la inmortalidad con una delicadeza asombrosa.”
“Dinos sobre el peligro, Edward,” dijo Tanya despacio. “Escucharemos, y estaremos de tu lado, donde pertenecemos.”
Edward tomó un profundo respiro. “Me gustaría que atestiguaran por ustedes mismos primero. Escuchen-en el otro cuarto. ¿Qué oyen?”
Todo estaba tranquilo, y de repente hubo movimiento.
“Sólo escuchen primero, por favor,” dijo Edward.
“Asumo un hombre lobo, puedo oír su corazón,” dijo Tanya.
“¿Qué más?” preguntó Edward.
Hubo una pausa.
“¿Qué es ese rasgueo?” Kate o Carmen preguntaron. “¿Es eso…algún tipo de pájaro?”
“No, pero recuerden lo que están oyendo. Ahora, ¿qué huelen? A demás del hombre lobo.”
“¿Hay un humano ahí?” susurró Eleazar.
“No,” dijo Tanya en desacuerdo. “No es un humano… pero… más cerca a un humano que el resto de los olores aquí. ¿Qué es eso, Edward? No creo que haya olido esa fragancia anteriormente.”
“De seguro no lo has hecho, Tanya. Por favor, por favor recuerden que es algo totalmente nuevo para ustedes. Tiren sus ideas preconcebidas.”
“Te prometo que voy a escuchar, Edward.”
“Bien, entonces. ¿Bella? Trae a Renesmeé, por favor.”
Sentí mis piernas extrañamente adormecidas, pero sabía que ese sentimiento estaba sólo en mi cabeza. Me obligué a no contenerme, no quedarme estática, cuando me paré y anduve a pasos cortos a la esquina. El calor del cuerpo de Jacob ardió cerca de mí al momento que seguía mis pasos.
Di un paso en el cuarto más grande y entonces me congelé, incapaz de forzarme a mi misma a avanzar. Renesmeé tomó un profundo aliento y luego se asomó de dentro mi cabello. Sus pequeños hombros tensos, esperando el rechazo.
Pensé que estaba preparada para su reacción. Para acusaciones, para gritos, para la inmovilidad de una profunda tensión.
Tanya retrocedió cuatro pasos, sus rizos de fresa temblaron, como un humano confrontado por una serpiente venenosa. Kate saltó hacia atrás todo el camino hacia la puerta principal y se mantuvo contra la pared allí. Un siseo sobresaltado salió de sus dientes apretados. Eleazar se lanzó en frente de Carmen protegiéndola.
“Oh por favor” escuché a Jacob decir bajo su aliento.
Edward nos rodeó con sus brazos. “Prometieron que escucharían.” Les recordó.
“¡Algunas cosas pueden ser escuchadas!” exclamó Tanya. “¿Cómo pudiste, Edward? ¿Sabes lo que esto significa?”
“Tenemos que salir de aquí.” Dijo ansiosamente Kate, con su mano en la manija de la puerta.
“Edward…” Eleazar parecía hablar más allá de las palabras.
“Esperen,” dijo Edward, su voz era más dura ahora. “Recuerden lo que escucharon, recuerden lo que oyeron, Renesmeé no es loe que ustedes piensan”.
“Esta regla no tiene excepciones, Edward,” Tanya se tiró para atrás.
“Tanya,” dijo Edward cortante, “¡puedes oír sus latidos! Para y piensa en lo que significa.”
“¿Sus latidos?” susurró Carmen, mirando fijamente por encima del hombro de Eleazar.
“Ella no es una niña completamente vampiro,” respondió Edward, dirigiendo su atención hacia la hostil expresión de Carmen. “Ella es mitad humana.”
Los cuatro vampiros lo miraron fijamente como si estuviera hablando una lengua que ninguno de ellos entendía.
“Escúchame”. La voz de Edward cambió a un tono aterciopelado de persuasión. “Renesmeé es única. Soy su padre. No su creador – su padre biológico.”
La cabeza de Tanya estaba temblando con un pequeño movimiento. No estaba conciente de eso.
“Edward, no puedes esperar que nosotros-“, empezó Eleazar.
“Dime otra explicación que encaje entonces, Eleazar. Puedes sentir la calentura de su cuerpo en el aire. Sangre corriendo por sus venas, Eleazar. Puedes olerlo.”
“¿Cómo?” Kate tomó un aliento.
“Bella es su madre biológica,” le dijo Edward. “Ella concibió, cargó y dio a luz a Renesmeé mientras todavía era humana. Casi la mata. Me vi presionado a poner suficiente veneno en su corazón para poder salvarla,”
“Nunca había escuchado algo así.” Dijo Eleazar. Sus hombros todavía estaban rígidos, su expresión se mantenía helada.
“Relaciones físicas entre vampiros y humanos no son comunes,” dijo Edward, con un poco de humor oscuro en el tono de su voz. “Humanos sobrevivientes a esa clase de contacto son incluso menos comunes. ¿Estamos de acuerdo, primos?”
Tanya y Kate le fruncieron el ceño.
“Vamos, Eleazar. Estoy seguro de que ves el parecido.”
Era Carmen la que ahora respondió a las palabras de Edward. Ella avanzó rodeando a Eleazar, ignorando su advertencia media-articulada, y caminó con cuidado hasta estar en frente de mí. Bajó la mirada despacio, mirando cuidadosamente al rostro de Renesmeé.
“Parece que tienes los ojos de madre,” dijo bajo y con una voz calmada, “pero el rostro de tu padre.” Y luego, como si no pudiera contenerse, sonrió a Renesmeé.
La sonrisa en respuesta de Renesmeé era de asombro. Tocó mi rostro sin apartar la mirada de Carmen. Se imaginó tocando el rostro de Carmen, preguntándose si sería correcto.
“¿Les importaría si Renesmeé les cuenta algo de ella?” le pregunté a Carmen. Yo estaba todavía demasiado tensionada para hablar susurrando. “Ella tiene un don para explicar las cosas.”
Carmen todavía le sonreía a Renesmeé. “¿Hablarías, pequeñita?”
“Sí,” respondió Renesmeé en su soprano bien alto. Todos los de la familia de Tanya se estremecieron al escuchar su voz, todos menos Carmen. “Pero puedo enseñarles más de lo puedo contarles.”
Ella posó su pequeña mano en la mejilla de Carmen.
Carmen se paralizó como si electricidad estuviera pasando por su cuerpo. En un instante, Eleazar estaba a su lado, con sus manos en los hombros de Carmen, tratando de apartarla.
“Espera,” dijo Carmen jadeante, con sus ojos clavados en los de Renesmeé, sin ni siquiera parpadear.
Renesmeé “mostró” a Carmen su explicación por un buen tiempo. La expresión de Edward era intensa mientras la miraba con Carmen, y yo deseé tanto poder escuchar lo que él escuchaba. Jacob se movió impaciente atrás de mí, y supe que él estaba deseando lo mismo.
“¿Qué le está enseñando Nessie?” gruño bajo su respiración.
“Todo,” dijo Edward murmurando.
Otro minuto pasó, y Renesmeé dejó caer su mano del rostro de Carmen. Puso una sonrisa ganadora al vampiro atontado.
“¿De verdad es su hija, no?” Carmen jadeó, cambiando su mirada de ojos topacios al rostro de Edward. “¡Un don tan vívido! Sólo podría haber venido de un padre con un gran don.”
“¿Creíste en lo que te mostró?” preguntó Edward con una intensa expresión.
“Sin duda alguna”, dijo Carmen.
El rostro de Eleazar estaba rígido por la angustia. “¡Carmen!”
Carmen tomó su mano y la apretó. “Aunque no lo creas, Edward nos ha dicho nada más que la verdad. Deja que la niña te lo enseñe.”
Carmen dio un codazo a Eleazar y lo acercó a mí y a Renesmeé. “Enséñale, mi querida.”
Renesmeé puso un gran sonrisa, claramente deleitada con la aceptación de Carmen, y tocó la frente de Eleazar.”
“¡Ay caray!” dijo y se apartó de ella.
“¿Qué te hizo?” exigió Tanya, acercándose sigilosamente. Kate se arrastró más adelante también.
“Sólo está tratando de mostrar su versión de la historia,” Carmen le dijo calmadamente.
Renesmeé frunció el ceño impaciente. “Mire, por favor,” exigió a Eleazar. Ella aproximó su mano a unas pulgadas de su rostro, y espero.
Eleazar la miró con recelo y luego miró a Carmen por ayuda. Ella asintió valientemente. Eleazar tomó un respiro profundo y se acercó hasta que su frente la tocó de nuevo.
Él se estremeció esta vez pero continuó, sus ojos se cerraron para concentrarse mejor.
“Ahh,” suspiró cuando sus ojos volvieron a abrirse unos minutos más tarde. “Ya lo veo.”
Renesmeé le sonrió. Él musitó y luego le sonrió sigilosamente en respuesta.
“¿Eleazar?” preguntó Tanya.
“Es cierto Tanya, todo es verdad. Ella no es una niña inmortal. Es mitad humana. Ven. Mira por ti misma.”
En silencio, Tanya tomó su turno parándose cautelosamente a mi costado, y luego llegó Kate, las dos asombradas cuando la primera imagen llegó a sus cabezas cuando Renesmeé las tocó. Pero luego, igual que Carmen y Eleazar, ellas se vieron completamente persuadidas tan pronto como terminaron.
Eché un vistazo a la cara lisa de Edward, preguntándome si en realidad había sido tan fácil. Sus ojos de oro estaban claros, sin sombras. No había engaños entonces.
“Gracias por escuchar,” dijo tranquilo.
“Pero ahí está el gran peligro que nos advertiste,” dijo Tanya. “No directamente desde la niña, puedo verlo, pero seguramente de los Volturi. ¿Cuándo se dieron cuenta de ella? ¿Cuándo van a venir?”
No me sorprendí de su rápido entendimiento. Después de todo, ¿Cuál sería una posible amenaza para una familia tan fuerte como la mía? Sólo los Volturi.
“Cuando Bella vio a Irina ese día en las montañas,” explicó Edward, “Ella llevaba a Renesmeé”.
Kate siseó. Sus ojos se estrecharon, “¿Irina hizo esto? ¿A ti? ¿A Carlisle? ¿Irina?”
“No”, susurró Tanya. “Alguien más…”
“Alice la vio ir a ellos,” dijo Edward. Me pregunté si los otros notaron la manera que se estremeció al pronunciar el nombre de Alice.
“¿Cómo pudo haberlo hecho?” Eleazar soltó la pregunta al aire.
“Imaginen si hubieran visto a Renesmeé sólo desde cierta distancia. Si no hubieran esperado nuestra explicación.”
Los ojos de Tanya se apretaron. “No importa lo que haya pensado… ustedes son nuestra familia”.
“Ya no hay nada que podamos hacer sobre la decisión de Irina. Es demasiado tarde. Alice nos dio un mes.”
Tanto la cabeza de Tanya como la de Eleazar se amartillaron a un lado. Kate arrugó la ceja.
“¿Tanto tiempo?” preguntó Eleazar.
“Todos están viniendo. Debemos estar preparados.”
Eleazar jadeó. “¿La guardia entera?”
“No sólo la guardia,” dijo Edward, con la mandíbula apretada. “Aro, Caius, Marcus. Incluso las esposas.”
El asombró se posó en todos las miradas.
“Imposible,” dijo Eleazar vacíamente.
“Hubiera dicho lo mismo hace dos días.”
Eleazar frunció el ceño y cuando habló casi estaba gruñendo. “Pero eso no tiene sentido. ¿Por qué pondrían en peligro sus vidas y a sus esposas?”
“No tiene sentido desde ese ángulo. Alice dijo que es más que un simple castigo por lo que ellos creen que hemos hecho. Ella pensó que ustedes podrían ayudarnos.”
“¿Más que un simple castigo? ¿Pero qué más hay?” Eleazar comenzó a andar a paso majestuoso hacia la puerta y volviendo, como si estuviera solo en el cuarto. Arrugó sus cejas mirando fijamente al piso.
“¿Donde están los demás, Edward? ¿Carlisle y Alice y el resto?” preguntó Tanya.
La vacilación de Edward apenas se notaba. Respondió sólo una parte de su pregunta. “Buscando a más amigos que puedan ayudarnos.”
Tanya se inclinó hacia él, poniendo sus manos delante. “Edward, no importa cuántos amigos logren juntar, no podemos ayudarte a ganar. Lo único que podemos hacer es morir contigo. Deberías saber eso. Por supuesto, quizá nosotros cuatro merecemos esto después de lo que Irina hizo, después de cómo te fallamos en el pasado-en ese tiempo por su propio bien.”
Edward sacudió su cabeza rápidamente. “No les estamos pidiendo que peleen y mueran con nosotros, Tanya. Sabes que Carlisle nunca les pediría algo así.”
“¿Entonces qué, Edward?”
“Sólo buscamos testigos. Si podemos detenerlos, sólo por un momento. Si nos dejaran explicarles…” tocó la mejilla de Renesmeé; ella agarró su mano y la apretó contra su piel. “Es difícil dudar de nuestra historia cuando se la ve por uno mismo.”
Tanya asintió lentamente. “¿Creen que su pasado les va importar?”
“Sólo cuando eso presagia su futuro. El punto de la restricción era protegernos de alguna exposición, por los excesos de los niños que no se pueden domar.”
“Yo no soy peligrosa, para nada,” interpuso Renesmeé. Escuché su voz aguda y clara con nuevos oídos, imaginando cómo sonaría a los otros. “Nunca herí al abuelo o a Sue o a Billy. Amo a los humanos. Y a los hombres lobo como mi Jacob.” Ella dejó caer la mano de Edward y acarició el brazo de Jacob.
Tanya y Kate intercambiaron miradas.
“Si Irina no hubiera venido tan pronto,” musitó Edward, “podíamos haber evitado todo esto. Renesmeé crece de una manera sin precedentes. Mientras pasó un mes, ella ganó el desarrollo de la mitad de un año.”
“Bueno, eso es algo que lo que seguramente podemos ser testigos,” Carmen dijo en un tono decidido. “Seremos capaces de prometer que hemos visto su madurez por nosotros mismos. ¿Cómo los Volturi podrían ignorar tal evidencia?”
Eleazar musitó, “¿Cómo, en efecto?” pero no levantó la mirada, sino continuó caminado como si no estuviera prestando la más mínima atención.
“Si, podemos atestiguar por ti.” Dijo Tanya. “Y mucho ciertamente. Consideraremos lo más que podamos hacer.”
“Tanya”, protestó Edward, poniendo más atención en sus pensamientos que en sus palabras, “no esperamos que luchen con nosotros.”
“Si los Volturi no se detienen a escuchar a nuestros testigos, no podemos quedarnos simplemente parados.” Insistió Tanya. “Claro, sólo hablo por mi misma.”
Kate resopló. “¿De verdad dudas tanto de mí, hermana?”
Tanya le sonrió extensamente. “Es una misión suicida, después de todo.”
Kate le devolvió la sonrisa y luego se encogió de hombros despreocupadamente. “Me uno”.
“Yo, también, haré todo lo posible para proteger a la niña,” agregó Carmen. Luego, como si no pudiera resistirse, estiró sus brazos hacia Renesmeé. “¿Puedo cargarte, bebé linda?”
Renesmeé se lanzó impaciente hacia Carmen, encantada con su nueva amiga. Carmen la sostuvo muy cerca de ella, murmurándole en español.
Fue lo mismo que pasó con Charlie, y con los Cullen antes. Renesmeé era irresistible. ¿Qué había en ella que hacía que los otros pusieran su vida en su defensa?
Por un momento pensé que quizá lo que estábamos planeando hacer sería posible. Quizá Renesmeé podría eso que era imposible y ganar a nuestros enemigos tal y como lo había hecho con nuestros amigos.
Y luego recordé que Alice nos había dejado, y mi esperanza se desvaneció tan rápido como había aparecido.
31. TALENTOSA.
“¿Cuál es la parte de los hombres lobos en todo esto?” preguntó Tanya, dando un vistazo a Jacob.
Jacob habló antes que Edward pudiera responder. “Si los Volturi no se detienen a escuchar sobre Nessie, digo, Renesmeé,” se corrigió, recordando que Tanya no entendería su estúpido sobrenombre, “nosotros los detendremos”.
“Muy valiente, niño, pero eso sería imposible incluso a luchadores más experimentados que ustedes.”
“No sabemos lo que podemos llegar a hacer.”
Tanya se encogió. “Es tu propia vida, ciertamente, puedes hacer lo que quieras con ella.”
Jacob parpadeó mirando a Renesmeé-aun cuando estaba en los brazos de Carmen con Kate cernida sobre ellas- y fue fácil leer su deseo.
“Ella es especial, la pequeñita,” Tanya musitó. “Difícil de resistirse.”
“Una familia muy talentosa”, Eleazar murmuró mientras caminaba. Su ritmo se incrementaba; miró rápidamente de la puerta hacia Carmen y lo hizo de nuevo cada segundo. “Un padre que puede leer las mentes, un escudo como madre, y luego cualquier clase de magia extraordinaria con la que nos haya hechizado esta pequeña. Me pregunto si hay un nombre para lo que hace, o si esta es la norma para un vampiro híbrido. ¡Como si una cosa como esa se podría considerar normal! ¡Un vampiro híbrido, efectivamente!”
“Perdón,” Edward dijo con una voz contundente. Edward estiró la mano y alcanzó el hombro de Eleazar cuando él estaba a punto de voltear de nuevo hacia la puerta. “¿Cómo acabas de llamar a mi esposa?”
Eleazar miró curiosamente a Edward, olvidando su paso frenético. “Un escudo, pienso. Ella me está bloqueando ahora, por eso no puedo estar seguro.”
Miré fijamente a Eleazar, mis cejas se cercaron en confusión. ¿Escudo? ¿Qué quiso decir de mi bloqueo? Estaba parada allí, a su costado, en ningún momento a la defensiva.
“¿Un escudo?” repitió Edward desconcertado.
“¡Vamos, Edward! Si yo no consigo leerla, dudo que tú puedas. ¿Puedes escuchar sus pensamientos ahorita?” preguntó Eleazar.
“No”, murmuró Edward. “Pero nunca fui capaz de hacerlo. Incluso cuando era humana.”
“¿Nunca?” Eleazar pestañeó sorprendido. “Interesante. Eso indicaría un grado poderoso de un don latente, como si se hubiera manifestado claramente incluso antes de la transformación. No consigo encontrar ningún modo para atravesar esa barrera para tener alguna noción. Todavía debe estar nueva-sólo tiene unos meses.” La mirada que le dirigió a Edward era caso exasperada. “Y aparentemente está conciente de lo que hace. Es algo natural. Irónico. Aro me envió por todo el mundo en busca de tales anomalías, y tú simplemente te la cruzaste por accidente y ni siquiera te diste cuenta de lo que tenías.” Eleazar movió su cabeza en incredulidad.
Fruncí el ceño. “¿De qué hablas? ¿Cómo puedo ser un escudo? ¿Qué significa eso?” todo lo que pude imaginar en mi cabeza fue una ridícula armadura medieval.
Eleazar inclinó su cabeza a un lado mientras me examinaba. “Supongo que éramos demasiado formales sobre estas cosas en la guardia. La verdad, categorizar los dones es materia, un trabajo desorganizado; cada talento es único, nunca exactamente dos cosas iguales. Pero tú, Bella, eres bastante fácil de clasificar. Dones que son enteramente defensivos, que protegen algún aspecto de su portador, son siempre llamados escudos. ¿Alguna vez has puesto a prueba tus habilidades? ¿Has bloqueado a alguien más aparte de mi y tu pareja?”
Me tomó unos segundos, a pesar que mi cerebro trabajaba rápidamente, organizar mi respuesta.
“Sólo funciona con ciertas cosas,” le dije. “Mi cabeza es algo…privado. Pero no detiene a Jasper manipular mi humor, o a Alice ver mi futuro.”
“Defensa mental pura.” Eleazar asintió para si mismo. “Limitado, pero fuerte.”
“Aro no podía escucharla.” Interrumpió Edward. “A pesar que era humana cuando la conoció.”
Los ojos de Eleazar se abrieron.
“Jane trató de herirme, pero no pudo,” dije. “Edward piensa que Demetri no puede encontrarme, y que Alec no puede molestarme tampoco. ¿Eso es algo bueno?”
Eleazar, todavía sorprendido, asintió. “Un poco.”
“¡Un escudo!” dijo Edward, una profunda satisfacción saturaba el tono de su voz. “Nunca lo pensé de esa manera. La única que había conocido antes era Renata, y lo que hizo fue tan diferente.”
Eleazar recordó un poco. “Si, ningún don se manifiesta precisamente de la misma manera, porque nunca nadie piensa igual.”
“¿Quién es Renata? ¿Qué hace?” pregunté. Renesmeé se interesó también, inclinándose para que pueda ver por el costado de Kate.
“Renata es la guardaespaldas personal de Aro.” Me dijo Eleazar. “Una muy práctica clase de escudo, y una muy fuerte.”
Yo apenas recordaba un pequeño grupo de vampiros rodeando a Aro en su torre macabra, algún hombre, alguna mujer. No podía recordar los rostros de la mujer en la incómoda, aterrorizadora memoria. Una de ella debió ser Renata.
“Me pregunto…”, musitó Eleazar. “Verás, Renata es un escudo poderoso frente a los ataques físicos. Si alguien se le acerca – o a Aro, mientras esté siempre cerca de él en una situación hostil – ellos se encuentran…desviados. Hay una fuerza alrededor de ella que repele, sin embargo, casi no puedes notarlo. Tú simplemente te encuentras yendo en una dirección opuesta a la planeada, con una memoria confusa mientras te preguntas por qué quieres ir en esa dirección en primer lugar. Ella puede proyectar su escudo a varios metros de ella. Ella también protege a Caius y a Marcus, cuando necesitan algo, pero Aro es su prioridad. Sin embargo, lo que hace no es algo físico. Como la mayoría de nuestros dones, eso toma lugar dentro de la mente. Si tratara de mantenerte alejada, me pregunto ¿quién vencería? Él sacudió su cabeza. “Nunca había escuchado que los poderes de Aro o de Jane podrían ser frustrados.”
“Mami, eres especial,” me dijo Renesmeé sin sorprenderse. Como si comentara el color de mi ropa.
Me sentí desorientada. ¿No sabía ya cual era mi habilidad? Tenía mi súper-auto-control que me había permitido pasar directamente el horroroso año de mi nacimiento. Los vampiros sólo tenían a lo mucho una habilidad extra ¿no?
¿O Edward estaba en lo correcto desde el principio? Antes que Carlisle sugiriera que mi autocontrol podría ser algo más allá de lo natural, Edward había pensado que mis restricciones eran sólo producto de una buena preparación – concentración y actitud, declaró.
¿Cuál de los dos estaba en lo correcto? ¿Era lo máximo que podía hacer? ¿Un nombre y una categoría para lo que era?
“¿Puedes proyectarte?” Kate preguntó interesada.
“¿Proyectarme?” pregunté.
“Empujarlo fuera de ti”, explicó Kate. “Proteger a alguien además de ti”.
“No lo sé. Nunca lo he probado. No sabía que debía hacer eso.”
“Oh, quizá no seas capaz de hacerlo”. Dijo Kate rápidamente. “El cielo sabe que he estado trabajando es eso por siglos y lo máximo que puedo hacer es dirigir una corriente por mi piel.”
La miré fijamente, desconcertada.
“Kate tiene una habilidad de ataque,” dijo Edward. “Algo así como Jane.”
Me estremecí automáticamente, y ella se rió.
“No soy tan sádica,” me aseguró. “Es sólo algo que sale a flote durante una pelea.”
Las palabras de Kate tomaban profundidad, empezando a hacer conexiones en mi mente. Proteger a alguien más aparte de ti ella dijo. Como si hubiera otra manera de incluir a otra persona en mi extraña, rara y silenciosa cabeza.
Recordé a Edward retorciéndose en las piedras de la antigua torre del castillo de los Volturi. Aunque era un recuerdo humano, era cortante, más doloroso que cualquier otro-como si hubiera sido marcado en cada tejido de mi cerebro.
¿Qué pasaría si yo pudiera hacer que no vuelva a ocurrir? ¿Qué pasaría si pudiera protegerlo? ¿Proteger a Renesmeé? ¿Qué pasaría si hubiera aunque sea una pequeña y débil posibilidad de protegerlos a ellos también?
“¡Tienes que enseñarme cómo hacerlo!” insistí, inconcientemente agarrando el brazo de Kate. “¡Tienes que enseñarme cómo!”
Kate se estremeció frente a mi apretón. “Quizá-si dejaras de aplastar mi radio.”
“¡Oops! ¡Lo siento!”
“Bien, estás protegiéndote,” dijo Kate. “Ese movimiento debió haberte hecho apartar tu brazo. ¿No sentiste nada ahorita?”
“Eso no era necesario, Kate. Ella no tuvo ninguna intención de hacerte daño,” musitó Edward bajo su respiración. Ninguna de las dos le prestó atención.
“No, no sentí nada. ¿Estabas haciendo esa cosa que haces de corriente electrica?”
“Estaba. Hmm. Nunca había conocido a alguien que no pudiera sentirlo, inmortal o cualquier otra cosa.”
“¿Dijiste que lo proyectaste? ¿A tu piel?”
Kate asintió. “Solía estar solamente en mis palmas. Algo así como Aro.”
“O Renesmeé,” interrumpió Edward.
“Pero después de mucha práctica, pude irradiar esa corriente por todo mi cuerpo. Es una buena defensa. Cualquiera que trate de tocarme cae como el humano que ha sido Tasered. Esto sólo lo paraba por un segundo, pero eso ya era tiempo suficiente.”
Yo sólo escuchaba a Kate a medias, mis pensamientos corrían alrededor de la idea de que quizá sería capaz de proteger a mi pequeña familia si tan sólo pudiera aprender lo suficientemente rápido. Deseé fervorosamente que quizá fuera buena en esta cosa de la protección también, como era de cierto modo, misteriosamente buena en los otros aspectos de ser un vampiro. Mi vida humana no me preparó para cosas que llegarían naturalmente, y no podía fiarme en esta aptitud para sobrevivir.
Sentí como si nunca hubiera deseado algo tanto como esto que deseaba ahora; ser capaz de proteger lo que amaba.
Como estaba tan preocupada, no noté el cambio silencioso entre Edward y Eleazar hasta que se convirtió en una conversación.
“¿Puedes pensar aunque sea en una excepción, entonces?” preguntó Edward.
Miré alrededor para encontrarle sentido a su comentario y me di cuenta que todos los demás ya los miraban fijamente. Se inclinaban mutuamente de una forma intencional, la expresión de Edward era tensa y sospechosa, la de Eleazar, infeliz y reacia.
“No quiero pensar en ellos de esa manera,” dijo Eleazar por sus dientes. Estaba sorprendida por el repentino cambio en la atmósfera.
“Si estás en lo correcto-,” Eleazar comenzó a decir.
Edward lo interrumpió. “El pensamiento era tuyo, no mío”
“Si yo estoy en lo correcto… no podría ni siquiera asentir lo que quieres decir. Cambiaría todo sobre el mundo que hemos creado. Cambiaría el significado de mi vida. De lo que he sido parte.”
“Tus intensiones siempre son las mejores, Eleazar.”
“¿Importaría en algo eso? ¿Lo que yo hice? Tantas vidas…”
Tanya puso su mano en el hombro de Eleazar en un gesto confortante. “¿De qué nos hemos perdido, amigo mío? Quiero saberlo para poder argumentar con esos pensamientos. Nunca has hecho que valga la pena el castigarte de esta manera.”
“Oh, ¿nunca lo hice?” musitó Eleazar. Luego encogió los hombros bajo la mano de Tanya y empezó su paso de nuevo, más rápido que antes.
Tanya lo miró por medio segundo y luego se concentró en Edward. “Explícate.”
Edward asintió, sus tensos ojos siguieron a Eleazar mientras hablaba. “Él trataba de entender por qué tantos de los Volturi vendrían a castigarnos. No es la manera en que hacen las cosas. Ciertamente, somos el aquelarre maduro más grande con los que hayan tratado, pero en el pasado, otros aquelarres se les unieron para protegerse a si mismos, y nunca los desafiaron a algo más, a pesar de su número. Nosotros somos más unidos, eso es un factor, pero no somos uno grande. Él estaba recordando otros tiempos donde aquelarres fueron castigados, por uno o por el otro, y se le ocurrió un patrón. Era un patrón que el resto de la guardia nunca notaría, desde que Eleazar era el que pasaba la inteligencia pertinente a Aro en privado. Un patrón que sólo se repitió cada siglo o más.”
“¿Cuál era este patrón?” preguntó Carmen, mirando a Eleazar como lo estaba haciendo Edward.
“Aro usualmente no va a una expedición de castigo personalmente,” dijo Edward. “Pero en el pasado, cuando Aro quería algo en particular, no pasaba mucho tiempo antes que la evidencia apareciera proveniente de que ese aquelarre o aquel aquelarre hayan cometido algún crimen imperdonable. Los más antiguos decidirían ir a ver a la guardia administrar justicia. Y luego, una vez que el aquelarre era casi destruido, Aro concedería el perdón a un miembro, cuyos pensamientos, según él, estaba particularmente arrepentido. Siempre, resultaba que este vampiro tenía la habilidad que Aro admiraba. Siempre, a esta persona, se le daba un lugar en la guardia. El vampiro dotado, era ganado rápidamente, siempre agradecido por ese honor. No habían excepciones.”
“Debía ser embriagador ser elegido,” sugirió Kate.
“¡Ha!” gruñó Eleazar, todavía en movimiento.
“Hay uno entre la guardia,” dijo Edward, explicando la reacción molesta de Eleazar. “Su nombre es Chelsea. Ella tiene influencia sobre los lazos emocionales entre las personas. Ella puede hacer que esos lazos se suelten o se aseguren. Ella puede hacer a alguien sentirse unido a los Volturi, hacerlo querer pertenecer, hacerlo que les ruegue unirse a ellos.”
Eleazar paró abruptamente. “Todos entendimos por qué Chelsea era importante. En una pelea, si pudiéramos separar la lealtad de los aquelarres aliados, podríamos vencerlos mucho más fácilmente. Si pudiéramos separar emocionalmente de la culpa a los inocentes miembros de un aquelarre, la justicia podría ser hecha sin necesidad de tanta brutalidad-el culpable sería castigado sin interferencias, y los inocentes serían separados. Por otro lado, era imposible impedir que el aquelarre luche como uno solo. Entonces, Chelsea rompería los lazos que los unía. Me pareció algo muy bueno, evidencia de la piedad de Aro. Sospeché que Chelsea mantuvo nuestros lazos unidos más fuertemente, pero eso, también, era algo bueno. Nos hizo más efectivos. Nos ayudó a coexistir más fácilmente.”
Esto me aclaró las viejas memorias. No le encontraba el sentido antes cómo la guardia obedecía a sus maestros tan gustosamente, con una lealtad parecida a la de un amante.
“¿Cuán fuerte es su don?” preguntó Tanya con un nerviosismo en su voz. Su mirada se fijó rápidamente en cada miembro de su familia.
Eleazar se encogió. “Yo era capaz de irme con Carmen.” Y luego sacudió su cabeza. “Pero cualquier cosa más débil que la unidad entre compañeros está en peligro. En un aquelarre normal, al menos. Aunque, esas son más uniones más débiles que las de nuestra familia. Abstinencia de sangre humana nos hace más civilizados-nos permite formar verdaderos lazos de amor. Dudo que ella pueda cambiar nuestra lealtad, Tanya”.
Tanya asintió, sintiéndose más tranquila, mientras Eleazar continuaba con su análisis.
“Sólo se me ocurre pensar que la razón por la que Aro haya decidido venir en persona, y traer a tantos con él, es porque su objetivo no es castigar, sino adquisición,” dijo Eleazar. “Él necesita estar ahí para controlar la situación. Pero necesita a la guardia entera para protegerse de tan gran dotado aquelarre. Por otro lado, eso deja a los otros antiguos desprotegidos en Volterra. Muy arriesgado-alguien quizá intentará tomar ventaja. Por eso vienen todos juntos. ¿Cómo más podría estar seguro de preservar los dones que él quiere? Los debe querer hasta morir.” Musitó Eleazar.
La voz de Edward era baja como un aliento. “De lo que oí de sus pensamientos la pasada primavera, Aro nunca quiso tanto algo como quiere a Alice.”
Sentí mi mandíbula caer, recordando las imágenes de las pesadillas que tuve hace tiempo: Edward y Alice en capas negras, con los ojos sanguíneos, sus rostros helados y distantes mientras estaban parados como sombras, las manos de Aro en las de ellos… ¿Había visto Alice esto recientemente? ¿Había viso a Chelsea tratando de quitar el amor que tenía hacia nosotros, ligándola hacia Aro y Caius y Marcus?
“¿Es por eso que Alice se fue?” pregunté, mi voz se quebró al pronunciar su nombre.
Edward puso su mano en mi mejilla. “Creo que si. Para impedir que Aro obtenga la cosa que más quiere en el mundo. Para mantener su poder fuera de sus manos.”
Escuché a Tanya y a Kate murmurar en voces desequilibradas y recordé que ellas no sabía sobre Alice.”
“Él te quiere, también,” susurré.
Edward encogió los hombros, su rostro de repente más tranquilo. “No tanto como a ella. No puedo darle más de lo que ya tiene. Y claro eso depende de si encuentra una manera de forzarme a hacer su voluntad. Él me conoce, y sabe que no tiene muchas posibilidades.” Levantó una ceja sardónicamente.
Eleazar frunció el ceño frente a la despreocupación de Edward. “Él también conoce tus debilidades,” puntualizó, y luego me miró.
“No es nada que necesitemos discutir ahora.” Dijo Edward rápidamente.
Eleazar ignoró la indirecta y prosiguió. “Probablemente quiere a tu pareja también, a pesar de todo. Debe haber estado intrigado por el talento que podría desafiarlo en su encarnación humana.”
Edward estaba incómodo con el tema. A mi tampoco me gustaba. Si Aro me quería para hacer algo-cualquier cosa-todo lo que tenía que hacer era amenazar a Edward y yo obedecería. Y viceversa.
¿Era la muerte menor preocupación? ¿Era ser capturados a lo que deberíamos temer realmente?
Edward cambió el tema. “Creo que los Volturi estaban esperando por eso – por algún pretexto. No sabía cómo llegaría esa excusa, pero el plan ya tenía lugar cuando llegó. Por eso Alice vio su decisión antes que Irina lo hubiera provocado. La decisión ya estaba hecha, sólo estaban esperando por el pretexto de una justificación.”
“Si los Volturi están abusando de la confianza que todos los inmortales han colocado en ellos…,” Carmen musitó.
“¿Eso importa?” preguntó Eleazar. ¿Quién lo creería? E inclusive si los otros se convencieran de que los Volturi están explotando sus poderes, ¿cómo marcarían alguna diferencia? Nadie puede contradecirlos.”
“Aunque algunos de nosotros estamos demasiado dementes cómo para intentarlo,” musitó Kate.
Edward sacudió su cabeza. “Ustedes sólo están aquí para testificar, Batel. Cualquiera sea el objetivo de Aro, no creo que esté listo para malograr la reputación de los Volturi por eso. Si podemos botar su argumento contra nosotros, se verá forzado a dejarnos en paz.”
“Por supuesto”, murmuró Tanya.
Ninguno lucía convencido. Por unos pocos pero largos minutos, nadie dijo nada.
Luego escuche el sonido de unos neumáticos posándose sobre el pavimento de la pista delantera de los Cullen.
“Ay mierda, Charlie,” musité. “Quizá los Denali podrían andar arriba hasta-“
“No,” dijo Edward con una voz distante. Sus ojos estaban lejos, mirando fijamente a la puerta. “No es tu padre,” su mirada se centró en mi. “Alice envió a Peter y a Charlotte, después de todo. Es tiempo de prepararnos para el siguiente ruedo."
32. COMPAÑÍA
La casa enorme de Cullen fue más atestada por invitados que alguien asumiría podría ser posiblemente cómodo. Esto sólo calculó porque ninguno de los invitados durmió. La hora de comer era arriesgada, sin embargo. Nuestra compañía cooperó como mejor ellos podrían. Ellos se mantuvieron lejos de Forks y la Push; cazando solo afuera del estado; Edward era un anfitrión cortés, prestando sus coches tan necesarios sin tanto como una mueca. El compromiso me hizo muy incómoda, aunque yo traté de decirme que ellos cazaban en algún sitio en el mundo, a pesar de todo.
Jacob estuvo aún más disgustado. Los hombres lobos existieron para prevenir la pérdida de la vida humana, y aquí eran el asesinato desenfrenado condonado apenas fuera de las fronteras de los praderas.
Pero en estas circunstancias, con Renesmee en el peligro agudo, él mantuvo su boca cerrada y fulminada con la mirada al suelo, mejor que los vampiros.
Estuve asombrada de la aceptación fácil que los vampiros de visita tenían para Jacob; los problemas que Edward había esperado nunca se habían materializado. Jacob pareció más o menos invisible para ellos, no como persona verdadera, pero tampoco como comida. Ellos lo trataron de la manera en que los no amantes de los animales tratan a la mascota de sus amigos.
Leah, Seth, Quil, y Embry fueron encomendados correr con Sam por el momento, y Jacob se había unido felizmente a ellos, salvo que él no podía tener la posibilidad de estar lejos de Renesmee, y Renesmee estaba ocupado fascinando a la colección extraña de los amigos de Carlisle.
Habíamos vuelto a jugar la escena de la introducción de Renesmee al aquelarre Denali media docena de veces, primero para Peter y Charlotte, que Alice y Jasper habían enviado a nuestro camino sin darles cualquier explicación en absoluto; como la mayor parte de personas que conocían a Alice, ellos confiaron en sus instrucciones a pesar de la carencia de la información. Alice no les había dicho nada sobre cual dirección ella y Jasper se dirigían, no había hecho ninguna promesa de verlos alguna vez otra vez en el futuro.
Ni Peter ni Charlotte habían visto alguna vez a un niño inmortal. Aunque ellos supieran la regla, su reacción negativa no fue tan potente como cuando los vampiros Denali habían sido al principio. La curiosidad los había llevado a permitir "la explicación" de Renesmee. Y era esto. Ahora ellos estaban tan comprometidos a atestiguar como la familia de Tania.
Carlisle había enviado a amigos de Irlanda y Egipto.
El clan irlandés llegó primero, y ellos eran sorprendentemente fáciles a convencer. Siobhan- una mujer de una inmensa presencia cuyo cuerpo enorme era tanto hermoso e hipnotizador como se movía en suaves onduladas - era el líder, pero ella y su compañero caradura, Liam, mucho tiempo estuvieron acostumbrados a la confianza en el juicio de su miembro de aquelarre más nuevo. Pequeña Maggie, con sus rizos rojos enérgicos, no era físicamente imponente como los otros dos, pero ella tenía un regalo para saber cuando ella estaba siendo engañada, y sus veredictos nunca fueron impugnados. Maggie declaró que Edward dijo la verdad, y entonces Siobhan y Liam aceptaron nuestra historia absolutamente antes de tocar a Renesmee.
Amun y los otros vampiros egipcios eran otra historia. Incluso después de que dos miembros más jóvenes de su aquelarre, Benjamín y Tia, habían sido convencidos por la explicación de Renesmee, Amun rechazó tocarla y pidió su aquelarre irse.
Benjamín - un vampiro alegre de una manera rara que pareció apenas más viejo que un muchacho y pareció tanto completamente confidente como completamente descuidado en el mismo tiempo - persuadió Amun a quedarse con unas amenazas sutiles sobre la disolución de su alianza. Amun se quedó, pero siguió rechazando tocar Renesmée, y no permitiría que su compañero, Kebi, la toque, tampoco. Pareció una agrupación improbable - aunque los egipcios todos parecieron tan parecidos, con su pelo de medianoche y palidez olivada, que ellos fácilmente podrían haber pasado con una familia biológica. Amun era el miembro mas viejo y el líder abierto. Kebi nunca se alejo más lejos de Amun que su sombra, y nunca oí que ella dijera alguna palabra. Tia, la compañera del benjamín, era una mujer tranquila también, aunque cuando ella realmente dijo algo había gran perspicacia y la gravedad a todo que ella dijo. De todos modos, era Benjamín que pareció que todos ellos hicieron girar alrededor, como si él tenía algún magnetismo invisible del cual los demás dependieron para su equilibrio. Vi a Eleazar contemplar al muchacho con los ojos bien abiertos y supuse que Benjamín tenia un talento para atraer a los demás hacia el.
“No es eso,” Edward me dijo cuando estuvimos solos esa noche. “Su don es tan singular que Amun esta aterrorizado de perderlo. Tanto como hemos planeado guardar a Renesmée del conocimiento de Aro-” - él suspiró - “Amun ha estado guardando a Benjamín de la atención de Aro. Amun creó a Benjamín, sabiendo que él sería especial.”
“¿Qué puede hacer él?”
“Algo que Eleazar nunca visto antes. Algo nunca he oído . Algo contra que hasta su escudo no haría nada.” Dirigió su torcida sonrisa hacia mí. “Él realmente puede influir en los elementos - tierra, viento, agua, y fuego. Manipulación física verdadera, ninguna ilusión de la mente. Benjamín que todavía experimenta con ello, y Amun trata de moldearlo en un arma. Pero tu vez cual independiente es Benjamín. Él no será usado.”
“Te agrada,” asumí por el tono de su voz.
“Él tiene un sentido muy claro de lo correcto e incorrecto. Me gusta su actitud.”
La actitud de Amun era algo más, y él y Kebi la guardaban para ellos, sin embargo Benjamín y Tia fueron buenos a su manera haciendo rápidamente amigos con los Delani y el clan irlandés. Esperábamos que el regreso de Carlisle borrará la tensión restante con Amun.
Emmett y Rose enviaron a individuales - cualquier amigo de nómada de Carlisle que ellos podrían detectar.
Garrett vino primero - un alto, delgado vampiro con ojos de rubíes impacientes y con largo cabello arena atado para atrás con una correa de cuero - y aparentaba inmediatamente que él era un aventurero. Imagine que pudimos habernos presentado con cualquier desafío y él habría aceptado, sólo para probarse a si mismo. Él se cayó a rápidamente con las hermanas Denali, haciendo preguntas interminables sobre su inusual estilo de vida. Me pregunté si el vegetarianismo era otro desafío que el intentaría, sólo para ver si él podría hacerlo.
Mary y Randall también vinieron - amigos ya, aunque ellos no viajaran juntos. Ellos escucharon la historia de Renesmee y se quedaron para atestiguar como los demás. Como los Denalis, ellos consideraron lo que ellos harían si el Volturi no hiciera una pausa para explicaciones. Todos los tres nómadas dieron vueltas a la idea de quedarse con nosotros.
Por supuesto, Jacob se hizo más maleducado con cada nueva adición. Él mantenía su distancia cuando podía, y cuando él no podía se quejaba con Renesmee que alguien iba a tener que proporcionar un índex si alguien esperara que él guardara los nombres de todas los nuevas sanguijuelas.
Carlisle y Esme volvieron una semana después de que se fueron, Emmett y Rosalie sólo unos días más tarde, y todos nosotros nos sentimos mejor cuando ellos estuvieron en casa. Carlisle un amigo mas a casa con el , sin embargo, amigo quizás no sea el termino correcto. Alistar era un vampiro inglés misantrópico que contaba a Carlisle como su conocido más cercano, aunque apenas el difícilmente lo visitara mas de una vez en un siglo. Alistar prefirió muchísimo vagar solo, y Carlisle había llamado en muchos favores para traerlo aquí. Él rechazó toda la compañía, y estaba claro que él no tenía a ningún admirador en los clanees juntados.
El vampiro moreno meditabundo tomó la palabra de Carlisle sobre los orígenes de Renesmee, rechazando, como Amun, tocarla. Edward nos dijo a Carlisle, Esme, y mí que Alistar tenía miedo de estar aquí, pero más con miedo de no saber el resultado. Él profundamente desconfiado de cualquier autoridad , y naturalmente por lo tanto desconfiado de los Volturi. Lo que pasaba ahora pareció confirmar todos sus miedos.
“Por supuesto, ahora ellos sabrán que yo estuve aquí,” oímos que se quejaba a si mismo en el ático - su punto preferido para enfurruñarnos.
“Ningún modo de guardarlo de Aro a este punto. Siglos en la carrera, esto es lo que esto significará. Todo aquel que hablo con Carlisle en la pasada década estará en su lista. No puedo creer que me metiera yo mismo a este lio. Qué modo tan fino de tratar a tus amigos.”
Pero si él tenía razón sobre la necesidad de correr del Volturi, al menos él tenía más esperanza de hacer esto que el resto de nosotros. Alistar era un rastreador, aunque no casi tan preciso y eficiente como Demetri. Alistar sólo sintió un evasivo tirón hacia lo que sea que estuviera buscando. Pero aquel tirón sería bastante para decirle que dirección correr - el sentido contrario de Demetri.
Y luego otro par de amigos inesperados llegó - inesperado, porque ni Carlisle ni Rosalie habían sido capaces de ponerse en contacto con los Amazonas.
“Carlisle,” las más alta de las dos muy altas mujeres le saludó entonces ellos llegaron. Ambos parecieron como si ellos habían sido estirados - largos brazos y piernas, dedos largos, largas trenzas negras, y largas caras con largas narices. No usaban nada que solamente pieles de animales – chaleco escondidos y pantalones apretados a la medida ajustadas a ellas con las ataduras de cuero. No era sólo su excéntrica ropa que hizo que parecen salvajes, era todo sobre ellos, de sus ojos impacientes carmesíes a su repentino, lanzando movimientos. Yo nunca había encontrado a ningún vampiro menos civilizado.
Pero Alice los había enviado, y era noticias interesantes, por no decir algo peor. ¿Por qué estaba Alice en Sudamérica? ¿Sólo porque ella había visto que nadie más sería capaz de ponerse en contacto con los Amazonas?
¡" Zafrina y Sena! ¿Pero dónde está Kachiri?” Carlisle preguntó. “Nunca los he visto a los tres separados.”
“Alice nos dijo que teníamos que separarnos,” contestó Zafrina de la voz áspera, profunda que emparejó su aspecto salvaje.
“Es incómodo estar lejos el uno del otro, pero Alice nos aseguró que nos necesitabas aquí, mientras ella necesitaba muchísimo a Kachiri en otra parte. Esto es todo que ella podía decirnos, salvo que había una gran prisa…?” La declaración de Zafrina se calmó en una pregunta, y - con el temblor de nervios que nunca se marcharon no importa con que frecuencia hice esto - saqué Renesmee para encontrarlos.
A pesar de su aspecto feroz, ellos escucharon muy tranquilamente nuestra historia, y luego permitieron que Renesmee demostrara el punto.
Fueron tomados cada uno por Renesmee como cualquiera de los otros vampiros, pero yo no podía dejar de preocuparme cuando miré sus movimientos rápidos, espasmódicos a lado tan cerca de ella. Senna siempre estaba cerca de Zafrina, nunca hablando, pero no era lo mismo que Amun y Kebi. La manera de Kebi pareció obediente; Senna y Zafrina eran más bien dos miembros de un organismo - Zafrina sólo Resultó ser la boquilla.
Las noticias sobre Alice eran de una manera rara consoladoras. Claramente, ella estaba en alguna misión obscura de por si misma , mientras ella evadía lo que sea que Aro tenia planeado para ella.
Edward fue conmovido para tener a los Amazonas con nosotros, porque Zafrina era enormemente talentosa; su don podría hacer un arma ofensiva muy peligrosa. No que Edward pidiera a Zafrina para estar de nuestro lado en la batalla , pero si los Volturi no hiciera una pausa cuando ellos vieran a nuestros testigos, tal vez ellos podrían pausar por un tipo diferente de escena.
“Es una ilusión muy franca,” Edward explicó cuando resultó que yo no podía ver nada, como de costumbre.
Zafrina estaba intrigada y entretenida con mi inmunidad - algo que ella nunca había encontrado antes - y ella rondó agitadamente mientras Edward describió lo que yo perdía.
Los ojos de Edward se no concentraron ligeramente cuando él siguió. “Ella puede hacer que la mayor parte de personas puedan ver lo que ella quiere que ellos vean - ver que y nada más. Por ejemplo, Ahora mismo parecería que estoy solo en medio de un bosque tropical lluvioso. Está tan claro que yo podría posiblemente creerlo, salvo que todavía puedo sentirte en mis brazos.”
Los labios de Zafrina se movieron nerviosamente en su versión difícil de una sonrisa.
Un segundo más tarde, los ojos de Edward se concentraron otra vez, y él sonrió otra vez.
“Impresionante,” él dijo.
Renesmee estaba fascinada con la conversación, y ella extendió la mano intrépidamente hacia Zafrina.
"¿Puedo ver?” preguntó.
"¿Qué te gustaría usted ver?” Zafrina preguntó.
“Lo que le mostro a Papá.”
Zafrina asentó con la cabeza, y miré ansiosamente cuando los ojos de Renesmee miraron fijamente sin expresión en el espacio. Un segundo más tarde, la sonrisa deslumbrante de Renesmee iluminó su cara.
“Más,” ella mandó.
Después de esto, era difícil mantener a Renesmee lejos de Zafrina y sus cuadros bonitos. Me preocupé, porque yo estaba completamente seguro que Zafrina era capaz de crear imágenes que no eran bonitas en absoluto. Pero por los pensamientos de Renesmee yo podría ver las visiones de Zafrina por mi misma - ellos estaban tan claros como cualquiera de las propias memorias de Renesmee, como si fueran verdaderos - y así juzgando por mí misma si eran apropiados o no.
Aunque yo no la dejara fácilmente, tuve que confesar que era una cosa buena que Zafrina mantuviera a Renesmee entretenida. Necesité mis manos. Tenía tanto aprender, tanto físicamente como mentalmente, y el tiempo era corto.
Mi primera intento en el aprendizaje a luchar no fue muy buena.
Edward me dejaba inmovilizada en unos dos segundos. Pero inmediatamente dejándome luchar a mi manejar libre - que yo absolutamente podría tener - él se elevo de un salto y se alejo de mí. Yo sabía inmediatamente que algo estaba mal; él todavía era como la piedra, que mira fijamente a través del prado en el cual practicábamos.
“Lo siento, Bella” dijo él.
“No, Estoy bien,” dije. “Vamos otra vez.”
“No puedo.”
“¿Qué quieres decir con que no puedes? Solo estamos empezando.”
Él no contestó.
“Mira, se que no soy nada buena en todo esto, pero no puedo mejorar si tu no me ayudas.”
Él no dijo nada. Juguetonamente, salte hacia el. Él no hizo ninguna defensa en absoluto, y ambos caímos a la tierra. Él estaba inmóvil cuando presioné mis labios a su yugular.
“Gané,” anuncié.
Sus ojos se estrecharon, pero él no dijo nada.
"¿Edward? ¿Qué está mal? ¿Por qué no me enseñarás?”
Un minuto lleno pasó antes de que él hablara otra vez.
“Yo sólo no puedo…soportarlo. Emmett y Rosalie saben tanto como yo. Tanya y Eleazar probablemente saben más. Pregúntale a alguien más.”
"¡No es justo! Tu eres bueno en esto. Tu ayudaste a Jasper antes - tu luchaste con él y todo contra los demás, también. ¿Por qué no yo? ¿Qué hice mal?”
Él suspiró, exasperado. Sus ojos eran oscuros, apenas un oro para iluminar al negro.
“Mirándote de esa manera, analizándole como un objetivo. Viendo todas las maneras que puedo matarle…” Él se estremeció. “Esto sólo lo hace demasiado verdadero para mí. No tenemos tanto tiempo que realmente allá una diferencia a quién sea tu profesor. Cualquiera puede enseñarte lo fundamental.”
Fruncí el ceño.
Él tocó mi labio inferior que estaba fruncido y sonrió. “Además, es innecesario. Los Volturi se detendrán. Ellos serán hechos entender.”
“¡Pero si ellos no!.. tengo que aprender esto.”
“Encuentra a otro profesor.”
Esa no era nuestra última conversación en el tema, pero nunca influí en él ni una pulgada de su decisión.
Emmett era más que complaciente a ayudar, aunque su enseñanza se sintiera hacia mí mucho como venganza de todos los partidos de vencidas perdidos. Si yo todavía pudiera moretearme, yo podría estar morada de la cabeza a los pies. Rose, Tanya, y Eleazar todos eran pacientes y soportantes. Sus lecciones me recordaron de las instrucciones de enfrentamientos de Jasper a los demás en el junio pasado, aunque aquellas memorias fueran confusas e indistintas. Algunos de los visitantes encontraron mi educación entretenida, y un algunos ofrecieron poco de ayuda. El nómada Garrett tomó unas direcciones - él era un profesor sorprendentemente bueno; él interactuaba tan fácilmente con otros en general que me pregunté como él nunca había encontrado un clan. Hasta luché una vez con Zafrina mientras Renesmee miraba de los brazos de Jacob. Aprendí varios trucos, pero que nunca pedí su ayuda otra vez. En verdad, pensé que me agradaba mucho Zafrina y yo sabía que ella realmente no me haría daño, la mujer salvaje me asustó terriblemente.
Aprendí muchas cosas de mis profesores, pero yo tenía la sensación de que mi conocimiento todavía era imposiblemente básico. No tenia ni idea cuantos segundos duraría contra Alec y Jane. Sólo recé que fuera el suficiente tiempo para ayudar.
Cada minuto del día que yo no estaba con Renesmee o aprendiendo a luchar, yo estaba en el patio de atrás trabajando con Kate, tratando de empujar mi escudo interno fuera de mi propio cerebro para proteger a alguien más. Edward me animó en este entrenamiento. Yo sabía que él esperaba que encontrara un modo de contribuir que me satisficiera mientras también me tuviera apartada de la línea de fuego.
Era tan difícil. No había nada no para sostener, nada sólido con que trabajar. Yo tenía mi furioso deseo de ser útil, de ser capaz de conservar a Edward, Renesmee, y tanta de mi familia conmigo lo mas a salvo posible. Repetidas veces traté de forzar el escudo nebuloso fuera de mí, con el éxito sólo débil, esporádico. Se sentía como si estuviera luchando con una banda de goma invisible – una banda que cambiaría de la tangibilidad concreta en el humo insustancial en cualquier momento arbitrario.
Sólo Edward quiso ser nuestro chivo expiatorio - para recibir choque tras choque de Kate mientras yo luchaba incompetentemente cuerpo a cuerpo con los interiores de mi cabeza. Trabajamos durante horas a la vez, y me sentí como si yo debería ser cubierta en el sudor del esfuerzo, pero por supuesto mi cuerpo perfecto no me traiciono de esa manera. Mi cansancio era todo mental.
Me mató que era Edward era quien tenia que sufrir, mis armas se abrigaron inútilmente alrededor de él mientras él se estremecia repetidas veces del ajuste "Bajo" de Kate. Intenté con toda la fuerza que yo podía para empujar mi escudo alrededor de nosotros ambos; de vez en cuando lo conseguiría y luego esto se escabulliría otra vez.
Odié esta práctica, y deseé que Zafrina ayudara en vez de Kate. Entonces todo lo que Edward tendría que hacer era mirar a las ilusiones de Zafrina hasta que yo pudiera hacerlo parar de verlas. Pero Kate insistió que yo necesitaba la mejor motivación -por la cual ella quiso decir de mi odio de al mirar el dolor de Edward. Yo comenzaba a dudar de su afirmación a partir del primer día que nos conocimos - que ella no era sádica sobre el uso de su don. Parecía que lo disfrutaba, para mí.
“Oye,” Edward dijo alegremente, tratando de esconder cualquier prueba de la angustia de su voz. Nada para impedirme luchar contra práctica. “Ese apenas picó. Buen Trabajo, Bella.”
Respiré hondo, tratando de agarrar exactamente lo que yo había hecho bien. Probé la goma elástica, esforzándome por obligarlo a permanecer sólido cuando lo estiraba lejos de mí.
“Otra vez, Kate,” gruñí por mis dientes apretados.
Kate apretó su mano en el hombro de Edward.
Suspiró con alivio “Nada esta vez.”
Ella levantó una ceja. “No era bajo, tampoco.”
“Bien,” resollé.
“Prepárese,” ella me dijo, y tendió la mano a Edward otra vez.
Esta vez él se estremeció, y un aliento bajo silbó entre sus dientes.
“ ¡Lo Siento! ¡Lo Siento! ¡Lo Siento!” Grité, mordiendo mi labio. ¿Por qué podía hacer esto bien?
“Estas haciendo un trabajo asombroso, Bella,” dijo Edward, abrazándome fuerte contra él. “ Tu solamente has estado trabajando en esto uno días y ahora ya puedes proyectar tu habilidad esporádicamente. Kate, dile que tan bien lo esta haciendo”
Kate apretó sus labios. “No lo sé, ella obviamente ha conseguido una capacidad enorme, y sólo comenzamos a tocarla. Ella puede hacerlo mejor, estoy segura. Ella carece sólo de motivacion.”
La contemplé en la incredulidad, mis labios que automáticamente se fueron atrás de mis dientes. ¿Cómo podría ella pensar que carecí de motivación con ella electrocutando a Edward aquí mismo delante de mí?
Oí murmullos de la audiencia que había crecido constantemente como practicaba - sólo Eleazar, Carmen, y Tanya al principio, pero entonces Garrett se había agregado, después Benjamín y Tia, Siobhan y Maggie, y ahora hasta Alistar miraba detenidamente abajo de una ventana en la tercera historia. Los espectadores estuvieron de acuerdo con Edward; ellos pensaron que ya lo estaba haciendo bien.
“Kate…,” dijo Edward en voz de advertencia como un poco de nuevo curso de la acción ocurrió a ella, pero ella estaba en movimiento. Ella se lanzó a lo largo de la curva del río a donde Zafrina, Sena, y Renesmee caminaban despacio, la mano de Renesmee en Zafrina mientras cambiaban imágenes y así sucesivamente. Jacob sombreado ellos de unos pies detrás.
" Nessie,” Kate dijo - los recién llegados han recogido rápidamente el apodo irritante, “¿Te gustaría venir a ayudar a tu madre?”
“No,” medio gruñí.
Edward me abrazó de modo tranquilizador. Me le quité mientras Renesmee revoloteó a través de la yarda a mí, con Kate, Zafrina, y Sena justo detrás de ella.
“Absolutamente no, Kate,” grité.
Renesmee me buscaba, y automáticamente abrí mis brazos. Ella se acurruco en mí, presionando a su cabeza en el hueco bajo mi hombro.
“Pero mamá, quiero ayudar,” dijo ella de una voz decidida. Su mano descansada contra mi cuello, reforzando su deseo con imágenes de las dos juntas como, un equipo.
“No,” dije, rápidamente retrocediendo. Kate había tomado un paso deliberado en mi dirección, su mano estirada hacia nosotros.
“Aléjese de nosotros, Kate,” le advertí.
“No,” ella comenzó a andar con paso majestuoso. Ella sonrió como un cazador que arrincona su presa.
Cambié Renesmee de modo que ella se agarrará a mi espalda, todavía retrocediendo en un paso que emparejó a Kate. Ahora mis manos eran libres, y si Kate quisiera matener sus manos atadas a sus muñecas, debería guardar su distancia.
Kate probablemente no entendió, no sabiendo la pasión de una madre para su niño. Ella no debió haber pasado el solo lejos al muy lejos, ella debió irse ya .
Yo estaba tan furiosa que mi visión tomó un tinte rojizo extraño, y mi lengua sabia como el metal ardiente. La fuerza yo por lo general trabajaba para quedarme calmada, fluyó por mis músculos, y sabía que podría aplastarla en escombros de diamante y si ella me empujara a ello.
La rabia trajo cada aspecto del que estoy en un fino enfocado. Yo podría incluso sentir que la elasticidad de mi escudo más exactamente ahora – se sentía que no fuera un liga si no como una capa, una película delgada que me cubrió de la cabeza al los pies. Con el enojo en mi cuerpo, yo tenía un mejor sentido de ello, un ajustado control en el. Lo estiré alrededor de mi , fuera de mí, envolviendo Renesmee completamente dentro de ello, por si acaso Kate pasara mi guardia.
Kate tomó otro paso deliberado adelante, y un gruñido vicioso rasgó mi garganta y por mis dientes apretados.
“Ten cuidado, Kate,” advirtió Edward.
Kate tomó otro paso, y luego hizo un error que hasta alguien tan inexperto como yo podría reconocer. Sólo un salto cortó lejos de mí, ella miró, concentrando su atención de mí a Edward.
Renesmee era seguro en mi espalda; yo podría para saltar.
"¿Puedes oír algo de Nessie?” Kate le preguntó a él, su voz fácil y calmada.
Edward entró como una flecha el espacio entre nosotros, bloqueando mi línea a Kate.
“No, nada en absoluto,” contestó él. “Ahora dale a Bella algo de espacio para calmarse, Kate. No debiste acosarla así.. Sé que ella no parece de su edad, pero ella solo tiene unos meses.”
“No tenemos el tiempo para hacer esto gentilmente, Edward. Vamos a tener que presionarla. Sólo tenemos unas semanas, y ella tiene el potencial a -“
“Aléjate por un minuto. Kate.”
Kate frunció el ceño, pero tomó la advertencia de Edward más seriamente que ella había tomado la mia.
La mano de Renesmee estaba en mi cuello; ella recordaba el ataque de Kate, mostrándome que no supuso ningún daño, que Papá estaba en él.
Esto no me pacificó. El espectro de luz que vi todavía parecía corrompido por carmesí. Pero yo estaba con mejor control de mí, y yo podría ver la sabiduría de las palabras de Kate. El enojo me ayudó. Yo aprendería más rápido bajo presión.
Eso no significó que me gustó esto.
“Kate,” refunfuñé. Descansé mi mano en la pequeña de la espalda de Edward. Yo todavía podría se sentir mi escudo como una hoja fuerte, flexible alrededor de Renesmee y mí. Lo empujé más lejos, forzándolo alrededor de Edward. No había ninguna señal de un defecto en la tela elástica, ninguna amenaza de un rasgón. Jadeé con el esfuerzo, y mis palabras salieron pareciendo sin aliento, más bien que furiosas. "Otra vez", dije a Kate. “Edward solamente.”
Ella hizo rodar sus ojos, pero revoloteó adelante y presionó su palma al hombro de Edward.
“Nada,” Edward dijo. Oí la sonrisa de su voz.
"¿Y ahora?” Kate preguntó.
“Todavía nada.”
"¿Y ahora?” esta vez, había sonido de la tensión de su voz.
“Nada en absoluto.”
Kate gruñó y retrocedió.
" ¿Puedes ver esto?” Zafrina preguntó con su profunda, salvaje voz, mirando fijamente a los tres. Su inglés fue extrañamente acentuado, sus palabras que se detienen en sitios inesperados.
“No veo nada que yo no debería,” dijo Edward.
" ¿Y tu Renesmee?” Zafrina preguntó.
Renesmee se rió de Zafrina y sacudió su cabeza
Mi furia había bajado casi completamente, y apreté mis dientes juntos, jadeando más rápido cuando lo elimine contra el escudo elástico; sentí se hubiera puesto pesado mientras lo sostuvo. Lo jale de vuelta, arrastrándolo a mi interior.
“No infundan el pánico,” Zafrina advirtió el pequeño grupo que me miraba. “Quiero ver a que distancia ella puede extenderlo.”
Había un grito ahogado sobresaltado de cada uno allí - Eleazar, Carmen, Tanya, Garrett, Benjamín, Tia, Siobhan, Maggie - cada uno pero Sena, quién pareció preparado para lo que sea que Zafrina hacía. Los ojos de los otros eran en blanco, sus expresiones preocupadas.
“Levanten su mano cuando recuperen su vista,” instruyó Zafrina. “Ahora, Bella. Ver cuántos puedes proteger.”
Mi aliento salió en un ataque de rabia. Kate era la persona más cercana a mí además de Edward y Renesmee, pero hasta ella estaba a diez pies de distancia aproximadamente. Apreté mi mandíbula y empujé, tratando de levantar la resistencia, resistente salvaguardia más lejos de mí. Pulgada por pulgada lo conduje hacia Kate, luchando contra la reacción que regresaba con cada fracción que gané. Sólo miré la expresión deseosa de Kate mientras trabajaba, y gemí silenciosamente con el alivio cuando sus ojos parpadearon y se concentraron. Ella levantó su mano.
"¡Fascinante!” Edward murmuró en su aliento. “Es como un cristal unidireccional. Puedo leer todo que ellos piensan, pero ellos no pueden alcanzarme detrás de ello. Y puedo oír Renesmee, aunque yo no pudiera cuando yo era por fuera. Apostaré que Kate podría electrocutarme ahora, porque ella es debajo del paraguas. Todavía no puedo oírte. Hmm. ¿Cómo trabaja esto? Me pregunto si…..”
Él siguió murmurando para él, pero yo no podía escuchar las palabras. Rechine mis dientes juntos, tratando de forzar al escudo hacia Garrett, quién era el más cercano a Kate. Su mano subió.
“Muy bien,” Zafrina felicitandome. “Ahora -“
Pero ella había hablado pronto; con un agudo grito ahogado sentí mi retroceso del escudo como una goma estirada demasiado lejos, recuperación en su forma original. Renesmee, experimentando por primera vez la ceguera que Zafrina había hecho aparecer para los demás, había temblado contra mi espalda. Con cansancio, peleo de nuevo contra el tirón elástico, obligando el escudo a incluirla otra vez.
"¿Puedo tener un minuto?” Jadeé. Desde que me había convertido en un vampiro, no había sentido la necesidad de descansar hasta una vez antes de este momento. Era un poco desconcertante sentirme tan agotada y aun tan fuerte al mismo tiempo.
“Por supuesto,” Zafrina dijo, y los espectadores se relajaron mientras ella les dejó ver otra vez.
“Kate,” Garrett llamaron cuando los demás murmuraron y fueron lejos a la deriva ligeramente , trastornados por el momento de ceguera; los vampiros no estaban acostumbrados a la percepción de ser vulnerable. El Garrett alto, rubio rojizo era el único inmortal no dotado que pareció atraído a mis sesiones de práctica. Me pregunté lo que atractivo era para el aventurero.
“Yo no lo haria Garrett,” advirtió Edward.
Garrett siguió hacia Kate a pesar de la advertencia, sus labios apretados en la especulación. “Ellos dicen que puedes poner a vampiro sobre su espalda en el suelo.”
“Sí,” ella estuvo de acuerdo. Entonces, con una sonrisa astuta, ella meneó sus dedos festivamente en él. ¿" Curioso?”
Garrett se encogió de hombros. “Esto es algo que nunca he visto. Parece que podría ser una exageración.”
“Tal vez,” Kate dijo, su cara de repente seria. “Tal vez esto sólo influye en el débil o los jóvenes. No estoy segura. Tu pareces fuerte, sin embargo. Quizás puedas resistir mi don.” Ella estiró su mano a él, palmando - una invitación clara.
Sus labios se movieron nerviosamente, y yo estaba bastante segura que su expresión grave era para engañarlo.
Garrett sonrió abiertamente en el desafío. Muy con seguro, él tocó su palma con su índice.
Y luego, con un fuerte grito ahogado, sus rodillas se torcieron y él cayó hacia atrás. Su cabeza golpeó una pieza de granito con un crujido agudo. Era espantoso para mirar. Mis instintos retrocedieron contra la vista que un inmortal incapacitó aquel camino; estaba profundamente incorrecto.
“Te dije,” Edward refunfuñó. Los párpados de Garrett temblaron durante unos segundos, y luego sus ojos se abrieron ampliamente. Él miró hacia la sonrisa de satisfacción de Kate, y una sonrisa perpleja encendió su cara.
“Wow,” él dijo,
" ¿Disfrutaste esto?” ella preguntó escépticamente.
" ¡No estoy loco,!” se rió él, agitando su cabeza levantándose lentamente sobre sus rodillas , “pero eso fue seguro algo!”
“Eso es lo que oi”
Edward hizo rodar sus ojos.
Y luego había un escándalo bajo de la yarda delantera. Oí Carlisle hablando sobre un murmullo de voces sorprendidas.
“Alice, ¿Los envió?’” él preguntó a alguien, su voz insegura, ligeramente enojada.
¿Otro invitado inesperado?
Edward entró como una flecha la casa y la mayor parte de los demás lo imitaron. Los seguí mas lentamente, Renesmee seguía colgada en mi espalda, le daría a Carlisle un momento. Dejarle calentar al nuevo invitado, preparar él o ella o ellos para la idea que estaba por llegar.
Jalé a Renesmee hacia mis brazos mientras caminaba con cautela alrededor de la casa para entrar por la puerta de cocina, escuchando lo que yo no podía ver.
“Nadie nos envió,” susurró una voz profunda contestando a la pregunta de Carlisle. Me recordaron inmediatamente de las voces antiguas de Aro y Caius, y me paralice justamente dentro de la cocina.
Yo sabía que el cuarto delantero estaba atestado - casi todos habia entrado para ver a los más nuevos invitados- pero había apenas cualquier ruido. Un aliento superficial era todo.
La voz de Carlisle tenía cuidado cuando él respondió. "¿Entonces qué te trae aquí ahora?”
“Viajes de palabra,” una voz diferente contestó, tan plumoso como el primer. “Oímos indirectas que Volturi se movían contra ustedes. Había rumores que no estaría solo. Obviamente los rumores eran ciertos.Esto es una reunión impresionante.”
“No estamos desafiando el Volturi,” Carlisle contestó en un tono tenso. “Hubo un malentendido es todo. Un malentendido muy serio, desde luego, pero un esperamos aclararlo. Lo que ves son testigos. Sólo necesitamos que los Volturi escuchen, no hicimos -“
“No nos importa lo que digan que hicieron,” la primera voz interrumpió. “Y no nos importa si rompiste la ley.”
“No importa que tan atroz,” el segundo insertó.
“Hemos estado esperando un milenio y medio que la escoria Italiana fuera desafiada,” dijo el primero. “Si hay posibilidad ellos cayeran, nosotros estaremos aquí para verlo ”
“O hasta ayudar a derrotarlos,” el segundo añadido. Ellos hablaron en un suave tándem , sus voces tan similares que los oídos menos sensibles supondrían que sólo hubiera un hablador. “Si pensamos que tienes una posibilidad de éxito.”
"¿Bella?” Edward llamándome una fuerte voz. “Trae a Renesmee aquí, por favor. Tal vez deberíamos probar las afirmaciones de nuestros invitados rumanos.”
Esto ayudó a saber que probablemente la mitad de los vampiros en el otro cuarto vendrían a la defensa de Renesmee si estos rumanos estuvieran disgustados por ella. No me gustó el sonido de sus voces, o la amenaza oscura en sus palabras. Mientras caminaba hacia el cuarto, yo podría ver que no estaba sola en aquella evaluación. La mayor parte de los vampiros inmóviles fulminados con la mirada con ojos hostiles, y pocos – Carmen, Tanya, Zafrina, y Sena - se colocaron de nuevo de manera sutil en posturas defensivas entre los recién llegados y Renesmee.
Los vampiros en la puerta eran tanto leves como cortos, un moreno y otro con el pelo tan el rubio ceniciento que se veía gris palido. Ellos tenían la misma mirada polvorienta en piel como el Volturi, aunque pensé que no eran tan pronunciada. No podía estar segura de esto, cuando yo nunca había visto a lps Volturi excepto con mis ojos humanos; yo no podía hacer una comparación perfecta. Sus ojos agudos, estrechos eran Borgoña oscura, sin la película lechosa. Ellos usaban una ropa negra muy simple que podría pasar como moderno, pero a entender diseños más viejos .
El oscuro sonrió abiertamente cuando aparecí.”Bueno, bueno, Carlisle, ¿Has estado de travieso, verdad?”
“Ella no es lo que piensan, Stefan.”
“Y no nos importa tampoco,” respondió el rubio.
“Como dijimos antes.”
“Entonces es bienvenido a observar, Vladimir, pero definitivamente no es nuestro plan desafiar a los Volturi, como dijimos antes.”
“Entonces solo cruzaremos nuestros dedos,” Stefan comenzó.
“Y esperemos ser afortunados,” terminó Vladimir.
Al final, habíamos juntado diecisiete testigos - Los irlandeses, Siobhan, Liam, y Maggie; los egipcios, Amun, Kebi, benjamín, y Tia; las amazonas, Zafrina y Sena; los rumanos, Vladimir y Stefan; y los nómadas, Charlotte y Peter, Garrett, Alistair, Mary, y Randall -para complementar nuestra familia de once. Tanya, Kate, Eleazar, y Carmen insistieron ser contados como la parte de nuestra familia.
Aparte de los Volturi, era probablemente la reunión amistosa más grande de vampiros maduros en la historia inmortal.
Comenzábamos a estar un poquito esperanzados. Incluso yo no podía ayudarle. Renesmee había persuadido tanto en un tan poco tiempo. Los Volturi sólo tenían que escuchar durante sólo un segundo el más diminuto......
Los dos últimos rumanos que sobreviven - enfocado sólo en su resentimiento amargo de estos quién había derrocado su Imperio quinientos años antes - tomaron todo con calma. Ellos no tocarían Renesmee, pero ellos no mostraron ninguna adveración hacia ella. Ellos parecieron misteriosamente encantados por nuestra alianza con los hombres lobos. Ellos me miraron practicar mi escudo con Zafrina y Kate, mirando a Edward contestar a preguntas no habladas, mirando a Benjamín sacar geiseres del agua del rio o hacer las ráfagas de viento con solo su mente, y sus ojos brillaron con la intensa esperanza que los Volturi conocerían finalmente a su competencia.
No esperamos las mismas cosas, pero esperamos.
33.- FALSIFICACIÓN.
“Charlie, todavía tenemos esa estrictamente necesitas-saber situación. Sé que ha pasado más de una semana sin que veas a Renesmee, pero una visita no es la mejor idea en estos momentos. Qué te parece si mejor llevo a Renesmee a verte?”
Charlie se quedó callado por tanto tiempo que me pregunté si se había dado cuenta de mi preocupación a pesar de mis esfuerzos por esconderla.
Pero entonces murmuró, “necesitas-saber, ugh” y me dí cuenta que era únicamente su preocupación por lo sobrenatural que lo hacía responder así.
“Bien, hija” dijo Charlie “Podrías traerla esta mañana? Sue me traerá de comer. Está tan horrorizada por mi forma de cocinar como tú cuando veniste por primera vez.”
Charlie se rió y suspiró por los viejos días.
“La mañana será perfecta”. Mientras más rápido mejor. Ya había pospuesto esto por mucho tiempo.
“Vendrá Jake con ustedes?”
Aunque Charlie no sabía nada de la “impresión” de lobos, nadie podía negar que había una relación especial entre Jacob y Renesmee.
“Probablemente”. No habría forma que Jacob se perdiera voluntariamente un día con Renesmee sin la presencia de vampiros.
“Tal vez invite a Billy” dijo Charlie. “Pero… hmm. Mejor otro día”
Apenas le puse atención a Charlie – lo suficiente para darme cuenta de lo extraño que sonaban sus palabras cuando se refirió a Billy, pero no lo suficiente para preocuparme de lo que se trataba. Charlie y Billy eran personas adultas; si había algún problema entre ellos, podrían resolverlo por ellos mismos. Yo tenía cosas más importantes sobre las cuales obsesionarme.
“Te veo en un rato”, le dije, y colgué.
Este viaje tenía una razón más que la de cuidar a mi padre de veintisiete vampiros – los cuales había jurado no matar a nadie en un radio de 200 kilómetros, pero aún… Obviamente, ningún humano debía acercarse a este grupo. Esa era la excusa que le había dado a Edward: Llevaría a Renesmee con Charlie para que él no se apareciera por acá. Era una buena razón para dejar la casa, pero no la real.
“Por qué no puedes llevarte tu Ferrari?” Se quejó Jacob cuando me alcanzó en el garaje. Yo ya había acomodado a Renesmee conmigo en el Volvo.
Edward se había tardado en revelar mi carro para “después”, y como sospechaba, no había sido capaz de demostrar el entusiasmo apropiado. Sí, lo sé, es bonito y rápido, pero me gustaba más correr.
“Demasiado llamativo” contesté. “Podríamos ir a pie, pero eso asustaría a Charlie”
Jacob parecía a punto de hacer un berrinche cuando se subió al carro. Renesmee se movió de mis piernas a las de él.
“Cómo estás?” Le pregunté mientras salíamos.
“Cómo crees?” contestó Jacob amargamente. “Estoy harto de todos estos chupasangre” Vió mi expresión y continuó antes de que yo pudiera decir algo. “Sí, lo sé, lo sé. Son chicos buenos, están aquí para ayudar, nos van a salvar el pellejo, etcétera, etcétera. Dí lo que quieras, pero sigo pensando que Drácula 1 y Drácula 2 son horro-increibles”
Tuve que esforzarme por no sonreir. Los rumanos tampoco eran mis invitados favoritos. “No te voy a contradecir en eso”
Renesmee negó con la cabeza, pero no dijo nada; a diferencia del resto de nosotros, ella encontraba fascinantes a los rumanos. Incluso había hecho el esfuerzo por hablar en voz alta ya que ellos se negaban a dejarse tocar. Una de sus preguntas hizo referencia al inusual color de su piel y, aunque creí que ellos se ofenderían, me alegré que lo hubiera preguntado porque yo también tenía curiosidad.
No se habían molestado por el interés de Renesmee. Pero evadieron un poco la pregunta.
“Nos sentamos durante tanto tiempo” Vladimir había contestado, a un lado de Stefan que asentía pero no continuó hablando por Vladimir aunque era lo que comúnmente hacía. “Contemplando nuestra propia divinidad. Era un signo de nuestro poder el hecho de que todo nos llegaba a las manos. Sacerdotes, diplomáticos, todos buscando nuestros favores. Nos sentamos en nuestros tronos y nos considerábamos dioses. No nos dimos cuenta por mucho tiempo que estábamos cambiando – casi petrificándonos. Supongo que los Volturi nos hicieron un favor cuando quemaron nuestros castillos. Stefan y yo, al menos, dejamos de petrificar. Ahora los ojos de los Volturi tienen una capa de suciedad, pero los nuestros están brillantes. Supongo que será para nuestra ventaja cuando se los arranquemos de su lugar”.
Traté de mantener a Renesmee lejos de ellos después de eso.
“Cuánto tiempo estaremos con Charlie?” preguntó Jacob, interrumpiendo mis pensamientos. Estaba visiblemente relajado mientras nos alejábamos de la casa y todos los ocupantes de ella. Me hacía feliz que no contara como vampiro ante sus ojos. Seguía siendo Bella.
“Un buen rato, de hecho”
El tono de mi voz llamó su atención.
“Hay algo más que hacer aparte de ir a visitar a tu papá?”
“Jake, te acuerdas de lo “bueno” que eres para controlar tus pensamientos alrededor de Edward?”
Levantó una ceja. “Si?”
Sólo asentí, mirando hacia Renesmee. Ella veía por la ventana, y no podía saber que tan interesada estaba en nuestra conversación, pero decidí no arriesgarme más.
Mientras manejaba en silencio, entrecerré los ojos que tenían esos molestosos contactos para poder ver a través de la fría lluvia; no estaba lo suficientemente frío para nevar. Mis ojos no se veían tan rojos como al principio – definitivamente se acercaban más a un naranja rojizo que a un rojo sangre. Pronto serían color ámbar y podría quitarme los lentes de contacto. Tenía la esperanza que Charlie no se molestara por eso.
Jacob seguía analizando nuestra entrecortada conversación cuando llegamos a la casa de Charlie. No hablamos mientras caminábamos bajo la lluvia. Mi papá nos esperaba; tenía la puerta abierta antes de que pudiéramos tocar.
“Hey, muchachos! Parece que han pasado años! Mírate, Nessie! Ven con el abuelo! Podría jurar que has crecido 10 centímetros. Además te ves más delgada, Ness.” Me volteó a ver. “La están alimentando como debe ser?”
“Está así porque está creciendo”, le dije. “Hey, Sue”. La saludé de lejos. Olor a pollo, tomate, ajo y queso salía de la cocina; probablemente olería bien para cualquiera. Yo sólo sentía olor a pino fresco y polvo guardado.
Renesmee lucía sus hoyuelos. Nunca hablaba frente a Charlie.
“Bueno, no querrán estar todo el día en el frío. Dónde está mi yerno?”
“Entreteniendo a sus amigos” contestó Jacob con risa burlona. “Estás de suerte Charlie, por estar lejos de ese lugar. Es todo lo que diré”
Golpeé a Jacob ligeramente en el riñón, mientras Charlie parecía desconcertado.
“Ow!” se quejó Jacob; bueno, pensé que lo había golpeado ligeramente.
“De hecho, Charlie, tengo cosas que hacer”
Jacob volteó a verme pero no dijo nada.
“Haciendo compras de navidad, Bells? Quedan pocos días”
“Sí, compras de navidad, justo eso” dije patéticamente. Eso explicaba el olor a polvo guardado. Charlie debió haber sacado la decoración.
“No te preocupes, Nessie” susurró en su oído. “Tengo todo listo por si mamá no te tiene nada preparado”
Aunque puse cara de fastidio, la verdad, me había olvidado que se acercaba la navidad.
“La comida está servida” llamó Sue desde la cocina. “Vamos, muchachos”
“Te veo después, Papá”. Dije e intercambié una rápida mirada con Jacob. Aún cuando no pudiera evitar pensar en esto, estando al lado de Edward, al menos no había muchas cosas que compartir. Jacob no tenía idea de lo que iba a hacer.
Por supuesto, pensé para mí misma en el carro, tampoco yo tenía idea.
El camino estaba oscuro y resbaloso, pero manejar ya no me intimidaba. Mis reflejos estaban en su máximo y apenas tenía que poner atención en el camino. El problema era mantener una velocidad adecuada para no llamar la atención cuando tenía compañía. Quería estar sola en esta misión, ver de qué se trataba todo esto y regresar a casa a seguir aprendiendo. Aprendiendo a proteger a unos, y a matar a otros.
Estaba mejorando con eso de mi escudo. Kate no sentía la necesidad de motivarme – no era difícil encontrar razones para estar molesta, ahora que ya sabía que esa era la clave – por lo tanto casi siempre trabajaba con Zafrina. Ella estaba complacida con mi progreso; ya era capaz de cubrir un rango de 1 metro por más de un minuto, aún cuando me cansaba demasiado. Esta mañana había tratado de ver si era posible desconectar el escudo de mi mente. No veía cual podía ser el uso, pero Zafrina pensó que sería buena ayuda para hacerme más fuerte, como cuando ejercitas los músculos del estómago y la espalda en lugar de sólo los brazos. Eventualmente, puedes levantar más peso cuando todos tus músculos son más fuertes.
No era muy buena para eso. Sólo había podido, por un segundo, ver que me mostraba un río inmerso en un bosque.
Pero había diferentes formas de prepararme para lo que venía, y con sólo dos semanas, me preocupé de haber hecho a un lado lo más importante. Hoy corregiría el camino.
Me había memorizado los mapas adecuados, y no tenía problema en encontrar la forma de llegar a la dirección que no aparecía en línea, la que pertenecía a J. Jenks. Mi siguiente paso sería buscar a Jason Jenks en la otra dirección, la que Alice no me había dado.
Decir que era no era un barrio agradable podría subestimarse. El carro de los Cullen que menos llamaba la atención, parecía extravagante para esta calle. Mi vieja camioneta hubiera sido adecuada. Durante mis años de humana, hubiera cerrado las puertas con seguro y hubiera salido disparada de ese lugar. Pero ahora, me sentía ligeramente fascinada. Traté de imaginarme a Alice en este lugar, por cualquier razón, y fallé.
Los edificios – todos de 3 torres, todos estrechos y ligeramente chuecos, como si fueran empujados un poco por la lluvia – eran viejas casas divididas en múltiples departamentos. Era difícil saber qué color debían tener. Todas estaban decoloradas y se acercaban a los diferentes tonos de gris. Unos cuantos edificios tenían negocios en el primer piso: un sucio bar con las ventanas pintadas de negro, un negocio de psíquicos con manos de neón y cartas de tarot brillando en la puerta, un lugar para tatuajes, y una guardería con cinta de ducto para sostener la ventana rota. No había lámparas dentro de ninguno de esos lugares, aún cuando estaba lo suficientemente oscuro para que cualquier humano necesitara luz. Pude escuchar el murmuro de voces a la distancia; sonaban como la TV.
Había unas personas cerca, dos cambiándose de acera en direcciones opuestas y otro sentado en la entrada de una oficina de abogados de poca monta, leyendo un periódico mojado y silbando. El sonido era demasiado alegre para el ambiente.
Estaba tan inmersa en el sonido descuidado de ese silbido que no me dí cuenta que la dirección que estaba buscando era justamente de ese edificio. No había números marcados en el edificio, pero el negocio de tatuajes de al lado tenía dos números menos.
Me estacioné enfrente y vacilé por un segundo. Iba a entrar en ese lugar de una u otra forma, pero cómo hacerlo sin que la persona que silbaba se diera cuenta? Podía estacionarme en la otra calle y entrar por atrás… Pero podía haber más personas en ese lado. Tal vez por el tejado? Estaría lo suficientemente oscuro para hacer eso?
“Hey, señorita”, me llamó la persona que silbaba.
Bajé la ventana del copiloto haciendo como que no lo escuchaba.
El hombre puso el periódico a un lado, y la ropa que llevaba me sorprendió. Debajo de la gabardina descuidada, estaba muy bien vestido. No había viento que pudiera acercarme su esencia, pero el brillo de su camisa roja oscura aparentaba seda. Su cabello ondulado estaba despeinado, pero su piel oscura era suave y perfecta, sus dientes blancos y derechos. Una contradicción.
“Tal vez no debería estacionarse aquí, señorita” me dijo “Podría ser que no encuentre su carro cuando regrese”
“Gracias por la advertencia”, contesté.
Apagué el motor y salí del carro. Tal vez mi silbante amigo podría ayudarme a encontrar las respuestas que necesitaba más rápidamente, en lugar de asaltar ese lugar. Abrí mi enorme paraguas gris – no me importaba, realmente, el hecho de proteger el suéter de casimir. Pero era una cosa que cualquier humano haría.
El hombre se impactó al ver mi cara a través de la lluvia, y sus ojos se engrandecieron. Tragó saliva y escuché su corazón acelerarse mientras me aproximaba.
“Estoy buscando a alguien”, comencé.
“Yo soy alguien”, me ofreció con una sonrisa. “Qué puedo hacer por ti, hermosura?”
“Es usted J. Jenkens?” pregunté.
“Oh” dijo, y su cara cambió de expectación a entendimiento. Se levantó y me examinó con los ojos entrecerrados. “Por qué estás buscando a J?”
“Ese es mi problema” Además, no tenía ni la menor idea. “Es usted J?”
“No”
Quedamos uno frente al otro por un largo rato, mientras sus ojos veían de arriba abajo el suéter gris tejido que vestía. Su mirada finalmente se enfocó en mi cara. “No te ves como uno de sus clientes usuales”
“Probablemente no lo sea” admití. “Pero necesito verlo tan rápido sea posible”
“No estoy seguro de que hacer” admitió.
“Por qué no me dices tu nombre?”
Rió. “Max”
“Es un gusto conocerte, Max. Ahora, porqué no me dices qué es lo que haces para los clientes usuales?”
Su risa se convirtió en seriedad. “Bueno, los clientes usuales de J no se ven como tú. La gente de tu tipo no viene a esta oficina. Van directamente a las oficinas en el rascacielos”
Repetí la otra dirección que tenía, haciendo de la lista de números una pregunta.
“Sí, ese es el lugar” dijo, con mirada de sospecha. “Cómo fue que llegaste acá?”
“Esta es la dirección que me dio – una persona muy confiable”
“Si tuvieras buenas intenciones, no estarías aquí”
Apreté los labios. Nunca había sido buena engañando a la gente, pero Alice no me daba muchas alternativas. “Tal vez no tengo buenas intenciones”
La cara de Max se tornó en disculpa. “Mire, señorita – “
“Bella”
“Claro. Bella. Mira, necesito este trabajo. J me paga muy bien para sólo estar afuera de la oficina todo el día. Quisiera ayudarte, de verdad, pero – y por supuesto que hablo hipotéticamente, verdad? Aquí entre nosotros, o como funcione para ti – pero si dejo pasar a alguien que lo pueda meter en problemas, pierdo mi empleo. Puede entender mi dilema?”
Lo pensé por un minuto, mordiendo mi labio. “Nunca has visto a nadie como yo antes? Bueno, parecida a mí. Mi hermana es más mucho más baja que yo, tiene cabello oscuro y con las puntas paradas”
“J conoce a tu hermana?”
“Creo que sí”
Max pensó por un momento. Le sonreí, y su respiración se agitó. “Te diré que haré. Voy a llamar a J y voy a describirte. El tomará la decisión”.
Qué podría saber J. Jenks? Acaso mi descripción significaría algo para él? Ese era un pensamiento problemático.
“Mi apellido es Cullen”, le dije a Max, preguntándome si era demasiada información. Comenzaba a molestarme con Alice. Realmente tenía que ser todo tan complicado? Pudo haberme dicho una o dos cosas más…
“Cullen, claro”
Miré mientras marcaba, aprendiéndome el número. Bueno, podría marcar a J. Jenks si esto no funcionaba.
“Hey J, es Max. Sé que se supone que no deba llamarte a este número a menos que sea una emergencia…”
“Es una emergencia?” escuché que decían del otro lado de la línea.
“Bueno, no exactamente. Es una chica que quiere verte…”
“No veo la emergencia en eso. Por qué no seguiste el procedimiento normal?”
“No seguí el procedimiento normal porque no se ve como alguien normal –“
“Es policía?!”
“No –“
“No puedes estar seguro de eso. Se ve como alguno de los Kubarev -?”
“No- déjame hablar, de acuerdo? Dice que conoces a su hermana o algo”
“No lo creo. Cómo se ve?”
“Ella se ve como…” Sus ojos recorrieron de mi cara hasta mis zapatos con apreciación. “Bueno, ella se ve como una maldita supermodelo, así es como se ve”. Le sonreí y me guiñó el ojo, después prosiguió. “Excelente cuerpo, pálida como una hoja de papel, cabello castaño oscuro casi hasta la cintura, necesita dormir un poco – algo de esto te suena familiar?”
“No, no me suena familiar. No estoy contento con el hecho de que tu debilidad por las mujeres bonitas interrumpa – “
“Sí, soy débil para las mujeres bellas, qué tiene de malo? Siento molestarte. Olvídalo”
“Nombre”, susurré.
“Oh, sí. Espera” dijo Max. “Dice que su nombre es Bella Cullen. Eso te dice algo?”
Hubo un repentino silencio, y entonces la voz en el otro lado comenzó a gritar, usando una serie de palabras que no escuchas comúnmente si no es en paradas de camiones. La expresión de Max cambió; su sonrisa se desvaneció y sus labios palidecieron.
“Porque no preguntaste!” gritó Max, en pánico.
Hubo otra pausa mientras J se recomponía.
“Hermosa y pálida?” preguntó J, un poco más calmado.
“Te dije eso, o no?”
Hermosa y pálida? Qué es lo que este hombre sabía de vampiros? Era uno de nosotros acaso? No estaba preparada para esa clase de confrontación. Choqué los dientes. En qué me había metido Alice?
Max esperó otro minuto entre gritos e instrucciones, entonces volteó a verme con ojos asustados. “Pero sólo ves a clientes ahí en Jueves – está bien, está bien! Lo tengo” Y cerró el celular.
“Quiere verme?” pregunté con emoción.
Max parecía molesto. “Pudiste haberme dicho que eras un cliente prioritario”
“No sabía que lo era”
“Pensé que podías ser un policía” admitió. “Quiero decir, no te ves como un policía. Pero actúas de forma extraña, hermosura”
Me estremecí.
“Cartel de drogas?” trataba de adivinar.
“Quién, yo?” pregunté.
“Sí, o tu novio, o lo quien sea”
“No, lo siento. No soy fan de las drogas, ni tampoco mi esposo. Sólo dí no y todo eso”
Max comenzó a toser. “Casada. No puedo dejar de sorprenderme”
Sonreí.
“Mafia?”
“Nop”
“Contrabando de diamantes?”
“Por favor! Esa es la clase de personas con las que lidias todos los días Max? Tal vez necesites un trabajo nuevo”
Tenía que admitirlo, me estaba divirtiendo un poco. No había interactuado con humanos que no fueran Charlie y Sue. Era entretenido verlo cavilar. También me calmaba ver lo fácil que era no matarlo.
“Tienes que estar metida en algo grande. Y malo” musitó.
“No realmente”
“Eso es lo que todos dicen. Pero quien más necesitaría papeles? O podría pagar los precios de J por ellos, debo decir. No es mi problema de todas formas” me dijo, y murmuró la palabra ‘casada’ de nuevo.
Me dio una nueva dirección junto con señas básicas, y me vió partir con ojos sospechosos y de decepción.
En este punto, estaba lista para casi todo – algún tipo de villano tecnológico a la James Bond parecía apropiado. Pensé que quizá Max me podría haber dado una dirección incorrecta para probarme. O tal vez la oficina se encontraba en algún escondite subterráneo cubierto por una pila de madera dentro de este hermoso vecindario.
Me estacioné y ví la sutíl señar que decía ‘Jason Scott, abogado’.
La oficina tenía por dentro acentos en color verde apio y beige, inofensivo e no remarcable. No había esencia de vampiro ahí, eso me ayudó a relajarme. Nada más que humanos extraños. Un tanque con peces estaba colocado dentro de la pared, y una amable recepcionista rubia se encontraba sentada detrás de un escritorio.
“Hola” me saludó. “En qué puedo ayudarte?”
“Estoy aquí para ver al Sr. Scott”
“Tienes cita?”
“No precisamente”
Puso una ligera sonrisa burlona. “Podría tardarse un poco entonces. Porqué no tomas asiento mientras yo –“
“APRIL!” La voz demandante de un hombre se escuchó gritar a través del teléfono de la recepción. “Estoy esperando a la Sra. Cullen”
Sonreí y me señalé.
“Hazla pasar inmediatamente. Entendiste? No me importa lo que esté interrumpiendo”
Podía escuchar algo más que impaciencia en su voz. Estrés. Nervios.
“Acaba de llegar” dijo April apenas pudo hablar.
“Qué? Hazla pasar! Qué esperas?!”
“Enseguida, Sr. Scott!” Se levantó y comenzó a hacer señas con las manos señalándome el camino por el pasillo, ofreciéndome café, té o cualquier otra cosa que yo pudiera requerir.
“Aquí es” me dijo mientras abría la puerta de la oficina, que en el fondo tenía un escritorio de madera y una pared llena de reconocimientos.
“Cierra la puerta detrás de ti” una voz de tenor ordenó.
Examiné al hombre detrás del escritorio mientras April se retiraba. Era chaparro y calvo, probablemente de unos 55 años, con una ligera barriga. Tenía puesta una corbata de seda roja, una camisa azul con rayas blancas, y su blazer azul colgaba del respaldo de su silla. Estaba tembloroso, pálido de un color enfermo, con sudor brotando de su frente; imaginé un carro quedándose sin su llanta de repuesto.
J se recompuso y se levantó de la silla. Me dio la mano.
“Sra. Cullen. Es un placer”
Me acerqué a él y le dí la mano por un breve instante. Apenas se movió al sentir mi fría piel, pero no se veía particularmente sorprendido por ello.
“Mr. Jenks. O prefiere que le diga Scott?”
“Lo que gustes, por supuesto.”
“Qué le parece si me dices Bella y yo te digo J?”
“Como viejos amigos” accedió, limpiándose el sudor de la frente. Me hizo seña para sentarme y él hizo lo mismo. “Debo preguntar, finalmente estoy conociendo a la adorable esposa del Sr. Jasper?”
Pensé por un segundo. Entonces este señor conocía a Jasper y no a Alice. Lo conocía, y parecía asustado de él también. “Su cuñada, de hecho”
Apretó los labios, como si estuviera intentando entender algo, así como yo lo estaba.
“Espero que el Sr. Jasper se encuentre bien de salud?” preguntó cuidadosamente.
“Estoy segura que está en excelentes condiciones. Está en unas largas vacaciones por el momento.”
Esto pareció aclarar algo de confusión de J. Asintió y tronó sus dedos. “Pero bueno. Debiste haber venido directamente a mi oficina principal. Mis asistentes debieron hacer que llegaras directamente a mí – no había necesidad de irse por los canales menos hospitalarios”.
Asentí. No estaba segura la razón por la que Alice había decidido darme la dirección ‘guetto’.
“Pero bueno, aquí estamos ahora. Dime, qué puedo hacer por ti?”
“Papeles” dije, tratando de hacer que mi voz sonara como si supiera de lo que hablaba.
“Ciertamente” concedió J. “Pero hablamos de actas de nacimiento, actas de defunción, licencias de manejo, pasaportes, números de seguro social…?”
Respiré profundo y sonreí. Le debía una a Max.
Y entonces mi sonrisa se desvaneció. Alice me había enviado ahí por una razón, y estaba segura que era para proteger a Renesmee. Su último regalo. La única cosa que creyó que necesitaría.
Era la única razón por la que Renesmee necesitaría una falsificación era si estaba huyendo. La única razón por la que Renesmee estaría huyendo es si perdíamos la batalla.
Si Edward y yo huyéramos con ella, no necesitaría de esos documentos. Estaba segura que las identificaciones era algo que Edward resolvería o que haría por sí mismo, y estaba segura que también conocía de formas para escapar sin ellos. Podríamos correr con ella por miles de kilómetros. Podríamos nada con ella a través del océano.
Si estábamos hablando de salvarla.
Y todo este secreto para mantenerlo fuera de la mente de Edward. Porque había una posibilidad de que todo lo que él sabía, Aro lo sabría también. Si perdíamos, Aro podría tener la información que quisiera antes de destruir a Edward.
Todo era como esperábamos. No ganaríamos. Pero podríamos tener una buena oportunidad de matar a Dimitri antes de caer, dándole a Renesmee una oportunidad de huir.
Mi corazón se sentía como una pesa en el pecho – una pesa aplastante. Toda mi fé se desvaneció como el brillo del sol con la niebla. Mis ojos comenzaron a lastimar.
En quien debía confiar? Charlie? Pero él era tan indefensamente humano. Y cómo darle a Renesmee? El no estaría cerca de la pelea. Eso dejaba una persona. En realidad nunca hubo nadie más.
Pensé en todo esto tan rápidamente que J no se dio cuenta de mi pausa.
“Dos actas de nacimiento, dos pasaportes, una licencia de manejo”. Dije en voz baja y sostenida.
Si notó el cambio de mi expresión, al menos fingió no hacerlo.
“Los nombres?”
“Jacob… Wolfe. Y… Vanessa Wolfe”. Nessie parecía un alias acorde con el nombre de Vanessa. Y Jacob estaría encantado con lo de Wolfe.
Su pluma trazaba sin parar sobre el papel. “Segundos nombres?”
“Sólo pon algo genérico”
“Si prefieres. Edad?”
“Veintisiete para el hombre, cinco para la niña”. Jacob podría aparentarlos. Era una bestia. Y al paso que Renesmee estaba creciendo, era mejor irse a lo grande. El podría aparentar ser su padrastro…
“Voy a necesitar fotos si prefieres los documentos terminados” dijo J, interrumpiendo mis pensamientos. “El Sr. Jasper usualmente los termina por él mismo”
Bueno, eso explicaba el porqué J no conocía a Alice.
“Espera” le dije
Esto era pura suerte. Tenía varias fotos de mi familia dentro de mi cartera, y una perfecta – Jacob sosteniendo a Renesmee en las escaleras del frente – sólo tenía un mes de edad. Alice me la había dado tan solo unos días antes… Oh. Tal vez no había mucha suerte envuelto en eso, después de todo. Alice sabía que yo tenía esta foto. Tal vez incluso le había dado algún retoque que necesitara antes de dármela.
“Aquí tiene”
J examinó la foto por un momento. “Su hija se parece mucho a usted”
Me puse un poco tensa. “Se parece más a su padre”
“El cual no es este caballero” Tocó la cara de Jacob.
Mis ojos se entrecerraron, y nuevas gotas de sudor salieron de la frente de J.
“No, él es un amigo muy cercano a la familia”
“Disculpame” murmuró, y el sonido de la pluma comenzó a sonar de nuevo. “Qué tan rápido necesita estos documentos?”
“Podría tenerlos en una semana?”
“Bueno, esa es una orden apresurada. Le costará el doble que – discúlpeme. Se me olvidó con quien estaba hablando”
Claramente, conocía a Jasper.
“Sólo dígame la cantidad”
Parecía dudar en decirlo en voz alta, pero estaba segura que, habiendo tratado con Jasper, él debía saber que el precio no era algo importante. Aún sin tomar en cuenta las múltiples cuentas de los Cullen que existían alrededor del mundo bajo otros nombres, había suficiente dinero dentro de la casa para mantener a un país pequeño por una década; me recordó de los miles de cañas de pescar que había tras cualquier mueble en casa de Charlie. Dudaba que alguien se pudiera dar cuenta la pequeña cantidad que había sacado en preparación para este día.
J escribió el precio en la parte baja del papel.
Asentí calmadamente. Tenía mucho más conmigo que eso. Abrí mi bolsa de nuevo y conté la cantidad exacta – tenía los billetes puestos en paquetes de 5 mil dólares, por lo que no tuve ningún problema.
“Ahí está”
“Ah, Bella, no tienes que pagarme todo en este momento. Es una costumbre que me des la mitad cuando te entregue todo”
Sonreí al hombre nervioso. “Pero confío en ti, J. Además, te daré algo extra – la misma cantidad cuando me entregues los documentos.”
“Eso no es necesario, te lo aseguro”
“No te preocupes” No era como que me iba a llevar el dinero a la tumba. “Entonces, nos podemos reunir la próxima semana a la misma hora?”
Me dirigió una mirada asustada. “De hecho, prefiero hacer esa clase de transacciones en lugares no relacionados a mis diferentes negocios”
“Por supuesto. Seguramente no estoy haciendo esto de la forma en que tú esperabas”
“Estoy acostumbrado a no tener expectativas de los Cullen” Me quedó viendo y rápidamente compuso la cara. “Podríamos vernos a las ocho en punto de la noche en una semana en El Pacífico? Está en Union Lake, y la comida es exquisita.”
“Perfecto”. No es que me fuera a unir a la cena. De hecho, creo que a J no le gustaría si lo hiciera.
Me levanté del asiento y le dí la mano de nuevo. Esta vez no se movió en lo mínimo. Pero parecía tener algún nuevo dilema en la cabeza. Su boca tenía una mueca extraña y su espalda parecía tensa.
“Tendremos algún problema con esa fecha de entrega?” pregunté.
“Qué?” levantó la mirada, como si mi pregunta lo hubiera tomado desprevenido. “La fecha de entrega? Oh, no. No te preocupes para nada. Tendré tus documentos en esa fecha”
Hubiera sido bueno tener a Edward aquí, para poder saber cuales eran las verdaderas preocupaciones de J. Suspiré. Mantener secretos de Edward era horrible: tener que estar lejos de él era demasiado.
“Entonces te veré en una semana”.
34. DECLARADO.
Escuché la música antes de salir del auto. Edward no había tocado el piano desde que Alice se marchó. Ahora, mientras cierro la puerta del carro, escucho la transformación de la canción que por un puente pasó a ser mi nana. Edward me daba la bienvenida a casa. Me moví lentamente mientras cargaba a Renesmee - quien se quedaba dormida; habíamos estado afuera todo el día. Dejamos a Jacob donde Charlie - Dijo que Sue le iba a dar un aventón a su casa. Me pregunto si estaba intentando llenar su cabeza con cosas triviales para no tener que pensar en como se veía mi cara cuando entramos a la casa de Charlie. Camine lento hacia la casa de los Cullen, me di cuenta de que la esperanza había incrementado a tal punto en el que se podía observar un aura alrededor de la gran casa blanca, que esta mañana, también había sido mía. En este momento me sentí como si fuese un alien Quería llorar otra vez, al escuchar la canción que Edward tocaba para mi. Pero me arme de fuerzas. No quería parecer sospechosa. No quería dejar ningún rastro para Aro en la mente de Edward, si podía evitarlo. Al entrar, Edward movió su cabeza y me sonrió, mientras seguía tocando. "Bienvenida a casa" dijo, como si fuese un día normal. Como si no hubiese otros doce vampiros en la habitación es diversas actividades y otra docena más dispersos por el lugar. "¿Tuviste un día agradable con Charlie?" "Si. Disculpa que haya tardado tanto. Aproveche para hacer mis compras navideñas para Renesmee. Se que no será mucho un evento, pero…" Me encogí. Los labios de Edward de encogieron. Dejo de tocar y se volteo con el banquillo en el que estaba sentado, de forma en que todo su cuerpo estuviese hacia mi lado. Puso una mano en mi cintura y me empujo mas cerca. "No he pensado mucho en eso. Si tu quieres hacerlo un evento-" "No" le interrumpí. Me desesperaba pensar que tenía que ser más entusiasta del mínimo requerido. "Simplemente no quería que pasará sin darle nada"
"¿Puedo vero?"
"Si tu quieres, es algo pequeño"
Renesmee estaba completamente inconciente, roncando delicadamente en contra d mi cuello. La envidiaba. Hubiese sido agradable escapar de la realidad, aunque sea unas cuantas horas. Cuidadosamente agarre la pequeña bolsa de joyas de mi bolso sin abrirlo lo suficiente como para que Edward viera el efectivo que seguía cargando.
"Me llamo la atención desde la vitrina de una tienda de antigüedades mientras manejaba"
Sacudí el pequeño medallón en su palma. Era redondo con un pequeño trazo color vino alrededor del circulo. Edward lo abrió y observo el interior, había espacio para una foto y en el lado opuesto una inscripción en francés.
"¿Sabes lo que dice?" pregunto en un tono diferente, mas moderado que antes.
"El vendedor me dijo algo sobre la frase más que mi propia vida, ¿es verdad?"
"Si, esta en lo cierto."
Me miro con sus ojos color topacio, me encontré con su mirada por un momento, y luego pretendí que me distraía con la televisión.
"Espero que le guste" murmure
"Claro que lo hará" dijo ligeramente, de forma casual, y en ese preciso instante él sabia que estaba le escondiendo algo. Pero estaba segura que no tenia idea de que se trataba.
"Vamos a llevarla a casa" sugirió, permaneció de pie y puso sus abrazos alrededor de mis hombros
Dudé
"¿Qué?" exigió
"Quería practicar un poco con Emmet…" Había perdido todo el día con mis recados; me hacia sentir atrasada.
Emmet - en el sofá con Rose, por supuesto, sosteniendo el control - me miro y sonrió con anticipación. "Perfecto. El bosque necesita encogerse"
Edward puso mala cara, primero a Emmet, y luego a mí.
"Hay suficiente tiempo para eso mañana" dijo
"No seas ridículo" me queje "Ya no hay algo como suficiente tiempo. Ese concepto no existe. Y tengo demasiado que aprender y -" Me interrumpió "Mañana"
Su expresión era tal, que ni Emmet se quejo.
Estaba sorprendida lo difícil que era volver a la rutina que, después de todo, era nueva.
Pero quitar esa pequeña esperanza que estaba buscando hizo que todo se viese imposible.
Trate de enfocarme en lo positivo. Había alta probabilidad de que mi hija sobreviviera a lo que estaba por venir, al igual que Jacob. Si ellos tenían un futuro eso seria como una victoria, ¿verdad?. Nuestro pequeño grupo tendría que arreglárselas sola si eso hacia que Renesmee y Jacob tuviesen la oportunidad de escapar. Si, la estrategia de Alice solo funcionaria si lográbamos mantener una buena batalla. Entonces, algo parecido a una victoria estaba ahí, considerando que los Volturis nunca habían sido desafiados en milenios.
No iba a ser el final del mundo. Solo el de los Cullen. El final de Edward, mi final.
Lo prefería de esa forma -por lo menos la última parte- . No podría sobrevivir sin Edward otra vez; si el se iba de este mundo, entonces yo me iría detrás de él. Mientras estaba de brazos cruzados me preguntaba si habría algo para nosotros del otro lado. Sabia que Edward no lo creía, pero Carlisle si. No podría imaginarme del otro lado, no podía imaginarme a Edward no existiendo, de alguna forma, en algún lado.
Si podíamos estar juntos en cualquier lugar, entonces, ese era un final feliz.
De esa forma, el patrón d mis días continuaron, con mas dificultad que antes.
Fuimos a ver a Charlie en Navidad, Edward, Renesmee, Jacob y yo. Toda la manada de Jacob estaba ahí, incluyendo a Sam, Emily y Sue. Fue reconfortante tenerlos ahí, en la pequeña habitación de Charlie, sus grandes y calientes cuerpos se encontraban en las esquinas alrededor del escasamente decorado árbol -podías ver exactamente donde se aburrió y lo dejo - y desbordando sus muebles. Siempre puedes contar con que los hombreslobos estén ansiosos por una pelea, sin importar que tan suicida sea. La electricidad de su entusiasmo mejoraba el ambiente, ocultando mi falta de espíritu.
Edward como siempre, era mejor actor que yo.
Renesmee llevaba puesto el medallón que le regale y en su bolsillo un reproductor mp3 que Edward le regalo -una cosita pequeña que almacena quinientas canciones, Edward ya lo había llenado con sus favoritas. En su muñeca llevaba la versión Quileute de un anillo de promesa. Edward hizo sonar sus dientes al ver ese regalo, pero no me molesto.
Pronto, muy pronto, la entregaría a Jacob para mantenerla a salvo. ¿Cómo podría molestarme con algún símbolo de compromiso, con el que ya confiaba?
Edward salvó el día, al traer un regalo para Charlie también, llego ayer - Entrega especial marítima - y Charlie pasó toda la mañana leyendo el Manuel de su nuevo sistema automático para pescar.
Por la forma en que los hombreslobos comieron, El almuerzo de Sue estuvo delicioso. Me pregunto como se veía nuestra actitud desde el punto de vista de un extraño. ¿Interpretamos bien nuestros papeles? ¿Pudimos hacernos pasar por un gran círculo de amigos felices disfrutando las festividades? Creo que tanto Edward y Jacob estaban tan aliviados como yo cuando llego el momento de irnos. Se sentía extraño tener que gastar energía en aparentar ser humanos cuando había otras cosas más importantes que hacer. Tuve dificultad en concentrarme. Al mismo tiempo, esta podía ser la última vez que veía a Charlie. Quizás fue algo bueno que estuviese tan apática para percatarme de eso. No había visto a mi madre desde la boda, pero me pareció un alivio la distancia gradual que se comenzó a formar hace dos años. Ella era extremadamente frágil para mi mundo. No quería que formase parte de esto. Charlie era más fuerte. Quizás lo bastante fuerte para un adiós ahora, pero, yo no lo era.
Se estaba bastante tranquilo en el carro, mientras que afuera, la lluvia era solo una niebla que tambaleaba entre lo líquido y el hielo. Renesmee se sentó en mi regazo, jugando con su medallón, abriéndolo y cerrándolo. La observaba e imaginaba las cosas que le diría a Jacob en este momento, si no tuviese que mantener mis palabras fuera de la cabeza de Edward.
Si volviese a ser seguro otra vez, la llevaría donde Charlie. Le contaría toda la historia. Le diría lo mucho que lo quiero, como no podía soportar el hecho de dejarlo incluso cuando mi vida humana había terminado. Decirle que ha sido el mejor padre. Decirle que le de todo mi amor a Renee, todas mis esperanzas de que ella será feliz y estará feliz…
Tengo que darle a Jacob los documentos antes de que sea muy tarde. Voy a darle una nota para Charlie también. Y una carta para Renesmee. Algo que puede leer cuando no pueda volver a decirle que la quiero.
No había nada inusual afuera de la casa de los Cullen mientras traspasábamos el prado, pero pude oír una sutil conmoción en el interior. Muchas voces murmurando a lo bajo. Sonaba intenso, como una discusión.
Pude apreciar la voz de Caslisle y Amun entre las otras voces.
Edward se estaciono frente a la casa en vez de entrar al garaje. Intercambiamos unas miradas antes de salir del auto.
La actitud de Jacob cambio, se volvió serio y cauteloso. Supuse que estaba en el modo Alpha. Obviamente, algo había pasado, y el iba a obtener la información que tanto el y Sam necesitarían.
"Alistair se fue" Edward murmuro mientras entrábamos.
En la habitación del frente, adentro, la confrontación principal aparentaba ser física. Alrededor por las paredes se encontraban los espectadores, cada uno de los vampiros que se nos habían unido, menos por Alistair y los tres envueltos en la pelea. Esme, Kebi y Tia eran las más cercanas a los tres vampiros del centro, en el centro de la habitación, Amun siseaba hacia Carlisle y Benjamín.
Edward apretó su mandíbula y se movió rápidamente al lado del Esme. Llevándome por la mano, apoye fuerte a Renesmee en contra de mi pecho.
"Amun, si te quieres ir, hazlo, nadie te obliga a quedarte" Carlisle decía calmado
"Estas robando la mitad de mi grupo, Carlisle!" Amun grito, apuntando con un dedo a benjamín. "¿Para eso me llamaste? ¿Para robarme?"
Carlisle suspiro y Benjamín volteo sus ojos.
"Si, Carlisle involucro a toda su familia a una batalla contra los Volturis, simplemente para que yo también muriera aquí" Dijo Benjamín sarcásticamente "Se razonable, Amun, yo me comprometí a hacer lo correcto aquí, no me estoy uniendo a ningún otro grupo. Puedes hacer lo que quieras, claro, como Carlisle te había señalado"
"Esto no acabara bien" Amun gruñó "Alistair era el único cuerdo aquí. Deberíamos estar huyendo"
"Mira a quien estas llamando cuerdo" Tia murmuro de forma silenciosa
"Todos seremos descuartizados!"
"No vendrá una batalla" Dijo Carlisle con una voz firme.
"Eso dices!"
"Y si pasa, siempre puedes cambiar de bando Amun, estoy seguro de que los Volturis apreciaran tu ayuda."
Amun resoplo "Quizás esa es la respuesta"
La respuesta de Carlisle fue suave y sincera "Nunca tomaría eso en tu contra, Amun. Hemos sido amigos desde hace mucho, pero nunca te pediría que murieses por mi"
La voz de Amun se controlo "Pero harás que mi Benjamín se vaya abajo contigo"
Carlisle puso sus manos en el hombro de Amun. Amun lo quitó.
"Me quedaré, Carlisle, pero es posible que te abandone, me uniré a ellos si es necesario para sobrevivir, todos ustedes son unos ilusos si creen que pueden vencer a los Volturi" Mostró un gesto de desapruebo y luego suspiro, observando a Renesmee y a mi, añadió en un tono un poco exagerado "Seré testigo de que la niña ha crecido, Esa es la verdad. Cualquiera se daría cuenta"
"Eso es todo lo que hemos pedido"
Amun gruño "Pero no todo lo que has obtenido, al parecer" Volteo hacia Benjamín "Te di vida y la estas gastando"
La cara de Benjamín se vio más fría de las que le he observado, contrastando de forma extraña con su aspecto infantil. "Es una lastima que no pudieses reemplazar mi voluntad con la tuya en el proceso, Quizás así estarías complacido conmigo"
Los ojos de Amun se reducieron. Le hizo un gesto a Kebi, y luego se fueron hacia la puerta principal.
"No se va a marchar" dijo Edward en silencio hacia mi "pero mantendrá su distancia inclusive mas a partir de ahora. No estaba mintiendo cuando hablo de unirse a los Volturi"
"¿Por qué Alistair se fue?" Susurré
"Ninguno es optimista; no dejo ni una nota. Desde su punto es obvio que la pelea es inevitable. A pesar de su actitud, el realmente aprecia a Carlisle para ir hacia los Volturi. Pero supongo que decidió que el riesgo era demasiado" Edward se encogió
A pesar de que la conversación obviamente era entre nosotros dos, por supuesto todos pudieron oír. Eleazar respondió al comentario de Edward como si este se hubiese dirigido hacia todos.
"Por el sonido de sus quejidos, era mas que eso. No habíamos hablado mucho de la agenda de los Volturi, pero Alistair se preocupo de que a pesar de lo mucho que podamos probar tu inocencia, los Volturi no escucharan, El cree que solo están usando una excusa para lograr sus objetivos aquí"
Los vampiros se miraron unos a los otros. La idea de que los Volturi usaran sus propias leyes sacrosantas para ganar no era una idea popular. Solo los rumanos mantuvieron la postura, medio sonrieron de forma irónica. Encontraban divertido ver como pensaban los demás respecto a sus ancianos enemigos.
Muchas discusiones comenzaron a lo bajo, al mismo tiempo, pero fue a los rumanos a quienes escuche. Quizás porque Vladimir seguía lanzándome miradas.
"Realmente espero que Alistair tenga razón en esto" murmuro Stefan a Vladimir. "Sin importar la fuente, las palabras se dispersaran. Es tiempo de que nuestro mundo vea en lo que los Volturi se han convertido. Ellos nunca caerán si todos creen la tontería de que ellos protegen nuestra forma de vida"
"Al menos mientras mandábamos éramos honestos en nuestra forma de ser" Replico Vladimir. Stefan asintió "Nunca nos pusimos sombreros blancos y nos llamamos santos" "Creo que llego el tiempo de pelear" dijo Vladimir "Como te imaginas nunca conseguiremos otra posición tan fuerte, ni otra oportunidad tan buena como esta" "Nada es imposible, quizas algún día - " "Hemos esperado por mil quinientos años, Stefan, y ellos se han vuelto mas fuerte cada año" Vladimir se detuvo a mirarme. No se sorprendió al darse cuenta de que los observaba. "Si los Volturi ganan esta batalla incrementaran el poder con el que vinieron. Con cada poder que agreguen a sus fuerzas. Simplemente piensa en lo que les podría ofrecer esa neófito" - movió su barbilla hacia mi - " y a penas comienza a describir su don. Y el movedor de tierra" Vladimir asintió hacia Benjamín, quien se puso tenso. La mayoría prestaban atención a los rumanos, como yo. "Con sus brujas gemelas no necesitan a la ilusionista o la de manos de fuego" Sus ojos se movieron hacia Zafrina y luego a Kate. Stefan miro a Edward " No es como si el leedor de mentes es necesario. Pero veo tu punto, realmente, ganaran mucho si llegan a triunfar"
"Mas de lo que nos podemos dar el lujo a que ellos ganen, ¿No estas de acuerdo?"
Stefan suspiro "Creo que debo coincidir. Y eso significa…"
"Que nos tenemos que unir contra ellos mientras tengamos esperanza"
"Si pudiéramos detenerlos o por lo menos exponerlos… "
"Entonces, en otro momento, alguien mas terminara el trabajo"
"Y nuestra vendetta llegará"
Hicieron contacto con sus ojos y murmuraron al unísono "Parece la única opción"
"Entonces peleamos" dijo Estefan
Aunque pude ver que se mezclaban la auto-preservación con la venganza, la sonrisa que intercambiaron estaba llena de anticipación.
"Peleamos" Coincidió Vladimir
Supongo que es algo bueno; como Alistair, estaba segura de que la batalla era imposible de evadir, en ese caso, otros dos vampiros mas peleando a nuestro lado, era de ayuda.
Pero la decisión de los rumanos me hizo estremecer.
"Nosotros también lucharemos" dijo Tia, su usual voz grave era mas solemne que nunca "Creemos que los Volturi traspasaran su autoridad. No tenemos deseo de ser de su propiedad" Sus ojos se dirigieron a su compañero. Benjamín aprobó y lanzo una fuerte mirada a los rumanos "Aparentemente, solo soy una comodidad, Parece que tengo que ganarme mi libertad"
"Esta no será la primera vez que me oponga a las decisiones de un rey" soltó Garret en un tono burlón. Camino hasta golpear la espalda de Benjamín
"Aquí esta la libertad, el fin de la opresión"
"Nos mantenemos con Carlisle" dijo Tanya "Y pelearemos con el"
Las palabras de los rumanos parecen haber provocado que los demás se declararan.
"No hemos decidido" dijo Peter. Miro cabizbajo a su compañero; los labios de Charlotte mostraron stress. Parecía como si ella ya hubiese hecho su decisión. Me pregunto cual era.
"Lo mismo va conmigo" dijo Randall
"Y conmigo" añadió Mary
"La manada peleara con los Cullen" dijo Jacob repentinamente "No le tememos a vampiros" añadió con una sonrisa engreída.
"Niños" murmuro Meter
"Infantes" corrigió Randall
Jacob mostró los dientes.
"Bueno, me incorporo" dijo Maggie, resistiéndose a la mano de Siobhan. "Se que la verdad esta del lado de Carlisle. No puedo ignorar eso"
Siobhan miro al miembro mas joven de su grupo, con ojos llenos de preocupación "Carlisle", dijo como si se encontraran solos, ignorando la repentina formalidad de la charla, el inesperado arrebato de declaraciones "No quiero que esto termine en una batalla" "Yo tampoco Siobhan. Sabes que es lo que menos deseo" Dijo con una pequeña sonrisa "Deberías concentrarte en mantenernos en paz"
"Sabes que eso no servirá" dijo.
Me acorde de la charla entre Rose y Carlisle acerca de la líder irlandesa, Carlisle creía que Siobhana tenia un leve poder que hacia que las cosas salieran a su modo - sin embargo Siobhan no creía lo mismo.
"No lastimara a nadie" dijo Carlisle
Siobhana volteo los ojos. "¿Debería visualizar lo que deseo?" pregunto sarcásticamente.
Carlisle respondió con una leve sonrisa "Si no te importa"
"De ese modo, no hay necesidad de que mi grupo se declaro ¿verdad?" respondió
"Ya que no habrá una pelea" Puso su mano tras el hombro de Maggie.
La mayoría de los que se encontraban en el cuarto se encontraban sorprendidos a su, claramente, intercambio chistoso, pero no lograban entender.
Ese fue el final de los discursos dramáticos en la noche. El grupo lentamente se disperso, algunos para cazar, otros para pasar el rato con los libros de Carlisle, la televisión o la computadora.
Edward, Renesmee y yo fuimos a cazar. Jacob se nos unió
"Entupidas sanguijuelas" murmuro para si mismo cuando salio "Se creen tan superiores" gruño
"Se sorprenderán cuando los infantes salven sus superiores vidas, ¿verdad?" dijo Edward.
Jake sonrió y golpeo su hombro "Claro que lo harán"
Esta no seria nuestra ultima caza. Todos cazaremos otra vez cuando se acerque el momento en el que esperamos lleguen los Volturi. Como la fecha tope no era exacta, planeábamos estar algunas noches afuera en la gran cancha de béisbol, esperando vero lo que Alice observo, solo por si acaso. Todos sabíamos que vendrían un día en el que la nieve se mantenga en el suelo. No queríamos que los Volturi se acercaran al pueblo. Y Demetri los guiaría a cualquier lado en el que estemos. Me pregunte a quien rastrearían, y supuse que seria a Edward ya que no podían hacerlo conmigo.
Pensé en Demetri mientras cazaba, prestando poca atención a mi presa, o a como caía la nieve que finalmente aparecía pero se derretía antes de tocar el suelo rocoso. ¿Demetri se percataría de que no puede rastrearme? ¿Qué pensaría de eso? ¿Que pensaría Aro? ¿O Edward se equivocaba? Habían algunas excepciones en los que mi escudo no servia. Todo lo que estuviese fuera de mi menta era vulnerable - abierto a lo que Jasper, Alice y Benjamín podían hacer. Quizás el talento de Demetri funcionaba diferente también.
Entonces tuve un pensamiento que me devolvió a donde estaba. El casi derretido copo de nieve que caía por mis manos hacia el suelo. Copo derritiéndose cerca del calido cuerpo que aun hacia algunos sonidos. Me puse en blanco al ver mis manos ensangrentadas.
Edward vio mi reacción y se apresuro a mi lado, dejando su propia muerte sin finalizar.
¿Qué ocurre? Pregunto con voz leve. Sus ojos atravesaron todo el bosque, buscando lo que sea que haya alterado mi comportamiento.
"Renesmee" dije como estrangulada
"Esta entre esos árboles" me aseguro. "Puedo oír sus pensamientos y los de Jacob. Esta bien"
"No es eso a lo que me refiero" dije "Estaba pensando en mi escudo - tu realmente crees que vale algo, que puede ser de ayuda. Se que los demás esperan que pueda proteger a Zafrina y a Benjamín, incluso si lo puedo mantenerlo algunos segundos. ¿Qué pasa si me equivoco" ¿Qué pasa si tu confianza en mi es la razón por la que fallamos?" Mi voz se estaba transformando en histeria, sin embargo tenia suficiente control para mantenerlo bajo, no quería molestar a Renesmee.
"Bella ¿Qué te hizo pensar en eso? Claro, es grandioso que puedas protegerte a ti misma, pero no eres responsable en salvar a nadie más. No te estreses innecesariamente"
"pero ¿Qué pasa si no puedo proteger nada?" susurre de forma apagada. "Lo que hago esta lleno de errores! No tiene ni ritmo ni razón. Quizás no pueda hacer nada en contra de Alec" "Shh" me siseo. "No te alteres. Y no te preocupes de Alec. Lo que el hace no es diferente a Jane o Zafrina. Es solo una ilusión - no puede entrar mas allá de tu mente de lo que yo puedo" "Pero Renesmee lo hace!!" Sisee frenéticamente por mis dientes "Parecía tan natural que nunca lo cuestione. Es parte de lo que ella es. Pero ella introduce sus pensamientos en mi mente, igual a como lo hace con el resto de las personas. Mi escudo tiene huecos, Edward!".
Lo mire desesperadamente, esperando a que el desconociera mi terrible revelación. Sus labios dudaron, como si tratara de decidir como decir algo. Su expresión fue perfectamente relajada.
"Pensaste en esto hace ya tiempo, ¿verdad? Inquirí, sintiéndome como una idiota por los meses que pase ignorando lo obvio.
Desde una esquina de su boca soltó una tenue sonrisa "Desde el momento en el que te toco por primera vez"
Suspire por mi propia estupidez. Pero su calma me tranquilizó un poco "Y esto no te molesta? ¿No le encuentras como un problema?"
"Tengo dos teorías, una mas agradable que la otra"
"Dame la mas desagradable primero"
"Bueno, ella es tu hija" señalo "genéticamente, mitad tu, antes me burlaba de cómo tu mente estaba en otra frecuencia, quizas ella tiene la misma"
Esto no me convencía "Pero tu la oyes igual a como todos la oyen. Y ¿que tal si Alec corre por la misma frecuencia? ¿Que tal si-? " Puso un dedo en mis labios "Ya considere eso. Por lo que me parece que la siguiente teoría es mas agradable"
Hice sonar mis dientes y espere
"¿Te acuerdas de lo que Carlisle dijo sobre ella, después de que te mostrara su primera memoria?
Claro que me acuerdo. "El dijo, es un interesante giro, Como si hiciera exactamente lo opuesto a lo que tu puedes hacer"
"Si, entonces me estaba preguntando, quizas ella tomo tu talento y lo invirtió también"
"Tu mantienes a todos afuera" comenzó
"Entonces ¿nadie la mantiene afuera a ella?" Terminé
"Esa es mi teoría" dijo "Y si ella puede entrar a tu cabeza, dudo que haya otro escudo que la pueda mantener afuera, eso ayuda, por lo que hemos visto, nadie duda de sus pensamientos en el momento en el que ella se los muestra. Y creo que nadie puede evitar que se los muestre, si ella se acerca lo suficiente. SI Aro le permite explicarse…"
Me encogí al pensar en Renesmee tan cerca de los ojos avariciosos y cremosos de Aro
"Bueno" dijo moviendo acariciando mis hombros "Al menos no hay nada que detenga que vea la verdad"
"¿Pero es la verdad lo suficiente como para detenerlo?" le cuestione
Para eso, Edward no tenía respuesta.
35. LIMITE.
"¿Vas a salir?"Preguntó Edward con su tono despreocupado. Había cierta forzada compostura en su rostro. Abrazó a Renesmee sólo un poco más fuerte contra su pecho.
"Sí, unas pocas cosas de último momento...,"le respondí como por casualidad.
El sonrió con mi sonrisa favorita."Apresúrate a volver a mí."
"Siempre."
Tomé su Volvo de nuevo, preguntándome si él se había fijado en el cuentakilómetros después de mi último recado. ¿Cuánto había descubierto ya? Que tenía un secreto, seguro. ¿Habrá deducido la razón por la cual no le confié esto a él? ¿adivinó que Aro podría pronto saber todo lo que él sabe? Pensé que Edward debió llegar a esa conclusión, lo que explicaría por qué no me ha pedido ninguna respuesta a mí. Él debía estar intentando no especular demasiado, tratando de mantener mi accionar fuera de su mente. ¿Habrá relacionado esto con mi extraña forma de actuar la mañana que Alice se fue, quemando el libro en el fuego? No sé si él habrá saltado a esas conclusiones.
Era una tarde sombría, oscura como si fuera la noche. Pasaba velozmente por la penumbra con mis
ojos en las pesadas nubes. ¿Nevará esta noche? ¿Lo suficiente como para crear una capa en el terreno como en la escena de la visión de Alice? Edward estima que tenemos todavía dos días más.
Entonces nosotros tendremos que colocarnos en el claro, llevando a los Volturi hasta el lugar que nosotros elegimos.
Mientras pasaba a travez del oscuro follaje, consideré éste mi último viaje a Seattle. Pensé que yo sabía cuál era el propósito de Alice al enviarme a ese horrible punto muerto donde J. Jenks enviaba a sus más oscuros clientes. Si yo hubiera ido a sus otras oficinas, más legales, ¿hubiera sabido por qué tenía que preguntar? si yo me hubiera encontrado con Jason Jenks o Jason Scott, abogado legitimado, ¿lo hubiera descubirto como J. Jenks, proveedor de documentos ilegales? Tenía que recorrer la ruta por la cual sería imposible no descubrir la verdad. Esa fue mi idea.
Ya estaba oscuro cuando aparqué en el estaciomiento del restaurante, unos minutos más temprano, ignorando al ansioso mozo de la entrada. Me coloqué mis lentes de contacto y entonces ingresé para esperar por J dentro del restaurante. Aunque quería terminar con esta depresiva necesidad para volver con mi familia, J parecía tratar de evitar ensuciar su nombre; tenía el presentimiento de que esperarlo en el oscuro estacionamiento lo ofendería.
Di el nombre de Jenks y el Maître me condujo escaleras arriba a una pequeña habitación privada con un fuego chisporroteando en la chimenea. Tomó mi largo tapado marfil que yo usaba para ocultar lo que Alice creía apropiado vestir, y jadeé silenciosamente al ver mi vestido satinado de un suave rosa.
No pude evitar sentirme un poco halagada; todavía no me acostumbraba a ser linda para todos y no sólo para Edward. El maître tartamuedeó una serie de cumplidos mientras se retiraba inseguro de la habitación.
Me posicioné frente al fuego para esperar, manteniendo los dedos cerca de las llamas para calentarlos un poco antes del inevitable apretón de manos. No es como si J no fuera consciente de que algo pasaba con los Cullens, pero era un buen hábito para practicar.
Por medio segundo me pregunté cómo se sentiría poner mi mano en el fuego. Se sentiría como cuando me quemé...?
La entrada de J me distrajo de mi morbosidad. El maître le quitó su saco también y fue evidente que yo no era la única que se había arreglado para este encuentro.
"Lo siento, llegué tarde,"dijo J tan pronto como estuvimos solos.
"No, llega justo a tiempo."
El ofreció su mano y mientras nos dábamos el apretón, pude sentir que sus dedos segían estando notablemente más cálidos que los míos. No pareción incomodarlo.
"Se ve despampanante, si puedo ser tan atrevido, señora Cullen."
"Gracias, J. Por favor, llámeme Bella."
"Tengo que decir que es una experiencia diferente trabajar con usted que hacerlo con el señor Jasper. Mucho menos... inquietante."Sonrió dubitativo.
"¿De verdad? Siempre encontré a Jasper una persona con una presencia realmente tranquilizadora."
Sus cejas se juntaron."¿Es así?"murmuró educadamente aunque se encontraba claramente en desacuerdo.
Qué extraño. ¿Qué le hizo Jasper a este hombre?
"¿Conocé a Jasper de hace mucho?"
Él suspiró luciendo incómodo."He estado trabajando con el señor Jasper por más de veinte años, y mi antiguo compañero lo conoció quince años antes de eso... Él nunca cambia."Se encongió un poco.
"Sí, Jasper es un poco raro en ese sentido."
J agitó su cabeza como si el pudiera quitar con eso los horribles pensamientos."¿No se sentará, Bella?"
"En realidad, estoy un poco apurada. Tengo un largo viaje a casa."Mientras hablaba, saqué de mi bolso el grueso sobre con sus regalías y se lo di a él.
"Oh,"dijo, su tono denotaba un dejo de desilusión. El guardó el sobre en un bolsillo de su chaqueta sin siquiera fijarse en la cantidad."Estaba esperanado que pudiéramos hablar sólo por un momento."
"¿Sobre?"pregunté curiosa.
"Bueno, déjeme entregarle sus cosas primero. Quiero asegurarme de que esté satisfecha."
Se dio vuelta, puso su portafolio en la mesa y soltó los pestillos. Tomó un sobre de tamaño legal color marrón.
Aún sin tener idea qué es lo que debería buscar, abrí el sobre y le di al contenido una mirada superficial. J cambió el color de de la foto de Jacob así no sería evidente inmediatamente que era la misma foto en su registro de conducir y en su pasaporte. Los dos se veían perféctamente para mí, pero eso significaba poco. Miré por un segundo la foto en el pasaporte de Vanessa Wolfe y luego miré hacia otro lado rápidamente, con un nudo creciéndome en la garganta.
"Gracias,"le dije.
Su ojos se entrecerraron ligeramente, y noté que él estaba decepcionado de que mi examinación no fuera más dura."Puedo asegurarte que cada pieza está perfecta. Todas pasarán hasta el más reguroso escrutinio de los expertos."
"Estoy segura que sí. Agradezco muchísimo lo que has hecho por mi, J."
"Ha sido mi placer, Bella. En el futuro, siéntete libre de venir por mí, por cualquier cosa que la familia Cullen necesite."Él ni siquiera lo insinuó, pero esto sonaba como una invitación para que yo tomara el lugar de Jasper en esta relación.
"¿Había algo que querías discutir?"
"Er, sí. Es un poco delicado..."Hizo un ademán mientras miraba interrogativamente hacia la chimenea. Me senté en el borde, y él se sentó a mi lado. El sudor rociaba de nuevo su frente, y él sacó un pañuelo de seda azul de su bolsillo y comenzó a secárselo.
"¿Usted es la hermana de la esposa del señor Jasper? ¿O está casada con su hermano?"preguntó.
"Casada con su hermano,"le aclaré, preguntándome hacia donde llevaba esto.
"Usted debe ser la novia del señor Edward, ¿no?"
"Sí."
El sonrió pidiendo disculpas."He visto sus nombres un montón de veces, como se dará cuenta. Mis felicitaciones, aunque sea tarde. Es bueno saber que el señor Edward ha encontrado una encantadora compañera como usted después de todo este tiempo."
"Muchísimas gracias."
El pausó, limpiándose el sudor."Con el transcurrir de los años, usted debe imaginarse que he adquirido un sano nivel de respeto por el señor Jasper y por la familia entera."
Yo asentí cautelosa.
El tomó un profundo respiro y lo exhaló sin hablar.
"J, por favor, sólo diga lo que tenga que decir."
El tomó otro respiro y luego masculló rapidamente uniendo toda las palabras.
"Si usted pudiera asegurarme de que no está planeando alejar a la niña de su padre, dormiría mejor esta noche."
"Oh,"dije, paralizada. Me tomó un minuto entender la errada conclusión a la que él había llegado."Oh no. No es nada de eso para nada."Sonreí debilmente, tratando de tranquilizarlo."Solamente estoy preparando un lugar seguro para ella en caso de que algo nos pasara a mí o a mi esposo."
Sus ojos se entrecerraron."¿Está esperando que algo pase?"Se sonrojó y luego se disculpó."No es nada que me incumba."
Miré el suave sonrojo extenderse tras la delicada mebrana de su piel y estaba contenta -como lo estaba seguido- de no ser la neófita promedio. J parecía lo suficiente bueno, dejándo de lado su comportamiento delictivo, y sería una lástima matarlo.
"Uno nunca sabe."Suspiré.
Él frunció el ceño."Debería desearle la mejor de la suertes, entonces. Y por favor, no se enoje, querida, pero... Si el señor Jasper viene y me pregunta por los nombres que he puesto en estos documentos..."
"Por supuesto usted debe decírselo inmediatamente. Nada sería mejor que si el señor Jasper estuviera completamente enterado de esta transacción."
Mi transparente sinceridad pareció calmar un poco de su tensión.
"Muy bien,"dijo."¿Y sigo sin poder obligarla a quedarse a cenar?"
"Lo siento, J. Estoy corta de tiempo ahora mismo."
"Entonces, mis mejores deseos para su salud y felicidad. No dude en llamarme por cualquier cosa que la familia Cullen necesite, Bella."
"Gracias, J."
Partí con mi contrabando, mirando hacia atrás para ver que J se había quedado mirando fijo, con una expresión mezcla de ansiedad y arrepentimiento.
El viaje de regreso me tomó menos tiempo. La noche era negra así que apagué mis luces delanteras y corrí. Cuando llegué a la casa, la mayoría de los autos, incluyendo el Porsche de Alice y mi Ferrari, no estaban. Los vampiros tradicionales se habían ido lo más lejos posible para saciar su sed. Traté de no pensar en ellos cazando en la noche, encogiéndome al hacerme una idea mental de las víctimas.
Sólo Kate y Garret estaba en la habitación del frente, discutiendo juguetonamente sobre el valor nutricional de la sangre animal. Deduje que Garret había intentado una salida de caza al estilo vegetariano y lo había encontrado dificultoso.
Edward debía de haber llevado a Renesmee a casa para dormir. Jacob, sin duda, estaba en los bosques cercanos a la casita. El resto de la familia debía estar cazando también. Talvez estaban con los otros Denalis.
Cosa que me dejaba basicamente la casa para mí sola, y fui lo suficiente rápida como para tomar ventaja de esto.
Podía oler que era la primera que entraba al cuarto de Alice y Jasper luego de un largo tiempo, talvez la primera desde la noche que ellos nos dejaron. Caminé lo suficiente dentro de su enorme armario hasta que encontré la mochila que buscaba. Debía ser de Alice; era una mochila pequeña de piel negra, de la clase que se usa de cartera, lo suficiéntemente pequeña para que Renesmee pudiera cargarla sin verse fuera de lugar. Entonces les saqué algo de su dinero, tomando lo que serían dos veces los ingresos anuales de una familia americana. Pensé que mi robo sería menos perceptible si se lo sacaba a ellos que si se lo sabaca a cualquier otro en la casa, desde que este cuarto ponía a todos tristes. El sobre con el pasaporte falso y los documentos de identidad iban en la mochila sobre el dinero. Entonces me senté en el borde la cama de Alice y Jasper y miré hacia la penosa e insignificante maleta que era lo único que yo podía darle a mi hija y a mi mejor amigo para ayudarlos a salvar sus vidas. Me apoyé contra el poste de la cama sintiéndome impotente.
¿Pero qué más podía hacer?
Me senté por muchos minutos con la cabeza gacha cuando una buena idea vino a mí.
Si...
Si yo tenía que asumir que Jacob y Renesmee iban a escapar, entonces eso incluía la idea de que Demetri debería morir. Eso les daría a los sobrevivientes un pequeño respiro, incluyendo a Jasper y Alice.
Entonces, ¿por qué Alice y Jasper no podrían ayudar a Jacob y Renesmee? Si ellos se reunieran, Renesmee tendría la mejor protección imaginable. No había razón para que esto no sucediera, excepto por el hecho de que Jacob y Renesmee eran puntos ciegos para Alice. ¿Cómo comenzaría ella a buscar por ellos?
Deliberé por un momento y entonces dejé el cuarto, cruzando el hall hasta la suite de Carlisle y Esme. Como era usual, el escritorio de Esme estaba repleto de planos y programas, todo cuidadosamente acomodado en altas pilas. El escritorio tenía unos pocos casilleros sobre la superficie de trabajo; en uno había una caja de papel para carta. Tomé uno de los papeles y una lapicera.
Entonces me quedé mirando el marfileño papel en blanco durante cinco minutos completos, concentrándome en mi decisión. Alice talvez no sería capaz de ver a Jacob y Renesmee, pero ella podía verme. La visualicé a ella viendo este momento, deseando desesperadamente que ella no estuviera demasiado ocupada para prestar atención.
Lenta y deliberadamente, escribí las palabras 'RIO DE JANEIRO', todo en letras mayúsculas y en toda la hoja.
Rio se veía como el mejor lugar para enviarlos: Era lejos de aquí, Alice y Jasper ya estaban en América del Sur como se preveía de su último reporte, y no era como si nuestros anteriores problemas hubieran dejado de existir sólo porque ahora tuviéramos otros peores. Todavía estaba el misterio del futuro de Renesmee, el terror de su crecimiento acelerado. Ibamos a ir al sur igualmente. Ahora sería el trabajo de Jacob y de Alice, si pudiera ser así, buscar por las leyendas.
Incliné mi cabeza de nuevo en contra de las repentinas necesidades de llorar, apretando mis dientes.
Era mejor que Renesmee fuera sin mí. Pero ya la extrañaba tanto que apenas podía soportarlo.
Tomé un gran respiro y puse la nota debajo de todo dentro de la mochila, donde Jacob la encontraría lo suficiéntemente pronto.
Crucé mis dedos ya que -aunque era improbable que en su escuela le enseñaran portugués- Jake por lo menos había tomado español como su lengua a elección.
Ahora no quedaba nada más que esperar.
Por dos días, Edward y Carlisle se quedaron en el claro dónde Alice había visto a los Volturi aparecer. Era el mismo campo de batalla donde los neófitos de Victoria habían atacado el verano pasado. Me pregunté si esto le resultaba repetitivo a Carlisle, como un dejà vu. Para mí, todo sería nuevo. Esta vez Edward y yo nos quedaríamos con nuestra familia.
Nosotros sólo podíamos imaginar que los Volturi irían tras el rastro de Carlisle o Edward. Me
pregunté si los sorprendería que su presa no corriera. ¿Los volvería cautelosos? No podía
imaginarme que los Volturi necesitaran alguna vez serlo.
Aún pensando que era -gracias a mi suerte- invisible para Demetri, yo me quedé cerca de Edward. Por supuesto. Nos quedaban sólo unas horas para estar juntos.
Edward y yo no tuvimos una gran y última escena de despedida final, y tampoco planeé una. Si lo hacíamos era marcar el final. Sería como escribir las palabras 'El fin' en la última página de un manuscrito. Entonces no dijimos adiós, y nos quedamos muy cerca el uno del otro, siempre tocándonos. Como quiera que nos encontrara el final, no nos encontraría separados.
Hicimos una tienda para Renesmee, a unas pocas yardas dentro del protectivo bosque, y ahí también hubo más deja vu mientras nos encontrábamos de nuevo acampando en el frío con Jacob. Era imposible de creer lo mucho que las cosas habían cambiado desde el pasado Junio. Siete meses atrás, el triángulo de nuestra relación parecía imposible, tres formas diferentes de corazones rotos que no podían ser esquivados. Ahora todo estaba en pefecto balance. Se veía espantósamente irónico que el rompecabezas se hubiera armado justo en tiempo en el que debía ser destruido.
Comenzó a nevar de nuevo la noche antes de la víspera de Año Nuevo. Esta vez, los pequeños copos no se disolvieron en el pedregoso terreno del claro. Mientras Renesmee y Jacob dormían -Jacob roncando tan fuerte que yo me preguntaba como Renesmee no se había despertado- la nieve creó primero un fino glaceado sobre la tierra, y luego se transformó en gruesos amontonamientos. Para cuando el sol comenzaba a elevarse, la escena de la visión de Alice estaba completa. Edward y yo nos tomamos de las manos mientras fijábamos nuestra vista en el brillante y blanco campo, y ninguno de los dos habló tampoco.
Durante la temprana mañana, los otros se congregaron, sus ojos siendo la muda evidencia de su preparación -algo de sueve dorado, algo de fuerte carmesí. Poco después de que todos estuviéramos juntos, pudimos escuchar a los lobos moverse en el bosque. Jacob emergió de la tienda, dejando a Renesmee que todavía dormía para unirse a ellos.
Edward y Carlisle estaban acomodando a los otros en una suelta formación, nuestros testigos a los costados, como galerías.
Yo miraba desde la distancia, esperando en la tienda que Renesmee se levantara. Cuando ella lo hizo, la ayudé a cambiarse con las ropas que atenta yo había tomado dos días antes. Ropas con volados y femeninas pero que eran de igual manera lo suficientemente duras para no desgastarse o romperse -aún si la persona que las vestía montaba un gigante hombre lobo a travez de un par de estados. Sobre su chaqueta puse en la mochila negra con los documentos, el dinero, la pista, y mis notas de amor para Jacob, Charlie y Renee. Ella era lo suficiéntente fuerte para que esto no fuera una carga.
Sus ojos eran enormes mientras leía la agonía en mi rostro. Pero ella había adivinado bastante como para no preguntarme qué estaba haciendo.
"Te amo,"le dije."Más que nada."
"Yo también te amo, mami,"ella me respondió. Ella tocó el relicario en su cuello, que ahora tenía una pequeña foto de ella, Edward, y yo."Siempre estaremos juntos."
"En nuestro corazones nosotros siempre estaremos juntos,"le corregí en un susurro tan suave como un respiro."Pero cuando el tiempo llegue hoy, tu tendrás que dejarme."
Sus ojos se abrieron, grandes, y ella tocó con su mano mi mejilla. El silencioso 'No' fue tan fuerte como si ella lo hubiera gritado.
Peleé para tragar; mi garganta se sentía seca. "¿Harás eso por mí? ¿Por favor?"
Ella presionó sus dedos más fuerte en mi cara. '¿Por qué?'
"No puedo decírtelo,"susurré."Pero tu entenderás pronto, Lo prometo."
En mi cabeza vi el rostro de Jacob.
Asentí, entonces alejé sus dedos."No pienses en eso,"respiré en su oreja."No le digas a Jacob hasta que yo te diga que corras, ¿sí?"
Ella lo entendió. Ella asintió también.
Tomé de mi bolsilló un último detalle.
Mientras empacaba las cosas de Renesmee, un inesperado brillante color atrapó mis ojos. Un rayo de sol cruzó por el tragaluz y golpeó la preciosa caja antigua guardada en un rincón olvidado de una alta estantería. Lo consideré por un momento y luego me encogí de hombros. Luego de unir todas las pistas de Alice, no podía esperar que la confrontación venidera se resolviera en paz. ¿Pero por qué no comenzarla de la manera más amigable que fuera posible?, me pregunté a mí misma. ¿Qué podría lastimar? Entonces yo debí tener alguna esperaza -ciega y sin sentido esperanza- porque me levanté y tomé el presente de bodas que Aro me dio a mí.
Sujeté la gruesa cadena de oro alrededor de mi cuello y sentí el peso del enorme diamante acurrucado en el hueco de mi garganta.
"Hermoso,"susurró Renesmee. Entonces envolvió sus brazos alrededor de mi cuello, como si fuera un tornillo. La apreté contra mi pecho. Entrelazadas así, la cargué fuera de la tienda hacia el claro.
Edward levantó una ceja mientras yo me aproximaba, pero no preguntó por mi accesorio o por los de Renesmee. Él sólo puso sus brazos alrededor nuestro, apretando por un largo momento y luego, con un profundo suspiro, nos soltó. No podía ver un adiós en ningún lado en sus ojos. Talvez él tenía más esperanzas de las que él dijo.
Nosotras tomamos nuestro lugar, Renesmee subió agilmente en mi espalda para dejarme las manos libres. Me quedé unos pocos pasos detrás de la línea frontal compuesta por Carlisle, Edward, Emmet, Rosalie, Tanya, Kate, y Eleazar. Cerca mío estaba Benjamin y Zafrina; era mi trabajo protegerlos el mayor tiempo que pudiera. Ellos eran nuestra mejor arma ofensiva. Si los Volturi eran los que no podían ver, aunque sea por unos momentos, eso iba a cambiar todo.
Zafrina estaba rigida y fiera, con Senna casi como un espejo a su lado. Benjamin estaba sentado en el suelo, sus palmas presionadas contra la tierra, y murmuraba suavemente sobre fallas [se refiere a fallas geológicas]. La noche anterior, él esparció pilas de roca de una manera natural, y ahora se encontraban cubiertas de nieve por toda la pradera. No eran suficientes para lastimar a un vampiro, pero con suerte, suficientes para distraer a uno.
Los testigos se agrupaban a nuestra izquierda y nuestra derecha, algunos más cerca que otros -aquellos quienes declararon por sí mismos eran los más cercanos. Me di cuenta de que Siobhan presionaba sus sienes, sus ojos cerrados en concentración; ¿Estaba ella complaciendo a Carlisle? ¿Tratando de visualizar un resolución diplomática?
En los bosques detrás nuestro, los lobos, invisibles, estaban listos; sólo podíamos escuchar sus fuertes jadeos y sus corazones latiendo.
Las nubes se movieron, difuminando la luz por eso podría ser la mañana o la tarde. Los ojos de Edward se entrecerraron mientras inspeccioanaba la vista, y yo estaba segura de que él estaba viendo esta escena exactamente por segunda vez -siendo la primera vez la visión de Alice. Se vería igual justo cuando los Volturi arrivaran. Sólo teníamos minutos o segundos ahora.
Toda nuestra familia y aliados se preparó.
Desde el bosque, el grande y rojizo lobo Alpha vino para quedarse a mi lado; debía ser demasiado difícil matener su distancia de Renesmee cuando ella estaba en un inmiediato peligro.
Renesmee se estiró para enredar sus dedos en el pelaje de sus grandes hombros, y el cuerpo de ella se relajó un poco. Ella estaba más tranquila con Jacob cerca. Yo me sentí un poco mejor, también. Mientras Jacob estuviera con Renesmee, ella estaría bien.
Sin arriesgarse a mirar atrás, Edward retrocedió hasta mí. Estiré mi mano hacia delante así podía tomar su mano. El apretó mis dedos.
Otro minuto pasó, y me encontré presionándome para oír algún sonido de aproximación.
Y entonces Edward se tensó y bufó bajó por entre sus apretados dientes. Sus ojos se enfocaban en el bosque justo al norte de donde estábamos.
Nos quedamos mirando fijamente hacia donde él miraba, y esperamos mientras el último segundo pasaba.
36. DESEO DE SANGRE.
Ellos vinieron con todas las pompas, con una aire de belleza.
Ellos vinieron en una rígida y formal formación. Se movían en conjunto, pero no era una marcha; circulaban en perfecta sincronía con los árboles -una oscura e irrompible forma que parecía sostenerse unas pulgadas encima de la blanca nieve, tan suave era el avance.
El perímetro exterior era gris; el color se oscurecía con cada línea de cuerpos hasta llegar al corazón de la formación, de un profundo negro. Cada rostro estaba cubierto y ensombrecido. El ligero roce de sus pies era tan regular que era como música, un complicado ritmo que nunca decaía.
A una señal que yo no vi -o talvez no hubo señal, sólo milenios de práctica-la configuración se dobló hacia fuera. El movimiento fue muy brusco, muy cuadrado para asemejarse a la apertura de una flor, aunque el color lo sugiriese; fue la apertura de un abanico, elegante pero demasiado anguloso. Los figuras de grises capas se abrieron hacia los flancos mientras que las formas más oscuras avanzaron hacia el centro, cada movimiento perfectamente controlado.
Su avance era lento pero deliberado, sin apuros, sin tensión, sin ansiedad. Era el ritmo de lo invencible.
Era casi como mi vieja pesadilla. La única cosa que faltaba era el deleite que yo había visto en las caras de mis sueños –las sonrisas de vengativa alegría. Hasta ahora, los Volturi estaban demasiado disciplinados para mostrar alguna emoción. Ellos ni siquiera mostraron sorpresa o consternación a la colección de vampiros que los esperaban aquí –una colección que lucía, de pronto, desorganizada e improvisada en comparación. No mostraron sorpresa al gigante hombre lobo que se apostaba entre nosotros.
No pude evitar contar. Había treinta y dos de ellos. Aún si no contabas los dos grupos de negras capas que se encontraban detrás de todo, quienes yo creía debían ser las esposas –su posición protegida sugería que no estarían envueltas en el ataque-nosotros seguíamos siendo superados en número. Éramos sólo diecinueve de nosotros los que pelearíamos, y luego siete más que mirarían mientras éramos destruidos. Aún contando a los diez lobos, ellos nos tenían en sus manos.
“Los casaca roja están llegando, los casaca roja están llegando [se refiere a soldados británicos],”Garret murmuró entre dientes, misterioso, para sí mismo y entonces se río. Se acercó un paso más cerca de Kate.
“Ellos vinieron,”le susurró Vladimir a Stefan.
“Las esposas,”dijo Stefan le contestó entre dientes.”La guardia entera. Todos ellos juntos. Es bueno que no intentamos [¿atacar?] Volterra.”
Y entonces, como si su número no fuera suficiente, mientras los Volturi avanzaban lenta magistralmente, más vampiros comenzaron a entrar al claro detrás de ellos.
Los rostros de los vampiros que parecían llegar sin fin, eran la antítesis de los rostro disciplinados y sin expresión de los Volturi –ellos mostraban un calidoscopio de emociones. Primero estaba el shock y hasta un poco de ansiedad cuando se encontraban con la imprevista fuerza que los esperaba. Pero esa inquietud pasaba rápidamente; ellos estaban seguros de sus aplastantes cifras, seguros en su posición detrás de la imparable fuerza de los Volturi. Sus rasgos volvieron a la que ellos mostraban antes de los sorprendiéramos.
Era fácil de entender su forma de pensar –sus rostros eras así de explícitos. Esta era una turba enfadada, azotada por un frenesí y rogando por justicia. No había comprendido del todo los sentimientos del mundo de los vampiros hacia los niños inmortales hasta que leí sus rostros.
Estaba claro que esta variopinta y desorganizada horda –más de cuarenta vampiros todos juntos- sería el testigo de los Volturi. Cuando nosotros estemos muertos, ellos esparcirían la noticia de que los criminales habían sido erradicados, que los Volturi habían actuado con nada más que imparcialidad. Pero parecía como si ellos más que esperar la oportunidad de ser testigos, desearan ser los que ayudaran a desgarrar y quemar.
Nosotros no teníamos la más leve esperanza. Aún si nosotros pudiéramos neutralizar el avance de los Volturi, ellos nos seguirían sepultando en número. Aún si matáramos a Demetri, Jacob no sería capaz de salir de esto.
Lo pude sentir así como la comprensión era asimilada alrededor mío. La desesperación enturbiaba el aire, que se hacía más pesado comenzando a tirarme hacia abajo con más presión que antes.
Un vampiro de la fuerza opuesta no parecía corresponder a ninguna de las dos partes; reconocí a Irina mientras ella titubeaba entre las dos compañías, su expresión única entre las otras. La mirada horrorizada de Irina se dirigía a la posición de Tanya en la línea frontal. Edward lanzó un gruñido bajo pero ferviente.
“Alistair tenía razón,”le dijo a Carlisle.
Miré como Carlisle observaba a Edward inquieto.
“¿Alistar tenía razón?,”susurró Tanya.
“Ellos –Caius y Aro-vinieron para destruir y adquirir,”Edward le respondió susurrando casi silenciosamente; sólo nuestro lado pudo oír. “Ellos ya tienen varias estrategias en juego. Si la acusación de Irina resulta ser falsa, ellos buscarán otra razón para tomar la ofensiva. Pero ellos pueden ver a Renesmee ahora, por eso están bastante optimistas. Podemos seguir intentando defendernos de sus falsas acusaciones, pero ellos deben parar primero, para oír la verdad sobre Renesmee.”Y ahora, aún más bajo.”Cosa que ellos no tienen intención de hacer.”
Jacob dio un extraño jadeo.
Y entonces, inesperadamente, dos segundos después, la procesión se detuvo. La suave música de sus movimientos perfectamente sincronizados se tornó en silencio. La perfecta disciplina se mantuvo irrompible; los Volturi se congelaron en una absoluta tranquilidad, todos juntos. Ellos se pararon a unas cien yardas lejos de nosotros.
Detrás de mí, a mis lados, escuché el palpitar de grandes corazones, más cerca que antes. Arriesgué miradas hacia mi derecha y mi izquierda, desde los costados de mis ojos para ver qué había detenido el avance de los Volturi.
Los lobos se nos habían unido.
A los lados de nuestra torcida línea, los lobos se expandían como largos brazos que nos bordeaban. Sólo necesité una fracción de segundo para notar que había más de diez lobos, para reconocer los lobos que me eran familiares de los que nunca había visto. Había dieciséis de ellos repartidos alrededor nuestro –diecisiete en total, contando a Jacob. Era claro por su altura y sus enormes patas que los nuevos eran todos muy, pero muy jóvenes. Supongo que debí haber esperado esto. Con tantos vampiros acampando en el barrio, la explosión de populación de hombres lobo era inevitable.
Más niños muriendo. Me pregunté porqué Sam había permitido esto, y entonces entendí que él no había tenido otra elección. Si algunos de los lobos se quedan con nosotros, los Volturi se encargarían de buscar al resto de ellos. Ellos se han jugado su especie entera con esta decisión.
Y nosotros íbamos a perder.
Abruptamente, yo estaba furiosa. Más que furiosa, yo estaba presa de un ira asesina. La desesperación se desvaneció enteramente. Un débil brillo rojo realzaba las oscuras figuras frente a mí, y lo único que quería en ese momento era la oportunidad de hundir mis dientes en ellos, arrancar sus miembros de sus cuerpos y apilarlos para quemarlos. Estaba tan enloquecida que podría haber danzado alrededor de la pira donde ellos se asaban vivos; habría reído mientras sus cenizas ardían. Mis labios se curvaron automáticamente, y un bajo, fiero gruñido desgarró mi garganta desde la boca de mi estómago. Me di cuenta de que las esquinas de mis labios se había alzado formando una sonrisa.
Al lado mío, Zafrina y Senna hacían de mi silencioso gruñido. Edward apretó la mano que seguía sosteniendo para advertirme.
Los ensombrecidos rostros de los Volturi seguían mayormente inexpresivos. Sólo dos pares de ojos traicionaron alguna emoción. En el mismo centro, tocando sus manos, Aro y Caius pararon para evaluar, y la entera guardia se detuvo con ellos, esperando por la orden para matar. Ninguno de los dos miró al otro, pero era obvio que se estaban comunicando. Marcus, aunque estaba tocando la otra mano de Aro, no parecía formar parte de la conversación. Su expresión no era tan mecánica como la de los guardias, pero era casi tan vacía. Como la anterior vez que lo vi, el parecía estar completamente aburrido.
Los cuerpos de los testigos de los Volturi se inclinaban hacia nosotros, sus ojos fijados furiosamente en Renesmee y yo, pero ellos se quedaban cerca del margen del bosque, dejando un gran espacio entre ellos y los soldados de los Volturi. Sólo Irina se mantenía cerca de los Volturi, sólo unos pasos apartada de las antiguas mujeres –ambas rubias con pieles como polvo y ojos transparentes-y de los dos enormes guardaespaldas.
Había una mujer de las de capas gris oscuro justo detrás de Aro. No podía estar segura, pero ella parecía estar tocado su espalda. ¿Era ella el otro escudo, Renata? Me pregunté como Eleazar lo hizo, si ella sería capaz repelerme.
Pero yo no gastaría mi vida tratando de llegar a Caius o Aro. Tenía blancos más importantes.
Busqué en la línea por ellos ahora y no tuve dificultad para reconocer a los dos pequeños, con capas de profundo gris cerca del centro de la formación. Alec y Jane, fácilmente los miembros más pequeños de la guardia, manteniéndose de pie al costado de Marcus, franqueados por Demetri del otro lado. Sus amorosos rostros eran tersos, no revelando nada; ellos portaban las capas más oscuras al lado de las puramente negras de los antiguos. Los gemelos brujos los había llamado Vladimir. Sus poderes eran el pilar de la ofensiva de los Volturi. Las joyas de la colección de Aro.
Mis músculos se flexionaron, y el veneno llenó mi boca.
Los rojos ojos nublados de Aro y Caius parpadearon cruzando nuestra línea. Leí decepción en el rostro de Aro mientras sus ojos vagaban sobre nuestras caras una y otra vez, buscando por quien estaba perdida. El disgusto lo hizo apretar sus labios.
En ese momento, no estaba más que agradecida que Alice hubiera escapado.
Así como la pausa se alargaba, escuché la respiración de Edward acelerarse.
“¿Edward?”preguntó Carlisle, bajo y ansioso.
“Ellos no están seguros de cómo proceder. Están sopesando sus opciones, eligiendo los blancos claves –yo, por supuesto, tú, Eleazar, Tanya. Marcus está leyendo la fuerza de nuestros vínculos, buscando puntos débiles. La presencia de Los Rumanos los irrita. Están preocupados por los rostros que no reconocen –en particular por Senna y Zafrina- y los lobos, naturalmente. Ellos nunca había estado en desventaja numérica. Eso es lo que los detuvo.
“¿En desventaja?”Susurró Tanya, incrédula.
“Ellos no cuentan a los testigos,”murmuró muy suavemente Edward.”Son insignificantes, no tiene importancia para la guardia. Aro sólo disfruta de la audiencia.”
“¿Debería hablar con él?”preguntó Carlisle.
Edward dudó, pero luego asintió.”Esta es la única chance que vas a conseguir.”
Carlisle enderezó sus hombros y se adelantó varios pasos de nuestra línea defensiva. Odiaba verlo solo, desprotegido.
Él extendió sus brazos, palmas hacia arriba como si estuviera saludando.”Aro, mi viejo amigo. Han pasado siglos.”
El blanco claro estuvo en un duro silencio por un largo momento. Podía sentir la tensión desbordando de Edward mientras escuchaba cómo Aro evaluaba las palabras de Carlisle. La tensión crecía a medida que los segundos pasaban.
Y entonces Aro se alejó del centro de la formación de los Volturi. El escudo, Renata, se movió con él, como si la punta de sus dedos estuviera cosida a su toga. Por primera vez, las filas de los Volturi reaccionaron. Un murmullo de quejas cruzó la línea, muchas cejas se juntaron al fruncirse los ceños, labios que se encresparon sobre los dientes. Algunos guardias se pusieron de cuclillas.
Aro levantó una mano hacia ellos. “Haya paz.”
Caminó unos pasos más, y luego ladeó su cabeza hacia un costado. Sus lechosos ojos brillaron con curiosidad.
“Sabias palabras, Carlisle,”susurró en su fina y tenue voz.”Parece fuera de lugar, considerando el ejercito que has montado para matarme y matar a los que quiero.”
Carlisle sacudió su cabeza y extendió su mano derecha hacia delante como si no hubiera una distancia de cien yardas entre ellos.”Tú sólo tienes que tocar mi mano derecha para saber que esa nunca fue mi intención.”
Los astutos ojos de Aro se estrecharon.”¿Pero cómo puede tu intención importar, querido Carlisle, en vista de lo que has hecho?”Frunció el ceño, y una sombra de tristeza cruzó sus rasgos –si era genuina o no, no podría decirlo.
“No he cometido el crimen por el cual tu estás aquí para castigarme.”
“Entonces apártate y déjanos castigar a los responsables. Verdaderamente, Carlisle, nada me agradaría más que preservar tu vida el día de hoy.”
“Nadie ha quebrado la ley, Aro. Déjame explicarte.”De nuevo, Carlisle ofreció su mano.
Antes de que Aro pudiera contestar, Caius se dirigió con rapidez al lado de Aro.
“Tantas reglas sin sentido, tantas leyes innecesarias que has creado para ti, Carlisle,”el antiguo de cabellos blancos, bufó.”¿Cómo es posible que defiendas el incumplimiento de una de las que verdaderamente importa?”
“La ley no ha sido infringida. Si tu escucharas –“
“Vemos al niño, Carlisle,”Caius gruñó.”No nos trates como tontos.”
“Ella no es un inmortal. Ella no es vampiro. Puedo probarte esto en sólo un momento –“
Caius lo cortó.”Si ella no es un vampiro, ¿por qué concentraste un batallón para defenderla?”
“Testigos, Caius, igual a los que ustedes han traído.”Carlisle señaló a la enfadada horda en el margen del bosque; algunos gruñeron en respuesta.”Cualquiera de estos amigos pueden decirte la verdad sobre esta niña. O sólo podrías verla a ella, Caius. Ver el rubor de sangre humana en sus mejillas.”
“¡Artificios!”Caius rugió.”¿Dónde está la informante? ¡Déjenla acercarse!”El estiró su cuello hasta que pudo ver a Irina confundida detrás de las esposas.”¡Tú! ¡Ven!”
Irina lo miró fijamente sin comprender, su cara era como la de alguien que todavía no está despierto del todo luego de una espantosa pesadilla. Impaciente, Caius chasqueó sus dedos. Uno de los grandes guardaespaldas de las esposas se acercó a Irina y le dio un codazo fuerte en la espaldas. Irina parpadeó dos veces y entonces caminó lentamente hacia Caius aturdida. Ella se detuvo varias yardas antes, sus ojos todavía en sus hermanas.
Caius acortó la distancia entre ellos y le dio una cachetada.
No debió doler, pero había algo terriblemente degradante sobre esa acción. Era como ver a alguien patear a un perro. Tanya y Kate bufaron en sincronía.
El cuerpo de Irina se volvió rígido y sus ojos por fin se enfocaron en Caius. Apuntó con uno de sus dedos a Renesmee, dónde ella se apretaba a mi espalda, sus dedos todavía enredados en el pelaje de Jacob. Caius se volvió completamente rojo en mi furiosa mirada. Un gruñido retumbó en el pecho de Jacob.
“¿Esta es la niña que viste?”Demandó Caius.”¿La que era obviamente más que humana?”
Irina nos observó detenidamente, examinando a Renesmee por primera vez desde que entró en el claro. Su cabeza se inclinó a un costado, la confusión cruzó sus rasgos.
“¿Y bien?”Caius siseó.
“Yo... Yo no estoy segura,”dijo ella con tono perplejo.
La mano de Caius se flexiono como si quisiera pegarle de vuelta.”¿Qué quieres decir?”dijo él, en un susurro férreo.
“Ella no es la misma, pero creo que es la misma niña. Lo que quiero decir es, que ella está cambiada. Esta niña es más grande de la que yo vi, pero –“
El furioso jadeo de Caius crujió a través de sus dientes desnudos, e Irina se apartó si terminar. Aro se acercó a Caius y puso una mano en su espalda para retenerlo.
“Serénate, hermano. Tenemos tiempo para resolver esto. No hay necesidad de precipitarse.”
Con una huraña expresión, Caius le dio la espalda a Irina.
“Ahora,”dijo Aro en un cálido y dulce murmullo.”Muéstrame qué estás tratando de decir.”El acercó su mano a la apabullada vampiro.
Insegura, Irina tomó su mano. Él la tomo por sólo cinco segundos.
¿Ves Caius?”dijo.”Es simple obtener lo que necesitamos.”
Caius no respondió. Por la esquina de su ojo, Aro observó a su audiencia una vez, tu turba, y entonces se volvió hacia Carlisle.
“Ahora parece que tenemos un misterio en nuestras manos. Pareciera que la niña ha crecido. Y aún así Irina primera memoria de Irina era la de un niño inmortal. Curioso.”
“Eso es exactamente lo que estoy tratando de explicar,”dijo Carlisle, y por el cambio de su voz pude darme cuenta de su alivio. Esta era la pausa en la que todos teníamos puestas nuestras esperanzas.
Yo no sentí alivio. Esperaba, casi entumecida por la rabia, por las estrategias que Edward había prometido.
Carlisle volvió a levantar su mano.
Aro dudó por un momento.”Preferiría recibir explicaciones de alguien más central en la historia, mi amigo. ¿Estoy equivocado en asumir que esta trasgresión no fue hecha por ti?”
“No hay ninguna trasgresión.”
“Déjalo ser como tenga que ser, yo tendré todas las facetas de la verdad.”La suave voz de Aro se endureció.”Y la mejor manera de tener esto, es teniendo la evidencia directamente de tu talentoso hijo.”Inclinó su cabeza en la dirección de Edward.”Así como la niña se sujeta a la espalda de su neófita compañera, asumo que Edward está envuelto.”
Por supuesto que el quería a Edward. Una vez el se metiera en la mente de Edward, conocería todos nuestros pensamientos. Excepto los míos.
Edward se giró para besar rápidamente mi frente y la de Renesmee, sin mirarme a los ojos. Entonces cruzó a grandes zancadas el campo nevado, palmeando el hombro de Carlisle cuando pasó. Escuché un suave gimoteo detrás de mí –el terror de Esme se abría paso.
La bruma roja que veía alrededor del ejercito de los Volturi flameó más brillante que antes, no podía soportar ver a Edward cruzar el vació y blanco espacio solo –pero tampoco podía aguantar tener a Renesmee un paso más cerca de nuestros adversarios. Me debatía entre esos dos deseos opuestos; estaba fuertemente congelada que sentía que mis huesos podrían destrozarse de la presión.
Miré a Jane sonreírle a Edward mientras el cruzaba el punto medio en la distancia entre nosotros, cuando él estaba más cerca de ellos que lo que el estaba de nosotros.
Esa petulante sonrisa lo logró. Mi furia llegó a su límite, más alto que el deseo furioso de sangre que sentí en el momento en el que los lobos ingresaron en esta fatal pelea. Podía sentir mi locura en mi lengua –la sentía fluir a través de mí como un maremoto de puro poder. Mis músculos se tensaron, y actué automáticamente. Aventé mi escudo con toda la fuerza de mi mente, arrojándolo a través de la imposible expansión del campo –diez veces mi mejor distancia-como una jabalina. Mi respiración se aceleró en un bufido por mi esfuerzo.
El escudo saltó de mí en una burbuja de pura energía, una rápida nube de metal líquido. Latía como una cosa con vida –podía sentirlo, desde la cumbre hasta los bordes.
No hubo retroceso para el tejido elástico ahora, en ese instante de fuerza bruta, yo vi que el contragolpe que yo había sentido antes era mi propia fabricación - había estado aferrándome a esa parte invisible de mí autodefensa, subconscientemente involuntario para permitirle ir.
Ahora que lo había puesto en libertad, y mi escudo explotó cincuenta buenas yardas de mí, sin esfuerzo, tomando sólo una fracción de mi concentración. Podía sentirlo doblarse como simplemente otro músculo, obediente a mi voluntad. Lo empujé, en forma de un largo y puntiagudo oval.
Todo bajo el escudo de hierro flexible fue de repente una parte de mí -Podía sentir la fuerza vital de todo lo que cubría al igual que los puntos de calor brillante, deslumbrantes chispas de luz en torno a mí. Empuje el escudo hacia adelante hacia la longitud del claro, y exhalé en alivio cuando sentí a la brillante luz de Edward dentro de mi protección.
Lo sostuve allí, contrayendo este nuevo músculo de modo que esto rodeara estrechamente a Eduard, una delgada pero inquebrantable hoja entre su cuerpo y nuestros enemigos.
Apenas un segundo había pasado. Edward estaba aún caminando hacia Aro. Todo había cambiado en absoluto, pero nadie había notado la explosión excepto yo. Una risa sobresaltada estalló a través de mis labios. Yo sentí a los demás mirándome y vi el ojo negro grande de Jacob caer rodando para mirarme fijamente, como si yo hubiese perdido mi mente.
Edward se detuvo a unos pasos de Aro, y yo comprendí con un poco de mortificación que aunque yo podía ciertamente, no debía impedir que este intercambio se produzca. Este era el punto de todos nuestros preparativos: conseguir que Aro escuche nuestra versión de la historia.
Era casi físicamente doloroso para hacerlo, pero de mala gana retiré mi escudo y dejé atrás a Edward expuesto de nuevo. La risa de ánimo había desaparecido. Yo me concentré totalmente en Edward, dispuesta a protegerlo al instante si algo salió mal.
La barbilla de Edward subió arrogantemente, y él sostuvo su mano hacia a Aro como si él estuviera confiriéndole un gran honor. Aro sólo parecía encantado con su actitud, pero su satisfacción no es universal.
Renata tembló nerviosamente en la sombra de Aro: s sombra. El ceño de Caius era tan profundo, que su piel se parecía al papel, translúcida plegada permanentemente. La pequeña Jane mostró los dientes, y al lado los ojos de su Alec se estrecharon en concentración. Me imaginé que estaba dispuesto, como yo, para actuar al aviso en un segundo.
Aro cerrado la distancia sin pausa- y realmente, que podía el temer? Las sombras grandes y pesadas de las capas ligeras -estaban, a escasos metros de distancia. Jane y su don de quemar podría arrojar Edward sobre el terreno, retorciendose en agonía.
Alec podría cegarlo y ensordecerlo antes de que él pudiera dar un paso en la dirección de Aro. Nadie sabía que yo tenía el poder de pararlos, ni siquiera Edward.
Con una sonrisa fluida, Aro tomó la mano de Edward. Sus ojos se cerraron de golpe de una sola vez, y luego sus hombros se encogieron bajo la avalancha de información.
Cada pensamiento confidencial, cada estrategia, cada idea - Todo lo que Edward había escuchado en las mentes a su alrededor durante el mes pasado – era ahora de Aro. Más atrás de cada visión de Alice, cada momento tranquilo con nuestra familia, cada cuadro en la cabeza de Renesmee, cada beso, cada toque entre Eduard y yo... Todo eso era de Aro ahora, también.
Bufé con frustración, y agité el escudo con mi irritación, cambiando su forma y contrayendolo en torno a nuestro lado.
"Tranquila, Bella," Zafrina me susurró.
Aprete mis dientes juntos.
Aro seguía concentrando en los recuerdos de Edward. La cabeza de Eduardo se dobló también, los músculos en su cuello se tensaron mientras leía otra vez todo que Aro tomaba de él, y la respuesta de Aro a todo aquello.
Esta conversación de doble dirección pero desigual, siguió bastante tiempo más, que aún la guardia se puso incómoda. Bajos murmullos corrieron a través de la línea hasta que Caius ladró una orden aguda para pedir silencio. Jane estaba afilando adelante como si no pudiera evitarlo, y la cara de Renata era rígida con angustia.
Por un momento, examiné este potente escudo que parecía tan débil en pánico, aunque ella era útil para Aro, yo podía decir que no era ninguna guerrera. No era su trabajo luchar, sino proteger. No había sed de sangre en ella. Cruda como era, yo sabía que si esto fuera entre ella y yo, la borraría.
Reenfoqué cuando Aro se enderezaba, sus ojos destellaban abiertos, su expresión intimidada y cautelosa. Él no había liberado la mano de Eduard.
Edward aflojó los músculos de la nuca ligeramente.
"¿Ves?" Edward preguntó, con su voz de terciopelo en calma.
"Sí, veo, de hecho," Aro acordó, y sorprendentemente, sonaba casi divertido. "Dudo si dos dioses o mortales nunca hayan visto tan claramente".
Las caras disciplinadas de la guardia mostraron la misma incredulidad que yo sentí.
"Me ha dado mucho que pensar, joven amigo," Aro continuó. "Mucho más de lo que esperaba." Aún no liberaba la mano de Edward, y la tensa postura de Edward era la de uno que escucha.
Edward no respondió.
"¿Podría conocerla?" Aro-preguntó casi implorando -con un repentino ansioso interés. "Nunca he soñado con la existencia de tal cosa en todos mis siglos. ¡Qué adición a nuestras historias!"
"¿De qué se trata, Aro?" Caius se quebró antes de que Edward pueda responder. Sólo la pregunta me hizo tirar a Renesmee alrededor de mis brazos, acunándola en protección contra mi pecho.
"Algo con lo que nunca has soñado, mi amigo práctico. Tome un momento para reflexionar, sobre la justicia que intentabamos librar ya no se aplica."
Caius siseó en sorpresa a sus palabras.
"Paz, hermano", advirtió suavemente Aro.
Esto debería haber sido una buena noticia - estas fueron las palabras que habíamos estado esperando, el indulto que nunca realmente creímos posible. Aro había escuchado la verdad. Aro había admitido que la ley no se había roto.
Pero mis ojos se remacharon en Edward, y ví los músculos de su espalda tensarse. Repetí en mi cabeza la instrucción de Aro para Caius para reflexionar, y escuchar el doble sentido.
"¿Vas a presentarme a tu hija?" Aro pregunto a Edward de nuevo.
Caius no fue el único que bufó a esta nueva revelación.
Edward asintió a regañadientes. Y, sin embargo, Renesmee se había ganado a tantos otros. Aro siempre parecía ser el líder de los antiguos. Si el estuviera de su lado, los otros podrían actuar en contra de nosotros?
Aro todavía se apoderaba de la mano de Edward, respondió a una pregunta que el resto de nosotros no había oído.
"Creo que un compromiso sobre este punto es, sin duda, aceptable, en virtud de las circunstancias. Nos reuniremos en el centro."
Aro liberó su mano. Edward volvió hacia nosotros, y Aro se le unió, lanzando un brazo casualmente en los hombro de Edward como si fueran los mejores los amigos-, manteniendo al mismo tiempo el contacto con la piel de Edward. Ellos comenzaron a cruzar el campo de nuevo a nuestro lado.
Todo el guardia cayó en el paso detrás de ellos. Aro levantó una mano por negligencia sin tener en cuenta.
"Esperen, mis seres queridos. Verdaderamente, realmente no nos quieren hacer ningún daño si somos pacíficos".
La guardia reaccionó a esto más abiertamente que antes, con gruñidos y siseos de protesta, pero sostuvo su posición. Renata, aferrándose más cerca de Aro que nunca, gimoteó en ansiedad.
"Maestro", le susurró.
"No te asustes, mi amor", respondió. "Todo está bien."
"Tal vez usted debería llevar a algunos miembros de su guardia con nosotros," Edward sugirió. "Los hará sentirse mas cómodos"
Aro asintió como si se trataba de una sabia observación que debería haber pensado el mismo. Él se chasqueó sus dedos dos veces. "Felix, Demetri."
Los dos vampiros estaban a su lado al instante, mirando con precisión como la vez pasada que yo los había encontrado. Demetri con fuerza y flaco como la lámina de una espada, Felix grande, pesado y amenazador como una porra de hierro claveteada.
Los cinco de ellos se detuvieron en el centro del campo cubierto de nieve.
"Bella", llamaó Edward. "Trae a Renesmee ... y unos amigos."
Tomé una respiración profunda. Mi cuerpo estaba apretado con la oposición. La idea de llevar a Renesmee al centro del conflicto... Pero yo confiaba en Edward. Él sabría si Aro estaba en planificación de cualquier traición en este momento.
Aro tenía tres protectores en su lado de la cumbre, por lo que iba a traer dos conmigo. Me tomó sólo un segundo para decidir.
"Jacob? Emmett?" Pregunté en silencio. Emmett, porque se estaría muriendo por ir. Jacob, porque él no sería capaz de soportar quedarse atrás.
Ambos asintiron. Emmett sonrió abiertamente.
Crucé el campo con ellos de acompañamiento. Escuché otros ruidos de la guardia, ya que vieron mis elecciones - claramente, no confiaban en el hombre lobo. Aro levantó su mano, agitando su protesta fuera de nuevo.
"Interesante compañía que mantienen", Demetri murmuró a Edward.
Edward no respondió, pero un bajo gruñido se deslizó a través de los dientes de Jacob.
Nos detuvimos a escasos metros de Aro. Edward salió de bajo del brazo de Aro y rápidamente se unió a nosotros, tomando mi mano.
Por un momento nos enfrentamos unos a otros en silencio. A continuación, Felix me saludó en un bajo de lado.
"Hola de nuevo, Bella". Él sonrió abiertamente arrogantemente mientras todavía siguiendo a Jacob en cada tirón con su visión periférica
Reí irónicamente al vampiro montañoso. "Hey, Felix".
Felix rió por lo bajo. "Te ves bien. La inmortalidad te queda"
"Muchas gracias".
"Eres bienvenida. Es tan malo..."
Él dejó su comentario calmarse en el silencio, pero yo no necesitaba el don de Edward para imaginar el final. Es demasiado malo que vayamos a matarte en un segundo.
"Sí, demasiado malo, ¿no?" Murmuré.
Felix guiñó.
Aro no prestó atención a nuestro cambio. Él apoyó su cabeza a un lado, fascinado. "Yo escucho su extraño corazón", murmuró con un ritmo casi musical en sus palabras. "Huelo su extraño perfume" Entonces sus ojos nebulosos pasaron a mí. "En verdad joven Bella, la inmortalidad la vuelve mas extraordinaria" dijo. "Es como si estuviera diseñada para esta vida."
Asentí una vez en reconocimiento de su adulación.
"¿Te ha gustado mi regalo?" preguntó, mirando el colgante que llevaba.
"Es hermoso, y muy, muy generoso de usted. Gracias. Probablemente debería haber enviado una nota."
Aro rió deleitado. "Es sólo un poco de algo que tenía por ahí. Pensé que podría complementar tu nuevo rostro, y lo que hace."
Oí un pequeño silbido del centro de la línea Volturi. Eché un vistazo sobre el hombro de Aro. ¡Um! Parecía que Jane no era feliz sobre el hecho de que Aro me haya dado un regalo. Aro aclaró su garganta para reclamar mi atención. "¿Puedo saludar a tu hija, hermosa Bella?" preguntó dulcemente.
Esto fue lo que habíamos esperado, me recordé a mí misma. La lucha contra el impulso de tomar Renesmee y huir con ella, caminané dos pasos lentos. Mi escudo onduló hacia afuera detrás de mí como un cabo, protegiendo el resto de mi familia mientras que Renesmee fue dejada expuesta. Se sentía mal, horrible.
Aro se reunió con nosotros, su rostro radiante.
"Pero ella es exquisita", murmuró. "Así como tú y Edward." Y luego más fuerte, "Hola, Renesmee".
Renesmee me miró rápidamente. Asentí.
"Hola, Aro", respondió formalmente a su altura, alzando su timbre de voz. Los ojos de Aro parecían desconcertados.
"¿Qué es esto?" Caius siseó desde atrás. Él parecía enfurecido por la necesidad de preguntar.
"Mitad mortal, mitad inmortal," Aro le anunció y al resto de la guardia sin girar seguían cautivados con su mirada en Renesmee. "Concebida así, y llevada por esta recién nacida mientras ella seguía siendo humana."
"Imposible", Caius se burló.
"¿Crees que me han engañado entonces, hermano?" Aro dijo con expresión muy divertida, pero Caius se estremeció. "Es el latido del corazón que se oye un engaño también?"
Caius frunció el ceño, mirando disgustado como si las preguntas apacibles de Aro hubieran sido golpes.
"Con calma y cuidado, hermano", advirtió Aro, todavía sonriendo a Renesmee. "Yo sé muy bien cómo amas la justicia, pero no hay una justicia que actúe en contra de esta único de su familia. Y tanto que aprender, tanto que aprender! Sé que no tienes mi entusiasmo por colectar historias, pero ser tolerante conmigo, hermano, mientras añado un capítulo que me atonta con su improbabilidad. ¡Vinimos esperando sólo justicia y la tristeza de amigos falsos, pero mira lo que hemos ganado en cambio! Un nuevo brillante conocimiento de nosotros mismos, de nuestras posibilidades".
Él ofreció su mano a Renesmee en invitación. Pero esto no era lo que ella quería. Ella se inclinó lejos de mí, estirandose hacia arriba, para tocar con las yemas de sus dedos la cara de Aro.
Aro no reaccionó con conmoción, como casi todos los demás habian reaccionado de esa manera al toque de Renesmee; el estaba tan acostumbrado a los flujos de pensamientos tanto como Edward.
Su sonrisa se amplió, y suspiró con satisfacción. "Brillante", le susurró.
Renesmee se relajó de nuevo en mis brazos, su pequeña cara estaba muy seria.
"Por favor?" Le preguntó.
Su sonrisa se torno apacible. "Por supuesto no tengo ningún deseo de dañar a sus seres queridos, preciosa Renesmee".
La voz de Aro era tan consoladora y cariñosa, que me recogió durante un segundo. Y entonces oí los Edward dientes moler juntos y, lejos detrás de nosotros, El indignado silbido de Maggie ante la mentira.
"Me pregunto," dijo cuidadosamente Aro, que parece ignorar la reacción ante sus palabras anteriores. Sus ojos se trasladaron inesperadamente a Jacob, y en lugar de la repugnancia con la que los demás Volturi miraban el lobo gigante, los ojos se llenaron con un anhelo que yo no comprendí.
"No funciona de esa manera," Edward dijo, la cuidadosa neutralidad abandonó de repente su tono áspero.
"Sólo un pensamiento errante", dijo Aro, evaluando abiertamente a Jacob y, a continuación, sus ojos se trasladaron lentamente a través de las dos líneas de hombres lobos detrás de nosotros. Lo que sea que Renesmee le haya mostrado, hizo a los lobos de repente interesantes para él.
"Ellos no nos pertenecen, Aro. Ellos no siguen nuestras órdenes así. Ellos están aquí porque ellos quieren estar. "
Jacob gruñó de manera amenazante
"Aunque ellos parecen estar bastante conectados contigo," dijo Aro. "Y tu joven pareja... y su familia. Lealtad" Su voz acariciaba suavemente la palabra.
"Ellos están comprometidos a proteger la vida humana, Aro. Eso hace que sean capaces de coexistir con nosotros, pero apenas con usted. A no ser que quieras repensar tu estilo de vida."
Aro se rió alegremente. "Sólo un pensamiento errante", repitió. "Tu bien sabes como es. Ninguno de nosotros puede totalmente controlar nuestros deseos subconscientes. "
Edward hizo una mueca. "Realmente sé como es. Y también sé la diferencia entre aquella clase de pensamiento y la clase con un propósito detrás de él. Nunca podría funcionar, Aro".
La inmensa cabeza de Jacob se volvió en dirección a Edward, y un débil gimoteo se resbaló de entre sus dientes.
"Él está cautivado con la idea de ... perros guardianes," Edward murmuró atrás.
Hubo un segundo de silencio sepulcral, y luego el sonido de los gruñidos furiosos que se rasgaban de la manada entera que llenaba el claro gigantesco.
Hubo un fuerte ladrido de mando - de Sam, yo adiviné, aunque yo no me volví para ver - y la denuncia rompió en ominoso silencio.
"Supongo que las respuestas a esa pregunta," Aro dijo, riendo de nuevo. "Este lote ha escogido su lado."
Edward silbó y se apoyó hacia adelante. Agarre su brazo, preguntándome qué podría haber en los pensamientos de Aro que lo hacían reaccionar de manera violenta, mientras que Félix y Demetri se deslizaban a gachas en sincronización. Aro les indicó retirarse de nuevo. Todos ellos regresaron a su antigua postura, Edward incluído.
"Tanto que discutir", dijo Aro, su tono de repente fue el de un hombre de negocios. "Tanto que decidir. Si ustedes y sus protectores peludos me disculpan, mis queridos Cullen, debo consultar con mis hermanos."
37. ESTRATAGEMAS.
Aro no contestó a su protector ansioso que esperaba en el lado del norte del claro; en lugar de eso, los animó a ir adelante.
Edgard comenzó a sostenerme, tirando de mi brazo y Emmett. Nos apresuramos cuidarnos la retaguardia, posando nuestros ojos en la amenaza que avanzaba. Jacob se retiró lentamente, la piel en sus hombros se erizó y descubrió sus colmillos hacia Aro. Renesmee pasó su mano por la cola de Jacob, evitando que él se fuera, forzándolo a permanecer con nosotros. Alcanzamos a nuestra familia a la vez que las capas oscuras rodearon a Aro otra vez.
Ahora había solamente cincuenta yardas entre ellos y nosotros - una distancia que cualquiera de nosotros podría saltar en apenas una fracción segundo.
Cayo comenzó a discutir con Aro inmediatamente.
¿“Cómo puedes aceptar esta infamia? ¿Por qué estamos aquí parados impotentes frente a un crimen tan indignante, cubierto por un engaño tan ridículo?” Él mantuvo sus brazos rígido en sus lados, sus manos erizadas en garras. Me preguntaba porqué él no tocaba a Aro para compartir su opinión. ¿Veíamos una división en sus filas ya? ¿Podríamos ser así de afortunados?
“Porque es todo el verdad,” Aro le dijo tranquilamente. “Cada palabra de ella. Ve cuántos testigos están parados listos para dar evidencia que han visto a esta niña milagrosa crecer y madurar en apenas un corto plazo, el mismo corto plazo en que le han conocido. Que han sentido el calor de la sangre pulsar en sus venas”.
El gesto de Aro barrió desde Amun en un lado hasta a Siobhan en el otro.
Cayo reaccionó extrañamente a las palabras calmantes de Aro, comenzando siempre tan levemente en los testigos mencionados. La cólera se esfumó de su rostro, substituida por un cálculo frío. Él echó un vistazo en los testigos de los Volturi con una expresión vaga… nerviosa.
Eché un vistazo en la multitud enojada, también vi que la descripción no era ya la misma. El frenesí por la acción había dado vuelta a la confusión. Las conversaciones eran susurros a través de la muchedumbre mientras que intentaron entender qué había sucedido.
Cayo frunció el ceño, profundo y pensando. Su expresión especulativa alimentó las llamas de mi cólera a la vez que me preocupó. Qué si ¿el protector actuaba otra vez en una cierta señal invisible, como tenían en su marcha?
Ansiosamente, examiné mi protector; se sentía apenas tan impenetrable como antes. Ahora puse de manera baja, formando arcos sobre nuestra compañía. Podía sentir las plumas agudas de la luz donde mi familia y amigos estaban parados - cada uno con un sabor individual que pensé podría reconocer con práctica. Conocía ya Edward - el suyo era el más brillante de todos.El espacio vacío adicional alrededor del punto brilloso me incomodó; no había barrera física del protector, y si uno de los Volturi talentosos pudiera pasar debajo, no podría proteger a nadie excepto a mi. Sentía mi frente arrugarse mientras que tiré de la armadura elástica muy cuidadosamente más cerca. Carlisle era el delantero más lejano; Aspiré, el escudo avanzó poco a poco, pulgada por pulgada, intentando envolverlo exactamente a su cuerpo como podía.
Mi escudo parecía desear cooperar. Abrazó su forma; cuando Carlisle cambió de puesto al lado más cercano a Tanya para apoyarle, el elástico estiró con él, dibujado a su chispa. Fascinada, tiré más hilos de la tela, tirando de él alrededor de cada forma que brillaba tenuemente, ya sea de un amigo o un aliado. El escudo dispuesto se aferró a ellos, moviéndose mientras que se movieron.
Solamente un segundo había pasado; Cayo todavía deliberaba. “Los hombres lobos,” él murmuro al último. Con pánico repentino, hice que la mayor parte de los hombres lobos fueran protegidos. Estaba a punto de alcanzarlos cuando no pude sentir sus “chispas”. Curioso, dibujé el escudo más apretado adentro, hasta que Amun y Kebi - el borde más lejano de nuestro grupo - estaban afuera con los lobos.
Una vez que estuvieran en el otro lado, sus luces desaparecieron. Dejaron de existir en ese sentido. Pero los lobos seguían siendo llamas brillantes - o algo, la mitad de ellos era. Hmm… Miré hacia fuera otra vez, y tan pronto como Sam estuvo bajo cubierta, todos los lobos era chispas brillantes otra vez. Sus mentes deben haber sido interconectadas como lo había imaginado. Si la alfa estaba dentro de mi escudo, el resto de sus mentes que eran parte de él, estarían protegidos como el suyo.
“Ah!, hermano…,” Aro contestó a la declaración de Cayo con una mirada dolida.
“Tú también defenderás esta alianza, Aro?” exigió Cayo.
“Los niños de la luna han sido nuestros enemigos desde el amanecer de los tiempos. Los hemos cazado hasta lograr casi su extinción en Europa y Asia. Con todo Carlisle anima una relación familiar con esta infestación enorme – no hay ninguna duda, es un intento para derrocarnos. Es la mejor forma de proteger su forma de vida torcida.”
Edward despejó su garganta en alta voz y Cayo se deslumbró con él. Aro colocó su fina mano sobre su propia cara como si lo desconcertara el otro antiguo.
“Cayo, es el centro del día,” Edward precisando. Él hizo un gesticulo a Jacob. “Éstos no son niños de la luna, claramente. No tienen ninguna relación con sus enemigos en el otro lado del mundo“
“Tu crías mutantes aquí,” escupida de Cayo detrás de él.
Edward apretó su quijada entonces él contestó uniformemente, “Ellos no son siempre lobos. Aro puede decirte todo si no me crees.”
“ ¿No son siempre lobos? Tiré a una mirada desconcertada en Jacob. Él levantó sus hombros enormes y los dejó caer - un encogimiento. Él no sabía de qué hablaba Edward, tampoco.
“Estimado Cayo, te habría advertido a que no presionaras este punto si con tu mano me hubieses dicho tus pensamientos,” murmuró Aro. “Aunque estas criaturas piensan que son lobos, no lo son. El nombre más exacto para ellos sería desplazadores de forma (shapeshifters). La opción de tomar la forma de un lobo, sólo fue una opción. Habría podido ser un oso o un halcón o una pantera cuando el primer cambio fue realizado. Estas criaturas no tienen nada que ver con los niños de la luna. Han heredado simplemente esta habilidad de sus padres. Es genético - no continúan su especie infectando a otras la manera que lo hacen los hombres lobos verdaderos”.
Cayo se deslumbró con Aro, con irritación y algo más - una acusación de traición, quizá.
“Saben nuestro secreto,” él dijo plano (flatly)
Edward miraba alrededor para contestar a esta acusación, pero Aro habló más rápido. “Son criaturas de nuestro mundo supernatural, hermano. Quizá, ellos dependen más del secreto que nosotros, ellos están expuestos. Cuidadosamente, Cayo. Las acusaciones engañosas no nos llevan a ninguna parte”. Cayo respiró profundamente y cabeceó. Intercambiaron un vistazo largo, significativo.
Pensé que entendía la instrucción detrás de la frase cuidadosa de Aro. Las falsas acusaciones no ayudaban convencer a testigos que miraban de cualquier lado; Aro tuvo cuidado con el siguiente movimiento estratégico de Cayo. Me preguntaba si la razón era la tensión evidente que aumentaba entre los dos – la desgana de Cayo de compartir sus pensamientos con un toque - era que Cayo no cuidaba mostrar tanto como lo hizo Aro. Era como si la matanza que venía era más esencial para Cayo que su reputación inmaculada.
“Deseo hablar con el informador,” Cayo anunció abruptamente, y dio la vuelta para mirar a Irina.
Irina no prestaba atención a la conversación de Cayo y de Aro; su cara estaba torcida en la agonía, tenía los ojos trabados en sus hermanas, alineadas para morir. Estaba claro en su rostro que ahora sabía que su acusación había sido totalmente falsa.
“Irina,” Cayo irritado, infeliz de tener que dirigirse a ella. Ella miró hacia arriba, temerosa e inmediatamente asustada. Cayo tronó los dedos (le tronó los dedos en el sentido de que se apurara). Vacilante, ella se movió desde las franjas de la formación de los Volturi para ser el soporte delante de Cayo, otra vez.
“Tu pareces haberte equivocado absolutamente en tus declaraciones,” Cayo comenzó. Tanya y Kate se inclinaron ansiosamente hacia adelante.
“Lo siento,” Irina susurrado. “Debí haberme cerciorado de lo que veía. Pero no tenía ninguna idea…” ella hizo una mueca desamparada en nuestra dirección.
“Querido Cayo, podrías esperar que ella entendiera en un instante algo tan extraño e imposible?” pidió Aro. “Cualquiera de nosotros habríamos hecho la misma suposición.” Cayo chasqueó sus dedos en Aro para silenciarlo.
“Todos sabemos que te equivocaste,” él dijo bruscamente.
“Significa hablar de tus motivos.” Irina esperaba nerviosa a que él continuara, y después repitió, “mis motivaciones?”
“Sí, para venir a espiar en primer lugar.” Irina retrocedió en la palabra espía.
“Tu eras infeliz con los Cullens, no?” Ella giró sus ojos miserables hacia el rostro de Carlisle.
“Era” ella admitió.
“Porque… ¿? “Cayo incitó.
“Porque los hombres lobos mataron a mi amigo,” ella susurró.
“Y los Cullens se pusieron de su lado y no me dejaron vengarlo.”
“Los cambiadores de forma,” Aro corrigió reservado.
“Los Cullens otra vez se pusieron de parte de los cambiadores de forma, haciendo a un lado a nuestra clase – incluso, en contra del amigo de un amigo,” Cayo resumió.
Oí a Edward hacer un sonido disgustado bajo su respiración. Cayo hacía tictac cuando su lista se vino abajo, buscando una acusación que diera resultado.
Los hombros de Irina se pusieron tiesos. “Es como lo vi.”
Cayo esperó otra vez y después incitó, “si tu quieres puedes hacer una demanda oficial contra los cambiadores de forma - y a los Cullens por apoyar sus acciones - ahorita sería el momento.” Él sonrió una sonrisa cruel minúscula, esperando a Irina para que le diera su siguiente excusa.
Tal vez Cayo no entendía a las verdaderas familias - relaciones basadas en amor y el poder del amor. Quizá él sobrestimó la potencia de la venganza.
La quijada de Irina se movió con estirón hacia arriba y los hombros ajustados. “No, no tengo ninguna queja contra los lobos, o los Cullens. Tu viniste hoy aquí a destruir a un niño inmortal. Y ningún niño inmortal existe. Éste es mi error, y tomo la responsabilidad completa. Pero los Cullens son inocentes, y tu ya no tienes ninguna razón para estar todavía aquí. Lo siento mucho”, ella nos dijo a nosotros, y entonces ella volteó hacia los testigos de los Volturi.
“No hay crimen. No hay razón válida para que continúes aquí”. Cayo levantó su mano cuando ella habló, y tenía un objeto extraño de metal, tallado y adornado.
Esto era una señal. La respuesta fue tan rápida que miramos fijamente con incredulidad, atontados mientras que sucedió. Antes de que pudiéramos reaccionar, todo terminó. Tres de los soldados Volturi saltaron adelante, y sus capas grises taparon totalmente a Irina. En el mismo instante, el horrible chillido metálico cruzó en el claro. Cayo pasó al centro con melena gris, y el sonido del chillido producía una sacudida eléctrica estallando en una llama de chispas que asustaba. Los soldados saltaron detrás del infierno repentino, volviendo a tomar inmediatamente sus lugares en la línea perfectamente recta del protector.
Cayo solamente estaba parado al lado de los restos ardientes de Irina, el objeto de metal en su mano todavía lanzaba un gruesa ráfaga de fuego en la fogata. Con un sonido que trituraba, el fuego que salía de la mano de Cayo desapareció. Un sonido de asombro salió a través del tumulto de testigos detrás de los Volturi.
Estábamos demasiado horrorizados hacer cualquier ruido. Una cosa era saber que la muerte venía con una velocidad feroz, imparable; y otra cosa era mirarlo suceder.
Cayo sonrió friamente. “Ahora ella ha tomado la responsabilidad completa de sus acciones.” Sus ojos destellaban sobre nuestra línea delantera, deteniéndose rápidamente en las formas congeladas de Tanya y de Kate.
En ese segundo entendí que Cayo nunca había subestimado los lazos de una verdadera familia. Éste era su trabajo. Él no había deseado la queja de Irina; él había deseado su desafío. Fue una excusa para destruirla, para encender la violencia que llenó el aire como una niebla gruesa, como combustible. Él había lanzado un fósforo.
La paz filtrada de esta cumbre vaciló tan peligrosamente como un elefante en una tensa cuerda. Una vez que la lucha comenzó, no había forma de pararla. La única escala que haría sería hasta terminar con un lado. Nuestro lado. Cayo sabía esto. También Edward.
“Párenlos!” Edward gritó, saltando para agarrar el brazo de Tanya mientras que ella guiñó hacia Cayo sonriente y con un grito que emanaba de la pura rabia
Ella no podía sacudir a Edward y menos porque Carlisle tenía sus brazos trabados alrededor de su cintura. “Es demasiado tarde para ayudarle,” tratando de razonar tanto como ella luchaba. “No le den lo que él desea!”
Kate era más difícil de contener. Chillando casi como Tanya, ella dio el primer paso grande para el ataque que terminaría con la muerte de cada uno. Rosalie era la más cercana a ella, pero antes de que Rose pudiera contenerla, Kate le dio una sacudida eléctrica tan violentamente que Rose barrió la tierra. Emmett la tomó del brazo y la lanzó abajo, después la colocó detrás, sus rodillas que daban hacia abajo. Kate rodó a sus pies, y miraba como si nadie pudiera detenerla. Garrett se arrojó sobre ella, golpeándola otra vez contra la tierra. Él se limitó a poner sus brazos alrededor de sus muñecas. Vi el espasmo de su cuerpo cuando ella le dio una sacudida eléctrica. Sus ojos rodaron detrás en su cabeza, pero no dejó su posición.
“Zafrina,” Edward gritó. Los ojos de Kate quedaron en blanco y ella gritó nuevamente dejando salir sus quejidos. Tanya paró de luchar. “Devuélveme mi vista” (se refiere a su poder) Tanya silbó.
Desesperadamente, pero con toda la delicadeza que podría manejar, yo jalé mi escudo incluso más apretado contra las chispas de mis amigos, poniéndolo cuidadosamente detrás de Kate mientras que intenta ponerlo alrededor de Garrett, haciéndole una piel fina entre ellos. Y entonces Garrett estaba sosteniendo otra vez a Kate en la nieve.
“Si te suelto volverás a golpearme otra vez, Katie?” él susurró. Ella gruñó como respuesta, todavía intentado golpearlo.
“Escúchenme, Tanya, Kate,” Carlisle dijo en un susurro bajo pero intenso. “La venganza no les va a ayudar. Irina no querría que ustedes perdieran sus vidas de esta manera. Piensen lo que ustedes están haciendo. Si ustedes los atacan, todos moriremos” Tanya bajó sus hombros con pena, y ella se inclinó hacia Carlisle para que la consolara. Kate finalmente cedió.
Carlisle y Garrett continuaron consolando a las hermanas con las palabras urgentes para confortarlas. Y mi atención volvió al peso de las miradas fijas que se apretaron en nuestro momento de caos.
De las esquinas de mis ojos, podía ver que Edward y todos los demás cerca de Carlisle y de Garrett entraron otra vez en mi escudo. El brillantez más pesada vino de Cayo, mirando fijamente con incredulidad enfurecida hacia Kate y Garrett en la nieve.
Aro también miraba a esos dos, la incredulidad era la emoción más fuerte en su cara.
Él sabía lo que podría hacer Kate. Él había sentido su potencia con las memorias de Edward. ¿Él entendía qué era lo que estaba sucediendo - él vio que mi escudo había crecido en fuerza y delicadeza más allá de lo qué Edward me creía ser capaz? ¿O él pensó que Garrett había aprendido su propia forma de inmunidad? El guardia de los Volturi estaba parado sin poner más atención de que su disciplina marcaba – se agacharon hacia adelante, esperando contra atacar en el momento en nosotros atacáramos.
Detrás de ellos, los testigos estaban mirando con expresiones muy diversas de las que habían usado en el claro. La confusión había dado vuelta a la desconfianza. La destrucción relámpago de Irina los había sacudido a todos. ¿Cuál había sido su crimen? Sin el ataque inmediato con el que Cayo contaba que los distraería de su acto impulsivo, los testigos de los Volturi comenzaron a preguntase exactamente qué sucedía aquí. Aro echó un vistazo hacia atrás rápidamente mientras que lo miré, su cara de fastidio lo traicionaba rápidamente. La necesidad de una audiencia lo había defraudado gravemente.
Oí los murmullos de Stefan y de Vladimir, ambos mostraban un júbilo reservado por el malestar de Aro.
Aro había sido descrito como el que llevaba la bandera blanca, tal como los rumanos lo habían imaginado. Pero no creí que los Volturi nos dejarían en paz solo por conservar su reputación. Después de que acabaran con nosotros, matarían seguramente a sus testigos para ese propósito. Sentía una compasión extraña, repentina para la multitud de extranjeros que los Volturi había traído para mirarnos morir. Demetri los buscaría hasta que estuvieses extintos también.
Por Jacob y Renesmee, por Alice y Jasper, por Alistair, y por estos extranjeros que no sabían lo que les costaría este día, Demetri tenía que morir.
Aro tocó el hombro de Cayo, ligeramente. Han castigado a “Irina ha muerto por su falso testimonio en contra de esta niña.” De modo que terminaron las excusas. Él se encendió. “Quizás debemos volver al tema actual?”
Cayo se enderezó, y su expresión se endureció aún más. Él miró fijamente hacia adelante, sin ver nada. Extrañamente su cara me recordó, a quien acaba de ser degradado.
Aro mandó hacia delante a Renata, Felix, y Demetri que se movía automáticamente con él.
“Sean cuidadosos,” él dijo, “quisiera hablar con algunos de sus testigos. Procedimiento, ustedes saben”. Él agitó una mano. Dos cosas sucedieron inmediatamente. Los ojos de Cayo centrados en Aro, y la sonrisa pequeña y cruel volvió. Y Edward silbó, sus manos se cerraron en puños firmes, parecía como si sus nudillos partieran su piel dura de diamante. Estaba desesperada por preguntarle qué ocurría, pero Aro estaba lo bastante cerca para oír hasta la respiración más reservada. Vi a Carlisle echar un vistazo a la cara ansiosa de Edward y entonces su propio rostro se endureció. Mientras que Cayo había cometido un error con acusaciones inútiles y tentativas imprudentes para accionar la lucha, Aro debió pensar estrategia más eficaz.
Aro atravesó la nieve como un fantasma el lado occidental de nuestra línea, parandose cerca de diez yardas de Amun y de Kebi. Los lobos que estaban cerca se erizaron coléricamente pero se quedaron en sus posiciones. “Ah!, Amun, mi vecino del mediterráneo!” dijo Aro calidamente. “Hace tanto tiempo que me visitaste.” Amun estaba inmóvil pero con ansiedad, Kebi como estatua a su lado. “El tiempo significa poco, nunca noto su paso” Amun dijo a través de sus labios sin mover. “Es cierto” Aro estuvo de acuerdo. “Pero tal vez tú tenías otra razón para permanecer lejos?”
Amun no dijo nada.
“Puede ser un terrible desperdicio de tiempo el organizar la llegada de un nuevo miembro. ¡Eso lo sé bien! Estoy agradecido, yo tengo a otros para ocuparse del tedio. Estoy alegre de sus nuevas adiciones, ha encajado bastante bien. Me habría encantado haber sido presentado. Estoy seguro de que entiendes el significado de venir verme pronto” “Por supuesto,” dijo Amun, su tono era sin emociones por lo que era imposible decir si había miedo o sarcasmo en su afirmación.
“¡Oh bien, ahora todos estamos juntos! ¿No es encantador?” Amun cabeceó, su rostro quedó en blanco.
“Pero la razón de tu presencia aquí no es tan agradable, desafortunadamente. ¿Carlisle te invitó a atestiguar?”
“Sí.”
“Y qué viniste a atestiguar para él?”
Amun habló con la misma voz fría carente de emoción. “He observado a la niña en cuestión. Era casi evidente, inmediatamente que ella no era un niña inmortal” “quizás debemos definir nuestra terminología,” Aro interrumpió, “ahora parece ser que hay nuevas clasificaciones, pero por niño inmortal, por supuesto que tu entiendes que es un niño humano que fue mordido y transformado por un vampiro” “Sí, eso es lo que quise decir.” “Qué más observaste sobre la niña?”
“Las mismas cosas que seguramente viste en la mente de Edward. Que la niña es su hija biológica. Que ella crece. Que ella aprende.”
“Sí, sí,” dijo Aro, con un toque de impaciencia en su tono amable. “Pero específicamente en tus pocas semanas aquí, ¿qué viste?”
Amun frunció el ceño. “Que ella crece… rápidamente.”
Aro sonrió. “¿Y tu crees que le deberíamos permitir vivir?”
Un silbido se escapó de mis labios, y no estaba sola. La mitad de los vampiros en nuestra línea repitió mi protesta. El sonido era un chisporroteo bajo de la furia que colgaba en el aire. A través del prado, algunos de los testigos de los Volturis hicieron el mismo ruido. Edward caminó detrás y envolvió una mano que refrenaba alrededor de mi muñeca.
Aro no hizo caso al ruido, pero Amun echó un vistazo alrededor inquieto.
“No vine a hacer juicios,” él evadió.
Aro rió ligeramente. “Solo es tu opinión.”
Amun levanto su barbilla. “No veo ningún peligro en la niña. Ella aprende más de lo que ella crece.”
Aro cabeceó, considerando. Después de un momento, él se alejo.
“¿Aro?” Amun llamado.
Aro se giro hacia el. “¿Sí, amigo?”
“Di mi testimonio. No tengo no más negocios aquí. Mi compañero y yo quisiéramos ahora tomar nuestra licencia.”
Aro sonrió con gusto. “Por supuesto. Estoy muy alegre de que podamos charlar para un momento. Y estoy seguro de que nos veremos pronto otra vez.
Los labios de Amun eran una línea apretada pues él inclino su cabeza una vez, reconociendo la amenaza apenas encubierta. Él tocó el brazo de Kebi, y entonces dos de ellos corrieron rápidamente al borde meridional del prado y desaparecieron entre los árboles. Sabía que no pararían de correr por mucho tiempo.
Aro se deslizaba detrás a lo largo de la longitud de nuestra línea al este, su guardia se puso tensa. Él paró cuando estaba enfrente de la forma masiva de Siobhan.
“Hola, estimado Siobhan. Estas tan encantador como siempre.”
Siobhan inclino su cabeza, esperando.
“¿Y tu?” pregunto. “¿Contestaras a mis preguntas de la misma manera que lo hizo Amun?”
“Lo hare,” dijo Siobhan. “Solamente quizás agregaría un poco más. Renesmee entiende las limitaciones. Ella no es ningún peligro a los seres humanos—ella se mezcla mejor que nosotros. Ella no plantea ninguna amenaza de la exposición.”
“¿Puedes pensar en nada?” pregunto soberbiamente Aro.
Edward gruñó, una baja rasgadura sonó profundamente en su garganta.
Los ojos carmesí nublados de Caius aclararon.
Renata llevó a cabo una protección hacia su amo.
Y Garrett liberó a Kate para tomar un paso adelante, haciendo caso omiso de la mano de Kate como intentó advertir a él esta vez.
Siobhan contesto lentamente, “no pienso que le sigo.”
Aro desvio ligeramente la espalda, casualmente, hacia el resto de su guardia. Renata, Felix, y Demetri estaban más cercanos que su sombra. “No hay ley quebrada,” dijo Aro en una voz que aplaca, pero cada uno de nosotros podría oír que venía una calificación. Luché por controlar mi rabia que intento agarrar mi garganta a su manera y gruñir en forma desafiante. Lancé la furia en mi escudo, espesándolo, cerciorándose de que cada uno fue protegido.
“Ninguna ley quebrada,” repitió Aro. “Sin embargo, ¿entonces significa que no hay peligro? No.” Él sacudió su cabeza suavemente. “eso es un problema separado.”
La única respuesta fue el endurecimiento de los nervios ya extendidos, y Maggie, en las franjas de nuestra venda de combatientes, sacudiendo su cabeza con cólera lenta.
Aro estableció el paso cuidadosamente, mirando como si él flotara más bien como si tocara la tierra con sus pies. Noté que cada paso lo tomó más cercano a la protección de su guardia.
“Ella es única… completamente, imposiblemente única. Tal basura sería, destruir algo tan encantador. Especialmente cuando podríamos aprender tanto…” Él suspiró, como si no quisiera continuar. “Pero hay peligro, peligro que no pueden ser ignorado simplemente.”
Nadie respondió a su afirmación. Era absolutamente silencioso a medida que él continuó en un monólogo que sonaba como si él lo hablara para si mismo.
“Que ironico es como los avances de los seres humanos, como su fe en la ciencia crece y se controla su mundo, son mas libres con su descubrimiento. Sin embargo, a medida se convierten más desinhibidos de su incredulidad en lo sobrenatural, se vuelven lo suficientemente fuertes en sus tecnologías que, si así lo desean, pueden en realidad representar una amenaza para nosotros, incluso destruir algunos de nosotros.
“Por miles y miles de años, nuestro secreto ha sido más una cuestión de conveniencia, de la facilidad, que de la seguridad real. Este último siglo crudo, enojado ha dado a luz a las armas de tal energía que ponen en peligro incluso a inmortales. Ahora nuestro estado como mito mero en verdad nos protege contra estas criaturas débiles que buscamos.
“Esta niña asombrosa” —él levantó la palma de su mano abajo como si casi para reclinarla en Renesmee, aunque ahora él estaba a cuarenta yardas de ella, dentro de la formación de Volturi otra vez - “si pudiéramos saber su potencial—Se con absoluta certeza que ella podría seguir siempre cubierta dentro de la oscuridad que nos protege. ¡Pero no sabemos nada de lo que ella hará! Sus propios padres son plagados por el miedo sobre su futuro. No podemos saber que es lo que será cuando ella crezca.” Él se detuvo brevemente, mirando primero nuestros testigos, y entonces, significativamente, a los suyos. Su voz dio una buena imitación de sonar rasgada por sus palabras.
Todavía mirando a sus propios testigos, él habló otra vez. “Solamente el saber es seguro. Solamente el saber es tolerable. Lo desconocido es… una vulnerabilidad.”
La sonrisa de Caius se ensanchó brutalmente.
“Estas alcanzando, Aro,” dijo Carlisle con una voz triste.
“Paz, amigo.” Aro sonrió, su cara era amable, su voz apacible, como siempre. “No seamos precipitados. Miremos esto de cada lado.”
“¿Puedo ofrecer un lado que se considerará?” solicitó Garrett en un tono del nivel, tomando otro paso adelante.
“Nómada,” dijo Aro, cabeceando el permiso.
La barbilla de Garrett se levantó. Sus ojos se centraron en la masa amontonada en el extremo del prado, y él habló directamente a los testigos de Volturi.
“Vine aquí en la petición de Carlisle, como los otros, atestiguar,” dijo. “Que es ciertamente no más necesario, con respecto a la niña. Todos vemos lo que ella es. “Permanecí para atestiguar algo más. Tu,” Él apunto su dedo hacia los vampiros cuidadosos. “Conozco a dos de ustedes - Makenna, Charles - y pude ver que muchos de ustedes son también andariegos, vagabundos como yo. Respondiendo a nadie. Pensando cuidadosamente en lo que le digo ahora.
“Estos ancianos no vinieron aquí para la justicia como les dijeron. Sospechamos tanto, y ahora se ha probado. Vinieron, engañando, pero con una excusa válida para su acción. Testigo ahora como inventan excusas débiles para continuar su misión verdadera. Testigos de cómo luchan para encontrar una justificación para su propósito verdadero - de destruir a esta familia.” Gesticuló hacia Carlisle y Tanya.
“Los Volturi vinieron a borrar lo que perciben como la competencia. Quizás, como mí, ustedes miran los ojos de oro de este clan y se maravilla. Son difíciles de entender, es verdad. Pero los viejos miran y ven algo más detrás de su opción extraña. Ellos ven poder.
“He observado los enlaces dentro de esta familia – he dicho familia y no clan. Estos extraños ojos-dorados niegan su misma naturaleza. ¿Pero a cambio han encontrado algo que vale aún más la pena, tal vez, que la mera satisfacción del deseo? Los he estudiado a ellos en mi poco tiempo aquí, y me parece que este intrínseco e intenso vinculo familia - es el carácter pacífico de esta vida de sacrificio. No hay agresión aquí como todos vimos en los grandes clanes meridionales que crecieron y disminuyeron tan rápidamente en sus peleas salvajes. No hay pensamiento para la dominación. Y Aro y lo sabe mejor que yo.”
Yo miraba la cara de Aro al ver como lo condenaban las palabras de Garret, esperando pensionadamente por alguna respuesta. Pero la cara de Aro solo era educadamente divertida, como si la espera de una rabieta de un niño pequeño al darse cuenta que nadie le prestaba atención al dramatismo.
“Carlisle nos aseguró a todos nosotros, cuando el nos llamo para que viniéramos, que no nos llamaba aquí a luchar, estos testigos” Garret señaló a Siobhan y Liam “estuvieron de acuerdo a testificar, para frenar el avance de los Vulturi con su presencia y así Carlisle tuviera una oportunidad de presentar su caso”
“pero algunos de nosotros nos preguntamos…” sus ojos destellaban en la cara de Eleazar- “si Carlisle teniendo la verdad de su lado seria suficiente para detener su llamada justicia. ¿Los Vulturis están aquí para proteger nuestro secreto o para proteger su propio poder? ¿Vienen ellos a detener la creación de un ilegal o una forma de vida? ¿Podrían estar satisfechos cuando vieran que el peligro no fue más que un mal entendido? ¿O seguir con su cuestión sin la excusa de la justicia?”
“tenemos las respuestas a todas estas preguntas. Hemos escuchado esto en las mentiras de Aro – tenemos alguien con el don de saber la certeza de sus palabras- y lo vemos ahora en Cayo (Caius) con su ansiosa sonrisa. Su guardia es solo un arma sin sentido, una herramienta para sus amos” Búsqueda de la dominación.
“Así que ahora hay mas preguntas, preguntas que usted debe responder. ¿Quien los manda a ustedes, nómadas? ¿Responden a la voluntad de otros que no se a la de ustedes mismos? ¿Son libres de elegir su propio camino, o la voluntad de los Vulturi debe decidir como vivirán ustedes ahora?”
“yo vine a atestiguar. Me quedo a luchar. Los Vulturi no les importa la muerte de un niño. Buscan la muerte de nuestro libre albedrío”
El giró, entonces, para hacer frente a los ancianos “así que, no vamos a escuchar mas argumentos de sus mentiras, sean honestos con sus intenciones así como nosotros somos con las nuestras. Vamos a luchar por nuestra voluntad, ataquen o no ataquen ustedes. Elijan ahora y deje que estos testigos vean la verdadera cuestión debatida”
Otra vez el miro los testigos de los Vulturi, sus ojos se enfrentaron a cada cara. El poder de sus palabras era evidente en cada expresión. “ustedes pueden considerar unirse a nosotros. Si ustedes piensan que los Vulturi los dejaran vivir para que cuenten esta historia, ustedes están equivocados. Nosotros talvez destruyamos a todos - el se encogió de hombros “pero entonces, tal vez no. Tal vez estamos de pie en igualdad de condiciones más de lo que ellos saben. Pero entonces, tal vez los vulturi han cumplido su partido y les aseguro que si ellos caen ustedes también lo harán”
El orador concluyó su discurso acalorado y volvió al lado de Kate y luego se deslizo en posición de ataque.
Aro Sonrió “Bonito discurso, mi amigo revolucionario” Garrett siguió en posición de ataque “¿revolucionario? El gruñó “quien soy yo un revolucionario en contra, que podría pedir? ¿es usted mi rey? ¿desea que lo llame maestro, también, como toda su sicofánatica guardia?
“paz, Garrett” dijo Aro tolerantemente “yo solo me refería al momento de su nacimiento. Aun un patriota, veo”
Garrett miro ferozmente atrás furioso.
“vamos a preguntar a nuestros testigos” Aro sugirió “vamos a escuchar sus pensamientos antes de tomar nuestra decisión. Díganos, amigos” – y el se giró casualmente a nosotros, moviéndose unas pocas yardas a su masa de nerviosos observadores mas cerca ahora que le resto del bosque- “¿Qué piensan ustedes de todo esto? Yo puedo asegurar que esta niña no es lo que temen. ¿tomaremos el riesgo y dejaremos la niña vivir? ¿Pondremos nuestro mundo en peligro para preservar su familia intacta? ¿o tiene el derecho el serio Garrett de la misma? ¿se unirán ustedes a ellos en una lucha en contra de nuestra repentina búsqueda de dominio?
Los testigos se encontraron con caras cuidadosas. Uno de ellos, una pequeña mujer de pelo negro, miró a la oscuridad a un rubio compañero
“¿son esas nuestras únicas opciones? Preguntó de repente, parpadeando hacia Aro. “¿con ustedes o en su contra?”
“por supuesto que no, encantadora Makenna” dijo Aro, que parecía horrorizado ante la idea de que cualquiera llegara a esa conclusión “ se pueden ir en paz por supuesto, como lo hizo Amun, incluso sino esta de acuerdo con la decisión del consejo”
“Makenna miro a la cara de nuevo a su compañero, y el asintió minuciosamente. “No hemos venido aquí par auna pelea” ella se detuvo, exhaló y luego dijo ¡hemos venido aquí para ser testigos y nuestro veredicto es que la familia es inocente. Todo lo que pretende Garrett es la verdad”
“ah” dijo tristemente Aro- “siento que nos vean de esa manera, pero esta es nuestra naturaleza de trabajo”
“No es lo que veo, pero es lo que siento” Makenna hablaba en un nivel elevado, con los nervios en la voz. El miro ferozmente a Garrett “ Garrett dijo que tenían manera de enterarse de que mentían, yo también, se cuando veo la verdad y cuando no”
Con miedo en los ojos se traslado más cerca de su compañero a la espera de la reacción de Aro
“No nos temas, amigo Charles. No dudes que el patriota cree en verdad lo que el dice“Aro se rió entre dientes ligeramente, y los ojos de Charles se enangostaron. “Que es nuestro testigo,” dijo Makenna. “Ahora nos vamos.” Ella y Charles se movieron hacia atrás lentamente, no dando vuelta antes de que se perdieran en la visión en los árboles. Otro extranjero comenzó a retirarse de la misma manera, luego, tres más se fueron después de él. Evalué a los treinta y siete vampiros que permanecían. Unos pocos de ellos parecían demasiado confusos para tomar la decisión. Pero la mayoría de ellos parecían muy conscientes de la dirección que este enfrentamiento ha tomado. Me imaginaba que daban una ventaja porque sabían exactamente quién lo estaría persiguiendo después de él.
Estaba segura de que Aro vio lo mismo que yo vi. Él dio media vuelta, caminando de nuevo a su guardia con un paso medido. Se paró delante de ellos y les hablo con una voz clara. “Nos exceden en número, los subestimamos,” dijo. “No podemos contar con ninguna ayuda del exterior. ¿Debemos dejar esta pregunta indecisa para salvarnos?”
“No, amo,” susurraron al unísono.
“¿La protección de nuestro mundo tal vez vale la pérdida de algunos de nosotros?”
“Sí,” respiraron. “No estamos asustados.”
Aro sonrió y dio vuelta a sus compañeros negro-revestidos.
“Hermanos,” dijo Aro. “Hay mucho que considerar aquí.” “Aconséjanos,” dijo Cayo con impaciencia.
“Aconséjanos,” repitió Marco en un tono desinteresado. Aro dio vuelta hacia nosotros otra vez, haciendo frente a los otros ancianos. Ensamblaron las manos para formar un triángulo negro-cubierto.
Tan pronto como la atención de Aro fue captada por el consejo silencioso, dos de sus testigos desaparecieron silenciosamente en el bosque. Yo esperaba, por su bien, que fueran rápidos.
Esto fue todo. Con cuidado, aflojé los brazos de Renesmee de mi cuello.
“Recuerdas lo que le dije?”
Las lágrimas manaron de sus ojos, pero ella asintió. “Te amo,” susurró.
Edward ahora nos miraba, con sus amplios ojos topacios. Jacob miró fijamente hacia nosotras desde la esquina de sus grandes ojos oscuros. “Yo también te amo” dije, y entonces toqué su cabello. “Más que a mi propia vida.” la besé en la frente.
Jacob gimoteó inquieto.
Estiré para arriba en mis dedos del pie y susurré en su oído.
“Espera hasta que se distraigan totalmente, después huye con ella. Aléjate tan lejos de este lugar como te sea posible. Cuando hayas ido tan lejos como puedas a pie, ella tiene lo que necesitan para ir por aire.”
Las caras de Edward y de Jacob eran máscaras casi idénticas del horror, a pesar de que una de ellas era un animal.
Renesmee se estiro hacia Edward, y él la tomó en sus brazos. Se abrazaron firmemente.
“Esto es lo que guardaste de mí?” él susurró sobre su cabeza.
“De Aro,” respiré.
“Alice?” Asentí.
Su rostro se torció con la comprensión y el dolor. ¿Ésa había sido la expresión en mi cara cuando finalmente puse juntas las pistas de Alicie?
Jacob gruñía reservado, un sonido tan bajo que casi no podía percibirse, casi como un ronroneo. Su pelaje del cuello era tieso y expuso sus dientes
Edward beso la frente y ambas mejillas de Renesme, entonces él la levantó y la puso en el hombro de Jacob. Ella trepó ágilmente en su espalda, tirándose en el lugar con los puños de su piel, y ella encajaba fácilmente en la pendiente entre sus omóplatos masivos..
Jacob se giro hacia mi, sus expresivos ojos llenos de agonía, el ruido de un gruñido todavía rallaba en su pecho.
“tu eres el único a quien nosotros le podemos confiar a Renesmee” le murmuré. “si no la amaras tanto, yo nunca podría hacer esto, se que puedes protegerla, Jacob”
El gimió de nuevo, y sumergió su cabeza en mi hombro. “yo se” susurré “también te quiero Jake, tu siempre serás mi mejor amigo” una lagrima del tamaño de un apelota de béisbol cruzó su mejilla desde su ojo
Edward apoyaba su cabeza en el mismo hombro donde Yo había cargado a Renesmee “Adiós Jacob, mi hermano…. Mi hijo”
Los demás no fueron ajenos a la escena de despedida. Sus ojos estaban situados en el silencioso triangulo negro, pero yo podría decir que estaban escuchando.
“¿no hay ninguna esperanza entonces?” Carlisle murmuró. No había temor en su voz, solo la determinación y la aceptación.
“no hay absolutamente ninguna esperanza” me murmuró de nuevo. Podría ser cierto me dije. “yo solo conozco mi propio destino”
Edward tomó mi mano. El sabía que el estaba incluido, cuando yo dije MI DESTNO, no había duda de que me refería a los 2. Nosotros éramos mitades de un conjunto, de un todo
La respiración de Esme se rasgó detrás de mí. Se movió y nos pasó, tocando nuestros rostros cuando pasó, a ponerse al lado de Carlisle y tomar su mano.
De repente nos vimos rodeados por murmullos, adiós y te quieros.
“si vivimos después de esto” Garrett le susurró a Kate “ voy a estar en el mismo lugar que usted”
“Y hasta ahora me lo dice” murmuró ella
Rose y Emmett se besaron apasionadamente
Tia acariciaba el rostro de Benjamín. El sonrió de nuevo alegremente, le tomo su mano y la mantuvo en contra de su mejilla
No había visto todas las expresiones de amor y dolor. Yo estaba distraída por un súbito aleteo de presión en la parte de exterior de mi escudo. Yo no podía decir de donde venia, pero sentía que estaba dirigida a los bordes de nuestro grupo, Siobhan y Liam en particular. La presión no hizo daño, y luego se fue. No había ningún cambio en el silencio, aun las formas de la antigua consejería (still forms of the counseling ancients – no estoy muy segura)
Pero quizás hubo una señal que había pedido “prepárate” me susurró “esta comenzando”
38. PODER.
“Chelsea está tratando de romper nuestro vínculo” Edgard susurró. “Pero no puede encontrarlos, ella no puede sentirnos aquí…” Sus ojos me miraron. “¿Tu estas haciendo eso?”
Le sonreí con tono grave. “Estoy sobre todo esto”
Edward se tambaleo alejándose de me de repente, sus manos estiradas hacia Carlisle. Al mismo tiempo sentí un pinchazo mucho más agudo contra el escudo donde esto se abrigó de manera protectora alrededor de la luz de Carlisle. No fue doloroso, pero no fue placentero tampoco.
“¿Carlisle?,¿estás bien?” Edward agarrándolo desesperadamente.
“Si. ¿Por qué?”
“Jane” Edward respondió.
Al momento en que dijo su nombre, una docena de ataques puntiagudos golpearon en un segundo, apuñalando por todos lados el escudo elástico, apuntados a doce diferentes puntos brillantes. Me doblé, asegurándome que es el escudo no tenía daños. No parecía que Jane había sido capaz de traspasarlo. Eché un vistazo alrededor rápidamente, todos estaban bien.
“Increíble” dijo Edward.
“¿Por qué ellos no están esperando por la decisión?” siseó Tanya.
“Procedimiento normal” Respondió Edward bruscamente. “Ellos usualmente incapacitan a aquellos en juicio para que no puedan escapar”
Miré a través del campo a Jane, quien estaba mirando a nuestro grupo con furiosa incredulidad. Yo estaba muy segura que, aparte de mí, ella nunca había visto a nadie mantenerse en pie a través de su feroz asalto.
Probablemente no fue muy maduro. Pero me imaginé que le tomaría a ARO medio segundo adivinar – si es que ya no lo había adivinado ya – que mi escudo era más poderoso de los que Edward sabía, ya tenía un gran blanco en mi frente y no había realmente ninguna razón en tratar de mantener la extensión de lo que yo podía hacer en secreto. Así es que sonreí una enorme, petulante sonrisa justo hacia Jane.
Sus ojos se estrecharon, y sentí otra puñalada se presión, esta vez dirigida hacia mí.
Tiré mis labios más amplios, mostrando a mis dientes.
Jane soltó un grito agudo de un gruñido. Todos se sobresaltaron, hasta la disciplinada guardia. Todos menos los ancianos, quienes no hicieron tanto como alza la vista de su conferencia. Su gemelo cogió su brazo mientras ella se agachaba para saltar.
Los Rumanos comenzaron a reírse entre dientes con oscura anticipación.
“Te dije que este era nuestro tiempo” Vladimir le dijo a Stefan.
“Solo mira la cara de la bruja” Stefan rió.
Alec acarició el hombro de su hermana con dulzura, luego la metió bajo su brazo. El volteó su cara hacia nosotros, perfectamente dulce, completamente angelical.
Esperé por alguna presión, alguna señal de su ataque, pero no sentí nada. El continuó mirando en nuestra dirección, su linda cara tranquila. ¿Estaba atacando? ¿Estaba él atravesando mi escudo? ¿Era yo la única que podía aun verlo? Agarré en la mano de Edward.
“¿Estás bien?” Me asfixié.
“Sí” El susurró.
“¿Está Alec intentándolo?”
Edward asintió. “Su don es más lento que el de Jane. Se arrastra. Nos tocara en algunos segundo”
Lo vi entonces, cuando ya tenía una pista de que buscar.
Una neblina extraña clara rezumaba a través de la nieve, casi invisible contra el blanco. Esto me recordó de un espejismo - una acción de deformación leve de la vista, una indirecta de un brillar. Empujé mi escudo de Carlisle y el resto de la línea de combate, con miedo de tener la niebla sigilosa muy cerca cuando golpeó. ¿Qué si esto se escabulló directamente por mi protección intangible? ¿Nosotros deberíamos correr?
Un bajo retumbar murmuró por la tierra bajo nuestros pies, y una ráfaga de viento hizo volar la nieve en ráfagas repentinas entre nuestra posición y la de los Voituri. Benjamín había visto la amenaza que se arrastra, también, y ahora él intentó llevarse la niebla de nosotros. La nieve hizo fácil ver donde él lanzó el viento, pero la niebla no reaccionó de ningún modo. Esto se pareció al aire que sopla inofensivamente por una sombra; la sombra era inmune.
La formación triangular de los ancianos finalmente se rompió cuando, con un crujido tormentoso, una profunda, estrecha grieta se abrió en un zigzag largo a través del medio del claro. La tierra se movió bajo mis pies un momento. Los flujos de nieve cayeron a plomo en el agujero, pero la niebla continuó directamente a través de el, tan intacta por la gravedad como había sido por el viento.
Aro y Caius miraron la tierra abrirse con los ojos ampliados. Marcus miró en la misma dirección sin emoción.
No hablaron, ellos esperaron, también, mientras la niebla se aproximaba a nosotros. El viento chilló más fuerte, pero no cambió el curso de la niebla. Jane sonreía ahora.
Y luego la niebla golpeó un muro.
Yo pude saborearla tan pronto cuando toco mi escudo – tenía un denso, dulce, empalagoso sabor. Me hizo recordar débilmente el entumecimiento de Novocaina sobre mi lengua.
La niebla se torció hacia arriba, buscando una brecha, una debilidad. No encontró ninguna. Los dedos de neblina penetrante torcieron hacia arriba y alrededor, intentando encontrar una entrada, y en el proceso ilustrando el tamaño asombroso de la pantalla protectora.
Había jadeos a ambos lados del desfiladero de Benjamín.
“!Bien hecho, Bella!” Benjamín alentó en voz baja.
Mi sonrisa retornó.
Podía ver los ojos estrechados de Alec, duda en su cara por primera vez mientras su neblina se arremolinaba inofensivamente alrededor del borde de mi escudo.
Y luego supe que yo podía hacer esto. Obviamente, yo sería la prioridad número uno, la primera en morir, pero mientras aguantara, estábamos en pie de igualdad con los Vulturi. Aún teníamos a Benjamín y a Zafrina; ellos no tenían ayuda sobrenatural en lo absoluto. Mientras yo aguantara.
“Voy a tener que concentrarme” Le susurré a Edward. “Cuando venga el mano a mano, va a ser difícil mantener el escudo alrededor de la persona correcta.”
“Los mantendré alejados de ti”
“No. Tú debes llegar a Dimitri. Zafrina los mantendrá alejados de mi.”
Zafrina asintió solemnemente. “Nadie tocará a esta joven” le prometió a Edward.
“Iría detrás de Jane y Alec yo misma, pero puedo hacer mayor bien acá.”
“Jane es mía” Siseó Kate. “Ella necesita una prueba de su propia medicina.”
“Y Alec me debe muchas vidas, pero me conformaré con la suya” Vladimir gruñió desde el otro lado. “Él es mío.”
“Yo solo quiero a Caius.” Tanya dijo eventualmente.
Los otros comenzaron a dividirse a los oponentes también, pero fueron rápidamente interrumpidos.
Aro miró calmadamente a la ineficaz niebla de Alec, finalmente habló.
“Antes que votemos” comenzó.
Moví mi cabeza enojadamente. Estaba cansada de esta charada. La sed de sangre estaba encendida en mí nuevamente, y sentía que ayudaría más a los otros más quedándome quieta. Yo quería pelear.
“Déjenme recordarles,” Aro continuó, “cualquiera sea la decisión del concejo, no necesita haber violencia aquí.”
Edward gruñó de una risa oscura.
Aro lo miró tristemente. “Sería una lamentable perdida a nuestra clase perder a alguno de ustedes. Pero a ti, joven Edward, y a tu neonata pareja. Los Vulturi estarían contentos el recibir a mucho de ustedes en nuestras filas. Bella, Benjamín, Zafrina, Kate. Hay muchas opciones ante ustedes. Considerenlas.”
La tentativa de Chelsea de influir en nosotros revoloteó impotentemente contra mi escudo. La mirada fija de Aro barrió a través de nuestros ojos duros, buscando cualquier indicación de vacilación. Por su expresión, él no encontró ninguna.
Sabía que él estaba desesperado por mantenernos a Edward y a mí, de aprisionarnos de la forma que había esperado esclavizar a Alice. Pero esta pelea era demasiado grande. Él no ganaría si yo vivía. Yo estaba ferozmente contenta de ser tan poderosa y de no dejarle otra salida que matarme.
“Votemos entonces” dijo con aparente renuencia.
Caius habló con la prisa impaciente. “La niña es un cálculo desconocido. No hay razón para permitir a un riesgo así existir. Debe ser destruida, junto con todos los que la protejan.” Sonrió en expectación.
Me reprimí un chillido de desafío para contestar su sonrisa satisfecha cruel.
Marcus levantó sus ojos inhumanitarios, pareciendo mirarnos mientras él votaba.
“No veo peligro inmediato. La niña es lo suficientemente segura por ahora. Siempre podremos reevaluar luego. Déjennos ir en paz.” Su voz era incluso más imperceptible que la de su hermano. Suspiros plumosos.
Ninguno de la guardia relajó sus posiciones listas con sus discrepantes palabras. La sonrisa burlona de anticipación de Caius no vaciló. Era como si Marcus no había hablado en absoluto.
“Debo dar el voto decisivo, al parecer.” Reflexionó Aro.
De repente, Edward se enderezó a mi lado. “Sí!!!” siseó.
Arriesgué un vistazo a él. Su cara brilló con una expresión de triunfo que yo no entendía – era la expresión que un angel de destrucción tendría mientras el mundo se quema. Hermosa y terrible.
Había una reacción baja de la guardia, un murmullo inquieto.
“¿Aro?” Edward llamó, casi gritó, una victoria no disimulada en su voz.
Aro vaciló por un segundo, evaluando este nuevo humor cautelosamente antes de responder.
“¿Sí, Edward? ¿Tienes algo más que agregar ...? "
“Tal Vez” Edward dijo amablemente, controlando su entusiasmo inexplicado. “Primero; ¿Si yo pudiera aclarar un punto?”
“Ciertamente” dijo Aro, levantando sus cejas, nada más que educado interés en su tono. Mis dientes chirriaron juntos; nunca era tan peligroso que cuando era cortés.
“El peligro que tu prevéis de mi hija – ¿esto pende enteramente de nuestra inhabilidad de prever cómo ella se desarrollará? ¿Ese es el quid de la cuestión?”
“Sí, amigo Edward,” Aro asintió. “Si pudiéramos estar segurísimos… estar seguros que, mientras crezca, ella será capaz de mantenerse escondida del mundo humano – sin poner en peligro la seguridad de nuestro oscurantismo…” El se calmó, encogiéndose.
“Entonce, si nosotros sólo pudiéramos saber con seguridad,” sugirió Edward, “exactamente en qué ella se convertirá... ¿entonces no habría ninguna necesidad de un consejo en absoluto?”
“Si hubiera alguna forma de estar absolutamente seguros,” Aro asintió, su voz emplumada sutilmente más aguda. Él no podía ver a donde Edward lo estaba llevando, tampoco yo. “Entonces, sí, no habría ninguna cosa que debatir.”
“¿Y nosotros partiríamos en paz, amigos una vez más?” preguntó Edward con un insinuación de ironía.
Aun más agudo. “Por supuesto, mi joven amigo. Nada me agradaría más.”
Edward rió en silencio triunfantemente. “Entonces realmente tengo algo más para ofrecer.”
Los ojos de Aro se estrecharon. “Ella es absolutamente única. Su futuro sólo puede ser hecho sobre conjeturas.”
“No absolutamente única,” Edward discrepó. “Rara, ciertamente, pero no única en su clase.”
Luché el choque, la esperanza repentina que salta a la vida, como esto amenazó con distraerme. La niebla sedosa todavía se arremolinaba alrededor de los bordes de mi escudo. Y, como luché para enfocar, sentí otra vez la aguda, apuñalante presión contra mi asimiento protector.
“Aro, ¿le pedirías a Jane que pare de atacar a mi esposa?” Edward pidió cortésmente. “Aun estamos discutiendo evidencia”
Aro levantó una mano. “Por favor, queridos. Déjennos oírle.”
La presión desapareció. Jane descubrió sus dientes hacia mi; no pude evitar sonreírle de vuelta a ella.
“¿Por qué no nos acompañas, Alice?” Edward llamó fuertemente.
“Alice” Esme susurró sorprendida.
¡Alice!
Alice, Alice, Alice!.
“Alice, Alice” otras voces murmuraron alrededor mío.
“Alice” Aro respiró.
Alivio y violenta alegría pasó a través de mí. Tomó de toda mi voluntad mantener el escudo donde estaba. La niebla de Alec todavía probada, buscando una debilidad - Jane vería si dejaba cualquier agujero.
Y luego los oí corriendo a través del bosque, volando, acercando la distancia tan rápido como podían sin esfuerzo absoluto en silencio.
Ambos lados estaban inmóviles en la expectativa. Los testigos de los Volturi fruncieron el ceño en la turbación fresca.
Luego Alice bailó entrando en el claro desde el sudeste, y parecí a la dicha de ver su cara otra vez podría votarme de mis pies. Jasper estaba sólo pulgadas detrás de ella, sus ojos de águila feroces. Cerca después de ellos corrieron tres forasteros; el primero era una hembra alta, musculosa con el pelo negro salvaje - obviamente Kachiri. Ella tenía los mismos miembros alargados y rasgos que otras Amazonas, aún más pronunciadas en su caso.
El siguiente era un pequeño vampiro femenino de tono aceituna con una trenza larga de pelo negro corto contra su espalda. Sus ojos de Borgoña profundos revolotearon nerviosamente alrededor de la confrontación antes de ella.
Y el último era un hombre joven... no tan rápido, no tan fluido en su correr. Su piel era de un imposible rico, oscuro café. Sus ojos cautelosos dirigidos a través de la reunión, y ellos eran el color de teca caliente. Su pelo era negro y trenzado, también, como la mujer, aunque no tan largo. Él era hermoso.
Mientras él se acercó a nosotros, un sonido nuevo ondas de choque enviada a través de la muchedumbre que miraba - el sonido de otro latido del corazón, acelerado con el esfuerzo.
Alice saltó ligeramente sobre los bordes de la niebla que se disipada que lamía mi escudo y vino a una parada sinuosa en el lado de Edward. Tendí la mano para tocar su brazo, y lo mismo hizo Edward, Esme, Carlisle. No había el tiempo para cualquier otra bienvenida. Jasper y los demás la siguieron a través del escudo.
Toda la guardia miró, la especulación en sus ojos, como los recién llegados cruzaron la frontera invisible sin la dificultad. Los musculosos, Felix y los demás como él, enfocaron sus de pronto esperanzados ojos en mí. Ellos no estaba seguros de qué mi escudo rechazaba, pero era claro ahora que no pararía un ataque físico. En cuanto Aro diera la orden, la campaña seguiría, yo el único objetivo. Me pregunté cuantos Zafrina sería capaz de cegar, y cuanto esto reduciría su marcha. ¿Lo suficiente para que Kate y Vladimir sacaran a Jane y Alec de la ecuación? Eso era todo lo que yo podía pedir.
Edward, a pesar de su absorción en el golpe el que él dirigía, se puso rígido con furia en respuesta a sus pensamientos. Él se controló y habló a Aro otra vez.
“Alice ha estado buscando a sus propios testigos estas últimas semanas,” él dijo al antiguo. “Y ella no vuelve con las manos vacías. ¿Alice, por qué no presentas a los testigos has traído?”
Caius gruñó. “!El tiempo para testigos ha pasado! ¡Has tu voto, Aro!”
Aro levantó un dedo para silenciar a su hermano, sus ojos se pegaron a la cara de Alice.
Alice avanzó adelante ligeramente y presentó a los extraños. “Esta es Huilen y su sobrino, Nahuel,”
Oyendo su voz… es como si nunca se hubiera ido.
Los ojos de Caius se apretaron mientras Alice nombraba la relación entre los recién llegado. Los testigos de los Volturi sisearon entre ellos. El mundo vampiro estaba cambiando, y todos podrían sentirlo.
“Habla, Huilen” Aro ordenó. “Danos el testimonio por el que fuiste traida.”
La delgada mujer contempló a Alice nerviosamente. Alice asintió en estímulo, y Kachiri puso su larga mano en el hombro de la pequeña vampiro.
“Soy Huilen,” anunció la mujer en claro pero extraño acento inglés. Mientras ella continuaba, era evidente que ella se había preparado para contar esta historia, que ella había practicado. Esta fluyó como una canción infantil conocida. “Hace un siglo y medio atrás, viví con mi gente, los Mapuche. Mi hermana era Pire. Nuestros padres la llamaron por nieve sobre las montañas debido a su hermosa piel. Y ella era muy hermosa - demasiado hermosa. Ella vino a mi un día en secreto y me dijo del ángel que la encontró en los bosques, que la visitaba de noche. La advertí.” Huilen sacudió su cabeza tristemente. “Como si las contusiones sobre su piel no advertían bastante. Yo sabía que era el Libishomen de nuestras leyendas, pero ella no escucharía. Ella fue embrujada.”
“Ella me dijo cuando estuvo segura que el niño de su ángel oscuro crecía dentro de ella. No intenté desalentarla de su plan de escaparse - yo sabía que hasta nuestro padre y madre estarían de acuerdo que el niño debía ser destruido, Pire junto con él. Fui con ella hasta la parte más profunda del bosque. Ella buscó a su ángel demonio, pero no encontró nada, cuidé de ella, cazando por ella cuando su fuerza fallaba. Ella comió los animales crudos, bebiendo su sangre. No necesité más confirmación de qué ella cargaba en su vientre. Esperé salvar su vida antes de que yo matara al monstruo.”
“Pero ella amaba al niño en su interior. Lo llamó Nahuel, por el gato de la jungla, cuando el creció más fuerte y rompió sus huesos – y aun así lo amaba.”
“No pude salvarla. El niño rasgó su camino fuera de ella, y ella murió rápido, rogando en todo momento que yo cuidara de su Nahuel. Su deseo moribundo – y yo accedí.”
“Él me mordió, aun cuando intenté levantarlo de su cuerpo. Me arrastré alejándome hacia la selva para morir. No llegué lejos - el dolor era demasiado fuerte. Pero él me encontró; el niño recién nacido luchó por la maleza a mi lado y me esperó. Cuando el dolor se terminó, él estaba arrimado a mi lado, durmiendo.”
“Cuidé de él hasta que fue capaz de cazar por si mismo. Cazamos en las villas alrededor de nuestro bosque, quedando entre nosotros. Nunca habíamos salido tan lejos de nuestro hogar, pero Nahuel deseaba ver a la niña aquí.”
Huilen dobló su cabeza cuando terminó y se mivió hacia atrás por lo que quedo parcialmente ocultada detrás de Kachiri.
Aro frunció los labios. Miró al joven de piel oscura.
“¿Nahuel, tienes ciento cincuenta años?” le preguntó.
“Sume o quite una década,” respondió en una clara, hermosa tibia voz. Su acento casi no se notaba. “Nosotros no llevamos la cuenta.”
“¿Y llegaste a la madurez a que edad?”
“Cerca de siete años después de mi nacimiento, más o menos, estaba totalmente crecido”
“¿No has cambiado desde entonces?”
Nahuel se encogió. “No que yo haya notado.”
Sentí un estremecimiento temblar por el cuerpo de Jacob. No quise pensar en eso aún. Yo esperaría hasta que el peligro pasara y pudiera concentrarme.
“¿Y tu dieta?” Aro presionó, pareciendo interesado a pesar de si mismo.
“Mayoritariamente sangre, pero algunas comidas humanas también. Puedo sobrevivir de cualquiera.”
“¿Fuiste capaz de crear un inmortal?” Mientras Aro gesticulaba a Huilen, su voz era abruptamente intensa. Me reenfoqué en mi escudo; tal vez estaba buscando una nueva excusa.
“Si, pero ningunos del resto puede.”
Un murmuro de chock corrió a través de los tres grupos.
Las cejas de Aro se alzaron. “¿El resto?”
“Mis hermanas.” Nahuel se encogió otra vez.
Aro miró desordenadamente por un momento antes de componer de su cara.
“Quizás deberías contarnos el resto de tu historia, pues parece haber más.”
Nahuel frunció el seño.
“Mi padre llegó a buscarme algunos años después de la muerte de mi madre.” Su apuesta cara se distorsionó un poco. “Él estaba encantado de encontrarme.” El tono de Nahuel sugería que el sentimiento no era mutuo. “Él tenía dos hijas, pero ningún hijo. Esperaba que me uniera a él, tal cual mi hermanas.”
“Estaba sorprendido de que yo no estuviera solo. Mis hermanas no eran venenosas, pero si eso se debía al género o a una coincidensia…. ¿Quién sabe? Yo ya tenía mi familia con Huilen, y no estaba interesado” – torció sus palabras – “en darle una oportunidad. Tengo una nueva hermana, ella llegó a la madurez hace casi diez años atrás.”
“¿El nombre de tu padre?” Caius preguntó rechinando sus dientes.
“Joham,” Nahuel respondió. “Se considera a si mismo un científico. Él piensa que está creando una nueva super-raza.” No haciendo ningún intento de escondes su desagrado en su tono.
Caius me miró. “¿Tu hija, es venenosa?” demandó duramente.
“No,” respondí. La cabeza de Nahuel se levantó ante la pregunta de Aro, y sus ojos de teca giraron llevados a mi cara.
Caius miró a Aro para confirmación, pero Aro estaba absorto en sus propios pensamientos. Él torció sus labios y miró fijamente a Carlisle, y luego Edward, y por fin sus ojos descansaron en mí.
Caius gruñó. “Nos encargaremos de las aberraciones aquí, y luego las seguimos al sur,” urgió a Aro.
Aro miró a mis ojos un largo, tenso momento. No tenía idea de lo estaba buscando, o lo que encontró, pero luego de haberme medido por ese momento, algo en su cara cambió, un cambio débil en el juego de su boca y ojos, y yo sabía que Aro había tomado su decisión.
“Hermano,” le dijo suavemente a Caius. “No parece haber ningún peligro. Esto es un inusual desarrollo, pero no veo amenaza alguna. Estos niños mitad vampiro son muy parecidos a nosotros, al parecer.”
“¿Es ese tu voto?” demandó Caius.
“Lo es.”
Caius frunció el ceño. “¿Y este Joham? ¿Este inmortal tan encariñado a la experimentación?”
“Tal ves debemos hablar con él,” Aro estuvo de acuerdo.
“Detengan a Joham si desean,” Nahuel dijo de plano. “Pero dejen a mis hermanas ser. Ellas son inocentes.”
Aro asintió, su expresión era solemne. Y luego se volteó a su guardia con una calurosa sonrisa.
“Querido,” los llamó. “No pelearemos hoy.”
La guardia asintió al unísono y se levantaron de su posición de listo. La niebla se disipo rápidamente, pero mantuve mi escudo en su lugar. Tal ves esto era un nuevo truco.
Analicé sus expresiones mientras Aro se volteaba hacia nosotros. Su cara era tan benigna como siempre, pero no la de antes. Sentí una extraña carencia de expresión detrás de sus facciones. Como si su maquinación hubiese terminado. Caius estaba claramente enfurecido, pero su rabia era interna ahora; estaba resignado. Marcus miró… aburrido; realmente no había otra palabra para ello. La guardia estaba impávida y disciplinada nuevamente; no había individuos entre ellos, solo el todo. Ellos estaban en formación, listos para partir. Los testigo de los Vulturi estaban aun cautelosos; unos tras otros, ellos partieron, esparciéndose en el bosque. Mientras su número disminuía, los restantes aceleraron. Pronto todos se habían ido.
Aro levantó sus manos hacia nosotros, casi disculpándose. Detrás de él, la mayor parte de la guardia, junto con Caius, Marcus, y las silenciosas, misteriosas esposas, estaban rápidamente dispersándose, con formación precisa nuevamente. Solo los tres que parecían ser su guardia personal se mantuvieron con él.
“Estoy tan contento de que esto se pudo resolver sin violencia,” dijo dulcemente. “Mi amigo, Carlisle – ¡que contento estoy de llamarte amigo de nuevo! Espero que no haya resentimientos. Se que entiendes la estricta carga que nuestro deber pone en nuestros hombros.”
“Vete en paz, Aro,” dijo Carlisle duramente. “Por favor recuerda que aun tenemos nuestro anonimato que proteger aquí, y controla a tu guardia de cazar en esta región.”
“Por supuesto, Carlisle,” Aro le aseguró. “Lamento haberme ganado tu desaprobación, mi querido amigo. Tal ves, con el tiempo, me perdones.”
“Tal ves, con el tiempo, si pruebas ser nuestro amigo nuevamente.”
Aro dobló su cabeza, la imagen del remordimiento, y derivó hacia atrás por un momento antes de girarse. Miramos en silencio como los cuatro últimos Volturi desaparecieron en los árboles.
Estaba todo muy tranquilo. No solté mi escudo.
“¿Realmente todo terminó?” le susurré a Edward.
Su sonrisa era enorme. “Si. Se dieron por vencido. Como todos los matones, son cobardes bajo toda esa arrogancia.” Se rió.
Alice se rió con él. “En serio, gente. Ellos no volverán. Todos se pueden relajar ahora.”
Había otro golpe de silencio.
“De toda la suerte putrefacta,” refunfuñó Stefan.
Y luego golpeó.
Los aplausos estallaron. Aullidos ensordecidos llenaron el claro. Maggie Palmeó a Shiobban en la espalda. Rosalie y Emmett se besaron otra vez - más largo y más ardientemente que antes. Benjamín y Tia se cerraron abrasándose, tal cual Carmen y Eleazar. Esme sostuvo a Alice y Jasper en un abrazo apretado. Carlisle estaba calurosamente agradeciendo a los recién llegado de Sudamérica quienes nos habían salvado a todos. Kachin se paró muy cerca de Zafrina y Senna, entrelazando la punta de sus dedos. Garrett levantó a Kate del suelo y la meció alrededor en un círculo.
Stefan escupió en la nieve. Vladimir gruñó con sus dientes juntos con una expresión amarga.
Y yo medio-escalé al gigante lobo rojizo para arrancar a mi hija de su espalda y luego la apreté a mi pecho. Los brazos de Edward estaban alrededor de nosotros en el mismo segundo.
“Nessie, Nessie, Nessie.” Canturreé.
Jacob se rió con su gran risa de ladrido y pincho tras de mi cabeza con su nariz.
“Callate,” mascullé.
“¿Me puedo quedar contigo?” Nessie demandó.
“Por siempre,” le prometí.
Teníamos para siempre. Y Nessie iba a estár bien y sana y fuerte. Como el mitad humano Nahuel, en ciento cincuenta años ella sería joven. Y todos estaríamos juntos.
La felicidad se expandió como una explosión dentro de mí – tan extrema, tan violenta que no estaba segura que la sobreviviría.
“Por siempre,” Edward hizo eco en mis oídos.
Yo no podía hablar más. Levanté mi cabeza y lo besé con una pasión que pudo haber encendido el bosque entero.
Yo no lo habría notado.
39. FINAL FELIZ PARA SIEMPRE.
“Por lo tanto, fue una combinación de cosas las que llevaron al final, pero lo que realmente lo redujo fue…Bella” Edward estaba explicándolo. Nuestra familia y nuestros dos invitados permanecían sentados en la gran habitación de los Cullen, mientras fuera el bosque se oscurecía a través de la ventana.
Vladimir y Stefan habían desaparecido antes de terminar la celebración. Estaban muy decepcionados por el rumbo que habían tomado las cosas, pero Edward dijo que habían disfrutado suficiente de la cobardía de los Vulturis como para compensar su frustración.
Bejamin y Tia se apresuraron a seguir a Amun y a Kebi, ansiosos por darles a conocer el resultado del conflicto; estoy segura de que los veré de nuevo – a Benjamin y a Tia al menos. Ninguno de los nómadas se quedó mucho tiempo. Peter y Charlotte tuvieron una breve conversación con Jasper y a continuación se marcharon también.
Las reunidas Amazonas estuvieron ansiosas de regresar a su hogar – tuvo que ser difícil estar tanto tiempo lejos de su querida selva – y a pesar de esto, estaban reacias a dejar a algunos de nosotros.
“Tienes que llevar a la niña a verme” insistió Zafrina. “Prométemelo joven”
Nessie presiono su mano contra mi cuello suplicándome que lo hiciera.
“Por supuesto Zafrina” Estuve de acuerdo.
“Vamos a ser grandes amigas, mi Nessie” declaró la salvaje mujer antes de salir con sus hermanas.
El aquelarre irlandés continuó en el éxodo.
“Bien hecho Siobhan” felicitó Carlise cuando se despedían.
“Ah, el poder de las ilusiones” contestó sarcásticamente, rodando sus ojos.
Y entonces se puso seria “Por supuesto, esto no ha terminado. Los Vulturis no olvidaran lo ocurrido aquí”
Edward fue el único en responder “Han sido seriamente dañados; su confianza esta destrozada. Pero si, estoy seguro de que van a recuperarse del golpe algún día. Y entonces…” Sus ojos se estrecharon. “Imagino que intentaran quitarnos por separado”
“Alice nos advertirá cuando lo intenten” Dijo Siobhan con voz segura. “Y nos reuniremos de nuevo. Tal vez ocurrirá cuando el mundo este listo para estar totalmente libre de los Vulturis”
“Ese momento puede llegar” respondió Carlise “si es así, estaremos juntos”.
“Si, amigo mío, lo estaremos” estuvo de acuerdo Siobhan. “¿Cómo podremos fallar de otra manera?” dijo con una gran sonrisa en su rostro.
“Exactamente” dijo Carlise. Él y Siobhan se abrazaron y luego estrechó la mano de Liam. “Intentare encontrar a Alistair y contarle lo que ocurrió. Odio imaginarle durante una década bajo una roca” Siobhan se rio de nuevo. Maggie abrazó tanto a Nessie como a mí, y luego el aquelarre irlandés se marchó.
Los de Denali fueron los últimos en irse, Garret junto con ellos – yo sabia como estaría a partir de ahora, estaba bastante segura. El ambiente de celebración fue demasiado para Tanya y kate. Ellas necesitaban tiempo para llorar la perdida de su hermana.
Huilen y Nahuel fueron los que se quedaron, a pesar de que yo esperaba que se marcharan con las amazonas. Carlise estaba profundamente fascinado por la conversación con Huilen; Nahuel se sentó cerca de ella, mientras escuchaba a Edward contarnos el resto de la historia del conflicto, ya que solo el la conocía completa.
“Alice le dio a Aro la excusa que necesitaba para salir de la lucha. Si no hubieran estados tan aterrados de Bella, probablemente habría seguido adelante con su plan original”
“¿Aterrados?" dije escéptica “¿de mi?”
Él sonrió con una mirada que no reconocí completamente – era cariñosa, pero también impresionado y exasperado. “¿Cuándo te veras a ti misma claramente?” dijo suavemente. Luego habló más fuerte a los demás, así como a mí. “Los Vulturis no han librado una lucha justa desde hace 2500 años. Y nunca, nunca, lucharon estando en una situación de desventaja. Especialmente desde que consiguieron a Jane y Ale, que solo han sido involucrados en sacrificios sin oposición.
“¡Deberías haber visto como nos miraban! Por lo general, Alec quita todos los sentidos y sentimientos de sus victimas mientras que ellos deliberan. De esta manera, no pueden correr cuando el veredicto se da. Pero ellos están ahí, preparados, esperando, con nuestros propios dones preparados mientras que los suyos fueron inutilizados por Bella. Aro sabia que con Zafrina e nuestro lado, estarían ciegos cuando comenzara la batalla. Estoy seguro de que nuestras filas habrían sido bastante diezmadas, pero seguro que las suyas también. Existe incluso la posibilidad de que perdieran. Ellos nunca han tratado con esa posibilidad antes. Nunca, hasta hoy. ”
“Es difícil sentir confianza cuando estas rodeado de lobos del tamaño de caballos” rió Emmett dándole a Jacob en el brazo.
La sonrisa de Jacob destellaba.
“Fueron los lobos quienes les pararon en primer lugar” Dije.
“Seguro” estuvo de acuerdo Jacob.
“Absolutamente” añadió Edward. “Esa es otra cosa que nunca había visto. Los hijos de la luna rara vez se mueven en grupos, y ellos nunca tienen mucho control sobre si mismos. El regimiento de dieciséis enormes lobos fue una sorpresa para la que no estaban preparados. Cayo en realidad teme a los licántropos. El casi perdió una lucha con unos cuantos miles de años atrás y nunca lo supero”
“Entonces, hay hombres-lobo reales?” Pregunté “con la luna llena y las balas de plata y todo eso?”
Jacob bufó. “Reales. Acaso yo soy imaginario?”
“Sabes a lo que me refiero”
“Luna llena, si” dijo Edward “balas de plata, no – eso es solo otro de los muchos mitos que crean los humanos para sentir como que tienen una oportunidad. No hay muchos reales. Cayo les ha dado caza hasta casi la extinción.”
“Y nunca mencionaste esto porque…?”
“Nunca se presento la ocasión”
Rodé los ojos y Alice rió, inclinándose hacia delante – escondiéndose bajo el otro brazo de Edward – guiñándome un ojo.
Le di la espalda airadamente.
Yo la quería locamente, por supuesto. Pero ahora que me di cuenta de que ella realmente no se marcho, que solo fue una artimaña porque Edward tenia que creer que ella nos había abandonado, me empezaba a sentir bastante irritada con ella. Alice tenía que dar algunas explicaciones.
Alice suspiro. “Sácalo todo de tu pecho bella”
“¿Cómo me pudiste hacer eso Alice?”
“Era necesario”
“¡Era necesario!” exploté. “Me convenciste totalmente de que íbamos a morir todos! He estado destrozada por semanas.”
“Tenia que ser de esa manera” dijo ella calmadamente. “En el caso de que necesitaras estar preparada para salvar a Nessie”
Instintivamente sostuve a Nessie – ahora dormida en mi regazo – más fuerte en mis brazos.
“Pero tu sabias que también había otras formas” la acusé. “Sabias que había esperanza. Eres consciente de que podrías haberme dicho todo? Se que Edward pensó que estábamos en un callejón sin salida de Aro, pero podrías habérmelo dicho”
Ella me miro especulativa por un momento. “No creo” dijo. “No eres una gran actriz”
“¿Esto es sobre mis habilidades?”
“Oh Bella, no exageres. ¿Tienes idea de lo complicado que fue? No estaba segura de que alguien como Nahuel existiera – todo lo que sabía era que tendría que buscar algo que no podía ver! Trata de imaginar una búsqueda de un punto ciego – no es la cosa más fácil que he hecho. Además hemos tenido que dar la espalda a muchos testigos clave, al igual que no se encontraban bastante rápido. Después de mantener mis ojos abiertos tanto tiempo en caso de que decidieras seguir mis instrucciones. En algún momento me dirás que es exactamente lo que esta en Rio. Antes de todo esto, tuve que tratar de ver cada movimiento de los Vulturis para venir a por ti y solo algunas pistas para la estrategia. Tuve unas pocas horas para localizar y llevar a cabo todas las posibilidades. La mayor parte de todo es que tenía que asegurarme de que todos creíais que yo había desertado para que Aro no pensara que teníais un as bajo la manga o lo que sea. Y si piensas que no me siento como una mier-”
“Vale, vale!” la interrumpí. “Lo siento! Se que también fue duro para ti. Es solo que…te eche de menos con locura, Alice. No me vuelvas a hacer esto.”
La risa de Alice sono a través de la sala y todos nos reímos al escucharla de nuevo. “Yo también te eche de menos Bella. Asique perdóname y trata de estar satisfecha con ser la superhéroe del día”
Todos los demás se reían, y yo enterré mi cara en el pelo de Nessie, avergonzada.
Edward volvió a analizar todo sobre lo ocurrido en el día de hoy, declarando que fue mi escudo el que había hecho a los Vulturis huir con la cola entre las piernas. La forma en que todo el mundo me miró me hizo sentir incomoda. Incluso Edward. Me miraban como si me hubieran crecido un centenar de pies en el transcurso de la mañana. He intentado hacer caso omiso de las miradas, manteniendo mis ojos en la cara de Nessie y en el sueño de Jacob sin cambios de expresión.
Seria siempre solo Bella para el, y era un alivio.
La mirada más difícil de ignorar fue la más confusa también.
Era como si el medio humano, medio vampiro Nahuel pensara de mí de una determinada manera. Para él, la escena del prado no había sido nada insólito en absoluto. Pero el muchacho nunca quito sus ojos de mí. O quizás el estaba mirando a Nessie. Eso también me hizo sentir incomoda.
No podía olvidar el hecho de que Nessie era la única hembra de su especie que no era su media hermana.
No he pensado en lo que esta idea le produciría a Jacob. No lo quiero comprobar pronto. Había tenido suficientes luchas contra mí por un tiempo.
Eventualmente, los demás se quedaron sin preguntas para Edward, y el debate termino en un puñado de pequeñas conversaciones.
Me sentía extrañamente casada. No sueño, por supuesto, pero al igual, el día había sido suficientemente largo. Quería algún momento de paz, cierta normalidad. Quería a Nessie en su propia cama; quería las paredes de mi casa alrededor.
Mire a Edward por un momento y supe como se sentía en ese momento, como si hubiera podido leer su mente. Pude ver que se sentía exactamente de la misma manera. Listo para algunos momentos de paz.
“Debemos coger a Nessie…”
“Es probablemente una buena idea” estuvo de acuerdo rápidamente. “Estoy seguro de que no pudo dormir bien ayer por la noche, con todos esos ronquidos” él sonrió a Jacob.
Jacob frotó sus ojos y luego bostezó “Ha pasado mucho tiempo desde que dormí en una cama. Apuesto a que Billy estará feliz de tenerme bajo su techo de nuevo.”
Acaricié su mejilla. “Gracias Jacob.”
“Cuando quieras Bella. Pero ya lo sabes” se levantó, se estiró y beso la cabeza de Nessie, y luego la mía. Por ultimo, le dio un puñetazo en el hombro a Edward. “Nos vemos mañana chicos. Supongo que las cosas van a ser aburridas a partir de ahora, no?”
“Eso espero” dijo Edward.
Nos levantamos cuando él se había ido, me cambie el peso de lado cuidadosamente, con el fin de que Nessie no estuviera incomoda. Estaba profundamente agradecida de verla tener un buen sueño. Mucho peso había estado sobre sus hombros. Era tiempo de que fuera una niña otra vez – protegida y segura.
La idea de paz y seguridad me recordó a alguien que sentía los sentimientos todo el tiempo.
“Oh, Jasper?” le pregunte desde la puerta.
Jasper estaba apretado entre Alice y Esme, de alguna manera aparente mas central que en una foto de familia. “Si Bella?”
“Tengo curiosidad. ¿Por qué J. Jenks tiene miedo solo con el sonido de su nombre?”
Jasper se rio para si mismo. “Ha sido mi experiencia la que me ha demostrado que algunos tipos están mas motivados en el trabajo por el temor que por la ganancia monetaria.”
Fruncí el ceño, prometiéndome a mi misma que yo me haría cargo de la relación de trabajo a partir de ahora antes de que a J le diera un ataque al corazón por el camino.
Nos besamos y abrazamos y deseamos buenas noches a nuestra familia. El único que noté ausente fue Nahuel otra vez, quien se veía como si quisiera seguirnos.
Una vez atravesado el rio, caminamos mas rápido que apenas superaba la velocidad humana. No teníamos prisa, y agarre la mano de Edward. Estaba harta de estar bajo una fecha límite siempre, y solo quería tomarme tiempo. Edward debía sentirse igual.
“Tengo que decir que estoy completamente impresionado con Jacob ahora mismo” me dijo Edward.
“Los lobos impactan bastante ¿verdad?”
“Eso no es lo que quiero decir. Ni una sola vez hoy – al contrario que Nahuel - pensó el hecho de que Nessie habrá crecido lo suficiente en seis años y medio.”
Yo lo considere un minuto. “Él no la ve de esa forma. No tiene prisa para que crezca. Él solo quiere que sea feliz.”
“Lo se. Como he dicho, impresionante. Podría ser peor”
Fruncí el ceño “No voy a pensar sobre lo que pasara en seis años y medio”
Edward rio y suspiró. “Por supuesto, como el tendrá algo de competencia, me preocupare cuando llegue el momento.”
Mi ceño se profundizó. “Lo se. Estoy muy agradecida a Nahuel por todo lo de hoy, pero no me gusta como miro a Nessie. Me da igual si ella es la única medio-vampira que no esta relacionada con el.”
“Oh, él no la estaba mirando a ella…te estaba mirando a ti”
Eso es lo que parecía…pero no tenía ningún sentido.
“¿Por qué lo hacia?”
“Porque estas viva” dijo tranquilamente.
“Tu me salvaste”
“Toda su vida” explicó, “y es ciento cincuenta años mayor que yo”
“Decrepito” intervine.
Edward me ignoró. “Él siempre se veía a si mismo como una mala creación, un asesino por naturaleza. Sus hermanas mataron a sus madres como él. Pero no pensaban en ellas. Joham ve a los humanos como animales, mientras que a nosotros como dioses. Pero Nahuel fue enseñado por Huilen y ella amaba a su hermana mayor más que a nadie. Mejoró su perspectiva. Y, en cierto modo, él se odiaba a su mismo”.
“Eso es muy triste” murmuré.
“Y entonces nos vio a nosotros tres – y vio por primera vez el hecho de que el ser medio inmortal, no significa que él sea intrínsecamente malo. Él me mira y ve…lo que le hubiera gustado que fuera su padre”
“Eres bastante ideal en todos los sentidos” dije.
Él gruñó y, a continuación, dijo serio “él te ve a ti y ve la vida que su madre debería haber tenido”
“Pobre Nahuel” murmuré, y luego suspire porque sabia que nunca seria capaz de pensar mal de él después de esto, no importa cuan incomoda me hiciera sentir su mirada.
“No estés tan triste por el. Ahora es feliz. En la actualidad, esta comenzando a perdonarse a si mismo finalmente.”
Sonreí por la felicidad de Nahuel y después pensé que hoy llegaría la felicidad.
Aunque el sacrificio de Irina era una sombra oscura que tapaba a la luz blanca, la alegría era imposible de negar. La vida por la que había luchado estaba segura otra vez. Mi familia estaba reunida. Mi hija tenía un hermoso futuro que se extendía indefinidamente delante de ella. Mañana quiero ir a ver a mi padre, quien tendría que ver que el miedo en mis ojos había sido sustituido por la alegría, y el también seria feliz. De repente, estaba segura de que no se encontraría solo en casa. No había sido tan observadora como podría ser estas semanas, pero sabia como estaban las cosas. Sue quería estar con Charlie – la mama del licántropo con el papa de la vampira – y él no estaría solo nunca más. Sonreí ampliamente ante esta nueva visión.
Pero lo más importante en esta oleada de felicidad fue el hecho mas seguro de todos:
Estaría con Edward. Para siempre.
No es que quiera repetir las ultimas semanas, pero tuve que admitir que habían hecho que apreciara lo que tenia mas que nunca.
La casa de campo era un lugar ideal de la paz en la azulada noche. Llevamos a Nessie a su cama y la arropamos. Ella sonrió mientras dormía.
Tome el regalo de Aro de alrededor de mi cuello y lo puse suavemente en la esquina de su habitación. Ella puede jugar con el collar si quiere, le gustaban las cosas brillantes.
Edward y yo caminamos lentamente a nuestra habitación, con los brazos balanceándose entre nosotros.
“Una noche para celebraciones” murmuró, y puso su mano bajo mi barbilla para guiar mis labios hacia los suyos.
“Espera” dudé, alejándolo.
Me miró confundido. Por regla general, no lo alejaba. Bueno, era una regla general. Esta era la primera vez.
“Quiero probar algo” le informé, sonriendo ligeramente por su expresión desconcertada.
Puse mis manos en ambos lados de su cara y cerré los ojos para concentrarme.
No lo había hecho muy bien con Zafrina cuando había tratado de enseñarme antes, pero yo había mejorado en la lucha. El instinto me protegía la mente.
No era tan fácil como proteger a la gente a mí alrededor. Notaba como mi escudo estaba luchando para proteger mi mente. Tuve que empujar la cepa totalmente fuera de mi; tomo toda mi atención.
“Bella!” Susurró Edward en shock.
Yo sabia que estaba trabajando duro, asique me concentre en coger las memorias que yo había recaudado hasta entonces, dejándolas inundar mi mente, y con la esperanza de que también estuvieran en la suya.
Algunos de los recuerdos no eran claros – recuerdos humanos, vistos a través de los ojos y escuchados a través de la debilidad de las orejas: la primera vez que había visto su rostro...cuando me salvo del coche de Tyler, cuando me había llevado a nuestro prado…el sonido de su voz a través de la oscuridad de mi conciencia vacilante cuando me había salvado de James…su cara bajo el dosel de flores esperando la respuesta de la pedida de matrimonio…cada precioso momento de la isla…sus manos frías tocar nuestro bebe a través de mi piel…
Y los recuerdos fuertes, los que recordaba a la perfección: su rostro cuando abrí mis ojos a mi nueva vida, al interminable amanecer de la inmortalidad…ese primer beso…la primera noche…De repente sus labios, feroces contra los míos, rompieron mi concentración.
Con un jadeo, solté el apretón de su peso lejos de mí. Esto provoco que el escudo volviera a su sitio, protegiendo mis pensamientos otra vez.
“Oops, lo perdí!” suspiré-
“Te oí!” el respiró. “¿Cómo? ¿Cómo lo hiciste?”
“Zafrina me dio la idea. Practique con ella un par de veces.”
Él estaba aturdido. Parpadeó dos veces y sacudió su cabeza.
“Ahora sabes,” dije ligeramente y me encogí. “No hay nadie a quien quiera de la misma forma que te quiero a ti.”
“Estas casi en lo cierto” sonrió, sus ojos estaban mas amplios que de costumbre. “Yo conozco a una excepción”
“Mientes”
Comenzó a besarme de nuevo, pero se detuvo abruptamente.
“¿Puedes hacerlo de nuevo?” preguntó.
Esperó, con una expresión ansiosa.
“No puedo mantenerlo si tengo la mas mínima distracción” le advertí.
“Seré bueno” prometió.
Fruncí mis labios y mis ojos se estrecharon. Entonces me sonrió.
Puse mis manos en su rostro nuevamente, el escudo se estiró fuera de mi mente y entonces comenzó donde lo dejé – con el recuerdo de la primera noche de mi nueva vida, siendo persistente en los detalles.
Me reí jadeando cuando su beso urgente interrumpió mis esfuerzos otra vez.
"Joder" él gruñó, besando ávidamente bajo el borde de mi mandíbula.
“Tenemos mucho tiempo para trabajar sobre ello, " le recordé.
“Siempre, siempre y siempre, " murmuró él.
“Estoy totalmente de acuerdo " Y luego seguimos con gran felicidad en esa pequeña habitación pero perfecta para nosotros, por siempre.
EL FIN.
8 comentarios:
me encanta el libro y la peli.. Es una hermosa historia!
hola soy maria jose en mi opinion el libro es fantastico gracias por subirlo byyyyyyyyyyyyyy
gracias por salvarme, no podía esperar para terminar la saga
hola soy jimena y debo decir que este es uno de mis libros favoritos <3
gracias quien quiera que seas
cuando dice:“Devuélveme mi vista” (se refiere a su poder) no es su poder el que zafrina la dejo ciega por que en el verdadero libro dice eso
Bueno Este es el capitulo 18 Mucha gente me lo estaba Pidiendo Decian que era el Capitulo Perdido,,, Pues Ya podeis Aqui lo teneis!!!!
simplemente maravilloso...muchas gracias
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